26.08.2014

Tertulia Política número 137 (6 de Agosto de 2008)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

  • El sentido político de las tertulias
  • La orientación (izquierda/derecha) y los dos sentidos del Tiempo real
  • Realización = sometimiento al Tiempo real: el fin: futuro. El orden en el Tiempo ‘primero/segundo’
  • Influjos de ideales que dan o no lugar a orientación
  • La verdad y la imagen de la ‘esfera en los versos de Parménides

 

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TRANSCRIPCIÓN:

 

 

Pues vamos a ir empezando, a ver si ayudáis a entender mejor, más a fondo, esto de lo que se trata estos días, en los cuales el problema de los contrapuestos incongruentes, derecha/izquierda, nos había hecho volver a lo del Tiempo real con sus dos sentidos, sus flechas del futuro al pasado, del pasado al futuro y, bueno, es en esto en lo que tenemos que seguirnos debatiendo.


Quiero recordaros el sentido político que todo esto tiene, por si a alguno se le olvida o lo entiende de mala manera: esto es una tertulia política y de lo que se trata al decir NO al Poder es de ver cómo se le dice NO a la Realidad, la general y la de cada uno, ya que cada uno de nosotros formamos parte de esa Realidad, somos cosas, un caso de cosas entre las cosas, de manera que lo que vaya contra la Realidad en general, va por supuesto contra la Realidad de uno. Y en ese sentido no hay política contra el Poder que no sea una política también contra la propiedad, la privacidad, el yo de cada uno, y todo lo queráis añadir en este sentido.


Tratamos de descubrir la mentira de la Realidad, y cómo esa mentira, esa falsedad, es costitutiva de la Realidad, no un accidente que le sucede a algunas formas de Realidad y no a otras, sino que costituye justamente lo que llamamos Realidad o Existencia.
Eso es lo que hace que encontréis que se ligan inmediatamente las cuestiones que parecen lógicas, hasta metafísicas, y desde luego físicas, con las cuestiones políticas más cercanas. Lo uno va con lo otro, y quien separa, quien sigue dedicándose, como los Medios le incitan a hacer todos los días, a las preocupaciones de esta Realidad humana, de esta Sociedad siempre mal organizada pero que no deja de dar guerra para tratar de organizarse mejor, quien se requiere a esto, naturalmente se está perdiendo la ocasión que con esta tertulia se le ofrece: la ocasión de descubrir la falsedad en un sitio más profundo, la falsedad de la Realidad en sí, de las cosas, de nosotros.


Lo que habíamos visto últimamente era que la cuestión de orientación, de derecha/izquierda, se traducía inmediatamente en eso del Tiempo real, que es el fundamento de la Realidad: los momentos, la duración, el futuro, el pasado, todas esas cosas que nos enseñan a creer desde pequeños, con las que nos manejamos, nunca bien del todo, pero más o menos bien, se va tirando, y por tanto no es normal que la razón, lo que nos queda de razón común, se vuelva sobre ello a descubrir esa mentira fundamental: el Tiempo, las dos flechas del Tiempo, los dos sentidos.


Nos habíamos apoyado -como recordáis ya de tertulias, no la anterior, sino antes-, nos habíamos apoyado en esas zonas que consideramos como vecinas a la Realidad, por un lado: la del campo en que se habla, que en cuanto viene a dar en una situación por la cual yo y tú dejamos de ser simplemente yo y tú, y de alguna manera nos colocamos en el campo en que se habla, está ya pasando a la Realidad. Por otro lado, en las cuestiones de esa forma de ordenación que consideramos anterior, exterior, al Tiempo real, que es la que se sugiere con el ritmo, con el proceso del ritmo, que marcha para adelante en la sucesión y al mismo tiempo está pendiente del fin -el fin del periodo musical, del verso, de lo que sea-.


En uno y otro caso veíamos que en cuanto se produce una realización de algo de eso (campo en que se habla, ritmo, o lo que sea), en cuanto se produce una realización   i n m e d i a t a m e n t e, sin ningún intermedio,  i n m e d i a t a m e n t e  se lo está sometiendo al Tiempo real con sus dos... con sus dos sentidos. Y esto es lógico porque la realización (el hacerse reales las cosas, el hacerse real uno) lo que implica ante todo: lo primero es el fin. ‘El fin’ no en el simple sentido de ‘terminación’ sino en el sentido de ‘finalidad’, ‘el fin al que se tiende’, y eso quiere decir futuro.


De manera que es así como en la experiencia más inmediata encontráis que vuestras vidas, que a lo mejor podían ser cualquier cosa, están sometidas a un fin (a un fin siempre futuro que es la muerte) y a partir de ahí, a fines, futuros de cada uno, de cada cosa, a las que tiene que tender.


De manera que siendo así, que la realización va con el télos (que es el término griego que para esto es más adecuado, va con ello) se entiende bien que, a partir de ahí, una vez que se haya creado el futuro, tendrá también que estar creado el pasado (que es como la vuelta del revés del futuro) y estén establecidos los dos sentidos, hacia adelante y hacia atrás -por decirlo así- en cualquiera de esas cosas que hayan llegado a ser cosas, a realizarse, que han llegado a la realización. Lo uno va con lo otro.


Esta manera en que el Tiempo se nos ha introducido, partiendo de lo de derecha/izquierda, supongo que, por lo menos para los que habéis estao conmigo estos días, habrá quedado lo bastante clara, si no, ahora... ahora me lo diréis; ahora me lo diréis si no es así.


Ya sabéis que para estas... para el descubrimiento de cosas como éstas, nos han ayudado más de una vez las especulaciones más o menos desmandadas de físicos, de filósofos de la Ciencia. Es ahí como se viene a descubrir que el problema de la ordenación ‘primero/segundo’ (primero antes, segundo después; y no primero segundo y después primero), el problema de la ordenación en el Tiempo -que ya era para el mesmo Aristóteles lo que configuraba y como trataba de explicarse el Tiempo, con el orden de sucesión ‘primero/segundo’- encuentra por la propia investigación física, especialmente con la Mecánica Cuántica, encuentra un problema, una serie de problemas o de embrollos, que por el momento parecen sin salida, y así lo muestran algunas de estas especulaciones.


Ahora me acuerdo de una que me dejaba Caramés el otro día, que es la de uno ya conocido de algunos de vosotros, el señor Bitbol, Michel Bitbol (de manera que la especulación está por una vez escrita en francés en vez de en inglés), y es ahí donde... donde se presenta la cuestión de la observación de los casos que son típicos del problema cuántico: el caso de las dos partículas, por así llamarlas, o por lo menos los dos fotones enredados, y que nos presentan esta paradoja de que cuando en el momento de observación al que llamamos ‘a’, y que está separado y unido con otro momento ‘b’, nos preguntamos por la conexión, encontramos que lo que sucede en ‘b’, de alguna manera ha sucedido en ‘a’, o -si queréis- simultáneamente, al mismo tiempo, en ‘a’ y en ‘b’.


A este señor Bitbol se le ocurre claro que el problema requiere saltar a otro observador, a otro punto de observación, que esté fuera del trance, no el observador que preparaba el experimento en el momento ‘a’, sino otra observación -diríamos aquí- menos real, que se sale fuera y que es el que decide lo que acabo de decir, lo que decide que ‘b’ está previsto en ‘a’, o que ‘a’ y ‘b’ son simultáneos, sólo desde este otro observador que quedara... que quedara fuera. Bueno, supongo que esto os vuelve a dar una noción del problema.


Utilizando como juego los tiempos verbales de una lengua como la nuestra, se puede decir que desde ahí fuera se diría que “En ‘a’ ha sucedido que sucederá ‘b’” (si esto en su simpleza no os arma demasiao lío): “En ‘a’ ha sucedido que sucederá ‘b’” (tomándonos en serio lo que no deberíamos tomarnos, que es que el futuro sea futuro, cosa que en el uso corriente de la lengua no es nunca, pero en estos... en estos idiomas más o menos formalizados, pues sí, y entonces, ha sucedido en ‘a’ que sucederá ‘b)’.


Ésta es la cuestión, el tipo de formulación que parece que nos arrastra también la Mecánica Cuántica, ahora por lo menos siguiendo esta forma de presentación de Bitbol y otras cosas.


Vamos pués con esto de el orden en el Tiempo ‘primero/segundo’ que, como veis, ha dimanado de una manera bastante natural del problema de... del problema de izquierda/derecha y de los contrapuestos incongruentes. Porque evidentemente se trata aquí de que como siempre aunque los que hemos llamado ‘ideales’ como ‘todo’, ‘nada’, ‘uno’, ‘los propios números cardinales de la serie’, nunca pueden realizarse, no se dan nunca en la Realidad, sin embargo, estos ideales están costantemente influyendo en las cosas, en la Realidad, en nosotros, y por tanto contribuyendo así a la falsedad o contradicción que consideramos costitutiva de la Realidad.


Están influyendo siempre en ella, sin realizarse, están siempre intentando... intentando realizarse. Y, desde luego, estos ideales harían por ejemplo que las cosas trataran de ser, por ejemplo, ‘recta’, ‘movimiento rectilíneo uniforme’ (cosa que nunca pueden ser); que las cosas fueran ‘esfera perfecta’ (cosa que nunca pueden ser), pero la presión de los ideales, ‘recta’ o ‘esfera’, está desde luego influyendo de una manera decisiva en la costitución de la Realidad y en su falsedad costitutiva.


Es importante notar a este respecto que, en cambio, lo de derecha/izquierda y por tanto, según hemos visto, ‘primero antes’ (de pasado a futuro, de futuro a pasado) esto no puede venir directamente de los ideales, esto es una... una situación distinta, como ya en los últimos días se nos revelaba... se nos revelaba claramente.


Cuando acudíamos a la manifestación del influjo de los ideales y a la manifestación de la contraposición incongruente del tipo izquierda/derecha, nos encontrábamos que en las cosas, en los animales, cualesquiera formas de cosas, se dan a veces los contrapuestos incongruentes. En efecto, en los cuernos de los animales, en la anatomía de un insecto normal, en la externa nuestra, como mano derecha/izquierda, en tantos otros sitios, pero que esto se contrapone a otras muchas veces (porque esto no siempre es así) en que el ideal de otro tipo en que no hay izquierda/derecha, como ‘línea recta’, como ‘esfera’, se manifiesta igualmente. Porque, en efecto, es claro que cosas, animales, tienden a manifestarse geométricamente: los granitos de sal tienden a ser hexaedros, tienden a hacer cubos perfectos, aunque nunca... aunque nunca lo sean; en los cristalitos de nieve, que a través del microscopio os enseñarán en cualquier sitio, encontraréis que hay de lo uno y de lo otro, que hay algunos que son como la esfera, tales que por más vueltas que se le dé, dará siempre lo mismo; y hay otros que no, hay otros que tienen orientación, derecha/izquierda, y que por tanto tienen contrapuesto incongruente y no se les puede dar la vuelta (como a vuestra mano derecha no se puede convertir en izquierda por vueltas que le demos, y viceversa ¿no?). Hay de lo uno y lo otro. Un erizo tiende en el momento decisivo a convertirse en una esfera, no lo conseguirá del todo, pero la intención es evidente; tiende a convertirse en una esfera y de esa manera volverse inatacable para ningún tipo de enemigo ¿no? Como se decía en una fabulilla griega “la única frente al zorro, que sabe muchas mañas, es la única maña que sabe”, el erizo sabe una sola, pero definitiva; sabe una, pero definitiva. Y eso de ‘definitiva’ nos acerca a la... a la cuestión de la... de la esfera.


De manera que ésa es la situación. En las manifestaciones reales aparecen desde luego influjos de ideales que no pueden dar lugar a orientación, por tanto a dos sentidos de Tiempo, junto a otros que sí, que tienen izquierda/derecha y por tanto, según lo que hemos dicho, tienen sentido de presente a pasado y sentido de presente a... de pasado a futuro y de futuro a pasado, y cosas por... y cosas por el estilo.


Por eso se me acordaba que puede ser útil recordar los versos de Parménides que nos han... que nos han quedado, en los largos fragmentos en que la diosa le habla a Parménides y, separándolo de todas sus creencias en la Realidad, trata de hacerle presente lo que es la verdad, que aquí hemos reconocido una y otra vez que es incompatible con la Realidad: no cabe verdad en la Realidad. De manera que es en ese sentido como hay que intentar leer o releer el problema de Parménides.


En los últimos versos que nos han quedado de la parte en que la diosa trata de decirle a Parménides la verdad, y antes de pasar a meterse en cuestiones de denuncia de la Realidad, en los últimos versos es en los que justamente aparece la imagen de la... imagen de la esfera. Perdonad la pedantería, tengo que decírmelos en griego porque no me acuerdo de la traducción, y la voy diciendo:


“Autár, epeì peîras púmaton, tetelesménon estìn
pántothen, eukúklou sphaíres enalínkion ónkoi,
messóthen isopalès pánte”.


Así empieza a decir, más o menos:


“Ahora bien, como hay límites (esto de la finitud es esencial), como hay límites, es terminado, cabal, perfecto, por todas partes...” (si me... si caéis en el error comprensible de preguntarme de qué es de lo que está hablando, pues tenemos que volver otra vez a recordar la sola manera de contestar a eso, que es la tautología: está hablando de que “lo que es es lo que es”, ésa es la verdad. Está hablando de que ‘lo que es es lo que es’, que ‘a’ igual a ‘a’. Y ‘a’ igual a ‘a’, ‘lo que es es lo que es’, que es de ese tipo de apariciones que dan vueltas sin que cambien para nada, como la esfera. Por eso aparece en estos versos que os he... que os he recitado. 


“... está perfecto, cabal, terminado, por todas partes, semejante a la masa de una pelota bien redonda”. “Semejante a la masa de una pelota bien redonda, por todas partes, desde el centro, equipolente; [no hay una fuerza ni nada]: equipolente, equivalente, a partir del centro, por todas partes”. Eso es lo que os he recitado.[] Y de lo que está hablando es de que ‘lo que es es lo que es’, lo que reconocemos como verdad, y por tanto es incompatible con la Realidad, en la cual, las cosas nunca son lo que son de verdad: ‘son lo que son’, ése es el influjo del ideal, y al mismo tiempo ‘no son lo que son’, porque el ideal no puede realizarse, ésa es la condición contradictoria de la Realidad.


Nosotros, uno, lo mismo: no es el que es; no es el que es, evidentemente, pero por otra parte es el que es, porque ése es el ideal que lo está moviendo.


Y razona esto, de que tenga que ser así; dice


“messóthen isopalès pántee; tò gàr oúte ti meîzon
oúte ti baióteron pelénai chreón esti tê è tê” :


“pues ello (ya sabemos qué es “ello”, ‘el que es es lo que es’), ello no puede en nada ser mayor, ni en nada ser...”, (no, “puede” lo he dicho mal, no), “pues ello no hace falta, no hay caso, de que sea ni mayor ni más chico por acá o por allá”. Es decir, que... ‘no puede ser mayor’ quiere decir que ‘lo que es es lo que es’ no puede ser más que el ser lo que es, ni tampoco menos ¿eh? Ése es el razonamiento que se entiende... se entiende bien. Pero todavía... pero todavía lo razona y dice


“oúte gàr ouk eòn ésti tó ken paúoi min hikneîsthai
eis homón, oút' eòn estin...”. No:
 
“oúte gàr ouk eòn ésti tó ken paúoi min hikneîsthai
eis homón, oút' eòn éstin hópos eíe ken eóntos...
hópos eíe ken eóntos...
... oúte meízon oút' hêsson”.


Él lo razona pués, dice: “Pues no hay un ‘no es’”, “oúte gàr ouk eòn ésti”, “pues no hay un ‘no es’”.


Evidentemente, esto es el corazón de la verdad que la diosa le está diciendo, y está explicando por qué es que no puede ser más de lo que es por acá, ni menos tampoco por allá. Dice “Pues ni hay un ‘no es’” (lo que no es, no es, en la verdad, no en la Realidad, que a cada paso estamos metidos en que las cosas son lo que son y no son lo que son), él dice, la diosa dice, puesto que está hablando de verdad “Pues ni hay un ‘no es’ ni hay un ‘no ser’ que pueda impedirle a ello de llegar a lo idéntico, a lo igual”. Esto está excluido.


De manera que tened en cuenta que eso de que se ha dicho al principio de que está fundado en límites (está... es cabal, porque está al límite) no hay que entenderlo de ninguna manera en que esos límites sean un ‘no es’, porque ‘no es’ no hay. No hay tal ‘no es’ que pueda impedirle...: “pues no hay... no hay... pues ni hay un ‘no es’ que pueda impedirle llegar a lo mismo, a lo igual, a lo idéntico [eis homón], ni tampoco hay un ‘es’ (se entiende “otro es”), y no hay ‘otro es’ que pudiera hacerle ser más por acá o menos por allá” (porque lo que es es lo que es, y por tanto ningún ‘es’ puede venir a añadírsele para que sea más de lo que es, ni por un lado, ni menos por el otro. Supongo que está claro).


Y ésa es la... y ésa es la conclusión del último verso, pues


“hoî gàr pántothen îson, homôs en peírasi kúrei”


“Pues igual a sí mismo (îson, igual), igual a sí mismo como es, de la misma manera, idéntica manera, en sus límites reina, manda (kúrei)”.


Esos son los últimos versos, porque en lo que nos ha quedao del poema, después de ahí, ya la diosa pasa a decirle “Ahora, como tienes que enterarte también de las ideas que hay acerca de la Realidad, te voy a decir otras cosas acerca de lo que pasa con ellas”, y tal, pero los versos que os he recitado y recordado son del final.


Esto es, pués, una buena muestra de cómo hay que entender la presencia, influencia, entrada, intervención costante de ideales como eso de que ‘lo que es es lo que es’ en la Realidad, y se entiende bien el sentido de la comparación con la pelota bien redonda, con la esfera, que en ello se introduce. Efectivamente, se supone que en esa fórmula ‘es lo que es’, por más vueltas que se le dé, siempre se estará diciendo lo mismo. Siempre se estará diciendo lo mismo, no se introduce el Tiempo.


Fijáos bien que si en la fórmula ‘a’ igual a ‘a’, uno se comporta realistamente y dice “Bueno, pero hay un ‘a’ que viene el segundo, y que hay otro ‘a’ que está el primero, entonces ya no son el mismo”. Entonces, ya falla... ya falla de una manera estrepitosa la creencia en la verdad perfectamente esférica... esférica de eso, porque si ‘es lo que es’ o ‘a’ igual a ‘a’ lo entendemos así, realistamente, como debemos, pues falla, porque ya está el Tiempo en la propia formulación, ya el Tiempo real se ha introducido en la propia... en la propia formulación, con lo cual, la pretensión de verdad queda... queda estropeada ¿no?


Después, la manera en que el ideal de por sí -la esfera- estaría fuera, y ved cómo, a la menor formulación que sobre ello se haga, se realiza o empieza a realizarse, y con ello se introduce el Tiempo; el Tiempo y el ‘primero/segundo’ -y el ‘primero/segundo’- que evidentemente está siempre acompañado de un ‘segundo/primero’, porque, como ya el otro día os decía, no cabe que haya un sentido hacia la derecha si no hay uno hacia la izquierda; no cabe que haya un sentido de pasado a futuro si no hay un sentido de futuro a pasado. Y eso era justamente la implicación de los dos sentidos lo que también en los descubrimientos de la Mecánica Cuántica se formulaba.


Bueno, a partir de aquí hay que seguir mucho, pero me voy a callar para que ayudéis  con vuestras oscuridades, dudas, protestas.


- Bueno, me voy a pre-...  Sí. Yo me he hecho casi mil kilómetros para hacer una pregunta. Porque llevo escuchando las tertulias éstas que me manda Teresa, y las escucho una y otra vez. Entonces, me surgen muchas dudas, a lo mejor esta duda es atrasada, pero es sobre los enantios también.


AGC- ¿Tú crees que tiene algo que ver con lo que estamos ahora...? Es que esto estamos... ya sabes, estamos en guerra...


- Ya.


AGC- Yo trato de... trato de volver atrás siempre que hace falta y eso, pero bueno. Bueno, venga, venga.


- ¿Puedo... puedo...?


AGC- Venga, venga. 


- ¿Puedo hablar de los enantios...


AGC- Venga.


- ... ya que se ha enunciao?


AGC- Sácala, sácala, ya que viene aquí. Ya veremos...


- []


- El avión no ha hecho nada, lo he hecho yo. Mira, sobre los enantios, al principio creía yo que sabía algo, pero luego, después de escucharlo todo esto, pues estoy hecho un poco lío ¿no? Entonces, empezando por un caso sencillo, si yo dibujo en una línea recta dos flechas, una hacia un lado y otra hacia otro (evito decir derecha/izquierda), esas dos flechas ¿son contrapuestos incongruentes entre sí?


AGC- Bueno, no son un buen ejemplo, ya lo sabemos; eso es lo mismo que decíamos también con un triángulo escaleno que se dibuja; un triángulo escaleno que se dibuja no puedes decir que el especular, el que le hace espejo, sea un contrapuesto incongruente, porque puedes usar el procedimiento de darle una vuelta y sobreponerlo...


- Claro.


AGC- ... y en tu caso también. Por eso los contrapuestos incongruentes del todo intratables que nos surgían existían... exigían, nos han venido exigiendo, un salto a otra dimensión. Si esas flechas que dibujas, o esos triángulos que dibujo, no tienen más que fueran de verdad (que desde luego en Realidad no pueden ser), pero si fueran perfectamente planos, es decir que no costaran más que de dos dimensiones, entonces no podrías hacer contrapuestos incongruentes, porque está una tercera dimensión, que es la del pliegue, que les haría ser congruentes: con un pliegue; simplemente con que haya una tercera dimensión...


- Entonces...


AGC- Esto es lo que justamente, al cabo de los días, nos venía a decir “Entonces, en los contrapuestos incongruentes de los cuerpos sólidos, que tienen ya tres dimensiones, resulta que el entendimiento tiene que hacer saltar a otra dimensión”, y un poco al estilo de los... de los viejos físicos (vamos, de los viejos físicos modernos), la nueva dimensión se identifica con el Tiempo. Es por ahí también como hemos venido a descubrir que el problema tenía que referirse en definitiva a Tiempo, con sus dos sentidos: otra dimensión.


- O sea, que de alguna manera, entonces, es difícil tratar a los contrapuestos incongruentes siempre que tengamos otra dimensión a la que recurrir.


AGC- Claro. Siempre que tengamos un recurso, como es el del pliegue de la hoja de papel, y eso lo hace difícil.


- Y luego, a la hora de hablar de contrapuestos incongruentes, yo siempre he pensao, después de oíros, que... que hace falta un criterio de contraposición, y ese criterio lo fijamos nosotros. Entonces, por ejemplo, dos manos derecha, una hecha de materia y otra de antimateria ¿son contrapuestos incongruentes?


AGC- No, no. Lo más que puedes decir es que nosotros fijamos los nombres, que les damos dos nombres distintos, sí. Eso puede ser propio de un vocabulario, pero el hecho mismo de la contraposición congruente, no. Ésa no es nuestra...


- Entonces, la dificultad es que...


AGC- ... La contraposición incongruente parece... parece como si perteneciera al fundamento mismo de la Realidad, no voy a decir a la Naturaleza, Natura, pero al fundamento mismo de la Realidad, sí. Es aparte del hecho de que nosotros, que estamos criados en esa contraposición, elijamos darles dos nombres distintos y eso, y preferir de alguna manera una u otra, hacer una negra y otra blanca, cosas por el estilo, que se hacen con izquierda y derecha, pero eso es secundario. No: el hecho de la contraposición incongruente era así, y por eso os he citado... os he citado cosas de... cosas de las que leíamos de físicos en que se planteaba justamente el problema de si Natura conocía el derecha/izquierda. Los físicos están acostumbrados a tratar estos [] con lo que llaman ‘paridad’, que viene a ser algo como... como una simetría especular. Los físicos dicen ‘especular’, hablan del espejo, para estas cosas costantemente. Que viene a ser una paridad o simetría especular, pero se encuentran -y especialmente al pasar a las formas más avanzadas de la Física (también la Mecánica Cuántica)- que se dan casos en que los experimentos parecen mostrar que no... que la paridad se rompe, es decir que Natura no trata igual a cada uno de los dos contrapuestos incongruentes. Esto un día os lo saqué a propósito de los electrones que se desprenden en el giro de un sistema, y que unos se lanzan en la dirección del giro, del espín, pero otros se lanzan en la dirección contraria. Esos son de los hechos que parece que les sugieren una rotura de la paridad.


Bueno, tal vez no haya estado demás que haya habido que volver a todo eso. Ahora vamos a ver si intentamos seguir con los embrollos más recientes y ayudáis un poco en ello con dudas.


- Yo, yo.


AGC- Ah.


- ¿No me ves a través, de espaldas?


AGC- No, no, es que estaba de espaldas en este momento. Perdón.


- Vamos a ver. Mis mil kilómetros vienen a ser de naturaleza -metafóricamente hablando- mental. Es decir, llevo cuatro o cinco semanas tratando de resolver una duda que Agustín no me ayuda a resolver, pero puede ser que hoy sí, que es qué es los ideales (el ideal o los ideales). Y voy a definir, la duda es: el ideal en sí mismo si es un sujeto activo, con auctoritas por sí mismo para implantarse y costituirse como tal ideal, o es un sujeto pasivo que viene dado de terceras actuaciones. Es decir, ejemplo: el ideal de la luna, eso naturalmente viene por una idea-misión de Kennedy y su lobby, de ir a la luna...


AGC- Perdona, perdona, ¿qué es el ideal de la luna?, que es que...


- El ideal de conquistarla, los hombres a la luna...


AGC- Ah, bueno, bueno. Bien.


- Creí que estabas...


AGC- No, no, es que creía que...


- Ya, ya, ya. [Que estaba haciendo un implícito, pero pensaba que...]. Bien. Quiero decir, ese ideal vamos a cogerle un poco más despacio. En un momento dado el ideal de conquistar el hombre la luna, pues viene dado por -a ver- ¿por el propio ideal en sí?, ¿el ideal costituye el sujeto activo? No: es un sujeto pasivo: que Kennedy y el lobby del Poder y del Dinero, en varias reuniones, deciden ir a la luna, para otras más cosas que las sabidas, con fracaso incluido, como parece ser que ha sido...


AGC-Bueno, te voy a cortar, perdona.


- Bien. Déjame... Déjame concluirlo.


AGC- No, no, no. Perdona, te voy a cortar porque veo que tienes una fe en Kennedy y en los hombres...


- No, qué va. Si acabo de decir... Pero si acabo de decir que fracasó...


AGC- ... en Kennedy y en los hombres: crees que ellos manejan el ideal. No, hombre, no. Ellos, los que mandan, son más esclavos que nadie de los ideales...


- Déjame un minuto más...


AGC- … Tú es que te olvidas que es Dios. Dios, el ideal. Todos obedecen a Dios; ellos no [] nada...


- ¡Qué Dios ni hostias tiene que ver Dios con lo que yo estoy exponiendo!


AGC- ... son unos pobrecillos...


- Que no, que no. No, no.


 AGC ... Son unos pobrecillos Kennedy y fulanos: unos pobrecillos.


- Que el ideal, ¿quién lo costituye, de ir a la luna?


AGC- No, no. No la costituye nadie. Desde luego, Kennedy, no, desde luego; ni sus servidores tampoco.


- Amén.


AGC- Eso es lo que tiene que quedar claro. Hoy un poco te has estao enterando de que la Realidad está establecida en su falsedad de esa manera porque los ideales, que están fuera y que no se realizan nunca, sin embargo están interviniendo costantemente, haciendo que las cosas traten de ser lo que son, y que tú trates de ser el que eres sin conseguirlo nunca, pero armando todos los barullos y guerras que ello trae consigo. Bueno, venga, más embrollos inmediatos


- Sí. Lo del tiempo, ¿lo puedes volver a explicar, lo de cómo pasamos de derecha/izquierda a Tiempo?


AGC- Sí...


- ... Porque...


AGC- Sí, venga.


- ... no sé si he entendido bien la explicación que ahora se ha dado, que en las figuras planas que aparentemente serían contrapuestos incongruentes, introducimos la tercera dimensión, la del pliegue, y entonces ya las podemos hacer cuadrar...


AGC- Bueno...


- ... que en figuras tridimensionales necesitaríamos otra dimensión que es la temporal.


AGC- Ah, ah. Sí, sí. Pero, vamos, no: eso lo he dicho un poco como ilustración. No, no, la explicación es más inmediata: reconocer que lo de izquierda/derecha, a diferencia de los otros ideales (os he puesto el caso de la esfera, que es una negación costante de izquierda/derecha, en los versos de Parménides, ‘por todas partes’ -por todas partes-) en cambio, el ideal no puede ser izquierda/derecha (y dejando ya la cuestión de si Natura conoce izquierda/derecha) desde luego un ideal no es, y si no es un ideal, entonces, naturalmente, tenemos que venir a la realización; y es la realización de lo que sea lo que inmediatamente implica el Tiempo y el ‘primero/segundo’, y todo lo demás. Evidentemente izquierda/derecha se reduce a ‘primero/segundo’ que no puede... no puede reducirse a ‘segundo/primero’, y al mismo tiempo es lo mismo. Ésa es la manera en que los contrapuestos incongruentes pasan a otra cosa, pero que eso está implícito en el hecho mismo de que no puede ser algo meramente ideal: que es costitutivo, real, y por tanto se da en la realización; y la realización implica Tiempo por lo que al principio os he dicho: porque ‘realización’ quiere decir télos, quiere decir ‘un fin’; un fin al que aspirar, y eso ya quiere decir Tiempo, quiere decir los dos sentidos...


- Pero en cualquier realización hay télos, hay fin, pero no en cualquier realización hay izquierda/derecha ¿no?


AGC- No, no. No hay contrapuestos incongruentes, son uno de los casos nada más.


- Y entonces, es en la realización de unas ciertas cosas de un cierto orden...


AGC- No, no, no, no. Los contrapuestos incongruentes nos han servido de casos que nos han llevado a decir lo del Tiempo... lo del Tiempo así, pero no evidentemente que ellos sean la única manera de realización, como no lo son, hay otras muchas maneras. Por eso os he sacao los otros ideales que no implican eso y, entre ellos, resulta que se da también este tipo de realización que no depende directamente o sólo de un ideal, que es lo de ‘primero/segundo’, la temporalidad. Pero, vamos, sigue, o seguid. Sí, y que incluso hay cosas todavía en eso oscuras. Sí.


- Es que el tema de la izquierda/derecha me parece un ejemplo que hemos estado tra-... bueno, habéis estado tratando aquí tanto, que confunde mucho, porque tiene muchos fallos, y yo intuyo que el tema de izquierda/derecha, y la mano derecha/la mano izquierda, etc., es una especie de... una posibilidad que tenemos de hablar de contrapuestos incongruentes, pero que esos no son contrapuestos incongruentes. Yo intuyo eso, después de todas las vueltas que les habéis dao. Porque...


AGC- ¿Que habría algo que sería más fundamentalmente contrapuestos incongruentes?


- Eso es lo que yo intuyo, porque es que el tema de la izquierda y derecha, yo en un... de esos libros que se leen de Física y tal, ¿no?, dices “Si una mano derecha la haces pasar por una cinta de Moebius, todo lo largo de la cinta, cuando vuelve a su sitio se convierte en una mano izquierda”. Ésa es una manera de pasar de la izquierda a la derecha.


AGC- Contra...


- Entonces, me da la sensación de que...  de que esos fallos que podemos encontrar a la hora de tratar con los contrapuestos incongruentes, con las herramientas que tenemos de nuestro lenguaje y demás, a mí me están confundiendo mucho, y por eso no estoy llegando ahí a la... al meollo.


AGC- Ya. Pero, vamos, lo que (tal vez nos hemos entretenido demasiado, es verdad, tal vez es muy apasionante una cuestión tan inmediata como la izquierda/derecha), pero eso que dices que intuyes, pues seguro que es esto; en realidad lo que dices es lo que hay detrás de eso es la cuestión de la realización y cómo esa realización implica los dos sentidos del Tiempo, y que eso se manifieste en un cuerpo sólido como contrapuesto incongruente, es secundario. De alguna manera en cualquier cuerpo, aunque sea hexaédrico como el granito de sal o una esfera aproximada como el erizo, en cualquier cuerpo se da la sumisión al Tiempo. De manera que es accidental que en algunos de los casos esa contraposición, de veras fundamental entre los dos sentidos del Tiempo, dé lugar a, dé lugar a estos sólidos que son contrapuestos incongruentes, nada más. Sí.


- Eso de simultaneidad, de lo que hablaba este físico, ¿es lo mismo que el ideal de uno?, pero... a la vez.


AGC- Claro, simultaneidad implica...


- ¿Como rigiendo?...


AGC- ¿Eh?


- ¿Como rigiendo las cosas?


AGC- No, no. Simultaneidad... la declaración de simultaneidad no es un ideal.


- ¿No?


AGC- No es un ideal, no. Esas declaraciones o descubrimientos de simultaneidad, como en estos experimentos de los físicos, lo que hacen justamente es poner al descubierto la costitución ésta temporal de la Realidad con sus dos sentidos, pero lo que descubren es que de los dos fotones enredados, lo de ‘primero y segundo’, en orden temporal, no se puede decir tan tranquilamente, por eso este Bitbol acude a un observador que sería el que declara desde fuera la anulación... la anulación del Tiempo que yo os he presentado jugando con los tiempos verbales del español: “En ‘a’ ha sucedido que sucederá ‘b’”. Representa... representa efectivamente una caricatura de lo que de ordinario creemos, y que en verdad implica una anulación de los dos sentidos del Tiempo.   


(Entre paréntesis: no os olvidéis de que estamos aquí...


- No se oye bien.


AGC- ... de que estamos aquí costituidos por la muerte, futura siempre. Si alguien... si alguien se olvida de esto, caerá en la cháchara y en la distracción. De manera que es por eso por lo que estamos tratando de descubrir en qué consiste eso del futuro, es por lo que aquí nos estamos jugando todo lo que pueda referirse a la política y a más que política o política del alma). Más oscuridades, por favor, sobre todo dudas. Sí.


- Sí. Yo... yo creo recordar en esto de la Mecánica Cuántica /lo que pasa que ya no estoy muy seguro) eso de dos fotones que se separan y uno tiene un espín contrario al otro, parece que es una acción simultánea, con lo cual parece que ahí se estuviera negando la Realidad y el Tiempo, pero por otro lao, los físicos también hablan de un espín a derechas y un espín a izquierdas que se dan simultáneamente; ese derecha/izquierda sí parece costi-... estar costituyendo la Realidad. Con lo cual, parece que por un lao la descostituyen, pero por otro lao sí la están costituyendo.


AGC- No. No. No, no. Lo más que se acerca a eso es lo que he recordao ahora de que el giro (que sería esa idea del espín que tienen ellos), el giro, que es normalmente en un sentido, como las agujas del reloj, puede contradecirse con una especie de desprendimiento, generalmente de electrones, desprendimiento de electrones que se lanzan, normalmente sería en el mismo sentido del giro, pero otras veces al revés. Es lo más que... a lo más que se acerca eso, sí. Pero, bueno, más dudas, venga, sí, dudas tiene que haber de... Sí.


- Quería hablar una vez más, no sé si tiene que ver con el tema...


AGC- ¿Eh?


- El tema del ideal de pareja, por ejemplo. Parece que todos tenemos un ideal de pareja y que nunca lo conseguimos ¿no?, o si queremos mojar tenemos que bajar el listón, o resulta que puede que un día conozcamos a alguien que es superior al ideal.


AGC- ¿Cómo “superior al ideal”?


- Tú tienes una imagen -¿no?- de una persona...


- []


- No: que tú... a mí me gusta ésta muchísimo, es mi ideal, y de pronto conozco a ella, y digo “¡Hostia!, me gusta más que ésta”. He superao el ideal.


AGC- No es superior. ¿Es superior?


- Es superior...


AGC- Hombre, encima... de superior, no.


- Ella me ha demostrao que... que estaba equivocao.


AGC- ¿Porque había otra antes que ya era ideal?


- No, que ha aparecido otra.  Digo “¡Hostia!”.


AGC- No, pero ¿había ya antes otra que era ideal?


- No, no. Claro. Uno tiene un ideal en la cabeza. Busca... digo en ese sentido ¿no?


AGC- Ya. Yo, lo primero que has dicho, lo entiendo porque es el pan cotidiano, en lo segundo ya me armo un poco de lío. Desde luego, evidentemente es de un tipo, sí, sí, es uno de los ideales, el ideal del dos que hacen uno, es un ideal casi aritmético. Que nos... el dos que hacen uno: la pareja. Que como eso no se consigue... no se realiza nunca según el ideal, pero en cambio, la guerra que da mientras trata todavía de realizarse, eso es evidente. Eso es pan... pan de... pan de cada día.


- []


AGC- Que después, que conozcas a alguien... a alguien que sea el ideal (no digamos superior al ideal), eso es una falsedad: no hay nadie que sea ideal, porque los ideales son irrealizables, están costantemente interviniendo pero son extraños a la realización. De manera que ninguna puede ser ideal, ninguna, y mucho menos todavía superior al ideal.


- Y hablando de derechas y izquierdas, llevándolo al mundo de la política, entiendo yo que en la Democracia existe... la derecha y la izquierda se necesitan, pero cuando en la época del Generalísimo o en la época de Cuba, tal, no había ni derechas ni izquierdas, existía la izquierda o existía la derecha...


AGC- Hombre, no. No, te diré, te diré: yo estaba a la izquierda, claro, casi desde pequeñito, lo que pasa es que la izquierda era normalmente clandestina. Pero, vamos, eso no cambia mucho la cosa. Ahora, ya entonces yo vi que aquello no debía ser la izquierda. Ya entonces empecé a sospechar que estaba mal, y que ni clandestina siquiera debía ser la izquierda, que había algo más como lo que aquí desde hace cerca de once años estoy, por ejemplo, intentando con vosotros: desmontamiento.


- Agustín: qué joven y guapo te veo.


AGC- Bueno, gracias, gracias. ¿Algo más?, ¿alguna duda más por ahí, por favor?


- El ideal éste de Parménides, el de... que no sé muy bien cómo llamarlo, el del “lo que es lo que es”, o ...


AGC- Sí.


- ... el de que el ser sea...


AGC- Sí. Bueno. Es mejor decir que “lo que es es lo que es”, “el que es es el que es”, o algo así.


- No sé si cabe decir, es que parece como el ideal de ideales. No sé si cabe decir que hay ideales más ideales que otros, o si es que está describiendo la idealidad de cualquier cosa ideal.


AGC- En cierto modo se puede decir. Sin embargo, en los versos que os he recitao, ved cómo los otros... cómo los otros aparecen. Al aparecer el ideal que puedes decir que es el fundamental, ‘el que es es lo que es’, aparece el ideal de ‘todo’: “por todas partes”, “igualado por todas partes”, “equipolente por todas partes”: el ideal de ‘igual’, en el sentido de idéntico. De manera que no sé si alguno más, pero esos dos por lo menos aparecen en esos versos mismos de una manera clara como implicados en el propio ideal del... Sí, puedes decir, puedes decir que ‘todo’, ‘idéntico’, ‘uno’, son como derivaciones, o más bien que derivaciones, implicaciones del ideal del ‘es lo que es’; puede ser de alguna manera, sí.


- Y el ideal ése es... está vaciao de cualquier cosa, o sea, decimos “lo que es lo que es”, pero no nos referimos a nada en concreto. O sea, decimos ese “lo que”, pero -no sé- es que se me hace muy difícil pensar en ello, supongo que es por el grado de abstracción.


AGC- ¿“Por el grado”?


- De abstracción. O sea, que si decimos “lo que es lo que es”, ¿qué puedo pensar?, ¿que cualquier cosa que sea lo que es?: no, porque entonces estoy metiendo las cosas.


AGC- Sí. Sí, sí, sí. Una cosa cualquiera que sea la que es, es un caso de que ‘lo que es es lo que es’.


- Pero no hay cosas así.


AGC- No hay cosa ninguna que lo cumpla. Pero una cosa que fuera la que es, serí-... una cosa cualquiera que fuera la que es, sería un caso. Lo que estaba diciendo ahora respecto a amores, a enamoradas: una que fuera...


- ¿Tangible o intangible?


AGC- … una rosa que fuera una rosa, sería un caso, sería un caso.


- Pero ‘lo que es es lo que es’ parece sugerir la inmovilidad, la... -no sé- la paralización por antonomasia...


AGC- Sí, eso lo dice... lo dice []...


- ... Y eso, como de alguna manera... ese estaticismo tan, tan, tan radical, ¿cómo ese ideal tan estático, de alguna manera, puede costituir algo que se supone que es discontinuo, que es no simultáneo, como es la Realidad, ¿qué relación puede... puede dos cosas tan radicalmente opuestas...?


AGC- Bueno. De cómo lo decía la diosa a lo largo de todo el poema, como no lo tenemos entero, no me atrevo a decir mucho, pero, vamos, se puede...


- Pero, lo que parece que dice la diosa es que viva el...


AGC- ... se puede ver lo bastante...


- ... el que nada se pueda mover.


AGC- ... Que incluso, incluso con lo que tenemos se puede ver bastante. Desde luego, la declaración de que no cabe aplicarle la idea de movimiento, ésa está en el poema. Está en el poema y desarrollada. Desde luego cualquier... cualquier forma de movimiento o de cambio es mentira; eso... eso se dice. Eso se dice así, y es natural, porque movimiento y cambio son por el contrario costitutivos de la Realidad, ¿qué otra cosa es esto que hemos dicho de Tiempo real con sus dos sentidos? Ahí están ya orden primero y segundo, sucesión, por tanto movimiento, por tanto cambio. De manera que son costitutivos de la Realidad, por tanto para la verdad no caben. En cuanto a la génesis no es que estos ideales engendren nada, los ideales no engendran la Realidad. Los ideales, en la manera en que la teoría se dice, están costantemente interviniendo y, por su propia intervención, haciéndola costituirse, ser lo que es (que es mentira), y por tanto costituirse en la contradicción. La manera en que hay que entender la relación entre ‘el que es es lo que es’, ‘todo’, ‘uno’ -ideal- y las cosas o nosotros, es de otra manera: es una especie de equivocación o mentira que a las cosas les es necesaria para sostenerse, y a nosotros entre ellas. Vivimos de mentira (vamos, no vivimos, existimos). Existimos de mentira, y es la mentira la que produce la existencia. Ésa es la única forma... la única forma de génesis. Y yo creo que en el poema algo de eso se entreveía en la relación entre lo uno... entre lo uno y lo otro ¿no? En el reino de la verdad no cabe movimiento, cambio []. Hay que ocuparse de eso porque son costitutivos de la Realidad y por tanto hay que intentar descubrir con precisión la mentira de los movimientos y de los cambios reales ¿no? Bueno.


- Maestro, cuando... cuando hablabas de los movimientos y de los cambios reales quedé con la duda de... la semana pasada, cuando habló de una Sociedad que está hecha cuadriculada o cuadrada, y una Sociedad que se hace por el disgusto de un vecino, y se mueve, o... ¿Es eso incongruente o irreal, o real?


AGC- Son diferentes grados de aplicación del ideal. Son grados. Evidentemente una ciudad que se costruye porque allí había antes unos restos de un pueblecito perdido y que... y que quedaron unas tierras que más o menos pertenecían y más o menos estaban distribuidas, y después vino un príncipe y fabricó allí un palacio, y luego vino un obispo y puso en la otra peña una catedral, y entonces vinieron los predicadores, y todo esto. Una cosa que se costruye así, naturalmente, cada uno de los actos está, como toda la Realidad, obedeciendo a ideales. Pero, en cambio, una ciudad planeada desde Arriba es un caso de intento de aplicación directo. Ahí no hay que contar con dificultades que se hayan producido por todos los accidentes y las diversiones anteriores ¿no?, parte como del vacío: “Aquí vamos a hacer una ciudad perfecta -una ciudad perfecta- con bloques de tantos pisos ni más ni menos, cruzados por avenidas de tal ancho, []”. Hay una diferencia de grado. Hay una diferencia de grado. Desde luego lo más que se puede decir es que la desgracia peculiar que nos ha tocado a los de estas edades, que es la desgracia del Progreso, de la Fe última en el Futuro, consiste en buena medida en que este aumento de la creencia en que se puede hacer desde Arriba, por plano directamente, ciudades, carreteras, pueblos, no ha hecho más que crecer -no ha hecho más que crecer-. De manera que si nos queremos comparar con la desgracia de nuestros antepasados, de los que nos quedan restos, porque si la nuestra ha consistido sobre todo en que el dominio de Dios se ha hecho mucho más directo, y que cada vez más, cada vez más se ha impuesto... se ha impuesto por parte del Capital y del Estado el ideal de que se puede desde Arriba, por plano, decidir el movimiento de una economía, la costitución de una ciudad, cualquier cosa que se les ocurra. Cualquier... cualquier NO al Poder que pueda surgir entre lo que nos queda de pueblo-que-no-existe tiene naturalmente que dirigirse a eso como al primer enemigo. Eso es lo primero, porque es el que nos ha tocao más de cerca en estos años: atacar la creencia, la idiotez, pero idiotez mayúscula y dominante de que se puede mandar desde Arriba, de que se puede ordenar la tierra, el tiempo, todo lo demás. Eso es lo que mata. Bueno, ¿qué más por ahí? Sí.


- No sé si viene muy a cuento, pero... Este tipo de formulaciones de “lo que es es lo que es” ¿podrían darse en otras lenguas donde la cópula no sea tan característica como es en griego, con las dos variantes y, luego, que esté tan semantizada como ya está semantizada en Parménides, por ejemplo, y posteriormente? Quiero decir que el hecho de que haya ahí una cópula tan característica como la del griego ¿pueda dar lugar a ese tipo de formulaciones?, ¿no -de alguna manera- sugiere como que algo ahí está pasando que tiene que ver con el lenguaje, con el idioma griego?


AGC- Bueno. Respecto a los dos usos de esti sin acento para cópula, y ésti con acento para decir algo como ‘hay’ cuesta. La verdad es que el discurso de la diosa no se aprovecha mucho. La cosa se hace a partir de... se hace a partir de la cópula. Sí, es verdad que cuando en uno de los versos que he leído se dice razonando “Pues no hay un ‘no es’” (creo que os he dicho al traducir). “No hay un ‘no es’” en griego se dice efectivamente “oúte gàr ouk eòn ésti” (con ésti acentuado). Lo de que alguna vez aparece esti como queriendo decir ‘hay’ (que es otra cosa), pero la cosa se fabrica como en español, a partir de la cópula: en español ‘es’ no es más que cópula, no es ninguna otra cosa; carece de un sentido deíctico de por sí, salvo que se ponga en presente, [o por el estilo]; y no tiene desde luego ningún significado, es enteramente la cópula, y lo único que se hace de artificioso es fabricar una frase como ésa, bueno, una locución como ésa: “lo que es es lo que es”. Claro, que yo la he fabricao gracias a que responde a los usos de la cópula en español, eludiendo sobre todo todo lo que ha dao de sí eso, queriendo convertirlo en ‘el ser’; ‘el ser’ o ‘el no ser’, que son ya terminachos filosóficos, mientras que “el que es lo que es” eso es castellano. Qué se le va a hacer, se ve un poco raro, pero es castellano: “El que es lo que es” y “lo que es es lo que es”, y cosas por el estilo.


- Y eso hace sospechar que esos ideales... vamos, eso llevaría a pensar que esos ideales dependen de los idiomas ¿no? O sea, la pregunta que ha salido antes ¿no?, ¿hasta qué punto los ideales son independientemente de los hombres o de los idiomas de los hombres, o hasta qué punto son una creación idiomática?


AGC- No, no, no. Son una imposición costante a las cosas, y no puede depender de idiomas determinados. Desde luego la forma en que aquí se nos presenta este ideal, que para no decir el ideal ‘del Ser’, a lo filósofo, decimos el ideal de que ‘lo que es es lo que es’, eso, claro, sólo se puede gracias a que en griego antiguo, en latín, en español, hay una cópula; hay muchas lenguas que no tienen cópula, seguramente de las que [] por el mundo la mayor parte no tienen una cópula. Pero una fórmula del tipo algebraico como ‘a’ igual ‘a’, ésa se puede; de una manera o de otra, se puede reproducir en cualquier idioma, y en cualquier idioma tendrá siempre la virtud de que puede dar vueltas, como la pelota, y que siempre dirá lo mismo, siempre diría lo mismo [como tantas veces que se diga], salvo que se la quiera intentar realistamente -como antes he dicho ya-, y entonces ya está el ‘a’ primero y el ‘a’ segundo, como si alguien, en español, al decir “lo que es es lo que es” diga, “Bueno, está el sujeto ‘lo que es’, y luego está el predicado ‘lo que es’; son el mismo, pero claro, uno es el sujeto que va delante y otro es el predicado que va detrás”. Sólo... sólo así, si se pasa a esa especie de realización. Sí.


- Agustín.


AGC- Sí.


 Mira, muy corto: yo llevo 20 años soñando en una mujer que cante ópera y me cocine una tortilla. Resulta que ayer la encuentro. Yo no hablo de ideal. Yo no hablo de ideal. ¿Renuncio a ella, o se le va a ir la voz, y un día no va a saber cocinar, o lo disfruto?


AGC- No me lo creo.


- Ya, ya estoy perdío.


AGC- Si te ha pasao algo de eso, te has inventao que tenías de antes ese ideal. Te habrás inventao, que es lo que suele suceder...


- Ah, ah, ah. ¿Ves?, se llama proyección.


AGC- Bueno...


- Yo, es que la frase... Perdona, Agustín. Yo la...


AGC- ... Uno es conformadizo: te encuentras por casualidad una mujer que sabe hacer bien una tortilla y que canta ópera, dices “¡Coño!, esto es lo que yo...”. Claro, esas cosas pasan.


- [] ¡Cómo eres!


- Te ha tocao la lotería.


AGC- A ver. Sí.


- Te ha tocao la lotería.


- Si mal no recuerdo, la frase “Yo soy el que soy” yo la he oído muchas veces a Jesucristo...


AGC- No.


- ¿No?


- []


AGC- El Padre, el Padre.


- Entonces...


AGC- El Padre, el Padre.


- ¿Cómo?, o Dios, el Padre de Cristo. Bueno, su Padre, es lo mismo.


AGC- Antiguo Testamento. Pero es que la fórmula ésa que está en el Éxodo,...


- En el Éxodo, eso.


AGC- ... en el Libro de Moisés, es una fórmula que en el libro De Dios la he analizado en hebreo y punto por punto, de manera que ya no tengo ánimos para volver sobre eso ahora, es otra cosa distinta. ¿Queda alguna cosa más?


- Perdón, aquí, como decía el compañero, me hace pensar que tal vez pudiera tener algo de razón, y que el lenguaje, por los azares de la vida y como haya evolucionao, porque el lenguaje es la primera arma, mala o buena, bien o mal utilizada, que se tiene desde bebé, para llamar a su madre o para ser amamantado, es la primera herramienta. El español...


AGC- Perdone que le haga un paréntesis: los niños lo primero que dicen es NO. Lo de “mamá” viene después.


- [], pero el español tiene gracia porque estamos diciendo “Es lo que es...”, “Esto es lo que es hasta que se demuestre lo contrario”, pero el español zanja esa duda porque tenemos el ‘ser’ y el ‘estar’. Es lo que es...


AGC- No, no, no.


- ... Cuando decimos “Ese tío es un enfermo”, ya tiene una connotación peyorativa, es lo mismo que decir “Es loco de atar, aléjate”. Pero “Ése está enfermo, pobrecito, tal vez se salve, tal vez tenga solución”. Entonces, esa herramienta ahí se desdobla, el lenguaje como se haya inventao, con las aportaciones a través del tiempo para devenir lo que es hoy día, algo tiene que ver, porque es fruto también de los que han fabricao ideales.


AGC- Usté lo sabe, eso no es el lenguaje, eso es un idioma: el español. Es el idioma español oficial contemporáneo. Una de las lenguas de Babel no es la lengua ¿eh?, no es la lengua. Desde luego, claro, como usté no ha venido por aquí, no se ha enterao de que la parte -digamos- más superficial de un idioma cualquiera, que es el vocabulario, es lo mismo que la Realidad, es lo que estamos llamando la Realidad. Que naturalmente para cada tribu es distinta, tiene su Realidad, pero, en conjunto, el vocabulario, que es lo que está más en la superficie, lo que más llega a conciencia, de toda la máquina de la lengua que hay por debajo, ése es costitutivo de la Realidad hasta el punto de que no hay ningunas rosas reales si en un idioma no se llaman rosas. Bueno, dejemos. Ahora, otra vez vuelvo: la lengua en general sirve para fabricar Realidad, sostenerla con su vocabulario, sirve para decirle NO. Eso también es la lengua, la que dice NO al Poder: “No me lo creo”, “Es mentira”. Ésa también es lengua y hace lo contrario que la otra. Sí.


- ¿Cómo se combina esa influencia de la lengua, del vocabulario, y la de los ideales por otro lado, que son independientes de las lenguas, en la formación de la Realidad?


AGC- Así: por guerra, por combate. Por combate. Cada uno que se vea como ejemplo de cosa, como ejemplo de la Realidad, no puede... no puede menos de estar costituido en ese combate. Querer ser el que es de verdad (ideal inalcanzable) y al mismo tiempo tener tal color, tener tal mañas, ser más gordo, ser más delgado, incluso tener nombre propio, llamarse así, estar en relación con quien. Le hacen falta las dos cosas. Le hacen falta las dos cosas y es esa contradicción la que nos costituye.


- O sea, el vocabulario ¿sería la parte como indefinidora dentro de la costitución?...


AGC- No, no: la parte...


- El istrumento. El istrumento.


AGC- ... la parte costitutiva -costitutiva- pero no ella sola: siendo costitutiva al mismo tiempo por intervención del ideal. Como -vamos a ver, para los ejemplos más claros- cuando en la Realidad se pretende contar vacas, cinco vacas, evidentemente esto es imposible de verdad, como toda realización exacta de los números porque, para ser cinco, cada una tendría que ser ‘la vaca’. ‘La vaca’ es un ideal, ninguna vaca puede realizar el ideal de ‘la vaca’; y tienen que distinguirse una de otra, y el ganadero las distingue, esto las hace reales, les da su precio, mayor o menor según las características que tengan, y las aleja del ideal, pero al mismo tiempo, como hay que contarlas, todas tienen que ser ‘la vaca’. De manera que están las dos cosas juntas y encontradas la una con la otra.


- Sí, bueno, que la vaca parece un ideal, ése sí es absolutamente dependiente de que... del vocabulario de cada lengua.


AGC- Del vocabulario. Es un ideal de [(como he dicho a veces)] de segundo orden. No es como ‘todo’, ‘el que es es el que es’, ‘uno’, pero, vamos, pertenece al reino de los ideales de por sí irrealizables, pero que costantemente están realizándose en vacas: mal; realizándose en hombres: mal; pero intentando realizarse y dando lugar a esto.


Se ha hecho tarde, yo había querido saltar de ahí, con vuestra ayuda, a la cuestión del tiovivo -del tiovivo-, de velocidades y con un eje, tal o cual, que se me venía ocurriendo, pero, bueno, como se ha hecho tarde, pues qué se le va a hacer. Tenemos que...


- Creo que quería decir algo esa señora.


- Pero ya lo hemos contao...


AGC- … Tenemos que confiar que el Señor, el Poderoso, nos deje por descuido, por piedad o por descuido, y dentro de siete días [], seguimos dándole vueltas a esto.