09.06.1983

La lógica y la tradición poética anónima en Lewis Carroll

Noticia de la conferencia en el ABC. 10-6-1983

 

Revista Aurora. Nº 2. 1984. pp. 5-9

 

Conferencia de Agustín en el Ateneo de Madrid. Junio de 1983. Revisada y corregida por él para su publicación en la revista Aurora. Recogida por Juan Antonio Millón en su blog: sendasydivagaciones.blogspot.com.es

 

Leer conferencia

***

*Del inglés original:
 
There was an old Woman
Nursery Rhyme lyrics

There was an old woman,
As I've heard tell,
She went to market
Her eggs for to sell;
She went to market
All on a market day,
And she fell asleep
Upon the King's Highway.

There came by a pedlar
Whose name was Stout,
He cut her petticoats
All round about;
He cut her petticoats
Up to her knees,
Which made the little old woman
To shiver and freeze.

When the little old woman
First did wake,
She began to shiver
And began to shake.
She began to wonder,
She began to cry,
"Lauk a daisy on me, this can't be I!"

"But if it be I,
As I hope it may be,
I have a little dog at home
And he'll know me
If it be I
He will wag his little tail,
And if be not I,
He will loudly bark and wail."

Home went the little woman
All in the dark,
Up got the little dog
And he began to bark.
He began to bark;
So she began to cry,
"Lauk a daisy on me this is none of I."
 
Opie, Iona and Peter (1997)The Oxford Dictionary of Nursery Rhymes. 592 pages.
 
 
Traducción de AGC:
 
Había una vieja, habéis de saber,
que a la feria sus huevos iba a vender.
Un día de feria a la feria marchó
y al pie de la ruta dormida quedó.
Pasó un buhonero muy burlador
le cortó las enaguas todo alrededor.
Hasta las rodillas las faldas cortó,
con lo cual a la vieja un frío le entró.
Y cuando la vieja se fue a despertar,
a temblar se puso, se echó a tiritar;
se puso a mirarse, a llorar se echó:
¡Por Dios!, ¡Dios me valga!, que ésta no soy yo.
Pero si es que soy yo, y lo seré quizá,
tengo en casa un perrito y me conocerá;
si soy yo, su rabito vendrá a menear,
y si no soy yo, a gruñir y ladrar.
A casa la vieja se fue, y al llegar
salió su perrito, se puso a ladrar.
Al ver que ladraba, a llorar se echó:
¡Por Dios!, ¡Dios me valga!, que no, no soy yo.*
 

Primera versión de Agustín