27.08.2014

Tertulia Política número 201 (28 de Octubre de 2009)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

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  • Que no se sabe si la tertulia está haciendo algo.
  • La separación entre lo que hay y lo que existe.   

 

 

TRANSCRIPCIÓN:

 

 

Tanta gente como somos, vamos a ver si averiguamos un poco si estamos aquí haciendo algo; si estamos haciendo algo, o no.  Es una averiguación a la que os invito conmigo desde ahora.  ¿Podemos nosotros saber si estamos haciendo algo o no?  Yo creo que eso (está claro para cualquiera), no podemos saberlo.  Querría decir que estábamos en el mismo plano de las Empresas, del movimiento del Capital de ellos, de los Estados y de los Presupuestos, que por lo visto saben, y creen, que están haciendo algo, por ejemplo en el sentido ese de mejorar la Realidad, es decir, hacerla un poco más tolerable.  Con un éxito cierto para ellos, porque echan sus cuentas, y cualquier cosa que mueva capital es para el Capital bueno, es su vida, lo necesitan, con cualquier pretesto que sea.  Que eso tenga algún resultado en el sentido que pretenden y nos cuentan a la gente, como que las cosas vayan mejor bajo el Régimen que hoy padecemos, el Régimen del Bienestar, eso por lo menos tiene que ser para vosotros dudoso, como para mí.

Acabo (es trivial), de verme enredado en un nuevo lío de tráfico, que me ha obligado a llegar más tarde de lo que creía, a hacer que el tasista diera vueltas no se sabe por dónde para encontrar un camino de llegar por lo menos hasta cerca de la zona de Santa Ana, que está patas arriba Madrid, toda esta parte de Madrid, de manera que es un resultado cierto, y desde luego nadie se atrevería a decir que eso es un progreso, un bien, para la gente.  Pero la gente importa un bledo; lo que importa es efectivamente el movimiento del Capital, el sostenimiento de los Estados que están al servicio del Capital, y hermanados con él, y la gente, lo que nos queda de gente, importa un bledo; salvo aquellos de vosotros, de nosotros, que estemos metidos en el negocio, para los cuales evidentemente puede volverse a hablar de éxito en algún sentido.  

Puesto que esto es una tertulia política, contra esto, contra este engaño, evidente por todas partes, estamos aquí tratando de hacer algo; hacer algo que no sea hacer lo que ya está hecho, porque de eso ya se encargan ellos, de cambiar para seguir lo mismo, de hacer una y otra vez lo que ya está hecho.  Y no podemos saber si sí o si no, no podemos saber si estamos haciendo algo o no, porque entonces, si lo supiéramos, seríamos como ellos, que saben, que echan sus cuentas, que calculan; que calculan con un cierto tanto por ciento de éxito, y que más o menos se van satisfechos con los resultados.  Eso es saber lo que se está haciendo, tener criterios.  Eso es cosa del Poder, eso es cosa del Estado; es Dios el que sabe, Todopoderoso.  Si aquí intentamos hacer algo contra eso, no podemos imitar el modelo, no podemos pretender nosotros a nuestra vez saber que sí, que estamos haciendo algo.  No podemos saberlo, y los que me acompañáis hace tiempo, yo creo que ya saben que eso es a lo que hay que resignarse.  Pretender darle un sentido, y un fin, y un Futuro, a esta tertulia política, sería justamente traicionarla, y convertirla, hacerla ser, aquello que no es.  De manera que eso está relativamente claro.  No sabemos si sí o si no.  Esta tertulia no tiene Futuro; el Futuro es de ellos, y no puede por tanto respecto a ella hablarse de éxitos o de resultados prácticos.

Una cosa sí sabemos, como siempre, que es justamente mirando del otro lado: sabemos que por la vía de ellos, por la vía del Poder, por la vía de la Empresa, no puede hacerse nunca más que lo que está mandado, es decir, lo que ya está hecho.  Eso sí nos permitimos saberlo; eso nos lo da simplemente, no sólo la observación a nuestro alrededor, sino el propio sufrimiento con el que nos tropezamos cada día, si no nos hemos vuelto del todo insensibles; el propio sufrimiento ocasionado de una manera directa o indirecta por la imposición justamente de las leyes del Poder.  Eso sí lo sabemos, y a mí me basta, y querría que a los que acompañáis os bastara con esto para seguir adelante sin más.  Sabemos que por el camino de seguir mejorando las condiciones de vida, como ellos dicen, por el camino de encontrar un Futuro, aunque pretenda ser un Futuro revolucionario, por ahí desde luego no se hace nada; no se hace nada más que lo que ya está hecho.  No tengo que volveros a recordar yo creo lo que ha sido el destino de tantas y tantas revoluciones y rebeliones: justamente por el afán de realismo, por ajustarse a la Realidad, por pretender ser prácticos, cualesquiera de estas rebeliones han tomado el camino que utiliza el Poder, la Empresa, es decir, tener un Futuro, hacer cálculos respecto a él, respecto a ese Futuro, acertar más o menos, y a las pocas vueltas, encontrarse que hemos vuelto a hacer lo que ya estaba hecho; de otra manera, pero lo mismo.  Así de terrible es la cosa, pero así tiene también para darnos ánimos, negativos, que son los que valen, y los que hacen, para seguir con este intento de la tertulia política en la que no sabemos si estamos haciendo algo, o si no estamos haciendo nada.  

Para aclararos esto, y antes de que os pregunte qué os lo que a vuestra vez seguís pensando de esta actitud, voy a presentaros lo que se podría llamar ‘la prueba simplicísima’; la prueba simplicísima de que esto no es verdad.  La prueba simplicísima es esta: ‘ahora’, es algo que hay.  ¿Cómo se puede negar que ‘ahora’, hay?  ¿Cómo se puede negar, cuando precisamente está pasando a una velocidad que lo hace completamente inasible?  Esa gracia tiene ‘ahora’: lo hay, hay.  Eso no es real: ‘ahora’ no es real, ‘ahora’ no pertenece al Reino de las cosas ordenadas en el Tiempo.  Todo eso es cuestión de la Realidad, y ‘ahora’ no es real.  Lo hay, innegablemente: estamos ahora mismo hundiéndonos, ahora, hundiéndonos, perdiéndonos, continuamente.  Lo hay, está aquí, pero no existe, no es real.  Eso por un lado.

Por el otro está todo el resto de lo que llamamos ‘nuestro mundo’, y ‘nuestras vidas’, de cada uno o en conjunto.  ¿En qué consisten esas vidas, esos mundos?: pues consisten naturalmente en hechos pasados, en hechos futuros (que hasta ahí llega nuestro engaño, hasta hablar de ‘hechos futuros’), y naturalmente, un Presente, que es una falsificación, porque todos sabéis conmigo que eso que llaman ‘Presente’ no son más que Pasados y Futuros pequeñitos, vamos, no tienen nada que ver con el misterio de ‘ahora’, que está del otro lado.  La Realidad en cambio es eso, es el Tiempo ordenado de esa manera: Pasados, Futuros; Presentes, para acabar de redondear la píldora.  Eso existe, es la existencia misma, pero en cambio, no lo hay, no está aquí.  Pensad un momentito en lo que son vuestras vidas, y ved que todas ellas consisten en cosas que no están aquí: consisten en preocupaciones y proyectos, consisten en recuerdos, pero bien ordenados en el álbum de fotos familiar, o en el archivo, es decir, en cosas que no hay; cosas que no hay, pero que existen, son nuestra existencia.  De manera que en eso consiste el mundo que nos venden, en eso consiste la vida que nos venden.  Pues bien, esta es la prueba simplicísima.  ¡Qué locura haber pretendido que de entre esas dos cosas tan radicalmente opuestas y distintas (‘ahora’, que no es real, que se escapa continuamente, y ‘Realidad’: Futuros, Pasados, Presentes...), que a esas dos cosas se las haya querido considerar como compatibles y comparables, como si la una pudiera ponerse junto a la otra tranquilamente!  ¿Podéis imaginar una locura mayor?  Esa es la locura en la que estamos metidos, esa pretensión de que esas dos cosas pueden compararse, cotejarse, ser compatibles, la una con la otra.  Pero vosotros sentís conmigo (por lo menos este rato, mientras no os acordáis de vuestras ideas consabidas), vosotros sentís conmigo que eso no puede ser, que lo que hay de veras ahora, que se escapa continuamente, no es comparable ni compatible con los Presentes, Futuros y Pasados de vuestras realidades.  No es compatible.  Este es el gran engaño.  

Como veis, para presentar la prueba simplicísima no hace falta razonamientos; hace falta acudir al sentimiento mismo, que estoy tratando de despertar en vosotros por un momento: el sentimiento de la incompatibilidad entre lo uno y lo otro, entre lo que hay, pero que desde luego no existe, y lo que existe, pero que no lo hay.  No lo hay, y es en lo que nos convierten las vidas.  Así, en este engaño bajo el que vivimos, van arreglándose, componiéndose, lo uno con lo otro, mal que bien, por dos vías: por la vía dominante, por la vía del Poder, a la que todos mayoritariamente estamos sometidos, y la cosa consiste en reducir cualesquiera restos de algo vivo, de algo que está pasando, de algo que no se sabe, de algo que no existe, pero que lo hay, convertirlo en Realidad, convertirlo en un Futuro, en un Pasado, en un Presente, en cualquier cosa real, concebible, de las que el Capital puede manejar, y que a vosotros pueden venderos tranquilamente por los Medios de Formación de Masas de Individuos.  Esta es la Ley, esto es lo dominante; esta es la Ley bajo la que padecemos, es la Ley contra la que esta tertulia política que no sabe lo que hace se está rebelando día tras día, año tras año.  Esa es la Ley: la conversión en Realidad de cualquier cosa de esas que todavía podían quedar.

Porque por la vía contraria, lo que hay de veras, lo que está vivo, de memorias vivas, de deseos no sometidos, lo que es del ‘hay’, del ‘ahora’, eso, mal que le pese al Señor, está rezumando por todas partes entre las cosas de la Realidad;  nunca acaban de conseguir que deje de escurrirse por cualesquiera poros eso que queda de vivo, que no se sabe, que no se cuenta.  Es a ese rezume de lo que el otro día os decía “el rezongo que queda por lo bajo diciendo ‘pero esto no es aquello”, o, de otra manera, “aquello no era esto que nos venden”.  Eso es lo que está vivo, y eso es con lo que estamos.  Si algo está haciendo esta tertulia, que nunca lo sabremos si sí o si no, desde luego viene de ahí, de eso que a pesar de todo nos queda de vivos, y nos deja rezongando por lo bajo “¡pero esto no es aquello!”, “¡aquello no era esto!”.

Añado una aclaración para aquellos a los que les resulte difícil todavía reconocer que lo que se nos da como mundos, o como vidas, no son más que cosas que no hay, que son puras informaciones, y por tanto preocupaciones por un lado, proyectos, y por el otro Historias, calendarios de los días y de los siglos pasados.  Eso que no hay es lo que os venden como ‘mundo’, como vida, y naturalmente con la pretensión de que eso sea todo lo que hay; la intromisión de ‘todo’, que es justamente el arma del ideal contra el que tantas veces nos estamos aquí rebelando, si es que se puede.  

Una aclaración, digo: entre las cosas que hay, es decir, las que se están perdiendo continuamente por entre nosotros y a nuestro alrededor, hay también cosas como la huella del rayo en una encina, por ejemplo; cosas como esas.  Hay entre ellas también cosas como los anillos del baobab, que en el cómputo de los () indican sus años, su edad.  Eso lo hay también, entre otras cosas que hay.  Entre las cosas que hay están los amigos que se nos han muerto; también están aquí, y el dolor que ellos nos dejan.  Todas esas cosas las hay, pero para reducir eso a lo que el Poder quiere, a Realidad, hace falta una interpretación: la huella del rayo en la encina, naturalmente sólo a través de una interpretación, da lo mismo si religiosa o si científica, pero sólo por medio de una interpretación nos está contando un Pasado, nos está contando una Historia.  Sólo a través de una interpretación.  El dolor de la muerte de un amigo, que estaba vivo, ¡qué remedio!, se deja interpretar: se deja interpretar también, se le convierte en algo real, concebible, tratable, que ya no le va a hacer daño a nadie, porque es también una especie de Historia.  De manera que eso es lo que quería aclarar para que no haya confusiones respecto a la distinción fundamental entre lo que hay, ahora, sea lo que sea, y lo que existe, lo que está ordenado por el Poder.   Espero que eso ayude a aclarar cualquier dificultad para entender esto, por la cual de todas formas os voy a preguntar dentro de un momento.

Hay, a propósito de esto, algo que traer a cuenta, como tantas veces hemos hecho, aprovechando los desenfrenos de algunos investigadores (científicos, físicos, cuánticos, sobre todo), que nos pueden llegar a través, más bien que de los libros, de las entradas en la red.  Hace poco Caramés me ha sacao dos o tres de unos amigos italianos, que versan sobre cuestiones que tocan a lo que estoy diciendo.  Uno de un Amedeo Balbi, que habla de ‘límites de la Cosmología’, y que de una manera, pues bastante percutente, bastante convincente, nos muestra una serie de cuestiones que hacen efectivamente reconocer que la Ciencia, especialmente la Física convertida en Cosmología, tiene límites, de los cuales no puede pasar.  Esos límites en algún caso Balbi los presenta como horizontes, lo que él llama ‘horizontes’.  Horizontes que se van efectivamente alejando más de nuestro conocimiento, pero que tienen un límite, por lo que sea, respecto al cual ya no puede haber más alejamiento de horizonte.  O el problema del centro, que aquí hemos tratado tan de otra manera otras veces: el hecho de que todo venga en definitiva a tenerse que referir a nosotros, a uno de nosotros como observador, y que por tanto, a pesar del descentramiento que el progreso de la Ciencia ha producido, de alguna manera vuelva a resucitar siempre la noción de centro.  Bueno, os lo cito como un reconocimiento, ejemplar y agradecido, de los límites, sólo que desde dentro; un reconocimiento desde dentro:  Balbi, como los demás, sigue creyendo en un Universo, sigue creyendo hasta en el Big Bang, o Génesis que le da comienzo, y es dentro de eso como se ha molestado en ponernos de relieve los límites a los que el conocimiento puede llegar.

Hay otro Enrico Prati, entre estos amigos italianos, que.....plantea de una manera más general y directa la incompatibilidad entre un conocimiento, como ellos dicen ‘macrofísico’, o sea, de las cosas corrientes, y un complemento ‘micro’ o ‘ultra’ microscópico, especialmente.......

Perdonad.  Tengo un medio trancazo...  No os lo digo para que me agradezcáis el sacrificio de venir a la tertulia así, pero tampoco quiero entreteneros demasiado, ni desde luego contagiaros.

-No te preocupes.  No tenemos miedo al virus.

A-No, no, hay que tener miedo; del trancazo, hay que tener miedo.  Incompatibilidad pues, en la visión de este Enrico Prati, entre la visión corriente, macroscópica, y la visión de los entes subatómicos en general, porque, razona él, en cualquier esperimentación, aunque se refiera a estos entes subatómicos, a los de la Cuántica, de todas maneras los resultados son macroscópicos, se refieren a nosotros, y desde luego por tanto la pretensión de juntar lo uno con lo otro, y por tanto producir lo que ya he llamado mucho desde hace años una Teoría de todo (‘everything’, una Teoría de todo), pues naturalmente se muestra sumamente dudosa, cae por la base.  Estas son también algunas de las dudas venidas de parte de quienes están más o menos en Universidades, investigando según las reglas de lo que está mandado, pero que no pueden menos de asomarse por lo menos, rozar, con los problemas que para nosotros aquí son centrales para el descubrimiento de la falsedad reinante, ¿no?  Por eso os los quería recordar.  Si alguno tiene curiosidad por estas () en especial, tal vez Caramés puede ayudar, que los ha leído también, creo, al mismo tiempo que me los pasaba, y que a lo mejor se le ocurre algo más a propósito.

Y ahora, antes de pasaros la palabra, no quería más que recordaros esto, que querría que no sonara como una especie de moraleja, o algo así: que no sabemos si estamos haciendo algo o no, pero desde luego lo que actúa, en caso de que actúe, la acción (política, teórica, da lo mismo), la acción no puede venir nunca de quienes, de entre nosotros, aceptan los términos, los criterios, de la Ciencias o creencias establecidas.  De ahí no viene nada.  Por entre los significados de las palabras que sujetan a las cosas, se está siempre escurriendo, como antes decíamos, algo de lo que de veras hay, y que por tanto es lo que es capaz de decir ‘no’ desde el niño que no existe, desde el pueblo-que-no-existe , pero que lo hay, que está ahí, actuando.  Es, dicho de otra manera, de los deseos no convertidos en proyectos ni en ideas, y también de las memorias vivas, no convertidas en mera Historia, de los deseos no convertidos, de los deseos de no se sabe qué, que por debajo nos queden, no se sabe de qué, pero que nos hacen decir ‘no’ de vez en cuando hacia Arriba.  De ahí, y también de las memorias vivas, que están aquí, con más cosas que están aquí, ahora, en la medida en que no se han convertido en Historia, en que no han encontrado su registro, en que no han encontrado su álbum de fotos, en que no se han convertido en las fechas del nacimiento y de la muerte, separadas por un guioncito en la lápida sepulcral; que no se han convertido en eso, que es en lo que quieren que se nos conviertan.  De manera que si de algún sitio puede haber una política de veras contra los desmanes y la locura del Poder, tiene que venir de ahí; nunca de las personas ni de las Istituciones que acepten eso de ser realistas, de servir para algo dentro de la Realidad, de esplicar el mundo desde dentro del mundo, de conseguir algo para ir tirando.

Ya el otro día os dije que cada uno puede dedicarse con la mano derecha, pues a cuidar de su familia, a educar a sus hijos, a dirigir un Sindicato, a procurar una mejora de la salud espiritual, corporal, por medio de técnicas o físicas, o místicas, o lo que sea, pero todo eso no tiene que ver nada con lo que estamos diciendo aquí.  No se le puede prohibir a nadie, y eso lo hacéis con vuestra mano derecha, es decir, con lo que tenéis de personas costituídas, siendo cada una lo que es, y luego, con la izquierda, es decir, lo que nos queda de mal hecho, de no cerrado del todo, de vivo, es como se puede estar haciendo algo de esta política contra la imposición del Tiempo de la Realidad.

Bueno, pues con esto me contento por ahora.  Las voces las pido especialmente para los que tienen dificultad en reconocer esa disyunción entre lo que hay y lo que existe, pero desde luego pueden venir también respecto a cualquier otro asunto, de manera que sin más, quedo ya.

-Yo quisiera responderte, Agustín.

A-“Responderme”.

-Pues para intentar dar mi respuesta, tal como la siento ahora, de lo que aquí se hace, te voy a comenzar diciendo lo que creo que no se hace.  Y lo que creo que no se hace, es, mediante palabras, que como tú mismo has dicho costituyen gran parte de la Realidad, mediante el hablar se pueda hacer otra cosa que consolidar, asear, variar, la misma Realidad.  De hecho, quizá aquí un poco se han emanado, me parece observar, algunos grandes fantasmones, como el Régimen con mayúscula, como la Realidad con mayúscula, que han tomado como una especie como de cuerpo y tal, que también son Realidad.  Entonces sospecho, como digo, que la palabra pueda disolver aquello que está compuesto sobre todo de palabras.  Eso es Realidad.

A-Perdóname, Javier, porque es que esto es una cuestión que ha salido ya demasiadas veces, aunque tú no te hayas dado cuenta. Ya lo sabéis que efectivamente cualesquiera acciones pueden hacer algo en contra de la mentira, pero a condición de que nazcan del descubrimiento de la mentira, y eso sólo se puede hacer hablando, es decir, pensando.  La Realidad está costituída, no por la palabra, sino por los significados de las palabras que lo tienen.  Hablando, o si se te ocurre algún otro medio, es como se puede atacar la fe; yo no conozco otro.  Una vez que se es capaz de atacar la fe que el Poder necesita, de ahí derivarán las formas de acción, de juego, que se quiera, pero si no es a partir de ahí, evidentemente vendrán a ser colaboración, recostrucción, para ir tirando; eso que he dicho que bueno, que con la mano derecha que se haga, pero vamos, que no tiene que ver nada con la política.  La primera acción es matar la fe, salvo que no creas.  La primera acción es matar la fe.

-De acuerdo, pero creo que hay cosas que no son palabra.  Tu has aludido al () del amigo antes de convertirse en Historia, a la metáfora esta digamos de la herida del rayo.....

A-Por supuesto, por supuesto, Javier.  He dicho justamente que si algo se hace, nace justamente de ahí.  

-Pero yo voy a intentar responder a ¿qué se hace aquí?  Entonces, lo que creo que se hace aquí, en cuanto a la utilidad política digamos de la tertulia, no sería tanto de aquello que se habla, sino lo que se hace.  ¿Y qué se hace?  Yo lo interpreto así: aquí hay un ritual; este ritual formado por personas que nos reunimos a una hora, como decía en algún escrito, con cuadros alegóricos, contigo hablando muy bien, y aparte de decir, haciendo ritmos y haciendo ceremonia, y todo esto digamos nos trabaja las almas a nosotros y a ti, y por lo tanto creo que lo que se hace en la tertulia es hacer una tertulia, y eso.....

A-Muchas gracias, Javier, pero no puedo aceptar el regalo.  ¿Cómo puedes pensar que en esta tertulia de hoy mismo pueda haber algo de reunión ritual, y que haga esto o lo otro, si la mitad de los que están aquí a lo mejor es la primera vez que han caído, y ni me conocen ni nada, junto a los otros que efectivamente están acostumbrados a mantener esto?  No, no suele ser...  Desde luego, es para mí muy importante que esto de hablar, o dejarse hablar, se intente hacer de una manera, no hace falta decir ‘ritual’, pero bueno, rítmica, ordenada, clara.....  Es importante, pero vamos, desde luego de lo que se trata de una manera o de otra, entre los asiduos como entre los recién venidos que traen otra cosa, es de despertar ese rezume de lo que nos queda vivo, de memorias no muertas, de deseos nunca cumplidos, que pueden movernos aquí a hablar contra la fe.  Bueno, ¿qué más por ahí?  

-Yo lo que veo es que hay una distinción como demasiado clara cuando dices ‘con tu mano derecha’ y ‘con tu mano izquierda’, o con no se sabe con qué mano.  Pero vamos, distinguir lo que hace la mano derecha de lo otro es una manera muy tajante, y has puesto una serie de ejemplos, como por ejemplo cuidar de la Familia, el Sindicato, o tocar la flauta, o has dicho una actividad que sirva para, no sé, aunque sea para desfogarse, o para lo que sea, o unas ciertas artes, ¿no?  Entonces yo creo que en eso que se puede hacer de la mano derecha, en esa otra parte, esa parte que has citado, mezclas demasiado las cosas, porque ahí desde luego lo de formar parte en un Sindicato, tener un carnet de Ejecutivo de Cuentas o lo que sea, no puedes ponerle al mismo grado de costrucción de la Realidad que esas otras cosas que serían técnicas, no trasmisión; de técnicas por ejemplo, ¿no?  Entonces yo creo que eso estaría más del lado de eso otro que tú dices que venimos a hacer aquí, porque después de todas maneras estamos dando una actividad rítmica al lenguaje y al pensamiento, estamos enhebrando en un ritmo.

A-Bueno, no hay que entretenerse demasiado en la imagen, que sabéis que la traigo del evangelio, y que en aquel caso....

-Para una parábola, está bien, pero no para todos los miércoles.

A-...se refería claramente, en la mano digamos derecha, a la limosna; a la limosna dada con ostentación.  Desde luego, en el uso que yo hago de lo de la mano derecha e izquierda, esto se ha ido mucho más allá, pero bueno, conviene recordaros cómo aparece en el evangelio, y desde luego es verdad, no hay por qué hacer distinciones tan tajantes, y declarar que determinadas acciones, a las que la gente nos dedicamos, proceden del descubrimiento de la mentira.....o no, están hechas para ir tirando.  Efectivamente, ya hemos dicho más de una vez que las artes del ritmo en especial, como viniendo de más abajo que la lengua misma, siempre efectivamente pueden estar jugando en ese subterráneo que es el de las memorias no sometidas, los proyectos no cumplidos, pero vamos, tal vez no es la ocasión de volver ahora sobre las artes rítmicas, porque quiero sobre todo que me dejéis recoger cosas de gente que no seáis vosotros.

-Y yo te puedo hacer esa misma observación a ti mismo: cosas de gente que no seas tú.  Mira, vamos a ver....

A-¡Que no, que tenéis demasiada facilidad, Isabel, déjalo!  Hay que dejar hablar a la gente.

-Pues yo soy gente, la gente soy yo, pueblo soy yo.  Mira, escucha que te diga: también, incluso el dejarse decir, en cosas como más o menos tontas, a veces de escucharse uno a sí mismo, centrarse en decir, en dejarse decir tonterías, a veces de repente te paras y descubres la mentira de la Realidad, porque tú mismo siempre eres al menos dos, uno que está hablando y otro que está...

A-¡Sí, muy bien dicho, muy bien dicho!  Y en efecto, donde menos se piensa salta la liebre; todo eso puede suceder.  No sé a qué coños viene, pero donde menos se piensa, salta la liebre; desde luego, por supuesto que sí.  A ver.

-Pero no es menos real la mano derecha que la mano izquierda, puesto que nuestra vida trascurre la mayoría del tiempo con la mano derecha, que es lo cotidiano, el trabajo, lo que tienes que hacer.  Lo ideal sería que la cosciencia que teóricamente se pone en la izquierda se ponga en la derecha también, para ser real en cada momento.

A-Me parece que estás armando un poco de lío de manos.  No sé, ahora trataré de esplicároslo.  

-Es que me ha parecido observar una distinción entre....

A-Desde luego, ten en cuenta que, según mi propuesta de hoy al comienzo, que es a lo que me estoy tratando de referir ahora, no puedes decir ‘la mayor parte de nuestras vidas’.  Lo que he preguntado (esto también a Isabel, a ti...), la cuestión, de la que no querría que se distrajera, es si tenéis grandes dificultades para reconocer la disociación que he puesto tan radicalmente entre lo que hay y lo que existe.  Así que no es ninguna cuestión de la mayor parte; simplemente que en la Realidad se nos da mezclado la Realidad, tal como ellos quieren que sea, y lo que le falla a la Realidad, poros por donde se escurre lo otro.  No ha lugar por tanto a intercambiar funciones entre las dos manos; lo de la mano izquierda, que a lo mejor torpemente he sacado del evangelio, quiere decir esta intención de la tertulia política de decir eficazmente ‘no’ a la mentira del Poder.  Esto es mano izquierda.  Y luego, lo que se hace con la derecha, pues ya digo, de todo habrá: unas veces se harán cosas que derivan de ahí mismo, del descubrimiento de la mentira, de la rotura de la fe, y otras veces serán cosas de para ir tirando, que esas sí son la mayoría, claro.  No te van a oír, Ana, ponte de pie.

-Que es verdad que en lo que consisten las vidas nuestras, y lo que nos venden y nos proponen y nos ofrecen, que no lo hay, y eso me parece que tiene que ver con eso que tampoco hay, que es uno, y me parece que puede que sea que tenga la misma condición, que tengan que ser únicos, como las cosas que se ponen para mañana, o las de ayer, y que a la vez tengan que ser cosas conocidas.

A-Es en lo que estoy: es perogrullesco que lo que nos venden como el mundo, nuestro mundo, como vida, mi vida, es justamente lo que no hay, que son informaciones respecto al Porvenir, al Pasado del mundo, de mí mismo...; informaciones, ideas.  Son justamente lo que no hay.  Es tan inmediato, tan perogrullesco, que es por eso por lo que lo he sacado a reconocimiento y discusión entre vosotros.  ¡Más!

-Que claro, que es que eso puede que sea lo único que valga para uno, que para uno no cabe otra clase de vida, y por eso..... Si no, ¿cómo podría uno mantenerse, y andar entre otros, y....?

A-Por supuesto.  Hay que tratar de distinguir un poco: como uno es una cosa que en sesiones ya lejanas hemos estado analizando, y es tan compleja...  Uno es una cosa (cuerpo, alma, cosa, una cosa), y para eso..., no sé; ahora, para uno mismo, que no es ni su cuerpo, ni su alma, ni nada, que es uno mismo, único, insustituible, o sea, que es Dios, para ese desde luego es una necesidad tragarse que no hay más que eso: no hay más que el sustituto que se le ofrece; para ese, es indispensable.  Respecto a los pobrecillos restos de alma y de cuerpo que a uno le queden, eso, no sé.  Generalmente yo creo que no: creo que la sumisión, la aceptación, de lo que se nos vende como vida, como Futuro, hasta nos hace directamente daño, nos estropea la salud, nos estropea lo poco que nos podía quedar de vivo, porque efectivamente, estas posesiones de uno, en cuanto son posesiones, pues ya se sabe: la Muerte; no valen nada, como las posesiones de Dios.  Pero como no del todo son posesiones, desde luego cabe observar que hace también daño para lo inmediato, y por eso es por lo que se pretende que aunque este descubrimiento de la mentira, este derrumbamiento de la fe, parezca que va tan a fondo, o tan por lo alto, desde luego se refiere a los atascos de la circulación que yo he padecido esta noche, se refiere a las miserias cotidianas que el Poder impone, y se refiera a la mala salud que a cada uno le está impuesta simplemente por la profilaxis, porque tiene que dedicarse a cuidar de la salud de mañana, y naturalmente, quien se dedica a cuidar de la salud de mañana, se está haciendo la puñeta de inmediato; eso es una cosa que a nadie se le escapa, yo creo.  Ahora, respecto a uno, en cuanto único y singular, desde luego, lo que le hace falta es como a Dios: creer todo, creer que no hay tal cosa de eso que digo que hay, que no hay más que lo que existe, todo.  ¡Más, por favor!

-Hay una cosa que no entiendo, y es que has dicho que pensar era hablar, y entonces a mí me parece que la sensación de pensar es como un juego entre cosas que ya han pasado, o por lo menos tengo esa sensación, y entonces no entiendo ahí el Tiempo dónde está.  El acto de pensar, según tu lo espones, es como si se produjera en ese mismo momento que el que habla, o sea, en el ahora.

A-No distingo; no veo ningún motivo para distinguir entre hablar y pensar.

-Yo no lo acabo de comprender del todo, porque tengo una especie de sensación, a lo mejor equivocada, pero como que la acción de pensar está como surgiendo de cosas que están ahí ya como que han pasado, como que entre ellas se conectan, o juegan, o.....

A-De ahí, y de los fallos de eso, y de otros sitios un poco más perversos, como el hablar......  De ahí sale el hablar.

-Pero entonces hay un Tiempo ahí, hay un Tiempo pasado, unos Tiempos Pasados.  O sea, el pensar y el hablar, ¿surge en el momento, o....?

A-Sí, hasta el punto de que aquí solemos estar una hora y cuarto hablando.  Aquí estamos una hora y cuarto hablando, y igual puedes estar una hora y cuarto pensando a tus solas, da lo mismo.  No cabe duda de que los procesos son así.  El pensamiento es como todo lo demás: hay algo que hay, que está vivo, que no dura, que está muriendo en el momento que se pronuncia, y luego quedan los restos: los proyectos de habla, de decir tal o cual cosa, los registros o recuerdos de lo que se ha dicho.., que ya son reales, Tiempo real.  No se distingue en eso el curso del pensamiento del curso de las vidas.  Sí.

-Ahora cuando has dicho esto de la profilaxis y la tarde que has pasado en el tásis, ¿no?  Me pregunto por qué no alivia tanto el saber que vas a venir a la tertulia cuando estás en el tási, como jode tanto el cuidarte hoy para mañana.

A-¿Por qué no alivia?

-Sí, es decir, hoy me estoy cuidando para mañana, y me estoy jodiendo hoy para estar bien mañana, que como nunca hay mañana, pues siempre estás jodido.  Pero cuando estás en el tási jodido con el atasco no te alivia pensar “coño, menos mal que voy a la tertulia, y...”

A-No lo se, depende; no lo siento muy claro, eso.  Desde luego, evidentemente, si es en el sentido de que es el fin de mi jornada, y es el fin de mi semana, y es lo que tengo que hacer, entonces naturalmente aguantas el sufrimiento como se aguantan los sufrimientos por el día de mañana que el Régimen te impone.  En ese caso sería igual.  Ahora, si esto de venir hacia la tertulia es una cosa que se ha convertido como en unas cosquillas que te entran un poco por lo bajo, y que te remueven, esas a lo mejor pueden por lo menos distraerte un rato del coñazo del taxista, y no empecinarte tanto en remachar lo horrible y el coñazo, y yo creo que a mí me pasa algo de eso que puede pasar en general, ¿no?  Evidentemente el proyecto, el fin, es mortífero de por sí, en principio; ahora, resulta que las costumbres que se establecen, que sin embargo están sometidas a un Tiempo bien real (una hora, un día), a veces pueden tener como un subproducto, algo que es actual, de ahora mismo, que te hacen sentirte un poco mejor, un poco más vivo, y que por tanto pueden incluso ayudar a ir tirando.   Desde luego, más cierto es el inverso que ya he enunciado, ¿eh?: el someterse a la fe en lo que te mandan, eso directamente machaca la salud, machaca las ciudades, las estrellas, las visiones del Universo.  Bueno......  

-Si no habla nadie más, quería yo decir una cosa.  Hablando del Estado, y de este Gobierno de bandidos y criminaloides, de cómo para salvarte te imponen lo que habíamos dicho antes, te vamos a apurar, es por tu bien, hacemos esto porque te va a ser bueno, y con esto te bombardean.  Y quería poner un ejemplo que está hoy ahí, que es que el otro día unos chicos somalís que se llaman piratas, cogieron un pesquero español y se lo llevaron a sus aguas para que les dieran un dinerito a cambio de devolver el barco y a la tripulación.  Y los () de los militares españoles, que siempre fue (), esa Marina, van y salen dos del barco pesquero, los secuestran, y los traen con la aquiescencia del Gobierno este de bandidos, que estaba reunido en commité para que el otro tontaina fuera a atrapar a estos dos chicos, y van y se los traen paquí, se los traen para España, y entonces ahora los 36 tripulantes que tienen los piratas en el barco no los sueltan, porque el Gobierno español secuestró a dos de sus correligionarios.  Y entonces, el Gobierno lo que dijo (para contar esto y apoyar un poco más lo que dices del Estado y los Gobiernos), es que era para salvar la vida de los tripulantes.  Tócate los cojones.  Es decir, que ellos secuestran a dos piratas para salvar la vida de los tripulantes, cuando eso fue el mayor riesgo que están corriendo ahora sus vidas, porque han secuestrado a los dos piratas vía B.O.E.  Tiene cojones.

A-Encima de ser malos por esencia, son tontos, se equivocan; encima se equivocan de vez en cuando.  Eso más bien es un consuelo, que meten la pata.  Yo desde luego me regocijo cada vez que encuentro una metedura de pata como esas, sí.

-Pero que ellos ponen, como ponen para la propiedad y todo eso, la disculpa de que era para salvar la vida de los tripulantes del pesquero, hay que tocarse los cojones.

A-Eso es normal; lo gracioso es que se han equivocado en esta ocasión.  Bueno, pues venga.  ¡Ah!

-Yo me preguntaba que si para estar un poco fuera de todo esto que dices habría que ir a alguna tribu esótica, o .....  donde no haya tele, o no haya coches, ni móviles, ni......

A-No la hay, no hay nada de eso.  Que lo hubiera hace un siglo, cuando los etnógrafos, la Margaret Mead y los demás, se paseaban por los trobriandos, que no.....

-Aquí se ha escrito que el 33 de las mujeres no se hace control de mama, y luego viene aquí abajo “mentiras principales, 30”  ¿Dónde están las otras tres?

A-No le he oído el final.

-¡Que no se le ha entendido!

-¡Que lo diga usté otra vez!

-Vamos a ver: aquí he puesto yo que lo imposible no es imposible.  ¿Qué decimos?

A-De acuerdo; aquí lo estamos diciendo todos los días: lo imposible es una declaración del Poder.  Lo de imposible, señor, es siempre una declaración del Poder, que te dice ‘imposible’, por ejemplo lo que hacemos aquí.  Mentira: como usté ha dicho, nada es imposible.  Y en cuanto a las tetas, ahora volvemos un momento.  Ni siquiera podemos saber si los trobriandos del 19, que no conocían, no vamos a decir Dios, pero no conocían Padres, no conocían el nombre de ‘Padre’, ni nada, eran algo que se había escapao de la Historia.  En todo caso nos lo han quitado, y eso para nosotros ya es una información en los libros, no puede ser más.  Señor, eso es que me encontré en el periódico ‘Qué’, en el bar, a grandes titulares “el 33% de las mujeres no se hace control de mama”, y eso fue el motivo de la indignación que me ha hecho sacar un artículo que alguna vez saldrá en La Razón.  El ideal, por supuesto, como siempre por parte del Poder, es ‘todas’.  ¡Pero el 33% que se le escurren, eso es un descuido, un escándalo insoportable! ¡Todas!, ese es el ideal; entonces es cuando el Reino de la Muerte estaría establecido y estarían tranquilos, porque lo que hemos dicho de la profilaxis: eso es lo que lo que me están matando todos los días, y el cuidar de la salud de las futuras tetas está desde luego impidiendo que las actuales tetas puedan vivir más o menos.  Eso es una cosa tan evidente que no hace falta mucho insistir en ella.

Bueno, pues si el Señor nos deja seguir con esto, pues dentro de siete días.