15.03.2006
Agustín García Calvo
Ateneo de Madrid
Tertu012-15-03-2006#Tertu012-15-03-2006.mp3
TRANSCRIPCIÓN:
Reanudando un poco esta guerra interminable contra la Realidad, contra uno mismo, voy a volver a sacar, poco a recordación, algo de lo que en la última sesión parecía despertar o dudas o disputa. Cuando os había propuesto aquello de que 'hay algo bueno de verdad' pero que la única manera que tenemos de saber eso es porque sentimos lo malo, lo falso, lo cambiado, lo sustituto. Es decir, que es una vía necesariamente indirecta, negativa, la que se nos da para esto. Habíamos partido de aquello que puede sentir un niño o cualquiera de la tristeza de los carnavales, la tristeza de la diversión -como recordáis- frente a la mayoría que efectivamente, cumple y se divierte cuando le mandan divertirse; queda siempre algo que no, algunos, algo en uno, que por el contrario, se entristece de la diversión misma y de considerar que la mayoría, efectivamente, se divierte, lo cual vuelve la cosa doblemente triste.
De manera que era de eso de lo que partía esta observación que ahora os he dado de una manera más general. [En esto] solo había: Lo bueno no está a nuestro alcance, no pertenece a la Realidad, por tanto, igual que la pretensión de verdad nos es ajena, es un engaño. No podemos saber qué es bueno, es así, esta guerra parte desde dentro de la Realidad y con eso cargamos para empezar, con eso tenemos -y como reales y dentro de la Realidad, desde luego, eso de lo bueno no se nos da pero está ese testimonio, el testimonio de esa tristeza, de ese descontento, de esa sensación de falso, que de una manera indirecta nos sugiere, nos hace sentir que 'hay algo bueno' porque si no cómo se iba a entender que uno se sintiera triste al ver los éxitos de los Sustitutos y las diversiones y los carnavales.
Esto es lo que deseaba, en primer lugar, que volviera a entenderse en toda su formulación abstracta, aunque siempre referida a cosas tan concretas como las que hemos dicho. Para más abstracción, añado todavía que después de todo, esto no es más que un caso de lo que pasa en general con la cuestión -que muchas veces en Metafísicas, más o menos divertidas, ha llevado a muchos perdederos-, la cuestión de si 'hay algo', si 'hay algo'. Porque efectivamente, esto no hay manera de saberlo directamente. Todos los escepticismos de un tipo o de otro tienen abierto aquí su camino, no hay manera de saber si hay algo o no. Nosotros sabemos nada más la Realidad, las cosas, pero la cuestión de si hay algo, así en toda la amplitud sin-fin de ese 'hay' que no tiene límites, eso no lo podemos saber.
Pero, de alguna manera, lo deducimos no sólo en la razón sino con el corazón que le acompaña siempre, lo deducimos de que es imposible que haya 'todo' y de la misma manera es imposible que haya 'nada'. Supongo que entendéis bien cómo ésta es la formulación más abstracta, es la que todo aquello de lo bueno se introduce y la vía indirecta de llegar a ella.
Es imposible que haya 'todo', hasta en castellano, por ejemplo, es in gramatical decir: 'hay todo'. Es imposible que haya 'todo'. 'Todo' pertenece a eso que cuando estábamos estos meses pasados presentando el esquema de nuestra caída en la verdad y la necesaria defensa frente a ella, se nos presentaba como 'ideales', sobre lo cual volveremos ahora; es decir, ideales que no pueden realizarse, son en ese sentido imposibles en la Realidad, son irrealizables. Pero que, sin embargo, están costantemente rigiendo las cosas, la Realidad, sosteniendo esta falsificación que se nos da en todos los niveles, políticos, sociales, personales y demás. 'Todo' pertenece a los ideales y, por tanto es imposible.
Recordad que cuando os presentaba el esquema de nuestra caída-ahora-mismo que es lo que de verdad nos está pasando y frente a ello la defensa una y otra vez repetida frente a esa caída, partía de esto que ya hace algunos años, por lo menos, un par de años que lo tenemos formulado: 'La Realidad no es todo lo que hay'. Y esta costación: 'La Realidad no es todo lo que hay', naturalmente traía consigo todo el, todo el descubrimiento de lo que de verdad, de verdad -aunque no sepamos qué es verdad- nos está pasando frente a la falsificación fundamental de la Realidad porque esta costación de 'la Realidad no es todo lo que hay' va derecha contra las ideas establecidas. Lo cual es, una y otra vez, lo que pretende que la Realidad es todo lo que hay.
A esta falsedad evidente es a lo que llamo 'Ideal'. En ese sentido digo que 'Todo' es un Ideal, por tanto, imposible en este sentido preciso. Apenas hace falta, apenas hace falta razonar que 'Nada', el mero opuesto de 'Todo', es exactamente lo mismo. 'Nada' es igualmente un Ideal, de manera que es igualmente imposible que 'Todo'. Es el mismo tipo de imposibilidad. Y entonces es así como 'sabemos' -entre comillas-, es decir, razonamos y sentimos que hay algo, por la sencilla razón de que no puede haber 'Todo' y no puede no haber 'Nada'. No puede haber 'Todo'. No puede no haber 'Nada'. Y por tanto, pues, ¿qué nos queda?, ¿qué nos queda?, sino esta especie de razón y sentimiento de que hay algo.
Bueno, pues esto es lo que os quería recordar porque todo esto que nos traíamos respecto a la única vía que tenemos para sentir que 'hay algo bueno' consiste en que nos quede algo de descontento, de tristeza, frente a los sustitutos y falsificaciones que lo reconoce como tales sustitutos y falsificaciones. En ese sentido os decía que quien se priva de ese descontento mínimo, quien se priva de sentir la falsificación en los bienes que el Dinero reparte, vende y hasta regala, y en las diversiones, ese ya no está en esta guerra, ya no está en esta guerra. Ya no tiene nada que hacer. No tiene que hacer nada más que obedecer, vamos, como es lo que está mandado que se haga, ¿no?. No tiene nada que hacer que no sea lo que, lo que ya está hecho.
Bueno, pues esto es lo que, en primer lugar, quería recordaros pero aunque debéis retener un momento todo esto para que cuando os deje correr la voz de un lado para otro podáis decirme las dificultades que todavía se encuentran, antes voy a pasar a otras aclaraciones, tal vez también necesarias.
Hay una aparente contradicción entre esto que ahora os estoy diciendo y lo que la presentación, las primeras presentaciones del esquema os presentaba, es decir, respecto a la condición de, a la condición de Cosas. Yo os decía que Cosas, Hechos, no son más que los pasados. Todas las grandes mentiras que os cuentan todos los días consisten en que os quieren hablar de Hechos futuros o de hechos presentes y... para embrollar, para embrollar y confundir de una manera muy, muy eficaz. Hechos, Cosas, no son más que las pasadas. La Realidad es pasado.
Y entonces, esto entra en contradicción con lo que tenemos que sentir que es que tal vez eso de lo bueno, eso de vivir de veras, solo se da de alguna manera en algún tipo de recuerdo, algún tipo de memoria, que a primera vista se refiere a pasado y esto es lo que hay que aclarar porque, efectivamente, esto puede dar lugar a mucho tropiezo, a mucho, a mucho lío.
Efectivamente, Hechos son los Hechos, los pasados; y sin embargo, hay en la presencia, evocación, recuerdo de las Cosas o de los Hechos pasados, hay algo que no son meramente los Hechos tal como los puede registrar una historia, un memorial burocrático, un recuento bancario; que no son meramente los Hechos, sino que junto con los Hechos que resucitan, que se recuerdan, incluso en contra de ellos pero entre ellos, se escurre, se escurre 'algo más', rezuma 'algo más'. Y es a ese 'algo más' que rezuma por entre los Hechos a lo que tenemos que atribuir esa sensación de que alguna vez se vive, de que alguna vez se da algo bueno. Solamente a eso, porque los Hechos que la Banca, el Estado, el diario personal de cada uno registra, esos están muertos.
Eso también lo habíamos dicho. Es una condición del saber. Realidad es lo que se sabe. Y una condición del saber es que los Hechos que se saben estén muertos, si no, no hay quien lo sepa. Una condición del saber es que las Cosas que se saben estén muertas. Supongo que esto ni siquiera tengo que razonarlo mucho. ¿Qué tipo de saber, qué tipo de Ciencia puede agarrar a una cosa que no esté muerta? Si lo intentara -como lo intenta, de vez en cuando-, evidentemente, igual que un bichejo que no ha muerto del todo, se le rebullirá entre los dedos y le acarreará toda clase de, de trastornos y tendrá que renunciar la pretensión de haberlo asido, de haberlo captado, de haberlo sabido.
De manera que, es así, la Realidad está, en cuanto sabida, hecha de cosas muertas. No se saben, no se conocen más que los muertos. Si queréis saltar de las cosas en general a las personas no hay inconveniente, pasa lo mismo, ¿no?. Solo a un muerto se le conoce. Solo a un muerto perfectamente muerto se le conoce. Si no está perfectamente muerto se le escurre al saber por todas partes, por todas las rendijas, precisamente por eso de que no está muerto, no está muerto todavía.
De manera que, si se puede dar eso de que entre los Hechos de la Historia, entre los Hechos registrados, se escurra, rezume algo que no son los Hechos, que incluso los trastorna y desfigura, es gracias a que las Cosas siendo Cosas, elementos de la Realidad -como son-, sin embargo, nunca están cerradas, nunca están bien hechas del todo (las Cosas o entre las Cosas, nosotros, las personas, no hace falta distinguir), por lo mismo, de que la Realidad no es un Todo.
Entonces no tengo que volver sobre esto porque los que me habéis acompañando, a lo mejor, lo encontráis repetitivo, sí os recuerdo la comparación con el vocabulario de un idioma cualquiera donde no hay un Total, un Diccionario Total de palabras, sino que necesariamente están entrando y saliendo costantemente y por tanto son sin-fin y toda pretensión de Todo es una vanidad y una falsificación. Y como resultado de eso, cada palabra, nunca está del todo definida.
Ninguna palabra de un vocabulario semántico de un idioma cualquiera puede estar nunca bien definida. Y así las cosas, como la Realidad no es un conjunto cerrado ni puede serlo, porque hay sin-fin, porque la Realidad no es Todo lo que hay. Los elementos que la costituyen nunca cada uno de ellos puede estar cerrado, puede estar bien costituído. Y por tanto, nunca puede estar sabido del Todo y esa es la paradoja. Efectivamente la Realidad es pasados, sin embargo, esos pasados, esos Hechos, al no estar nunca bien cerrados dejan escurrirse por entre ellos, por entre las grietas de las Cosas, por entre lo mal definido de los Hechos algo más. Algo más que es lo solo que nos da, de vez en cuando, en contra de la situación ordinaria, esa intimación de que se puede vivir, que hay algo de vida, que hay algo de bueno y cosas por el estilo.
Bueno, hay que pasar al paso dialéctico siguiente que se está costantemente dando porque así como la Realidad, nosotros ahora-mismo nos estamos hundiendo, ahora que no hay quien lo coja, nos estamos hundiendo en la verdad de lo que no se sabe; al mismo tiempo nos estamos y la Realidad toda está defendiéndose por necesidad, contra ese descubrimiento de su falsedad, contra su caída. Bien, entonces el otro paso dialéctico es éste: Sí, efectivamente, hay tal vez memorias vagas, indómitas, sugerencias de que podía vivirse, hay todo eso pero, [amigo], para eso están los servidores del Estado y están los Filósofos y los Científicos para salir al paso de esas cosas y decir que también eso lo saben. Incluso también esas cosas que parecían desbordar, rezumar -también las saben, son objeto de un saber, físico, psicológico, administrativo, da lo mismo, pero objeto de un saber-. Es decir que vuelven a convertirlas en Hechos de la Historia, por tanto, muertos. En Hechos de la Historia y entonces, otra vez a empezar. Entre los Hechos de la nueva Realidad restituida por la defensa costante no dejan nunca de escurrirse, sin embargo, nuevas intimaciones de 'algo' que no es propiamente realidades, que no es ni Todo ni Nada, y que lo hay de alguna, de alguna manera.
Bueno, ésta era la situación a primera vista un poco paradójica que había que, que había que recordar y, ahora, antes de pasar a más, a más cosas [.../...] he intentado conmigo mismo y con vosotros aclarando puntos pero antes de eso, os voy a dejar que respecto a lo ya hablado me digáis ocurrencias, dificultades, dudas, cualquier cosa que se os presente y así en esa aparición misma de las dudas seguiremos haciendo esto que hacemos: Hacer la guerra contra la Realidad.
Sí.
- [No sé] si voy a ser capaz. Esto ya viene de una, de alguna sesión anterior, cuando en ella se dijo que 'lo que es no pasa y que lo que pasa no es'. Entonces ahí me surgió -no recuerdo todo el razonamiento que aquí salió- pero ya me surgía entonces la dificultad para saber 'lo que pasa' y de esa dificultad sentía la dificultad de saber 'lo que ha pasado'. Si no puede saberse 'lo que pasa' porque mientras está pasando está vivo de algún modo, no, no lo has cazao como a un muerto. ¿Cómo puede haber hechos pasados sabidos?, si en ningún momento ha podido saberse lo que pasa.
AGC - Sí, gracias Mercedes, lo has dicho muy claro. En parte con otros términos he estado diciendo algo de eso pero convenía volverlo, volverlo a sacar también con los tuyos, sí. Y es esto: Lo que pasa, lo que nos está pasando ahora-mismo no hay Dios que lo sepa y ninguno de nosotros. Saberse, no. Saberse, no. Es tan imposible saber qué es lo que está pasando Ahora como es imposible que 'Ahora' tenga ningún significado. Porque Ahora es una cosa que de tal manera se está escapando que antes de, antes de enunciar Ahora ya no es Ahora, de manera que es enteramente imposible. Por lo tanto lo que está pasando no se puede saber. La pretensión de saber lo que está pasando viene a ser justamente este segundo movimiento de la dialéctica que ahora he recordado. [..] el primero: Saber se sabe lo muerto. Saber propiamente se sabe lo muerto. Y de esto otro que no hay Dios que lo sepa, esto que está pasando, lo bueno, como que se pueda vivir, como cosas así, es de lo que os decía que en uno no está más que una especie de deducción en el corazón, el sentimiento, la costación de que eso que se sabe, la Realidad que se nos vende o regala es falsa, está mal hecha, es fea, es un sustituto. Y que no hay ninguna manera de saber que hay algo más que el reconocimiento de que ni puede haber Todo ni puede no haber Nada. Como os he recordado. De manera que si a esto se le quiere 'saber', bueno, a esta especie de deducción en el razonamiento del corazón, más vale no. Más vale reservar saber para el saber de la Ciencia, de la Realidad, el saber de la Fe, el saber que os suministran todos los días en forma de información por los medios o por donde sea. Y si llamamos a esto saber, eso no puede saber más que de cosas muertas, implica la muerte y lo que de verdad está pasando no se sabe, tiene esa gracia de que no se sabe, vislumbra, barrunta o como queráis decir, gracias a que algo nos queda que reconoce la condición de sustitutos o de falsedad de todos los Hechos, de todos los Hechos reales. Si a esto a su vez lo convertimos en objeto de una Filosofía, de una Psicología, de una Ciencia, pues [...] estamos volviendo otra vez a las andadas. Volviendo a las andadas, convirtiendo lo que tenía la gracia de que no se sabía qué era, en algo que sí se sabe, y por tanto, otra cosa más pasada, muerta.
De manera que confío que, ¿eh?, pero si no, si... bueno, o si no cualquier otro, venga, más. Sobre cualquiera preferiblemente pero cualquiera de las cosas que os he soltado. A ver, ¡fuerte!
- Y es que me parece tan radicalmente no sabido de lo no-sabido. Es de tal desconocimiento que ni siquiera cabe [...] ni de lo bueno ni de lo malo, es simplemente lo no-sabido. Entonces entendiendo que de ello se espera algún tipo de beneficio o ni siquiera aplicarle lo bueno, radicalmente no sabemos. O sea, escapa [...]
AGC - Sí, claro, puede que sea un poco razonable pero en todo caso es muy mala táctica, muy mala táctica para esta guerra porque tú mismo ves enseguida los engaños en que se deja meter si uno, si uno adopta esa actitud. Es preciso, es preciso decir lo que ya, tres o cuatro veces, he dicho: No tenemos ninguna vía directa de conocimiento, no solo de lo bueno sino de que hay algo. Eso no se nos da. No nos privamos, sin embargo, de esta operación que dice que no hay [un momento] de razón y corazón. En virtud de que seguimos sintiendo lo feo, lo malo, lo falso, lo sustituto tenemos que, sin saber qué es, sin saber qué es, deducir de alguna manera que, algo hay, que no sea sustituto, que no sea malo, que no sea todo aquello que sentimos que es lo que nos venden. Es una vía puramente negativa, tiene que, tiene que serlo así. Por la vía que propones ya sabes que a lo único que se llega es a renunciar a la guerra, al silencio y que eso se convierta en otra Filosofía, en otra Mística y que por tanto, pues, no haya nada que hacer. En ese sentido decía lo de mala táctica.
- No he entendido qué es lo que supone la vía que yo propongo, eso no me ha quedado claro.
AGC - La de, la de que decías que lo no-sabido de tal manera es no-sabido así que, que ¡a callar!
- No, no, no, eso lo habrás puesto tú [...]
AGC - ¡Anda!
- He dicho que es tan radicalmente no-sabido [...]
- ¡Alza un poco la voz!
- ¡Más alto, no se oye!
- De ello, como, ni siquiera como [...] escapa de [...] esos valores de lo bueno y lo malo pertenecen a la Realidad
AGC - Aunque no quieras, aunque no quieras eso quiere decir ¡a callar!, aunque no quieras eso quiere decir ¡a callar! porque ya hemos dicho muchas veces que hemos nacido dentro de la Realidad, dentro incluso de un idioma y si confiamos en que la palabra pese a sus adulteraciones, a lo idiomático puede hacer algo contra la Realidad, contra la mentira;, entonces no podemos, no podemos ponernos a exigirle esos grados de pureza porque nos perdemos la guerra simplemente.
Pero sencillamente baste decir que 'bueno no sabemos'. No deberíamos haber dicho 'bueno'. Más vale decir bueno, no sabemos lo que es. Pero en cambio sentimos que es algo que no es lo que nos venden como 'bueno' porque nos lo venden como 'bueno'. Es decir, de la Realidad se parte. Es que nos venden la diversión, nos venden los bienes, nos venden los bienes, de manera que la vía negativa, [...] decir: No, no sé qué será 'bueno' pero eso no.
Es así, pero estamos aquí y la guerra parte desde dentro de la Realidad, peor todavía, parte de una cosa tan idiomática como el vocabulario del Español Oficial Contemporáneo. De ahí, de ahí partimos y contra eso tratamos de lanzarnos desde dentro, ¿no?
Sí.
- Agustín, si he entendido bien, entonces, todo el saber que se aprende en las escuelas es un saber muerto porque todo es repetitivo sobre la Realidad.
AGC - Claro, claro, no, no solo en las escuelas, ¿eh?, no solo las escuelas.
- Bueno, mi pregunta es, ¿y aquel tipo de, y los trabajos de investigación en los que se pretende desmenuzar aquello que no se conoce para aportar algo, algún conocimiento que se ha escapado o para intentar aclarar [...] cualquiera del área científica, de Medicina, de cualquier área, ¿no?. Ese conocimiento de investigación que se hace tan exhaustivo y para tratar de conocer algo que se nos ha podido escapar, [...] es decir, que todavía no se ha incorporado, digamos, a la Realidad [...]
AGC - Has empleado una metáfora que yo creo que a tí mismo puede ayudarte a desenredar el lío. Has dicho: 'desmenuzar lo que no se sabe' hablando de la investigación que pareces presentar como algo deseable o valioso. 'Desmenuzar lo que no se sabe'. Es que lo que no se sabe no se puede desmenuzar. Eso es una contraditio in adjecto. Lo que no se sabe, no se sabe y, por tanto, no se puede hacer con ello una operación de análisis ni, por supuesto, de síntesis. No se puede hacer ningún [...]. Desmenuzar, se desmenuza la Realidad. Una investigación honrada lo que hace es dedicarse a lo que se sabe, a la Realidad y descubrir que no se sabía. Es ese tipo de investigación, la que, sobre todo con la ayuda de las entradas en la Red que Caramés nos ha traído hemos estado dedicados muchas veces, ¿no?. Efectivamente, al analizar, un físico, por ejemplo, una teoría, una concepción de la Realidad dominante, puede descubrir, una y otra vez, los fallos, la mentira. Esto, efectivamente, hasta cierto punto entra en nuestra guerra, ¿no?.
Lo que pasa es que viene enseguida el segundo brazo de la dialéctica, aquello tiende a convertirse en otro saber. Es decir, que en vez de desmenuzar la Realidad, se la ... (¿qué es lo contrario de desmenuzar?).
- Coagular
AGC - ¿Eh?
- Coagular
- Integrar
AGC - Se la reintegra, se la reintegra, se la vuelve a hacer entera, ¿no?. Ese es el destino que hace que la investigación se vuelva, lo cual sucede -no digamos nunca siempre, pero sí la mayoría de las veces. La mayoría es la mayoría-, se convierta en una contribución a la reintegración al orden aunque era, tal vez, una amenaza de descubrimiento. Esa es la situación dialéctica en que estamos. No podemos despreciar, así en bloque, la investigación, por ejemplo, porque efectivamente, es capaz de descubrir algo de las mentiras de la Realidad. Tenemos simplemente que estar en guardia ante el hecho de que mayoritariamente tendemos a convertir aquello en una nueva forma de Realidad o teoría integrada. Sí.
- [.../...] la valoración que haces del sentimiento como vía de conocimiento, ¿sentimos sin necesidad del lenguaje?
AGC - No, no, sin necesidad del lenguaje, no; porque yo he dicho que es una vía negativa consiste en que ese sentimiento que es razonamiento perfecto a la condición de sustituto, de falso, de cualquier cosa, evidentemente se formula. Hay un momento en que, a pesar de la ley, algo en uno o alguno desmandado, dice: mentira, eso no era vivir, eso no es vida, eso que me está Vd. vendiendo. Puede llegar a la formulación, puede llegar a la formulación gracias a que la lengua es, a su vez, contradictoria consigo misma.
- Pero en esa formulación no está el riesgo de desbaratarse...
AGC- ¿De?
- De desbaratarse, si te acoplas al lenguaje [...
AGC - A ver. Desbaratarse no acabo de entender bien.
- [.../...] de sitio, o de universo...
AGC - No, lo que le puede pasar es que, efectivamente, ese descubrimiento -como todo- se convierta en algo positivo. Imaginaos que, por ejemplo, después de estar yo estos meses que he estado aquí presentándoos lo que os presentaba como un descubrimiento de la mentira, alguien me dijera: ¡Vaya idea la de este tío, qué Filosofía se ha montao!. Al cabo de la calle, cuando ya no hay nada que hacer. Entonces ya para qué vamos a seguir hablando, ese es el riesgo que hay. No, desbaratarse no, al contrario, componerse. Sí, sí
- Me parece que se está [juntando ...] una cosa interminable de valoración de las valoraciones cuando [Luis] por ejemplo, o se puede decir, 'hay algo bueno en lo no sabido'. Pero entonces dice, no, no, vamos a quitar el calificativo 'bueno' de esa palabra [...] y vamos a dejarlo en 'lo no sabido' lo más, lo mas, la mayor fuente de [...][...] haciendo una valoración de que quitando el calificativo de 'bueno' es más valorable decir sencillamente 'lo no sabido'.
AGC - No, no. Es algo más elemental, Juan, esas formulaciones que has empleado son positivas todas. Yo he insistido en que la vía es negativa, es decir, que eso de que 'hay algo bueno' o [...] más: Que 'hay algo' -para no meter ningún semantema- que 'hay algo' es una cosa a la que no nos es dado llegar por ninguna vía directa. Lo deducimos de nuestra tristeza, de lo que nos queda de tristeza frente a la venta y a la imposición de los bienes y a la diversión.
- Bueno que quería decir un poco que él negaba, él negaba -he querido deducir- del sentimiento de 'bueno' en lo no-conocido y le negaba valor...
AGC - Sí, pero es que [...] decir: Lo no-sabido es bueno. Es un horror porque es como si se estuviera hablando de Dios. Si dices: Lo no-sabido es bueno. Pues estamos perdidos. Entonces que empieza por saber qué es lo no-sabido y entonces te puedes permitir la ..., atribuirle un predicado y ... 'Lo bueno es lo que no se sabe', es menos malo. No está tan vías, tan en vías de convertirse en una predicación de Dios, pero se presta a darle la vuelta. Se puede salvar diciendo: '¿Lo bueno?, (entre interrogaciones), no se sabe'. Y así no [...] pero si decimos ya: 'lo bueno es lo no-sabido', ya casi estamos filosofando y, por tanto, estamos preparando el terreno para que venga un teólogo y diga: 'Lo no-sabido es lo bueno'.
Supongo que, con estos ejemplos tan elementales, sentís un poco las añagazas contra las que costantemente tiene que estarse guardando esta guerra.
- Una cosa muy pequeñita. Cada vez que oigo 'la Realidad no es todo lo que hay', me parece una fórmula así como que lo dice muy bien, ¿no?, [...] pero a mí [...] de preguntarme: Ah!, entonces ¿es que la hay?, aunque no sea lo único. Eso es lo que he preguntado en otra ocasión
AGC - Sí, sí.
- Aunque no sea lo único, la hay.
AGC - Sí, sí. No hay inconveniente. No es todo lo que hay pero haberla la hay. Sólo que, al mismo tiempo, es lo que es. [...] son las dos condiciones de la cosa. O la condición de la existencia: Que haya algo que pueda oler o venir a oler como 'rosa' y además que sea 'rosa'. Lo hay pero con la otra condición, ¡eh!, Realidad es aquello que, al mismo tiempo que lo hay, se sabe lo que es, tiene nombre. Esto es la descripción de la Realidad.
- Claro, porque lo que es que la Realidad..., vamos a ver, es que ahora mismo me has dado otra, otra cara de, de la cosa. Y es que la Realidad ¿es como una rosa? Es que...
AGC - Es que a cualquier cosa de la Realidad le pasa eso mismo. Tiene que reunir estas dos condiciones que es justamente a lo que se llama Existencia: Haberlo, sin duda, -si no se parte de ahí no hay nada que hacer- y ser lo que es. Y la una con la otra. Son,
- Agustín
AGC - tal vez,
- La misma propiedad...
AGC - tal vez incasables pero es de ese casamiento de lo que se sostiene la Existencia, de ese casamiento.
- La misma [.../...] a la cosa de esa Realidad
AGC - La Realidad
- [.../...]a toda Realidad?
AGC - A cualquier cosa, toda cosa que forme parte de la Realidad.
Sí.
- Vamos a ver. Entre esta ansia de certeza que parece que tenemos y que aquí, de alguna manera, tú claro, nos tratas de -con mucha razón- de que [.../...] no nos vayan a dar gato por liebre. Estoy pensando que frente a esa certeza, por qué nos da tanto miedo el misterio. El no saber lo que, lo que no es. Lo que tú estás tratando hace mucho de decirnos y al mismo tiempo tenemos esa contradicción [...] yo quiero saber que esto es así. La certeza frente al misterio. Porque lo bueno es que encanta el misterio, también.
AGC - Sí, que es lo que he dicho que es la segunda, el segundo brazo de la dialéctica.
- Pero, ¿más bonito que el misterio?.
AGC - Acudir a la defensa.
- Agustín, ¿más bonito que el misterio de no saber lo que es?
AGC - Esto cuando se empezó a presentar el descubrimiento éste, se aparecía, claro, como dos formas de miedo. Efectivamente, uno es real, ¡hombre!, uno es real. ¿Le vas a quitar la Realidad de abajo de los pies?, eso da miedo. Eso de que estamos ahora, como es verdad, estamos cayendo ahora en un, en lo desconocido, en el sin-fin. Eso, al ente real que es uno, ¿cómo no le va a dar miedo?
- Pero gustan las películas de miedo
AGC - ¿Cómo no le va a dar miedo de eso?, precisamente, ¿no?. El otro, el otro, es decir, lo que le queda a uno que no es uno, ese no siente miedo ninguno.
Pero esto tiene que ver otra vez con la muerte porque uno, el real, el que tiene miedo de lo que no sabe, es justamente el que ha cargao con su muerte. ¡Curioso!. De manera que esa es la confusión de los miedos. Efectivamente, hay algo en uno -justamente aquello en lo que uno es uno, como Dios- hay uno al cual que le quiten la Realidad de abajo de los pies le da miedo, pero ese es el mismo que se ha costituido por la Fe en su muerte, la cual parece que no le da miedo, en cambio; o si le da miedo es de otra, de otra manera muy distinta, ¿no?.
Sobre eso volvemos ahora antes de que se haga más tarde, ya seguiré tomando vuestras voces porque era importante volver a reconocer esta presencia de los Ideales en la Realidad. Nunca, nunca acaba de entenderse lo bastante bien, para mí mismo ha sido y sigue siendo muy difícil, ¿no?. Es decir que, junto con, junto con cosas propiamente dichas, existentes, la Realidad está costituida por Ideales irrealizables pero que son necesarios para la costitución y sustento de la Realidad. En esto hay que insistir.
Al lado de Todo y Nada, que estamos usando de ejemplo, tenéis los números propiamente dichos, los números llamados naturales que son el símbolo de la exactitud y, por tanto, algo que se contrapone claramente a la condición aproximativa que a la Realidad hemos tenido que reconocerle. Y que se la hemos tenido que reconocer porque nunca acaba de estar bien hecha del todo. Y, por tanto, las cosas, cada una, tampoco acaba de estar nunca bien hecha del todo. Pero los números, como cardinales para empezar, los números, efectivamente, son Ideales irrealizables. No pueden tener otra condición porque, en efecto, para que cinco fuera real haría falta que las cosas que ha contado, que ha contado hasta convertirse en un cinco cardinal, fuera cada una la que es, fuera cada una la que es. Y eso se contrapone a la condición aproximativa de las cosas.
Una cosa nunca acaba de ser del todo lo que es. Y si una oveja nunca acaba de ser una oveja, perfecta la idea de oveja, entonces no hay cinco que valga. Entonces nunca se podrá contar cinco exactamente. De manera que, en el, en el origen, en la fijación del cómputo ordinal en forma de un cardinal, los números mismos se declaran Ideales necesariamente. Se han desprendido del todo de aquel cómputo de cosas en el que se supone que cualquier historiador podía contarnos que han nacido. Si nacieron de eso, ¡vaya Vd. a saber!, pero, vamos, desde que conocemos, desde la Historia, están separados del todo. Han venido, han venido a ocupar una condición Ideal y, por tanto, están en el mismo limbo que Todo y que Nada y que otros Ideales que hemos visto, ¿no?, Esa es, esa es la contradicción entre la aproximación y los números que os quería recordar.
No va a haber tiempo de desarrollarlo mucho, más bien lo voy ya guardando cosas para el día que viene. Pero en, en lo que, en lo que los historiadores de la Matemática reconocen como Ampliación de la noción de número o Progreso, en los varios sentidos de Progreso de los, de los nuevos números, la verdad es que esa condición ideal vuelve a repetirse otra vez, otras veces sucesivas. Por ejemplo, los números negativos, es decir, -2, -3, -4, -5; también puede decirse que han nacido y se justifican diciendo que en el mundo hay deudas -acudiendo al Dinero que es, después de todo, lo más claro que en la Realidad se puede dar- hay deudas. Lo mismo que hay Haber hay Debe; o que en una balanza de dos platillos el quitar pesos de un platillo es lo mismo que ponerle pesos al otro y viceversa.
Pero eso es casi como impertinente recordarlo como origen. Lo cierto es que cuando la noción de números negativos se introduce, hace ya unos cuantos, unos cuantos siglos, estos se introducen como con la intención de que sean como los números originarios, en serie, solo que yendo del revés, de una manera que se supone perfectamente simétrica. Esto a su vez, si se mantuviera la aplicación en la Realidad sería imposible también esa simetría. Nadie podría establecer nunca simetría entre los cómputos positivos de las cosas y los cómputos negativos. Nunca podría llegarse a ninguna especie de simetría pero las series están ahí. Y entonces tenemos ahí, en ese, en ese Progreso un, un Progreso del Ideal y una vez que, y una vez que ya contamos al mismo tiempo, en un sentido con números positivos y en otro sentido con números negativos, pues está claro que el, el cero que, ya de antes, seguramente aspiraba a ello, el cero, la bisagra donde los dos sentidos contrapuestos se encuentran, tienen que venir a ser un número, tienen que venir a ser un número sea como sea, ¿no?. Es decir, [...] en la misma noción y curiosamente vienen a ser símbolo de ese tipo de Ideal que al principio he mencionado que es Nada. Que lo he mencionado como perfectamente Ideal.
Bueno, mi intención es porque, además andaba metido estos días en lecturas de esta historia de las Matemáticas, que el día que viene volvamos más detenidamente sobre esto. Pero ahora me interesaba con estos motivos de los números o con cualesquiera otro, hacer sentir esa contradicción fundamental entre el Ideal de exactitud, el Ideal de exactitud, es decir, de alcanzar un cómputo exacto, un punto fijo y la costititución, necesariamente, aproximativa de las cosas y de nosotros mismos. Eso tiene inmediatamente que ver, si no os habéis dado cuenta os lo digo, con lo del Tiempo, lo del Tiempo Real. Porque no hay quien hable, por ejemplo, de números y de esa pretensión de la exactitud y de la simetría entre la serie positiva y la negativa, no hay manera de hablar de eso si no se está hablando de Tiempo. Es decir, del Tiempo real y falso que se contrapone a otras cosas del tiempo inasible.
Hablando de Tiempo. En ese sentido, la Muerte, como punto final, ocupa esta misma condición de Ideal inalcanzable. Puramente Ideal. Generalmente nos hemos contentado con decir aquí: Siempre Futura, es preciso incluirla en estas consideraciones. Tiene una condición netamente Ideal, inalcanzable. Respecto a las cosas cuando os presenté el descubrimiento, todo eso en general, os decía: Están entrando siempre nuevas cosas. Alguien puede decir que están también desapareciendo otras pero no es verdad porque eso tampoco se puede dar. Nada muere del todo. Ninguna cosa desaparece del todo, de alguna manera perviven. De manera que, a eso me refiero cuando hablo de Punto, recordando esta noción geométrica típicamente Ideal en el Punto. Como Punto final la condición Ideal es clave. Es decir, que es inalcanzable. No hay ninguna cosa, ni uno de nosotros que pueda alcanzar ese Ideal. Los Ideales son inalcanzables. De manera que la gran trampa y falsificación consiste en que, sin embargo, os la venden como aproximable.
¿Qué sentido tiene aproximarse a una cosa que se declara inalcanzable?. Esto es lo que respecto a cuestiones matemáticas y cuestiones cotidianas teníais que presentarlo cuando se trata de llegar a esa compatibilidad. ¿Qué sentido tiene aproximarse a algo que se declara inalcanzable?. O en Matemáticas podría decirse: [.... todo] lo de las series y lo de las sustituciones pero el límite, el límite no es nunca ni puede ser nunca lo mismo que la aproximación al límite. Eso, ahí siempre tiene que haber un salto, ¿no?
Pues respecto a la Muerte, de una cosa o de uno, igual. ¿Qué sentido tiene que os vendan la Muerte como aproximable a lo largo del Tiempo real según van pasando los años o los días de un agonizante, o los segundos de un agonizante extremo?. ¿Qué sentido tiene que os hablen de aproximación respecto a algo que es tan puramente Ideal, tan inalcanzable como, como la Muerte?. Esa es la cuestión que os quería presentar, ¿no? No olvidéis que la Muerte esa, Futura, Ideal, inalcanzable pero que se vende como aproximable, es el fundamento de la Realidad misma porque el primer Tiempo real es el Futuro, es el Futuro.
Cuando al principio os decía que [...] de que no hay más Hechos que los pasados, muertos. Son lo único que se sabe. Sin embargo había en la memoria, o resquicios en la memoria, algo que no era Hechos, que se escurría por entre las rendijas de, de los Hechos, pues tenéis ocasión de volver sobre ello ahora desde, desde aquí.
Muerte de por sí es inalcanzable como Punto final que es. No hay tal Punto final. Se vende como aproximable. ¿Qué se consigue con esto? Se consigue que incluso esas memorias desmandadas que desde lo pasado venían a sugeriros la mentira de la Realidad, queden reducidas a historias. Si se establece el reino del Futuro, es decir, si se admite la trampa de que Muerte -Punto final, inalcanzable-, es aproximable a lo largo de la línea, entonces ya, la otra parte de la línea queda condenada, sin más, a Muerte. De eso es de lo que se trata. Se trataba de conseguir que eso de lo pasado, que a veces por su propia imperfección puede desmandarse y enviar sugerencias inoportunas, sea tan seguro, inocuo, vacío como el Futuro. Porque, efectivamente, en esa rama, en la rama futura del Tiempo real, como ahí no pasa nada, pues no hay peligro, ahí no hay peligro. Lo que amenaza es lo que viene de atrás. [.../... entonces] toda la trama consiste en que también, también la rama de lo pasado se vuelva tan segura, terminada, perfectamente muerta como la rama de lo futuro. Se convierta en Futuro. Ese es el sentido de lo que [...] una y otra vez de que del Tiempo real lo primero es, evidentemente, el Futuro. Y se trata de que también lo pasado se reduzca a lo mismo, al mismo género.
Pero, bueno, quedaros a lo que ahora me digáis en lo que nos dé tiempo, quedaros con esto del Punto final, como Ideal de Muerte y hasta qué punto está jugando el someternos a esta trampa de la Realidad.
Por cierto que el otro día uno de mis locos más queridos, de repente me di cuenta de que estaba hablando del Juicio Final. Hablaba de muchas otras cosas donde yo no era siempre capaz de seguirle, ni siquiera por aproximación. Un tipo de loco bastante elocuente y ocurrente y delirante y, por tanto, a veces no hay manera, ¿no?. Pero me di cuenta de que estaba hablando del Juicio Final. Y me decía, me decía respecto al Juicio Final: Lo que yo les digo es, ¡pero si ya ha sido!
- (Risas)
Y esa, y esa era la, esa era la cosa: ¡Pero si ya ha sido' (Risas), precisamente. Comprendéis, comprendéis cómo es el, cómo es el juego porque, efectivamente, puesto que lo pasado nos lo han querido convertir en algo seguro, que no tiene vuelta de hoja, efectivamente, quien pretenda presentarte a través del Juicio Final como el Futuro amenazante, se puede encontrar con eso, ¡ya ha sido! Ya me lo habéis hecho pasado. Ya no hay nada que esperar ni qué temer, ¿no? Esa es la cuestión.
Bueno, se va haciendo tarde, de manera que dejaré ahora un rato para que las cosas más urgentes que tengáis que soltarme, pues, aprovechéis en este rato. ¡Adelante!. Sí.
- Ya ha sido el Juicio Final y además ya ha habido un [.../.../...]el sistema social, el sistema social dominante desde un tiempo para acá [.../...] los ricos eran los, los, digamos los condenados a la gloria y los ...
AGC - Sí, sí, bueno, eso es ya más bien perderse un poco, lo esencial es que 'ya ha sido' el Juicio. Porque de un examen al que tengáis que pasar en una oposición, un examen de final de curso, cualquier cosa; lo tremendo no es el posible suspenso sino el examen. Es el juicio, ¿no?. Es el examen, eso es el, es el Futuro, el Futuro esencial, ¿no?
Por cierto, ahora me acuerdo que este amigo, Giuseppe Gioachino Belli que os he sacado aquí el otro día, en otro de sus sonetos, resulta que venía a decir algo que se acerca a esto. El soneto se puede llamar el Estreno del Mundo y que no os puedo recitar entero, porque no me acuerdo ahora, ni siquiera en mi versión, pero, nada, pues presenta la Creación, astros, mapa mundo, animales, tal, y ¿sabes?, se me olvidaba que hizo también al hombre y ahí está el hombre con su hembra y les prohibió ese pomelo -dice en mi versión- y en cuanto los vio que estaban ya mordiendo, voceó como un trueno: ¡Hombres del porvenir, ya estáis jodidos!. [Risas]
Pues ese, ese 'ya estáis jodidos' ese es, ese es un poco aquí el mismo sentido. El mismo sentido pero del revés, naturalmente. Este Dios tremendo que El Belli presenta es el máximo creyente en la futuridad como establecida, ¿no?, hasta el punto de que la quiere, la quiere reducir a lo pasado: 'ya estáis jodidos’. Al fin y al cabo en las Teologías habituales, Dios es como si tuviera una visión del Tiempo Real entero -pasado con futuro-.
En la declaración de mi loco la cosa era un poco del revés, ¿no?. Era justamente utilizar el Pasado para aniquilar el temor del Futuro: 'Ya ha sido'.
¿Qué más había por ahí?.
- Sobre la imagen ésta de caer [.../...] del pecado, ¿no?. También se podría añadir, a lo mejor, con la [...] que hacías sobre el tiempo, me atrevería que se podría añadir otra imagen clásica que es la de Aquíles y la tortuga. Entonces que corremos hacia ese Futuro y la tortuga, claro, [hace] a la Muerte como la tortuga es poco habitual, pero algo de esto había... había que cambiar los términos.
AGC - Muy complicao. En todo caso, es muy complicao, yo creo que demasiado. Yo, yo seguramente hago malo, soy un malintencionado con buena intención cuando tengo que acudir a cosas como quitaros la Realidad de debajo de los pies. Como el que estamos cayendo ahora mismo en lo sin-fin. Diciendo la verdad pero con verbos del español que la mayoría me tienen que hacer traición. [...] de caer, hundirse, etc.
Las aporías de Zenón no se acercan a esto, porque en todas ellas, en definitiva, se reducen a la principal, como ya he dicho: 'Un móvil no se mueve ni en el sitio en que está, ni en el sitio en que no está'. De manera que la de Aquíles y la tortuga y todas las demás son como meros desarrollos de, de ésta, ¿no?, de ésta que aquí he usado costantemente que es evidente y que hace, nos hace presente la condición Ideal del Movimiento de las cosas. Le quita, le quita Realidad porque ni puede moverse en donde está ni en donde no está. [Esta no] es contrapositiva y evidente. Pero esto no se acerca demasio a eso.
Sí
- ¿En la Biblia no aparece como una condena también la caída, a través de esto de...?
AGC - Sí, sí, caer se dice mucho para la caída y, además se cae en pecaos costantemente, se cae en pecaos y los imperios decaen, hay decadencia...
¿Qué más?
- ¿Se puede ir entendiendo lo que nos está pasando, o acaso...?
AGC - Entender, para mí, solamente tiene un sentido honrado que 'descubrir'. Porque entender se entiende de muchas maneras diferentes y algunas parece como si fuera 'saber'. Para evitar eso me quedo con 'descubrir' que tiene un prefijo negativo y que engaña menos, 'descubrir'. De manera que, 'entender' en el sentido de 'descubrir', es decir, descubrir que era mentira lo que nos contaban, lo que nos vendían, lo que nos imponían -en ese sentido- puramente negativo.
- ¿Sentir, sentir?
AGC - Sentir.
- [.../...] negativo
AGC - Sí, sí, sentir es peligroso porque la gente que se divierte dice que se lo está pasando muy bien y que por tanto que lo siente. Y el que hace una declaración de amor completamente abstracto a una o eso, pues, se lo cree y dice que lo siente. Sentir uno, sentir uno el 'te quiero' abstracto de una declaración es tan absurdo como, como el Ideal de la, el Ideal de la Muerte, del como Punto final, ¿no?. Pero, como lo dicen... Dicen:'Es que lo siento, lo digo porque lo siento'. ¿Cómo es posible que se sienta una cosa así?. No, se siente de ordinario, pues las cosas que le rozan las yemas de los dedos de la mano, el ruido que viene a los oídos, pero los Ideales, ¿cómo se pueden sentir?, ¿no?. Por eso es peligroso, porque la gente muchas veces dice 'sentir' para cosas así. Claro si se [...] el sentir sin saber, sentir sin saber qué es.
- Agustín, entonces sería más el nombre de sensaciones.
AGC - Bueno, no, no necesariamente. Sensaciones...
- [...] sensaciones como has dicho tacto y no hay una idea abstracta, pues sensaciones
AGC – No, no, sensaciones y sentimientos, y sentimientos, sentimientos y sensaciones. No solo sensaciones de las que llamamos físicas, no.
¿Qué más?
- Insisto en lo del [.../.../...] una verdad mayor o una [...] menor y descubrir la falsedad, en ese sentido. Y antes, en la respuesta que me has dado hablabas de que el sentimiento también es [una forma] de lenguaje y razona.
AGC - Peligroso.
- Eso del sentimiento como razonamiento, que se está viendo hasta ahora, no acabo de entenderlo.
AGC - Yo, cuando yo decía eso de sentimiento lo hacía con una intención negativa para que se, para que se entendiera que ahí se habla de sentir lo que no se sabe. Es decir, si uno, si uno a pesar de todo, percibe, recibe, se deja llevar por esas cosas que en la memoria rezuman por entre los Hechos, uno puede decir que, que 'lo siente' con tal de que se entienda bien que no quiere decir que lo sepa qué es lo que es. En ese sentido ese, se puede, a veces, emplear 'sentimiento' para oponerlo a la pretensión de 'saber'. Generalmente, lo junto, digo 'sentimiento y razonamiento', razón y corazón' para, para evitar malos entendidos. Pero estamos hablando en Español Oficial Contemporáneo, un idioma falsificatorio como todos, como cualquier, ¿no?. Y estamos siempre expuestos a esos riesgos, ¿no?. ¡Qué se le va a hacer!
- La idealidad de los números, no es la misma que la de las cosas, ¿no?
AGC - No.
- Pienso en la idea de oveja y no pienso, o sea, no puedo representármela de la misma manera que la idea del cinco
AGC - No, no. No, no.
- La idea del cinco es que además me imagino un 5 dibujado ...
AGC - No, eso es trampa. Es que no te puedes imaginar nada. Propiamente es que no te puedes imaginar nada, eso es un mero recurso.
- En cambio la oveja sí...
AGC - No, no.
- La oveja sí puedo.
AGC - No, no. La idealidad de los números es como la de Todo y Nada. No como la de las cosas. Las cosas, las cosas son Ideales [...]. Sin idea de oveja no hay oveja. Sin posibilidad de rosa no hay rosa. Pero [.../...] no lo hay. Esto lo que he hablado, el Ideal es irrealizable, idealizable, es decir que, justamente en eso se diferencian de las cosas como Todo y Nada.
Bueno. Sí, sí
- ¿No es irrealizable también el ideal de justicia
AGC - ¿De?
- De justicia o de círculo que son similares a las ovejas, aunque son palabras con significado. Se puede hablar de una idea de círculo, en cambio, cinco no tiene significado.
AGC - No. Justicia es como las ovejas. Justicia es como las ovejas, la justicia, las leyes, los jueces son como las ovejas, es decir, que efectivamente, son, por un lado tienen una idea que las costituyen pero, por otra parte, se pretende que están ahí, si no palpables como las rosas, pero como algo equivalente, ¿no?, están ahí las leyes, escritas o no, está ahí la Administración de la Justicia.
- Pero si no es justicia valga círculo o Muerte, también eso acaba de salir, ¿no?, decíamos que eran irrealizables...
AGC - Muerte, en cuanto a la idea de Punto Final, es irrealizable. Los entes geométricos son también ideales. Punto es el caso más puro y más claro pero en general son irrealizables, no son cosas, no son cosas. Sí yo os decía que, yo me doy cuenta que eso es difícil también para mí, llegar a precisar la separación entre las cosas y los ideales que rigen, que rigen las cosas. Habrá que volver sobre ello.
- Es que de cinco, es decir, del círculo se puede decir, en algún sentido que sea una cosa, de cinco parece que no se puede decir.
AGC - De círculo no debía decirse tampoco porque aunque no es una cosa tan basta como que te imagines el cinco como escrito pero también el triángulo o el círculo que uno piensa que imagina, evidentemente, no debía, no debía decirse que uno los veo o que los imagino, ¿no?. En realidad si su entidad está en la definición, está en la definición y, por tanto, se vienen inasequibles a una imaginación propiamente dicha, ¿no? Pero, efectivamente hay ahí, hay un trance en que domina mucho la visión -por así decir- la visión domina mucho. A los números no les toca porque los números no son cosas de ver pero los entes geométricos caen, caen, caen de pleno bajo esto de la visión y, por tanto, se prestan más al embrollo.
Hay que cortar. De manera que seguiremos con disputas sobre algunos de estos puntos si el Señor nos deja llegar a tanto, dentro de siete días, ya veremos a ver.