27.08.2014

Tertulia Política número 318 (25 de Enero de 2012)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

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  • El salto de la cuestión física a lógica, y de la cuestión física y lógica a la cuestión de mí mismo.
  • De la condición de fantasías de los saberes en general.

 

TRANSCRIPCIÓN:

 

Vamos a reanudar por donde lo dejábamos la semana pasada; en lo cual lo que me importa sobre todo es compartir con vosotros el entendimiento de cómo esa división en que el saber se nos ofrece entre varias ciencias (Filosofía, Física, Psicología, etcétera) puede saltar de la una a la otra; es decir, que simplemente atacando un problema aparentemente físico, estás al mismo tiempo atacando un problema, una cuestión, lógica, que es lo que justamente en el ejemplo del otro día se veía.  Lo recojo ahora: era a partir sobre todo de esa multiplicidad de universos, los multiversos, a que la Física más avanzada, la Cuántica, parece que se ve obligada, por sus propios cálculos, a entrar.  Múltiples universos, que estaban en relación íntima, recordáis, con la cuestión de cómo la intervención de la medida () que sabéis, en un sistema de estados referentes a entes subatómicos, traía consigo un resultado que era de alguna manera concorde o habitual para la Física clásica, pero naturalmente teniendo que dejar de lado, como ramificaciones, otros resultados posibles, aparte del que la medida produce, ¿no?   Era a partir de ahí como veníamos a dar en la vieja cuestión de la posibilidad y la actualidad de los múltiples mundos o universos.

Los que estabais aquí lo recordáis bien, pero repito un poco.  El salto al que os quiero llevar es que eso de lo sinfín, que aparentemente tiene una traza física, metafísica, filosófica, es al mismo tiempo una cuestión lógica de por sí, de la lengua.  Por eso el otro día se enunciaba así: nada puede impedir (porque decir “sin fin” quiere decir sin barrera, sin impedimento) nada puede impedir que este mundo sea sin fin, pero dentro de lo sin fin; es decir, un sin fin al estilo de lo que en Matemáticas rige para la serie de los números, para el infinito en general.  Pero entonces nada puede impedir que de ésos haya múltiples, que haya múltiples mundos.  ¿Quién puede impedir esa pluralidad?  ¿Qué Ley puede impedir (sic) la unicidad, un único mundo?  Creo que me seguís: ninguna, de manera que nada puede impedir que los haya múltiples.  Una vez que los hay múltiples, nada puede impedir que esos múltiples sean sin fin, que haya un sinfín de universos.  Una vez que se llega a esto, dentro de ese sinfín de universos nada puede impedir que haya dos iguales el uno al otro; porque, dejando al cálculo de probabilidades una amplitud o libertad sin fin, nada puede impedir que una vez resulten dos que haya iguales, por ejemplo uno como este mundo nuestro, y otro que sea igual que este mundo nuestro.  Es una especie de sueño de filósofos o calculadores de otro tipo, que sin embargo aquí se nos presenta como una especie de necesidad.

Una vez que se ha admitido esto, nada puede impedir que eso se repita una infinidad de veces.  ¿Qué puede impedirlo, una vez que eso se ha admitido?  De manera que no sólo puede haber (y por tanto de alguna manera, hay, pues nada puede impedirlo), universos iguales, sino que esos universos iguales serán también sin fin.  De manera que éste es el salto de la Física a la Lógica.  Aparentemente, cuando hablamos como hemos estao volviendo a hablar ahora, estamos hablando a lo físico (o metafísico-filosófico, me da lo mismo), es decir, que estábamos hablando de lo que se habla.  De lo que se habla, pero sin darnos cuenta hemos tenido que venir a entrar en la Lógica, es decir, en el campo de lo que habla; no de lo que se habla (Física), sino lo que habla: lógica, o si queréis decir simplemente “lengua”.  Eso es lo que os quería hacer sentir con la precisión posible: la cuestión parecía física, pero resulta que a través de ese nexo del “nada puede impedir” se ha dado un salto hacia la Lógica; la negación, que es un acto lógico, ha venido a dar este fruto en el tratamiento, aparentemente físico, de mundos o de universos.

Espero que esto esté relativamente claro, y si no, me lo vais a decir enseguida, cuando os deje pasar la voz, pero hay que añadir ahora que no se salta con esto solo de la Física a la Lógica, sino también a la cuestión de mí, a la cuestión de mí mismo.  Que supongo que entenderéis bien que es inseparable de las otras, la cuestión de mí mismo, porque ya recordáis que conmigo sucede esto: que o bien soy Uno, Uno Solo, Uno Único, Uno, como Dios, o bien soy uno de tantos, un caso, un ejemplo; uno de tantos, y naturalmente las cosas están de una manera enteramente distinta según que se opte por lo uno o por lo otro.  Si uno es Uno, como Dios, entonces resulta que eso de lo sin fin, de los universos por ejemplo, queda sometido al Todo, puesto que Dios, Uno, lo abarca, lo domina, todo.  Todo.  Y aquí os tropezáis con uno de los habituales tropiezos, que es el tropiezo entre sin fin y Todo: que filósofos, y físicos en general también, dan como un casamiento posible  entre sin fin y Todo, pero que aquí hemos tenido ocasión de descubrir una y otra vez que es un casamiento que no marcha.  Aparte de eso, si yo soy Uno, y no soy más que Yo, entonces resulta que los universos, sean cualesquiera, aparte de ser Todo, están sometidos a Mí: soy yo el que me separo del sin fin de los universos, soy yo el que lo veo, el que lo sé, el que al saberlo lo costituyo, y todas las demás cosas que queráis decir.  Esto es así.  Me estoy elevando al rango de El que habla.  Suponiendo que el que habla (en los términos de Heráclito, “lógos”, la razón), lo que habla, es Uno, es Dios, estoy dando ese paso.  Pero en cambio, si soy uno de tantos, soy uno como cualquiera, soy un ejemplo, un caso, entre los muchos entes o cosas que son, y entonces pertenezco, no al que habla, sino a aquello de que se habla, entonces soy de lo que se habla, efectivamente, y soy uno de tantos, cualquiera otro puede hablar de mí; incluso yo mismo puedo hablar de mí, pero no hace falta que sea yo: cualquiera otro puede hablar de mí, se habla de mí como se habla de las cosas, y de esa manera, pues nos encontramos con que yo quedo inserto y perdido en la totalidad o el sin fin de las cosas y de los universos que puede haber, es decir, algo radicalmente distinto.  Ya podéis estar diciendo para vosotros cada uno lo que más os gusta, eligiendo si os decidís por “yo soy Uno”...............y ya sabéis lo que me pasa entonces: entre otras cosas me pasa (esto ya lo vimos en alguna sesión) que mi muerte es imposible, inconcebible, porque Uno, Dios, no muere.  O bien elegís, modestamente, aparentemente, hasta democráticamente, ser uno de tantos, uno de los que se cuentan en un conjunto, uno como los demás, y entonces, pues ya sabéis: os estáis perdiendo en las cosas. 

Ésa es la cuestión del uno, que por fortuna en nuestra lengua se refleja bastante bien en esos dos usos que estoy haciendo de “uno”, cuando digo “Uno único” y “uno de tantos”.   Pero claro, también podéis elegir no decidir, es decir, negaros a decidir que yo sea Uno, ni que sea uno de tantos.  Entonces de esa manera parece que yo vengo a ser simplemente el que habla, es decir, no “Lógos” como Dios, sino “lógos” hablando, es el que habla, habla de las cosas, porque las hace hablando, como “lógos”, como la razón común, habla de otros que son como él, habla de él mismo..........  El que habla, el yo puramente lingüístico; puramente lingüístico, como la primera persona de cualquier verbo de cualquier idioma del mundo.  La primera persona de cualquier idioma del mundo, que sería eso, y efectivamente no sé si eso os va a gustar más o no, porque eso desde luego os elimina; os elimina como agente y os elimina como objeto, las dos cosas juntas, ¿no?  De manera que ése es el dilema, ésa es la posible negativa al dilema, y sobre eso deseo que dentro de un poco me digáis cómo responden vuestros corazones, que vienen a ser lo mismo que vuestra razón; porque los corazones son comunes, y la razón es común, y por tanto lo uno viene a ser como lo otro en ese sentido.

Pero antes de pediros que digáis cómo sentís esto, quiero seguir recordándoos las muchas cosas que os cuentan, que os han contando y que nos siguen contando, por parte tal vez de fabuladores o así, pero sobre todo por parte de la Ciencia, que es la forma actual de lenguaje que se dedica a eso de dar razón de las cosas y de los mundos.  Desde pequeños, como yo, estáis hartos de recibir noticias, informaciones, acerca de eso, en las Ciencias Naturales, como se decía antaño, que os enseñan, y después en las prolongaciones que detrás hayan venido.  No sé si os tengo que recordar algunas, pero bueno: os pueden contar de un pez, una especie de pez, que en un momento dado por las partes de las aletas le empiezan a asomar como unos muñones de piel que van poco a poco tendiendo a convertirse en brazos y piernas, de forma que ese pez, en esa especie de trasformación, esté en camino de pasar a lagarto o algo por el estilo; es decir, es una especie de suceso que se esplica porque a ese pez le ha entrado de repente una especie de amor del aire; amor del aire en lugar del agua, y entonces en virtud de eso le han empezado a pasar esas cosas, y sus aletas empiezan y se van trasformando en eso, en patas, en manos..............   Os lo cuentan así.  Los milenios o los pocos millones de años que tengan que pasar, no importan, el caso es que eso va pasando, y así os esplican efectivamente los cambios, las trasformaciones, que es lo esencial en las cosas naturales, ¿no?  Os pueden esplicar, en una Física más alta, que lo que es, digamos, “rayo de luz”, por algún proceso se trasforma en “onda”, en una especie de onda, que no es lo mismo, y que esa onda efectivamente, por trasformaciones sucesivas puede venir a aparecer, al menos en algunos universos, en forma de masa organizada o de masa energía, y que así puede esplicarse el establecimiento de este mundo en el que estamos, ¿no?  Muchos más, millones de millones de años si queréis, pero al mismo tiempo también a lo mejor puede representarse istantáneamente en un esperimento, puede reproducirse istantáneamente en un procedimiento todo el proceso que nos cuentan, porque efectivamente estos cuentos están muchas veces acompañados de esperimentos que tratan de ratificar su verdad, ratificar que es verdad lo que nos están contando, que no es ningún invento ni nada por el estilo.

Os pueden contar igualmente el origen del Hombre a través de varias tentativas de algunos simios que un poco se enderezaban, y que llega un momento en que hay uno al que se le ocurre ponerse erguido completamente, es decir, que le da por ponerse erguido, de tal forma que esto no puede menos de traer consigo que lo que le caiga del cielo le caiga de otra manera, porque no es lo mismo estar agachado y andando a cuatro patas, que estar completamente erguido para recibir (), y las consecuencias de eso, pues pueden ser naturalmente muy graves para el establecimiento de este bicho que, con el tiempo también, llegará a concebirse como único entre los otros, como el domador, dominador, devorador, de todos los otros animales, y con todos los derechos que le corresponden por ser un caso singular, único, de algo que ha sucedido.

Bueno, no sé si queréis que os cuente más cosas, pero así es las cosas que habéis leído y que os cuentan desde pequeños, ¿no?  Son todas así.  Y incluso os habrán contado igualmente respecto a los orígenes de todo esto: lo más antiguo, tradicional, antes de surgir la Ciencia propiamente dicha, es que esto se haga acudiendo a lo que en griego antiguo se llama “jáos”: al caos.  Al caos, que quiere decir algo como “el bostezo”.  Acudiendo al caos, el cual poco a poco, pues va sufriendo un proceso de organización.  No está mal desde nuestro punto de vista esto que os pueden contar, porque aquí lo que hemos tendido a pensar es que la Realidad está hecha por la intervención de los números desde lo alto sobre algo que de por sí no tenía números, era una pluralidad indefinida. Se parece un poco, pero no.  Yo os lo cuento como normalmente os lo cuentan en los libros desde la Teogonía hesiódica: está el caos en primer lugar, no se dice nada de antes del caos, y a partir del caos se van organizando las cosas y los mundos hasta el punto de ser como son cuando se está contando el cuento, ser como son cuando se está escribiendo la Teogonía o cualquier otra cosa.

El rival de esta esplicación es naturalmente la Nada, es decir, que todo esto está de alguna manera precedido por “nada”: no hay nada, y de repente, ¡qué se le va a hacer!, pues empieza a haber algo, se pone a haber algo, y entonces ya estamos.  Esta segunda esplicación tiene muy mala nota entre los científicos, porque ya sabéis el axioma: “de la nada no puede salir nada”, “nada se puede producir a partir de la nada”.  De manera que si se empeña uno en encontrar esta solución, se encuentra con graves tropiezos, graves desengaños. Id pensando también, eligiendo, entre lo uno y lo otro, entre el Caos y la Nada.  Son cosas de las que se os ha informado desde pequeños, no lo perdáis de vista.  De manera que cuando por ejemplo un físico de los avanzados, de los que no solo sabe Matemáticas, es decir, sabe Mecánica Cuántica en cuanto Matemática, sino que encima quiere seguir haciendo teoría (que los hay, y además son los que generalmente se dedican a la vulgarización de estas cosas para la gente), pues ya veis el tropiezo con que se encuentra: ¿qué pasa con el Big Bang?: ¿esto quiere decir que realmente de nada se produce una chispa, un Big Bang, un estallido?  ¿Cómo coño es esto?  Y si no es así, ¿qué es lo que estalla?  ¿Hay algo antes, o algo que estaría ocupando el lugar del caos?  ¿Con qué nos quedamos?

Ya veis que los pobres se vuelven tan locos de ordinario, que acaban diciendo que lo que empieza es el Tiempo; lo cual es curar la herida, como veis, con una cura doblemente desastrosa: “lo que empieza es el Tiempo, en ese momento”, no te quiero decir nada, ¿no?  Aquí a lo mejor nos reímos un poco de esto, pero amigo, ¡qué cosa tan seria es!: el mundo está lleno de estas informaciones, y la gente que quiere darse por entendida, pues las lee en los Medios, en la prensa, en los libros, y se las toma muy seriamente, sin ningún cachondeo como el que estoy armando en este momento.  Se las toma muy seriamente, de manera que tenéis que tenerlo bien en cuenta, ¿no?  Es así, y naturalmente se nos oculta lo que aquí hemos descubierto por otros caminos: que lo primero es el fin.   De manera que el problema no se plantea para el comienzo de esto, sino para el fin en el doble sentido de la palabra (a lo que esto tiende, a lo que esto va a parar), que es el invento de que esto tiene un fin, que va a alguna cosa, el que se trata primero de sostener y de defender.  Vivimos bajo un Régimen en que efectivamente la Doctrina del Fin, y que las cosas se dirijan a un fin y tengan un fin, es dominante, artículo de Fe: nuestras vidas están hechas así, a partir del fin, a partir de una muerte futura que nunca está aquí, de manera que ya comprendéis que es lo más elemental intentar defender en lo universal, en lo metafísico, este fin, que acarrea desde luego consigo tener que volverse atrás y partir de un principio.

¿Qué hará cualquier científico con esta necesidad del Fin?  La tienen que reconocer a niveles bajos, porque la Ciencia progresa, como todo lo demás, y si progresa es que va a algún sitio: ¿qué sentido tiene progresar, si no es progresar hacia algún fin?  Tienen que reconocerlo en algún sentido, en este sentido del Progreso, pero en un nivel más alto no pueden: ¿quién puede augurarle un fin a la totalidad de los universos, o a cualquiera de los inventos que os traigan?  De manera que vuelvo a deciros que entre el Caos como origen y la Nada como origen, vosotros veréis lo que hay, pero os recuerdo que antes os he dado ejemplos que no son tan absolutos como referentes al principio o al fin de esto, sino a la trasformación, a la evolución, que es justamente aquello de que las Ciencias Naturales se ocupan sobre todo.  Pensad en todo ello, en todo lo que os he dado, en conjunto.  ¿Qué pensamos de todos estos cuentos?  ¿Qué es lo que creéis respecto a la evolución de los organismos vivos o a la evolución de los elementos atómicos, o a la creación del mundo entendiéndola por el fin del mundo?  ¿Cómo os lo tomáis?  ¿Qué es lo que creéis?  ¿Qué os parece?  ¿Qué hacemos con todos estos cuentos?  Esto es lo que vamos a pasar a discutir enseguida, pero tened la pregunta sobre todo.

-Tirarlos por tierra.  Yo creo que la Ciencia está al servicio del Poder claramente.

-Sí, pero no nos distraigamos, ¿eh?: yo estoy preguntando directamente qué hacemos con lo que la Ciencia en general dice.

-No creérnoslo. 

-No creérnoslo, porque de ordinario se lo cree uno.  ¿Qué quiere decir eso?  ¿Qué quiere decir que de ordinario nos lo creemos, que de ordinario os lo creéis?  ¿Qué quiere decir eso?  ¿En qué sentido se emplea el verbo creer en esta ocasión?

-............................

-¿Os creéis que las cosas evolucionan como dicen las Ciencias Naturales, son así? ¿Creéis en un fin, o en un origen, de los múltiples universos?  ¿Creéis que es así?  ¿No creéis que es así?   A ver, venga.

-Que al final esto se traduce en cosas como que haya cada año nuevas hornadas de alumnos dispuestos a matricularse, ¿no?  Es una manera de demostrarse que se cree en ello.

-Sí, es por lo menos un indicio de que se cree en ello, porque si no esos alumnos, o sus padres, ¿cómo iban a practicar?, ¿cómo iban a seguir en ese empeño de la matriculación en una Ciencia?  No creen que eso que la Física, o la Biología, o la Antropología cuenta, sean cuentos.  Piensan que son así, piensan que son (y esta es la palabra clave) Información, y después de todo, en definitiva, cuando se trata de que el hijo de alguien estudie algo, de lo que se trata, la justificación..............Bueno, de lo que se trata es de que saque dinero y tenga un futuro, ya se sabe, pero aparte de eso la justificación es la información, el cargarse de información.  Y eso efectivamente es algo como creérselo.  A ver.

-Pero eso de la Información ¿no es un modo contemporáneo y un poco oculto de decir que sabes la verdad?  Porque obviamente es información sobre algo, y a la verdad de ese algo es a lo que se están refiriendo al fin y al cabo.  O sea, la información siempre se refiere a algo, y cuando se habla de tener información, no viene a ser más que una forma de ocultar que lo que se dice es saber la verdad sobre algo.

-Bueno, por lo menos desde luego () se piensa que la información ésa que se vende es real, se refiere a la Realidad, esto lo primero.  Que de ahí se pase a decir que es verdad, eso ya es mi pregunta, eso ya es la pregunta que os estoy haciendo de cómo os lo tomáis, pero por lo menos te están informando de la Realidad, te están haciendo entender, te están esplicando la Realidad, los mundos, los organismos, la evolución............  Eso es clave.

-Pero en cualquier caso, yo lo decía porque me estaba acordando de cómo los científicos muchas veces hoy día, los físicos más concretamente, cuando se les pone en el aprieto de preguntarles qué es la Realidad, ellos evitan esa pregunta, y muchas veces sustituyen la palabra Realidad por “información”.  Entonces se queda en algo así como que hay información.  Pero a lo que voy es a que inevitablemente la información remite a la Realidad entendida como verdad dada objetivamente, porque............

-Salvo que (como alguno de esos físicos han llegado a atisbar) se identifiquen, y se diga que Información es lo mismo que Realidad.  La Realidad efectivamente es el término que yo aquí he elegido, con el que os he invitado a reconocer que la única manera de no equivocarse respecto a ella es entenderla como una guerra, como una lucha entre los dos reinos no reales que sabéis, pero en la especulación científico-filosófica, el atisbo de que Realidad e Información son lo mismo aparece una y otra vez, y se evita, claro, el problema en el que pones a la Información de que tenga que referirse a la Realidad, puesto que ella misma es la Realidad.  Sí.

-Yo pienso que el Darwinismo es un cuento inventado para justificar todo este lío que nos han montao.

-Y los que te he contao yo, los de las patas del pez, ¿esos no son iguales?  Los de las patas del pez, ¿son igual que el Darwinismo, o no?

-A mí me parece que es un cuento para justificar el Capitalismo del Estado.

-Bueno, bueno, no te vayas a la superficie, déjalo.

-Es que a mí lo que más grave me parece es que esa mentira, impuesta de esa manera, impide un debate verdadero sobre las cosas, impide pensar, porque es algo tan estendido y tan masivo.........

-Sí, pero deja la cuestión moral, porque ahora lo que estamos viendo es hasta qué punto os lo creéis o no os lo creéis.  A ver.

-Hay algo en el Darwinismo que es tan increíble como el Big Bang, y es el primer motivo de pensar que una cosa que pueda moverse, es decir, que pueda cambiar o evolucionar y seguir siendo cosa, es tanto como creer que puede pasar del ser al no ser y viceversa.

-No, yo no lo tomo así: la trasformación, la evolución, justamente está inventada, es el cuento que está inventado para dar razón de todo eso: ellos piensan que el pez que os he sacado puede, al cabo de los miles de milenios, convertirse en un lagarto, y efectivamente, claro, si es un lagarto no es un pez, pero era un pez y se ha hecho lagarto, y este truco de la lengua vulgar lo aplica la Ciencia tranquilamente: “era un pez, y se ha hecho lagarto”, o “era un mono, pero se ha hecho hombre”, y cosas por el estilo.  Sí. 

-Yo creo de todas maneras que cuando se habla de algo hay que tener en cuenta en buena medida cuál es la otra propuesta que había para que ese algo, el lagarto o el pez, existan, habiendo evolucionado o no. Aunque usted dice que ésta es la información que nosotros tenemos, concretamente en este país, y concretamente en muchos años de mi vida aquí no se dijo en absoluto eso: Darwin no se decía, se decía una cosa aún mucho más complicada, que era que había un Señor en las alturas que ponía principio y fin, y que.........

-Bueno, tú te das cuenta de que yo no he distinguido entre cuentos religiosos y cuentos científicos, ¿eh?  Tal vez me he detenido más en los ejemplos científicos (solo he cogido la Teogonía de Hesiodo, por ejemplo), pero por supuesto puedes cogerlos todos juntos.

-Bueno, pero los científicos están dispuestos en buena medida a rectificar si ha lugar a rectificación, es decir, que si alguien descubriera o se diera cuenta de que la evolución no tiene mucho sentido, porque resulta que por ejemplo no se halla el escalón intermedio entre el pitecantropus y el homo sapiens, pues ya hay gente que dice que eso no es verdad y que tiene que haber otro tipo de esplicación; y sobre el Big Bang, lo mismo.  No es un dogma.

-Pero tu estas decisiones, ¿las apruebas de corazón?  ¿Te parece que con eso se resuelve el problema?

-Yo es que no tengo ningún problema en ese sentido, no tengo que resolver nada.

-Pues si no hay problema, no hay nada que hacer.  Si no tenemos problema, si no tenemos duda, no hay nada que hacer.  Si todo está resuelto, ésa es la fórmula de la Fe más íntegra.  Seguid pensando un poco en la serie de los cuentos religiosos, teogónicos, científicos, diversos que os han contado, seguid pensando en como unos se trasforman en otros con el Progreso, por ejemplo se abandonan los mitos de Dios Creador, o incluso se abandona el Caos hesiódico, y se pasa a cosas, no necesariamente del Darwinismo, sino a cosas como eso, como las Ciencias Naturales, la esplicación de la evolución, que pretende desde luego ser informativa, esplicativa, como decíamos respecto a la Realidad.  ¿Qué más?

-Pero a los brahmanes todo esto les da igual, porque lo mismo me da que se esplique la evolución a través de (), que de Darwin, que de un guisante.

-Mas vale no hacerle cosquillas al brahman después, porque a lo mejor te encuentras con que él tiene otra esplicación, y entonces ya no nos hemos salido mucho de la cosa.   Más vale que lo dejes en ese momento en que dice “me da igual la esplicación científica que sea”.  No le pinches más, no sea que él tenga otra esplicación, y que esa esplicación afecte, como suele, a lo que al principio os he dicho con el salto de la cuestión física a lógica, y de la cuestión física y lógica a la cuestión de mí mismo.  Si yo os pregunto dónde están, si yo os pregunto dónde están los átomos, incluso los más elementales, los de Epicuro, Demócrito y Lucrecio, si os pregunto dónde están las ondas, o el rayo que se convierte en ondas, si os pregunto dónde está el pitecantropus, si os pregunto dónde está aquel pez mío que empezaba a sentir que le salían unos muñones en las aletas...................Si os pregunto eso y os pregunto por todos los demás cuentos que aquí han salido, si os pregunto dónde están, ¿qué me respondéis?

-...........................

-¿Dónde están?

-En las imaginaciones del pensamiento, en el pensamiento de algunas personas.

-Si me acompañarais un poco mas en el desengaño, es lo primero que tenía que haberseos ocurrido.

-Está escrito, está sabido todo ya.  Es así, pero es difícil dejar de creer eso.

-No, eso es otra cuestión.  Yo ahora he preguntao dónde están.  ¿Dónde están?  Lo primero es reconocer que no están en ningún sitio, aparte de los Organos Informativos.  No están aquí, y no está aquí ni el Caos, ni el Big Bang, ni el pintecantropus, no hay nada de eso, no están aquí, no forman parte de las cosas que palpamos y con las que tropezamos ni pueden formar parte de ellas, están completamente escluidas de pertenecer a este mundo; son, por decirlo con un término no muy............grave, “fantasías”, son todas fantasías.  Si no reconocéis conmigo la condición de fantasías de esto, no podemos avanzar mucho más.  Eso desde luego no quiere decir que las fantasías no pertenezcan a la Realidad, aquí lo hemos dicho muchas veces: cuando hablamos de Realidad, de ninguna manera escluímos los sueños, de ninguna manera escluímos las imaginaciones, pero, por supuesto, dentro de la Realidad, en su sitio, y el sitio es el que ahora trato de designar como fantasías.  Son fantasías, y por supuesto que son parte de la Realidad, porque si no, ¿cómo se esplicaría el poder que ahora mismo hemos registrado que tienen, el poder para hacer creer, y por tanto para dominar y todo eso?  Son fantasías potentes, como lo han demostrado a lo largo de los tiempos, las religiosas y las científicas; son fantasías potentes, pero son fantasías, y el sentido común, que es el que deseamos que en esta tertulia hable cuando menos cada uno se pueda dar cuenta de ello, el sentido común reconoce en todo eso lo que de ordinario, en la opinión corriente, no se reconoce: la condición de fantasías, el hecho de que no están aquí, no están en ningún lugar palpable.  Ahora también, en lo que nos quede, os pediré que me digáis, con respecto a esto, qué os parece esa condición de fantasías, que no están aquí.

-A mí se surge una duda, porque por ejemplo yo me he montao en el AVE y he ido a Valencia, y también tengo un móvil que lo tengo apagao para que no interrumpa en este momento aquí, y tenemos al Rey Juan Carlos, y al Cid Campeador, yo qué sé, y esas dudas me surgen.

-Yo a tu móvil y al AVE de Valencia no les he negado la condición de cosas palpables.  Esos sé que se palpan y que..........

-Pero la Ciencia me ha contao algo, y ha producido eso.

-La Ciencia te ha contao algo, y a eso es a lo que he llamado fantasías, no al móvil.  Desde luego hay una relación, y haces bien en sacarlo, porque desde luego el éxito teórico de las formas más avanzadas de la Física, la Mecánica Cuántica, no se esplicaría sin el éxito práctico que ha tenido como esplicación y como cálculo para organizar todos esos chismes.  Sí.

-Que cuando has empezao a hablar de lo de uno y uno como uno de tantos, como cualquiera, y estas dos cosas las presentabas como decisión, o como que están a la par, y se presentan como contradicción..............

-Invitando, también, a no elegir.

-Eso, invitando a no elegir, y luego has empezado a entrar en la cuestión del cuentacuentos, y lo que veo es la estrecha relación que hay entre lo de contar números y contar cuentos, que son del mismo orden.

-Sí, no vamos a distraernos con eso, pero más de una vez ha salido, los dos usos del verbo contar, que tiene que ver con eso que decimos aquí que la Realidad es una lucha que se sostiene por la entrada o imposición de los números sobre las cosas en pluralidad indefinida.  ¿Qué consecuencias vienen enseguida del reconocimiento del carácter fantástico de todas esas informaciones serias en las que creemos?  No podemos quedarnos aquí solo. ¡Más!

-A mí el problema éste del pez que le está saliendo un muñón, me parece que no se distancia demasiado de lo que apuntaba aquel hombre sobre el AVE, es decir, que yo no creo que haya mucha diferencia entre una cosa y la otra, porque para poder decir que hay AVE hay que poder determinar dónde empieza y dónde acaba, y definirlo bien, es decir, que cualquier cosa, para que pueda ser la que es, tiene que estar bien delimitada, y del mismo modo que no se puede delimitar dónde empieza y dónde acaba el pez, porque está moviéndose en ese proceso evolutivo, la trampa lingüística que hacen los científicos para poder decidir lo que es pez y lo que es reptil, lo que es lagarto, ésa es la misma trampa que está funcionando cuando hablamos de cualesquiera cosas de las que hay aquí.

-No, no es la misma: una cosa es que yo le reconozca al TALGO y al móvil la condición de cosas palpables, y otra cosa es que no distingamos entre cosas, porque es que las que están fabricadas por nosotros, están ya fabricadas según un cálculo visible y cognoscible; de manera que mientras que a un pez le tenemos que imponer la idea de “pez”, un TALGO nace de la idea de “TALGO”, de manera que esta distinción conviene tenerla clara.

-Pero me da la impresión de que estás usando la misma trampa, porque cuando dices eso de las cosas palpables, ¿qué parte puedes palpar de un AVE?  En todo caso será un trozo.  ¿O puedes palparlo todo su contorno hasta el estremo de decir............?

-Bueno, es posible que tengas razón, pero no nos podemos distraer, porque es muy tarde.  Yo lo que estoy diciendo es que una vez que se reconoce que la información de todas las maneras es fantasías, es un cúmulo de fantasías, hay que sentir un poco las consecuencias que de eso se deducen.  Imaginaos que volvamos al comienzo: los múltiples mundos, o el mito del comienzo del mundo, de la Creación, o el mito del Juicio Final, de la destrucción del mundo: todos estos son fantasías, igual que las demás, por supuesto; son fantasías que están ahí, fantasías poderosas.  A ver.

-Cuando hablas de fantasías, ¿le das el sentido de cuento literario, o de ilusión mental?  Porque es que si es un cuento, efectivamente es una mentira ideada con una intención, y si es una ilusión mental, es una interpretación perceptiva...........

-A todos los que yo me he referido son igualmente cuentos.  No tienes por qué distinguir los cuentos de distracción o de engañar niños, de los otros cuentos, porque todos están guiados por una intención; tratan de informarte de la Realidad, y naturalmente te informan así: fantásticamente, por medio de fantasías, para que te lo creas, como los otros cuentos. Sí.

-Pues si todas estas fantasías han sido inventadas intencionadamente para engañar............porque habrá gente que fantasee sin pensar que está engañando.  Yo me figuro que no todo el mundo que se inventa esas cosas sabe que está engañando.

-¡Ah, no, no!  Por el contrario, ya lo he dicho yo: el Director de la Revista, el Ministro de Educación, el Papa, son más creyentes que nadie, y cuanto más Arriba vayas, más se lo creen, porque ¿cómo iban a mover un dedo, si no se lo creyeran?  Por supuesto, quien cree que puede haber malas intenciones ahí en lo Alto, se equivoca, equivoca el tiro: ellos, para imponer la creencia o la Fe, tienen que ser los primeros que traguen el anzuelo, los primeros, los que más se lo crean.  ¿Qué más?

-La esplicación científica se basa en dos mecanismos, que serían el cálculo y la esperimentación empírica, y en principio hay un problema que es muy humano, que es el problema de la mentira, y en principio nadie te puede mentir en esas dos dimensiones.  Entonces, si vivimos con la idea de que evitan el engaño, si no son criterios de objetividad válidos, ¿no hay el peligro de buscarnos a nosotros mismos en todos los lugares, y no tener un referente propio?

-El problema de la mentira así en general no se puede plantear así tan a la ligera.  Aquí hemos muchas veces descubierto que en la Realidad, en lo que aquí se llama Realidad, verdad no cabe.  En estos intentos ya he dicho que no es preciso que se crea que esa información que nos dan, las Ciencias por ejemplo, sea verdad, y, como en el axioma del “for all práctical púrposes” que el otro día recordábamos, basta con que den juego, sirvan para todos los propósitos prácticos; de manera que se imponen, sea como sea, pero lo más importante para mí ahora es la condición del no estar, la condición de fantasía.  Que en una Ciencia la esperimentación trate de confirmar la esactitud del () anterior, se entiende bien, pero si se trata de esponer y de defender el método esperimental, está sujeto a lo mismo: te están contando una fantasía sobre el método esperimental.  Sí.

-Yo creo que hay una intención como deliberada del observador, o de la esplicación del mundo, de la separación entre lo que se llama “documental” y lo que se llama ficción o fantasía, como por ejemplo el cine, que siempre ha tenido esa gran polémica, la división entre qué es documental y qué es cine fantástico o cine de ficción.  Y ahí sabes que cuando va uno entrando en la cosa se da cuenta de que no hay semejante separación, de que es tan fantástico un documental, en el sentido de que las realidad de por sí es una costrucción de la fantasía..............

-Bueno, sí, dejemos las comparaciones: yo he metido a todo en un saco, y os he invitado a reconocer la condición de no estar aquí, de no ser cosas, la condición fantástica.  He invitado a reconocer en cualquiera de esos casos la condición fantástica, es decir, el hecho de que no están aquí esas cosas que nos cuentan, de una manera o de otra...........

-Precisamente el problema está en que te lo hacen ver como que están aquí.

-Eso es, te hacen ver, te hacen creer.......

-Ése es el engaño.  Te dicen “eso es un virus”, porque el microscopio previamente lo fabrican ya para ver ese virus.  Esa fantasía que llaman documental o que llaman.................

-Sí, hija mía, sí, son, (), como lo que hemos dicho del (), pero eso no quita para nada la condición fantástica en el sentido preciso en que he tratado de sacarla aquí.  ¿Qué más?

-Pero a mí no me vale eso: claro que están aquí, del mismo modo en que yo creo que yo estoy aquí y que yo soy yo, y del mismo modo que creo que tal otra cosa está aquí.  Es decir, que yo no me atrevería a hacer ninguna distinción o dar preeminencia a las cosas que estoy viendo ahora mismo frente a las cosas que imagino.  La trampa está en la medida en que las tratamos como cosas, pero yo no creo que haya que hacer esa distinción entre fantasía y cosa palpable o cosa visible, porque la trampa es la misma.

-No hay que hacer mucho, ya el otro día nos salía: es la cuestión del significado en la lengua más corriente: decíamos que esa mutación que en la Mecánica Cuántica se da, se da en la lengua corriente, y efectivamente tú con un sillón te tropiezas, pero la cuestión de que eso sea un sillón, tienes razón, entra dentro de toda la fantasía, que es en ese caso el léxico de un idioma corriente.  Ahora, tu te tropiezas, y tu que te tropiezas, volviendo a mi pregunta de antes, eres, como el sillón, una fantasía.  Depende de que hayas optado por ser uno de tantos, y por tanto ser como los sillones, como las cosas; si no, no; si no, estás en otro sitio.  Sí.

-Es que cuando se refiere a uno mismo no puede uno distinguirlo, porque uno a fin de cuentas es parte de la Realidad.  Sin embargo, no creo que se conteste mucho a la idea de que no se duda de que uno está aquí.  Para aclararlo: que aún siendo uno parte de la Realidad, no duda de que está aquí, y por tanto su yo real es tan verdadero como las cosas que andan por aquí.  Quiero decir como una trampa en la que caes.

-“No hay duda que está aquí”.  Seguramente, si miraras bien la frase, tal vez sospecharías que el sujeto del “no duda” y el sujeto del “está”, no son el mismo.  El sujeto del “no duda” es una cosa, y el sujeto del “está”, es otra.  ¿Dónde están esas cosas que son fantasías?  ¿Dónde están?

-Por ejemplo lo que hablan de los descubrimientos, cuando la Ciencia pretende convencernos de que se va avanzando, es porque están esperimentando, ¿no?  ¿No dejas ahí ningún espacio al azar, el puro azar, que pueda ser esa evolución o ese descubrimiento?

-Sí, como quieras, pero no sé que viene a................

-¿Es fantasía también?

-¿El azar?  La esplicación desde luego por azar es como la esplicación por causa, es decir, que puede suceder algo como lo que he dicho antes del tropezón, pero desde luego la esplicación, la teoría del azar y la teoría de la causa, son fantasías, como las demás teorías.  ¿Dónde están el azar y la causa?  ¿Dónde están los múltiples universos?  Sí.

-Pero lo que a mí me parece más interesante de eso, es que, ya sea la esplicación del azar o de la causa, todas las esplicaciones parece que en última istancia su principal objetivo es seguir defendiendo la fe en que hay cosas que son las que son.

-Sobre todo que son como se llaman, porque sin significados no hay caso de que haya fantasías: para contar un cuento tiene que haber enanos, reina, cada uno con nombre, y que el niño que lo oye acepte ese significado.  Esa intervención de la lengua, no como lengua, no como lógica, sino por su significado, es indispensable, forma parte, viene a coincidir con eso que estoy llamando fantasía.  Ninguno de los cuentos que os he re-contado podría formularse si no es acudiendo a un vocabulario, sea el corriente de la lengua o sea el especial que una Ciencia se ha buscado. 

Nos vamos a tener que ir, pero yo dejo la pregunta abierta, cuando parece que no tiene sentido ya, cuando digo “¿dónde están?”, pero eso nos dará lugar para entrar, yo creo, a..........un planteamiento en el que ese “¿dónde?” sea lo mismo que un “¿cuándo?”.  Es decir, que confío en que por este sitio al que hemos venido a parar podamos atacar otra vez la cuestión del Tiempo y del no tiempo por decirlo así “por el lado de atrás”, y por lo tanto logrando claridad.   Lo que os dejo anunciado es simplemente esto: ¿qué pasa si en el planteamiento esta pregunta de “¿dónde están las fantasías?” se rehace, haciendo que ese “¿dónde?” tenga el sentido de “¿cuándo?”, sea lo mismo que “¿cuándo?”?  Eso despierta la curiosidad, ¿verdad?; aunque estéis un poco cansados ya, pero despierta la curiosidad, y por eso lo dejamos, para ver si dentro de siete días el Señor no se mete demasiao con nosotros y seguimos dándole vuelta a esas cuestiones.