19.01.2011
Agustín García Calvo
Ateneo de Madrid
Tertu265-19-1-2011#Tertu265-19-1-2011.mp3
- Repaso a las alternativas que puede adoptar quien está de acuerdo en que las cosas son como son: conformarse, echar culpas a los de Arriba, aislarse, hacer la revolución.
TRANSCRIPCIÓN:
Conviene no olvidar que estamos metidos dentro de la Realidad. Recordáis que habíamos descubierto 3 cosas distintas, que eran Lo que es lo que es, que está allá Arriba, lo que hay, que es sin fin, y en medio la Realidad, que es por tanto un conflicto, una lucha, entre la pretensión de Verdad, de ser lo que es (ser cada uno lo que es, ser cada cosa la que es, ser todas las cosas las que son) que se nos impone, por lo que sea, y lo que se resiste a eso, lo que descubre una y otra vez la falta de límite, la infinitud............ Y bueno, aquí nosotros, en cuanto personas que somos, estamos en la Realidad; no voy a decir ‘nacemos’, pero diré ‘nos han metido en ella’, y cualquier cosa que hagamos, dejemos de hacer, queramos o no, se hace desde la Realidad; esta tertulia política, cualquier intento de política de abajo, de política del pueblo-que-no-existe, pero que lo hay, parte de aquí, de la Realidad en la que nos han metido. La tertulia es contra la Realidad, es decir, contra la imposición de la Fe de que es verdad, de que la Realidad es todo lo que hay, y ésta es la lucha que nos traemos, pero esta lucha se hace a partir de la Realidad: los que venís aquí, como yo mismo, somos lo primero personas reales, con su Documento de Identidad más o menos esplícito; no lo somos del todo, y eso es lo que nos mueve a esta guerra, eso y no más, la falsedad del todo y del uno, pero siempre partiendo de aquí, de esta Realidad en que nos hallamos metidos.
“Las cosas son como son”, es lo que le dice el padre bien intencionado al hijo más o menos sumiso, más o menos modorro, para que enterándose de que las cosas son como son vaya por buen camino, no se pierda por ahí. Que las cosas son como son naturalmente es mentira, porque lo del ser, lo de que lo que es sea lo que es, no pertenece a la Realidad, viene de Arriba, se le impone, pero el padre que le dice eso al hijo está bien convencido de que la Realidad es todo lo que hay, que no hay nada más que hacer. Tenemos que partir de ahí, de esa situación, y dado que en ese sentido, aunque sea falso, las cosas son como son..............que en definitiva en boca de ese padre o educador quiere decir ‘Dinero’, porque la verdad de las cosas a que el padre se refiere en definitiva es la cosa de las cosas, es Dinero; Dinero, que quiere decir al mismo tiempo ‘Futuro’, como sabéis, y eso es lo que le da sentido a esta istrucción que los padres, o los poderosos, tratan de imponer sobre lo que no acaba de estar del todo sumiso, sobre lo que no acaba de creérselo del todo. Pero una vez más tenemos que partir de que de lo primero de lo que partimos es de que somos, no de verdad: somos reales; somos lo que somos falsamente, como reales, y aunque sea contra eso contra lo que luchamos, esa lucha parte de ahí, de esa situación, que no podemos cuestionar de principio.
Y entonces, siendo las cosas como son (falsamente), estando en la Realidad, se me ocurre, para que esto se entienda mejor, partir de la contra, es decir, de lo que se puede hacer frente a esto de que las cosas sean como son, frente a esto de la Realidad. Os voy a proponer las alternativas que se me ocurren de lo que se puede hacer o dejar de hacer, y os voy preguntar sobre lo que os parece acerca de cada una de ellas, de manera que estad preparados a intervenir de esta manera en el diálogo que os propongo. Una de las alternativas desde luego es la conformidad; la conformidad: se ha aceptado que las cosas son como son, y se dice uno que bueno, no está tan mal, que unas veces estará peor, pero que otras veces estará mejor, que uno se va arreglando como puede, y así vemos que efectivamente la Mayoría evidentemente (la Mayoría de la gente, que quiere decir también la Mayoría, la mayor parte, del Alma de cada uno), se las va arreglando de esa manera para ir tirando, y aceptan como una obligación incuestionable la dedicación al Futuro, el que las cosas que haga estén destinadas a un fin.......en fin, a tener dinero, que quiere decir tener una cierta estabilidad, se dedican a mejorar ese estado en el que se han llegado a encontrar, encuentran medios para mejorarlo.......; a veces se desesperan, a veces no, pero muchos de esa Mayoría encontraréis que llegan a decir cosas como que son felices (“¡somos felices!”), hasta tal punto puede llegar la conformidad, el acuerdo con lo de que las cosas sean como son, la aceptación de las Leyes, la aceptación del Dinero, como cosas inevitables, contra las que nada se puede hacer, y con esa conformidad pues se puede encontrar eso: Familias felices, Individuos felices, o que por lo menos lo dicen y tratan de demostrarlo. No voy a insistir más, conocéis bien esta alternativa, y la Mayoría de vuestra propia Alma normalmente ha adoptado esta alternativa tal como os la presento así al desnudo, y entonces os pregunto qué es lo que os parece respecto a esta primera alternativa que se nos ofrece, metidos como estamos en la Realidad. ¿Qué tenéis que decir a favor o en contra, o acerca de esto, de esta manera que os he evocado, y que conocéis igual de bien que yo? ¿Qué tenéis que decir? ¿Qué se os ocurre? ¿Qué se os viene a las mientes o a la boca sin más ante esto?
-A mí me parece que es un poco forzado planteado así, como si alguien eligiera una vida más o menos cómoda, sin sorpresas, estable y feliz, y no eligiera echarse a la calle, o sea que yo creo que no se da, que no se elige.
A-Que eso de la conformidad no se da.
-Que viene a posteriori, que la gente una vez que está viviendo de una manera la puede justificar, pero no porque verdaderamente haya elegido ésa u otra cualquiera.
A-O sea, que el cuadro de la Mayoría que he pintado está equivocao, no es así.
-No es que esté equivocado, sino que una vez que está viviendo así porque no sabe vivir de otra manera, pues dirá que en realidad ha cogido un buen camino.
A-Bueno, bueno, la génesis por la que se ha llegado a eso de momento no nos interesa; os pregunto directamente qué más se os ocurre respecto a esta alternativa, esta manera de tomarse las cosas, que desde luego yo creo que se da, si no la he evocado mal, y que se da a primera vista mayoritariamente. Sí.
-Realmente es la forma dominante, y para eso está la Sociedad organizada, ese Estado, que lo bien que está organizado para que desde pequeñitos nos adecuemos a ese conformismo; porque realmente está todo montado así, lo que pasa es que siempre hay fisuras, o sea, que por más que nos quieran montar la vida de una determinada forma, siempre tratamos a veces de salir, y hay gente que realmente se siente feliz por ser obediente.
A-Eso ya es pasar a otra alternativa; ahora me estoy refiriendo a ésa que como muy bien dices parece ser la dominante: en efecto, el Estado, el Capital, están fundados en que por lo menos las Mayorías, que se pueden hacer pasar por todos en el Ideal, sean así, hayan adoptado esa conformidad. Sí.
-¿Y la conformidad puede ser debida a un miedo incosciente ante el cambio, la Autoridad de la Sociedad, Dios, el Dinero, etc., etc., etc.?
A-Como le decía a este otro amigo, no es la génesis lo que importa ahora; llegamos a encontrarnos en esta situación, venga de donde venga, de miedo o de lo que sea, y lo que os pregunto es más: qué sentís, qué se os ofrece, cuando se os ofrece así al desnudo esta alternativa como una elección; que tal vez es verdad, tal vez lo habéis hecho coscientemente y no lo habéis buscao, pero que es la que os encontráis, nos encontramos, mayoritariamente. ¡Más!
-Yo creo que cualquier atisbo de rebelión por una situación de que somos felices, que no me creo que nadie lo diga en serio, pero que : “¿de qué me voy a quejar, si otros están peor?”. O sea, como si se hubiera enseñao que el status quo donde estás hay que dejarlo como está, porque otros están peor, y entonces eso es como una resignación que ya está implícita en cualquier rebelión, por decirlo de alguna manera, que a mí eso sí que me parece que es un punto fuerte.
A-¡Sí señor! Sí, eso desde luego juega: “otros están peor”, esto es lo que la Mayoría piensa, y lo que produce las declaraciones de felicidad. Hay que atenerse a esto, no se nos da otra cosa, y ya sabéis también que el padre, o la madre, respecto a los niños que no quieren comer por ejemplo lo que la madre les ha servido, y les dicen “¡cuántos habría, cuantos niños habrá en el mundo que se matarían por comer eso que te he puesto ahí!”. Que otros están peor, eso es una cosa que juega, por lo menos eso se cree; también se cree que otros están mejor, pero está también mandado que no se les tenga envidia, es decir, cada uno efectivamente tiene en la Realidad que ajustarse a lo que le ha tocado, a lo que se le da. ¡Más! ¡Más frente a esto!
-A mí lo que me parece es que no hay nada que decir, porque esta situación es tan profunda, y tan canalizada y tan potente, que no hay nada que hacer. Lo único que se puede hacer es la defensa. ¿Qué vamos a poder decir sobre algo que está, que existe ya previamente, y que está impuesto de una manera universal?: no podemos decir nada.
A-Bueno, has presentado una filosofía un poco especial, ¿eh?, es decir, que la potencia sea motivo para que no se le pueda decir nada en contra, no se ve de dónde lo sacas.
-No, no es que (): es que está istalada.
A-Bueno, la potencia: tú estás diciendo que es tan poderoso, está tan metido, está tan istalao, que no hay nada que decir.
-Que no hay nada que hacer, que lo único que queda es la autodefensa.
A-No, no, yo aquí las soluciones a eso que tenía, las otras alternativas, las he dejado para después. Ahora os estoy presentado la dominante; la dominante, y me interesa ver cómo andan los sentimientos respecto a esto, y me interesan por tanto más voces. Sí.
-¿Es la condición de la existencia del Poder, del mantenimiento del Poder, la conformidad?
A-Sí. ¿Y ante eso?
-Ante eso solamente queda la rebelión.
A-Pero que cómo te encuentras, qué sientes respecto a que ésta sea la alternativa del Poder, la única que el Poder te ofrece, la de la Mayoría por tanto, como el Poder quiere, que valga por todos. ¿Qué más?
-Se puede decir que es como una rendición, que te han conquistao, si te pasa eso, que te han derrotao.
A-Sí, pero la actitud a la que me refiero es la de que no sienten tal cosa, les parece que es lo normal. ¿Qué os parece, dicho en dos palabras, el hombre feliz, las familias felices? Venga.
-Tampoco es infrecuente el deseo de querer cambiar cosas que a uno no le gustan, pero si no sabes cómo...... ¿Y cómo puedes evitar el caer en esa idea de la Juventud llena de Ideales? Hasta que llega un momento en que uno descubre que no puede llevar a cabo lo que quiere, y entonces se conforma. ¿Cómo te sales de ese camino si no sabes qué hacer con el deseo que tienes de concretarlo, y........?
A-Que no se puede hacer otra cosa, ésa es la convicción; como no se nos da otra cosa, no se puede hacer otra cosa, se conforma uno. Pero de pasada con los Ideales ten cuidao: esta conformación empieza desde más pequeños, desde antes de la juventud progresa más o menos de firme, y este esquema que os he dado podéis encontrarlo hasta en un niño más mayorcito, la convicción de que esto es lo que le dan a uno, y que así es como hay que (), y las cosas son así. Los Ideales son un peligro, son lo que mata a la juventud, porque los Ideales vienen de Arriba, y hay que tener cuidao con ellos. ¿Qué más?
-Pero en el fondo tampoco se está tan conforme, me parece a mí, ¿eh? Aunque cuando dices que esto es un coñazo te dicen que siempre hay gente que está peor, y a mí siempre me sacan lo de la azada: “¡te voy a dar un azadón, y ya verás tú!”. Pues mira, es que no quiero ni el azadón ni estar aquí, es que no quiero trabajar, y se acabó. Y además yo soy una inadaptada patológica al trabajo, es una enfermedad de que no puedo trabajar.
A-¿Y cuál es la patología?
-Inadaptación Esencial al Trabajo.
A-Bueno, ésa es tu actitud, ahora no estamos.............
-Y entonces les digo: “Con lo cuál lo que tenéis que hacer es a mí darme una pensión”. Y te dicen “es que a mí sí que me gusta enseñar, a mí sí que me gusta venir”; pues vale, tío, tú ve, pero a mí darme una pensión, porque yo soy una inadaptada. Y entonces te dicen “¡ah, no, es que entonces yo también!”.
A-Ese paso, Rosa, ni lo he entendido; lo de la pensión, ni lo he entendido.
-Es que yo no puedo trabajar y ser feliz, es imposible para mí.
A-Y si te dieran una pensión, ¿entonces serías feliz?. Pues estamos perdidos. Fijaros bien que los que llegan a declarar “¡somos felices!”, se desentienden del hecho de que si eso mismo se les preguntara el mes que viene o dentro de media hora, a lo mejor ya no tenían humor para decirlo. Eso es una cosa que hay que tenerla en cuenta: se saltan la inevitable mutabilidad, costante mutabilidad, de los talantes y de los ánimos de la gente, y se declaran felices como si lo hubieran declarado para siempre; se olvidan de que dentro de media hora habrá sucedido cualquier cosa que les haya disgustao, o dentro de un mes tendrán una enfermedad, y ya no tendrán ánimos para decirlo. Es como los que declaran el Amor: la declaración se hace como si uno estuviera convencido de su entidad permanente, como la de Dios: es el Amor, de una vez para siempre, desentendiéndose de las cosas que le pasan al amor y a la gente a cada paso. A ver.
-Es que también lo de conformarse, como va poco a poco, a veces hay gente que se ha olvidado, o no lo nota que se ha conformado.
A-No, en general la Mayoría lo que te diría sería eso que he puesto en boca del Padre: “las cosas son como son”, te dirían, o algo por el estilo, añadiendo cosas como ésas de que peor podíamos estar, otras como “me voy arreglando”, “vamos tirando”, “¿para qué vamos a pedir más?”............. Ésas son las declaraciones normales, nadie declara “soy un conformista, estoy conforme”; ni hace falta que lo declare: es que resulta que es así.
Bueno, creo que le he dado bastantes vueltas a la primera alternativa, gracias, y pasamos a la segunda alternativa. La segunda alternativa es la de confiar en que el Gobierno, la Ciencia, Dios, lo van a arreglar todo. Ésta alternativa existe, se da en la existencia, porque lo veo cuando veo la inmensa mayoría de las manifestaciones públicas que se hacen, que se hacen todas con las manos hacia Arriba; es decir, le están pidiendo al Ministro, al Gobierno, al Director de la Banca, a cualquier otra Autoridad, y le están invocando también a eso, a los Doctores de la Iglesia, a los Sabios que allá en lo alto saben lo que yo no sé, a Dios en definitiva, empleando esta palabra para comprender a todo lo que cae de lo Alto. De manera que ésta es una alternativa evidentemente: hay gente que no se encuentra evidentemente del todo a gusto, tiene las molestias que sean, y entonces les sale una esperanza en que desde lo Alto se lo van a arreglar, y ya está; salen en manifestaciones multitudinarias a las calles levantando las manos y llamando a gritos y pidiendo a gritos, si no es a Dios, a cualquiera de sus representantes en la Tierra. De manera que esto se da mucho, es una alternativa que se da igualmente, y entonces respecto a esta alternativa os pregunto vuestros sentimientos, vuestros pareceres. Creo que está bastante clara como alternativa, ¿no?
-Eso es lo del Ideal que nunca puede alcanzarse, nunca puede llegarse al Estado perfecto.
A-Sí, pero lo que importa es lo que planteo: la gente en Mayoría, niños, mayores, viejos, no dejan de tener alguna Fe en que el Padre, el Regidor, El que sabe en lo Alto, le va a arreglar las cosas; si no, no recurrirían a ello. Hasta un niño ya lo bastante corrompido acude al padre o a la madre con esa esperanza de que le va a remediar y a resolver los problemas y los disgustos que se le producen; esto lo veis por todas partes. Sentimientos ante esto, pareceres, ¡venga!
-A mí eso me produce un sentimiento de estar viviendo, o mejor diría muriendo, en la mentira, cada día.
A-¿Por qué?
-Bueno, pues porque hay algo dentro de mí que me lo está diciendo, algo que no viene de fuera, vamos.
A-¿Con respecto a esta esperanza de la que hablamos?
-Sí, sobre todo con lo del punto anterior.
A-Bueno, ahora estoy preguntando por esta esperanza, que es innegable y mayoritaria. Es por esta esperanza por la que pregunto en concreto ahora vuestros sentimientos y pareceres.
-Es que yo creo que siempre tenemos que recurrir a alguien que nos salve, y en este caso a lo que te estás refiriendo es a un salvador que puede ser papá de pequeños, luego el Estado, y luego nosequién y nosecuantos, pero siempre hay alguien que te.....
A-Sí, ésa es la actitud que he descrito. Frente a eso, vuestros sentimientos.
-Pero si nosotros no pensamos que eso existe, que esa posibilidad existe, entonces ¿cómo seguimos el diálogo? Si tú me dices que piensas que va a venir Dios a arreglártelo, y se que no va a venir nadie de verdad, entonces, ¿cómo seguimos el diálogo? Es que son situaciones demasiao totales, como la de antes.
A-¡No, no, no, no!, esto deja de ser total, es todo lo más y menos que quieras, se da: niños mayores recurren al Poder, a la Autoridad, en la esperanza de que les resuelva los problemas; el trabajador sin empleo hacia quien protesta es hacia Dios (el Gobierno, el Ministro, o quien sea), y la muchacha abandonada ante quién protesta es eso. Esto es el resultado de ser felices, y como evidentemente muchos de vosotros habéis ya declarado, eso no es verdad, nada es verdad en la Realidad, y hay que echar las culpas a alguien o poner las esperanzas en otros; eso es un resultado inevitable: dentro de la felicidad de las familias y de las gentes, como no se cree que sea imposible vivir en este Orden, como se sigue creyendo en eso, pues hay que echarle la culpa a alguien de que las cosas vayan mal, por ejemplo al marido, o a la mujer, por ejemplo al padre, por ejemplo a los hijos que no le dejan a uno vivir. Esto es propio de cualesquiera personas y familias felices, y como no es verdad, para mantener la creencia tienen que echar las culpas afuera; y lo mismo poner sus esperanzas afuera, siempre hacia lo Alto; siempre hacia lo Alto: a los Padres, al Alcalde, al Ministro, al Directivo de la Banca, al Científico premio Nóbel; a Dios. Sí.
-Que es así, que uno tiene que echar la culpa y preguntar a quién hay que echar la culpa. Pero es que ese quién luego te contesta o te da a entender que es que él, sobre él ejerce la función de la causa: hay una causa, que equivale a la cosa, es decir, están las cosas, y las cosas sólo suceden por las causas, y el problema está en la causa, por ejemplo la causa del Dinero, de la injusticia. O sea, ¿qué es lo que hay por detrás del quién, que es el qué, que incita a que haya luego protagonistas que gestionen la desgracia?
A-Está bien, es así, es lo que he dicho, solo que la palabra ‘causa’ es demasiado fina para este trance, es una palabra más bien filosófica o científica, y por eso yo he dicho ‘culpa’; culpa por un lado, y esperanza en la reclamación por el otro. Porque efectivamente, sí, es que la Fe nos obliga a pensar que las cosas, que son como son, están organizadas por causas y efectos, y de cualquier otra manera que la Teología, la Filosofía o la Ciencia nos enseñen, pero hablando en lenguaje corriente eso quiere decir el recurso a echar la culpa a la pareja, a los hijos, al padre, al Alcalde, al Ministro........ que es corrupto, por ejemplo, habéis oído esto muchas veces, ¿no?, “que es corrupto, y que si no fuera corrupto, el Ministro ni ninguno, ¡qué bien marcharían las cosas! Lo malo es que de vez en cuando y con frecuencia son corruptos”. Ésta es la manera en que se echa la culpa, y la manera en que por otro lado se espera al Buen Pastor, no corrupto, que será el que nos arregle las cuentas, nos libre de las molestias, nos cure de los males...........
-Pero para terminar el razonamiento lo que te quería decir es que si estamos dentro de la Realidad, eso es como si dijéramos está dentro de la Realidad el cultivo, entonces cuando se dice que la Realidad no es todo lo que hay, probablemente en ese ‘no es todo lo que hay’ es donde tiene que ser un lugar de no culpa y de no persona, porque si no sería imposible, dentro de la Realidad no hay más que posibilidad.......
A-Ahora no estamos hablando de eso; te vas a otra alternativa, y de momento estamos hablando de ésta. De manera que vuestro sentimiento en este momento, vuestra actitud, respecto a la necesidad de echar la culpa, poner las esperanzas, hacia Arriba; hacia Arriba: en la Ciencia que sabe lo que uno no sabe, en la Dirección de las Finanzas del mundo, que son los que saben cómo se mueve el Dinero, cosa que por acá abajo no sabemos, en el Alcalde, el Ministro o el Presidente de cualquier cosa que sea, el Padre, la Madre, el Superior de la Escuela o del Colegio que sea......cualquier forma de Autoridad. Lo que os estoy preguntando es vuestro sentimiento respecto a la necesidad evidente de echar hacia ahí, hacia Arriba, hacia los que mandan, la culpa, y poner en ellos la esperanza de la salvación o del remedio de vuestros males. Creo que tenéis más cosas que decir acerca de esto, de manera que sigo recogiendo..........
-¿Puedo poner otro ejemplo de algo que me pasó? Una vez tenía que elegir si ir a una manifestación o no, y era sobre todo esto de Bolonia, de la reforma, y yo no sabía muy bien para qué servía la manifestación, ni qué iba a cambiar, pero no estaba de acuerdo, hasta donde sabía, con la nueva Ley, Reforma, y fui, pero una vez allí, y viendo cómo se desarrollaba la manifestación, y lo que se decía, y cómo se hacía, me sentí como una avispa que formaba parte de un nido y que intentaba derribar a un gigante, y además no le encontraba sentido ni lógica a lo que hacíamos, porque con eso de estar aludiendo a un Poder o a algo más Arriba que vaya a echarse para atrás y cambiar las cosas y lo que ha decidido, retirarlo.... no sé.
A-Bueno, tu esperiencia va a ser útil dentro de un rato. El otro día Ana contaba una muy parecida en una manifestación, ¿respecto a qué, que te viste metida y que........?
-Sí, se protestaba por unos abusos que habían cometido contra los del Sahara que estaban acampaos.
A-Y te encontraste que en la Manifestación...........
-Sí, que allí no valía decir NO al Poder, por ejemplo.
A-Había que hacer cosas. Bueno, os habéis salido con esto de mi pregunta, porque eso no lo puedo llevar de ninguna manera hasta que tenga que ver con lo que he preguntao, que es el sentimiento respecto al recurso (culpa o esperanza) hacia la Autoridad; más bien se refiere a otra alternativa, de la que dentro de un rato hablaremos, de manera que vuelvo a seguir todavía deteniéndome en esto.
-Sobre esto yo tengo un nieto que tiene ahora 3 años, o sea, que creo que no está muy corrompido, aunque creo que va a durar poco. Y el otro día me decía, pero creo que no echaba la culpa a nadie: “yo creo que esto del Colegio todos los días es demasiao. ¿Por qué no puedo ir al Colegio un día sí y otro no?”. Eso me dejó, porque ahí no está echando la culpa ni a papá, ni al Colegio, ni a nadie, sino que el niño se está dando cuenta de que están pisoteándole todos los días.
A-Está bien, tiene razón, y el hecho de que la protesta se haga más en astracto (“¡esto de ir al Colegio!”), revela que no se ha caído del todo en la corrupción. Dentro de un rato ya conocerá el nombre del Director del Colegio, el del profesor que tiene más mala leche, el padre o la madre que lo obligan, y ya estará centrando su culpa. Efectivamente, esto conviene retenerlo: echar las culpas así en astracto (“¡esto de que haya que ir al Colegio!”), revela que todavía no se ha caído en la tentación de centrar la culpa o la esperanza hacia Arriba. Sí.
-Yo estoy tratando de pensar en lo que uno ha vivido de siempre, y uno piensa en un pueblecito donde siempre ha existido el Cura, siempre ha existido el Médico, y siempre ha existido el Alcalde, que son los que te resuelven tus problemas físicos, políticos, y espirituales, y a lo mejor hay otros tipos de Sociedades, pero yo creo que todas tienen más o menos estas figuras, ¿no?: en las tribus los indios tienen al Curandero, al Jefe de la tribu.................Yo no conozco otras.
A-¡No, si está bien, está bien!
-Y hay alguien que tiene que saber de Medicina, porque yo me puedo morir de un catarro, y recurro al Médico. Hay una Autoridad, y si hay alguien que me tiene que curar de mis pecados, pues para eso está el Cura. Y hay un político que tiene que organizar......
A-Así son las cosas. ¿Y tu actitud al plantearte esto así?
-Es que tienes que convivir ahí: o eres uno de ellos, o te vas fuera; eres el loco del pueblo, que te tiran piedras o te dan limosna.
A-Digo tú mismo en este momento.
-Yo soy el loco del pueblo, desgraciadamente. Así me siento, y es jodido sentirse así.
A-¿Cómo que es jodido?
-¡Estar fuera, tío!
A-¡Ah! No, si yo ahora estoy hablando de la actitud de los que están dentro, y por tanto están a gusto y aceptan que el Orden es el Orden; lo que pasa es que luego, como tienen que echar culpas, esperarán que el Cura les de la solución, lo llamarán cabrón al Cura, dirán que el Médico les cure las enfermedades, dirán si falla que es un inútil, y así, y así, y así. Es por lo que estoy preguntando. Que no quede otro remedio es ya una conclusión tuya; yo estoy preguntando de cómo sentís que las cosas sean así.
-Yo lo he visto con mi hijo esactamente igual lo de “¿pero por qué tengo que ir al Colegio? Pues voy al Colegio los fines de semana, y durante la semana no vamos”, cuando tenía también 3 o 4 años, y el niño lloraba y lloraba y lloraba porque no quería ir al Colegio, y yo la única salida que encontraba ante ese desconsuelo es decirle “es que eso es así”, y no decirle “es por tu bien”, que eso nunca se lo he dicho, pero sí he tenido que esplicarle de alguna manera que el Orden era ése, y que yo no me podía salir, y que él tampoco. Porque el desconsuelo del niño era tremendo, y entonces ¿qué haces ahí?: ¿le dejas llorando y que se muera de miedo?
A-Para más desgracia, esto que dice Rosa es así, remata la faena: el padre, o el responsable del tipo que sea, se ve obligado, quiera que no, a colaborar con el Régimen. Y no le dirá esplícitamente “es para tu bien”, pero le tienes que decir cosas como ésas que he dicho del padre de que las cosas son así y no hay más remedio; por tanto colaborando con el Poder, que efectivamente lo que quiere es que se reconozca como inevitable que las cosas sean como son. Sí
-De todas formas también lo que aún me parece peor todavía es que si el niño se pone así y dice que no quiere ir al Colegio y le dices “vale, no vayas al colegio”, seguramente, no sé cuanto tiempo puede pasar, es el niño el que pide ir al Colegio, porque los demás niños van al colegio, y “yo no tengo amigos”, “yo siento como que estoy escluido”, y entonces lo más peligroso es cuando el propio niño pide ir al Colegio.
A-Es un caso ilustrativo, pero hay que generalizarlo, ¿eh?: la gente obedece y se somete por esas vías ordinariamente; es decir, estará muy descontento, pero si ve que todos los vecinos lo hacen, si ve que todas las vecinas compran en el Supermercao, ¿cómo voy a quedarme yo sola haciendo el ridículo y plantando tres berzas en el jardín? Eso no puede hacerlo, ¿no? Por esa vía se entra en la sumisión.
-Pero yo creo que nos debe de decir algo por qué el corazón se nos alegra más, o hay como una limpieza mayor en la operación de ver a un niño, por ejemplo un inmigrante, como vi yo, pequeño, rompiendo con una piedra furioso el cristal de un coche que estaba aparcao en el lugar donde solía pedir, o una mendiga rompiendo un escaparate de El Corte Inglés, mucho más que si anuncia una noticia “¡han secuestrao al Nosequé de la Ford!”, o “¡han secuestrado al Alto Cargo de (Votín)!”. Es decir, la acción contra la cosa, contra el Sistema mismo, te consuela más que la noticia de que “el Jerifalte que representa a los coches, o representa al Banco.......”.
A-Probablemente, Isabel, pero perdona, te has salido de la pregunta. Ya volveremos, trataré de aprovecharlo más tarde. A ver.
-Esto de confiarse a lo de Arriba es un derivado del conformismo, por un lado, o sea, que el conformista está muy propenso a esto de echarle la culpa a algo esterior, a la mala suerte, al diablo, o a quien sea, pero realmente lo de Arriba incluye a uno mismo.
A-Desde luego se parte de la actitud mayoritaria de conformidad, pero con esto de que el feliz descubre que no todo marcha así de bien, que le puede entrar una enfermedad, que la mujer se le puede poner tal, que siempre se pueden dar disgustos, y entonces lo que se le ocurre no es volverse contra el Orden, sino que acude a la Autoridad, a lo de Arriba: la culpa, el Gobierno, el remedio, el Gobierno, y así es como van las cosas en Política y en todos los demás aspectos.
Bueno, doy, para que no se pase demasiado tiempo, por recogidas las bastantes actitudes. La tercera alternativa es la del retiro, ya lo conocéis muchos: dado que las cosas son como son, y que hay muchos a los que no cabe gustarles que sean como son, una de las alternativas que se ha practicado de vez en cuando es la del anacoreta, el retiro. No hace falta irse al desierto, simplemente el retirarse en uno mismo, poner en su propia soledad o aislamiento el remedio de los males.......en fin, lo de Fray Luis de León, el “¡qué descansada vida!” que todos recordáis: “vivir quiero conmigo/ gozar quiero del bien que debo al Cielo/ a solas, sin testigo/ libre de amor, de celo/ de odio, de esperanza, de recelo”. “Vivir quiero conmigo”: ésa es una de las formas de esto que os estoy presentando como alternativa. Otros tal vez no se hagan una finquita en la (), ni en el desierto, pero de todas formas buscan su soledad, su aislamiento, como remedio. Ésta es la actitud, y por tanto os pregunto nuevamente el sentimiento, la actitud de cada uno de vosotros, ante esta alternativa del retiro.
-Que “en mi soledad/ he visto cosas muy claras/ que no son verdad”.
A-¡Más!
-Yo entiendo que cuando uno se encierra en sí mismo se hace un bicho raro, y saltan chispas cuando te relacionas con otros, y entonces es jodido estar aislado.
A-Pero al verdadero anacoreta eso le importa un bledo, porque se ha desentendido de los demás. Lo que a él le molestaba era el mundanal ruido; el mundanal ruido, es decir, todos los alborotos de el Trabajo, de las Oficinas, de las Familias, de los padres, de los hijos, y se ha retirao en sí mismo, y no le importa quedar como un bicho raro, ¿no?, porque él ha decidido que ahí está su remedio.
-Tiene el inconveniente de que solamente está él, de que ya no hay otra cosa, de que está él consigo mismo, y es un poco triste también eso, ¿no?
A-A ti puede parecerte triste, pero a él desde luego no, al que ha tomado esta actitud no le parece triste, y ya habéis oído los versos de Fray Luis, él ve su libertad: “libre de amor, de celo,/ de odio, de esperanza, de recelo”. Él ve ahí el remedio. ¿Qué decías?
-¿No encender la Televisión, es una forma de retiro, o es otra cosa?
A-Es un paso, sí; es un pequeño paso, pero importante. ¿Por qué lo dices?
-Es que me pregunto si eso y otro tipo de cosas así de ese estilo es un retiro, o es una opción, o una lucha. Es que no sé cómo verlo, porque estás dejando de implicarte en problemas.
A-Claro, claro: él ha decidido que todos los problemas del mundo, todas las guerras, todo eso son insensateces, que eso tiene la culpa de todo, y que lo que tiene que hacer uno es retirarse. Sí.
-Digo que hay mucho peligro de que eso de uno mismo no sea muy distinto de Dios, ¿no?, del Poder.
A-Sí, ¿y qué más?
-Que si uno mismo ya está conforme, ya está bien con todo, ya se cree que ya está libre de servidumbres, ya está libre de que no hace caso a Dios, y que está ya contento, a gusto, eso está muy cerca ya de................
A-Sí, y alguno más supongo que tendrá algo que decir contra esta alternativa, y hay que decirlo con la mayor precisión posible. Desde luego, los que me acompañáis hace tiempo en la tertulia tendríais que poder hablar fácilmente contra esto de una manera clara, tendríais que ser capaces de recordar cosas que hemos dicho respecto a eso. No olvidéis que el que se retira, como nosotros, como cualquiera, parte de la Realidad, se va a retirar porque él es un hombre real, como Fray Luis, como cualquiera, y es él el que decide retirarse, un hombre real.
-¿Y en el fondo no es un acto de cobardía?
A-Bueno, se lo podrías decir, pero eso a él no le afectaría, porque él piensa que el valiente es él, por supuesto; en su renuncia a todos los líos mundanales el valiente es él, ésa es su actitud. Los anacoretas del desierto, por supuesto, en principio parece que creían que cada uno podía bastarse a sí mismo: Simón el estilita, en lo alto de la columna, por supuesto pensaba que él se bastaba a sí mismo, que no hacía falta otro.
-Yo creo que los cistercienses y estos monásticos que casi no se hablan.....
A-Los trapenses.
-......siempre he creído que han estado muy bien iluminados, porque (), y lo creo de verdad.
A-No sé bien qué es lo que crees.
-Que eso de estar callaos consigo mismos y dando vueltas me parecía horrible, pero yo he visto que no estaban tan tontos, ¿eh?
A-Por supuesto la vida monástica no es el caso de lo que estoy diciendo, ¿eh?: tenéis que pensar en el que se retira solo, y a su soledad.
-Es que nos has planteado a un anacoreta que yo creo que es un poco ideal, que no tiene celo, ni recelo, ni envidia, ni amor, ni odio, que son las cosas que de alguna manera costituyen a la Persona. Y claro, si un anacoreta puede librarse de todo eso, también se libera un poquito de su persona, y entonces por ahí no me parece muy mal; lo que pasa es que claro, si uno se va con la idea de ser anacoreta, eso ya es otra cuestión.
A-Ya. ¡Bueno, por favor, si es que es una cosa que tenemos aquí ya tan machacada! Lo que hemos dicho de que la Realidad, el Mundo, las cosas en general, tienen un Arriba, que es ser lo que se es, y ahí está Dios, ahí está el Todo, ahí están los números, los entes puros, y una parte de abajo que es lo que se pierde, lo que se resiste, lo que nunca acaba, lo sin fin, y la Realidad, que está en el medio, eso simplemente para cada uno de nosotros se repite. Uno no es ninguna cosa tan simple, tan sencilla, uno está hecho de una parte divina, es como Dios, uno, insustituible, único, que no puede cambiarse por otro, él solo, y éste es el Ideal que, no a las otras cosas, pero sí a nosotros, se nos ha impuesto. Por la otra parte está su perdición por lo bajo siempre: deseos que él no controla, sombras que él no controla, sitios por los que se pierde, y en medio está su realidad como persona costituida. Lo que se dice para el mundo en general se dice de cada uno, y entonces por supuesto que el anacoreta parte de una fe en sí mismo que no tiene ningún fundamento: uno es lo mismo que el mundo. Esto lo digo puesto que no ha salido, más pronto que tenía que haber salido, como rebatiendo esa tercera alternativa.
Bueno, puesto que las cosas están así, son como son, y por otra parte hay algo en nosotros, sea lo que sea, que no acaba de estar conforme con que sean como son, entonces la cuarta alternativa es naturalmente La Revolución, de manera que es a esta alternativa a la que tenemos que dedicarnos ahora; la cuarta es La Revolución. ‘La Revolución’ es un término que se ha envilecido mucho, y con buena razón, porque la Historia, todo eso que nos cuentan acerca del Pasado, todo eso de los años, los siglos, está llena de revoluciones; está llena de revoluciones la Historia, todas fracasadas la una detrás de la otra; éste es el inconveniente de las revoluciones: todas fracasadas la una detrás de la otra, todas fracasadas.
-Todas, no.
A-¿Por ejemplo?
-Pues no sé si puede decirse que es una revolución, pero hay gente que ha luchado contra el Apartheid por ejemplo, y lo ha conseguido.
A-Pone el ejemplo de la gente que luchó en África del Sur contra el Apartheid, y se acabó por conseguir. Se podrían seguir poniendo otros muchos ejemplos, ¿eh?: los Estados del Norte lucharon contra los Estados del Sur para abolir la esclavitud, y efectivamente vencieron los que abolieron la esclavitud: es otro ejemplo más viejo. Y la revolución más clásica, la revolución francesa, era para derribar a la Monarquía, y derribó la Monarquía. De manera que está claro que cuando yo he dicho lo de fracaso estoy queriendo decir otra cosa. ‘Todas fracasadas la una detrás de la otra’, ¿en qué sentido? Todos los que me acompañáis podríais ayudarme a decirlo.
-Pues en el sentido de que si el inicio de la revolución era una lucha contra el Poder, al poco ésta es asumida completamente, y entonces eso se realifica y ya todo aquello contra lo que iba desaparece, y no tiene digamos más fuego abrasador que queme las ideas...........
A-No, te has equivocao, yo creo: ‘todo aquello contra lo que iba desaparece’ parece que quiere decir la victoria de la revolución.
-No, no, a lo mejor me equivoqué: si se inicia la revolución de los desesperados para ir en contra del Poder, éstas fracasan porque las propuestas que se hacen en un momento determinado son de futuro, y por tanto tienen que estar ya otra vez dentro de la Realidad. Que si hubiera una revolución que no se preocupara para nada por el Futuro, pues a lo mejor no estaríamos aquí.
-Las revoluciones fracasan porque lo que hacen es cambiar un Poder por otro, ¿no?
A-¡Esacto! Fracasan en el sentido de que la victoria de la revolución acarrea inevitablemente el establecimiento de un Poder. Por ejemplo en la revolución francesa, por ejemplo en el caso del Apartheid, salvo que tú estés muy conforme con el actual Gobierno de África del Sur, que si estás muy conforme, pues no deberías estar aquí. Y cualesquiera otras, ¿no?: la revolución que nos cuenta la Historia acaba por la sustitución por otra forma de Poder. Fijaos bien que entonces no puedo decir que el juego de las revoluciones en la Historia haya sido un juego tonto, porque el Poder de todas maneras tiene que cambiar para seguir siendo lo mismo, ésta es una Ley del Poder, del Estado, del Capital, y de cualquier forma de Poder. Hasta la imagen de Dios tiene que cambiar para seguir siendo la misma; todo tiene que cambiar, de manera que las revoluciones resulta que no han hecho más que colaborar a ese cambio, a acelerarlo, torcerlo un poco de sentido, pero como alguno de vosotros ya ha dicho, el motivo es que cualquiera de esas revoluciones ha tenido un Ideal, un Futuro que cumplir, un Fin al que dirigirse, y ésas son armas del enemigo; son armas del enemigo el Futuro, el Fin, la aspiración a un fin dentro del Tiempo real al que estamos sometidos, y cualquier rebelión, hasta las más bien intencionadas, no han podido menos, por afán realista (preguntad a cualquiera de los que han participado en alguna rebelión, en este país o en otros), por afán realista han tenido que emplear las armas del enemigo, y las armas del enemigo no quiere decir (que también lo dice) las ametralladoras, las espadas, o las bombas, sino que quiere decir sobre todo eso, la legislatura: apenas ha triunfado, ya se está dando las nuevas leyes; se está dando las nuevas leyes, es decir, se está restableciendo el Poder con otra cara, pero a lo que una revolución contra el Poder aspiraba era a acabar con el Poder. No, (como decían todavía los militantes más o menos rojos en mi adolescencia) no ‘tomar el Poder’: se trataba de ‘tomar el Poder’, y tomar el Poder quiere decir darse por vencido ya de antemano, porque contra lo que se iba era contra el Poder, de manera que la ilusión consiste en que efectivamente no se ha sentido, de veras y en general, el mal del Poder en sí, sino que la ilusión consiste en que puede ponerse un Poder mejor en lugar del anterior, que era peor, y esta ilusión, esta creencia en que la revolución va a un fin, tiene un futuro, es lo que efectivamente hace llegar la revolución a su fin en el otro sentido: se acaba lo que hubiera de revolución y empieza el nuevo Régimen, y ésta es la Ley que la Historia nos enseña. No hace falta que creamos mucho en la Historia (a mí no me gusta acudir a los ejemplos históricos), pero así lo veis y podéis más en pequeño reconocerlo todos los días: cualquiera de las rebeliones que se alzan contra los ejemplos que hemos dado (contra los padres, contra el Alcalde, contra el Ministro, contra el Gobierno, contra la Banca), se hacen con un fin y un futuro: se creen que pueden remplazar con ventaja y para bien a esos padres, a ese alcalde, a ese Ministro, a ese banquero, a ese directivo de todas la finanzas; y efectivamente, a veces lo consiguen, a veces estas revueltas lo consiguen, y lo que consiguen es ponerse en el lugar del que han derribado, no hay otra manera: ponerse ellos en el lugar del que han derribado, y como la cosa no estaba ni en Fulano ni en Mengano, sino que estaba en estos entes astractos, el Estado, el Capital, el Poder en general, Dios, eso es lo que hace que la revolución quede dentro de un Orden y contribuya sencillamente al cambio. “Tomar el Poder”, ésa es la fórmula que denuncia mejor la ilusión, la equivocación de las revoluciones. ¿Qué más tenéis que decir respecto a revoluciones de un tipo o de otro?
-(), a mí me parece que tiene que haber otra alternativa. O sea, yo recuerdo cuando de pequeño ya mi madre quería imponerme el baby para ir al colegio, yo no quería ir al colegio ya de antemano, porque no me gustaba; y cuando fui al colegio y todos entraban con babys, y yo me fui al servicio y entré en el aula desnudo, sin baby; entonces todos se rieron de mí y me dijeron “¡te han quitado el baby!”, y les dije “no, me lo he quitado yo porque me ha dado la gana”. Y desde entonces hasta ahora yo he hecho lo que me ha dado la gana en la existencia, todo lo que he podido y más. Así que tiene que haber otra alternativa.
A-() los anacoretas, ésa ya la he retirao. Uno no hace nunca lo que le da la gana, porque como he recordado uno no es uno, sino que es 3, y por tanto uno no hace nunca lo que le da la gana, uno hace lo que dentro de uno manda más.
-¿Entonces por qué se me ocurrió, sin noción de lo que era una revolución, quitarme el baby?
A-A mí por una sola vez en la vida tuvieron mis padres la idea de a los 3 años ponerme con unas monjas, y entonces yo (me quedo asombrao al recordarlo), aprendí a hacer espontáneamente novillos: hacía como que entraba, y me iba al parque, me iba al parque de al lado, y evidentemente entonces no podía tener ni idea de lo que era una rebelión. Evidentemente uno no puede hacerse ilusiones, porque uno mismo está perdido, uno mismo es un ente real que está hecho de esa manera contradictoria......
-Pero está fuera de la Realidad, ¿no?
A-No, ¡qué va!: uno es real, y está Arriba el Ideal de ser de verdad el que es, por abajo todo lo que nos queda de vivo, de animal, de infinito, y en medio la personita; la persona real, y entonces, de las cosas que hace uno, unas le vienen de Arriba, otras le vienen de abajo, y otras le vienen del medio. Las que le vienen del medio son las que desde luego obedecen a la costitución de la Persona. Le vienen también de Arriba los ideales, le viene de abajo lo sin fin, y por tanto no puede.......... Bueno, más sobre revolución antes de que nos marchemos.
-Hay casos en que, se llame revolución, se llame revuelta, no hay objetivo previo ahí, son esponténeas, y en lugar de tomar el Poder, pues se desaloja, y se habla entonces de un Vacío de Poder. A mí me gustaría saber en esos momentos, que son siempre efímeros, si alguien tiene esperiencia o le han contado qué sucede en esa situación tan efímera.
A-En primer lugar, ¿te refieres a algún hecho del que hayas oído hablar?
-Pues la toma de La Bastilla........
A-No, ésa ya la he utilizao. No, no había ningún vacío de Poder, hubo una sustitución perpetua: al mismo tiempo que estaban por ejemplo guillotinando a Maria Antonieta, en el mismo momento ya los revolucionarios estaban dictando las Leyes oportunas, se empezó a hacer la Enciclopedia..........
-Entonces, ¿no puede existir el vacío de Poder? ¿Nunca ha existido el vacío de Poder? ¿Nunca ha habido esperiencia dentro de.........?
A-Lo que nos cuenta la Historia desde luego no nos deja el menor resquicio; en todo lo que nos cuentan como rebeliones en la Historia no queda el menor resquicio, y entre nosotros desde luego, aquí, no hay vacío de Poder que valga: esto es una tertulia política que está costantemente luchando contra el Poder, contra la Fe. Pero evidentemente eso no quiere decir que estemos fuera de la Realidad: estamos metidos, y naturalmente estamos luchando contra aquello en lo que estamos metidos, como hoy he dicho al principio. ¿Qué más de revoluciones?
-Desde luego, esto que decías del vacío de Poder, es que justamente es imposible ni pensarlo, cualquier de peligro de que quede eso vacío ya está cualquiera que se pone, y yo mismo, cualquiera de los de aquí dice “¡pues me pongo yo! ¡Antes de que no haya nadie, me pongo yo!”.
A-La sola amenaza del vacío de Poder puede actuar como si le creara una obligación moral. “¡Si otro no se pone, pues me tengo que poner yo!”.
-No sé por qué pensaba en la frase ésta de que el Hombre es un lobo para el Hombre, y que vamos, que desde luego venía a esto. ¿Y cómo sabía este hombre que el Hombre es un lobo para el Hombre?
A-Esos son cosas de los Sabios. Y de los Teólogos. Y tampoco se puede ser, no como Hobbes, sino como Rousseau, lo contrario, creer “es que somos buenos”. No hay más que lo que hemos presentado, esta composición conflictiva en que cada uno está hecho, y contra la cual, contra la Realidad, es contra la que estamos aquí hablando. ¿Qué más de revoluciones?
-Yo creo que hay una cosa que sí que creo que es revolucionaria, yo siempre lo he sentido así, aunque el problema es que lo hace uno mismo, que es irse de los sitios. Yo por ejemplo decía en el trabajo: “Mira, yo no sé si después de largarme del trabajo haré la Catedral de Burgos, o haré una mierda, o me tiraré por una ventana, pero de momento de aquí me largo”. Eso, que he hecho algunas veces, irme de alguna clase, o aquí mismo, que la mayoría de las semanas me voy diciendo que no vuelvo más, que muchísimos días me voy diciendo que yo aquí no vuelvo.
A-No lo enlazo bien con el hilo que traías.
-Es que el lío es grandísimo, porque cualquier huída que uno lleve a cabo la lleva a cabo uno, y entonces ¿qué revolución cabe, si ni siquiera huir se puede, porque es uno el que huye?
A-Bueno, tú dices que sí, que huir se puede.
-Pero es un segundo, porque en seguida se te convierte en destino la huida.
A-Eso, si tú te avinieras a creer que uno no es uno, sino que está hecho de esa manera conflictiva, te enterarías por qué. Es un fracaso, solo que parcial, en pequeño, como el del anacoreta que he presentado como tercera alternativa: quien dice “yo lo que hago es que me voy”, efectivamente toma una medida que va contra el centro del que se marcha, pero que desde luego no lo libera de sí mismo, y dondequiera que vaya llevará a la ‘cura metusque’, a la preocupación y el miedo, sentada detrás.
-Pero lo que dice Rosa de alguna manera es un poco lo que decía el escribiente aquel de Baskerville, que decía “preferiría no hacerlo”.
A-Desde luego es más limpio. Yo, a falta de más, en la vida corriente, no aquí en esta lucha que nos traemos, a los que me rodean y que me cargan con sus manías, trato de decirles “¡pero mujer, por favor, no compres! ¡Es tan sencillo no comprar eso!”. El largarse, el no hacer (): “¡no compres! ¡No lo lleves al médico, porque no saben! ¡No creas eso!”. Efectivamente es algo más limpio lo que consiste en el puro NO, que nunca es puro porque siempre le deja a uno como residuo. Sí.
-Cuando por ejemplo están en el sermón de la montaña y después de dar todo el discurso se encuentra con que la gente tiene hambre, pues hay que funcionar, y eso es lo que hace que de cierta manera se siga en la Sociedad.
A-Sí, pero aquí no tenemos ningún deseo de eso.
-Y entonces hay que llamar al Supermercado para que traigan los panes y los peces porque hay que dar de comer a la gente.
A-¡Hombre, por favor, Jaime, no! Eso es lo que te cuentan. El probar a ver qué pasaría si no, eso solamente se prueba poco a poco, una vez y otra, ¿no? No, no es así: el cumplir con lo que tú presentas como necesidades, el tener que darle de comer a los hijos, necesidades prácticas, no debe tener nada que ver con lo que estamos aquí hablando. Bueno, yo no os estoy dando de comer, pero desde luego he estao con colaboración de los amigos procurando que se pueda disponer de las salas del Ateneo nada menos que de Madrid y podáis estar ahí cuando os parezca oyendo o no oyendo, ¿no? Son cosas prácticas, no tienen nada que ver, es lo que tantas veces hemos recordado volviendo también aquí al Evangelio: “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha”, y viceversa. Una cosa es que tengamos que ir tirando, porque estamos en la Realidad, y otra cosa es que eso nos impida, en los ratos y en los momentos que podamos, decir NO a la Realidad y declarar su mentira. Lo malo que sucede corrientemente es que por supuesto la mano izquierda obedece a la derecha por el hecho de que haya que cumplir con las necesidades prácticas día tras día, y por ese mismo hecho pues ya se da por supuesto que hay que admitir la Fe, lo que nos cuentan, reconocer el Poder como tal, ése es el camino. Estamos hechos en contradicción, metidos en la Realidad, y por tanto tenemos que ir tirando como podemos por un lado.......
-Pues iban a cortar los árboles de el Prado, y tú nos dijiste hace ya bastante, no sé cuando fue, que nos encadenáramos a los árboles, que hiciéramos algo.
A-No, no creo; no creo que yo animara mucho a hacer eso. Lo importante es que la necesidad de las cosas prácticas suele arrastrar consigo una obediencia a la Fe. ¿Alguna cosa más de revoluciones que os haya quedao y os quede por ahí?
-Yo quería decir que la falta tan grande que se siente de esa revolución se viene abajo cuando se piensa que es que la tiene que hacer éste o que la tiene que hacer el otro. El darse cuenta de que el que hace cosas no es solo el Poder de uno o de otro, que el que puede hacer algo contra el Poder no es otro Poder, sería lo que podría hacer que no se pudiesen............
A-Más en general es lo que he dicho antes como afán de realismo: el afán de realismo para la realización de las revoluciones, eso es ya lo que las mata sin más: hay que ser realistas en la revolución también, y por tanto hay que organizarse por ejemplo, contar con jefes, con un secretario...........ya se sabe, porque si no se realiza, ¿qué revolución iba a ser ésa? Ni siquiera se concibe. Las revoluciones se pierden por eso, porque usan las armas del enemigo, el Fin ante todo; tienen un fin, y eso las mata, el Mañana, el Futuro de la revolución, y la revolución no tiene futuro, eso es lo más claro de lo que aquí se puede decir. Y esto tan sencillo también en el Evangelio se dice: “a cada día con su mal le basta”. ¿Recordáis el pasaje entero, que lo he usado muchas veces?: “a cada día con su mal le basta”. Bueno, y una vez que se ha hecho tan tarde y que hemos recorrido las alternativas que se nos ofrecen, incluida ésta de la Revolución, os quedáis preguntándoos que qué demonios es lo que hacemos en esta tertulia, y naturalmente con esta pregunta nos vamos si nos dejan hasta dentro de 7 días.
“Las cosas son como son”, es lo que le dice el padre bien intencionado al hijo más o menos sumiso, más o menos modorro, para que enterándose de que las cosas son como son vaya por buen camino, no se pierda por ahí. Que las cosas son como son naturalmente es mentira, porque lo del ser, lo de que lo que es sea lo que es, no pertenece a la Realidad, viene de Arriba, se le impone, pero el padre que le dice eso al hijo está bien convencido de que la Realidad es todo lo que hay, que no hay nada más que hacer. Tenemos que partir de ahí, de esa situación, y dado que en ese sentido, aunque sea falso, las cosas son como son..............que en definitiva en boca de ese padre o educador quiere decir ‘Dinero’, porque la verdad de las cosas a que el padre se refiere en definitiva es la cosa de las cosas, es Dinero; Dinero, que quiere decir al mismo tiempo ‘Futuro’, como sabéis, y eso es lo que le da sentido a esta istrucción que los padres, o los poderosos, tratan de imponer sobre lo que no acaba de estar del todo sumiso, sobre lo que no acaba de creérselo del todo. Pero una vez más tenemos que partir de que de lo primero de lo que partimos es de que somos, no de verdad: somos reales; somos lo que somos falsamente, como reales, y aunque sea contra eso contra lo que luchamos, esa lucha parte de ahí, de esa situación, que no podemos cuestionar de principio.
Y entonces, siendo las cosas como son (falsamente), estando en la Realidad, se me ocurre, para que esto se entienda mejor, partir de la contra, es decir, de lo que se puede hacer frente a esto de que las cosas sean como son, frente a esto de la Realidad. Os voy a proponer las alternativas que se me ocurren de lo que se puede hacer o dejar de hacer, y os voy preguntar sobre lo que os parece acerca de cada una de ellas, de manera que estad preparados a intervenir de esta manera en el diálogo que os propongo. Una de las alternativas desde luego es la conformidad; la conformidad: se ha aceptado que las cosas son como son, y se dice uno que bueno, no está tan mal, que unas veces estará peor, pero que otras veces estará mejor, que uno se va arreglando como puede, y así vemos que efectivamente la Mayoría evidentemente (la Mayoría de la gente, que quiere decir también la Mayoría, la mayor parte, del Alma de cada uno), se las va arreglando de esa manera para ir tirando, y aceptan como una obligación incuestionable la dedicación al Futuro, el que las cosas que haga estén destinadas a un fin.......en fin, a tener dinero, que quiere decir tener una cierta estabilidad, se dedican a mejorar ese estado en el que se han llegado a encontrar, encuentran medios para mejorarlo.......; a veces se desesperan, a veces no, pero muchos de esa Mayoría encontraréis que llegan a decir cosas como que son felices (“¡somos felices!”), hasta tal punto puede llegar la conformidad, el acuerdo con lo de que las cosas sean como son, la aceptación de las Leyes, la aceptación del Dinero, como cosas inevitables, contra las que nada se puede hacer, y con esa conformidad pues se puede encontrar eso: Familias felices, Individuos felices, o que por lo menos lo dicen y tratan de demostrarlo. No voy a insistir más, conocéis bien esta alternativa, y la Mayoría de vuestra propia Alma normalmente ha adoptado esta alternativa tal como os la presento así al desnudo, y entonces os pregunto qué es lo que os parece respecto a esta primera alternativa que se nos ofrece, metidos como estamos en la Realidad. ¿Qué tenéis que decir a favor o en contra, o acerca de esto, de esta manera que os he evocado, y que conocéis igual de bien que yo? ¿Qué tenéis que decir? ¿Qué se os ocurre? ¿Qué se os viene a las mientes o a la boca sin más ante esto?
-A mí me parece que es un poco forzado planteado así, como si alguien eligiera una vida más o menos cómoda, sin sorpresas, estable y feliz, y no eligiera echarse a la calle, o sea que yo creo que no se da, que no se elige.
A-Que eso de la conformidad no se da.
-Que viene a posteriori, que la gente una vez que está viviendo de una manera la puede justificar, pero no porque verdaderamente haya elegido ésa u otra cualquiera.
A-O sea, que el cuadro de la Mayoría que he pintado está equivocao, no es así.
-No es que esté equivocado, sino que una vez que está viviendo así porque no sabe vivir de otra manera, pues dirá que en realidad ha cogido un buen camino.
A-Bueno, bueno, la génesis por la que se ha llegado a eso de momento no nos interesa; os pregunto directamente qué más se os ocurre respecto a esta alternativa, esta manera de tomarse las cosas, que desde luego yo creo que se da, si no la he evocado mal, y que se da a primera vista mayoritariamente. Sí.
-Realmente es la forma dominante, y para eso está la Sociedad organizada, ese Estado, que lo bien que está organizado para que desde pequeñitos nos adecuemos a ese conformismo; porque realmente está todo montado así, lo que pasa es que siempre hay fisuras, o sea, que por más que nos quieran montar la vida de una determinada forma, siempre tratamos a veces de salir, y hay gente que realmente se siente feliz por ser obediente.
A-Eso ya es pasar a otra alternativa; ahora me estoy refiriendo a ésa que como muy bien dices parece ser la dominante: en efecto, el Estado, el Capital, están fundados en que por lo menos las Mayorías, que se pueden hacer pasar por todos en el Ideal, sean así, hayan adoptado esa conformidad. Sí.
-¿Y la conformidad puede ser debida a un miedo incosciente ante el cambio, la Autoridad de la Sociedad, Dios, el Dinero, etc., etc., etc.?
A-Como le decía a este otro amigo, no es la génesis lo que importa ahora; llegamos a encontrarnos en esta situación, venga de donde venga, de miedo o de lo que sea, y lo que os pregunto es más: qué sentís, qué se os ofrece, cuando se os ofrece así al desnudo esta alternativa como una elección; que tal vez es verdad, tal vez lo habéis hecho coscientemente y no lo habéis buscao, pero que es la que os encontráis, nos encontramos, mayoritariamente. ¡Más!
-Yo creo que cualquier atisbo de rebelión por una situación de que somos felices, que no me creo que nadie lo diga en serio, pero que : “¿de qué me voy a quejar, si otros están peor?”. O sea, como si se hubiera enseñao que el status quo donde estás hay que dejarlo como está, porque otros están peor, y entonces eso es como una resignación que ya está implícita en cualquier rebelión, por decirlo de alguna manera, que a mí eso sí que me parece que es un punto fuerte.
A-¡Sí señor! Sí, eso desde luego juega: “otros están peor”, esto es lo que la Mayoría piensa, y lo que produce las declaraciones de felicidad. Hay que atenerse a esto, no se nos da otra cosa, y ya sabéis también que el padre, o la madre, respecto a los niños que no quieren comer por ejemplo lo que la madre les ha servido, y les dicen “¡cuántos habría, cuantos niños habrá en el mundo que se matarían por comer eso que te he puesto ahí!”. Que otros están peor, eso es una cosa que juega, por lo menos eso se cree; también se cree que otros están mejor, pero está también mandado que no se les tenga envidia, es decir, cada uno efectivamente tiene en la Realidad que ajustarse a lo que le ha tocado, a lo que se le da. ¡Más! ¡Más frente a esto!
-A mí lo que me parece es que no hay nada que decir, porque esta situación es tan profunda, y tan canalizada y tan potente, que no hay nada que hacer. Lo único que se puede hacer es la defensa. ¿Qué vamos a poder decir sobre algo que está, que existe ya previamente, y que está impuesto de una manera universal?: no podemos decir nada.
A-Bueno, has presentado una filosofía un poco especial, ¿eh?, es decir, que la potencia sea motivo para que no se le pueda decir nada en contra, no se ve de dónde lo sacas.
-No, no es que (): es que está istalada.
A-Bueno, la potencia: tú estás diciendo que es tan poderoso, está tan metido, está tan istalao, que no hay nada que decir.
-Que no hay nada que hacer, que lo único que queda es la autodefensa.
A-No, no, yo aquí las soluciones a eso que tenía, las otras alternativas, las he dejado para después. Ahora os estoy presentado la dominante; la dominante, y me interesa ver cómo andan los sentimientos respecto a esto, y me interesan por tanto más voces. Sí.
-¿Es la condición de la existencia del Poder, del mantenimiento del Poder, la conformidad?
A-Sí. ¿Y ante eso?
-Ante eso solamente queda la rebelión.
A-Pero que cómo te encuentras, qué sientes respecto a que ésta sea la alternativa del Poder, la única que el Poder te ofrece, la de la Mayoría por tanto, como el Poder quiere, que valga por todos. ¿Qué más?
-Se puede decir que es como una rendición, que te han conquistao, si te pasa eso, que te han derrotao.
A-Sí, pero la actitud a la que me refiero es la de que no sienten tal cosa, les parece que es lo normal. ¿Qué os parece, dicho en dos palabras, el hombre feliz, las familias felices? Venga.
-Tampoco es infrecuente el deseo de querer cambiar cosas que a uno no le gustan, pero si no sabes cómo...... ¿Y cómo puedes evitar el caer en esa idea de la Juventud llena de Ideales? Hasta que llega un momento en que uno descubre que no puede llevar a cabo lo que quiere, y entonces se conforma. ¿Cómo te sales de ese camino si no sabes qué hacer con el deseo que tienes de concretarlo, y........?
A-Que no se puede hacer otra cosa, ésa es la convicción; como no se nos da otra cosa, no se puede hacer otra cosa, se conforma uno. Pero de pasada con los Ideales ten cuidao: esta conformación empieza desde más pequeños, desde antes de la juventud progresa más o menos de firme, y este esquema que os he dado podéis encontrarlo hasta en un niño más mayorcito, la convicción de que esto es lo que le dan a uno, y que así es como hay que (), y las cosas son así. Los Ideales son un peligro, son lo que mata a la juventud, porque los Ideales vienen de Arriba, y hay que tener cuidao con ellos. ¿Qué más?
-Pero en el fondo tampoco se está tan conforme, me parece a mí, ¿eh? Aunque cuando dices que esto es un coñazo te dicen que siempre hay gente que está peor, y a mí siempre me sacan lo de la azada: “¡te voy a dar un azadón, y ya verás tú!”. Pues mira, es que no quiero ni el azadón ni estar aquí, es que no quiero trabajar, y se acabó. Y además yo soy una inadaptada patológica al trabajo, es una enfermedad de que no puedo trabajar.
A-¿Y cuál es la patología?
-Inadaptación Esencial al Trabajo.
A-Bueno, ésa es tu actitud, ahora no estamos.............
-Y entonces les digo: “Con lo cuál lo que tenéis que hacer es a mí darme una pensión”. Y te dicen “es que a mí sí que me gusta enseñar, a mí sí que me gusta venir”; pues vale, tío, tú ve, pero a mí darme una pensión, porque yo soy una inadaptada. Y entonces te dicen “¡ah, no, es que entonces yo también!”.
A-Ese paso, Rosa, ni lo he entendido; lo de la pensión, ni lo he entendido.
-Es que yo no puedo trabajar y ser feliz, es imposible para mí.
A-Y si te dieran una pensión, ¿entonces serías feliz?. Pues estamos perdidos. Fijaros bien que los que llegan a declarar “¡somos felices!”, se desentienden del hecho de que si eso mismo se les preguntara el mes que viene o dentro de media hora, a lo mejor ya no tenían humor para decirlo. Eso es una cosa que hay que tenerla en cuenta: se saltan la inevitable mutabilidad, costante mutabilidad, de los talantes y de los ánimos de la gente, y se declaran felices como si lo hubieran declarado para siempre; se olvidan de que dentro de media hora habrá sucedido cualquier cosa que les haya disgustao, o dentro de un mes tendrán una enfermedad, y ya no tendrán ánimos para decirlo. Es como los que declaran el Amor: la declaración se hace como si uno estuviera convencido de su entidad permanente, como la de Dios: es el Amor, de una vez para siempre, desentendiéndose de las cosas que le pasan al amor y a la gente a cada paso. A ver.
-Es que también lo de conformarse, como va poco a poco, a veces hay gente que se ha olvidado, o no lo nota que se ha conformado.
A-No, en general la Mayoría lo que te diría sería eso que he puesto en boca del Padre: “las cosas son como son”, te dirían, o algo por el estilo, añadiendo cosas como ésas de que peor podíamos estar, otras como “me voy arreglando”, “vamos tirando”, “¿para qué vamos a pedir más?”............. Ésas son las declaraciones normales, nadie declara “soy un conformista, estoy conforme”; ni hace falta que lo declare: es que resulta que es así.
Bueno, creo que le he dado bastantes vueltas a la primera alternativa, gracias, y pasamos a la segunda alternativa. La segunda alternativa es la de confiar en que el Gobierno, la Ciencia, Dios, lo van a arreglar todo. Ésta alternativa existe, se da en la existencia, porque lo veo cuando veo la inmensa mayoría de las manifestaciones públicas que se hacen, que se hacen todas con las manos hacia Arriba; es decir, le están pidiendo al Ministro, al Gobierno, al Director de la Banca, a cualquier otra Autoridad, y le están invocando también a eso, a los Doctores de la Iglesia, a los Sabios que allá en lo alto saben lo que yo no sé, a Dios en definitiva, empleando esta palabra para comprender a todo lo que cae de lo Alto. De manera que ésta es una alternativa evidentemente: hay gente que no se encuentra evidentemente del todo a gusto, tiene las molestias que sean, y entonces les sale una esperanza en que desde lo Alto se lo van a arreglar, y ya está; salen en manifestaciones multitudinarias a las calles levantando las manos y llamando a gritos y pidiendo a gritos, si no es a Dios, a cualquiera de sus representantes en la Tierra. De manera que esto se da mucho, es una alternativa que se da igualmente, y entonces respecto a esta alternativa os pregunto vuestros sentimientos, vuestros pareceres. Creo que está bastante clara como alternativa, ¿no?
-Eso es lo del Ideal que nunca puede alcanzarse, nunca puede llegarse al Estado perfecto.
A-Sí, pero lo que importa es lo que planteo: la gente en Mayoría, niños, mayores, viejos, no dejan de tener alguna Fe en que el Padre, el Regidor, El que sabe en lo Alto, le va a arreglar las cosas; si no, no recurrirían a ello. Hasta un niño ya lo bastante corrompido acude al padre o a la madre con esa esperanza de que le va a remediar y a resolver los problemas y los disgustos que se le producen; esto lo veis por todas partes. Sentimientos ante esto, pareceres, ¡venga!
-A mí eso me produce un sentimiento de estar viviendo, o mejor diría muriendo, en la mentira, cada día.
A-¿Por qué?
-Bueno, pues porque hay algo dentro de mí que me lo está diciendo, algo que no viene de fuera, vamos.
A-¿Con respecto a esta esperanza de la que hablamos?
-Sí, sobre todo con lo del punto anterior.
A-Bueno, ahora estoy preguntando por esta esperanza, que es innegable y mayoritaria. Es por esta esperanza por la que pregunto en concreto ahora vuestros sentimientos y pareceres.
-Es que yo creo que siempre tenemos que recurrir a alguien que nos salve, y en este caso a lo que te estás refiriendo es a un salvador que puede ser papá de pequeños, luego el Estado, y luego nosequién y nosecuantos, pero siempre hay alguien que te.....
A-Sí, ésa es la actitud que he descrito. Frente a eso, vuestros sentimientos.
-Pero si nosotros no pensamos que eso existe, que esa posibilidad existe, entonces ¿cómo seguimos el diálogo? Si tú me dices que piensas que va a venir Dios a arreglártelo, y se que no va a venir nadie de verdad, entonces, ¿cómo seguimos el diálogo? Es que son situaciones demasiao totales, como la de antes.
A-¡No, no, no, no!, esto deja de ser total, es todo lo más y menos que quieras, se da: niños mayores recurren al Poder, a la Autoridad, en la esperanza de que les resuelva los problemas; el trabajador sin empleo hacia quien protesta es hacia Dios (el Gobierno, el Ministro, o quien sea), y la muchacha abandonada ante quién protesta es eso. Esto es el resultado de ser felices, y como evidentemente muchos de vosotros habéis ya declarado, eso no es verdad, nada es verdad en la Realidad, y hay que echar las culpas a alguien o poner las esperanzas en otros; eso es un resultado inevitable: dentro de la felicidad de las familias y de las gentes, como no se cree que sea imposible vivir en este Orden, como se sigue creyendo en eso, pues hay que echarle la culpa a alguien de que las cosas vayan mal, por ejemplo al marido, o a la mujer, por ejemplo al padre, por ejemplo a los hijos que no le dejan a uno vivir. Esto es propio de cualesquiera personas y familias felices, y como no es verdad, para mantener la creencia tienen que echar las culpas afuera; y lo mismo poner sus esperanzas afuera, siempre hacia lo Alto; siempre hacia lo Alto: a los Padres, al Alcalde, al Ministro, al Directivo de la Banca, al Científico premio Nóbel; a Dios. Sí.
-Que es así, que uno tiene que echar la culpa y preguntar a quién hay que echar la culpa. Pero es que ese quién luego te contesta o te da a entender que es que él, sobre él ejerce la función de la causa: hay una causa, que equivale a la cosa, es decir, están las cosas, y las cosas sólo suceden por las causas, y el problema está en la causa, por ejemplo la causa del Dinero, de la injusticia. O sea, ¿qué es lo que hay por detrás del quién, que es el qué, que incita a que haya luego protagonistas que gestionen la desgracia?
A-Está bien, es así, es lo que he dicho, solo que la palabra ‘causa’ es demasiado fina para este trance, es una palabra más bien filosófica o científica, y por eso yo he dicho ‘culpa’; culpa por un lado, y esperanza en la reclamación por el otro. Porque efectivamente, sí, es que la Fe nos obliga a pensar que las cosas, que son como son, están organizadas por causas y efectos, y de cualquier otra manera que la Teología, la Filosofía o la Ciencia nos enseñen, pero hablando en lenguaje corriente eso quiere decir el recurso a echar la culpa a la pareja, a los hijos, al padre, al Alcalde, al Ministro........ que es corrupto, por ejemplo, habéis oído esto muchas veces, ¿no?, “que es corrupto, y que si no fuera corrupto, el Ministro ni ninguno, ¡qué bien marcharían las cosas! Lo malo es que de vez en cuando y con frecuencia son corruptos”. Ésta es la manera en que se echa la culpa, y la manera en que por otro lado se espera al Buen Pastor, no corrupto, que será el que nos arregle las cuentas, nos libre de las molestias, nos cure de los males...........
-Pero para terminar el razonamiento lo que te quería decir es que si estamos dentro de la Realidad, eso es como si dijéramos está dentro de la Realidad el cultivo, entonces cuando se dice que la Realidad no es todo lo que hay, probablemente en ese ‘no es todo lo que hay’ es donde tiene que ser un lugar de no culpa y de no persona, porque si no sería imposible, dentro de la Realidad no hay más que posibilidad.......
A-Ahora no estamos hablando de eso; te vas a otra alternativa, y de momento estamos hablando de ésta. De manera que vuestro sentimiento en este momento, vuestra actitud, respecto a la necesidad de echar la culpa, poner las esperanzas, hacia Arriba; hacia Arriba: en la Ciencia que sabe lo que uno no sabe, en la Dirección de las Finanzas del mundo, que son los que saben cómo se mueve el Dinero, cosa que por acá abajo no sabemos, en el Alcalde, el Ministro o el Presidente de cualquier cosa que sea, el Padre, la Madre, el Superior de la Escuela o del Colegio que sea......cualquier forma de Autoridad. Lo que os estoy preguntando es vuestro sentimiento respecto a la necesidad evidente de echar hacia ahí, hacia Arriba, hacia los que mandan, la culpa, y poner en ellos la esperanza de la salvación o del remedio de vuestros males. Creo que tenéis más cosas que decir acerca de esto, de manera que sigo recogiendo..........
-¿Puedo poner otro ejemplo de algo que me pasó? Una vez tenía que elegir si ir a una manifestación o no, y era sobre todo esto de Bolonia, de la reforma, y yo no sabía muy bien para qué servía la manifestación, ni qué iba a cambiar, pero no estaba de acuerdo, hasta donde sabía, con la nueva Ley, Reforma, y fui, pero una vez allí, y viendo cómo se desarrollaba la manifestación, y lo que se decía, y cómo se hacía, me sentí como una avispa que formaba parte de un nido y que intentaba derribar a un gigante, y además no le encontraba sentido ni lógica a lo que hacíamos, porque con eso de estar aludiendo a un Poder o a algo más Arriba que vaya a echarse para atrás y cambiar las cosas y lo que ha decidido, retirarlo.... no sé.
A-Bueno, tu esperiencia va a ser útil dentro de un rato. El otro día Ana contaba una muy parecida en una manifestación, ¿respecto a qué, que te viste metida y que........?
-Sí, se protestaba por unos abusos que habían cometido contra los del Sahara que estaban acampaos.
A-Y te encontraste que en la Manifestación...........
-Sí, que allí no valía decir NO al Poder, por ejemplo.
A-Había que hacer cosas. Bueno, os habéis salido con esto de mi pregunta, porque eso no lo puedo llevar de ninguna manera hasta que tenga que ver con lo que he preguntao, que es el sentimiento respecto al recurso (culpa o esperanza) hacia la Autoridad; más bien se refiere a otra alternativa, de la que dentro de un rato hablaremos, de manera que vuelvo a seguir todavía deteniéndome en esto.
-Sobre esto yo tengo un nieto que tiene ahora 3 años, o sea, que creo que no está muy corrompido, aunque creo que va a durar poco. Y el otro día me decía, pero creo que no echaba la culpa a nadie: “yo creo que esto del Colegio todos los días es demasiao. ¿Por qué no puedo ir al Colegio un día sí y otro no?”. Eso me dejó, porque ahí no está echando la culpa ni a papá, ni al Colegio, ni a nadie, sino que el niño se está dando cuenta de que están pisoteándole todos los días.
A-Está bien, tiene razón, y el hecho de que la protesta se haga más en astracto (“¡esto de ir al Colegio!”), revela que no se ha caído del todo en la corrupción. Dentro de un rato ya conocerá el nombre del Director del Colegio, el del profesor que tiene más mala leche, el padre o la madre que lo obligan, y ya estará centrando su culpa. Efectivamente, esto conviene retenerlo: echar las culpas así en astracto (“¡esto de que haya que ir al Colegio!”), revela que todavía no se ha caído en la tentación de centrar la culpa o la esperanza hacia Arriba. Sí.
-Yo estoy tratando de pensar en lo que uno ha vivido de siempre, y uno piensa en un pueblecito donde siempre ha existido el Cura, siempre ha existido el Médico, y siempre ha existido el Alcalde, que son los que te resuelven tus problemas físicos, políticos, y espirituales, y a lo mejor hay otros tipos de Sociedades, pero yo creo que todas tienen más o menos estas figuras, ¿no?: en las tribus los indios tienen al Curandero, al Jefe de la tribu.................Yo no conozco otras.
A-¡No, si está bien, está bien!
-Y hay alguien que tiene que saber de Medicina, porque yo me puedo morir de un catarro, y recurro al Médico. Hay una Autoridad, y si hay alguien que me tiene que curar de mis pecados, pues para eso está el Cura. Y hay un político que tiene que organizar......
A-Así son las cosas. ¿Y tu actitud al plantearte esto así?
-Es que tienes que convivir ahí: o eres uno de ellos, o te vas fuera; eres el loco del pueblo, que te tiran piedras o te dan limosna.
A-Digo tú mismo en este momento.
-Yo soy el loco del pueblo, desgraciadamente. Así me siento, y es jodido sentirse así.
A-¿Cómo que es jodido?
-¡Estar fuera, tío!
A-¡Ah! No, si yo ahora estoy hablando de la actitud de los que están dentro, y por tanto están a gusto y aceptan que el Orden es el Orden; lo que pasa es que luego, como tienen que echar culpas, esperarán que el Cura les de la solución, lo llamarán cabrón al Cura, dirán que el Médico les cure las enfermedades, dirán si falla que es un inútil, y así, y así, y así. Es por lo que estoy preguntando. Que no quede otro remedio es ya una conclusión tuya; yo estoy preguntando de cómo sentís que las cosas sean así.
-Yo lo he visto con mi hijo esactamente igual lo de “¿pero por qué tengo que ir al Colegio? Pues voy al Colegio los fines de semana, y durante la semana no vamos”, cuando tenía también 3 o 4 años, y el niño lloraba y lloraba y lloraba porque no quería ir al Colegio, y yo la única salida que encontraba ante ese desconsuelo es decirle “es que eso es así”, y no decirle “es por tu bien”, que eso nunca se lo he dicho, pero sí he tenido que esplicarle de alguna manera que el Orden era ése, y que yo no me podía salir, y que él tampoco. Porque el desconsuelo del niño era tremendo, y entonces ¿qué haces ahí?: ¿le dejas llorando y que se muera de miedo?
A-Para más desgracia, esto que dice Rosa es así, remata la faena: el padre, o el responsable del tipo que sea, se ve obligado, quiera que no, a colaborar con el Régimen. Y no le dirá esplícitamente “es para tu bien”, pero le tienes que decir cosas como ésas que he dicho del padre de que las cosas son así y no hay más remedio; por tanto colaborando con el Poder, que efectivamente lo que quiere es que se reconozca como inevitable que las cosas sean como son. Sí
-De todas formas también lo que aún me parece peor todavía es que si el niño se pone así y dice que no quiere ir al Colegio y le dices “vale, no vayas al colegio”, seguramente, no sé cuanto tiempo puede pasar, es el niño el que pide ir al Colegio, porque los demás niños van al colegio, y “yo no tengo amigos”, “yo siento como que estoy escluido”, y entonces lo más peligroso es cuando el propio niño pide ir al Colegio.
A-Es un caso ilustrativo, pero hay que generalizarlo, ¿eh?: la gente obedece y se somete por esas vías ordinariamente; es decir, estará muy descontento, pero si ve que todos los vecinos lo hacen, si ve que todas las vecinas compran en el Supermercao, ¿cómo voy a quedarme yo sola haciendo el ridículo y plantando tres berzas en el jardín? Eso no puede hacerlo, ¿no? Por esa vía se entra en la sumisión.
-Pero yo creo que nos debe de decir algo por qué el corazón se nos alegra más, o hay como una limpieza mayor en la operación de ver a un niño, por ejemplo un inmigrante, como vi yo, pequeño, rompiendo con una piedra furioso el cristal de un coche que estaba aparcao en el lugar donde solía pedir, o una mendiga rompiendo un escaparate de El Corte Inglés, mucho más que si anuncia una noticia “¡han secuestrao al Nosequé de la Ford!”, o “¡han secuestrado al Alto Cargo de (Votín)!”. Es decir, la acción contra la cosa, contra el Sistema mismo, te consuela más que la noticia de que “el Jerifalte que representa a los coches, o representa al Banco.......”.
A-Probablemente, Isabel, pero perdona, te has salido de la pregunta. Ya volveremos, trataré de aprovecharlo más tarde. A ver.
-Esto de confiarse a lo de Arriba es un derivado del conformismo, por un lado, o sea, que el conformista está muy propenso a esto de echarle la culpa a algo esterior, a la mala suerte, al diablo, o a quien sea, pero realmente lo de Arriba incluye a uno mismo.
A-Desde luego se parte de la actitud mayoritaria de conformidad, pero con esto de que el feliz descubre que no todo marcha así de bien, que le puede entrar una enfermedad, que la mujer se le puede poner tal, que siempre se pueden dar disgustos, y entonces lo que se le ocurre no es volverse contra el Orden, sino que acude a la Autoridad, a lo de Arriba: la culpa, el Gobierno, el remedio, el Gobierno, y así es como van las cosas en Política y en todos los demás aspectos.
Bueno, doy, para que no se pase demasiado tiempo, por recogidas las bastantes actitudes. La tercera alternativa es la del retiro, ya lo conocéis muchos: dado que las cosas son como son, y que hay muchos a los que no cabe gustarles que sean como son, una de las alternativas que se ha practicado de vez en cuando es la del anacoreta, el retiro. No hace falta irse al desierto, simplemente el retirarse en uno mismo, poner en su propia soledad o aislamiento el remedio de los males.......en fin, lo de Fray Luis de León, el “¡qué descansada vida!” que todos recordáis: “vivir quiero conmigo/ gozar quiero del bien que debo al Cielo/ a solas, sin testigo/ libre de amor, de celo/ de odio, de esperanza, de recelo”. “Vivir quiero conmigo”: ésa es una de las formas de esto que os estoy presentando como alternativa. Otros tal vez no se hagan una finquita en la (), ni en el desierto, pero de todas formas buscan su soledad, su aislamiento, como remedio. Ésta es la actitud, y por tanto os pregunto nuevamente el sentimiento, la actitud de cada uno de vosotros, ante esta alternativa del retiro.
-Que “en mi soledad/ he visto cosas muy claras/ que no son verdad”.
A-¡Más!
-Yo entiendo que cuando uno se encierra en sí mismo se hace un bicho raro, y saltan chispas cuando te relacionas con otros, y entonces es jodido estar aislado.
A-Pero al verdadero anacoreta eso le importa un bledo, porque se ha desentendido de los demás. Lo que a él le molestaba era el mundanal ruido; el mundanal ruido, es decir, todos los alborotos de el Trabajo, de las Oficinas, de las Familias, de los padres, de los hijos, y se ha retirao en sí mismo, y no le importa quedar como un bicho raro, ¿no?, porque él ha decidido que ahí está su remedio.
-Tiene el inconveniente de que solamente está él, de que ya no hay otra cosa, de que está él consigo mismo, y es un poco triste también eso, ¿no?
A-A ti puede parecerte triste, pero a él desde luego no, al que ha tomado esta actitud no le parece triste, y ya habéis oído los versos de Fray Luis, él ve su libertad: “libre de amor, de celo,/ de odio, de esperanza, de recelo”. Él ve ahí el remedio. ¿Qué decías?
-¿No encender la Televisión, es una forma de retiro, o es otra cosa?
A-Es un paso, sí; es un pequeño paso, pero importante. ¿Por qué lo dices?
-Es que me pregunto si eso y otro tipo de cosas así de ese estilo es un retiro, o es una opción, o una lucha. Es que no sé cómo verlo, porque estás dejando de implicarte en problemas.
A-Claro, claro: él ha decidido que todos los problemas del mundo, todas las guerras, todo eso son insensateces, que eso tiene la culpa de todo, y que lo que tiene que hacer uno es retirarse. Sí.
-Digo que hay mucho peligro de que eso de uno mismo no sea muy distinto de Dios, ¿no?, del Poder.
A-Sí, ¿y qué más?
-Que si uno mismo ya está conforme, ya está bien con todo, ya se cree que ya está libre de servidumbres, ya está libre de que no hace caso a Dios, y que está ya contento, a gusto, eso está muy cerca ya de................
A-Sí, y alguno más supongo que tendrá algo que decir contra esta alternativa, y hay que decirlo con la mayor precisión posible. Desde luego, los que me acompañáis hace tiempo en la tertulia tendríais que poder hablar fácilmente contra esto de una manera clara, tendríais que ser capaces de recordar cosas que hemos dicho respecto a eso. No olvidéis que el que se retira, como nosotros, como cualquiera, parte de la Realidad, se va a retirar porque él es un hombre real, como Fray Luis, como cualquiera, y es él el que decide retirarse, un hombre real.
-¿Y en el fondo no es un acto de cobardía?
A-Bueno, se lo podrías decir, pero eso a él no le afectaría, porque él piensa que el valiente es él, por supuesto; en su renuncia a todos los líos mundanales el valiente es él, ésa es su actitud. Los anacoretas del desierto, por supuesto, en principio parece que creían que cada uno podía bastarse a sí mismo: Simón el estilita, en lo alto de la columna, por supuesto pensaba que él se bastaba a sí mismo, que no hacía falta otro.
-Yo creo que los cistercienses y estos monásticos que casi no se hablan.....
A-Los trapenses.
-......siempre he creído que han estado muy bien iluminados, porque (), y lo creo de verdad.
A-No sé bien qué es lo que crees.
-Que eso de estar callaos consigo mismos y dando vueltas me parecía horrible, pero yo he visto que no estaban tan tontos, ¿eh?
A-Por supuesto la vida monástica no es el caso de lo que estoy diciendo, ¿eh?: tenéis que pensar en el que se retira solo, y a su soledad.
-Es que nos has planteado a un anacoreta que yo creo que es un poco ideal, que no tiene celo, ni recelo, ni envidia, ni amor, ni odio, que son las cosas que de alguna manera costituyen a la Persona. Y claro, si un anacoreta puede librarse de todo eso, también se libera un poquito de su persona, y entonces por ahí no me parece muy mal; lo que pasa es que claro, si uno se va con la idea de ser anacoreta, eso ya es otra cuestión.
A-Ya. ¡Bueno, por favor, si es que es una cosa que tenemos aquí ya tan machacada! Lo que hemos dicho de que la Realidad, el Mundo, las cosas en general, tienen un Arriba, que es ser lo que se es, y ahí está Dios, ahí está el Todo, ahí están los números, los entes puros, y una parte de abajo que es lo que se pierde, lo que se resiste, lo que nunca acaba, lo sin fin, y la Realidad, que está en el medio, eso simplemente para cada uno de nosotros se repite. Uno no es ninguna cosa tan simple, tan sencilla, uno está hecho de una parte divina, es como Dios, uno, insustituible, único, que no puede cambiarse por otro, él solo, y éste es el Ideal que, no a las otras cosas, pero sí a nosotros, se nos ha impuesto. Por la otra parte está su perdición por lo bajo siempre: deseos que él no controla, sombras que él no controla, sitios por los que se pierde, y en medio está su realidad como persona costituida. Lo que se dice para el mundo en general se dice de cada uno, y entonces por supuesto que el anacoreta parte de una fe en sí mismo que no tiene ningún fundamento: uno es lo mismo que el mundo. Esto lo digo puesto que no ha salido, más pronto que tenía que haber salido, como rebatiendo esa tercera alternativa.
Bueno, puesto que las cosas están así, son como son, y por otra parte hay algo en nosotros, sea lo que sea, que no acaba de estar conforme con que sean como son, entonces la cuarta alternativa es naturalmente La Revolución, de manera que es a esta alternativa a la que tenemos que dedicarnos ahora; la cuarta es La Revolución. ‘La Revolución’ es un término que se ha envilecido mucho, y con buena razón, porque la Historia, todo eso que nos cuentan acerca del Pasado, todo eso de los años, los siglos, está llena de revoluciones; está llena de revoluciones la Historia, todas fracasadas la una detrás de la otra; éste es el inconveniente de las revoluciones: todas fracasadas la una detrás de la otra, todas fracasadas.
-Todas, no.
A-¿Por ejemplo?
-Pues no sé si puede decirse que es una revolución, pero hay gente que ha luchado contra el Apartheid por ejemplo, y lo ha conseguido.
A-Pone el ejemplo de la gente que luchó en África del Sur contra el Apartheid, y se acabó por conseguir. Se podrían seguir poniendo otros muchos ejemplos, ¿eh?: los Estados del Norte lucharon contra los Estados del Sur para abolir la esclavitud, y efectivamente vencieron los que abolieron la esclavitud: es otro ejemplo más viejo. Y la revolución más clásica, la revolución francesa, era para derribar a la Monarquía, y derribó la Monarquía. De manera que está claro que cuando yo he dicho lo de fracaso estoy queriendo decir otra cosa. ‘Todas fracasadas la una detrás de la otra’, ¿en qué sentido? Todos los que me acompañáis podríais ayudarme a decirlo.
-Pues en el sentido de que si el inicio de la revolución era una lucha contra el Poder, al poco ésta es asumida completamente, y entonces eso se realifica y ya todo aquello contra lo que iba desaparece, y no tiene digamos más fuego abrasador que queme las ideas...........
A-No, te has equivocao, yo creo: ‘todo aquello contra lo que iba desaparece’ parece que quiere decir la victoria de la revolución.
-No, no, a lo mejor me equivoqué: si se inicia la revolución de los desesperados para ir en contra del Poder, éstas fracasan porque las propuestas que se hacen en un momento determinado son de futuro, y por tanto tienen que estar ya otra vez dentro de la Realidad. Que si hubiera una revolución que no se preocupara para nada por el Futuro, pues a lo mejor no estaríamos aquí.
-Las revoluciones fracasan porque lo que hacen es cambiar un Poder por otro, ¿no?
A-¡Esacto! Fracasan en el sentido de que la victoria de la revolución acarrea inevitablemente el establecimiento de un Poder. Por ejemplo en la revolución francesa, por ejemplo en el caso del Apartheid, salvo que tú estés muy conforme con el actual Gobierno de África del Sur, que si estás muy conforme, pues no deberías estar aquí. Y cualesquiera otras, ¿no?: la revolución que nos cuenta la Historia acaba por la sustitución por otra forma de Poder. Fijaos bien que entonces no puedo decir que el juego de las revoluciones en la Historia haya sido un juego tonto, porque el Poder de todas maneras tiene que cambiar para seguir siendo lo mismo, ésta es una Ley del Poder, del Estado, del Capital, y de cualquier forma de Poder. Hasta la imagen de Dios tiene que cambiar para seguir siendo la misma; todo tiene que cambiar, de manera que las revoluciones resulta que no han hecho más que colaborar a ese cambio, a acelerarlo, torcerlo un poco de sentido, pero como alguno de vosotros ya ha dicho, el motivo es que cualquiera de esas revoluciones ha tenido un Ideal, un Futuro que cumplir, un Fin al que dirigirse, y ésas son armas del enemigo; son armas del enemigo el Futuro, el Fin, la aspiración a un fin dentro del Tiempo real al que estamos sometidos, y cualquier rebelión, hasta las más bien intencionadas, no han podido menos, por afán realista (preguntad a cualquiera de los que han participado en alguna rebelión, en este país o en otros), por afán realista han tenido que emplear las armas del enemigo, y las armas del enemigo no quiere decir (que también lo dice) las ametralladoras, las espadas, o las bombas, sino que quiere decir sobre todo eso, la legislatura: apenas ha triunfado, ya se está dando las nuevas leyes; se está dando las nuevas leyes, es decir, se está restableciendo el Poder con otra cara, pero a lo que una revolución contra el Poder aspiraba era a acabar con el Poder. No, (como decían todavía los militantes más o menos rojos en mi adolescencia) no ‘tomar el Poder’: se trataba de ‘tomar el Poder’, y tomar el Poder quiere decir darse por vencido ya de antemano, porque contra lo que se iba era contra el Poder, de manera que la ilusión consiste en que efectivamente no se ha sentido, de veras y en general, el mal del Poder en sí, sino que la ilusión consiste en que puede ponerse un Poder mejor en lugar del anterior, que era peor, y esta ilusión, esta creencia en que la revolución va a un fin, tiene un futuro, es lo que efectivamente hace llegar la revolución a su fin en el otro sentido: se acaba lo que hubiera de revolución y empieza el nuevo Régimen, y ésta es la Ley que la Historia nos enseña. No hace falta que creamos mucho en la Historia (a mí no me gusta acudir a los ejemplos históricos), pero así lo veis y podéis más en pequeño reconocerlo todos los días: cualquiera de las rebeliones que se alzan contra los ejemplos que hemos dado (contra los padres, contra el Alcalde, contra el Ministro, contra el Gobierno, contra la Banca), se hacen con un fin y un futuro: se creen que pueden remplazar con ventaja y para bien a esos padres, a ese alcalde, a ese Ministro, a ese banquero, a ese directivo de todas la finanzas; y efectivamente, a veces lo consiguen, a veces estas revueltas lo consiguen, y lo que consiguen es ponerse en el lugar del que han derribado, no hay otra manera: ponerse ellos en el lugar del que han derribado, y como la cosa no estaba ni en Fulano ni en Mengano, sino que estaba en estos entes astractos, el Estado, el Capital, el Poder en general, Dios, eso es lo que hace que la revolución quede dentro de un Orden y contribuya sencillamente al cambio. “Tomar el Poder”, ésa es la fórmula que denuncia mejor la ilusión, la equivocación de las revoluciones. ¿Qué más tenéis que decir respecto a revoluciones de un tipo o de otro?
-(), a mí me parece que tiene que haber otra alternativa. O sea, yo recuerdo cuando de pequeño ya mi madre quería imponerme el baby para ir al colegio, yo no quería ir al colegio ya de antemano, porque no me gustaba; y cuando fui al colegio y todos entraban con babys, y yo me fui al servicio y entré en el aula desnudo, sin baby; entonces todos se rieron de mí y me dijeron “¡te han quitado el baby!”, y les dije “no, me lo he quitado yo porque me ha dado la gana”. Y desde entonces hasta ahora yo he hecho lo que me ha dado la gana en la existencia, todo lo que he podido y más. Así que tiene que haber otra alternativa.
A-() los anacoretas, ésa ya la he retirao. Uno no hace nunca lo que le da la gana, porque como he recordado uno no es uno, sino que es 3, y por tanto uno no hace nunca lo que le da la gana, uno hace lo que dentro de uno manda más.
-¿Entonces por qué se me ocurrió, sin noción de lo que era una revolución, quitarme el baby?
A-A mí por una sola vez en la vida tuvieron mis padres la idea de a los 3 años ponerme con unas monjas, y entonces yo (me quedo asombrao al recordarlo), aprendí a hacer espontáneamente novillos: hacía como que entraba, y me iba al parque, me iba al parque de al lado, y evidentemente entonces no podía tener ni idea de lo que era una rebelión. Evidentemente uno no puede hacerse ilusiones, porque uno mismo está perdido, uno mismo es un ente real que está hecho de esa manera contradictoria......
-Pero está fuera de la Realidad, ¿no?
A-No, ¡qué va!: uno es real, y está Arriba el Ideal de ser de verdad el que es, por abajo todo lo que nos queda de vivo, de animal, de infinito, y en medio la personita; la persona real, y entonces, de las cosas que hace uno, unas le vienen de Arriba, otras le vienen de abajo, y otras le vienen del medio. Las que le vienen del medio son las que desde luego obedecen a la costitución de la Persona. Le vienen también de Arriba los ideales, le viene de abajo lo sin fin, y por tanto no puede.......... Bueno, más sobre revolución antes de que nos marchemos.
-Hay casos en que, se llame revolución, se llame revuelta, no hay objetivo previo ahí, son esponténeas, y en lugar de tomar el Poder, pues se desaloja, y se habla entonces de un Vacío de Poder. A mí me gustaría saber en esos momentos, que son siempre efímeros, si alguien tiene esperiencia o le han contado qué sucede en esa situación tan efímera.
A-En primer lugar, ¿te refieres a algún hecho del que hayas oído hablar?
-Pues la toma de La Bastilla........
A-No, ésa ya la he utilizao. No, no había ningún vacío de Poder, hubo una sustitución perpetua: al mismo tiempo que estaban por ejemplo guillotinando a Maria Antonieta, en el mismo momento ya los revolucionarios estaban dictando las Leyes oportunas, se empezó a hacer la Enciclopedia..........
-Entonces, ¿no puede existir el vacío de Poder? ¿Nunca ha existido el vacío de Poder? ¿Nunca ha habido esperiencia dentro de.........?
A-Lo que nos cuenta la Historia desde luego no nos deja el menor resquicio; en todo lo que nos cuentan como rebeliones en la Historia no queda el menor resquicio, y entre nosotros desde luego, aquí, no hay vacío de Poder que valga: esto es una tertulia política que está costantemente luchando contra el Poder, contra la Fe. Pero evidentemente eso no quiere decir que estemos fuera de la Realidad: estamos metidos, y naturalmente estamos luchando contra aquello en lo que estamos metidos, como hoy he dicho al principio. ¿Qué más de revoluciones?
-Desde luego, esto que decías del vacío de Poder, es que justamente es imposible ni pensarlo, cualquier de peligro de que quede eso vacío ya está cualquiera que se pone, y yo mismo, cualquiera de los de aquí dice “¡pues me pongo yo! ¡Antes de que no haya nadie, me pongo yo!”.
A-La sola amenaza del vacío de Poder puede actuar como si le creara una obligación moral. “¡Si otro no se pone, pues me tengo que poner yo!”.
-No sé por qué pensaba en la frase ésta de que el Hombre es un lobo para el Hombre, y que vamos, que desde luego venía a esto. ¿Y cómo sabía este hombre que el Hombre es un lobo para el Hombre?
A-Esos son cosas de los Sabios. Y de los Teólogos. Y tampoco se puede ser, no como Hobbes, sino como Rousseau, lo contrario, creer “es que somos buenos”. No hay más que lo que hemos presentado, esta composición conflictiva en que cada uno está hecho, y contra la cual, contra la Realidad, es contra la que estamos aquí hablando. ¿Qué más de revoluciones?
-Yo creo que hay una cosa que sí que creo que es revolucionaria, yo siempre lo he sentido así, aunque el problema es que lo hace uno mismo, que es irse de los sitios. Yo por ejemplo decía en el trabajo: “Mira, yo no sé si después de largarme del trabajo haré la Catedral de Burgos, o haré una mierda, o me tiraré por una ventana, pero de momento de aquí me largo”. Eso, que he hecho algunas veces, irme de alguna clase, o aquí mismo, que la mayoría de las semanas me voy diciendo que no vuelvo más, que muchísimos días me voy diciendo que yo aquí no vuelvo.
A-No lo enlazo bien con el hilo que traías.
-Es que el lío es grandísimo, porque cualquier huída que uno lleve a cabo la lleva a cabo uno, y entonces ¿qué revolución cabe, si ni siquiera huir se puede, porque es uno el que huye?
A-Bueno, tú dices que sí, que huir se puede.
-Pero es un segundo, porque en seguida se te convierte en destino la huida.
A-Eso, si tú te avinieras a creer que uno no es uno, sino que está hecho de esa manera conflictiva, te enterarías por qué. Es un fracaso, solo que parcial, en pequeño, como el del anacoreta que he presentado como tercera alternativa: quien dice “yo lo que hago es que me voy”, efectivamente toma una medida que va contra el centro del que se marcha, pero que desde luego no lo libera de sí mismo, y dondequiera que vaya llevará a la ‘cura metusque’, a la preocupación y el miedo, sentada detrás.
-Pero lo que dice Rosa de alguna manera es un poco lo que decía el escribiente aquel de Baskerville, que decía “preferiría no hacerlo”.
A-Desde luego es más limpio. Yo, a falta de más, en la vida corriente, no aquí en esta lucha que nos traemos, a los que me rodean y que me cargan con sus manías, trato de decirles “¡pero mujer, por favor, no compres! ¡Es tan sencillo no comprar eso!”. El largarse, el no hacer (): “¡no compres! ¡No lo lleves al médico, porque no saben! ¡No creas eso!”. Efectivamente es algo más limpio lo que consiste en el puro NO, que nunca es puro porque siempre le deja a uno como residuo. Sí.
-Cuando por ejemplo están en el sermón de la montaña y después de dar todo el discurso se encuentra con que la gente tiene hambre, pues hay que funcionar, y eso es lo que hace que de cierta manera se siga en la Sociedad.
A-Sí, pero aquí no tenemos ningún deseo de eso.
-Y entonces hay que llamar al Supermercado para que traigan los panes y los peces porque hay que dar de comer a la gente.
A-¡Hombre, por favor, Jaime, no! Eso es lo que te cuentan. El probar a ver qué pasaría si no, eso solamente se prueba poco a poco, una vez y otra, ¿no? No, no es así: el cumplir con lo que tú presentas como necesidades, el tener que darle de comer a los hijos, necesidades prácticas, no debe tener nada que ver con lo que estamos aquí hablando. Bueno, yo no os estoy dando de comer, pero desde luego he estao con colaboración de los amigos procurando que se pueda disponer de las salas del Ateneo nada menos que de Madrid y podáis estar ahí cuando os parezca oyendo o no oyendo, ¿no? Son cosas prácticas, no tienen nada que ver, es lo que tantas veces hemos recordado volviendo también aquí al Evangelio: “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha”, y viceversa. Una cosa es que tengamos que ir tirando, porque estamos en la Realidad, y otra cosa es que eso nos impida, en los ratos y en los momentos que podamos, decir NO a la Realidad y declarar su mentira. Lo malo que sucede corrientemente es que por supuesto la mano izquierda obedece a la derecha por el hecho de que haya que cumplir con las necesidades prácticas día tras día, y por ese mismo hecho pues ya se da por supuesto que hay que admitir la Fe, lo que nos cuentan, reconocer el Poder como tal, ése es el camino. Estamos hechos en contradicción, metidos en la Realidad, y por tanto tenemos que ir tirando como podemos por un lado.......
-Pues iban a cortar los árboles de el Prado, y tú nos dijiste hace ya bastante, no sé cuando fue, que nos encadenáramos a los árboles, que hiciéramos algo.
A-No, no creo; no creo que yo animara mucho a hacer eso. Lo importante es que la necesidad de las cosas prácticas suele arrastrar consigo una obediencia a la Fe. ¿Alguna cosa más de revoluciones que os haya quedao y os quede por ahí?
-Yo quería decir que la falta tan grande que se siente de esa revolución se viene abajo cuando se piensa que es que la tiene que hacer éste o que la tiene que hacer el otro. El darse cuenta de que el que hace cosas no es solo el Poder de uno o de otro, que el que puede hacer algo contra el Poder no es otro Poder, sería lo que podría hacer que no se pudiesen............
A-Más en general es lo que he dicho antes como afán de realismo: el afán de realismo para la realización de las revoluciones, eso es ya lo que las mata sin más: hay que ser realistas en la revolución también, y por tanto hay que organizarse por ejemplo, contar con jefes, con un secretario...........ya se sabe, porque si no se realiza, ¿qué revolución iba a ser ésa? Ni siquiera se concibe. Las revoluciones se pierden por eso, porque usan las armas del enemigo, el Fin ante todo; tienen un fin, y eso las mata, el Mañana, el Futuro de la revolución, y la revolución no tiene futuro, eso es lo más claro de lo que aquí se puede decir. Y esto tan sencillo también en el Evangelio se dice: “a cada día con su mal le basta”. ¿Recordáis el pasaje entero, que lo he usado muchas veces?: “a cada día con su mal le basta”. Bueno, y una vez que se ha hecho tan tarde y que hemos recorrido las alternativas que se nos ofrecen, incluida ésta de la Revolución, os quedáis preguntándoos que qué demonios es lo que hacemos en esta tertulia, y naturalmente con esta pregunta nos vamos si nos dejan hasta dentro de 7 días.