19.04.2006
Agustín García Calvo
Ateneo de Madrid
Tertu017-19-04-2006#Tertu017-19-04-2006.mp3
TRANSCRIPCIÓN:
Recordáis los que estabais conmigo el otro día, que la cuestión del éxito nos había traído de una manera, tal vez un poco sorprendente, a volver sobre la cuestión de la exactitud frente a la aproximación, porque el enlace se había producido de esta manera: que era que extrañados podremos estar, asombrados, de este fenómeno del éxito en la Realidad social, en la pequeña Realidad que nos toca (como humana o como se quiera decir). Teníamos que llegar a pensar que es que, de alguna manera, las cosas mismas colaboraban: la Realidad. Era ese el camino que seguíamos para averiguar cómo es que la Fe mueve montañas, como nos lo hacen evidente a cada paso en el mundo de los negocios, en el mundo de la política, donde partiendo de actitudes, ideas, que el sentido común por lo bajo reconoce como idióticas, necias, inconsistentes y todo lo que se quiera decir, sin embargo por esa vía se llegaba a producir el fenómeno del éxito, incluso del éxito esplendoroso en muchos casos, en esta Realidad; no podría entenderse si no es que la Realidad misma, las cosas mismas de alguna manera ayudaban a que esto se produjera. Y era por ahí, como veníamos otra vez a parar en la cuestión de la aproximación y de la exactitud con la cual, por tanto, sigo enhebrando ahora la conversión.
Era en el sentido de que la Realidad (como ya hace mucho tiempo hemos hecho notar) es aproximativa, es esencialmente aproximativa: de 'más o menos', no de 'sí o no', sino aproximativa y que sin embargo padece - y por tanto padecemos, entre otras cosas: los humanos- una necesidad del 'sí o no', del ideal de la exactitud. Es el problema de la aproximación a un límite y entonces, parece ser que por referirnos a seres humanos: los listos, los que están destinados a tener éxito, son los que más fácilmente y con menos dudas llegan a dar el paso al límite, es decir, a considerar que la infinita aproximación, la 'aproximación interminable' -infinita en ese sentido-, sin embargo es el 'fin' (una contradicción que hasta en las palabras se hace notar: lo de 'infinitamente aproximable' y lo de la admisión como 'fin'), quien es capaz de admitir esto, sin tropiezos, sin dudas, es el que está en vías de abrirse camino en la Realidad y de que la Realidad le ayude y de que, por tanto, se produzca ese fenómeno del éxito sobre el que estábamos discurriendo estos días.
Dar como 'fin', tomar como 'fin' la 'infinita aproximación': eso es lo que adoptando el lenguaje de la Matemática desarrollada reconocemos como 'paso al límite': Dar lo 'infinitamente aproximable' o que se está aproximando, como 'fin' (donde ya se ha producido el 'sí o no'), viene a ser lo mismo, por tanto -si seguís conmigo- algo que podemos decir también: dar lo que está pasando como que ha pasado. Supongo que la relación entre las dos fórmulas y cómo la una pueda darse como equivalente de la otra, en cierto modo; debería estar claro sin más. 'Infinitamente aproximable' aquí, por tanto, es lo que está pasando, que debe tener esa condición de no-finito (puesto que está pasando), eventual, es decir, dependiente de que siga pasando o no, y cualquier otra explicación que para el término queráis buscar. Dar eso como ya pasado, es justamente lo equivalente de lo de dar el 'paso al límite' y tomar la 'infinita aproximación' como equivalente del 'fin'.
Ya el otro día decíamos que se trata, en cierto modo, de la identificación entre un término último (que no puede haberlo. Luego veremos que eso arrastra consigo que tampoco pueda haber un primero) pero por lo pronto: un término último (que no puede haberlo de verdad) como si fuera el límite mismo (esto en una visión geométrica vulgar lo podéis imaginar bien, podéis imaginar el curso como una raya que se sigue prolongando más y más, más y más, más y más indefinidamente, y a la que, en contra de eso mismo que estoy diciendo, se le atribuye un último término y entonces, ese último término es como si fuera el límite. Como si en el caso de la recta -de la línea-, el punto final se identificara con el corte que en la línea se produce –‘punto final’ y ‘corte’ son los elementos con los que tenéis que jugar en este caso-). Pues esa es la condición del éxito, en general, para la marcha de las cosas, para la continuación y mantenimiento de la Realidad y que, simplemente entre nosotros, en este pequeño tipo de cosas que somos nosotros, se manifiesta como éxito en los negocios, éxito en la política, éxito en cualquier cosa más o menos humana, condicionado por la capacidad de -sin inconveniente, sin grandes dudas- dar lo que está pasando como que ha pasado y, por tanto, identificar la aproximación con un fin: con el fin.
Bueno, ya me diréis dentro de un momento, en cuanto os deje pasar la voz, si algo de esto todavía o no está claro o también -como puede suceder- está demasiado claro porque las cosas pasan de esa manera, no estamos muy acostumbrados a que las cosas se digan (las cosas de sentido común) se digan de una manera tan clara y tan simple, pero ya me... ya me lo haréis notar queriendo o no queriendo, en cuanto vaya corriendo por ahí la voz.
Es, por tanto, 'el fin' lo que los guía (lo que guía a las cosas en general, a la Realidad para mantenerse, etc.), y lo que entre los hombrecillos sucede también es 'el fin' lo que los guía. Este... este término latino que se ha trasmitido al español y a las lenguas, es muy curioso, es interesante a nuestro propósito porque ya sabéis que es ambiguo, de primeras, porque quiere decir por un lado, eso: 'terminación' y por otro lado quiere decir: 'la causa final aristotélica', es decir, la meta que la actuación persigue, el fin que se trata de conseguir por medio del proceso de cualesquiera procesos de aproximación. Se nos ha pasado porque en Latín 'finis', que de por sí, significaba más bien lo primero y correspondía con griego: 'horos', que quiere decir: 'límite', entre tierras, por ejemplo: linde, linde; linde difinitorio de un territorio o de cualquier otra cosa. Ha venido a afectar los valores que en griego, más bien correspondían a la palabra 'telos', 'telos' (que a todos os suena por los muchos cultismos: teleología y demás que de ahí se han desarrollado), 'telos' que era precisamente eso: la meta, el fin que se persigue, al que se... al que se aspira, ¿no?. Pero no es ninguna casualidad, desde luego, que en nuestro 'fin', en Latín: 'finis' y en nuestro 'fin', se hayan venido a confundir las dos cosas, hay buen motivo para la confusión y sobre eso, [con motivo] de esa confusión entre lo uno y lo otro, alguna vez ya nos han salido aquí algunas observaciones y contradicciones.
Pero os digo que es el 'fin' (en los dos sentidos) lo que les guía, es decir, lo que guía a la Realidad misma en cuanto a mantenerse en esta perpetua defensa contra su continua caída en lo que no se sabe (esa es la fórmula que, los que habéis estado conmigo estos meses, ya tenéis harto... harto de... ya estáis hartos de oírla), es el 'fin' como esa 'terminación', como el 'límite' inalcanzable que se da por alcanzado (porque si no, no hay manera) y es, naturalmente, el 'fin' futuro: el futuro que se persigue, la meta a la que se aspira, a la que las cosas aspiran y, por tanto cada uno, también desde esta pequeña Realidad, aspira.
Hace ya mucho tiempo que hablando de causas nos había salido decir que es ésta: la causa final es la primera, que todo lo demás: las causas que van de atrás a delante produciendo cosas son derivados, ¿no?. La causa final es la primera, como que el futuro es lo primero en esta istitución del tiempo real que justamente nace de dar desde aquí como previsto algo que no está aquí todavía, pero que sin embargo, se considera como finalidad que se persigue, como fin en el que el proceso se va a cortar. Por supuesto, la muerte de uno es el ejemplo (siempre futura) es el ejemplo por excelencia. Inalcanzable (como que es cuestión de ‘sí o no' pero infinitamente aproximable y que para un creyente, dando el paso al límite, hace que se considere como real y no sólo real sino fundamento de la Realidad, fundamento del tiempo real que empieza por ahí: por el futuro, por el futuro precisamente.
Así que conviene que nos paremos en esto que digo de una manera tal vez demasiado rápida y sencilla de que es el 'fin' como 'terminación inalcanzable' pero que se da como alcanzada y es la meta de la aspiración, la causa final, lo que guía... lo que guía al éxito: de las cosas y luego de cada uno de estas cosas que somos los hombres.
Ahora enseguida os voy a dejar que digáis cuáles son las principales oscuridades o, tal vez, excesivas claridades que con esto se os presentan, pero voy a entrar todavía un poco en cómo esto que estoy diciendo, partiendo de esta Realidad de los negocios, de la política humana, se aplica también a las Ciencias de la Realidad, se aplica también a la Física y a las otras Ciencias de la Realidad y, en último término, si nos da tiempo a seguirlo viendo, afecta incluso a las propias Matemáticas estén o no al servicio de estas Ciencias de la Realidad.
Bueno, ya sabéis, la prueba de la verdad de cualquier aserción física que se haga acerca del mundo o universo, acerca de las cosas (que no suelen llamarse cosas, sino con términos más sofisticados como átomos, partículas, y cosas por el estilo, pero aquí decimos 'cosas') cualquier afirmación que se haga, cualquier aserto que se haga respecto a ello, comprueba su verdad, comprueba su verdad por este truco que todos conocéis: la predicción y la comprobación experimental de la predicción. Esta es... esta es, en Ciencias Físicas, la manera en que la cosa se produce. La predicción, por tanto, ya se os aparece como si fuera la misma predicción que conocéis para los financieros, para los presupuestarios de cualquier Estado o para cualquier otra forma de aparición de lo mismo, ¿no?, no hay motivo para distinguir, una vez más, entre Política, ni Psicología, y Física. Son lo mismo. Predicción quiere decir: un aserto acerca de lo que no se ha dado todavía, si no, no sería predicción.
De manera que, de una manera bastante lógica, después de lo dicho; de una manera bastante lógica, después de lo que habéis oído: lo que está pasando (que evidentemente es algo sumamente peligroso, inasible, para cualquier Ciencia y para cualquier negocio), lo que está pasando de verdad ahora mismo (que no es tiempo ninguno, y que por tanto, escapa a toda ideación, a toda imaginación), a lo que está pasando, se lo remite a un futuro, es decir, se le toma como un hecho futuro que, ya por tanto: real, manejable y sobre el cual se dejan hacer afirmaciones de un tipo o de otro. Y luego se vuelve atrás, en cierto modo, y se confía en que el experimento sobre las cosas mismas (que no suelen llamarse así, pero bueno: astros vistos por telescopio, átomos por microscopio y entes subatómicos por procedimientos más sofisticados) se confía en que la experimentación con ese tipo de seres, pues confirme la predicción, es decir, nos tranquilice respecto a que no está pasando nada del otro mundo, porque se sabía ya lo que iba a pasar y se ha comprobado que ha pasado.
Esto que os estoy diciendo respecto a físicos, supongo que todos entendéis igual si os ponéis en el plan de las finanzas, de los negocios y de cualquier otra cosa, es... se trata de eso: “tranquilos, no está pasando nada del otro mundo porque lo he previsto, lo hemos previsto y luego hemos comprobao que efectivamente, era así, como lo habíamos previsto”. Después de todo, lo mismo en Política, que en Finanzas, que en Física, que en cualquier sitio, se trata de confirmar la muerte, para eso está el Poder que es la muerte de todas las posibilidades: confirmar la muerte y tranquilizarnos de esa manera: “no pasa nada, no pasa nada del otro mundo”. Se puede prever, hacer cálculos y se puede después comprobar, volviendo sobre la Realidad inmediata, que efectivamente: es como si las cosas mismas a las que el físico pregunta, tuvieran un lenguaje que les dijera: Sí, has acertado. Este es... este es el truco y, naturalmente, Física, Política, Finanzas, me da lo mismo. Se confía en que la Realidad misma, las cosas mismas, son capaces de ponerse en relación con un aserto, con una predicación, con una predicción cualquiera, y poniéndose en relación con ello, decir (en cierto modo), decir: Sí, efectivamente, has acertado: éxito. Éxito de la predicción y de ahí inmediatamente, comprobación de la verdad. Es a esto a lo que se suele llamar verdad y con lo que solemos contentarnos en plan de verdad, en cualquiera de los espacios en que... en que os he metido.
El lenguaje de la Física (esto lo veis de una manera ejemplar en la forma hoy dominante, más avanzada, que es la de la Mecánica Cuántica) no puede operar sino por medio de probabilidades (con las que ya otra vez nos hemos encontrado) es decir, una superación del cómputo -digamos- ingenuo que se hace por números, convirtiéndolo en otra... en otra cosa (ese juego del que todos tenéis una noción más o menos vaga, que es el de las probabilidades con las que se puede jugar). Y efectivamente, ¿qué quiere decir, después de lo que habéis estado oyendo: probabilidades?. Probabilidades quiere decir: la conversión de las posibilidades sin-fin en probabilidades reales (que no es lo mismo). Las posibilidades no son de la Realidad, se nos escapan, son sin-fin, pero si se consigue convertirlas en probabilidades, en un cálculo de probabilidades, entonces ya estamos al cabo de la calle: todo está resuelto. Y esa es la conversión que se da costantemente en este... en este uso de lenguaje en la Física o en las Ciencias de la Realidad: Convertir lo sin-fin (siempre amenazante, en lo que estamos ahora cayendo pero que es intratable) convertirlo en algo tratable, calculable (como son justamente las probabilidades).
Entonces, como ya a otro propósito -hace un año o cosa así- surgió: las probabilidades tiene la Física que considerarlas objetivas (volviendo a esta odiosa distinción de cuna filosófica, entre objetivo y subjetivo, pero en fin, digámoslo así de momento) tienen que ser objetivas y esto, hablando de probabilidades, quiere decir que el físico (que es el hombre que cree que puede hablar con la Realidad) no puede contentarse ni quedarse a gusto con que las probabilidades sean algo subjetivo: ¡un cálculo que dependa del calculador (el calculador: investigador real como otro cualquiera ¿cómo le vamos a atribuir una cosa tan seria como las probabilidades?, con lo cual nos arriesgaríamos a caer en la duda de que esa Realidad, de que estamos hablando, es ella -toda- subjetiva, es decir, que depende del observador, del experimentador, del predictor, del calculador de probabilidades: No puede ser. Eso no sería... eso no sería mantener la Fe que toda Física debe mantener en la Realidad, en la Realidad en sí misma!. Por tanto, a eso, a eso se llega y cualquier estudiante de Física lo ha aprendido: Las probabilidades les pertenecen a las cosas, son como si fueran unas miríficas extrañas propiedades que las cosas tienen, pero, ¿qué se le va a hacer?. Pero las tienen las cosas, de manera que les corresponden a los átomos, a las partículas subatómicas o cualquier otra cosa que sea objeto de la observación, no se las pone el observador, no se las pone el observador, forman parte de la costitución de las cosas mismas. Esta maravilla es la que tenía también que recordaros porque no puede menos de seguir causando asombro una y otra vez, salvo que a uno lo hayan adormecido demasiado en las creencias habituales, ¿no?.
Y el reconocimiento de que la Física tiene (no voy a decir 'razón') pero tiene un motivo muy poderoso para reconocer la 'objetividad' de las probabilidades, es a nuestro propósito, muy... muy elocuente, porque efectivamente, la Realidad es probabilística puesto que, como hemos reconocido una y otra vez, está costituída por un tiempo real que nace desde el futuro, que nace desde el fin, que [si pones] del fin para atrás y que por tanto, efectivamente esto... esto que pasa con el tomar el fin como algo que ya se ha realizado, esto de convertir lo sin-fin, las posibilidades sin-fin en probabilidades, no nos pasa sólo a nosotros humanos, ni mucho menos, les pasa a las cosas. La Realidad, la Realidad misma tiene que tener esta condición que, de primeras, parece tan subjetiva que es justamente venir a recaer en este truco y, para ser reales las cosas, tienen que ser probabilísticas, es decir, tienen que estar fundadas en una conversión de lo que está pasando (que no hay quien lo ate ni lo coja), la conversión de lo que está pasando en algo que es probable que pase, calculable, un futuro. Y sólo de esa manera, la Realidad se hace real porque lo otro no es la Realidad, lo otro es el sin-fin en que la Realidad con nosotros dentro está continuamente cayendo -ahora mismo-, pero de eso es de lo que no se trata, de eso es de lo que no se pueden tener ideas. Para que la Realidad sea real, tiene que cargar con esa condición tan aparentemente subjetiva que es la conversión de... el sometimiento de lo que está pasando a 'un fin' (en los dos sentidos, en los dos sentidos: causa final y terminación: muerte -siempre futura- de uno) y convertir, por tanto, lo posible desconocido que ahora mismo está pasando, en algo calculable, futuro, probabilidad. Y sólo eso hace que las cosas sean reales.
Bueno, pues antes de pasar (porque habrá que pasar también a ver lo que pasa con la verdad en Matemáticas incluso), voy a pararme un rato para que respecto a todo lo que hasta aquí se me ha ocurrido iros soltando, despierte cualquier tipo de reacciones, respuestas, preguntas, lo que sea, objeciones. Adelante, ¿quién?, venga. ¿eh?
- Aquí, aquí.
AGC - ¡Ah!, perdón.
- Para mí el asunto de la... de la probabilidad [], es que primero: no está claro que las posibilidades sean limitadas, no son finitas, lo que quiere decir que no es que sean infinitas, esto es un problema…
AGC - Es que eso no se debe...
- Pero es que además...
AGC - Es que eso, perdona Jaime que te interrumpa, eso no se puede decir nunca. Decimos: son sin-fin y con eso pretendemos dejar a la negación viva, porque si decimos que son infinitas es como cuando se dice que algunos de nuestros compañeros son anarquistas. La negación está metida... está metida ahí dentro y eso no puede ser. Las posibilidades son sin-fin porque no hay manera de que tengan ningún fin.
- Y luego, y luego seguimos: Que es que no solamente no tienen fin pero que además, la relación que se puede hacer entre los casos posibles o las posibilidades y los casos favorables, los casos que no se les [...], tampoco es una relación clara porque no es definible qué casos son los posibles, cuántos va a haber, entonces ya hay dos imposibilidades de plantear un problema...
AGC - No, ésta... ésta... ésta es una... ésta es una parte, sí. Sí, ésta (después si quieres sigues), pero ésta es importante, es que claro, yo os he hecho una distinción muy clara entre posibilidades y probabilidades. Había que hacerla, porque es así, porque la denuncia de la mentira reinante lo exige, pero no es eso lo que reina en el lenguaje habitual ¿eh?; en el lenguaje habitual se llaman 'posibles' a cantidad de cosas que yo solamente accedería a llamar 'calculables con un éxito del tal tanto por ciento', es lo más que podría decir, y a eso se le llama 'posible', por eso hay muchos de nuestros coetáneos o compatriotas que hablan (hablando de política), hablan de... del régimen menos malo posible, aludiendo, por ejemplo, la Democracia, ¿no?: menos malo posible. Emplean 'posible' de esas maneras, [y es que] ellos ya saben qué regímenes hay, saben cuáles son los posibles, saben cuáles son los no-posibles, saben incluso, cuáles son más posibles y menos posibles y entonces pues, con eso ya nos la... nos la arman como la están armando todos los días, ¿no?. Hay que atenerse, pues yo he tenido que acudir a este lenguaje que tenemos pero marcando esa distinción: posible de verdad, quiere decir: sin-fin, inasible, inconcebible, desconocido; lo otro es cálculo de probabilidades.
- Pero yo seguiría, que es que incluso no es calculable el porcentaje que se puede dar para que un fenómeno se realice o no se realice, es que eso tampoco es calculable, eso depende del observador.
AGC - No, calculable es; porque el cálculo, (naturalmente no son tan ingenuos), [solo] tienen en cuenta los posibles errores, claro, [tienen en cuenta] los posible errores y entonces, sí, es calculable, pero metiendo... pero metiendo dentro todo tipo de los errores posibles, ¿no?, a su vez son un... son un tanto por ciento de... de probabilidades, ¿no?, y se... se hace la predicción, se va a la cámara de ver lluvias de electrones y se comprueba, pero con una inexactitud, entonces, la inexactitud hay que explicarla a su vez y entonces en el cálculo de los posibles errores que se han producido, pues es un nuevo cálculo de probabilidades, ¿no?, incluido que la cámara no estuviera bien fabricada, por ejemplo. Y incluido que el observador estuviera un poco borracho, cualquier cosa, cualquier motivo... cualquier motivo de... de errores es a su vez objeto de un cálculo. Este es el infierno en el que estáis todos los días. ¿Qué más hay...?
- Pues yo veo que... que después de eso, cuando uno de los factores hay que relacionar con el otro, el que, más o menos, sea favorable; pues resulta que tiene tantos inconvenientes... si entráramos en el otro factor relacionable tendríamos igual o más [], con lo que, realmente las probabilidades y el cálculo de probabilidades es algo absolutamente aleatorio, son...
AGC - Sí, es una cosa bas-..., digamos que es un poco complicado, difícil y resbaladizo, pero eso es para ti y para mí; para los hombres de éxito no, porque ellos se las arreglan para dar el paso al límite y tienen una Fe mucho más firme y creen que con una aproximación suficiente basta, con una... con una probable exclusión de errores -probable, nada más- basta y adelante. Ese es el truco del éxito, ¿no?. Bueno y ¿qué más cosas había respecto a todo esto por ahí?. Sí.
- Yo, esta pregunta, pero es para que insistieras un poco más en el paralelismo entre la denuncia que se hace del paso al límite y entre el límite inalcanzable (que se da por alcanzado, mal empleado) digamos: el truco ¿no?, lo inalcanzable que se da por alcanzado; entonces, -como tú mismo dices- ahí el sentido común nos está diciendo que el truco de [...]
AGC - Es un salto en el vacío.
- [] el salto en el vacío.
AGC - Es un salto en el vacío.
- Sin embargo, en general, y en la predicción se hacen los [saltos] atómicos [en la predicción]de un eclipse, parecería que cuando se da el eclipse tendría réplica la Ciencia cuando dice: Esto está [previsto], así ha ocurrido. Digamos que no hay un... que cuando queremos denunciar las dos cosas que hacemos un paralelismo en la denuncia es -empleando tu lenguaje- como si [...] pudiese decir el científico o el astrónomo (esa frase que tú has dicho): es como si las cosas tuviesen un lenguaje [...]
AGC - Sí, sí.
- Sí, es en el eclipse...
AGC - No, la luna, la luna te lo dice: tenías razón hijo mío.
- [...]
AGC - Tenías razón.
- La denuncia [] es incontestable, pero aquí parece ser que... que el astrónomo podía decir...
AGC - Es lo que se llama verdad. Por eso... eso es lo que... eso es a lo que nos llevaba a reconocer... a reconocer que es que, efectivamente, -no diré: tienen razón- pero tienen un motivo imperioso para verlo así, porque es que las cosas mismas: las lunas, los astros, los átomos, efectivamente, obedecen a la misma condición: a una Fe en... a una Fe en el fin. Es efectivamente, como si fueran capaces de decirle al científico: Sí hijo, tenías razón y te lo demuestro eclipsándome, o dispersándome, o como cualquier otra forma que tengan los fenómenos, ¿no?. Es que las cosas para ser reales necesitan ser así: falsas, aproximaciones convertidas en 'sí o no', probabilísticas, anulando las posibilidades; eso es lo que hace a las cosas reales. Así que hay efectivamente una colaboración, no tenemos más remedio que reconocer una colaboración entre observadores -más o menos humanos- y cosas.
- [...] ¿tan mentira es el límite como la predicción, o es menos mentirosa la predicción...?
AGC - ¿Menos que qué?
- Quiero decir, tan mentiroso es el paso al límite que la operación que se hace ahí luego, como es la predicción, en este caso parece que es más difícil [] de esa mentira...
AGC – Bueno...
- Precisamente porque parece que las cosas, como el científico quiere -o el astrónomo, en este caso- le están diciendo que sí.
AGC - Sí.
- Hay una contundencia que quiere defender el paso al límite [.../...] el paso al límite [...] último lo que siempre es penúltimo, ¿no?.
AGC - Yo he tratado de enlazar las dos cosas, tal vez... tal vez, no lo he hecho lo bastante bien [para que quede claro], lo he... lo he enlazado partiendo justamente de la... de la noción de... de la noción de éxito, incluso a través de esta manifestación humana: éxito tiene el que con más seguridad -con menos dudas- es capaz de dar lo infinitamente aproximable como alcanzado y por tanto, como una meta futura, como algo... como algo real y, entonces, he puesto en relación inmediata con esto lo que pasa no sólo en la Física sino igual en las finanzas, en los negocios, en los presupuestos que es, efectivamente, hacer predicciones: convertir lo que está pasando en algo que ya ha pasado puesto que es futuro, puesto que se sabe: es futuro, es calculable, para que efectivamente venga la Realidad y lo confirme. Son operaciones, sí, distintas pero de la misma serie -vamos, para mí- ambas operaciones están inextricablemente enlazadas la una con la otra y sobre todo, partiendo de lo que partíamos que es de la noción de éxito en cualquiera de los campos en que se dé, eso yo creo que queda bastante claro, sí.
- Agustín, yo... yo creo que... que, que hay una similitud entre las Matemáticas y el lenguaje...
AGC - Sí, pero perdona, yo no he querido entrar todavía en la verdad en Matemáticas, ¿no?, pero ahora me he referido a tipos de lenguaje matemático como el cálculo de probabilidades que se utilizan en Física, vamos. No sé si tú querías referirte a Matemáticas puras.
- No, [yo es que] estaba viendo, que estaba viendo que las Matemáticas las estábamos utilizando aquí un poco como el lenguaje, en el sentido de que crean la Realidad y sirven al mismo tiempo para denunciarla.
AGC - No, no, no, no, eso no lo hemos dicho, no.
- No, pero parecía que es un poco lo que...
AGC – Ni del lenguaje tampoco, ¿eh?, tampoco se puede decir de esa manera tan sencilla. No se puede decir ni de la lengua -de la lengua común-, no se puede decir que crea la Realidad tan simplemente, lo recuerdas muy bien: la lengua o razón común es contradictoria porque precisamente fabrica realidades y las niega (las desfabrica), pero lo primero -las fabrica- no puede hacerlo si no es pasando por una conversión de sí misma -la lengua- en idioma, que son los que tienen vocabulario: Sólo por ese procedimiento. De manera que es una especie de sometimiento de la lengua a la Realidad la que ya la capacita para que se pueda decir eso: de que está fabricando realidades, al mismo tiempo que destruyéndolas, claro.
- Y las Matemáticas, ¿no hacen un poco lo mismo?.
AGC - Las Matemáticas, bueno,...
- [lo mismo es eso...]
AGC - Ahora pasaremos a... pasaremos a discutirlo. Muchos matemáticos no están conforme, no les gusta con que se diga que las Matemáticas son una lengua, hay muchos motivos para decirlo: es una forma de lenguaje, pero bueno, sea... sea como sea, ahora tal vez, una vez que esto que os he sacao esté lo bastante batido, pasaremos a ver qué pasa también con...
- Es que las Matemáticas son (una cosa ya), las Matemáticas parece que son las que dan esa precisión que nos demuestran luego la falsedad, porque una predicción abstracta, yo no veo la aproximación, o no se ve tanto, es metiendo luego las Matemáticas o las... donde sí se ve claro el término-... el paso al límite o la aproximación, pero en la abstracción...
AGC - Ya... ya el otro día, recuerdas, como respecto a límite, adelantaba que los números (los naturales, como se dicen) deben entenderse como límite: un número es un límite, precisamente en ese... en ese sentido, y efectivamente el cariz y el don de la exactitud parece que a las Ciencias de la Realidad les viene de eso: de las Matemáticas (dicho así en vago) y no sólo a ellas, sino también a los financieros, a los políticos y a los demás calculadores, efectivamente, si no es apelando a los números, la cosa no parece muy seria. Pero bueno, eso lo veremos qué pasa con la...
- Yo también, volviendo las cosas un poco del revés y hablando del [ente posibilidad] entre las imposibilidades, pues me estaba acordando de aquella frase tan divertida de Gallo, del torero, que decía: "Lo que no pué ser, no pué ser y además e imposible". Y él, yo creo que lo decía [y de alguna manera] es verdadera porque aunque [hacía] la formulación primero [poniendo] afuera pero luego, parece que la formulación del imposible era la que cerraba, lo incluía en el mundo de la Realidad, y hacía imposible aquello [.../.../...] no fuera cuando se decía: "y además es imposible", pues ya...
AGC - Yo creo... yo creo Isabel, que cualquiera que ha oído esa anécdota y esa... esa frase, entiende bien qué es lo que pasa ahí...
- Es que pasan muchas cosas...
AGC . No, no, no, pasa esencialmente una cosa: Que la pri-...
- Pasa la falacia de...[] el torero, pero luego hay otra...
AGC - Lo que pasa es simplemente algo que se refiere a las dos mitades de la frase, es decir, que el hombre empieza hablando en lenguj-... en lengua corriente, en lengua de verdad, y dice: "lo que no pué ser" -como se dice, hablando- pero el término 'imposible' pertenece a los cultos, entonces él, como... como hombre más bien inculto -como suele ser un torero-, pues tiene que ratificar lo que ha dicho en lengua corriente, tiene que ratificar empleando el lenguaje de los cultos, diciendo:. "y además...", (y además puedo decirlo también en el lenguaje de Vds.): "es imposible". Eso es... eso es lo que esencialmente pasa ahí. Y en cuanto a... en cuanto a eso de 'imposible' no hay más que recordar lo que he dicho acerca de 'posible' en sus malos usos habituales, generalmente... generalmente se llama 'posibles' a cosas que no son más que cálculos: cálculos de futuro, de posibilidades, y entonces, en consecuencia se declara 'imposibles' a las que no obedecen a ese cálculo y que, por tanto, no tiene nada que ver con lo que estamos diciendo. Sí, ¿qué más había por ahí?.
- Yo creo que la cuestión de probabilidades, había que distinguirla entre la que se hace en la Realidad normal y la que se hace en la Cuántica, porque yo creo que es bastante interesante. En la vida normal [...] del artillero que dispara con el cañón [...] y en este, se supone que todo el proceso está guiado por una trayectoria que pretendidamente [deviene en exacta] desde el punto de vista matemático: una función sale de un punto y cae; pues ya sabemos lo que pasa: se dedican a hacer unos tiros aproximativos, hacen promedios, ajustan y disparan y ahí está un poco la relación del error y del promedio y la desviación: probabilidades en la [...]. En la Cuántica las cosas son objetivas pero de dos maneras: por una parte tienen posibles trayectorias, pero que no aparecen, que no hay con ellas [], y tienen una cosa que se han inventado, que llaman 'observables'. De manera que lo que llaman la 'función de estado', lo que describe, porque claro, [....] ya que es una cosa de sentido que pretenden que sea [...]; y el 'observable' en ningún momento es otra cosa, es un operador sobre el cual sí que se calculan las probabilidades. O sea, que esta separación creo que es y es la que permite, entonces, descubrir esas contradicciones en Cuántica que en la Realidad son más difíciles. En la Realidad normal más difícil de descubrir porque la gente las acepta elementalmente diciendo que una oveja es una oveja y que hay siete ovejas. Yo creo que esta... que esta cuestión...
AGC - Sí, y eso... eso explica -vamos- hace... refina mucho más lo que estaba diciendo. Es, cuando hablaba de la objetividad de las probabilidades (de la cual en que se manifiesta de otra manera, pero de una manera simplemente extrema, en la Mecánica Cuántica), está claro que, ahí la objetividad se refiere a los observables en la medida en que los observables son una forma de Realidad [...] y basta, y basta. Porque realmente, lo otro no es directamente objeto ni del cálculo ni de la comprobación, es una especie de 'hypothesis', una cosa que se supone que hay por debajo pero que nada más y a la que se le dan nombres, ¿no?. Sí, en ese sentido conviene precisar la objetividad de las probabilidades. ¿Más?
- Nada más que una cosa respecto al paso al límite, que es la cuestión de el cálculo de [...] una sucesión [] que lleva al fin, por lo tanto da seguridades frente a sucesiones [] claramente definibles o organizadas de manera que hagan por ejemplo:[...] entre cada paso que da, cada paso previsible dependa de la distancia al fin
AGC - ¿De la distancia?.
- Al fin. [...] de manera que si me estoy acercando al fin doy pasos más pequeños [...] para hacer imposible, de alguna manera, previo a los procesos [conjuntivos] de que el fin, de alguna manera, está previamente previsto porque los pasos que se dan que están organizados para, de alguna manera, que el fin esté dentro de los pasos. [...]
AGC - Está condicionando la propia diferencia progresiva en cuanto a [va] reduciendo la distancia, sí. [] desde el fin. Eso también es muy ilustrativo, sí.
- Si he entendido bien, perdón, si he entendido bien, me parece que precisamente era [ahí] el peligro ¿no? el tomar el presente como lo que es futuro.
AGC - ¿Cómo el peligro?, el peligro ¿para quién?
- Estaba hablando de... estábamos hablando antes de la situación de ahora mismo, lo que está pasando en el mundo de las finanzas, lo que está pasando en política, ¿no?
AGC - No, no, no; no, no, lo que está pasando ahora mismo aquí que no hay manera quien lo vea, ni lo coja, ni lo entienda: ahora mismo aquí. Nada de las actualidades. Las actualidades son... son esas cosas que la...
- Entonces no lo he entendido
AGC - que la información fabrica: el presente que llaman, [no es] presente que valga. Ahora, ahora, ahora estamos cayendo en lo sin-fin: ahora. Y estamos, además, continuamente cayendo, sin más. Y es eso lo que la Realidad tiene que... contra lo que la Realidad tiene que defenderse y por tanto, pues convertirlo en eso: en futuros, previsiones, ideas -también respecto a las ideas de la actualidad, a las ideas de la Historia- que son cosas manejables, calculables, contables; mientras que esto que nos está pasando ahora mismo no hay quien lo cuente ni lo sepa, esa es la diferencia.
- De modo que no es un peligro, ¿es un imponderable?.
AGC - ¿Qué?.
- De modo que no es un peligro sino un imponderable.
AGC - Imponderable es demasiado culto: está pasando ahora, no hay quien lo agarre, nada más, simplemente así, esa es, la verdad es... o si quieres: la verdad es desconocida -vamos- no se...: la verdad es lo que no se sabe, la verdad es lo que no se sabe y la Realidad está necesariamente costruida para matar ese peligro que ella tiene de lo sin-fin, de la verdad, de lo verdadero. Y así está costituida la Realidad. ¿Qué más?. Sí.
- Bueno, yo no voy a entrar en salto al fin, ni todo esto, porque no he entendido, pero vienen las previsiones, en semana santa se ha previsto un centenar de muertos, entonces ha habido... una gente ha salido persuadida de que no le va a pasar nada y ha habido... un poquito más [...]. Esto es una realidad, pero como la Realidad no es verdad, pues no...
AGC - No sé, no sé qué quieres decir con 'esto'. 'Esto' ¿qué es?.
- Que no se ha...
AGC - No, ¿qué es 'esto'?, ¿qué es 'esto'?, ¿las muertes?, ¿la previsión?, ¿las noticias?, ¿el cálculo?, ¿qué es 'esto'?.
- El éxito de la previsión no es, no es, no vale porque es la Realidad y la Realidad es falsa, entonces no hay muertos.
AGC - ¿Y por eso no va a ser real?, ¿por eso va a ser menos real?.
- ... no es verdad...
AGC - ¿Por eso va a ser menos real?.
- Para mí, así lo veo. Lo veo, nada de lo que se prevé se realiza porque la verdad (la Realidad quiero decir) es falsa. Entonces, tú ves un muerto en la carretera: es una realidad y no lo hay, no lo hay.
AGC - ¡Pero qué cosas dices!.
- Así que tú…
AGC - ¡Pero qué cosas dices ¿no?!. Desde luego, efectivamente, no... no has querido... no has querido entender, te has defendido cuidadosamente.
- Yo no he...
AGC - Te has defendido cuidadosamente. Esa es la Realidad, eso... eso que has puesto es un ejemplo trivial, es un ejemplo trivial de Realidad, se...
- A mí me dicen que ponga mi cinturón de seguridad si voy en un coche y yo digo: esto es mi decisión personal, no me va a someter...
AGC - ¡Ay!, bueno, por favor, déjalo, déjalo. No es... no es por ahí. Hay que...
- Eso es otra...
AGC - Hay que atacar de verdad. Tú cuando…
- Aquí no se fuma...
AGC - Cuando te den ganas de decir una cosa [...] veo un muerto en la carretera y digo: la Realidad, no, es falsa. En vez de hacerlo con eso, hazlo con la previsión, hazlo con la noticia, ¿eh?, no te refieras al muerto; porque esa es la Realidad: la previsión.
- La Realidad también es el muerto.
AGC - La previsión, el cálculo, esa es la Realidad: la información que te dan acerca de ello, esa es la Realidad. De manera que no [andes pensando en] los muertecitos en la carretera ¿eh?. La Realidad que tienes delante de las narices es esa: la de la predicción, la de información, el futuro, el cálculo de probabilidades.
- Pues eso lees constantemente, justamente a las estadísticas y te piden que tú no debes fumar por las estadísticas...
AGC - Sí, sí, cualquier tontería de esas, pero eso no merece la pena recordarlo, eso...
- ... Tienes que hacer un... de un tiempo te [citan] los pechos a que no tengas un cáncer de pecho...
AGC - ¡Pues, claro!.
- Para no gastar dinero...
AGC - ¡Claro!, ellos creen... creen, han hecho sus cálculos, han hecho... han hecho estadísticas...
- ... yo estoy de acuerdo contigo en eso pero, por otra parte, yo acepto la Realidad.
AGC - Pues claro, ¿qué vas a hacer?. Ya lo veo; ya lo veo además que la estás defendiendo, ¿no? (Risas)
Y ¿qué vas a hacer como... ¿qué vas a hacer como real que eres, más que aceptarla?. Eso es lo que nos pasa a cualquiera en la medida en que somos reales. Ahora, en cuanto dejaras de ser un poco real, ya verías lo que te pasaba. Desde luego, mientras seas real no te queda más remedio: aceptarla con todas sus consecuencias incluso, hasta ponerte el cinturón de seguridad si tienes mucha Fe. Si tienes Fe en que eso efectivamente es una consecuencia razonable de las estadísticas y que por tanto: cinturón. Hasta... hasta ahí puedes llegar. En todo caso, mientras seas real, mientras uno sea real, ¿qué va a hacer?: defenderse. Defenderse contra lo que de abajo le viene que son sospechas de que, efectivamente, esto es un montaje que está... está costituido como algo falso. ¿Qué más?.
- Yo quiero que el ejemplo que ella ha puesto (aunque lo diga así [...]) parece que es el ejemplo más realista porque si hay algo que costituye la Realidad son los coches, que significan el Dinero y el individuo y el Régimen del Bienestar, ¿no?. Entonces yo digo: Está [unisible] o inseparable el hecho de la causa primordial que es el coche (¿cuál es la causa de los accidentes de carretera?: pues el coche), ni el cinturón, ni la velocidad ni nada: la cosa misma, ¿no?. Eso está inseparablemente unido con lo de la previsión y con toda la parafernalia del número de muertos...
AGC - Exacto, exacto, exacto.
- Pero si no hay coches, no hubiera... o sea, el coche implica uno de sus rasgos: la previsión de los muertos...
AGC - Muy bien, muy bien, de acuerdo.
- Los muertos están muertos de antemano, antes de...
AGC - Nos lo creemos todos, pero ahora hay que dar un paso más allá que el que estábamos dando que es preguntarse por el éxito de los automóviles: ¿Por qué?, ¿de dónde a su vez? -porque los automóviles no son tampoco... no son tampoco Dios Padre; no son lo primero- Efectivamente, es verdad todo lo que has dicho, cualquier... cualquier medida que se toma previendo el caos circulatorio, tomando medidas, mandando policía haciendo que los automovilistas echen el vaho en una bolsita, recomendaciones de seguridad, todo eso son pejigueras que están hechas para que nadie pueda afrontar la presencia misma del automóvil: ¿Por qué coños tiene que haber?, ni tantos, ni alguno. Pero aquí es a lo que estamos [], ¿por qué?, ¿por qué el éxito?. El automóvil no... no ha surgido así por las buenas de las entrañas de la tierra. El automóvil es el fruto de algo de lo que hemos estao reconociendo como trucos para el éxito comercial, entre otros; para el movimiento del Capital, y es por tanto, eso por lo que nos estamos preguntando. No, no, no, esto no quiere decir exculpar al automóvil, sino penetrar en las entrañas del automóvil, porque efectivamente, no... no ha caído así ni de las nubes ni ha surgido de la entrañas de la tierra.
- El automóvil es uno de los elementos fundamentales de la afirmación democrática.
AGC - Por supuesto.
- Es decir...
AGC - El representante.
- El representante.
AGC - El representante. Uno ¿qué es más que un automóvil?. Un automóvil, o como se dice en Latín (más bien que en ese híbrido grecolatino 'automóvil'): un semoviente; no es un semoviente un automóvil; un automóvil, y eso es... eso es el fundamento de la Democracia. Si no... si no se cree que cada uno se mueve a sí mismo, es decir que va adonde quiere, pues... no hay Democracia que valga. No se sostiene ni por un momento y por tanto, el automóvil es una especie de representante del súbdito democrático, de la personalidad. Y no se puede atacar lo uno sin lo otro, ¿no?.
- ... quitando la palabra 'auto'...
AGC - Perdón, no te he oído bien.
- Que quitando la palabra 'auto' ahora sería el 'móvil'. Para mí el móvil es [...]
AGC - ¿El movilito, dices?.
- ... el que no tiene móvil hoy en día, no es individuo.
AGC - También, también. Es un éxito, es un éxito muy notable. Lo que pasa es que respecto a ese ya os lo he puesto como ejemplo, ¿no?, de saltar de la Política a la Física. Es decir, uno puede quedarse asombrado y debe quedarse asombrado del éxito fenomenal de los... estos telefonitos móviles, o celulares, o como se diga, o lo que sea, pero al mismo tiempo tiene que recordar que el invento mismo está fabricado en virtud de la Fe en una cierta forma de Ciencia con sus cálculos... con sus cálculos y previsiones que han resultado acertados y que han dado lugar a la aplicación exitosa que son los telefonitos móviles, ¿no?. No se puede separar la cuestión física de la cuestión política, tienen que ir juntas siempre. ¿Y qué más?.
Pues, sí, venía... pero es muy tarde, ¿no?, ¿qué hora es?.
- Las diez.
AGC - Mira que lo intento de meterme también en lo de la verdad en Matemáticas pero... se ha hecho un poco demasiao tarde. Bueno, por lo menos que quede... que quede apuntao y también los que de vosotros, Caramés y los demás que hayáis estudiao Matemáticas puedan echar una mano... una mano en esto. Es una cosa muy discutida, ¿eh?, lo de la verdad, verdad en Matemáticas. Muy discutida tanto entre matemáticos como entre filosofantes
y demás, ¿no?; las relaciones de eso de la verdad con la prueba, de la noción de prueba en Matemáticas -no la comprobación experimental de la Física-, pues es efectivamente lioso; lioso en gran parte porque la Historia lo ha hecho lioso, porque se ha debatido mucho acerca... acerca de estas cuestiones y naturalmente, como suele suceder, entre gente más o menos filosofante, los debates acaban por liar la madeja cada vez más, ¿no?.
Hay, tal vez, para empezar una cosa bastante... bastante simple, que es una... una elección, una... una posibilidad es que las declaraciones, afirmaciones, aserciones matemáticas, en cualquier forma de Matemática que se produzca, sean más bien, pues bueno, algo que creo que muy liosamente he llamao -Kant llamaba ‘juicios analíticos a priori’-, que, bueno, en lenguaje... en lenguaje corriente puede ser esto, es decir: que, por supuesto, [] a priori decir que hay una declaración de separación de la Realidad física, no es... no están dadas por ninguna Realidad física, si después el filósofo se equivoca y piensa que entonces tienen que ver con la realidad subjetiva, peor para él, porque la realidad subjetiva, o psicológica es lo mismo que la otra Realidad y por tanto, la declaración habría que tomarla más en serio de lo que el propio Kant se la tomaba), 'a priori' quiere decir: 'No motivado’, 'no motivado' por motivos externos a la propia Matemática [...], ‘no motivado’. Y lo otro quiere decir que los términos de esa formulación estén (en la Matemática que sea) perfectamente bien definidos (notad que aquí vuelve a entrar la noción ésta de ‘fin’, pero de otra manera), estén perfectamente definidos, es decir, que no sean como las palabras de la lengua corriente, que nunca están bien definidas ni pueden nunca estarlo, sino que, por algún motivo, los términos estén bien definidos y luego, las reglas de la sintaxis (que esa forma si tienen) sean también perfectamente definidas, claras.
Si esto... si esto es así, bueno, la noción de verdad de esa formulación Matemática, es una cosa muy distinta de lo que pasa si tomamos una actitud contraria, que vendría a ser, considerar que esa formulación matemática es de lo que Kant llamaba (por el contrario): 'juicios sintéticos', 'a priori', por supuesto. (Iremos siempre pensando, o intentando pensar 'a priori', también en este caso). 'Sintético' es un término muy mal usao, (pero bueno, ¿qué se le va a hacer?), quiere decir que la... la formulación no se contenta con pensar con que los términos están perfectamente definidos y las reglas de sintaxis dadas, sino que aspira a decir algo más.
- No se ha oído.
AGC - Sino que aspira a decir algo más. Porque esto se entiende muy bien en la primera situación, nos arriesgamos a que la verdad de la formulación no sea más que lo que suele llamarse 'tautología', es decir que la formulación no hace más que, según la regla de la sintaxis, confirmar las definiciones. Quiero decir: un tipo de Matemática en que de lo que se trata es simplemente de definición y de congruencia, es decir, de tal forma que los teoremas se deduzcan congruentemente de los axiomas (de lo que se ha partido) y que a su vez las formulaciones, ecuaciones y demás que se hagan, estén también ligadas a esos teoremas de una manera perfectamente clara y definida; si esto es así, pues el riesgo es que las formulaciones, teoremas y demás no hagan otra cosa que confirmar las definiciones de las que se partía y los esquemas de los que se partía, es decir, una Matemática sí que parece ser la [forma] más oscura de Matemática es como si viniera a ser estéril, es decir: improductiva, y esto naturalmente, a los matemáticos mismos, en general, -y no digamos a los demás- pues no les gusta mucho, quieren que las cosas sean productivas, es decir, que los juicios, los teoremas que se hagan sean 'sintéticos' en el sentido de que vengan a añadir... vengan a añadir algo a los conocimientos o presupuestos de que se partía: vengan a añadir algo.
Fijaos bien que esta... esta pretensión de que la Matemática sea costructiva, productiva, tiene que arreglarse para seguir pensando que es 'a priori', que los juicios son 'a priori', es decir, que la Matemática no está influida, inspirada por cosas externas a la propia Matemática. Y llegar a esta componenda, es decir, que las aserciones matemáticas sean 'a priori' y que por otro lado sean 'sintéticas' en el sentido de que añadan... de que añadan a lo... a lo antes presupuesto nueva noticia o conocimiento, pues no es... no es fácil, ¿no?. Supongo que por lo menos, me arreglo en este último tramo de presentar el problema para que después volvamos... podamos volver sobre... sobre él.
En esto de que la Matemática sea pura en el sentido de 'a priori', es decir, que las formulaciones, los cálculos, no estén inspirados desde fuera, por algo que no sea la propia Matemática, esto obliga enseguida a distinguir entre esas dos cosas que suelen comprenderse bajo Matemáticas, que son: Aritmética y Geometría. [...] Aritmética y Geometría porque las cosas no marchan igual por los dos lados, ¿no?. Por un lado: la cuestión de los números y del cálculo, y por otro lado: la cuestión -digamos- de las formas, (tal vez, si no es demasiado grosero incluso este término para hablar de los entes geométricos ideales): formas -digamos- que... y uno va con lo otro, de manera que, por ejemplo, si nos atenemos a un [...] de Matemática: Aritmética, Álgebra, Cálculo, que trate de ser puramente Aritmética, Álgebra -puramente Álgebra, puramente Cálculo-, entonces resulta que lo de ser 'a priori' no sólo querría decir que no está inspirado por la Realidad, sino tampoco por la Geometría.
- ¿La qué?.
AGC - Sino tampoco por la Geometría. Porque de alguna manera, hay esa tentación, entre estas dos ramas de pensar que -en algún sentido- la Geometría es algo que por sí mismo implica la ideación: la idea, y en ese sentido está más cerca de las cosas (dejando ya las cuestiones históricas de si la Geometría ha surgido efectivamente a partir de la Realidad, bueno..., toda esa serie de cosas que te dicen tanto de la Geometría como del Cálculo), estamos viéndolas ahora en estado puro, ¿no?.
De manera que ahí está y luego, por otra parte, como ya iremos viendo otro día, cuando... cuando uno trata de enterarse de lo que ha pasado estos pocos dosmilypico años con las Matemáticas, ve que la necesidad o tendencia a la aproximación entre el Cálculo y la Geometría es casi como una costante. [... uno se encuentra] una y otra vez con... con grandes disputas y divergencias pero efectivamente, venir a hacer que el Cálculo, el Álgebra -de alguna manera- no esté separado de una Geometría y que la Geometría, a su vez, de ninguna manera pueda pensarse una pura Geometría de las formas sino que efectivamente, sea capaz de entendérselas con el Cálculo de un tipo o de otro.
Eso es lo que, para terminar hoy, os quería decir como más bien anuncio de las cuestiones que tenemos que tratar y que de los que entendéis más que yo de..., tal vez, de Matemáticas, pueden ayudar también a plantearlo mejor. Pero en tal caso no os olvidéis que cuando venimos a esto, no nos estamos nunca apartando de la Realidad, de la política -aunque sea cuando tratamos de hablar de Matemáticas puras, en principio, apartadas de la Realidad-. Nada se aparta de esta guerra, nada aparta de esta guerra contra la Realidad que aquí nos traemos.
Así que con eso... con eso anunciado, si el Señor nos lo permite, dentro de siete días seguiremos dándole vueltas al asunto, a ver qué pasa.