27.08.2014

Tertulia Política número 248 (22 de Septiembre de 2010)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

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  • Colaboración de algunos físicos desmandados en la tertulia política.
  • La cuestión de la libertad en contra de las causas.
  • Identificación de la Mecánica Cuántica y la Física clásica en el empeño en la imposición del Ideal.
  • Contraposición entre la admiración al Señor y la maravilla de lo que escapa a su Poder.
  • Artículo “Unsharp Reality”, por Busch y Jaeger.  Mención del artículo de David Hodgson.  Teoría de las Catástrofes de René Thom.

 

TRANSCRIPCIÓN:

 

Vamos a volver a entrar un poco en esta colaboración, para algunos inesperada, de los físicos, de los representantes de la Ciencia, que se ocupan de esplicarnos cómo es el mundo, cómo es esto que hay, pero antes quiero recordaros un poco el sentido que esto tiene en una tertulia política, aunque más de una vez hemos tenido ocasión de volver sobre ello.

La Ciencia en principio, por istitución, está dedicada al servicio del Poder.  Sabemos que en estos años que nos ha tocado ha venido a ser la forma principal y dominante de Teología, de Saber del mundo (tal vez saber del Todo), y bajo este Imperio, bajo esta Fe, más o menos vamos viviendo.  Cada uno de vosotros participará más o menos de una Fe en la Ciencia, como en otros tiempos más o menos cada uno participaba en la Fe en Dios o en la Iglesia, pero lo importante es que por ahora las Mayorías son creyentes, las Mayorías tienen Fe, y al Poder es esto lo que le importa.  Y además tenemos que añadir que dentro del alma de cada uno la mayoría también tiene Fe, también se lo cree.  También se lo cree, se lo cree por tanto más o menos, y por tanto sigue acudiendo a los libros, a los periódicos que le ofrecen vulgarización científica, como forma de informarse de qué es lo que hay, de qué es lo que pasa. 

Resulta que el Poder está asentado, la Realidad está asentada, sobre esa Fe.  Necesita cada día volver a proclamárosla, a esplicaros cómo es el mundo, sea por los sucesivos grados de la Educación, sea por la Televisión o de cualquier otra manera, que son la sola forma de predicadores que en nuestro Régimen nos toca, de predicadores de la Fe, que con ello demuestran que nunca están del todo seguros de que os lo creáis, porque si no, no tendrían que machacároslo todos los días como lo hacen, tratando de convenceros más y más de que las cosas son como son, lo cual quiere decir que no sólo la Realidad es la Realidad, sino que además la Realidad es todo lo que hay.  Ésta es la función con la que tenemos que contar.  ¿Cómo se esplica entonces que acudamos, como lo hemos venido haciendo una y otra vez, saltuariamente, a las investigaciones, a las discusiones entre los físicos, los filósofos de la Ciencia de nuestros días?  Pues eso tiene que ver con el tema mismo del que tratamos, porque la Realidad no es todo lo que hay, porque la Mayoría no es todos, porque la mayoría del alma de uno no es todo uno, porque las cosas no están nunca del todo ordenadas y establecidas, y porque por tanto la Ciencia misma, la propia Teología de nuestro mundo, no está tampoco tan perfecta que no esté fallando a cada momento, y son justamente esos fallos los que buscamos a través de las intervenciones de físicos, en general de los no muy bien establecidos todavía, de los que intentan entrar con alguna nueva solución en los problemas siempre abiertos de la Ciencia.

Éstos son los que nos revelan lo que importa, que es que el problema, los problemas, las dudas, siguen estando siempre vivas, y es justamente de estas dudas, de estos problemas vivos, de lo que esta tertulia política se alimenta en cierto sentido, de manera que por eso tiene sentido que todos estos años nos hayamos estado, sobre todo entre Caramés y yo, tragando cerca de dos mil entradas en la Red y algunas otras contribuciones de científicos diversos, que no es que nos proporcionaran nada iluminador, pero nos revelaban de una manera muy vivaz la presencia de los problemas, y cómo las discusiones respecto a los fundamentos siguen estando vivas.  De manera que con este recordatorio supongo que incluso los que no nos han acompañado de ordinario saben ya el sentido que puede tener esto y esta contradicción: nunca, en contra de sus pretensiones, el Poder está definitivamente establecido.  Si no, no tendría que estaros renovando todos los días la carga burocrática, las informaciones televisivas, y la degradación de la enseñanza en los diferentes grados.  Tiene que hacerlo, es decir, que con ello nos demuestra que no está seguro nunca de su establecimiento.

La Ciencia al servicio del Poder tampoco entonces puede estar cerrada, tampoco ha llegado ni puede haber llegado a conclusiones cerradas, a informaciones acerca de la Realidad.  Por fortuna y por vida para esta tertulia, no es así, no se ha llegado a ninguna solución, y además no se va a llegar nunca, porque eso del Futuro es justamente un invento de ellos, de los del Poder, que efectivamente están costantemente contando con ese Futuro y haciendo esas cuentas sobre su Futuro, las cuales tienen en una buena parte de los casos éxito, dominan el Futuro.  No todas, por lo mismo que estamos diciendo, no siempre, pero sin duda una buena parte tiene éxito, y así se va tirando en el mundo de las finanzas, en el mundo de la política de los Estados, con esos arreglos.  Pues bueno, la Ciencia del mismo modo nunca puede llegar a una Teoría, a un Credo definitivo.  Lo está intentado, está trabajando para el Futuro, pero podemos saber desde aquí que no hay tal Futuro, que ésa es una ilusión.  Por desgracia una ilusión pesada, tremenda, y que nos hace padecer, pero no por ello menos deja de ser una ilusión.  Los problemas que a la Ciencia se le siguen presentando son por tanto para nosotros un testimonio vivo de esta necesaria imperfección, de este nunca acabamiento de la Realidad, del Poder, de la Ciencia misma de la Realidad.  Os recuerdo pues algunos de los puntos problemáticos, sobre todo por si alguno de vosotros tiene paciencia para volver como nosotros, como Caramés y yo hemos hecho, a las entradas en la Red o a las facilidades en general que las Ciencias de la Información nos proporcionan en nuestros días, aunque sea para usarlas en el sentido contrario, ¿no?

Una se refería a la cuestión de la causa, y algo que se contraponía con la causa: el ‘free will’, el libre albedrío.  Ya hace unos meses creo que os recomendé como buena entrada un escrito de un señor David Hodgson que efectivamente presentaba claramente esto: se trata de que cuando se ha venido al mundo de la Cuántica, que es la forma de la Física dominante hoy día, cuando se ha venido ahí hace ya un siglo, entonces se ha descubierto que leyes que valían tradicionalmente para las cosas corrientes (como suele decirse “el mundo macrofísico”, es decir, las peñas, las plantas, los astros), no regían para los entes subatómicos tal como se venían descubriendo, y en ese mundo subatómico se producían líos, contradicciones, que se revelaban de una manera cada vez más interesante tal vez, ¿no?  Por ejemplo ésa: la idea de que las causas producen sus efectos y que los efectos proceden de sus causas, haciendo intervenir de esa manera la ordenación temporal como causal, es vieja, ha acompañado siempre a la Física, pero justamente ahora fenómenos, incluso esperimentales, parecía que contravenían esa idea tan clara de la Física de Newton y de la demás, y es justamente a ese problema al que este Hodgson lo mismo que tantos otros tienen que acudir, y hay que ver hasta qué punto la Realidad está indeterminada, no procede por esa vía: en la esperimentación cuántica se encuentran sucesos que ni obedecen a una causa previa, ni obedecen tampoco a una información de que ya los aparatos estuvieran cargados, ni dependen tampoco del acto de medir que con los aparatos puedan realizarse.  Son independientes, estos que van quedando como independientes, a los que suele llamarse muchas veces no sólo mero azar (que las cosas pasan porque sí, y cuando quieren, y como quieren), sino que se reconocen como un libre albedrío.  La actitud de estos físicos es que si se reconoce que el esperimentador, nosotros, somos libres de arreglar los aparatos de determinada manera, de decidir los momentos en que se ha de medir o no se ha de medir, tomar estas medidas o las otras, esto según su razonamiento tiene que aplicársele también a los electrones y en general a los entes subatómicos, que tendrían por lo tanto un cierto grado de libertad.  De esta manera como veis una cierta pretensión de libertad entre nosotros se traslada a la entraña misma de las estructuras físicas y se rebela como una necesitad de atribuirles a los electrones, o al menos a los fotones, algo de esa libertad.

Es curioso volver sobre esta cuestión de la libertad en contra de las causas, porque en estos trances a los que nos trae la Ciencia actualmente parece que se ha dado la vuelta la actitud que se nos presenta en nuestra primer Física materialista o atómica, la de Epicuro con su cantor en latín, Lucrecio, al que tantas veces tenemos que acudir, porque allí resulta, os lo vuelvo a recordar, que ‘por debajo de la Realidad’, por así decir, el sitio desde donde hay que esplicar la Realidad, y que por tanto no puede ser la Realidad, en donde no hay más que átomos y vacío, en ese sitio los átomos se mueven costantemente a una velocidad insuperable, y se mueven por su propio peso, pero el físico descubre que si eso fuera todo los átomos estarían cayendo perfectamente, es decir, en una vertical esacta, y de esa manera nunca podrían chocarse los unos con los otros.  Y he aquí que para que haya Realidad, para que haya cosas reales, tenemos que contar con que los átomos entrechoquen, porque sólo en ese entrechoque se puede fundar la Realidad, la estructura de las cosas: choques más o menos espesos dando cosas más o menos blandas, más o menos duras.  Ahora bien, sin eso no hay Realidad, y la esplicación que pretendía ser no sirve para nada, y entonces ahí entra la indeterminación, el principio de incertidumbre a la antigua, que sólo muy indirectamente tiene que ver con el de Heisenberg que hoy rige: los átomos, un átomo, en momento incierto y en sitio incierto, se tuerce de su camino.  Se tuerce un mínimo, porque se pretende que este mínimo no sea propiamente real.  Éste es otro problema en el que no puedo entrar, el problema del mínimo, pero se pretende que entre dos átomos puede pasar eso: que uno se desvía un mínimo de su camino.  Indeterminadamente, sin lugar ni Tiempo precisos, lo cual para los físicos actuales eso querría decir ‘free will’ del átomo.  Es decir, que para que los átomos puedan entrechocarse y costituir la Realidad tienen que sufrir, contra la Ley de la caída, una desviación mínima, que como no se sabe de dónde viene (no va a venir del vacío, que no es quién para eso), tiene que venir del átomo mismo, es decir, de una cierta libertad por parte del átomo.  Así es como estos físicos antiguos se arreglaban para que los átomos y el vacío pudieran esplicar la Realidad. Y entonces, establecida la Realidad, nuestra libertad, la libertad de un caballo, que se demuestra en que puede correr para delante o para atrás, más deprisa o más despacio, y torcerse por acá o por allá, o la nuestra, pues se muestra como una consecuencia de eso que en la subrealidad les pasa a los átomos, y nosotros hemos heredado de alguna manera el ‘clinamen’ de los átomos, la desviación imprevista, y ésa es nuestra pretendida libertad.

Bueno, pues lo que os estoy diciendo es que parece que en estas actitudes actuales de los físicos la cosa se ha vuelto del revés: es la firmeza en la creencia de que el esperimentador efectivamente es libre de decidir el momento de la medida, la situación de los aparatos que haya elegido, y tomar toda otra serie de elecciones, lo que viene a convertirse en un fundamento de que en la entraña misma de la Realidad física, no ya los átomos, sino electrones, protones, estén dotados de una cierta libertad, un cierto grado de libre albedrío.  Supongo que esto por lo menos, aunque sea tan por encima os ha centrado un poco en cómo son de profundas las relaciones entre la Realidad física y las cuestiones que llamamos políticas entre nosotros.

Vuelvo un poco sobre los físicos actuales.  En principio tenéis que tener un cuenta una Realidad entre el éxito y la razón, una relación entre el éxito y la razón.  ¿Por qué la Mecánica Cuántica ha venido a ser prácticamente la única forma de Física válida en nuestros días?  Pues evidentemente hay que decir que por el éxito, es decir, que para conseguir manejar debidamente istrumentos que tienen que contar con partículas subatómicas de una manera o de otra, no hay otra manera de Mecánica, de digamos ‘Doctrina Mecánica’, que pueda servir como la Mecánica Cuántica para el caso, de manera que esto es lo que tenemos que reconocer.  Estáis no voy a decir ‘viviendo’, pero vamos, por lo menos existiendo todos los días a golpe de reloj y calendario gracias a muchos de los inventos que se han producido asistidos por ésta forma de Mecánica.  Asistidos por la Mecánica de Galileo o de Newton se produjeron inventos muy notables (la locomotora....., bueno, para qué os voy a contar más), pero estos inventos modernísimos de que disponéis desde luego están fundados en el éxito, es decir, la casi certidumbre de acierto que asiste a la Mecánica Cuántica en sus predicciones.  Y en contraste con esto es notable lo que os estoy contando: que para entender la Mecánica Cuántica, es decir, entender el fundamento, y que es lo que quiere decir respecto a la Realidad, parece que ni dios se pone de acuerdo entre los físicos, y que cada día los problemas son más y más difíciles.  Es un contraste notable, y además ilustrativo, éste entre el fundamento en el éxito y otro tipo de fundamento, que sería el de la pretensión de una teoría verdadera, una esplicación verdadera.  Así van las cosas, y sería útil que os animarais a palpar, como yo mismo como profano lo he intentado durante todos estos años, en lo vivo de la problemática, porque todos los días os están engañando con la vulgarización de la Ciencia, os están presentando un panorama según el cual la Ciencia progresa.  Se supone que a un fin, porque si no, ¿qué sentido tiene eso?   Se supone que en el caso de la Ciencia se progresa hacia la Verdad, hacia encontrar eso, y así os lo presentan, y cuando os presentan los dispendios inmensos en viajes interplanetarios y cosas por el estilo que los Estados y el Capital dedican a estas formas de la Ciencia por la cuenta que les tiene, os lo presentan como efectivamente si estuvierais recorriendo una senda que se dirige hacia un fin, que es la Verdad.  Es la misma estupidez que más abajo os cuentan cuando pretenden que los cambios de Gobierno van progresando, una Democracia cada vez más perfecta para llegar a un cambio de Gobierno en que decimos por debajo “en que no haría ninguna falta ningún Gobierno”, lo cual ellos no pueden decir, ellos tienen que creer que sí, que van a eso.  Seguid pues mirando. 

Os recomiendo también, de los que Caramés me ha pasado recientemente, una nueva entrada de unos señores Busch y Jaeger, Gregg Jaeger, que muestra bien, declara bastante, este descubrimiento de que la Realidad no estaba tan bien hecha como la Ciencia se creería.  Esta entrada se llama “Unsharp Reality”.  “Unsharp” quiere decir ‘no precisa’, ‘no neta’; una Realidad no precisa, no bien cortada, no neta.  Les ha gustado el adjetivo ‘sharp’, que quiere ser justamente una cosa cortada al filo, y por tanto precisa en ese sentido, y efectivamente a lo largo de este artículo podéis encontrar cómo se llega a hablar de grados de Realidad, algo que nunca se había oído.  Hay grados de Realidad, es decir, que hay fenómenos que son unos más reales que otros.   Naturalmente el uso del término Realidad, como veis, es una novedad, ha cambiado. No os lo puedo esplicar; si queréis buscadlo y leedlo.  Muy groseramente, los autores me perdonen, pero en principio aquellos fenómenos que más se acercan a que las posibilidades de producción del fenómeno se puedan convertir en probabilidades, ésos son los más reales.  De manera que dicho de una manera todavía más vaga, cuanto más los fenómenos se reconocen como una buena realización del Ideal, de la esactitud, entonces se les llama ‘más reales’, y cuanto más se alejan de eso, pues son menos reales.  Esto es aquí para nosotros una cosa muy bienvenida, porque ya recordáis que nosotros aquí, sin esperimentos y sin Ciencia propiamente dicha, hemos descubierto cosas elementales, como que la Realidad no es todo lo que hay, y por tanto descubrir que la Realidad no es todo quiere decir que no tiene bordes la Realidad en sí, y es fácil de ahí descubrir que si la Realidad no tiene bordes precisos, no tiene nada de finito, nada de ordenado del todo, las cosas diversas que estamos dentro de la Realidad, las cosas que somos, tampoco tenemos bordes precisos, en contra de lo que se nos hace creer, tampoco estamos bien cerrados por límites esactos de una manera o de otra.......

Y bueno, pues así es como pienso que el asomarse a estas discusiones, estas diatribas.......  Desde luego condicionadas esternamente por la necesidad de escribir un libro o de sacar algo en la Red cuando uno aspira a una Cátedra o cosa por el estilo, eso no hay por qué negarlo, pero que sin embargo, a pesar de ese condicionamiento esterno pueden efectivamente, por la propia pasión de la investigación, dejarnos descubrir cosas de éstas.  Generalmente la segunda mitad de cualquier entrada o de cualquier libro es la pobre, la mala, y la desgraciada.  Lo que importa es la primera mitad, en que la habilidad, pasión del investigador, deja vivir los problemas a nuestros ojos.  La segunda parte generalmente es un intento de arreglo, un intento de componenda para que efectivamente no parezca demasiado mal en las Alturas Académicas o de otro orden un artículo semejante.   Pero a pesar de eso.  A eso es pues a lo que os invito, y espero que salvo lo que me digáis ahora habré acertado a haceros sentir la confusión entre Política y Física y hasta qué punto lo uno tiene que ver con lo otro. 

Desde luego en la Ciencia la propia creencia en el Progreso, es decir, que la Mecánica Cuántica (llevando a la Relatividad de Einstein al lado más o menos bien, pero bueno), sobre todo la Mecánica Cuántica ha superado y sustituido a la Mecánica de Newton, a la tradicional, esa noción de Progreso es la que tiene culpa de muchos enredos que estos físicos se arman.  Por ejemplo están convencidos de que lo que les pasa a las partículas subatómicas es esencialmente distinto de lo que les pasa a los cuerpos macroscópicos, a las plantas, las rocas o los astros, ¿no?, y entonces por fortuna para nosotros en la propia esperimentación y el intento de dar razón de los fenómenos subatómicos descubren muchas incertidumbres y muchas contradicciones.  Pero no hay motivo: es como si se creyera que en cambio las cosas macroscópicas, ésas sí tienen límites definidos, ésas sí que tienen una netitud en la definición, pero aquí ya hemos descubierto muy en general que no puede ser así, que el que se crea que una cosa es la cosa que es y que uno mismo es el que es, eso son cosas del Ideal.  Están hechas por la Fe, uno tiene que creerlo, pero desde luego son mentira.  Son descaradamente mentira, son contra el fundamento mismo de esta Realidad que no es todo, y en la cual las cosas por tanto tampoco pueden ser del todo una, no pueden ser del todo las que son.   De manera que también en las cosas nos pasa, basta con renunciar a la totalidad y a la unidad, es decir, lo que en esta tertulia se intenta cada día luchando contra los ideales ‘totalidad’, ‘unidad’, la Fe.  Basta con eso para que efectivamente puedan encontrar una identificación la Mecánica Cuántica y la Física clásica, porque simplemente la una y la otra se equivocaban del mismo modo, se equivocaban por lo mismo: por este empeño en la imposición del Ideal, y por tanto sería eso una comunidad entre ambas, esa comunidad en el motivo de la equivocación, en el motivo del desbarrar tanto la Física clásica como la Cuántica.

No voy a volver, porque casi no va a haber tiempo para discutirlo, sobre esto, pero sí os quiero recordar algo que a este propósito el día pasado, creo, os decía sobre la maravilla de las cosas, lo maravilloso de las cosas.  Ya recordáis: para que no vengan aquí y al oírnos hablar de una manera tan costantemente destructiva se crean que estamos estropeando el mundo, estropeando las cosas, o cosa por estilo, o como dicen los políticos ante cualquiera que asoma de anarco, “amenazando con el caos”, para que no se crea esto hay que sentirlo bien justamente del revés: si las cosas no son de ordinario tan maravillosas, lo mismo las humanas que las estrahumanas, las que nos tocan de cerca o de lejos, es justamente porque están dominadas. Están dominadas por la Fe en el Poder, la Información de los Medios, y todas las demás pestes que les han caído encima.  De manera que son maravillosas en cuanto que por un momento, por un vislumbre, uno se libra de ellos y las siente.   Las siente, que es la manera de pensarlas.  Las siente, y entonces se vuelven maravillosas, y quiero contraponer esta maravilla con la admiración: en el viejo Régimen, bajo el dominio de la Iglesia, de la vieja Teología, era tradicional que a los niños se nos hiciera admirar la obra del Señor, este mundo tan bien ordenado. Se quería que nosotros nos admiráramos de que el mundo funciona como un reloj.  Y con buen motivo, porque de esa manera ya tenían la prueba ésa infantil de que no hay reloj sin relojero, y por tanto no hay mundo sin Dios, ¿no?  Era la admiración del Autor, es decir, Dios representa (y aquí nosotros estamos usando la palabra todos los días hace ya tiempo en ese sentido), representa el Poder, representa el Ideal, es decir, representa la pretensión de que entre las cosas se impongan las ideas de las cosas, se impongan los ideales, y se nos haga creer que efectivamente una cosa es la que es, y que yo mismo soy el que soy, y cosas por el estilo que el Poder necesita.  Esta imposición de los ideales es lo que se llama ‘Dios’, y naturalmente para Él la admiración.  Pero ¡amigo!, es que este mundo no funciona como un reloj ni mucho menos, ni siquiera contando con que un reloj pudiera funcionar bien del todo.  Con esto no hace falta que nos asomemos a las visiones de Einstein, que nos enseñarían mucho sobre ello.  Quiero decir que ya sabéis que en Einstein no hay mediciones absolutas, no hay absolutos, no hay más que relatividades, y los movimientos son relativos unos respecto a otros, y por supuesto los relojes no son más que relativos los unos respecto a los otros, ¿no?  No queda más que un absoluto en la Relatividad, que es la Velocidad de la Luz, que ésa viene de otro sitio, pero por lo demás no hay absoluto ninguno.  Pero aún suponiendo que hubiera un reloj perfecto, desde luego con respecto a ese reloj este mundo no sería ningún reloj, no marcharía ni mucho menos como un reloj: está lleno costantemente de fallos, de contradicciones, y en el hecho mismo que os he recordado de que los Medios tengan que estar recordando todos los días cómo es la Realidad se revela lo mal hecha que está.  Si no, no habría que recordarlo. 

De manera que esa admiración para Dios, y si queréis también para el Poder de la Matemática como lengua aplicable a la Realidad, pero también con el descubrimiento de que nunca va a dar lugar a una aplicación perfecta y definitiva.  Admiración para eso, pero maravilla para lo que se escapa de eso, maravilla justamente para lo que siempre se escapa de eso y deja en algún momento vivir las cosas como libres, es decir, como no siendo del todo las que son, como muriéndose continuamente las cosas y nosotros y haciéndose de las unas otros en una riqueza incontable.  Incontable por cualquier especie de números.  Incontable.  Y ésa es la maravilla, la maravilla para las cosas.  Os he contrapuesto la admiración del Autor con la maravilla de la cosa, y esto no puede menos de llevarme a niveles más rastreros, al de la Poesía o la Literatura, y ya veis hasta qué punto esto que he llamado admiración y maravilla aparecen confundidos hasta en ése bajo terreno: hay por un lado dominante la admiración, que se refiere al Autor, y luego hay a pesar de todo alguna maravilla, que es lo que se escapa del Autor.  Cuando algo se escapa del Autor, eso puede maravillarnos.  En una canción o en un poema lo dominante es la admiración del Autor, la creencia en que efectivamente las poesías las ha hecho uno, como el mundo lo ha hecho Dios, con sus poderes.  De manera que con esta contraposición entre admiración al Señor, al Autor, y la maravilla de lo que se escapa de su Poder, con eso me voy a callar y a pediros que saquéis a propósito de cualquiera de las cosas que he traído a cuento si es posible lo que se os venga en mientes, lo que se os ocurra para bien o para mal, así que adelante, cuando queráis.

-Me ha parecido que la Mecánica Cuántica podía coincidir con la tertulia, o viceversa, la tertulia con la Mecánica Cuántica, en esa intuición de que la Realidad no es todo lo que hay, pero luego pensaba que parece que funciona, o sorprendentemente funciona, porque se aplica sobre la Realidad, aceptando que la Realidad es lo que hay.  Lo que quería preguntar es si es compatible saber que la Realidad no es todo lo que hay, y aceptar luego que la Realidad es lo que hay.

A-Bueno, ninguno de los que he leído llega a decirlo así, con la simplicidad con que aquí lo hacemos, pero este mismo trabajo de Busch y Jaeger que os he citado llega a hablar de grados de Realidad, y no me negarás que eso ya es mucho, que de los fenómenos se distingan, aunque sea a su manera, grados.  De todas maneras, vuelvo a recordaros que en cualquier esposición científica o de cualquier orden la segunda parte del libro es siempre la mala.  La mala quiero decir con respecto al intento de la tertulia, porque la primera parte es la interesante, es aquella en la que el científico, el pensador, descubre las contradicciones, descubre los líos, los hace vivir...... Inevitablemente luego viene el intento de sin embargo dejar que eso se pueda someter a la Realidad, a la Ciencia.  Pero hay que aprovecharse de las primeras partes, de las partes negativas.  Esto para mí se ha vuelto una práctica ya casi desde muchacho: sabía que lo que me iba a interesar era justamente esa parte negativa, el descubrimiento de los líos y de las dudas, que lo otro iba a ser aburrido, y así es como se producen en el Comercio los libros y las entradas en la Red, y no hay que asombrarse demasiao, ¿no?   Bueno, más.

-Yo quería hacer una observación respecto a que el milagro sí se ve cuando algo escapa de Dios.  No sabemos cómo, porque en cuanto se le llamara un nombre ya no se escaparía, que el lenguaje ya es un modo de estar dentro de Dios.  Pero si algo se escapa de Dios sin nombre.....  Me estaba acordando de la formulación de la Biblia que dice que no caerá nunca una hoja sin que esté vigilada por el ojo divino.

A-Bueno, eso te lo has inventao, pero bueno, no importa demasiao, podía haberse dicho en algún sitio.  Te lo has inventao o elaborao, pero bueno.

-Que por qué hay una tendencia cuando uno es muy niño en las tardes escolares del aburrimiento escolar a mirar por la ventana, ese oficio de estar alerta a la hoja, de vigilia a la hoja que cae.  Es decir, que hay como una pegazón de Dios trasplantada a uno en cuanto uno desde muy niño, un oficio de Dios.

A-No, nada de eso: al niño únicamente le pasa algo de verdad de maravilla cuando sin pensarlo y sin esperarlo le sucede algo que lo atonta, lo deja tonto.  Si un niño es un vigilante, ¡válgame Dios!: ése ya lo dejaremos para monaguillo al servicio de la Iglesia.  Bueno, ¿qué más?  Sí.

-Lo que dice Isabel es que Dios es sádico como un niño, es polimórfico.

A-No, no le atribuyas eso, porque tampoco es eso. Pero hay que ser vigilante, como el ojo de Dios.  Ese niño, es un niño no voy a decir pervertido, pero ya digo, es un niño con destino de monaguillo.  Lo que pasa es que de vez en cuando le puede pasar algo, como a ti misma, sin ser niño ni nada.  Te puede pasar algo cuando menos lo esperes, cuando menos lo pienses.  Sí. 

-A veces siento o percibo la Realidad, en vez de una forma lineal, como desorganizada, la siento como en diferentes capas que coexisten simultáneamente, como si fuera un electrón que puede saltar de capa y escitarse, pero que todo eso está desorganizado en esas capas, y es como si una estuviera dentro de la otra.

A-Bueno, ya es mucha organización, ¿eh?: no es ya una línea simple, pero esa serie de capas ya es una organización de aúpa.  ¡No, no, no!: la Realidad está organizada así, con todas las capas que quieras, y unas contrapuestas con las otras, y pisos bajos y pisos altos, y sótanos y áticos.  Está organizada así, no es lineal de una manera tan simple.

-Entonces podemos saltar de una capa a otra, y de pisos.

A-Eso lo hacemos todos los días, pero aquí de lo que se trata es de descubrir que todo eso, organizado como está, pero nunca bien del todo, no es todo lo que hay.  ¿Qué más, por favor?

-Cuando has hablado de la poesía, que no es del poeta, entonces me ha venido a la cabeza que es como si las poesías estuvieran de alguna manera en la Realidad y algunas personas las captaran y fueran capaces de espresarlas, o de escribirlas.

A-No entiendo muy bien.  Las poesías están en la Realidad, no hace falta que lo supongas.  Las poesías están en la Realidad, hasta se escriben en libros de vez en cuando, o se cantan en Estadios.  Bien, y ¿qué quieres decir?   Están en la Realidad.  ¿Y?

-Que realmente es como algo que perteneciera a todo, a la Realidad, no sólo a esa persona que ha sido capaz de espresarla.

A-Sí la Realidad fuera perfecta, las poesías serían todas,¡todas!, una mamarrachada que no haría absolutamente nada.  Ésa es la perfección de Dios.  Por fortuna, como no está nunca del todo bien hecha, se escurre, se escapa, algo, a pesar del libro, a pesar del negocio, a pesar del nombre del poeta....... Gracias a que nunca está bien hecha del todo de vez en cuando puede escaparse algo, no sólo en una poesía, también entre las cosas corrientes, pero también en alguna poesía, en alguna canción, algo que justamente escapa a la Autoría, al Orden, a la Organización de la Realidad.  ¿Qué más?  Sí.

-Yo he llegado a una conclusión parecida, porque en cuanto a eso de la necesidad de Orden y de no poder maravillarse con las cosas no reales, es que a menudo me sucede que cuando hablo con algún amigo sobre esto de la necesidad del Orden, la Fe en el Orden y demás, siempre se me saca el típico argumento de que claro, es que los hombres, como tienen tanta libertad individual, libre albedrío, pues es necesario ordenarlo y organizarlo, porque si no sería todo un desastre, y yo lo atribuyo eso también a lo mismo, a que están como incapacitados para maravillarse con las cosas no reales, porque claro, si uno piensa que somos solamente hombres, humanos, pertenecemos al género humano y demás, pues es lógico que necesitemos organizarnos, y que haya quien nos gobierne, y que sea por tanto necesario.

A-Yo creo que en algunas de las cosas has maltratado algo a tus amigos, ¿eh?, porque has llegado a decir cosas que yo creo que ya de ordinario ni siquiera te las dirá un contradictor.  Pero bueno, por lo menos en parte, sí: a cualquiera que si le sacáis cualquier cosa de las que aquí estamos haciendo, os salga con lo de la necesidad del Orden, tenéis que decirle que efectivamente la Realidad necesita un Orden, una Organización, para sostenerse, para tirar padelante.  Mal, siempre mal, pero desde luego la necesita.  La necesidad no tenéis por qué negarla, la necesita.  La Realidad sin una ordenación, sin un intento de ordenación política, o cultural, científica, no sería una Realidad.  Lo necesita para ir tirando; mal, como vamos tirando, y con lo que nos contentamos porque el Orden nos lo manda.  Pero para eso hace falta un Orden, para ir tirando, ‘para existir’, como decimos.  Para existir, que es lo que empleamos para la Realidad, ¿no?  En cuanto a lo otro de que te digan que a los hombres hay que sujetarlos porque son muy libres, eso está contradicho de la manera más clara por nuestro Régimen actual: la Democracia justamente tiene como primer artículo de la Fe que cada uno sabe lo que hace, sabe lo que quiere, y sabe adonde va; es decir, que es libre.   Así nos lo cuentan los demócratas.   Ellos pretenden que este Régimen es el más avanzado de todos (como lo es hasta el momento) porque justamente cuenta con eso, con la libertad individual, y naturalmente la libertad individual, pues es lo mismo que la libertad del Estado, la libertad del Capital, y la libertad de la Realidad.  Efectivamente es útil, porque si habláis de esto fuera de la tertulia pueden surgir cosas, si no tan estremadas como ésas, parecidas, y conviene saber adonde apuntar, no distraerse en la discusión con cosas muy superficiales, ¿no?

-Pero yo creo que debemos de aprender un poco que el acto de maravillarse sucede lo mismo por la aparición de un intento de orden formal como pueda ser la contemplación de una alcachofa o de unos cristales de sal o de hielo, que por la contemplación de las nubes, que es justo el hacer todas las cosas, porque las nubes son todas las cosas. ¿Por qué sucede la maravilla tanto en un asomo del Orden estremo, como de un deshacerse permanente?

A-Sí, está bien, desde luego estoy de acuerdo en que la maravilla puede surgir igual con las nubes que con la alcachofa.  Estoy de acuerdo, y estoy de acuerdo en que efectivamente la alcachofa es una pequeña amenaza de ordenación geométrica, aunque las hay peores todavía: las sales cristalinas, que pueden aparecer como perfectamente cúbicas o algo por el estilo, ¿no?  Lo que pasa es que la maravilla ahí viene de que efectivamente ni la cristalización cuasi geométrica, ni la ordenación en piña de la alcachofa, ni las nubes en sus creaciones perpetuas, están movidas por nadie ni por nada, y en eso se contraponen a la admiración de un proyecto realizado, de un Gran Creador,  de Dios......  Bueno, ¿qué más?

-Que dice Antonio que uno se maravilla también ante la Sagrada Familia de Gaudí, que es una mistura entre nube y alcachofa.

-A ver si se cae con el Metro.

A-Bueno, yo nunca me he maravillao, pero a alguno le puede pasar.  A alguno le puede pasar, y es lo que os he dicho con respecto a la poesía: ya he dicho antes con respecto a la poesía que a pesar del libro, a pesar de la sumisión, a pesar de la idea de Autor, a pesar de lo que os cuenten los críticos de Literatura todos los días, a pesar de eso también ahí puede surgir algo no previsto, sorprendente de veras, maravilla........  Sí.

-Yo vendo libros, y son de divulgación científica.  Entonces cuando tengo que vender uno, mi jefe, que está más interesado que yo en vender, me dice “no, tu no espliques nada, y de lo que ponga dentro del libro tu di que no se entiende nada, que es muy complicado entender este tipo de libros, pero que así se va aprendiendo más”.

A-Yo no sé si acierta, ¿eh? Yo no soy tampoco ahora aquí un esperto en Mercados y no sé si acierta, tengo mis dudas. No sé si acierta tu jefe, puede que no sea así, puede que también se ganara mucho con decir: “son cosas desde luego muy astrusas, muy complicadas, ¡pero este hombre ha acertado a decirlas de una manera tan clara, tan precisa!”.  Yo lo haría mejor así, dile que si le parece que vendamos libros de esa otra manera.  ¿Qué más?

-Eso puede ser como cuando alguna vez has comentado que cuando la Iglesia suprimió el latín, pues perdió un poco el misterio por el hecho de que se entendían mucho mejor las cosas en la lengua de cada cual, y entonces parece que lo que no se entiende tiene un atractivo especial.  Igual va un poco por ahí la cosa.

A-Bueno, son misterios baratos pero que no se pueden despreciar, y eso es lo que cantaba Georges Brassens: “sans le latín, sans le latín, la messe nous emmerde”.  Efectivamente son pequeños misterios que efectivamente la pretensión progresiva de claridad, de esplicarlo todo, están quitando de en medio.  Se equivocan, y efectivamente Brassens en la canción exagera un poco: puede que no se pueda decir que desde la pérdida del latín todo el mundo se aburre en misa, porque yo veo por ahí que sigue habiendo muchos fieles que van con misa en español y que no parece que se aburran especialmente, ¿no?  Hombre, si uno es capaz de someterse a una cosa como los ritos de la Iglesia, aunque se estropeen mucho con el Progreso, pues la verdad es que habrá una Mayoría que siga tragando, que lo siga aceptando, porque les han enseñao además que la Iglesia es compatible con el Progreso como es compatible con la Ciencia, y que por tanto está bien, y cosas por el estilo.  ¿Qué más?

-René Thom tiene un libro muy bonito sobre la Física de Aristóteles.  Él era matemático, y para mí es complejo de entender, porque yo soy de Bellas Artes, y me ha interesao, me ha apasionao, pero no he podido coger toda la miga, pero a partir de Aristóteles consigue en un gráfico matemático incluir al mismo título el calor que la magia, el lenguaje, según unos parámetros, y es un libro curioso que yo creo que sería interesante aquí.

A-El Ente en Potencia de Aristóteles, uno de los inventos más tremendos y nefastos de Aristóteles, ha vuelto a surgir entre los físicos, es decir, algunos dicen lo que llaman ‘la potencialidad’, que es lo mismo que lo del Ente en Potencia, que ya sabéis que por decirlo en breve quiere decir ‘una cosa que tiene en sí ya su Futuro’.   Aristóteles ya, en compañía de Platón, fueron los que hicieron todo lo más terrible para matar el pensamiento vivo.  Aquí en esta tertulia vivimos de los prefilósofos, y la verdá es que el intento de Aristóteles, con un éxito secular (ya he dicho que todavía ahora me lo encuentro el Ente en Potencia entre los físicos), ha sido de las cosas más mortíferas que se ha podido hacer para un pensamiento vivo, y que había surgido como se matan los destellos que nos han llegado a trozos de Heráclito o Parménides, como se mata la duda y la curiosidad y la duda del niño, y bueno, no se la mata del todo, porque estamos aquí, pero hay que recordar esta labor mortífera.

-Pero es que yo creo que hay que pensar que Aristóteles y Platón han pasado también por Jámblico, Proclo, que los han considerado Autoridades, y tú te encuentras en Jámblico y en Proclo discursos sobre el grito, sobre el silbido imprevisto, sobre cosas que si las coges desde Nietzche serían dionisiacas, si las coges.......

A-No sé para qué sacas eso.  Aparte de Jámblico y compañía, de Aristóteles, al contrario que de Heráclito y de Parménides, de quien conservamos 161 versos, tenemos ‘así’ de obras literalmente, y generalmente auténticamente de Aristóteles, y lo importante que yo sacaba aquí no es sólo eso, sino el éxito secular, porque en cuanto se empezó a volver a leer latín, a través de los árabes o después directamente por el griego, el pensamiento de Aristóteles fue poderoso y sigue siéndolo, porque era justamente la esplicación dentro de casa, que es lo que toda Ciencia busca: que nos lo espliquen todo, pero dentro de casa, dentro de la Realidad, ¿no?  Naturalmente Platón y Aristóteles fueron alguna vez niños, y además Platón fue todavía un muchacho que oía a Sócrates por las calles, pero ¡qué se le va a hacer!, se hicieron mayorcitos, se hicieron mayores, y parece que eso es lo que le pasa a la gente en general, ¿no?  Muy lamentable.  ¿Qué más?

-Lo de René Thom fue muy interesante, la Teoría de las Catástrofes

A-Sí, sí, pero no sé por qué lo sacas ahora.  La Teoría de las Catástrofes de hace unos 50 años surgió efectivamente de una manera oportuna, porque era el intento de volver a encontrar lo de la esactitud, la rotura en ángulos esactos en la Naturaleza.  No vamos a volver sobre ello, pero era interesante para eso.  ¿Qué más?

-Hawkins, ése pobre desgraciado hace tantos años en la silla de ruedas, ha estado hablando de estas cuestiones últimamente, y ha coincidido muy esactamente con la visita de la otra parte contratante.

A-Que es, ¿quién?

-El Vaticano.

A-Y la visita, ¿adónde?

-A Inglaterra.

A-¡Ah, es que yo no me entero de nada!  ¿Y han dialogao?

-Si es que no me escuchas.

A-¡No, no, no!: es que no me había enterao de la visita del Papa, y por eso he tenido que aguardar a que me dieras la noticia.  ¿Y han dialogao entre ellos?

-No te has enterao de lo que te estaba diciendo.

A-¡Sí, sí, sí!: que ha coincidido lo de Hawkins con la visita del Papa, de la que me entero ahora, a Inglaterra, y supongo que es que han dialogao.

-Y han dado un comunicado, que está en la web.  Hay muchos neutrinos ().

A-Y después de eso, ¿qué hace el neutrino?

-()

A-Bueno, venga, ¿alguna cosa más?

-Es que se ha llegado a un apaño entre la Ciencia llamada Divulgadora Oficial, que es el Hawkins, que dice que todo viene del Big Bang, y luego que eso es compatible con lo de la existencia de Dios.

A-Es que eso no es ninguna novedad: lo de la Ciencia por un lado declarando la compatibilidad con Dios, y la Iglesia por otro lado diciendo que efectivamente la Ciencia puede servir para entender mejor, eso me lo sé desde que era muchacho, no merece la pena.

-Pero a mí me parece que es que el Hawkins dijo de fundar una compañía de trasportes cuyo móvil fuera la velocidad de la luz para escapar de la Tierra,  y estaría en esa luz Dios.

A-Bueno, no trae ninguna novedad: la hermandad de los restos de la Iglesia Católica con la Ciencia avanzada vulgarizada no es ninguna novedad, y siento mucho que hayamos tenido que entretenernos tanto rato con ello, de manera que si no hay más voces acuciantes corto aquí, y si el Señor nos deja dentro de siete días seguimos.