05.11.2008
Agustín García Calvo
Ateneo de Madrid
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El sin sentido de la Realidad
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La identidad, la identificación, la definición (límite = ideales) están fuera de la Realidad
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La defunción del metro (del Sistema Métrico Decimal)
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La luz ¿dentro o fuera de la Realidad; cosa o límite-ideal?
Documento Relacionado:
25 years ago: the official farewell to the meter (25 años del Adios al metro). Thomas Schücker
Tertu150-05-11-2008#Tertu150-05-11-2008.mp3
TRANSCRIPCIÓN:
Antes de seguir con el descubrimiento de las mentiras que costituyen la Realidad y la de cada uno, conviene que me detenga un momento ?yo creo? a, en cierto sentido, animaros en esta guerra, en el sentido de que el descubrir el sin sentido de esto ?el descubrir que este mundo en realidad, de verdad, no tiene sentido? no sirva para apenaros, para apenarnos, sino por el contrario para alegrar. Ésta es la cuestión y apenas tengo que recordaros en qué sentido se da: nos libera este descubrimiento, esta renuncia, a encontrar un sentido ?que no puede menos de ser un futuro, un fin? a la Realidad, a este mundo. Nos libera del fin precisamente, nos libera del Futuro, que es el arma con que cada día os están, nos están, machacando desde arriba: el Futuro. El Futuro. Y liberar del fin, liberar del Futuro, no puede menos de ser una fuente de alegría.
Para quién no se dice, pero no importa, de todos modos es una fuente de alegría y que se apene el que tenga que apenarse y se alegre el que pueda alegrarse, no hay otra manera de decirlo.
En eso es en lo que quería pués pararme para recordaros esto: el descubrimiento del sin sentido no tiene por qué apenar a nadie que valga la pena, sino al contrario, darle alegría, lo cual quiere decir ánimos para seguir con esta guerra interminable; interminable, pero no importa.
Entonces con ella seguimos pués, una vez que hayáis recogido esto, ya luego me diréis si encontráis que es difícil sentir, enterarse de esto, de que el descubrimiento del sin sentido es una alegría. Ya me lo diréis con las resistencias que contra ello os queden.
Ahora seguimos enlazando con lo del último día: la Realidad (esto que llamamos así, en bloque, ‘la Realidad’, cualquiera, a pesar de que sabemos que no hay una Realidad única, que no hay más que Realidades idiomáticas, es decir, las correspondientes al vocabulario de una tribu determinada, a pesar de eso, podemos ?como lo hacemos de ordinario? sin olvidarlo, sin olvidar esto de que no hay más que Realidades idiomáticas y no una Realidad, a pesar de eso, hablamos por comodidad recordándolo ‘la Realidad’, por abreviar), y la Realidad está hecha (en esto deseaba que nos detuviéramos ahora) por supuesto de cosas y, al mismo tiempo con las cosas, no puede menos de estar hecha de distancias, porque las cosas, siendo múltiples y queriendo ser cada una una, no pueden menos de estar separadas, sea donde sea, y esto quiere decir ‘distancia’, y por tanto junto con la distancia, pues la medida y el cómputo de la distancia.
Todo esto pertenece a la Realidad y no hay que olvidarlo, tanto las cosas como la medida de sus distancias, lo uno y lo otro. Frente a ello, cosas como la identidad ?el que cada uno sea el que es, cada cosa sea la que es? y por tanto la definición de la cosa, de cada uno, esto ya no pertenece a la Realidad, esto son ‘fueras’ de la Realidad, lo cual creo que se entiende bastante bien.
Son, de diferentes maneras que se les considere, el ‘límite’. Y el límite, lo mismo si se viene a encontrar uno con ello, con el desarrollo de la Ciencia en lo más pequeño y dando lugar al cálculo diferencial y todas esas cosas, que si se encuentra uno con ello hacia fuera, en lo más grande, y viene a dar con el límite y por tanto comienzo, el fin, del Universo, todas esas cosas que os cuentan en los Medios todos los días con la vulgarización científica.
Estos hechos pués de la identidad, la identificación y la definición, que quiere decir ?como sabéis, con ‘fin’, ‘fines’?, quiere decir tanto algo aparentemente físico como algo en realidad lógico. La definición de cada cosa, es algo que se impone de fuera, pertenece a los ideales, que no existen, pero que están continuamente imponiéndose a las cosas, a nosotros entre ellas, dentro de la Realidad.
El límite, por tanto el comienzo, el cese, es algo que evidentemente no puede estar dentro de la Realidad: imaginad un límite que estuviera dentro y que tuviera que funcionar como límite, enseguida veréis que esto con cualquier forma de sentido común es inconcebible. Y el que esté fuera no quiere decir que esté en otra Realidad, porque sabemos que la Realidad es la Realidad y no hay más que la Realidad, ésta, no hay otras Realidades.
De manera que ése es el problema, que de la manera más simple que puedo vuelvo a presentaros. Ya Hegel se debatía con bastante tino y vigor con este problema del límite y del comienzo, veía que el comienzo no puede… no puede pertenecer a la cosa (por lo que hemos dicho) y que por otra parte, por la parte de la cosa, cuando empieza a ser todavía no es, pero al mismo tiempo cuando empieza a ser es que ya es (por traducir al lenguaje vulgar la terminología de Hegel ¿no?). Y así es… y así es el problema.
De manera que nos encontramos con esta distinción entre, por un lado, cosas y consecuentemente distancias y medidas de las distancias, y por otro lado con ideales como ‘todo’, como ‘comienzo de todo’, como ‘fin de todo’, como ‘límite’ (por decirlo con la palabra que he elegido), que no pertenecen en cambio a la Realidad.
Ya de pasada tengo que advertiros que en general las equivocaciones de la Ciencia y las equivocaciones generales consisten en que tratan de explicar las cosas con las medidas y las medidas con las cosas, por tanto permaneciendo dentro de la Realidad. Cualquier Ciencia o Política o Moral de alguna manera tiene que mantenerse realista, es una exigencia que viene de nuestra propia persona real y, por tanto al no salirse de la Realidad la explicación de la Realidad, está claro que no puede menos de contribuir a la Realidad, es decir, a la falsificación; no puede descubrir nada de verdad.
Esto dicho de pasada, pero desde luego esto tenía que ver con lo que anunciaba al final del otro día (ya casi se me estaba pasando): la cuestión de la defunción del metro, del metro del Sistema Métrico Decimal, tiene mucho que ver y por tanto voy a pasar ahora a ello también.
Esto venía de una hoja que sacó por la red un señor y que Caramés me pasó hace ya algún tiempo, un señor Schücker (S-c-h-ü-c-k-e-r). Este señor Schücker declaraba que esto de la defunción del metro del Sistema Métrico Decimal, establecido, como recordáis, precisamente a la sombra de la Revolución Francesa, mucho tiempo antes, y para el cual se hicieron todas aquellas expediciones que estudiamos para garantizar que el metro estuviera sostenido por la Tierra, y que por tanto pudiera venir a ser lo que en la escuela os enseñan: la diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre que pasa por París, que era como se enseñaba.
Bueno, éste es el metro que él dice que en 1983, en no sé qué acta de la Sociedad de Pesos y Medidas cayó, y lo dice por lo siguiente: porque en esa acta se declara que el metro es el trecho que recorre la luz en uno partido por doscientos noventa y nueve millones setecientos noventa y dos mil setecientos cuantos, cuantos, de segundo; para abreviar: una trescientos millonésima de segundo. Es la cosa que le hace declarar que eso significa la caída del metro porque ahí se pretende que la luz (sobre la cual volveremos sin embargo) es independiente de cualesquiera puntos de observación y de medición, como lo son en general las medidas que en la práctica y en el Ciencia se suelen… se suelen emplear.
De manera que de esa manera caía el metro y con él (que es lo que en realidad yo creo que a él le importaba), con el metro caían las teorías que estaban fundadas necesariamente en una consideración de distancias con referencia a puntos determinados, y estas teorías son todas: caía con ella, según Schücker, la Mecánica de Newton, caía la Electromagnética de Maxwell y caía también la Mecánica Cuántica.
Todas estas caídas se hacen con referencia a la Relatividad General que, según Schücker, Einstein, antes de morir, ya se dio cuenta de que eso de la distancia, la noción de distancia, era un fantasma como se revela en la teoría de la Relatividad, y por tanto estaba ya…
- ¿Cómo?
AGC-… por tanto estaba ya previendo la defunción del metro, que depende de ello, pero al mismo tiempo… al mismo tiempo con ella todas estas teorías. Efectivamente, aunque en esta breve hoja él lo dice: la Mecánica del Newton y lo demás, bueno, se pueden arreglar con la teoría de la Relatividad General mediante la consideración de casos de velocidad muy bajos, como si fueran un resquicio, en cambio la Cuántica no, no tiene arreglo; no tiene arreglo posible porque… porque por ejemplo, uno de los pilares en que se basa la Cuántica es el ‘principio de incertidumbre’ (lo hemos usao muchas veces, os lo recuerdo: no se puede al mismo tiempo observar o conocer lo que es un cuerpo (es decir la masa y el momento de un cuerpo) y al mismo tiempo conocer su posición. Como el principio usa el término ‘posición’, evidentemente cae ya bajo la condena y por tanto tampoco la Mecánica Cuántica puede librarse de la caída.
Bueno, esto os lo digo más bien para que después me digáis hasta qué punto lo seguís y hasta qué punto encontráis discutibles unas cosas u otras, pero ahora voy a seguir un poco porque voy a tomar esto de la redefinición del metro en el 1983, lo voy a tomar para que volvamos sobre algo que aquí nos interesa más directamente, algo más general y que afecta a lo que al principio os he dicho de que en la Realidad se da cosas y medidas, pero la definición de la cosa está fuera ?con esto volvemos también un poco sobre las formulaciones de la diosa de Parménides que, como recordáis, presentaba el ideal puro “lo que es lo que es es lo que es lo que es” (en mi glosa desarrollada), y donde por tanto tenían que confundirse el pensar (quien sea lo que sea) con el ser (quien sea lo que sea): (noein, concebir, pensar, y legein, razonar, hablar), con el ser de la cosa o de lo que sea, de lo que se hable o lo que se conciba? porque si tomamos la definición de la Sociedad de Pesos y Medidas, ya habéis visto que se puede presentar del derechas: “Metro es el tramo que la luz recorre en un trescientos millonésimo de segundo”, aproximadamente, pero evidentemente como cualquier formulación con un ‘es’ en medio se le puede dar la vuelta, porque de verdad en unas formulaciones con ‘es’ en medio los dos miembros no son actualmente equivalentes, no son en acción equivalentes, porque el primer miembro (el tema) es aquello de lo que se va a decir algo, aquello sobre lo que se va actuar, y el segundo miembro (el rema, el ergo) es justamente esa actuación, es lo que dice de aquello otro. De manera que así, en esa formulación parece que la luz, la velocidad de la luz, define al metro. Evidentemente se puede dar la vuelta y decir que “velocidad de la luz, o que la luz misma ‘es’…”, y definirla justamente en virtud de esa medida de la velocidad: “es”… “la velocidad de la luz ‘es’ la que corresponde a un metro en trescientos millones… un metro en trescientos millones de segundo, multiplicado por trescientos millones de segundo”.
Esta inversión, alrededor del ‘es’, ya veis que tiene muchas consecuencias, y se trata justamente de saber eso, por simplificar: si la luz nos puede definir el metro, y por tanto nuestras ciencias habituales, por tanto nuestras medidas, o si son estas medidas y estos convenios de la Realidad los que tienen que definir la luz. Ya comprendéis que el problema éste que a la luz se le presenta es justamente un problema de o ‘dentro’ o ‘fuera’ de la Realidad, en el sentido que hemos dicho.
Si la luz con su velocidad puede servir para medir las cosas es evidente que entonces la luz es real: la luz es real, es una cosa que sirve para medir otras cosas, tal como sucede de ordinario. Ahora, si la luz no es más que esa velocidad tomada al estilo de los viejos atomistas, de Epicuro, tomada como anhypérbleton, es decir ‘insuperable’, o sea, como límite, pues entonces no; entonces la luz pierde su realidad pero naturalmente se queda fuera justamente en la condición de límite, y ése es el problema que se produce por el mero hecho lógico de la inversión de tema y rema en una predicación bimembre. Ya veis, ya veis cómo andan las cosas y cómo… Bueno, a partir de aquí tal vez sea un poco más fácil volver sobre la política y las almas, pero precisamente por ello me paro y os dejo ahora que respecto a lo dicho saquéis todas las dudas sobre todo, dificultades, objeciones, preguntas. Adelante.
- Que con respecto a lo de la Ciencia es que yo lo que veo es que en realidad…
AGC-¿Perdón?
- … o sea, la Ciencia, delimitadas unas posiciones, trata de predecir otras posiciones, pero no trata sobre la verdad en ningún caso.
AGC- Trata de encontrar la verdad de la Realidad, lo cual es una pretensión sublime pero absurda y sospechosa porque en la Realidad no hay verdad que valga. La Ciencia no reconoce esto, piensa que sus mediciones pueden ser cada vez más exactas hasta el límite en que la Realidad se confundiera con la verdad, y que simplemente se trata de tiempo y de medios, de seguir progresando y avanzando para que las medidas sean cada vez más exactas. Ésta es la actitud que aquí combatimos a diario.
- Claro, pero esta pretensión de predecir con más exactitud, no entiendo la analogía que puede llegar a hacer con la verdad, porque eso es simplemente más o menos una predicción, no tiene nada que ver con la verdad; un científico lo único que quiere es, de alguna manera…
AGC- Sí. Efectivamente, no tiene por qué; la predicción de por sí, no. Para la predicción, pues ya sabéis, no sólo en la Ciencia, en la práctica corriente, basta con muy poquito de aproximación. Vamos, ya sabéis la predicciones de los meteorólogos ?¿no?? para que sean consideradas válidas y cundan y la gente las oiga, no hace falta tanta exactitud, basta con que un tanto por ciento de veces se acierte más o menos. Esto es así, por supuesto, pero yo ahora estaba hablando de que la Ciencia en su progreso no está exenta de esta pretensión de alcanzar un límite, es decir, llegar a la verdad, a ver, por ejemplo, el comienzo del Universo, tomado el Universo como si fuera la Realidad, lo cual ya es un cambio de vocabulario sospechoso. O cualquier otra cosa por el estilo: descubrir la teoría definitiva, que es como si dijéramos definitoria. Recordad que os he mostrado que ‘definición’ está fuera de la Realidad, pero así van las cosas. Así van las cosas, en ello estamos. Adelante.
- Yo creo que eso es a lo mejor una parte de científicos… tal, pero que eso no es la Ciencia tampoco…
AGC-¿No qué?
- … Hay científicos, muchos, que no pretenden la verdad. La verdad saben que es una categoría lógica que está fuera de la Ciencia. Esa pretensión no choca con la verdad lógica, es mucho más humilde. Y sabiendo que cuanto más se conoce, más se ignora y aparecen campos nuevos, y esa cosa metafísica de la verdad no creo que sea lo propio de la Ciencia o de…
AGC- Sí, voy… voy con ello. Tal vez no debemos detenernos mucho rato porque quedan en lo que os he soltao problemas bastante más graves, pero vamos a eso: desde luego, la mayoría de los científicos no dicen ni pretenden de veras la verdad, al contrario, la mayor parte de los que trabajan y los chicos a los que se les hacen trabajar en las escuelas o en… desde luego, no pretenden nada, pretenden simplemente sacar algunos ejercicios y algunas cosas que funcionen más o menos para ir tirando y se acabó. De manera que no es ninguna humildad, es simplemente… es simplemente, pues lo que es característico de la mayoría: el abandono del pensamiento y la entrega a fines más inmediatos, fines futuros más inmediatos ¿no? Entre los que siguen… siguen tratando de mejorar, por ejemplo, de subsanar las contradicciones de la Mecánica Cuántica, desde luego sigue rigiendo, como en tiempos de Galileo y de Newton y de Epicuro, sigue rigiendo (porque si no, no tendría sentido) una pretensión de acercamiento a la verdad, es decir sigue rigiendo un no descubrimiento de que la verdad es algo enteramente ajeno a la Realidad. Esto lo podéis encontrar lo mismo en la actuación de los políticos. Desde luego, la mayoría de la gente lo que hace es pues obedecer más o menos, protestar un poco de vez en cuando, votar, y todo lo que a la gente le está mandao, luego hay especialistas políticos que aspiran al Poder y, desde luego, si no contaran con el ideal de un fin al que el Progreso nos acerca, no podrían hacerles la puñeta como se la hacen a las poblaciones. Ésa es la cuestión: ese ideal es enteramente necesario y viene a representar… viene a representar lo mismo. No hay ningún ascensor al Poder que no esté sostenido por una Fe en que lo va a hacer mejor, y lo va a hacer mejor respecto a un fin; respecto a un fin en que el Estado por fin se quedara satisfecho y tranquilo para siempre. De manera que así son las cosas, pero bueno, como digo, no nos detengamos mucho más en esto porque quedaban…
- Hay una cosa, una cosa, Agustín: una cosa que me imagino que ya tendría que debe saber pero que no sé: las fórmulas de la Física ?quiero decir, aquí, en este caso, “velocidad igual espacio partido por tiempo”?, ¿son de la Realidad o no?, en cuanto definición.
AGC- Bueno, ésa no se puede decir que sea una definición de la Física, es de la Sociedad de Pesos y Medidas…
- Pero en cuanto definición de velocidad…
AGC-¿Eh?
- … ¿pertenece o no pertenece a la Realidad?
AGC- Ah, sí, sí. Inevitablemente. Con la velocidad, sí. Y lo de la cuestión de la velocidad de la luz y si tiene que tomarse como… como límite, o por el contrario como una Realidad, eso está dentro de la Realidad y de la Ciencia.
- Claro.
AGC-¿Entonces?
- ¿Cómo es que salimos de ahí?
AGC-¿Qué?
- ¿Y entonces cómo salimos de ahí?
AGC- “Cómo salimos”, ¿de qué?
- Por más que… yo cambio… por más que cambie los términos de la ecuación o que introduzca la palabra ‘límite’, ¿así puedo salir de lo real?
AGC- Bueno, eso es casi como…
- ¿Para buscar alguna verdad?
AGC- Tú, desde luego no puedes salir, ni yo tampoco, somos…
- Claro, es que yo veo ahí un poco de…
AGC-… somos reales. Pero, vamos, no se trata de eso evidentemente.
- Pero ¿no hay una [] intención ahí, ajena…?
AGC- No, no. Lo que importa es el descubrimiento de esa contradicción que a la luz misma se le presenta: o sirves para medir cosas, para medir distancias, para definir el ‘metro’, o eres tu pura velocidad insuperable. Y como a la luz se le imponen de sitios distintos las dos cosas, el descubrimiento de su contradicción es lo que puede ser en esta lucha útil ¿no? Sí.
- Que es que ahora estábamos hablando de lo de la Ciencia ?bueno? de una serie de cosas, pero no… yo tengo la sensación de que en realidad lo que sostiene la Fe en la Realidad es la Fe en las Realidades cotidianas, no…
AGC- Ah, no, no: la Fe… la Fe es la Fe en que la Realidad es lo que hay y “la Realidad, hijo mío, es la Realidad”, ésa es cotidiana, no es de la Ciencia. La Ciencia participará o no, pero ?vamos? es de todos los días ¿no?
- Claro, pero es que yo creo que realmente ésa es la… esa Fe que tenemos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos en cosas mucho más concretas que desmontar la creencia de la búsqueda de la verdad de la Ciencia…
AGC- Sí, sí, en cosas muy concretas, sí. Eso…
- Ésa es la que realmente… la lucha está ahí, no en… lo otro se puede desmontar pero…
AGC- Imposible de separar. Como antes te dije con el ejemplo ?os dije?, con el ejemplo de los políticos ascendentes: no podrían aplastar y engañar como lo hacen a las poblaciones si no estuvieran guiados por una Fe que no es la Fe en que “las cosas están ahí, y que ¡qué vamos hacer!”, sino en que tienen un fin, en que hay un fin, en que esto tiene un sentido, y es esa Fe la que permite después la actuación. Una cosa es el reconocimiento como reales que somos de que las cosas son así, que tienen que tropezarse unas con otras, con resultados más o menos agradables o no, y otra cosa es la Fe en que la Realidad es lo que hay, es todo lo que hay, lo que aquí hemos descubierto que es la mentira fundamental. Eso es otra cosa distinta, y ésa es la Fe en el ideal, la Fe que se impone: que la Realidad es todo lo que hay, es mentira. La Realidad no es todo lo que hay, por consiguiente uno no es nunca del todo el que es (por tomarlo a uno como cosa), las cosas nunca son del todo lo que son sino a medias, aproximativamente, aspirando por esa Fe al ser; y el creer que es todo, creer en todo, creer en uno, creer en la suma de los unos, es la esencia de la Política del Poder, sobre ella está fundado todo ¿no?, por hablar de las cosas así más cotidianas, sin entrar otra vez en la Ciencia. ¿Qué más por ahí?
- Agustín.
AGC- Sí.
- Yo es que no… no acabo de entenderlo. Como dice Rosa, si podemos saber lo que es la velocidad de la luz, es porque se ha dividido el espacio y el tiempo, si no, no sabríamos la velocidad ¿no? Entonces, si desaparecen las medidas o se ponen en… en duda, la medida del tiempo o del espacio, o en este caso, del metro, no veo cómo le puede afectar a luz; o sea cómo es que la luz puede ser independiente para medir el metro. Eso lo has explicao, pero no lo he entendido. Y tampoco… igual podías decir algo más, ¿por qué?... si hay algo claro para saber que es insuperable la velocidad de la luz.
AGC- No, pero si tú lo que has dicho es lo primero, que se usan las medidas para…
- Se divide el espacio y el tiempo, y entonces aparece la velocidad de la luz, ¿no?
AGC-… para… Sí, se usa, por lo menos en las fórmulas se usa el ‘segundo’, que no me he detenido en ello pero que también es problemático, porque el segundo de tiempo pues parece que pertenece a la Realidad. El Tiempo real y falso es la Realidad primaria, es la primera que se funda, sobre ella se fundan todas las demás. De manera que el segundo… el segundo []… Recordáis que cuando hace ya muchas sesiones sacábamos lo del Sistema Métrico Decimal encontrábamos que, frente a las pretensiones tremebundas de medir el meridiano terrestre, había ya de antes una posibilidad de descubrir que la media oscilación del péndulo que dura un segundo supone para el péndulo un brazo de un metro. Que era otra manera… otra manera de… otra manera de lo mismo. Y desde luego, claro, no es que ese metro definido por el péndulo sea exactamente igual al que está definido por la luz, pero en un caso y en el otro se trata de… se trata de la misma operación. Efectivamente ése es uno de los trámites y el contrario, pero se supone que si la luz es una cosa, precisamente por eso, porque está dentro, no puede medir las cosas, no puede medir las distancias, lo que antes os he dicho a otros propósitos ¿no? Y eso es lo que hace que la luz mientras por un lado se mantiene real y midiendo como cosa, por otro lado tiene que estar fuera de las cosas. En el descubrimiento de la Relatividad General la luz trata de librarse de lo que hace la luz demasiado real en las otras teorías vigentes y posteriores, porque es una luz que evidentemente no depende de ningún sistema inercial determinado como las otras teorías, es una luz en sí, por decirlo así y a la medida que yo haya entendido bien todo esto ¿eh?, que siempre hay que ponerlo en cuarentena. Pero bueno, esto es así, es decir, un intento de acercamiento a. Epicuro, entre los antiguos, era más radical, simplemente hacía que la velocidad a la que los idolos o simulacros se desprenden de las cosas continuamente (que es lo que viene a ser la luz, porque es lo que nos hace verlas, es lo que hace ver las cosas) es una velocidad insuperable, es declaradamente el límite. Hay actitudes diferentes, pero vamos, lo que importa es la contradicción, espero que quede clara, no sé. A ver, ¿qué más?
- Parece que como dicen que la velocidad de la luz es trescientos mil kilómetros por segundo, no sé si siguen diciendo…
AGC- Sí, trescientos millones de metros, sí.
- … Es muy fácil pensar una velocidad superior a ésa.
AGC- Claro. No, ahí es… ése es el problema ¿no? Efectivamente. Desde luego cuando Einstein inventó la Relatividad General la velocidad era insuperable, no había velocidades superlumínicas, después han surgido. Han surgido ?como todo el mundo sabe? en Física velocidades superlumínicas y cosas por el estilo que a la mayor parte de los físicos se retraen mucho de aceptar, pero que bueno, andan funcionando por ahí y todo. Esta velocidad suprema, insuperable, tiene mucho que ver con el problema al que también nos hemos referido muchas veces de la acción a distancia y de la istantaneidad y de la simultaneidad. La acción istantánea y distante y de simultaneidad son como formas de límite también por el otro lado, y por tanto hay que equipararlas con la cuestión de la luz, sí. Sí, ¿qué más? A ver.
- ¿Yo? Que es que parece que siempre… para establecer un objeto siempre tenemos que costruir una referencia inmóvil, o sea, a la que sujetar todo lo demás, o sea, un sujeto, al fin y al cabo. Que lo has dicho alguna vez que en realidad, claro, para definir una palabra la definimos a través de otras palabras, o sea que en realidad cogemos una referencia y ese referencia se establece también a su vez por su relación con otras Realidades, o sea, se definen mutuamente. Un poco, pues… o sea, arriba y abajo (con lo que dicen el Tao Te King), arriba y abajo se delimitan mutuamente. El número cinco es un número por su relación con otra serie de números…
AGC- Sí, sí, y en las cosas mismas, aparte de los números, que son problemas porque son entes ideales. En las cosas mismas, sí, tienes razón, normalmente cualquier visión, científica o no, para distancia y para trayecto parece que se necesita un punto de referencia fijo…
- Claro, que ése es el que se costruye, que ahora les ha dao por la luz…
AGC-… como… ¿quién fue el de “dadme un punto de apoyo y moveré la Tierra”?, ya no me acuerdo.
- Arquímedes.
AGC-¿Fue Arquímedes? El buen Arquímedes, “Dadme un punto de apoyo y moveré la Tierra”. Pero eso es justamente lo que este señor Schücker ha sacado a colación con lo de la defunción del metro, porque esta definición de la Sociedad de Pesos y Medidas, del 83, del siglo pasado, pretendía eximirse de eso, tomando a la luz en sí, de alguna manera, sin referencia… sin referencia a nada, de tal forma que la distancia de un metro fuera independientemente de cualquier medición terrestre o real. Ésa es la cuestión.
- Sin esa fun-… sin esa referencia ahí… entonces, si no hay referencia, entonces sí que se descentraliza, se recostruye toda la Realidad, no puede…
AGC- La Realidad se está (los que me acompañáis ya lo sabéis) se está costantemente descostruyendo y costruyéndose, no para un momento. De manera que para la Realidad no hay miedo ninguno, ni para las cosas, ni para nosotros en cuanto cosas, porque eso nos pasa de todas maneras, nos estamos costantemente muriendo y renaciendo, etc., etc., las cosas no hacen más que deshacerse, porque nunca pueden ser de verdad las que son, y por tanto se deshacen, y en el afán de ser las que son vuelven a rehacerse, distintas con el cambio, y todo eso. De manera que no pasa nada. Ahora, a una práctica de medición y a la Ciencia, pues sí que les pasa, claro, les presentan muchos problemas ¿no? ¿Qué más por ahí?
- Agustín.
AGC- Sí.
- ¿Qué diferencia hay entre lo que le pasa a la luz, que tiene ese conflicto de o estar fuera o servir para medir las cosas, y lo que le pasa al metro?, al metro mismo, que tiene que valer para medir las cosas y a la vez tiene que ser un límite.
AGC-¿Tiene que tener?
- Que tiene que servir para medir las cosas ?¿no??, que tiene que ser varios metros o tantos metros, o los que sean, y luego tiene que ser el metro.
AGC- Claro, es el problema de la unidad ?¿no??, la unidad métrica. No sé si te entiendo bien.
- Sí, lo que he dicho es que no es comparable lo que le pasa al mismo metro, que tiene que valer para medir cosas y a la vez tiene que ser como el que es, y…
AGC- Bueno, no al metro, a los números, sí. A los números, efectivamente les pasa eso, algo análogo, no al metro. El metro está sometido a números (27 metros), de manera que no es a él al que le pasa. El metro en su uso práctico es una cosa que sirve para medir cosas, es una medida, una medida fija, que sirve para medir medidas: la unidad del Sistema. Nada más. Pero efectivamente a los números sí que se les plantea la cuestión de límite a su manera también. ¿Qué más?
- Pues a mí se me está ocurriendo una cosa, que son unos versos de René Char, que dicen “No quiero cumplimiento, quiero revelación” ¿no?
AGC-¿”Quiero”?
- “Quiero revelación, no quiero cumplimiento”. Y la Ciencia pues busca un cierto cumplimiento que a veces se obtiene, otras veces no, pero la revelación no la va a encontrar, porque por mucho que la busque, pues eso estará siempre en el ámbito del misterio y qué más quisiera la Ciencia ?¿no??, y gracias a… pues afortunadamente ahí está, ¿no?
AGC- Sí, para no decirlo con términos abstractos, lo que estábamos diciendo es que la Realidad se sostiene con la mentira, con la creencia en la aproximación y en el Progreso, el Futuro, los fines a los que las cosas se dirigen, así se sostiene la Realidad, si es que eso es lo que quería decir con ‘cumplimiento’. Y ‘revelación’ no tiene otra cosa sino descubrir que es mentira, no revelación de ninguna cosa, por supuesto: descubrir que es mentira. Descubrir que la mentira es costitutiva de la Realidad y que no hay ninguna verdad compatible con… compatible con la Realidad (por adaptar eso que has recogido de la Literatura). ¿Qué más?
- Yo es que no me entero, Agustín.
AGC- Sí.
- Si la luz… decías que si la luz es una cosa, no sirve para medir.
AGC- Mide cosas, pero las mide como se miden… necesariamente las medirá mal, como se miden las cosas siempre.
- Pero el tiempo, que es la otra… el otro método que… que… del que nos utilizamos para medir, el tiempo no es una cosa.
AGC- Sí, el Tiempo es la primera cosa. El Tiempo real y falso es la primera Realidad, lo hemos repetido mil veces. Lo primero que se produce al istituirse una Realidad es los momentos, el Tiempo real ?real?, con principio y fin; primero con fin y luego con principio.
- Pero ¿no es un ideal?, se cuenta pero no es una cosa.
AGC- No, no. No, no: eso es real; el Tiempo es real. El Tiempo es el fundamento mismo de la Realidad. Son ideales su fin, su comienzo, como quieras, pero el Tiempo en sí es el fundamento de la Realidad; no hay cosas si no hay momentos. No hay cosas si no hay momentos, y el metro indirectamente sirve para medir el Tiempo, lo mismo que las demás cosas ?¿no??, indirectamente, porque como aquí teníamos el otro Sistema no Decimal, que era el de los segundos, los minutos y las horas, pues el Sistema Métrico Decimal no se aplicó directamente al Tiempo nunca, pero ?vamos? ya comprendéis que es un manejo sencillo llegar a medir el Tiempo por metros ¿no?
- No, pero la luz entonces, ¿la luz no sería una cosa y la velocidad de la luz algo que no es una cosa, algo que está fuera de la Realidad?
AGC- Lo que se presen-…, la contradicción que es clave es que: o la luz es una cosa (como tiene que serlo por un lado) o es su pura velocidad…
- Pero se puede…
AGC-… O es su pura velocidad, insuperable.
- Claro, eso. ¿Se puede hablar por un lado de la luz y por otro lado de la velocidad?, como…
AGC-¿Por qué?, no… no lo veo. El problema es el de la luz, la luz tiene que ser las dos… tiene que optar por las dos cosas a la vez, lo cual no puede.
- Pero, a ver si yo me he enterado de... A ver si de lo que me he enterao está bien, porque entonces la luz se diferenciaría del metro en la medida en que desde la teoría general de la relatividad no depende de sistemas inerciales. ¿Eso es lo que separa…? ¿Ésa es la cosa, más o menos, por ahí?
AGC- Según la definición del 83 se pretende que la luz sea así. Y que por tanto…
- Vale.
AGC- A ver.
- No, quería preguntar si esa… dos planteamientos o es una cosa, o la velocidad o es la pura velocidad, eso que le pasa a luz ¿es lo que le pasa al pensamiento mismo, al pensar?
AGC- No. No.
- Al hecho del pensamiento.
AGC- No.
- ¿No es más rápido todavía que la luz el pensamiento?
AGC- No: incomparables. Incomparables. No puede haber comparación de velocidad.
- Entonces, ¿por qué hasta incluso metafóricamente se dice que el pensamiento…?
AGC- Pero en la palabra ‘pensamiento’ se usa desde luego en lengua corriente de maneras muy, muy distintas, que dan lugar a confusión, pero desde luego el pensamiento que piensa, que tendría que ser lo mismo que la luz que ve ?por recordar el término de Machado?, ése está fuera. Lo hemos dicho generalmente en el hablar, porque hablar y pensar es lo mismo, y hemos dicho que desde luego la lengua que habla de las cosas de la Realidad no es una cosa, queda fuera de las cosas tajantemente. Después se la puede coger y (como se hace), pues convertirla en una cosa: “Un pensamiento que he tenido” (que quiere decir ‘una idea’ en realidad), “Un pensamiento que he tenido”, pero si es la lengua que habla de las cosas, ésa está fuera de las cosas, y no es un ideal, es una acción. No forma parte de los ideales como ‘todo’ y ‘fin’ y todo eso. Está sencillamente fuera, porque una lengua no podría hablar de las cosas si estuviera dentro de las cosas; esto parece que es como una cosa de Perogrullo; y en cambio la luz sí está condenada a esa oscilación. El pensamiento está condenado únicamente a eso, a que una vez que se le coja como un trozo de pensamiento, como una idea, se le convierte en una cosa, nada más. ¿Y qué más?
- No sé si tiene que ver… no sé si he entendido bien, ¿tiene algo que ver lo de la contradicción de la luz con lo del ideal puro de Parménides, de serlo y pensarlo al mismo tiempo?
AGC- Sí. Sí. Parménides ?la diosa de Parménides? tomó una decisión sin más: “Lo que es lo que es es lo que es lo que es, y no hay más que decir que sea verdad. Eso es verdad”. ‘Eso es verdad’ y esto le acarrea naturalmente el problema que estuvimos ya hace unos días analizando del límite también a propósito de esta actuación de la diosa: el límite, él tiene que ser tetelesménon, tiene que estar delimitado, tiene que estar delimitado, definido por un límite, en un momento en el cual la definición ?acto lógico que aquí he estado separando? se confunde con una definición metafísica, es decir física, de eso de que la diosa está hablando, que se plantea igual, y la cuestión de ‘todo’, que también la diosa tiene que emplear ‘todo’. Tiene que emplear ‘todo’: “Lo que es lo que es está lleno de ser lo que es, de manera que está todo lleno de ser lo que es”, etc. En ese aspecto hay efectivamente un parecido en cuanto a las contradicciones, sí. ¿Qué más?
- Maestro.
- Aquí, aquí.
AGC- No sé quién. Perdón.
- Pero, ella, la diosa…
- Ella, ella estaba.
AGC-¿Eh?
- Adelante.
- Sí, que yo estoy en contra de que la luz sea el límite. O sea, es como que no… eso no me ter-… no me… creo que eso no, que no puede ser el límite. He llegao a la conclusión de que no puede ser el límite, que desde la… O sea, ¿cómo vamos a poner el límite desde la Realidad? O sea, es como el colmo de los colmos ¿no?, poner el límite desde la Realidad falsa con un… con un elemento que conseguimos medir nosotros con números. No sé, me parece… “¡Y a partir de la luz, entonces ya está la verdad!”. O sea, no me parece como creíble. No creo que sea tan fácil.
AGC- Es que no sé si te lo formulas con la bastante exactitud. Ya ves, desde luego si te niegas… si te niegas a ver una de las dos partes de la contradicción: que la velocidad es un puro límite, y por tanto no es nada real, sino está fuera, entonces ya ves lo que te pasa con la pobre luz con la que te quedas, queda convertida en una cosa que puede como las demás cosas estirarse y encogerse, es más o menos larga, [], y supongo que tampoco eso te convencerá mucho. De manera que el que no te convenza ninguna de las dos cosas es lo adecuao a la cuestión. El límite es ideal; no lo establecemos desde la Realidad, está imponiéndose sobre la Realidad. Está imponiéndose sobre la Realidad, y la falsedad de la Realidad justamente resulta de esta pretensión de que la cosa es lo que es y se acabó, al mismo tiempo que tiene que reconocer que nunca es lo que es de verdad.
- Y ¿podía ser que estuviera en las dos partes la luz? O sea, que estuviera… que igual que comparte Realidad también pudiera estar en la verdad, ¿eso podría ser?
AGC- No, no, eso es un arreglo. Eso es un arreglo. Lo que le pasa es simplemente que está afectada por esta contradicción que os he querido hacer vivir un poco. Adelante.
- (No, no, yo). Este… cuando habla la diosa, ¿dónde ver el truco que la diosa utiliza para decir en “lo que es lo que es…”? ¿Dónde está el truco?, ¿cómo verlo para que se cuele como verdad y no caiga en la Realidad?
AGC- Sí, puedes tirar por varios caminos; de algunos de ellos hablamos aquí. Puedes tirar por el de la esfericidad o circularidad. Ella hace como que esto que yo he dicho de la cópula ‘es’ que separa un tema que no es lo mismo que el rema, porque el rema está haciendo algo sobre el tema, lo anula y hace que efectivamente eso, esa formulación, pueda dar vueltas; pueda dar vueltas siempre sobre sí misma, que se pueda decir del derechas y del revés, y que dé lo mismo decirla del derechas que del revés. Ése es uno de los sitios por los que se puede ver el convenio ?el convenio? sublimador y imperioso que se presenta ahí de una manera ejemplar. Teníamos que… No, no es que me quede muy convencido de que habéis, no digo entendido, sino vivido, sentido, todo esto como yo, pero bueno, en fin, por si ayuda, teníamos que volver desde ahí, aunque es muy tarde, pues sobre nosotros, sobre el miedo, no hago más que enunciároslo así: el miedo, una cosa muy importante ?¿no?? para las cosas y para el tipo de cosa que nosotros en especial. Pues tenéis que recordar este propósito, porque yo creo que se enlaza lo que alguna vez también hemos descubierto que uno está condenado a tener miedo en dos sentidos enteramente opuestos, lo cual se entiende bien si uno llega al reconocimiento de que una cosa nunca es la que es del todo, y por tanto que uno nunca es el que es del todo: uno está siempre… uno está siempre mal hecho, y entonces se entiende, porque efectivamente uno tiene… uno tiene miedo de no ser lo que es, es decir, perderse, desdibujarse, quedarse sin destino, sin Futuro, sin fin, y este miedo es el que arrastra prácticamente toda la industria, todas la guerras, y todos los gobiernos. Y luego uno tiene miedo del límite precisamente. Es decir, que uno ha usado el fin, el ideal del fin, del límite, lo ha usado justamente para sostenerse en la Realidad, en la vida cotidiana, en la Historia, etc., sostenerse en la Realidad; ha usado ese fin porque esa pretensión de ser el que es, es el ideal: sin la pretensión del fin no habría nada costituido en uno. Uno sin la promesa de su muerte-futura nunca podría ser. Claro, de vivir no sabemos nada, pero desde luego nunca podría ser lo que tiene que ser, nunca podría ser el que es, ¿no? Y luego, paradójicamente pues uno tiene miedo del límite, del fin.
- ¿De qué?
AGC- Del límite, del fin, justamente ese fin que se ha usado para los medios prácticos anteriormente. Ésta es la cuestión que se abre y supongo que no será difícil encontrar cómo esto se relaciona con las cuestiones anteriores, pero como yo creo que es lo bastante tarde, ya por hoy, para más cosas, lo dejo aquí y entonces, si nos dejan seguir dentro de siete días, volvemos a partir de la cuestión del miedo y a ver las relaciones que pueda tener con…