12.07.2006

Tertulia Política número 29 (12 de Julio de 2006)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

  Tertu029-12-07-2006#Tertu029-12-07-2006.mp3

 

TRANSCRIPCIÓN:

 

 

Recordáis que a propósito del descubrimiento de 'lo no aproximable' -de lo sinfín-, que la infinitud es inaproximable, puesto que la aproximación es precisamente característica de la Realidad, que no puede ser más que aproximativa y nunca de 'sí o no'; y eso de la verdad -que no se sabe, lo sinfín- queda fuera; queda fuera de esa descripción de la Realidad simplemente, y en ese sentido resulta extraña a la noción de 'aproximación', que por el contrario es definitoria, característica, de la Realidad. A propósito de eso -que es en lo que os dejé pensando, y algunos de los que estabais conmigo, pues [digo yo]lo habrán hecho y les habrá pasado eso de pensar y dudar un poco acerca del asunto- habíamos venido a parar a las cuestiones lógicas, elementales, las cuestiones de 'la negación' y de 'la definición'. Es con esas cuestiones con las que tenemos que seguirnos debatiendo un rato, de manera que espero que ayudéis en ello.


La negación NO -decir NO-, que en algún sentido es HACER -HACER NO- es la raíz, el corazón de cualquier lógica, es decir, sentido común, razón común, y por tanto, conviene que nos detengamos a ver cómo es que NO se dice, se hace, desde dos sitios contrapuestos y en relación con cómo es aquello a lo que se dice NO, o de lo que se dice NO; es a eso a lo que os estoy invitando a entrar, porque estas cuestiones lógicas no son cuestiones para lógicos ni de lógicos, sino que son de sentido común y cualquiera tiene que haber -en un momento u otro- sentido qué era eso de decir NO, y tener de ese sentimiento herida, algo que decir sobre la cuestión de decir NO.


Desde luego, NO puede decirse de algo que se sabe qué es, es decir, de algo que está definido (en este sentido preciso); y parece que NO puede decirse también de algo que no se sabe bien qué es, que no está definido. Y naturalmente el sentido de la operación -en un caso y en otro- no sólo no puede ser el mismo, sino que son dos sentidos claramente contrapuestos. Supongo que ya se os están ocurriendo ejemplos acerca de lo que digo, pero me paro a hacer un paréntesis para la referencia a la Política en el sentido más directo que todas estas cuestiones lógicas puedan tener, antes de seguir investigando qué es eso de decir que NO, en un sentido y en el otro sentido. Porque esto que nos traemos aquí, solemos decir que es una guerra contra el Poder (suponiendo que entendemos qué es el Poder), una guerra contra el Poder, y decimos también de vez en cuando, que es una guerra que se hace desde abajo, desde lo que nos queda de pueblo, y de una manera mucho más clara: desde el pueblo-que-no-existe, desde lo que no existe, desde lo que no pertenece a la Realidad, porque los que habéis seguido conmigo toda esta temporada, ya sabéis que tomamos el verbo este de las escuelas 'existir' como si fuera exactamente el verbo que corresponde al nombre 'Realidad' y al adjetivo 'real', sin tener que volver a insistir sobre esto -yo creo-.


Decimos también eso, que la rebelión, la guerra, se hace desde eso que no existe -pero que no quita para que lo haya, para que haya algo de ello, si no, ni siquiera tendría sentido que estuviéramos aquí, año tras año, y miércoles tras miércoles, en esta guerra- por el contrario, pensamos que el descubrimiento claro de que no existe, es justamente la condición para que eso pueda tener la fuerza y la gracia de guerrear contra el Poder, que es la confirmación de lo que existe, contra la Realidad en la que el Poder se apoya y que el Poder mismo inventa y reinventa para sus fines.

¿Cuál es, en esta guerra, la equivocación en que la gente -cualesquiera de nosotros, que más o menos nos hacemos de rebeldes de vez en cuando- más de continuo cae? La equivocación es algo que se denuncia en muchas luchas políticas de una manera clara, la equivocación consiste en que esta guerra pretende tener éxito -como las de ellos- pretende alcanzar una victoria, llegar a un fin en el que esa guerra, de alguna manera se cumpla, y por consiguiente, los rebeldes, una y otra vez, caen en el error de creer que pueden usar las armas del Poder -sólo que del revés- pero usando las armas del Poder. Y ésta es la gran equivocación, porque evidentemente, eso no tiene sentido: no se pueden emplear las armas del Poder, ni las armas más materiales como las bombas, o las ametralladoras, ni las armas dialécticas que sirven en la prédica de los medios de cada día para seguir teniendo a la gente entontecida y convencida; no se pueden emplear para lo otro, para lo contrario, no se pueden emplear del revés. En las armas, en los medios, está ya, naturalmente, todo el condicionamiento que sostiene el Poder y que sostiene la Realidad.


Esta es una cosa que se denuncia una y otra vez, y me voy a parar un momento, porque como esto es algo de lo que todos tenéis noticias, convendría que alguno se acordara de ejemplos en que esta equivocación se produce, y que por tanto, nos sigamos aleccionando contra este error, contra esta equivocación que se da tan de continuo.
 

AGC El más reciente, seguro que -bueno- es muy probable que lo conozcáis, es la ocupación del cine Bogart, la semana pasada, en donde...


AGC - ¿Perdón?


AGC El cine Bogart.


AGC El cine Bogart, en donde la ocupación estaba prevista, estaba programada, se había estado... pues eso, proyectando y se ha convertido en anual, es la segunda ocupación que se hace, el año pasado fue en San Bernardo, y esta vez le ha tocado al cine Bogart, en donde lo que antaño se llamaba células, se dedican, o sea, los colectivos minoritarios se dedican a preparar las acciones que se van a hacer durante la semana de ocupación      -ciertamente el Poder les ha metido un varapalo, porque han convertido en delito la ocupación- pero se dedican a programar las acciones -están previstas de antemano- y son secretas, o sea, el que vaya a participar en las acciones -donde textualmente 'todos confiamos en ellos', en los que nos la han programado- van a ciegas y ejecutan lo que ya estaba previamente previsto, y luego hacen evaluación. Hacen evaluación de resultados -a la manera de los istitutos y la Academia- hacen evaluación, en donde es difícil que pase nada no previsto, donde está sujeto a calendario; y no sé, yo creo que es un ejemplo de haber adoptao las armas del enemigo que es hacer planes, proyectos...


AGC - Sí. Excepto, Mercedes, lo de que la acción se hace a ciegas, quiere decir que, excepto los organizadores, en secreto...


AGC Sólo los que lo saben... Es secreta.


AGC - Los demás reciben, en el momento, la orden de ir a tal sitio.


AGC Exactamente, exactamente.


AGC - De acuerdo, entendido. Sigue, sigue entonces un poco con lo a posteriori, ¿qué ha resultado?


AGC Lo previsto.


AGC - "Lo previsto", que es ¿qué?


AGC Que es buscar un impacto que llaman 'mediático', lo han tenido, a pequeña escala, por supuesto, o sea, parece ser que las televisiones no han recogido gran cosa de lo que ha sido la semana de ocupación, pero han salido en la prensa, llevan un control de entradas y salidas de periodistas, sólo les dejan decir lo que a ellos les interesa que se diga, y bueno, pues son chicos muy sufridos, son chicos muy entregados, dispuestos a dar su filiación -que ellos dicen- para cuando aparece la policía -que la esquivan todo lo que pueden- y verdaderamente muy entregaos, muy, muy militantes, muy sacrificaos...


 [Alguien está interrumpiendo frecuentemente con comentarios que no se entienden]


AGC - Oye, por favor, deja hablar, no estorbes. Venga.


AGC ¿Qué ha resultao?, bueno, pues, no sé. Es tan triste el panorama.


AGC - Pero estos, por ejemplo, de los que hablas -que son sin duda los que tienen más Fe en el proyecto- ¿cómo han quedao?, ¿relativamente contentos con el impacto?


AGC Es que yo no he asistido a una sesión de evaluación, yo no puedo decirlo.


AGC Lo digo yo: no han quedado contentos.


 [Mucho lío de voces en la sala]


AGC No, no han quedado contentos.


AGC - ¿Han quedado contentos?


AGC No, no.


AGC Nunca se quedan contentos.


AGC - ¿Eh?


AGC Porque nunca se queda contento, ya he asistido a más de una... 


AGC - Levántate, por favor, que te oigamos todos.


AGC ¡Ah!, no: que es que ya he asistido a más de una: nunca se quedan contentos. Siempre es poco []


AGC - Bueno, pero estos chicos de los que Mercedes habla, los organizadores, que han conseguido un cierto impacto mediático.


AGC No, pero no porque pretendían, no lo que ellos pueden conseguir; siempre hay un descontento para poder hacer otra vez la misma... caer en el mismo error; nunca se llega a estar contento.


AGC - Pero no tampoco descontentos.


AGC Yo creo que en estas cosas, yo creo que el descontento tiene que... es como... como la... el descontento es lo que va a hacer que te muevas posteriormente, o sea, ese descontento está perpetuo ahí indefinidamente     -vamos-. Aparte de que en uno acelera el no darse cuenta de [...], el descontento está ahí...


AGC - Bueno, gracias a las dos...


AGC Lo único de que se puede estar contento es de que se provoca; es en la provocación [...] de que la provocación sí se consigue.


AGC - ¿En qué sentido?


AGC Es decir, con la misma policía, es decir, incluso da lo mismo incluso, muchas veces, [...] la prensa o que salga a la luz, sino personalmente, o sea, personalmente es lo que..., el que hay una provocación, el que tú llamas, -por así decirlo- un... [que has dao un...] eso es lo que nos...


AGC - Pero eso quiere decir que se puede traducir... se puede traducir el éxito en el número de contingentes que la policía mande.


AGC Exactamente.


AGC - Sí. Es muy curioso. Sí.


AGC Pero el eslogan de esos chavales era buenísimo, porque era 'rompamos el silencio'.


AGC ¡Pues mira tú!


AGC - A ver.


AGC Están en contra, no están a gusto.


AGC - Pero "el silencio" ¿qué quiere decir?


AGC Pues todos nos callamos, estamos conformes, conformes con el Poder, y ellos pretendían romper el silencio, decir no.


AGC - Eso forma también parte…


AGC [...]


AGC - Eso forma también parte de la equivocación, es una cosa que me hace recordar lo que pasamos en los años del pronunciamiento estudiantil de los años 65 y siguientes, donde se produjeron muchos [] semejantes. Algunos de los grupos de los muchachos que se lanzaban a acciones directas -como suele decirse- como prender fuego a un autobús (una cosa por el estilo), y efectivamente, eso pretendía ser provocador y que la policía y los medios respondieran, y luego sacaban panfletos quejándose mucho, y diciendo "y la prensa calla", después de contar la hazaña: "y la prensa calla", denunciando que efectivamente ellos creían que lo primero que había que conseguir es que la prensa no callara; eso es un poco lo contrario de romper el silencio. En general, está muy mal elegido -perdona- el eslogan, porque a la gente sumisa lo que menos le pasa es eso de estar callada y en silencio, la gente no deja de hablar, especialmente por los teléfonos móviles, pero también por la calle y por todas partes ¿no?


AGC Yo quería decir... ¿puedo?


AGC - Claro.


AGC Yo quería decir que respecto a esto que es decir "no, no", que es una manera de hacer -que tú siempre lo has dicho- pero que luego los resultados  -como acabas de decir- es una forma de conceder al Poder otra vez: hablo sobre el terrorismo suicida, que desconcierta mucho a todo lo que es decir 'no', porque bueno, esto es un fenómeno que se habrá dado siempre, pero los medios ahora sí que lo están poniendo: la gente que se pone una bomba y dice "allá voy"; entonces bueno, no es que yo esté de acuerdo ni no de acuerdo, pero sí que quisiera decir que es una protesta un poco que va más allá de todo lo que hemos conocido en Occidente o en nuestra cultura. No sé si me explico.


AGC - Sí, sí, te explicas pero no sé si respecto a la cuestión...


AGC No: respecto al decir no.


AGC - A la cuestión que nos toca hay una diferencia o no. Porque evidentemente, también eso son provocaciones; también son provocaciones y desde luego se trata de hacer sentir; hacer sentir al grupo que sea y la idea que sostiene y la Fe que tiene, y hacer que los medios y los Gobiernos reconozcan -por esos medios tan violentos- esa presión, y cedan en algún sentido a ello, por lo menos dándoles publicidad, que parece lo elemental. Lo demás es una cuestión de grado: los suicidas...


AGC Pero yo, Agustín, creo que...


AGC - Los suicidas estos y también...


AGC Pero que les desconcierta mucho esta nueva fórmula de decir 'no' -que yo no es que esté de acuerdo ni no de acuerdo, me rompe los esquemas un poco; pero quiero decir que eso, en el Orden este que llaman -o como se llame-, sí que debe romper un poco los esquemas.


AGC - No se ve. No se ve. Los medios lo recogen, la televisión -si te descuidas, si llegan a tiempo- te sacarán hasta el acto mismo del suicidio para más ilustración, y eso lo tomarán como una gloria. No se ve...


AGC También se aprovechan de ello.


AGC - No se ve que rompan. Lo único que estos actos tienen de notable es una cuestión de grado extremo de Fe. Era también durante la última Guerra Mundial, lo de los pilotos suicidas japoneses, bastante número. Ahora, se vuelve a repetir en otra situación, lo notable es que, efectivamente, la Fe puede llegar a imbuirse hasta un grado que es insólito, generalmente no llega a tanto como a eso, pero es una cuestión de grado, después de todo, en todos los demás actos está también presente eso de la Fe en la causa que se trata de sostener mediante la acción, que es lo que estamos aquí analizando un poco.


AGC ¿No es la negación, en general, un arma del Poder, también?, ¿la que funciona en las prohibiciones que vienen desde el Poder?


AGC - Sí. Eso toca a lo que vamos a estudiar un poco ahora, que os dije los dos sentidos: los dos sentidos según desde dónde se dice NO, y según 'a qué' se dice NO. Eso estaba ya anunciado y ahora espero que pasemos, pero quería que nos detuviéramos un rato...


AGC Es que da la impresión. En los niños da la impresión de que lo aprenden de cuando los adultos les dicen que 'no', les dicen todo el rato a los niños se les está diciendo que 'no', prohibiéndoles cosas; y parece que los niños lo aprenden de ahí, el negarse luego al poder de los adultos.


AGC - Sí. Efectivamente en mi intención estaba de entrar por ahí: estudiar en los dos sentidos la negación, con niños incluidos y todo. Lo que pasa es que había querido sacar esto, porque aquí os presentaba como una especie de  e q u i v o c a c i ó n  costante de la rebelión: la de tener éxito -un fin- y la de usar los medios como inocuos, como pudiéndose usar lo mismo del revés que del derecho. Y es muy importante porque esto se deduce de la cuestión más general, la cuestión lógica de los sentidos de decir que NO; pero conviene que en estas manifestaciones nos detengamos todavía un rato.
 

AGC Yo creo que hay dos... los dos sentidos que decías antes: tanto es el que se puede callar la gente por el silencio, llegando a  permanecer en silencio, como que se puede hacer que no llegue la expresión de la gente mediante el ruido excesivo, que todo el mundo exponga esto... que todas las cosas se hablen  o se expongan machaconamente, muy [encendidas], y que eso le impida el que se piense en lo que se está oyendo. Que son las dos formas, dos sentidos... Es que todo es muy complicao, porque por ejemplo, cuando se dice de hacer un acto que provoque una reacción mediática, o que la gente opine, por ejemplo el caso de los autobuses, pues cuando se plantean unos grupos de esos el hacer... quemar unos autobuses, pues inmediatamente, hay personas que van a decir "eso es una locura" y tal; que no necesariamente tienen que ser ni los más radicales ni los menos radicales -en estas cosas no me gusta nunca personalizar-, pero el caso es que luego, ¿qué se hace con esto?, ¿se da una propaganda y se desvirtúa lo que ha pasao o lo que hay detrás de esa... de esa situación? Es muy probable que se haga con... mediante la propaganda; pero también si se callan, los otros van a decir "la complicidad", o sea, es un... es un indefinido, ahí no...


AGC - Sí. Eso es muy embrollao pero sobre ello volveremos. Vuelvo sobre tu primera parte, sobre la cuestión de la táctica de imponer silencio de verdad, la de la censura al estilo más viejo, por lo menos en nuestro recuerdo de la Historia de los Gobiernos tiránicos, de las Religiones de una Fe impositiva. Y voy a sacar ya -seguramente somos Jaime y yo los únicos aquí presentes de los que estábamos aquel día- pero voy a recordar que cuando estaban iniciándose en los últimos días de febrero del 65 las grandes asambleas y levantamientos de los estudiantes -que fue en las que conocí a Jaime, subiendo a la mesa de una de ellas, creo que el día 24-, al día siguiente, al volvernos a reunir en la Facultad de Letras -ser muchos, ser como cuatro o cinco mil, cosa muy insólita- se llegó a tomar el acuerdo, allí en la asamblea, de hacer una marcha silenciosa. Entonces a primera vista, aquello de que la marcha fuera silenciosa, parecía que sonaba como a una precaución para evitar que las fuerzas intervinieran o..., entonces yo me empeñé mucho en decir "no, no, que silenciosa quería decir absolutamente silenciosa", de tal manera que el silencio se oyera. Y efectivamente, eso marchó. Eso marchó porque el silencio de la marcha, cuya extensión llegaba a columna de unos diez -o cosa así- por línea; llegaba casi desde salir de la Facultad hasta llegar cerca del Arco del Triunfo: se hizo en silencio. Se hizo en silencio hasta un largo rato, hasta el enfrentamiento con las fuerzas del Orden que nos salieron al encuentro allá por el Arco del Triunfo. Pues se hizo en silencio, y evidentemente aquello quería decir 'elevar lo que de veras se llama silencio, que no es más que barullo -barullo y confusión- elevarlo a algo que pretendiera ser silencio de veras, un silencio absoluto, de manera que no... aunque sea que fuera como el símbolo de que aunque habíamos estado todo el tiempo hablando durante toda la Dictadura, por ejemplo, pues habíamos estao callaos, y eso se podía decir mostrando lo que era estar callaos, y hacer una marcha callaos, una marcha en orden, callaos. De manera que esa es la distinción respecto a silencio de veras y un barullo o confusión, que es la forma normal de la sumisión de las multitudes que el Poder desea: "¡Que hablen, que se desahoguen, que den gritos, que pataleen, que armen escándalos!". Todo esto es normal. Eso forma parte de la sumisión y el Poder parece que lo sabe. ¿Qué más quedaba por ahí respecto a estas apariciones de 'la equivocación' que digo? De la 'equivocación' tanto respecto al éxito o fin, como respecto a los medios.


AGC A mí me parece que esa acción, por ejemplo de los ocupas, a mí me parece estupenda, cualquier tipo de acción que [...]; que luego el Poder se va... lo va a arreglar para manipular y para manejarnos, pero cuando hay un borreguismo y una sumisión y una domesticación general, de toda la población, que se callan por lo bajini, a final de mes todo el mundo paga su hipoteca, paga su alquiler, y por lo bajo dice: "Joder, esto no hay quien lo aguante, esto es la hostia", y tal; y todo el mundo callado ¿no? Y entonces se critica que haya unos chavales que ocupen o... puedes criticar la metodología, es decir, que no estés de acuerdo -a lo mejor- pero que se critique eso..., a mí es que eso me parece...


AGC - "Que se critique" ¿qué?


AGC La ocupación esa.


AGC - Pero aquí ¿quién lo ha hecho?


AGC O sea, se está diciendo aquí que...


AGC - Hasta ahora no se ha hecho más que presentar los hechos.


AGC Yo creo que... me parece acertado, o sea, que luego el Poder ya pueda hacer como con todo... lo va a manipular.


AGC- Bueno, en primer lugar no te pongas... no te pongas demócrata porque ni tu opinión ni la mía importa para nada. Las opiniones personales no importan; tu gusto y el mío no importan para nada. No es a eso a lo que estamos, estamos tratando de [explorarar] estos hechos para descubrir algo. No se trata de que sea cojonuda o sea una porquería.


AGC No: estoy en contra de ese silencio que hay.


AGC - No, no. Pero si bueno, si... No: pero te digo que... que no te desvíes por ahí, por el aprecio o menosprecio del acto, porque no es de eso de lo que se trata. Estamos ahora usando estos ejemplos para explorar la cuestión que he planteado -como subsidiaria, pero importante- respecto a la costante equivocación de la rebelión, que consiste en 'el fin', por un lado  -el fin, el éxito de la guerra o de la batalla- y la utilización de los mismos medios del Poder para hacer al revés [como el Poder]. Esa es la cuestión que nos importa. La ocupación del cine  Bogart, supongo que también a las que estabais cerca, os parecerá que tal vez seguramente merecía la pena y eso; pero aún aquí no se trata de eso, no se trata de eso; no se trata de apreciar ni menospreciar la acción, se trata de [usarla]...


    - Pero ¿no será que ese 'no' está ocultando un 'sí'?, y que esa equivoca-...


AGC - ¿Qué 'no'?


AGC El 'no'. Ese 'no' está ocultando una afirmación...


AGC - Pero ¿qué 'no'? No sé en este momento de qué 'no' hablas.


AGC Ese 'no' que antes has dicho. O sea, que has dicho antes que esa equivocación -en la equivocación del empleo de los métodos-, me pregunto que si en esa utilización de esos métodos, no es porque ese 'no' -que aparentemente es un 'no' al Poder- es un ocultamiento al 'sí' -a una afirmación- porque quieren lo mismo: un Poder.


AGC - Sí, es posible. En todo caso yo prefiero hablar de 'equivocación', no quiero pensar tampoco que hay una especie de un subcosciente claramente contradictorio que está buscando la ascensión al Poder en los ocupantes o no; prefiero hablar simplemente de un error, de un error en la táctica, de un error en el método. Sobre que el 'no' pueda ocultar el 'sí', ya en general, vamos a seguir hablando ahora, dentro de un poco, una vez que usemos algo más estos ejemplos de lo que llamo 'equivocación'.


Fijaos bien que estoy presentando como 'equivocación' el creer en el fin -en el éxito- el fin que es el éxito, y el pensar en la utilización de los medios que la Realidad, que el Poder nos proporciona, sólo que para hacer lo contrario. En esto es lo que quiero que penséis un poco antes de seguir. Sí. A ver.
 

 [...]


AGC - No hay opiniones populares, las opiniones son personales. Sí.


AGC Quizá los ejemplos de revolución que hemos visto a lo largo de este siglo pasado, sean una muestra de que han ido al traste ¿no? Se intentaba cambiar... o [voy a] decir la Unión Soviética, el Poder de los Zares, se interpo-... un intento de poder del pueblo, y aquello, bueno, pues en los resultados que conocemos. O la revolución cubana, o... no sé.


AGC - Bueno, los resultados que conocemos más o menos y hasta ahora, porque tampoco [nos vamos a hacer] la ilusión de que nosotros podemos hacer un balance de la revolución rusa, eso son cosas de los historiadores, pero bueno, dentro de lo que cabe, sí.


AGC No sé, en qué... en qué lo quería... qué quería decir, pues la gente parece que se ha encontrado allí con front-... sin posibilidad de salir de ese país ¿no?, de su lugar, si deseaba salir -vamos-, al menos eso en cuanto a moverse...


AGC [...] causa efecto de que siempre se ve que las cosas nos llevan a unas determinadas situaciones, entonces, ahí ya empiezan los juicios, o sea, que yo cuando hablo de las revoluciones esas, digo "Están todas fracasadas porque no han conseguido el efecto deseado, al emplear determinado método....", pero es que, claro, si hablas así, caes en la trampa del Sistema.


AGC - Sí. Lo importante, Jaime, es esto que digo, que lo que yo estoy llamando equivocación  -y esto es muy tremendo si lo pensáis bien-  es   a   l a    p r o p i a    f i n a l i d a d,  fin o éxito, de la empresa; y a la utilización de los medios que la Realidad proporciona -el Poder proporciona-; esto es muy tremendo porque si uno echa la vista a lo que ha vivido y a lo que le cuentan por la Historia, ve que las empresas de rebelión, pues siempre han caído en eso, siempre han tenido un fin, incluso un ideal que perseguir y que cumplir. O sea, el hecho de que haya fracasao respecto a ello, nos importa un rábano, lo tremendo es que lo tenían, que evidentemente tenían un fin, perseguían un ideal, y en esto se parecían estrictamente a los ejecutivos del Comercio y del Poder, que todos ellos tienen, evidentemente, un fin -bien claro- que perseguir en sus especulaciones y en lo demás ¿no? Y por supuesto parece que todas ellas han usado -¿qué iban a usar si no?- los medios de acción que el Poder les proporcionaba, o les dejaba, o les permitía; o -vamos, más directamente- les fabricaba, les proporcionaba.


El reconocer esto es muy desolador; es muy desolador pero me estoy empeñando en esta desolación, porque [me parece que] es muy sana; puede ser algo sano para la tertulia política, para eso de hacer algo desde lo que no existe, muy sano en el sentido de que puede permitirnos librarnos de ilusiones, de lacras de ilusiones que son muy dañosas. En teoría se está a eso; naturalmente aquí no es que positivamente yo-... que se saca una bandera que diga "Sin éxito", o "Viva el fracaso", o "Admitimos el fracaso de antemano", o que diga "No podemos usar nada porque todo está corrompido y manipulado por el Poder, y por tanto, no usemos nada, ningunos medios". No es que yo esté haciendo proclamaciones positivas, como de ordinario en la tertulia, aquí lo único que se hace es examinar la Realidad, ver cómo se dan las cosas y, en este caso, estoy hablando de la Realidad de las subversiones, de la Realidad de las revoluciones, de la Realidad de las rebeliones que se han producido así, realmente, teniendo un fin que perseguir y usando medios...


AGC Agustín, pero muchas veces...


AGC - Perdona, que es que había una voz antes.


AGC Yo no sé, como no sé de qué revoluciones estamos hablando, voy a hablar sólo un poco de la que ha mentao Rosa por ahí, esa... de la supuesta Unión Soviética. Bueno, el Partido Bolchevique sólo tenía un fin -si es que a eso se le podía llamar fin- que era derrocar el Régimen de producción Capitalista en todo el mundo; pero yo no sé, eso en qué sentido es un fin como los otros; quiero decir, se puede llamar fin, en el sentido que de alguna manera, eso de derrocar el Régimen de producción Capitalista, era... era algo que se pretendía, pero para cualquiera que piense un poco lo que quiere decir "derrocar el Régimen de producción Capitalista" se dará cuenta que es algo puramente negativo, y que es una labor puramente destructiva. Entonces, por ese lao, lo que es cierto es que, por lo menos algunos del Partido Bolchevique no tenían ningún fin, o sus fines eran puramente negativos.


AGC - Ahora lo has dicho un poco mejor con el 'algunos', porque evidentemente, la otra afirmación era demasiao []


AGC Algunos de los más importantes, ¿eh?...


AGC - Es posible que "algunos" -es posible-; además hay que decir después de "es posible": "Es posible que algunos carecieran de todo fin".


AGC Sí. Pero luego otra cosa: hace poco se quemaron muchos coches en Francia, y parece ser que no había fines, nadie supo cuáles eran los fines, bueno, o por lo menos las causas finales. Yo el otro día vi un programa en la televisión en el que buscaron causas eficientes, y que eran la poligamia y el rap.


AGC - ¿"Y el"?


AGC Y el rap, que es una música...


AGC - Sí, sí: el rap, lo conozco.


AGC Sí, pues las causas eficientes, como no había causas finales, eran la poligamia y el rap.


AGC - ¿Lo de la quema de antes?


AGC Sí.


AGC - La poligamia...


AGC La poligamia tenía como-... en la quema de autos en Francia tenía causas eficientes: la poligamia y el rap; o sea, que no sé qué...


AGC - ¿Eficientes o finales?


AGC Eficientes, eficientes.


AGC - O sea, que los que intervenían es porque predicaban la poligamia y se encontraban...


AGC Y les gustaba el rap. Parece ser que sí; o sea, que...


AGC - Bueno, efectivamente, esa noticia tiene la gracia de que, por lo menos, a nuestro conocimiento y a excepción de estas especulaciones de última hora que acabas de sacar, se presentaba sin causa, sin más causa que el automóvil presente, es decir, el decir NO, el decirle NO al auto -decirle NO al auto-. De manera que, efectivamente, sí, es posible que haya atisbos en un caso y en otro de los que has sacado, de que algunas de las acciones carecieran de fin -de fin expreso de finalidad-, y eso sucede en muchas rebeliones de tono menor, cualquiera; cualquiera puede estallar en un momento dado, puede estallar sin pretender nada, ni en una discusión ni en nada, hasta al momento siguiente que le van a preguntar "No, y entonces tú que tanto destruyes, que tanto protestas, ¿qué? ¿Qué quieres poner en su lugar?"


Es decir, que el hecho de que al bolchevique -más o menos anarco- casi inmediatamente le fuercen a decir ¿qué es lo que va a poner en su lugar?, es justamente lo que aquí nos importa como un comentario respecto a esa equivocación de la presencia de un fin.


AGC Sí, porque cuando empiezan con alguna actividad -sobre todo la que acababas de decir- a mí me parece que ya está muy tocada, porque es que se caracteriza por improvisar sobre la marcha y ver la estrategia que puede seguir, pero que no es un fin ni a una hora, y todos con la misma consigna y el mismo sitio, porque, a lo mejor, la varías en el último segundo y, yo qué sé, puede ser mucho más eficiente. Pero en eso y en todo; es que, a lo mejor, ahora mismo partimos de cosas demasiado estáticas y fijas y se tiende cada vez más a eso.
 

AGC - No sé si [te estoy siguiendo], en todo caso, más ocurrencias que haya, tal vez, respecto a esto de la crítica del fin y la crítica del uso de los medios.


AGC El fracaso del éxito que muchas veces se menciona, tanto en rebeliones -pueden ser bolcheviques-, el fracaso del éxito como un fin que llega a ser, por ejemplo, se me está ocurriendo una bobada -os vais a reír- pero yo el cabezazo que dio Zidane el otro día al otro, pues la verdad, me dejó bastante atónita sobre lo que es un éxito cuando se convierte en un fracaso y rompe los esquemas, o sea, parece una bobada.


AGC - Sí, pero es que no lo veo.


AGC ¿Cómo que "no lo veo"?


AGC - No veo que...


AGC Todo el mundo tiene el Dios, y de repente, el Dios dice "Se acabó el éxito" -se tira un pedo-, o sea, da un cabezazo al otro. Entonces, ese éxito que llevaba una línea, de repente...


AGC - Por favor, Isabel.


AGC Oye, Agustín, lo siento.


AGC - Pensar que hizo el cabezazo con toda la intención, eso a nadie...


AGC No. Pues yo creo que él le... Es una bobada.


AGC - A nadie que viera eso se le ocurre pensar que diera el cabezazo, [que] lo dio con intención.


AGC ¿Tenía intención?


AGC - Que no: a nadie se le ocurre pensar...


AGC No: yo no creo que tuviera intención pero que rompe...


AGC - A nadie se le ocurre pensarlo. De manera que, evidentemente, eso respecto a su carrera, sin duda, fue un elemento de fracaso.


AGC Pero eso ¿no puede pasar en la Sociedad?, ¿que la gente provoque y que da un estallido inesperado? Digo lo de Zidane que es una patochada, o sea, pero quiero decir...


AGC - No, no: si puede ser, pero quita lo de que se busque con eso el fracaso.


AGC No, no: sino que se rompa la lógica de todo y aparezca una explosión que nadie la pretende, ni los rebeldes ni los otros -ni el Poder-.


AGC - Bueno, estás exaltando demasiao el incidente, porque después de todo no es más que un caso exagerao de una de las faltas, que otras veces en cambio, son mucho más intencionadas, la diferencia entre lo intencionado y lo no, ahí es también bastante importante.


AGC Agustín, ¿qué pasa con el caso contrario -que me parece muy frecuente- de que el Poder se haga con los medios que usa el pueblo, los asimile y los utilice en sentido contrario?


AGC - Que lo hace desde el principio. Sí, sobre eso vamos a entrar ahora. Lo hace, en cierto modo, desde el principio. Lo hace desde el principio en el sentido que sabéis, de que el primero de los medios es la lengua misma, aunque se trate de una lengua degenerada en forma de idioma, pero: la lengua, que no es de nadie -que no es de nadie- y empezando por ahí, que es, desde luego, lo más bajo, a lo que hemos venido a dar es la máquina de las máquinas, la primera desde la cual no hay ninguna máquina posible, ningún medio de actuación, [pues] nos encontramos con eso, es evidente que nacer ha nacido de abajo, que no es de nadie. Que no es de nadie, lo cual quiere decir que escapa a las leyes del Capital -de la propiedad-: la lengua no es de nadie, la única cosa gratuita, la sola máquina que escapa al Dinero.


Y, efectivamente, desde el principio de la Historia, pues nos encontramos con la actuación de los Poderes: coger eso, que no era de nadie, y inmediatamente convertirlo en una propiedad, empleando lo primero la escritura -que no es la lengua-, empleando después la escuela, pensando que a los niños se les puede enseñar a hablar bien, y cosas por el estilo, como si fuera cualquier otro de los procesos industriales o fabriles que, efectivamente, se enseña. De [manera] que la lengua acaba convirtiéndose en algo que, por un lado, admite hasta Academias Nacionales, porque se piensa que de alguna manera domina [eso], que no era de nadie, y que después cada uno se cree y tome conciencia de su manera de hablar como parte de su educación y de su Fe. De manera que en esto que saca Virginia está el ejemplo más claro, el ejemplo se repite en otras cosas que se puede decir que han nacido de ningún sitio, que ha nacido de abajo, que son  a n t e s  de la Historia,  a n t e s  del Poder, y que efectivamente el Progreso del Poder ha consistido en tomarlas -tomarlas, ocuparlas- hacerlas suyas, y por tanto, someterlas al Dinero y repartirlas por los medios de educación y demás.

Pero bueno, con eso estamos ya [entrando] volviendo -mejor dicho- (si no se os ocurre más) a las cuestiones de la negación y los dos sentidos de la negación. Negación es -creo que no tengo que andarlo demostrando ¿no?- es el corazón de cualquier cosa que se pueda llamar 'lógica' de una lengua -de lengua común-. El corazón quiere decir el mecanismo elemental -el mecanismo lógico elemental- más elemental del cual no hay ningún otro. Y la negación, sin embargo, se puede decir -como antes también sugería Virginia- que si nos ponemos en plan evolutivo, podemos pensar -mirando a los niños, mirando a los niños pequeños- que ha surgido del rechazo, es decir, no una negación lógica -parece ser- porque el rechazo de la papilla no se puede de primeras tomar como un acto lógico, pero que si llegamos -como es mi deseo- a confundir 'decir' con 'hacer' ('decir' con 'hacer' en esto de la lengua) ya no resulta tan absurdo.


Efectivamente, el gesto de rechazo de (digo la papilla como podría ser otra cosa), el gesto de rechazo de un bebé que ante la oferta -en dedos, en cucharilla, de lo que sea- hace así (hace así: retira la boca y la cara), se puede decir que es el primer acto de... el primer acto de negación. Fijaros bien que si recorréis la ristra de gestos que se van formando en un bebé de siete, ocho, nueve meses o diez, no encontraréis que ese gesto se emplee para otras cosas, el que ese gesto lo haga... lo haga jugando tanto con los juguetes o con otras cosas. Es un gesto bastante bien identificable, el gesto de retirar la boca; retirar la boca y, por tanto, parte de la cara ante una oferta. De manera que, está claro, ahí se está diciendo NO al Poder, porque no cabe duda que la mano de la madre, o de quien sea, es el representante del Poder, en ese caso, que es el que cree que sabe qué es lo que los bebés tienen que comer, lo que no deben comer, cuándo deben comerlo; en fin, todas las leyes; todas las leyes con que ha venido a cargar la alimentación de los bebés, y también de los mayores, pero en primer lugar la de los bebés.


De manera que la presencia del Poder en esa mano y el rechazo consiguiente, se pueden tomar como un ejemplo. A partir de este rechazo, si es verdad que no hay que distinguir mucho entre 'decir'  y 'hacer', podemos entender bien el desarrollo propiamente lógico de la negación; el desarrollo de la negación en las frases de decir, en las frases de decir que NO, en el caso que nos ocupa. Pero aquí es donde tenemos que hacer esta distinción, en primer lugar no respecto a 'quien' dice -quien dice NO- que es tal vez una cuestión más abstrusa, más complicada; sino 'a qué' se dice NO -a qué se dice NO- porque NO se puede decir a cosas que se sabe lo que son, es decir, a entes definidos -entes que están definidos-. (Esto es -entre paréntesis- es curioso porque la definición de un ente, solamente puede obtenerse -haberse obtenido- justamente por medio de una operación de la negación), pero dejemos el paréntesis. El caso es que se puede decir NO a cosas como... que tienen la condición (en días pasados nos ocurría cuando hablábamos de la aproximación frente al límite), que tienen la condición de límite -de algo perfectamente definido-, cosas que implican 'todo' -'todo'- se puede decir NO a 'todo' -NO a 'todo'-: 'no es verdad que todo', 'no es verdad que todas las cosas'; o a cosas que igualmente impliquen 'nada', porque da lo mismo, ya sabéis que es algo del revés; ya veis que resultado de una negación a 'todo', no es de ninguna manera 'nada', sino justamente la indefinición -'algo' indefinido-; y con 'nada' se produce lo mismo -del revés, pero lo mismo- es decir, NO a 'nada': 'no es verdad que no sea nada', 'no es verdad que no haya nadie', y cualquier cosa; y cualquier otra cosa que esté bien definida. Hemos dicho que, por ejemplo, los números -los cardinales de la serie de los números- pueden entenderse como límite, y por tanto, se puede decir 'NO a cinco' -'NO a cinco'-, ya veis que el resultado de decir 'NO a cinco', no es ningún otro número, ni es tampoco nada, puesto que se supone que 'cinco' está bien definido, tiene la condición de límite, es decir, que no es 'ni más ni menos', que no es 'ni más ni menos', es una negación de la aproximación. Y así, con cualquiera otras formas que se os ocurra que impliquen esta perfección, este cierre, de la cosa que se da como perfectamente definida.


Cuando la negación se aplica de ese modo, el resultado -como ahora habéis visto- no es sino directamente deshacer, desvirtuar, la definición de aquello que se ataca, sin que, por otro lado, se produzca como resultado ninguna otra forma de entidad que se contraponga a eso, [algo] y cosas por el estilo.


No sé si esto se sigue bastante bien, estas cosas tienen la dificultad de que son como demasiado elementales, demasiado simples, y a veces por eso nos cuestan algo de trabajo.


Esta es la forma de NO, que desde abajo, desde lo que no existe, se dirige al Poder, porque todas esas cosas a las que se dice NO, son -como recordáis bien los que habéis estado conmigo esta temporada- no propiamente cosas, sino ideales. Son ideales irrealizables como cosas todos ellos. En la Realidad no hay nada perfecto, todo es aproximativo, y por lo tanto, no hay ni 'todo', ni 'todos', ni hay tampoco tampoco 'nada', ni hay tampoco 'ningunos', ni hay nada que esté bien definido.


'Fin' -por poner el último ejemplo, que lo comprende a todos- es el objeto al que se dice NO, se niega 'fin', que es negar la finitud pero también la definición, y por tanto, actuar contra ese 'fin', contra ese ideal -irrealizable- sin que por otro lado se produzca otra cosa; el resultado es sin fin, sin definición; lo que resulta es sin fin, sin definición, lo cual quiere decir eso: 'indefinido'.


Pero he aquí que el Poder  s o l o  puede sostenerse por medio de estos ideales; estos ideales no pueden nunca ser cosas de verdad, pero están rigiendo el tinglado de la Realidad de una manera inevitable. Ninguna Realidad se puede mantener... puede mantener su falsedad esencial, si no es acudiendo a estos ideales como 'todo', 'nada', 'cómputo exacto', 'perfecto', 'perfección', 'fin', y por tanto, 'sin fin', 'principio', porque del 'fin' nace inevitablemente el 'principio'. Sin acudir a estos entes ideales, no tiene ninguna posibilidad de sostenerse ni la Realidad ni el Poder. Tiene por tanto sentido que, desde lo que no es real, desde lo que no existe -como es a lo que aludimos con 'pueblo', o aludimos con 'yo-que-no-existo', 'pueblo-que-no-existe' (que no es ninguna población), yo-que-no-existo (que no soy nadie personal porque soy cualquiera en el acto de hablar) desde ahí, desde lo que no existe, por lo tanto desde lo que no tiene fin: desde lo sinfín- se pueda decir NO a lo ideales.


Toda la guerra de eso, del pueblo-que-no-existe contra el Poder, es una guerra contra los ideales, por tanto, si volvemos por un momento a la Política inmediata, ya comprendéis que la utilización, que muchas veces se ha hecho en la rebelión, de ideales o altas ideas, o ideas directrices, como las que el Poder tiene, implica ya una traición, una sumisión, sin más, a la intención de la rebelión. La guerra es contra las ideas, contra las ideas irrealizables, pero -irrealizables, pero- que están sosteniendo la mentira de la Realidad costantemente. Contra la idea de los ideales, este es uno de los dos sentidos, luego, pues realmente por desgracia, está el otro sentido.


Está el otro sentido y en la contraposición entre ambos sentidos, os quiero recordar un momento el esquema del descubrimiento que durante estos meses nos hemos traído. El descubrimiento consistía en decir "La Realidad no es todo lo que hay", y de ahí, inmediatamente se impone sin más, que la Realidad -con el Poder, con las personas- está continuamente cayendo en lo que no se sabe, en la verdad -que no se sabe-, en lo sinfín; y no continuamente sino costantemente está la Realidad (el Poder, por ejemplo; la persona, por ejemplo) reaccionando volviendo a inventar nuevas cosas, nuevos objetos en los que creer, para seguir sosteniendo la mentira de la Realidad. Este era el esquema de las "dinámicas" -entre comillas- a que venía el descubrimiento. Bueno, y eso tiene que ver con lo que estamos diciendo porque, efectivamente, frente al NO [que] lo sinfín, la verdad -que no se sabe- está diciendo al Poder y a sus ideales, se contrapone con la costante actuación del Poder, en el sentido contrario. El sentido contrario es éste que el Poder dice NO, prohíbe, impide, machaca, mata, ejecuta, asimila -todo lo que queráis decir- formas de decir NO desde arriba, está diciendo NO a algo no definido, a algo indefinido.


Cuando desde arriba se dice, por ejemplo, NO a un indefinido como 'algo, o 'algunos', se dice NO a 'algunos' o 'algo', ya veis que ahí la actuación de la negación no puede ser como era la actuación contra los entes duros, perfectamente definidos, es una negación que -por así decir- está atacando algo que es como indefinido, blando de por sí. Desde luego, la lógica al servicio del Poder se arregla -por ejemplo en el cuadro aristotélico y en adelante- se arregla para comprender esta combinación del NO con los indefinidos como una combinación más, pero por supuesto, mintiendo; mintiendo, confundiendo de decir NO a 'algunos', 'a que haya algunos', 'a que sean algunos'; no se puede desprender de ninguna cosa determinada o sí. ¿Qué se desprende si se niega que sean algunos, que hay algunos, que haya algo?


AGC Que no son todos.

AGC - En la pretensión normal es que eso quiere decir que no hay 'ningunos', que la negación de 'algo' es 'nada'; o por usar un ejemplo que se contraponga a los cardinales de la serie: nombres de colores: gris. Supongamos que se diga NO a 'gris': "No es gris", "No está gris", "No hay gris". ¿Qué es lo que se obtiene a partir de ahí? Evidentemente, para que se obtuviera algo, los colores tendrían que estar igual de bien ordenados que los números de la serie, y aún así, no se obtendría nada más que 'los otros': los otros números, los otros colores, y evidentemente no lo están en ninguna de las lenguas naturales.


Pero volvamos a la locución más general: decir NO a 'algo', NO a 'algunos'. En la lógica al servicio del Poder, se pretende que esa negación tiene virtud, de tal forma que puede llegar a traducirse por 'ningunos', 'nada'; que decir NO a que haya 'algo' es como haber impuesto la ley de la 'nada'. Y esa es la mentira que os quería sacar aquí sobre todo.


La operación de la negación en este sentido es, en realidad, una operación doble en la intención del Poder y de la Ciencia a su servicio. Por ejemplo, al negar a 'algo', a 'algunos', a 'gris' -a las cosas indefinidas-, al negarlas las define, porque ésta es la virtud que os recordé al principio: la determinación, la definición, se obtiene solamente por medio de la negación. De manera que la primera pretensión es que aquello que no se sabía bien qué era -gris, algo, algunos- ya, por el hecho de negarlo, de alguna manera se pretende que quede definido, y como resultado -al quedar definido- se pretende que el resto -lo que queda excluido por la negación- estuviera de alguna manera también definido. De manera que el Poder está persiguiendo, una y otra vez, la definición, el fin, y con este procedimiento que os digo.

Supongo que entendéis bien los dos pasos: Si hay algo que no esté bien definido, que ande por ahí, que no se sepa lo que es, al decir 'NO es algo', 'NO hay algo', 'NO es algunos', 'NO hay algunos' y 'NO hay nada que sea indefinido', se le está definiendo; incluso en el último extremo se le está convirtiendo en algo del orden del infinito -que resultaba de la negación de lo finito- al volver lo indefinido en definido; parece que se le puede aplicar el mismo procedimiento, y entonces, que se puede venir a jugar ya con entes bien definidos, que a su vez y por contraposición, dejen de alguna manera, la posibilidad de ordenar el resto respecto a ello.
 

Ya sabéis -os recuerdo un momento- que esto de la Realidad es, de alguna manera, lo mismo que el vocabulario semántico de un idioma cualquiera, porque aunque hablamos de la Realidad tan tranquilamente, no nos olvidamos de que, en realidad, no hay una Realidad; que, en realidad, hay Realidades, y a todas las cuales nos referimos diciendo 'Realidad'. Y esas Realidades coinciden    -como recordáis bien- con el vocabulario de palabras de significado de un idioma cualquiera. Y hay tantas Realidades -tantas Realidades entre los hombres- como idiomas: tantas Realidades como idiomas, gracias al repertorio -no de las palabras o piezas en general- sino al repertorio de las palabras con significado, que son las que directamente costituyen la Realidad.


De manera que -como en otras veces observamos- que ningún idioma puede estar nunca bien hecho, nunca puede estar cerrado por esa parte suya que es el vocabulario de palabras con significado; no hay ningún diccionario de ningún idioma que se pueda cerrar de verdad. Evidentemente, algunas lenguas formales -mismo una Geometría- trata de cerrarse, es decir, de hacer que los términos que se emplean sean en número finito, y por tanto bien definidos; esto es la excepción que confirma la regla: no hay vocabulario de ningún idioma que pueda cerrarse nunca; y por tanto es -en ese sentido- sin fin. Como consecuencia, ninguna palabra con significado puede estar nunca bien definida, lo uno va con lo otro, porque el conjunto no cerrado hace que la condición de elemento quede también sin cerrar. Esto está claro y es inútil que en ningún idioma se haga el intento de tomar una palabra y definir su significado con una definición finita, con una definición terminable, eso no se puede hacer.


No se puede hacer, y entonces -si percibís bien, una vez más, esta correspondencia entre las Realidades y los vocabularios semánticos de los idiomas- comprendéis bien cómo era la operación de la negación cuando se practicaba sobre ello, cuando se practicaba sobre cualquier palabra con significado como 'casa', como 'padre', como 'gris', o directamente sobre algunos de los indefinidos, como 'algo', 'algunos', 'unos cuantos', y cosas por el estilo, o 'muchos', o 'pocos'; el resultado era tratar de darle una cierta definitud a aquello que no la tenía, porque no podía tenerla, porque era parte del vocabulario sin fin de un idioma; y naturalmente, al someter a definición -gracias a la negación- a ese elemento, la aspiración era conseguir que 'todos' -todo el resto, todo el resto de los elementos- quedaran, de alguna manera, también definidos.


Esto -volviendo a la Política directa- os dice un poco lo que es la acción del Poder en su forma más perfecta, en una Democracia: coger a un individuo, definirlo, y que consiga que cada uno crea que sabe el que es, y que no le entren dudas; eso ya mismo es una aspiración de que 'todos' -si pudiera haber 'todos' alguna vez- quedarían perfectamente sometidos y definidos.


Este es el uso de la operación y el contrario, no tengo que recordaros que, por fortuna, nunca se termina de hablar, que la negación no para, y que a este uso de la negación se le puede decir NO: la negación de la negación: 'NO es verdad que no haya algunos', 'NO es verdad que no sea una casa', 'NO es verdad que no sea gris', y cosas por el estilo, con resultados que todos más o menos percibís.


Bueno, aquí voy a dejarlo, salvo las cosas que ahora -antes de marcharnos- se os ocurran, en el intento sobre todo de que esto quede relativamente manejable. Así que...


AGC Bueno, pues según veo aquí en el periódico, también se definen las cosas que no se saben redefiniendo las que se conocen.


AGC - A ver.


AGC Porque aquí dice que se busque una nueva definición para el 'planeta', -para lo que es un planeta- porque se han encontrao -por lo que dice aquí- algunos... algunas cosas por ahí, por el Universo, que encajan bastante bien con la definición de 'planeta', pero no son... no se ciñen a la idea de lo que es un planeta, entonces pa definirlo, habrá que definir primero o redefinir primero 'planeta'.


AGC -  Bueno, eso es -en el primer momento- eso es un descubrimiento revolucionario, es decir, "¡no sabíamos qué quería decir 'planeta'!", esa es la revolución. Si las cosas se quedan ahí, eso es la revolución, porque efectivamente, la sumisión consiste en creer que sí, que estamos bien definidos; por desgracia, viene enseguida el segundo momento, que es redefinir, remendar, buscar otra manera de uso de la palabra 'planeta' que parezca estar bien definida hasta que venga otro descubrimiento que demuestre que no, que tampoco. ¿Qué más?, ¿qué más ocurrencias? Sí.


AGC [...] has mencionado, en algún momento, intención frente a 'fin ' o 'finalidad' [...] me parece que ha sido cuando hablaba de Zidane, ¿no? 


AGC - ¡Ah!, sí, porque es que ella -según lo interpretaba- parecía que pensaba que el Zidane le había pegao el cabezazo intencionadamente.


AGC Sí. No: pero la cuestión era la diferencia entre...


AGC - Es que ella, entonces, y pensaba que ella precisamente decía que es que el fracaso podía ser un fin; era la ocurrencia que ella había tenido: que Zidane había buscado su propio fracaso.


AGC Pero esto nos lleva a distinguir entre intención y finalidad, ¿o es lo mismo o es distinto?


AGC - Bueno, es distinto, pero evidentemente está relacionado, es decir, la intención -por parte de cualquier ser humano- implica una finalidad. Implica una finalidad, sí.


AGC Y parece como... como que el Poder siempre... el NO del Poder podría ser, parece... parece... a mí se me aparece como que... que es NO a dejar de ser, o sea, NO a caer, NO a la caída...


AGC - Es la defensa, sí.


AGC A una resistencia, un NO como una resistencia...


AGC - Es la defensa, claro. La defensa al descubrimiento.


AGC O sea, que es un NO a algo que no es propiamente real.


AGC - Sí, es el NO a los significados vagos de las palabras de las lenguas corrientes; es decir NO, eso...


AGC Y a nivel personal, parece que es lo mismo ¿no?, o sea...


AGC - Al negar intenta dejarlo definido. Tened en cuenta que -cuando hablamos ya del Poder así en Política- no es lo más corriente que el Poder se dedique a ejercer la negación de una manera directa, se da de vez en cuando, por ejemplo cuando a Moisés lo llama el Señor a que suba allá arriba y le escribe las Tablas, que son prohibiciones. Se da de vez en cuando [si alguien da prohibiciones], pero el Progreso del Poder hace que cada vez sea esta prohibición directa la táctica menos bien quista; se prefiere negar por medio de la afirmación, por medio del aplastamiento; este es el proceso más habitual, es decir, no es que se molesten -no es que se molesten en negar tus dudas en tus deseos indefinidos, que no se sabe por dónde pueden tirar- no, no se molestan mucho o primariamente en eso, sino que directamente te imponen ya aquello convertido en cosas asimiladas, manejables, convierten los deseos en Leyes, las dudas en Filosofía, que son una forma de certidumbre, y cosas por el estilo.


AGC Y parecería que las mismas prohibiciones están, en alguna forma, orientadas para redefinición o organización, o control, que es una forma de acotar, de definir, de... Parecería que las prohibiciones son...


AGC - Vamos a ver, el Poder -como toda la Realidad- está continuamente sintiendo que corre peligro de que se descubra lo mentiroso de su trama, y entonces, tanto las prohibiciones como estas prohibiciones por medio de afirmación, están destinadas a evitar ese peligro, a evitar que nadie se dé cuenta de nada, a evitar que no se desmanden ni las dudas, ni los deseos, ¿no?, [tallado] y condenado a eso.


Bueno, tal vez se nos ha hecho tarde, de manera que cortamos aquí, y supongo que traeréis ocurrencias -los que vengáis- si el Señor nos deja, dentro de siete días.