30.12.2008

Tertulia Política número 158 (30 de Diciembre de 2008)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

  • “¿Qué es ‘tiempo’?”, el significado
  • El significado nunca está cerrado del todo
  • Las cosas nunca están cerradas del todo
  • Nosotros nunca estamos cerrados del todo
  • Mención de artículos presentados al Concurso acerca del ‘tiempo’
  • “Las cosas no son todas”, “la Realidad no es todo lo que hay”
  • “La Realidad no es todo lo que hay”
  • La tertulia política

 

  Tertu158-30-12-2008#Tertu158-30-12-2008.mp3

 

 

TRANSCRIPCIÓN:

 

 

Vamos primero a seguir, como en los días pasados, aprovechando algunas de las intervenciones de los físicos alrededor de ‘tiempo’, con motivo del famoso congreso del que ya hemos sacado, gracias a Caramés que ha impreso muchas de las intervenciones, algunas de las sugerencias.


Supongo que los que estabais en días pasados se acuerdan bien de que frente a todas esas intervenciones os planteaba la ausencia de la simple pregunta “¿Qué es?”, primero formulada así como “¿Qué es el tiempo?”, a la cual, más bien en vano, muchos de vosotros conmigo también tratábamos de encontrar alguna respuesta razonable, y viendo cómo al fin esta pregunta se trasformaba en la de “¿Qué es ‘tiempo’?”, con la palabra ‘tiempo’ entre comillas simples. De tal forma que veíamos que lo único decente, por lo menos para empezar y nunca terminar, era buscar en la lengua corriente ?necesariamente un idioma, como este mismo nuestro? las maneras en que se emplea ‘tiempo’, las frases en que la palabra ‘tiempo’ cumple una función, contribuye al sentido de la frase. De esos encontramos algunos ejemplos, y naturalmente advertíamos que no se podían excluir también las lenguas más artificiales (digo ‘más’ porque ninguna es natural, como sabéis), pero las lenguas más artificiales o especiales como por ejemplo la de las fórmulas de Física en que se presenta la variable t, por ejemplo, y hemos examinado también hasta qué punto en los empleos de ese símbolo t se pueden encontrar diferencias o concomitancias.


Esta busca, por un lado, efectivamente no puede menos de ser idiomática. Los que me acompañáis hace tiempo ya saben de qué estoy hablando: la lengua ?la lengua común? que habla de las cosas, que habla de la Realidad, no aparece nunca en la Realidad, sólo aparece en forma de idiomas, de lenguas de Babel: las corrientes o ‘naturales’ ?entre comillas? y las especiales, no tiene otra manera de aparecer. Y cómo encontrar el significado de la palabra ‘tiempo’ a través de sus maneras de empleo es lo mismo que encontrar la Realidad, porque  la Realidad es igualmente idiomática y depende estrictamente del vocabulario semántico que en cada uno de los idiomas se emplee. Así volvíamos a encontrarnos con esto: que evidentemente eso del ‘tiempo’ tendría que pertenecer a alguno de los idiomas corrientes o especiales con una determinada manera de uso, y que llegar a encontrarle de ahí el significado total, no tiene sentido, es una búsqueda interminable, como cada uno comprende si empieza a hacer este ejercicio de buscar sitios en que se dice ‘tiempo’ o en que se emplea el símbolo t, y comparar los unos con otros, eso es inacabable.


Y lo es justamente porque el significado es así, el significado nunca está cerrado del todo en ninguna lengua en que se tome la palabra, sea ‘tiempo’ o sea otra cualquiera palabra con significado. Nunca está cerrado del todo porque, como ya hemos declarado más de una vez, los usos de la palabra la están costantemente por un lado desgastando, ampliando o restringiendo significado, por otro lado tratando de confirmar que hay un significado, aunque nunca se le encuentre para la palabra ‘tiempo’ u otra cualquiera. Y, que por tanto, así como no hay un significado de cosa ninguna que esté cerrado y que podamos formular en una definición cerrada, así la cosa misma tampoco está nunca cerrada del todo, así la cosa está sujeta a la misma costante alteración por el sentido de la ampliación, disminución, el intento de rehacer su entereza que nunca se alcanza. Y lo que pasa con los significados, pasa con nosotros, de manera que lo que se diga del significado inalcanzable de la palabra ‘tiempo’ se está diciendo de la cosa que pretendía significar esa palabra: ‘el tiempo’; viene a ser lo mismo, es en ese sentido una búsqueda inacabable.


Estuvimos riéndonos un poco de los intentos de definición de un diccionario cualquiera de un idioma cualquiera; los intentos de definición que naturalmente no pueden hacer más que cortar manu militari porque si no serían interminables, nunca se podría acabar de definir no digo ya ‘tiempo’ sino ‘almeja’ o ‘clavel’, nunca acabarían de definirse, siempre algún uso con el que no se contaba estaría revelándonos que no habíamos dado con el significado total que pudiera sujetarse a la definición.


Claro, aparte, tenemos que decir entre paréntesis un momento, que lenguajes que pretenden no tener más cosas que las ideas que están fundadas precisamente por definición escapan de esto, por ejemplo una Geometría al estilo de Euclides, que fuera perfecta y cerrada, donde no habría más cosas que las establecidas por definiciones, de manera que ‘elipse’ no sería nada más que el resultado de la definición de ‘elipse’,  y ‘triángulo’ el resultado de la definición de ‘triángulo’. Pero esto, que parece ser una excepción, viene, como suele suceder, a confirmar la regla general sobre la que estoy volviendo con vosotros.


De manera que, inacabable como es cualquier intento de definición, demuestra lo nunca cerrado que es el significado de ninguna palabra de cualquier idioma, ni siquiera los idiomas especiales, como por ejemplo los de una Física, que, aunque pretendan, al modo de la Geometría, partir de definiciones, estar atenidas siempre a la experimentación, es decir, al intento de referirse a la Realidad exterior, nunca ningún significado de ningún término estaría establecido, y por consiguiente nunca sus cosas (las cosas de esa Realidad) estarían cerradas, terminadas, perfectas.


Dicho lo cual, no queda más que recordaros que nosotros no somos más que un caso de cosas, y que por tanto lo que acabo de decir de una cosa lo estoy diciendo de mí mismo o de ti mismo en cuanto personas, en cuanto entes reales. Un tipo de cosa que a nosotros nos parece muy importante porque es el nuestro, claro, que es cosa de casa, que es cosa de mero patriotismo, pero que, si no queremos enredarnos en falsedades del tipo humanístico o patriótico, nos obliga a reconocer que eso: que nosotros no somos más que una clase de cosas, un tipo de cosas, con características bastante bien determinadas, como cualquier molusco o cualquier flor tiene características bien determinadas, y nada más; como consecuencia de que tampoco eso de ‘hablar de las cosas’ es propiamente una propiedad nuestra, como se os suele decir por ahí, ya que debemos de suponer que el resto de las cosas de la Realidad igualmente hablan a su modo, cada una… cada una a su modo, que nosotros no entendemos, como las otras se supone que no entienden el nuestro. Porque se trata de un hablar en idiomas, en lengua real. Como os he dicho al principio, no se trata de ‘la lengua’ que no es ni humana ni de nadie, que simplemente es lo que habla de las cosas, y que por ello mismo tiene que estar fuera de las cosas, tiene que no ser real.


Bueno, pues este repaso me parecía conveniente para los que me seguís de ordinario y también para los que no, para que pudiéramos pasar dentro de un rato a cuestiones, a dudas, y que puedan ser siempre fructuosas, al mismo tiempo que seguimos volviendo sobre la cuestión de ‘tiempo’ ?de ‘tiempo’?.


He tomado nota de algunas de las entradas que han venido a participar, como concursantes o no, en el famoso Concurso cerrado hace unos días, por si alguno de vosotros tiene curiosidad de ir a buscarlas en la red (*), pero que tocan puntos que aquí son especialmente interesantes.


Os cito por ejemplo la de un señor Helling (H-e-l-l-i-n-g), que aborda de una manera muy simple la cuestión del tiempo relativo, es decir, el tiempo propiamente real en nuestro sentido, que después de todo es el que en la propia Relatividad aparece, y aparece dependiendo naturalmente de los medidores (de metro y de reloj). Este señor lo que hace es plantear la pregunta “¿Qué es un reloj?”. Dada la situación, naturalmente, exigiendo que se responda sin utilizar la noción de ‘tiempo’, que haya un medio de responder a “¿Qué es un reloj?” sin citar en esta respuesta la pregunta “¿Qué es tiempo?” ni nada que lo implique.

 


(*) Se pueden encontrar los artículos en la página  http://www.fqxi.org
Bueno, ésta es una de las entradas. Otras que van a tocar más de cerca de lo que estamos haciendo ahora estos días, son por ejemplo… (Ya os cité algunas de los que prefieren que ‘tiempo’ no sea nada primario, sino que primario sea por ejemplo ‘moción’, ‘movimiento’, y que lo de ‘tiempo’ sea una mera derivación; o que lo primario sea ‘cambio’: “Lo único que queda es el cambio”, según una interpretación trivial de la doctrina de Heráclito: primario es el cambio; y lo de ‘tiempo’ pues proviene de ahí de alguna manera secundariamente).


Bueno, pues también hay este señor, Fedorovich, que trata de establecer la relación del tiempo y sus varios usos en Física con la Termodinámica, con referencia a la Termodinámica; no coincidiendo pero, bueno, yendo por un camino parecido al de Carlo Rovelli (Rovelli), que es uno de los que han merecido más respeto por parte de los concursantes en esto, y donde también a la Termodinámica y sus leyes se les da un papel primordial. Y otro es un señor, Hauser (H-a-u-s-e-r), que trata de separar, como algunos otros hacen de otras maneras, bajo la palabra ‘tiempo’ dos tiempos: un tiempo que sería propiamente el tiempo propio (el proper time) que figura en las teorías y en las ecuaciones de ordinario, y otro que fuera un underlying time, es decir, un tiempo subyacente, que evidentemente tocaría con algo de lo que aquí hemos tanteado y hoy volveremos a tantear.


Lo más importante es que una y otra vez aparece en este debate la cuestión de la gravedad o la gravitación en relación con el tiempo. Nosotros vamos a proceder un poco por ahí, en principio, en ello por lo menos trataré de meteros, sustituyendo el misterio del ‘tiempo’ por el misterio del ‘peso’, para decirlo a lo vulgar. Porque evidentemente, después de todo lo que hemos estado viendo, los problemas y enredos que la cuestión del ‘tiempo’ plantea por todas partes, de manera que nos lo vuelve más que misterioso, enredoso, inmensamente enredoso, la cuestión de el ‘peso’, de que las cosas pesen, y los planetas pesen, y nosotros pesemos, parece mucho menos misteriosa, y es por tanto útil que a fuerza de preguntarnos “¿Qué pasa?”, pues percibamos algo del misterio que hay en esto… que hay en esto del peso ¿no?


Lo primero de todo (estoy empleando un lenguaje vulgar con la palabra ‘peso’, sin entrar de momento para nada en el descubrimiento de la masa y en las relaciones de la masa con la energía ¿no?, de manera que estamos en un lenguaje todavía bastante vulgar ¿no?) es misterioso esto tan natural que les pasa a las cosas y que nos pasa, algo misterioso por cualquier lado que lo miremos, por un lado si consideramos lo del ‘peso’ como un suceso: las cosas pesan, lo cual quiere decir que van unas hacia otras atraídas o, que en el caso de la gravedad terrestre, caen y se dirigen hacia en centro de la Tierra, que si lo tomamos como una especie de propiedad del cuerpo en cuestión, como si el peso fuera del mismo orden que el color o (peor todavía) que la forma de ese cuerpo, como si fuera un costituyente formal; que parece que la palabra ‘peso’ tira por los dos lados, y por cualquiera de los dos que tire, pues en contra de la evidencia ésta, demasiado inmediata y cotidiana, se vuelve bastante misterioso.


El punto es éste: con las fórmulas de Newton quedó establecido con precisión (por lo menos para ciertos ámbitos de la Realidad, como en primer lugar el ámbito de los planetas y los astros en general, y después por la aplicación a cosas más pequeñas), quedó establecido con esas fórmulas la relación que hay entre términos, que se llaman ya ‘masa’  (‘masa’, no ‘peso’) y ‘distancia’ (‘masa’ y ‘distancia’, esto tiene que ver con los dos aspectos vulgares con que os he presentado la palabra ‘peso’); masa y distancia en una relación numéricamente bien determinada, que todos vosotros conocéis desde la escuela con las fórmulas de Newton. Pero evidentemente hay lugar a presentarse “Bueno, muy bien, ésa es la relación numérica; ésa es la relación numérica de la gravedad (terrestre u otra), de la atracción mutua, con masa y con distancia”. Evidentemente se puede dar cuenta de las cosas que suceden en la Realidad sin contar con el tiempo (y de esto también os he traído ejemplos ilustres), efectivamente las interacciones entre los cuerpos a las que esas leyes tratan de responder (atracciones, repulsiones, choques y todas las demás complicaciones) puede entenderse como relaciones ?por así decir? puestas ahí, en un plano, sin hacer intervenir para nada al tiempo, y además éste es un intento que desde hace un siglo para acá ha tenido sus promotores, por ejemplo, la relatividad de Mach (M-a-c-h), de Mach, que respondía justamente a esta actitud, a esta visión; y también en nuestros años (aquí ya se ha citado varias veces) de Barbour (B-a-r-b-o-u-r, Julián Barbour) que igualmente trata de  prescindir del tiempo en la formulación.


De manera que esas interacciones de la atracción, de la gravedad, podrían reducirse a meras relaciones y no pasa nada, pero la cuestión es que pasa, es decir, que queramos o no, y por más vueltas que le demos, con la gravedad está pasando algo, con la gravitación está pasando algo, con cualquier forma de atracción está pasando algo. Ahora me estoy saltando una distinción, que se ha hecho fundamentalmente en los físicos, que es la distinción entre la masa inercial, que parece como si fuera propia del cuerpo, y la masa gravitatoria, que sin embargo en algunas teorías vienen a identificarse una con otra; en todo caso me lo estoy… me lo estoy saltando.


El problema es que en las fórmulas de Newton nos dan la relación bien definida entre el fenómeno (por llamarlo así) de la gravitación o en general de la atracción mutua y las nociones de masa y de distancia, pero no dicen cómo, ¿cómo se produce?, ¿cómo funciona?, de eso no pueden decir nada, eso no pertenece a la fórmula, y sin embargo pasa, pesa: el pesar, el atraerse, el caer (en algunos casos), pasan. Y esto es lo que os introduce en mi intento de la manera más directa: en la relación entre gravitación con tiempo ?gravitación con tiempo?, porque hay algún sentido de la palabra, algún uso de la palabra ‘tiempo’, en lengua corriente y en lenguas especiales, en que ‘tiempo’ no se refiere propiamente a relaciones de orden (que ya hace dos tertulias estuvimos criticando) de antes y después, desde antes y después; y menos todavía a ordenaciones en futuro, pasado y presente, sino que parece sugerir algo que está afuera de todo eso, eso a lo que este verbo vulgar ‘pasa’, en el uso que estoy haciendo de él, se está tratando de aludir: “algo que pasa”.


De manera que se nos sugeriría, como a veces por otros caminos se me ha sugerido, una relación entre el misterio de la gravedad y el misterio del tiempo que no es el de los calendarios y el de los relojes, porque ése desde luego no tiene ningún misterio. Ése no tiene ningún misterio, y si nos quedamos con él, nos quedamos dentro de la Realidad y tan tranquilos, ¿no?, sino que más bien tiene que ver con este uso que hago del ‘pasa’ en las frases que os he soltado.


Antes de daros la palabra os recordaré también ya, que he encontrado entre las entradas que Caramés me ha proporcionado (él ha recogido muchas más de las que yo he podido leer todavía) que es tal vez de entre ellas la que más de cerca me parece tocar a esto que os estoy diciendo del relacionamiento de gravedad con tiempo. Es de un señor Faucett  (F-a-u-c-e-t-t) bueno, y que es una entrada bastante corta pero no os la voy a leer; ésta es del primero de diciembre de este año, según me anota Caramés. Algunas de las fórmulas que emplea: dice “Este escrito propone que tiempo (time) es un proceso (process), es un proceso y a su vez requiere una fuente de poder (power source), una fuente de poder para ‘funcionar’ ?entre comillas? y que ese poder (power), esa fuente de poder es la gravedad”. De manera que como veis, aunque empleando un lenguaje que no es desde luego el que aquí he tratado de introducir una y otra vez, pues algo está rozando en ese sentido. No puedo entretenerme en leeros cómo él explica la cuestión ésa de process, de proceso, que le hace venir a decir que time es un process, y que por tanto requiere una power source, una fuente de poder, que tiene que buscar en algún sitio, pero bueno. Bueno, eso ya os hacéis un poco de idea.


Y más adelante, en otro sitio, dice (emplea la noción de ‘potencial’, que viene a decir una cosa que aquí hemos encontrado de muchas otras maneras como ‘posibilidad’ que hemos venido oponiendo a ‘futuro’ y a ‘cálculo de probabilidades’, siendo lo contrario ‘posibilidad’ que ‘cálculo de probabilidades’, y sacándonos fuera de la Realidad. No tiene mucho que ver la forma en que emplea el término potencial (potencial, potential), dice “El potencial relativo de la gravedad en este modelo (en el modelo que él presenta) proporciona una fuente de poder para que el tiempo funcione”, (“para que el tiempo funcione”, aquí ‘funcione’ viene a ser lo que estaba diciendo antes como ‘pase’ ?‘pase’, para que el tiempo pase? sino que dicho en lenguaje ya científico ‘funcione’ (function), pero viene a ser algo por el estilo). Esto lo relaciona con la fuerza entrópica y la de las fluctuaciones, de las relaciones de entropía, y dice que lo mismo que la fuente de poder de todo esto, la gravedad, fluctúa (fluctuates), así también lo hace el tiempo (time).


- Perdona, Agustín, y cuando habla de gravedad, ¿dice ‘fuerza gravitatoria’ o dice ‘gravedad’?


AGC- ¿Perdón?


- ¿Qué palabra usa?  Cuando se refiere a gravedad, en inglés…


AGC- Gravity, gravity.


- ¿No usa ‘fuerza’ para gravedad?


AGC- Gravity, aquí. Gravity, que es el… bien usado. Bueno, habla de algo más, interesante para nosotros, que es también algo que dice respecto a las cosas, a la Realidad, dice “La realidad, por su propia naturaleza, puede definirse como la capacidad para engendrar un campo gravitacional, en otras palabras: el sistema entrópico natural de la interacción masa/energía con la gravedad” (“interacción de masa/energía” [] que vienen a identificarse con la gravedad, que queda fuera). Eso parece que no tiene que ver, pero, bueno, tiene que ver lejanamente con lo que aquí cada vez os he propuesto: la Realidad consiste en que costantemente las cosas se están deshaciendo y resistiéndose a deshacerse. De manera que aunque os parezca que esto de la entropía queda muy lejos, pero sin embargo el Concurso []. Aquí hablamos siempre en lenguaje vulgar: las cosas están costantemente deshaciéndose y tratando de defenderse o rehacerse de eso. Eso viene a ser a lo que estas cosas aluden. No os voy a leer más. No os voy a leer más del señor Faucett, ya si queréis lo buscáis también, está igualmente en la red, pero tenéis por tanto un acercamiento, de parte de los físicos que han intervenido en todo esto, a cosas que aquí, partiendo de regiones muy distintas, también más o menos nos han venido saliendo.


Para nosotros las cosas parece que no son fáciles de descubrir y de decir en dos palabras de la lengua vulgar y corriente, aunque sea un idioma como el nuestro: “las cosas no son todas”, “la Realidad no es todo lo que hay”, la consecuencia de eso es que ni podemos pensar en un límite preciso de la Realidad al estilo de esos Universos que os enseñan en la televisión de vez en cuando, ni para cada cosa podemos pensar tampoco en que esté nunca del todo hecha, ni sea nunca del todo la que es. Y como nosotros no somos más que un caso de cosas, pues para cada uno de nosotros, lo mismo: nunca está del todo hecho (gracias al diablo, porque si no, no tendríamos nada que hacer aquí), nunca está del todo hecho, siempre le queda algo por hacerse y deshacerse, y al mismo tiempo ?claro, como para cada cosa? uno tiene que contar con la resistencia a descubrir que no es del todo el que es, que es mentira, y tratar de demostrarse a sí mismo y al resto de las cosas que sí, que es el que es.


Todo esto se dice, como veis, en lenguaje corriente, y viene a ser de donde podemos abordar todo esto de la relación entre las cosas que se llaman ‘gravitación’ y que se llaman ‘tiempo’: saliéndonos de la Realidad. Naturalmente que me estoy apoyando en este momento en que el fracaso de la teoría más prestigiosa, y además de demostrada aplicabilidad en nuestros días, que es la Cuántica, la Mecánica Cuántica, el fracaso bastante declarado en dar razón unánime, ni con la String theory ni con otras, de eso de la gravedad.


La Realidad no es todo lo que hay, y por tanto basta con descubrir esto para que podamos lanzar afuera el origen de estos misterios. ¿Cómo es que las cosas pesan y nosotros pesamos, y eso es al mismo tiempo un suceso o proceso, y al mismo tiempo parece ser una característica de las cosas? Todo eso se entiende bien si la Realidad está costantemente deshaciéndose, perdiéndose límites, hundiéndose en la verdad no real, sin fin, pero que está fuera, entonces es bastante fácil. Es fácil de entender que esta especie de deshacimiento costante de la Realidad en lo sinfín es efectivamente una fuente de poder (por emplear el término de Faucett) que hace que las cosas se atraigan (según las leyes de Newton), no sólo los planetas sino también en los casos de la electrodinámica o en el caso de magnetismo, en el caso del imán, y hasta que los animales de sexo distinto (cuando hay sexos) se atraigan uno a otro, y todas las demás cosas: son cosas que pasan, son procesos o sucesos, y desde luego todo tiene que venirnos de ahí: de que nos estamos continuamente perdiendo, y eso mismo sería tiempo no real; eso mismo sería tiempo de verdad, sin la menor… sin la menor distinción. Está claro que saliéndonos de la Realidad, el empleo de palabras tan reales como ‘gravedad’ o como ‘tiempo’, no tiene mucho sentido. Por eso da lo mismo… nos da ya lo mismo que empleéis una o que empleéis otra.


Y con este vislumbre me voy a callar. Por vuestra parte, hoy u otro día, estará en sacar las dudas que respecto a todo esto se presenten, pero quiero antes de daros, de dejaros, de soltaros, la palabra, quiero volver a insistir en lo de cómo esto es una tertulia política, porque el otro día un grupo de muchachos que caían casi todos de nuevas, a la salida me preguntaban esto, estaban muy interesaos en todo lo del tiempo y todo eso, pero preguntaban “¿Y esto de que esto es una tertulia política y…?”. Por tanto, para quien todavía no esté acostumbrado a hablar de la manera que aquí hablamos, pues conviene recordarlo.


Es la sola política que puede hacer el pueblo-que-no-existe en contra de el Poder, en contra de las personas, en contra por tanto de la Realidad. Es la única que consiste justamente en desmentir; desmentir la Realidad ?desmentir la Realidad?, y esto cualquiera, aunque haya caído hoy por primera vez aquí, pues lo entiende sin más. Sabemos que el Poder, la Realidad, se sostienen solamente por la Fe; el Dinero es el ejemplo perfecto: el Dinero, Realidad de las Realidades, sin Fe es inconcebible, el Dinero es puro Futuro, puro crédito y no puede ser otra cosa. Y esto naturalmente se puede extender al resto de las Realidades.


Y así como es dudoso lo que se puede hacer contra las torres o los tanques,  está claro lo que se puede hacer contra la Fe; y lo que se puede hacer contra la Fe es dejarse hablar, caiga quien caiga, y por tanto desmentir.


Ésa es la primera y la sola acción política que se puede hacer desde abajo, que el pueblo-que-no-existe  (que no es real, que no existe) puede hacer. Si a alguno para desmentir, para descubrir la mentira de lo que nos hacen y de lo que hacemos, y de lo que nos pasa y de lo que somos o dejamos de ser, si a alguno para desmentir, para dejarse hablar contra eso, le hacen falta razones, se pregunta “¿Y por qué voy a hacer eso?”, ése no debe venir a esta tertulia, no tiene por qué venir a esta tertulia, a quien le hagan falta razones para dejarse hablar en el sentido de desmentir la Realidad, hablar contra la Fe, a quien le hagan falta razones, no debe venir aquí, debe más bien ir a los muchos que alrededor le cuentan y confirman cómo es la Realidad, ir a ver esos programas televisivos donde les cuenten las maravillas del gran… ¿cómo se llama?


- Acelerador.


AGC- ¿Eh?


- Acelerador.


AGC- ¡Acelerador! …del gran acelerador o cualesquiera otras, y la reproducción del origen del Universo o Big Bang por medio de unos cuantos kilómetros de tunelitos y de dínamos y cacharros que van desvirtuando y rehaciendo partículas: el gran acelerador. A eso es a donde debe ir quien necesite razones, ahí le explican todo y se lo explican naturalmente en el sentido en que toda Ciencia bien admitida por el Señor, bien admitida por el Poder, tiene que hacerlo: confirmando, tranquilizando respecto a que se sabe lo que es Realidad, sugiriendo que la Realidad es de verdad, que es verdad y que no hay más que eso, y que la Realidad es lo que es. Sólo en ese sentido tiene que hacerlo, ésa es hoy día la Religión dominante, no hay otra. Ya sabéis que las demás, los restos de las otras, están simplemente para complementar y distraer ?los restos de las otras?, pero todas están sometidas a la única Teología dominante que es la de la Ciencia.


De manera que está claro también que quien necesita razones para proceder a esta acción primaria, que es desmentir, nunca podrá tampoco hacer ?hacer bien? ninguna rebeldía ni nada. El peligro de los movimientos de rebeldía lo conocemos bien, aunque nada más sea por triste experiencia: el peligro de las revoluciones de cualquier movimiento de rebeldía contra el Poder ha sido y es el realismo: se produce la revolución, se produce la revuelta, y entonces siempre hay entre los participantes (personas, por desgracia, no pueblo-que-no-existe), hay entre los participantes algunos que estiman que esa revolución tiene que tener un Futuro, que hay que tomar medidas para que efectivamente se consolide la rebeldía y que tenga efectivamente un éxito (perdurable, si es posible).


Es decir, se rinden a las armas del enemigo, porque el Futuro es del Señor, es del Poder, porque efectivamente el atenimiento a la Realidad como es incontrovertible también de Arriba, el Futuro es del Dinero, el éxito es de los mandamases y los ejecutivos, y por tanto de esa manera el realismo, el afán de realismo, viene a utilizar las armas del enemigo y a que suceda lo que ha sucedido en general con las revoluciones: que queden  asimiladas al Poder, que contribuyan a un cambio (a un cambio evidentemente para que el Poder siga manteniéndose, no para que el Poder caiga, para que se mantenga mejor) y esto, por si hacía falta recordároslo, es la manera en que las rebeliones caen, en que las rebeliones quedan asimiladas. Conviene recordarlo, y espero que, lo mismo a los amigos del otro día que a los presentes, con esto les quede un poco claro qué es lo que estamos haciendo cuando estamos desmintiendo el tiempo y tratando de sacar el misterio y cuestión del tiempo fuera de la Realidad, y cómo esto es política contra la Fe: desmentimiento.


Bueno, pues después de este breve recordatorio de cómo esto es una tertulia política, os dejo ya que corra la palabra por ahí respecto a la cuestión de tiempo y demás. Y adelante, sin más. Sí.


- Has hablado Agustín de la relación entre…


AGC- Perdona, bueno, es igual.


- Ah, perdón.


AGC- Es que había sido ella antes, pero, bueno. A ver.


- Sí. Bueno, yo es la primera vez que vengo aquí…


AGC- Claro, no importa. No importa.


- …Así que voy a lanzar algunas ideas, porque…


AGC- ‘Ideas’, si puedes, no las sueltes. Suelta dudas y objeciones, insultos también, pero ideas no. Ideas, no.


- ¿No? Es que, bueno, no sé, parece ser entonces que el tiempo sería una convención. Yo pienso que a lo mejor el tiempo realmente no existe, lo que existe es el movimiento…


AGC- Mira, mira, no: Sí, efectivamente no has venido ningún día. Eso ya llevamos varios días, y la cuestión de si el tiempo existe o no existe ya salía hasta en las entradas ésas de la red de los físicos: ‘existe’ ?‘existe’? y ya, si has oído, quiere decir ‘es real’, es de la Realidad…


-  Que yo creo que no es real.


AGC-…y las invenciones y las ilusiones son reales también, no valen, no valen, no nos sacan para nada fuera. Bueno, ¿qué más había?


- Sí. Has hablado de la relación entre tiempo y gravedad, pero no has… no me ha parecido que hayas puesto algún ejemplo en que…


AGC- Más que ‘hablar’ he sugerido, a ratos por boca de estos hombres  ([] Faucett) a ratos no, cómo se puede hacer la reducción a fuera. El cómo es el que he dicho: no hay más remedio, para lo uno y de lo otro, que salirse fuera (vamos, uno no puede salirse personalmente, pero salir, dejar que el razonamiento se salga fuera), y eso es lo que hace que se puedan equiparar de alguna manera y que no se pueda entender ni lo uno ni lo otro (ni la gravedad ni el tiempo) si no es contando con esto que descubrimos acerca de la no totalidad, desmenuzamiento y rehacimiento costante de la Realidad, hundimiento, caída o perdición en la verdad de lo que no es. De manera que sería ya una cosa que tiene la apariencia de una dinámica, pero por supuesto es una dinámica que tiene por objeto la Realidad misma, y el descubrimiento de que no es todo lo que hay, saca fuera a la gravedad y al tiempo.


- Es decir que mencionar la gravedad significa mencionar el movimiento.


AGC- El movimiento no, el tiempo, es lo que he dicho yo.  


- Sí, sí, pero la relación entre el tiempo y la gravedad sería el movimiento que la gravedad produce… 


AGC- No, no. Vamos a no decir ‘movimiento’, a decir lo que he dicho con el verbo vulgar ‘pasar’ cuando os decía el misterio del peso. El misterio que desaparece con las fórmulas de Newton, que dicen la relación entre masa, distancia y atracción o gravedad, pero no dice cómo, no dice qué pasa, y sin embargo pasa; sin embargo lo del peso pasa. De manera que para no decir ‘movimiento’ digamos ‘pasar’.


- En el caso de las ecuaciones de Newton es un claro ejemplo del papel de la Ciencia, o sea, no da explicaciones, sólo costata las relaciones que hay…


AGC- Ah, no, no. Eso…


- …O sea, dice que no supone ninguna hipótesis ¿no?


AGC- … eso vale y ha valido como explicación ¿eh?, naturalmente para los que se contentan con que ‘la Realidad es lo que es’, que son la mayoría. Y para ellos eso pasa. ¿A cuántos se les ha ocurrido preguntar que a las fórmulas de Newton les falta explicar cómo es que pasa eso? ¿Cómo es que pasa?, ¿de dónde viene? A nadie prácticamente.


- No, pero, Agustín, yo pienso que sí.


- A él mismo, pero se remite a… o sea, renuncia a cualquier hipótesis.


- Si ya sabemos que vale para resolver problemas, pero nada más. Eso ya lo sabemos.


AGC- No te oigo bien.


- Que desde Galileo, la Física sólo vale para resolver…


AGC- ¿Cómo? ¿Cómo?


- Es que esto es un rollo que yo tengo contigo desde el primer día que vine aquí, es que es así. Desde Galileo, vale: la Física vale para resolver problemas, y ya está. Desde Galileo y Newton y hasta aquí: resuelve problemas, no explica nada…


AGC- ¿Y antes?


- …Y entonces, ¿por qué le tenemos ese odio tan…?


AGC- Y antes ¿por qué no?


- ¿Por qué no nos vamos a la Física de Aristóteles nunca?


AGC- ¿Y por qué no nos vamos antes?


- O antes.


AGC- Claro, es donde hay que ir…


- Pero es que no nos vamos.


AGC- …O sea, adonde yo me voy…


- Pero es que no nos vamos. [Y estamos] con la red, que no salimos de la red ni vamos a salir nunca.


AGC- …A donde yo, Rosa, a donde voy todos los días, aunque no te des cuenta: a antes.


- Pues nos vamos, pero luego caemos en la red de Caramés y ya no salimos nunca.


AGC- No. No a Aristóteles, porque Aristóteles ya hacía lo mismo.


- No hacemos más que caer…


AGC- ¿Qué tiene que ver eso?


- …en lo mismo tó el rato.


AGC- ¿Qué tiene que ver eso?, no entiendo.


- Vámonos a la historia de Aristóteles y las esponjas: que si suenan, que si no suenan las esponjas, y toda esa historia.


AGC- ¿Qué dices de ‘historia’? A Aristóteles lo he estao sacando aquí a propósito de la cuestión (supongo que estabas el otro día, hace dos tertulias) de el tiempo como ordenamiento de antes y después…


- Pero en una Física cualitativa eso no hace falta.


AGC- …Ahí tienes un ejemplo de una Ciencia bien temprana, como la de Aristóteles. Y aquí desde luego nos lanzamos siempre de Aristóteles para atrás, de Aristóteles y Platón para atrás, para descubrir esos atisbos de pensamiento todavía no científico, todavía no filosófico, que nos quedan en los harapos de Heráclito…


- Claro, y entonces ¿pa qué nos tiramos luego para [] para confundirnos?


AGC- … en Parménides, a eso nos vamos. Pero, bueno, no sé bien a qué viene esta alusión a la Historia.


- Pues a que esta recurrencia continua a la Física [] que sólo resuelve problemas,  que está muy bien…


AGC- Toda Física ha servido para lo mismo. Como he dicho antes…


- …pero vámonos a la de antes, a la cualitativa…


AGC-…Como he dicho antes…


- …a la que no era…


AGC- Como he dicho antes, toda Ciencia que sea acepta para el Señor ¿eh? (hay que añadir siempre esto): toda Ciencia, toda Filosofía, que sea acepta para el Señor ha tratado de hacer siempre lo mismo: asegurar, tranquilizar, rehuir el descubrimiento de la mentira (eso aquí no funciona), las Ciencias, las Teologías, todo. Bueno. Te habías lanzado, en medio estaba ¿quién?, ah, tú.


- Pues que tampoco he entendido muy bien la relación entre gravedad y tiempo, y entre el deshacerse las cosas y que las cosas se atraigan. Si la relación entre gravedad y tiempo está en que son cosas que pasan, o en que hay que salirse afuera cuando uno se pone a pensarlas en serio, a mí me parece que eso pasa con cualquier cosa que uno se ponga a pensar en serio, que dentro de la Realidad, manteniéndose dentro de los límites de la Realidad, no se puede entender nada.


AGC- Sí. Pero que entender más que en el sentido de eso, de la conformidad…


- Pero me parecía que la relación que se establecía era algo más estrecha que ésa. Y no sé si tiene que ver esa imagen…


AGC- Bueno, lo de ‘pasar’ es dentro de la Realidad…


- Sí.


AGC- …Es decir, eso de que aparte de las relaciones numéricas entre los ingredientes de la Realidad, eso sea de alguna manera algo que pasa, eso es lo que no se puede ya explicar: lo que lanza fuera. Ésa es la cuestión. Y naturalmente el que los átomos (de una [] u otra), las cosas corrientes, los planetas, los animales, por ejemplo con atracción sexual, la piedra magnética y el hierro, o cualquier cosa, se atraigan de una manera especial, específica, eso depende de condiciones reales de cada una, evidentemente. Eso depende de las condiciones del animal, del astro, de la piedra magnética, del hierro, de todo eso, pero el hecho general de que ahí suceden esas cosas, esas atracciones, esas interacciones, que además podían tomarse como universales a la Realidad, y además abarcando en mayor o menor grado cualesquiera elementos de la Realidad, con los problemas de la istantaneidad y la simultaneidad que otras veces hemos sacado, el que esas cosas, aparte de ser así dentro de la Realidad, pasen, sucedan, eso es lo que nos lanza fuera, y nos lanza fuera de tal manera que colocar fuera la palabra ‘tiempo’ o la palabra ‘gravedad’ es impropio, porque son palabras que se han hecho, se han criado para decir cosas reales.


- Pero lo mismo pasaría con ‘movimiento’, con ‘espacio’, por ejemplo. Con amor…


AGC- Sí, no sé si lo mismo, pero, bueno, pasarían cosas similares. Evidentemente, tienes razón: cualquier pensamiento que no sea conforme, hecho para la conformidad, nos lanza fuera, eso es verdad. En este caso interesaba hacerlo sentir en cosas que son tan palpitantes como el ‘tiempo’ y la ‘gravedad’.


- Por eso, me parece que ahí, que hay más relación; que la relación que tú presentas es más estrecha, pero yo no acabo de ver por qué es más estrecha.


AGC- No. Yo tampoco.


- Me parece que tiene que ver, por ejemplo, la imagen ésa con la que solemos representarnos lo de la Realidad deshaciéndose, que nos la solemos representar como cayendo, pero eso es una imagen.


AGC- Ya. Es que la verdad es que lo de ‘caer’, para la interacción, es algo que está muy determinado por la gravedad terrestre, no podemos atenernos mucho a lo de ‘caer’, es que hasta el verbo ‘caer’ de los idiomas está hecho en general para las manzanas y para nosotros, que caemos. Pero evidentemente ya mismo los planetas no se puede decir que ‘caigan’ el uno sobre el otro, obedecen a las fórmulas de Newton de otra manera. De manera que por eso es mejor decir ‘deshacerse’, pero el deshacerse, el perderse, fuera, aunque no se le llame ‘hundirse’ ni ‘caerse’, parece que está introduciendo ya efectivamente en las cosas toda clase de procesos contradictorios, a los cuales se refieren esos términos ¿no?   


- Sí. Esos procesos son mayormente de atracción, son los que…


AGC- Ninguna es satisfactoria, porque además la atracción tendría que incluir también la repulsión, porque evidentemente de ahí es el mismo fenómeno, el que por ejemplo en los fenómenos electromagnéticos se produce, que evidentemente se dan en los dos sentidos como si fueran el mismo: atracción y repulsión. Bueno, más. Sí.


- En esto que venías diciendo de la gravedad y el tiempo, y estas imágenes que parece que estamos pensando ¿no? de  cómo lo visualizamos, a mí me venía (además una descripción en palabras muy claras) un reloj de arena, cuando utilizas el paso, incluso en ese deshacerse y resistencia a deshacerse los granos que se rozan y crean el ritmo ¿no? de la caída. Pero yo la… bueno, me venía a mí…


AGC- No, está bien, está bien.


- …Me sugería mucho todo lo que…


AGC- Es evidentemente, como dices, una imagen. Pero bueno.


- …Incluso esto del diablo, de que no está del todo hecho y quién le da la vuelta a todo esto. Yo venía… me venía pensando que qué mide el reloj de arena cuando cae ese último grano, y sobre todo quién le da la vuelta al reloj de arena. Como que ahí de pronto desaparecía un poco la…


AGC- Lo de “quién da la vuelta” ya sabes que puede haber un mecanismo que lo prevea y que por tanto iguala al reloj de arena con los nuestros ¿eh? Pero para relojes, que son después de todo un tipo de cosas, hay que acudir, como en la entrada de este hombre, a preguntar ¿Qué es un reloj? (de arena o mecánico o como sea) sin que en la definición entre la palabra ‘tiempo’. De todas formas tu caída de la arena en el reloj de arena, que puede dar lugar a la inversión periódica, una imagen útil, si hace falta, para entender esto que propiamente entenderse no se puede, esto del resultado del desmentimiento que nos lanza fuera de la Realidad. Sí.


- Agustín, en la relación ésta del tiempo como proceso con la gravedad, hablabas de una fuente de poder…


AGC- No, eso era Faucett.


- Ah, pero en lo que estamos aquí… Entonces ¿no lo metemos…?


AGC- Sí, yo lo usé. Dije “por emplear el término de Faucett”, lo que evidentemente no es en el sentido que él lo emplea del todo, pero bueno, yo lo aprovechaba. Pero sí, queriendo decir que desde ahí, desde fuera, desde esa perdición, como se puede explicar (como se puede no entender pero se nos puede sugerir) que suceden las cosas dentro, que pasa el tiempo real dentro, y que caen los pesos dentro, ¿eh?, a partir de ahí, a partir de esa perdición hacia fuera. Sí.


 C – Bueno, lo primero, que esas cosas de la red, yo creo que hay que sentir un poco el dominio de la Ciencia y de sus teorías sobre todos nosotros. De manera que el intentar desmentirla o, al menos, aunque sea desde formas de actuación como es la tertulia política, creo que es importante. Así que, que los científicos se hayan liado con el problema del tiempo y la gravedad y se organicen unas discusiones y conflictos entre ellos, y que además recurran en muchos casos a Aristóteles para intentar resolverlas, es un ánimo. Creo que, independiente de la miseria de la red, eso puede servir. En todo caso yo traigo esas cosas aquí en ese sentido ¿no?


AGC- La confianza. Sencillamente da confianza ver cómo se las lían y con qué empeño además se las lían en torno al tiempo. Lo mismo que da mucha confianza cuando los políticos se arman los grandes líos, o hace poco tiempo se organizó la famosa crisis económica y todo eso. Bueno, son cosas que no es que satisfagan, pero, como dice Caramés, animan. Dan un poco de confianza en que siempre se puede, por aplastante que sea, las posibilidades son sin fin.


 C - Sí. Sobre la otra cuestión: el sacar la jerga de la físico-matemática es siempre un lío, pero a veces es útil. Por supuesto, los científicos y los matemáticos lo usan desaforadamente, ellos nos sueltan una ecuación donde viene la variable ‘tiempo’ y parece que saben de lo que están hablando, saben de lo que se está hablando. Pero volviendo a la cuestión ésta de los campos gravitatorios o la gravedad, o como quieran llamarlo, en todo caso yo no sé hasta qué punto (hice una pregunta a Agustín), hasta qué punto, cuando en la Gramática se hace una frase bimembre, relativamente sencilla (por ejemplo, para bromear un poco “El tiempo pasa”, una frase bimembre) ahí, hasta qué punto, en la segunda parte de la frase sería la parte de la ecuación (si relacionábamos en Física) que lleva la variable ‘tiempo’, o si queremos: juntamos un nombre con un verbo y los índices que por lo menos se refieren a ‘tiempo’ están en muchos casos en una de las partes de la frase bimembre. Entonces yo quería pensar eso en relación, por ejemplo, a las formas en que las ecuaciones (sea la de Newton o sea la de Schödinger) aparece. Efectivamente, en uno de los miembros normalmente procuran decir el tiempo está en uno de los miembros y en el otro miembro está el operador (lagrangiana,  hamiltoniana, o cualquiera de las apariciones del operador que quieran usar). En ese sentido ¿cómo podíamos usar las frases de la lengua corriente con índices temporales en relación a las ecuaciones que ya son aparatos matemáticos mucho más sofisticados, claro?

 


AGC- Bueno, en primer lugar, han surgido las ecuaciones y las fórmulas en idiomas corrientes (por no llamarlos ‘naturales’) como estos nuestros, que tienen una dotación de artilugios, como son lo que llamamos ‘tiempos verbales’, incluso con eso que enseñan en la escuela de que decía que hay pasados o pretéritos, que hay futuros y hay presentes y todo eso,  y evidentemente eso ha condicionado el desarrollo de los idiomas especiales de una manera increíble. Desde luego, en la lengua hablada no suele decirse, en bimembre, “El tiempo pasa”, que si quisiéramos relacionarlo con la fórmula de éste, habría… habría que ponerlo al revés, porque ‘tiempo’ estaría en el sitio de la gravedad o interacción, y el primer miembro estaría el segundo, con la masa y la distancia.  En general, aquí no se ha dicho ni debe decirse, que lo que pasa es el tiempo, o que el tiempo pasa.


 C – No. Me refiero a la frase como ejemplo de frase gramatical.


AGC- Sí, sí. Aquí… aquí… aquí no debe decirse, porque eso efectivamente implica el que se toma ‘tiempo’ como el tiempo real, como suelen tomarlo las fórmulas, y por tanto un tiempo ya con futuro y con pasado, nada menos. Aquí lo que hemos costatado en estos fenómenos ‘¿qué pasa?’, pasan cosas, pasa algo. El pensar que ese ‘pasar’ es el tiempo que pasa, eso ya es una aberración, en parte de las lenguas corrientes y en parte confirmada en las ecuaciones y en las fórmulas. Sí. 


- Parece lógico que haya una relación entre masa, gravedad y tiempo, porque si dejamos caer una cosa de mucha masa, caerá más rápido que…


- Que una pluma.


- …que una pluma, pues sí, por ejemplo ¿no? O sea, pesa más y cae…


AGC- Eso ya Galileo…


- Bueno, cae más rápido.


AGC-…Eso Galileo… Galileo, el hombre, se subió a la Torre de Pisa para demostrar que no. De manera que no hace falta que volvamos sobre eso.


- Bueno, pues de todas formas hay distintos tipos de cosas, porque hay cosas que no… que no se someten a la ley de la gravedad, por ejemplo los que están por ahí arriba, los planetas…


AGC- Otra. Sí.


- …Tal vez son esos los que se dejan ir, no los que caen.


AGC- Es que los que os hablan… los astronautas, que ya a cierta distancia pierden la gravedad y tienen incluso que crear una gravedad artificial mediante un aparato giratorio para que no se queden del todo sin ella, os hacen tomar la gravedad como la gravedad terrestre, pero evidentemente si esos astronautas que se han eximido de la gravedad terrestre estuvieran eximidos de la gravedad en general, no podrían ni siquiera mover los objetos ni las manos, no podrían hacer nada de eso. Es una confusión también ilustrativa de cómo os engañan por la tele y por la divulgación en general ¿no? ¿Qué más?


 C – Bueno, sí. Yo, sobre algunas de las formas en que los que atacan, los físicos que atacan a los que niegan, que dicen “El tiempo no existe, es una ilusión”, (que todas estas frases evidentemente han sido ya desmontadas aquí, en la tertulia) pero, en todo caso, una de las maneras que atacan a los que dicen que el tiempo es una ilusión, es planteándose precisamente fenómenos como éste, es decir, si ?pongamos el sistema del átomo? una partícula entra en el sistema, y suponemos que el átomo está fijo, al menos esa partícula estará haciendo un proceso,  y en ese proceso habrá un tiempo, para evitar los problemas de equilibrio y tal. Entonces, en esa manera, es como situar de alguna manera la oposición de las cosas que se atraen, en donde una de ellas (podemos decir que está en un lado de la frase bimembre), una de ellas respecto a la otra tiene un proceso. Se  supone que a la otra se la deja como si estuviera [], ya nombrada ¿no? En ese sentido es… 


AGC- Entonces sería una pura convención, porque la otra tampoco puede.


 C – Sí, tampoco, evidentemente. Automáticamente se puede reconocer que ella misma está en relación a, pero es una de las maneras que quería plantear respecto a las cuestiones: cuando quieren negar que haya tiempo, que el tiempo existe, cuando dicen que es una ilusión, uno de los argumentos que sacan es éste. Es decir que las ecuaciones en uno de los lados siempre podemos poner el tiempo, por lo tanto no hay manera de librarse de eso que llaman ‘tiempo’.


AGC- Es un buen trance. Efectivamente, para entenderlo, muchas veces hay que practicar esa convención o abstracción: a uno de los elementos se le considera exento de las cosas que le pasen al otro, porque la atención está en lo que le pasa a uno de ellos ¿no? Es  que, a veces, hay disimetría. Esto es muy importante, y esto ?no sé? me hace recordar algo muy, muy general: cuentan con la quietud. La misma noción de ‘masa inercial’, la misma noción de ‘inercia’ está contando con la quietud como si fuera algo real; como si fuera algo real: es un convenio que la Física tiene que emplear a cada paso; luego se ve que es mentira. La única quietud…


- Salvo con el fotón, vamos


 AGC ?…La única quietud es el movimiento. Por lo cual el movimiento pierde una importancia extrema, porque precisamente no se opone a quietud. La única quietud real es el movimiento, porque la quietud es inconcebible en la Realidad; la quietud no puede concebirse en la Realidad, y la única quietud propiamente real es el movimiento como costitutivo. Y además podemos decirlo también hablando del cambio: el único ser real es el cambio. Porque ya sabéis que lo de que las cosas pretendan ser lo que son y uno de nosotros pretenda ser el que es, es algo que le viene mandado desde el reino del ideal, que evidentemente rige la contradicción en la que estamos metidos, pero que nunca puede  r e a l i z a r s e; ‘el ser el que es’ nunca puede realizarse; una cosa nunca puede ser la que  es; uno nunca puede ser del todo el que es. De manera que, lo mismo, se puede decir que “El único ser que aparece en la Realidad es justamente el cambio, la contradicción, el no-ser”. Sí.


- En la comparación tan hermosa que ha hecho Luis entre las ecuaciones y las frases bimembres, la aparición del verbo, me parece que incluye tiempo, no porque permita sus declinaciones, sus desinencias…


AGC- Conjugaciones.


- …sus conjugaciones, sino porque… porque el verbo es acción, y una acción sólo tiene sentido desarrollada en el tiempo.


AGC- Bueno, eso ya, hombre, es muy realista ya. Recuerda que las frases no tienen por qué tener verbos. Efectivamente…


- No: lo digo en este caso de frase bimembre.


AGC- …Efectivamente, nuestras lenguas, sobre las que la Ciencia dominante se ha establecido, tienen verbos, con sus temas de verbos, desde las antiguas hasta las nuestras, y eso ha tenido una influencia decisiva en la elaboración de las nociones científicas. Pero, vamos, aún en nuestras lenguas no tiene por qué haber en una frase bimembre verbos, puede decir “¡Uy, eso, qué oscuro!”.


- Sí, pero estaba hablando de los ejemplos de frases bimembres que incluyen verbos, y que el verbo, independientemente de su conjugación, ya lleva implícito el tiempo.


AGC- No, no. No veo por qué. No veo por qué el verbo tiene que llevar implícito el tiempo salvo que te estés refiriendo a la noción de ‘pasar’, que es la que yo estaba empleando aquí. El verbo como verbo no tiene por qué, no lleva implícito nada.


- Acción.


AGC- No, no: la acción es, efectivamente…


- Relación, interrelación.


AGC- …En una bimembre, ‘acción’ en la del segundo miembro, sea verbo o sea lo que sea. Si tú dices o un maestro de obra que le dice a uno de sus… “Aquella casa, blanca”; aunque no diga la orden, con ‘blanca’, tendrías que decir “‘Blanca’ está lleno de acción”, porque no hay verbo que la sustituya.


- Pero eso es una paralipsis, es…
 
AGC- No, no, no, no: no está. ‘Blanca’ hace la acción. Además que…


- ‘Blanca’ está actuando como verbo.


AGC- Además que hay otros verbos en que no haces elipsis: “Y allí, todos tan contentos”, ¿cuál es la elipsis?


- No: el verbo es ‘tan contentos’.


AGC- Eso, que no es verbo.


- Luego es verbo.


AGC- Es decir que efectivamente el miembro… el núcleo de cualquier frase, tenga verbo o no tenga, es gramaticalmente activo. Eso se puede decir, no por ser verbo, sino porque es el núcleo de la frase, y una frase tiene sentido, es decir: está haciendo algo, siempre tiene que estar haciendo algo.


- Y eso implica tiempo. Y hacer ‘algo’ ¿implica tiempo?, o…   


AGC- ¿Eh?


- ‘Hacer algo’ ¿implica tiempo?


AGC- Implica el tiempo gramatical de la frase. Es decir, lo que la frase dura. Evidentemente se habla generalmente con fines prácticos. Cuando se dicen cosas, aunque no sea en el caso de pintar una casa, que sean cosas mucho más teóricas, desde luego, generalmente se está empleando con fines prácticos, es decir, para hacer algo no sólo hablando sino a consecuencia de hablar: un proyecto o cumplimiento de un proyecto, todo eso dentro de la Realidad. Las lenguas, los idiomas, están dentro, están sometidos y generalmente están sometidos a Futuro y a los fines prácticos.


Aprovecho para cortar porque creo que es muy tarde. De manera que sin más, volveremos sobre cuestiones de éstas, si el Señor nos deja, dentro de ocho días ahora, volvemos al siete, si no me engaño, al siete de enero.