02.08.2006
Agustín García Calvo
Ateneo de Madrid
Tertu032-02-08-2006#Tertu032-02-08-2006.mp3
TRANSCRIPCIÓN:
Recordáis, los que estabais conmigo el otro día -con los demás- que nos habíamos lanzado -me había lanzado- a un ataque furibundo contra la información de actualidad, las informaciones de actualidad; y supongo que muchos de vosotros que se encontrarán más bien teniendo esa curiosidad o necesidad de enterarse qué es lo que pasa cada día en este mundo, pues tendrán mucho que decir en contra, y espero que ahora me lo hagáis saber para que esto se mueva dentro de lo posible. Por mi parte, voy a intentar dejar bien claro cuál es el sentido de esa negativa a la información, por si todavía hace falta aclararlo... aclararlo más.
Está claro que quien se preocupa mucho de los cambios de Gobierno de un Estado, de las opiniones de los políticos y de los financieros, y junto con las informaciones –inevitablemente- de las previsiones, de lo que va a pasar si las cosas siguen estando como están -que es lo que desde luego el Estado desea y ellos desean- con eso, lo que estamos haciendo es olvidarnos lo que el otro día os estuve recordando un rato largo, teniendo que acudir incluso a los registros de la Historia, es decir, que siempre en cualquier sitio, en cualquier forma de Poder que se haya ejercido, los resultados han sido siempre los mismos: guerras u otras formas de administrar muerte, pero en definitiva esa, que es la función esencial del Poder.
Por tanto, dedicarse mucho a enterarse de qué es lo que pasa con esta forma de Poder o con la otra, en este sitio del planeta o en el otro, y los cambios que se producen o no, evidentemente es una traición a la vocación de decir NO al Poder sin más, al Poder en general. Esto es lo que deseaba que quedara bastante bien claro, es decir, ¿por qué, en qué sentido, esta política contra política, esta política que es la que no hacen los políticos y que nos traemos aquí desde hace ocho años -más-, en qué sentido esta tertulia política tiene que ser anárquica sin más, es decir, consistir en un NO al Poder sin más, sin más distinciones? Apenas tengo que añadir en un paréntesis que desde luego ninguno de nosotros -ninguna persona- puede ser de verdad un anarco, eso es una contradicción porque las personas somos reales, estamos sometidos a la Realidad, y nadie puede ser de verdad anárquico, de una manera nacemos y estamos sometidos al Poder que nos haya tocado, en el sitio que sea y en el tiempo que sea, pero eso no quiere decir que la tertulia -los modestos restos de pueblo que queden aquí entre nosotros- no deba ser anarca ella, que la actitud tenga que ser anárquica, una negación del Poder, de cualquier forma en que el Poder se presente.
Supongo que esto os hace entender bien -si hacía falta- cómo es que el ocuparse mucho de las diferentes formas de Poder y sus cambios, es una distracción; es una distracción y por tanto va en contra de esta actitud que os vuelvo a presentar como la fundamental de esta tertulia que es la rebelión, la negación del Poder, empezando desde luego, por la negación de la necesidad de tal cosa como el Poder; empezando... empezando por ahí, denunciando en primer lugar esa necesidad.
Querría haceros una comparación -antes de pasaros enseguida un rato la palabra, para que protestéis contra todo esto que pueden ser actitudes un poco demasiado de repente intransigentes- añadir una comparación: cualquier otra cosa viene a ser querer arreglar las cosas dentro del Poder simplemente mejorando las formas del Poder, quitando... quitando algunos de los horrores más evidentes con que la administración de muerte se puede presentar en un lugar o en otro, pero en todo caso: arreglar las cosas dentro de casa -dentro de casa-, es decir, respetando... respetando la necesidad de que alguna forma de Poder -de organización desde arriba- tiene que haber, y que se trata simplemente de 'dentro de eso' hacer lo menos malo posible: mejorar -como tanto solían decir los defensores, por ejemplo de la Democracia: "El menor mal posible", "El Gobierno menos malo de los posibles"- en lo cual está implícita la admisión de que alguna forma de Poder y de sumisión tiene que haber -contra lo que estoy hablando... hablando directamente-.
Los que hablan 'dentro de casa', en el intento de arreglar las cosas 'dentro de casa' contra una forma de Poder u otra, y propugnan un cambio para mejorar las cosas o que no vayan tan mal; los que hablan de "Lo menos malo dentro de lo posible", están haciéndoos creer sin más que las posibilidades son una Realidad, que las posibilidades se pueden contar -como las cosas, como las Realidades, como las cosas se cuentan- y que por tanto se puede elegir, dentro de esa cuenta, lo que sea un poco más blanco, un poco más negro, y hacer que con eso las cosas vayan un poco mejor: este es el engaño. Aquí se nos ha dado descubrir -yo creo- que claramente devastadoramente que las posibilidades son sin fin, que no se pueden contar, que justamente lo que hace el Poder es reducir esas posibilidades sin fin -que al ser incontables son por tanto inmanejables- reducirlas a Futuros, a cálculo de probabilidades, lo cual ya no tiene que ver nada con las posibilidades, lo cual ya es, por el contrario, una sumisión de aquello sin fin que podía pasar, a hechos Futuros -esta estupidez sangrienta de los hechos Futuros- es decir, cosas que se saben de antemano y están sujetas al cálculo de probabilidades-.
Ahora me diréis hasta qué punto estáis -normalmente deberéis estar algo en contra de lo que estoy soltando- contra estas formas de política, pero a lo que iba es a la comparación con esto otro que nos ha tenido durante muchos meses más o menos dedicados a propósito de las elucubraciones y cálculos de los físicos -sobre todo- acerca de la Realidad: viene a repetirse lo mismo, lo que hemos encontrado una y otra vez es que la falsedad, el fallo de las teorías científicas, con sus cálculos consiguientes, consiste en que también se quiere siempre hacer 'dentro de casa', es decir, dentro de una admisión de la Realidad como algo que, de por sí, no se cuestiona: 'la Realidad es la Realidad', 'las cosas son las cosas', por lo tanto, 'los movimientos de las cosas son los movimientos de las cosas', etc.
Esa es la raíz de la falsedad con que las teorías científicas nos engañan en la medida -muy amplia- mayoritaria en que están justamente al servicio del Poder, es decir, salvo aquellos casos excepcionales, que aquí hemos tratado de usar, en que la propia pasión de la investigación lleva a descubrir... lleva a descubrir las mentiras de los presupuestos reales o realistas de los que se partía para esas... para esas teorías. Se os habla -no ya a través de la Literatura Científica, más o menos especializada, o las Filosofías diversas, o las Filosofías de la Ciencia, sino por la divulgación; por la divulgación y por todos los medios que todos los días os están paso a paso asesinando, porque informar es matar, ya sabéis que esto es lo que estoy diciendo: informar es matar- a través de la divulgación os hablan de universos, de la génesis que ahora se llama Big Bang, por ejemplo; también esto del Universo y el correspondiente fin, que en realidad es el verdadero motivo del comienzo -Big Crash- y os hablan incluso apelando a vuestras imaginerías astronómicas que la divulgación os hace llegar más o menos: os habla de agujeros, hablan de agujeros negros, de galaxias, de universos, y os hablan, por ahí o por otra parte, de los secretos íntimos de la materia, os cuentan cantidad de cosas también en el mismo sentido, incluso procurando que vuestra Fe se apoye en creer que hay todavía -si no microscopios electrónicos- por ejemplo cámaras donde los fotones se pueden contar; hasta los fotones se pueden contar y por tanto son perfectamente reales. No me voy a cansar, porque la verdad es que me echa bastante para atrás en recordaros mucho de la literatura que padecéis todos los días juntamente conmigo.
¿Para qué se os habla de universos?, ¿para qué se os habla de átomos, de partículas subatómicas, del spin, de las galaxias, del Big Bang?: para no hablar de la Realidad, para no hablar de las cosas. Prefiero decirlo de esta segunda manera, que es la vulgar; porque ya sabéis que Realidad es un término venido de las escuelas y, aunque por comodidad lo estoy usando en estos descubrimientos todos los días, no hay que olvidar que, después de todo, el término es culto, impuesto desde arriba aunque haya ganado la inmensa popularidad que sabéis, la gran vulgarización. Pero 'cosa' no es ningún término teológico, ni científico, ni filosófico. 'Cosa' es de la lengua corriente, y se puede decir, por tanto, de la misma manera: "Para no hablar de las cosas".
Supongo que ahora el paralelo que os quería presentar lo estáis viendo bastante claro: se hablan de todas esas formas de cosas que la teoría, el cómputo, el cálculo y los experimentos a sus servicios, presentan todas esas cosas diversas: universos, spinors; todo para no hablar de las cosas, porque ya podéis buscar en un tratado de Física cualquiera o de Metafísica y veréis que de lo que no se habla es de 'cosas', eso... eso no suele aparecer. Tampoco suele aparecer un término como éste que aquí tenemos como caballo de batalla: 'Realidad'; pero menos todavía, un término vulgar como 'cosa' -thing, res- claro, eso no suele aparecer.
Se habla de todas esas variedades de universos, de partículas subatómicas y también de diversidad de floras y de faunas, y posibilidades de floras y de faunas en otros planetas, y posibilidades de que haya también seres -como dicen- coscientes en otros planetas, se habla de los hombres y de los extraterrestres que pueden ser como hombres: de cualquier cosa, con tal de no hablar de las cosas; esta es la situación: las cosas, lo que en término culto decimos 'la Realidad' es incuestionable. Bueno, pues ya está el paralelo ¿no? Supongo que lo habéis entendido, el que se refería al Poder y a la Política y éste que se refiere a la Realidad física; es lo mismo en un caso y en otro: la distracción traicionera para el pueblo-que-no-existe de la información cotidiana y de la histórica acerca de diferentes maneras de Poder, diferentes revoluciones y restablecimientos y demás, que os están presentando todos los días por periódicos, televisión y demás, son maneras de evitar que la cuestión del Poder sin más, bajo cualquier forma, y de la función del Poder como administrador de muerte bajo cualquier forma, no se plantee, se os escape, viváis distraídos respecto a esto. Y la exigencia de una tertulia como ésta de ser anarca aunque ninguno de nosotros podemos ser -podamos ser- anarco, la exigencia consiste justamente en eso: en no distraerse; no distraerse con las actualidades y las historias, para reconocer que esto a lo que estoy llamando 'el Poder' (o sea, la muerte de las posibilidades sin fin, que estaban abiertas) bajo cualquier forma es administrador de muerte y que las muertes que administra se manifiesten como guerras, ejecuciones, atontamiento masivo, envenenamiento de una clase o de otra, lo mismo fisiológico que psicológico -da igual- eso es secundario; en todo caso se está administrando muerte: Futuro: muerte; puesto que no hay más Futuro que la muerte.
Esto es, lo uno y lo otro, está indisolublemente ligado: el que no nos dejen -salvo por casi milagro- entender qué pasa con las cosas, es algo que se consigue de la misma manera: tratando de que el entendimiento científico-filosófico-teológico sea un entendimiento 'dentro de casa', es decir, se haga con respecto al análisis y discusión de diferentes tipos de entes y de relaciones entre entes y demás, pero siempre dando por supuesto 'las cosas' -incuestionables- o la Realidad -dicho en lenguaje culto-.
Supongo que se ve bien el paralelo de lo uno con lo otro, pero por si acaso no, ahora me voy a parar, antes de seguir adelante, y supongo que tendréis mucho que decir con respecto a esta exigencia que implica que d e s d e d e n t r o, n i s e p u e d e h a c e r n a d a, n i s e p u e d e e n t e n d e r n a d a -desde dentro de casa, desde dentro de la Realidad, desde dentro de las cosas de las que las personitas somos simplemente pues una clase, un tipo, no... no distinto en nada esencial de las demás cosas-. Así que creo que hago prudentemente al pararme aquí y pediros que, a pesar del calor que estáis pasando, pues sudéis un poco conmigo haciéndome... haciéndome sentir cuáles son las dificultades o pegas que frente a todo esto se os presentan. De manera que ¡ánimo, y adelante! A ver si la discusión nos refresca. Adelante, Mercedes.
- Vamos a ver, es un viejo lío: todas estas maniobras son para distraernos de... para no hablar de las cosas. Las cosas aquí en la tertulia se entienden como las ideas de las cosas y se había hablado antaño de que... de que había..., o por lo menos yo entiendo que hay como una diferencia entre 'idea de la cosa' e 'ideal'; o sea, que el ideal es algo que rige desde -indirectamente- desde fuera la Realidad, es irrealizable, inalcanzable; y las 'cosas' son pues la oveja, las ovejas, los botijos...
AGC - Los átomos, las galaxias...
- La idea de la cosa. De modo que entiendo que hay una diferencia entre 'ideal' e 'idea' porque de las cosas-... o sea, de las ideas hay realizaciones; hay realizaciones y de eso se trata, pero, también tenemos que la 'idea' es falsificadora, o sea, porque nunca podemos tener la 'idea de la cosa', habrá que contarla y de eso... de eso se evita, o sea, la seguridad con la que hablamos de las cosas cotidianas -¿cómo decirlo?- que también nos está engañando: las ideas también nos engañan.
AGC - Engañan además de dos maneras: primero, para hacernos creer que puede haber exactamente cinco ovejas -respecto al 'cinco'- y segundo, para hacernos creer que una oveja puede ser perfectamente 'oveja'.
- En ese caso ya la oveja sería ideal de 'oveja'.
AGC - Porque lo uno va con lo otro. Efectivamente, gracias Mercedes, pero justamente de eso tenía yo ya intención -después de que hubiéramos discutido un rato sobre lo más inmediato que os he presentado- de volver a sacar la cuestión de... la cuestión de los ideales y su relación con la Realidad corriente de las cosas. De manera que, un poco de paciencia, espero que nos dé tiempo hoy, si no, volveremos sobre ello. Pero antes, más curiosidades, insultos, resistencias acerca de lo que os he soltao.
- A mí me cabe, se me ocurre una duda ¿vale? Y es que, me parece que tú lo que antes has dicho es que no puede estar [], que sentirlo, pero aquí estoy dentro de la Realidad, incluso, o sea, lo que me cabe la duda es que dentro de la Realidad no se pueda incluso hablar de las cosas que están en ella; puesto que a mí me parece que incluso aquí esto es real, esto es Realidad, incluso aunque sea una tertulia política que quiera hacer otra cosa, estamos dentro de la Realidad...
AGC - Y tú... y tú también.
- Ya. Yo, yo. Yo también, todo el mundo. ¡Ah!, no, no: no me salgo; para nada, por favor: no, no. Entonces, es eso, o sea, me cabía esa duda que has dicho al final, o sea, todo lo anterior lo siento como... -¿cómo puede ser?- como un NO. No sé, lo siento así. Pero me cabía la duda esa, lo que has dicho al final: que dentro de la Realidad no se puede hablar de las cosas.
AGC - Primero: no se puede hacer nada -políticamente-. Segundo: no se puede entender nada.
- Vale. Pero nunca puedo estar fuera de la Realidad.
AGC - Tú no, porque eres real. Por eso te recordé que eras tú.
- Pero sin embargo... Vale. Entonces no soy yo la que habla por mí.
AGC - ¡Ah!, eso ya... eso ya es otra cuestión.
- Vale, vale.
AGC - Pero efectivamente, a lo que os trataba de llevar con esto es a reconocer la condición de d i s t r a c c i ó n que la información de las cosas diversas actuales-históricas-físicas está realizando para impedir que se trate de las cosas y, por el contrario, intentar regir y explicar 'dentro de casa', que es lo que se hace todos los días. Me importa... me importa atacar esto que es lo que se hace todos los días con nosotros, antes de pasar a la declaración más general de que (con la que he terminado) "'Dentro de casa' no se puede ni hacer nada, ni entender nada".
- Pero si los físicos o los científicos no hablan de cosas, ¿de qué hablan?, o lo que... las galaxias y todo eso ¿no son cosas?
AGC - Sí, pero no hablan de cosas.
- ¿No hablan de galaxias, de fotones, de átomos?
AGC - La palabra 'cosas', frente a 'Realidad' que es un cultismo, tiene esta ventaja de que es el s u m o de abstracción que las lenguas corrientes nos ofrecen. 'Cosa' es aquella cosa que no puede ser más abstracta, que más allá de 'cosa' ya no se puede decir nada que sea más abstracto en lengua corriente; de manera que la distinción a que-... por la que preguntas es ésta: se habla de las cosas separadas, lo mismo que se nos informa de los Gobiernos separados, de los Regímenes y revoluciones separadas, para no hablar ni de la cosa en general, en total, ni del Poder en general, en total.
- Los físicos ¿no... no intentan entender las cosas en general?, o sea, todos esos análisis en átomos y fotones, ¿no pretenden que puedan aplicarse a cualquier cosa?
AGC - Bueno, hay de todo. Hay, evidentemente, algo que puede llamarse -en alguno de los estudios que yo he leído- puede llamarse esa pretensión confusa -confusa- tergiversada de ordinario, torcida; pero en general, están absortos en encontrar esa posible explicación de todo -si es que alguno llega a decírselo- por medio de los entes que ellos conocen y pretenden manejar hasta en laboratorio ¿no?, y eso es lo que...
- Pero eso ¿no es una manera de hablar de las cosas?
AGC - No.
- ¿El intentar encontrar una explicación?
AGC - No. Haces muy bien en insistir en esto porque lo he dicho muy de repente. Tal vez, volver a la política aclara lo físico. Volver a la cuestión política aclara lo físico. Se diría "Pero es que cuando estamos hablando de las matanzas de Auswich y de la Guerra Civil española, de la enfermedad mortal de Fidel Castro, de cualquier actualidad o cualquier historia, ¿no estamos hablando de los Poderes?, ¿no estamos hablando de Política?". Pero no estamos hablando del Poder, estamos distrayéndonos con todas esas diversidades de formas que el Poder ofrece; todo esto se traslada a la Física sin más: lo que impide... lo que impide que una teoría física pueda ser -salvo por descuido- pueda ser descubridora, es eso, que está empeñada en dar razón; en dar razón de las cosas dentro de las cosas; lo mismo que en el otro caso: se trata de hacer Política dentro de la admisión del Poder en general, de que es necesario. Insiste, de todas formas, si quieres.
- Sí, bueno, insisto ahora desde el lao del lenguaje corriente, o sea, que hablar dentro de la Realidad las cosas, es muy corriente, el decir "Así son las cosas", o "Así es la Realidad", y es una forma de hablar de la Realidad desde dentro de la Realidad.
AGC - Sí, incluso podías haber hecho una pega, tal vez, más directa contra lo que estoy diciendo, con locuciones no... no afirmativas como "Así son las cosas", sino negativas, como -a ver, lo que va diciendo la gente-
- "No es así"
AGC - ¿Eh?
- "No es así"
AGC - Pero hablando en general: "Las cosas son todas una mierda" ¿no? Pero yo dudo mucho de que, cuando la gente llega incluso a declaraciones como esa "Las cosas son todas una mierda", estén de verdad pensando en cosas ¿eh? Yo creo que están pensando en los prójimos, en el Gobierno, en Hacienda, en esto del Dinero. Dudo mucho que la declaración tenga -esa negación- tenga todo el poder que pudiera tener, pero en fin, pudiera [ser]; y desde luego, en cuanto al reconocimiento, sí: "Así son las cosas" se oye todos los días, es nuestro amén, y es contra lo que estoy... contra lo que estoy diciendo. La raíz de la impotencia y del error consiste en que se admite como i n c u e s t i o n a b l e que las cosas sean como son: la Realidad, la necesidad del Poder. Adelante.
- Si. Yo entiendo que parece como que se habla desde... o sea, como se si tuviese teorías para todo, o sea, como teorías [] en general, y desde luego, entre más arriba, más...
AGC - Perdona: no distingamos mucho entre 'información' -que se emplea mucho para Política- y 'teoría'. Vamos a coger las dos cosas juntas.
- Eso es lo que quiero decir: que hay como una especie de teoría o teorías, globales o......
AGC - O... o simplemente 'informaciones'.
- O información, bueno. Pero parece como que... que si uno quisiera hablar de las cosas, casi tendría que hacerlo diciendo que no sabe lo que es ¿no?, eso dificultaría un poco, o sea, si de verdad ahondas y... y dices "¡Ah!, pero esto ¿qué es?, en general no sé lo que es", entonces eso dificultaría propiamente hablar de las cosas ¿no?. Lo digo por si acaso aquí se estaba planteando casi la necesidad, o que fuera más sencillo hablar de las cosas [que de esas cosas...]. De verdad, cuando uno habla de esas cosas, se da cuenta de que las cosas no son... no son tales sino que son ideas de cosas ¿no?
AGC - Bueno. No: ahora me parece que estás queriendo meterte ya en un paso siguiente, que sería el normal, una vez que estoy tratando de a t e r r a r o s con la evidencia de que 'dentro de casa' no se puede ni hacer nada, ni entender nada', que vendría lo otro, entonces -porque aquí, desde luego, en esta tertulia lo que nunca se ha dicho es "No hay ná que hacer", eso nunca se ha dicho: ""No hay ná que hacer", de manera que arreglaros como... arreglaros como podáis pero lo uno va con lo otro".
- Lo que parece que estás planteando es como un reproche al Poder de que no hable de las cosas, pero es que sí es verdad, si te pones a hablar de las cosas...
AGC - Sí, sí. Lo primero es siempre lo negativo. Lo primero es que a ver si sois capaces de aceptar lo de que "'dentro de casa' no se puede ni hacer nada, ni entender nada". Lo que de ahí resulte, una vez que luego uno se lo trague esto -si es que se lo puede tragar- es ya otra cosa; pero lo primero... lo primero es tragarse esta negación, este reconocimiento.
- Hombre, lo de que no..., es decir, lo de que se pretende distraer para no hablar de las cosas, eso más o menos, en todo el trabajo de Ciencias se ve claro, no solamente en la divulgación -que eso es descarao, porque se trata de sacar fotos, así en color muy bonitas, de Marte y así- sino, bueno, durante toda la enseñanza el método típico que hay, no es el de la divulgación, sino el de... el de "Lo veremos el año que viene", que es el método básico para no hablar de la cosa, porque es que..., como aquel típico de "Ya hablaremos del Gobierno", es decir, todo el mundo en clase, durante todos los años de educación va teniendo el "No se preocupe, que ya lo hablaremos el año que viene", hasta que descubre que nunca se va a hablar de ello, es decir, pero siempre se va a hablar de ecuaciones. No obstante...
AGC - Bueno. Siempre que haya esa promesa ¿eh? No creo que en todas las clases se dé la promesa de "Bueno, del Gobierno en general, ya hablaremos el año que viene", o "De la Realidad hablaremos el año que viene".
- Suele ocurrir, si no es así, normalmente siempre hay alguien que levanta el dedo, pregunta: "Oiga, pero este campo ¿se multiplica de tal manera o de tal otra? Y te dicen "No: esto ya lo entenderás el año que viene".
AGC - Eso es más fácil.
- Y ese "Ya lo entenderás el año que viene" es lo que sigues hasta que descubres que... es decir, que no hay problema. Pero, aparte de eso, lo que sí que descubres aún a pesar de todo eso, sí que parece que hay una línea de abstracción que va subiendo en paralelo con esos años, es decir, hasta pues hay un momento en que dejas de hablar de fotones y pasas a hablar de mesones ¿no?, que parece que es una categoría más abstracta ¿no?, y hay veces, es decir, y dejas de hablar de electrones y de neutrinos, y pasas a hablar de [pendiones] y poco a poco..., entonces, sí que parece que ese intento de acercarte a algo... al ente más abstracto posible, sí que parece que... sí que parece que..., es decir, que va... es decir, que va progresando durante la cadena; parece como si no se tuviera gana de alcanzar, pero no parece que sea evidente que no se pueda... porque hay un proceso de abstracción que sí que se va siguiendo año tras año.
AGC - Podrías decir que 'progresa como si fuera del revés o a contrapelo', porque evidentemente, según se habla de entes cada vez más sutiles y complejos -se habla de spinors y etc.- se podría decir "Estás acercándote a hablar de 'cosa', pero del revés, estás cada vez alejándote más, siguiendo el camino de siempre a esas cosas particulares". Claro, lo que puede pasar es que alguien piensa que puede haber un límite, y que entonces, eso puede llegar a un extremo en que dice "Pues si no nos queda nada más que 'cosa' -la Realidad- ya todos los pequeños entes que teníamos se nos han ido deshaciendo uno detrás de otro, no nos queda más que 'cosa'". Pero eso no puede ser: no hay límite. Límite es un ente del tipo de los ideales de que tenemos que hablar.
- [] ejemplo de que no hay límite, es la evidencia esa práctica de que efectivamente el profesor cada año me lo va dejando para el siguiente.
AGC - Sí. Puede seguir prometiendo.
- Pero es la única evidencia que tengo. No de la teoría deduzco que no lo haya ese límite.
AGC - Posibilidades convertidas ahí, como en lo demás, posibilidades convertidas en Futuros, que son todo lo contrario.
- Lo que yo..., esto que estás diciendo, que desde casa no se puede entender nada...
AGC - 'Dentro de'.
- 'Dentro de casa no se puede entender nada', es porque probablemente esta metáfora que tú has usado de "Dentro de casa", quiera decir, porque uno desde dentro de casa él contempla todas las posibilidades, es decir, se ha 'hecho cargo de' -se ha hecho idea- y por lo tanto, hacerse idea de algo es contar con todas las posibilidades, no deja fuera ninguna otra. Entonces, a mí me da la sensación de que esto es como comparar dos modos de entender tan irreconciliables, como el chiste ese del suicida que es el siguiente: un señor está asomao en el balcón d e s u c a s a -está dentro de la casa- asomado en el segundo piso, hacia fuera; y de repente ve uno que cae por delante de sus narices al que le oye decir "Hasta ahora, todo va bien". Eso es dos cosas: el que se está tirando está diciendo "Hasta ahora, todo va bien" -el suicida ese-; el que lo está viendo desde dentro de la casa: "Es un suicida, se la va a pegar, se..." bueno, un suicida -la idea de un suicida- "Estoy viendo que cae un suicida". Y el suicida ése -por no sé qué extraña cosa, porque no está, quizás está entendiendo porque no está dentro de la casa, está al pie de la cosa, no tiene en cuenta todas las posibilidades, sino que está abierto al sinfín- está diciendo "Hasta ahora, todo va bien". Es esta contraposición la que...
AGC - Gracias Isabel por el chiste que es muy bueno, el chiste en sí es muy bueno.
- Es muy bueno, viene al pelo de este irreconciliable modo de ver las cosas.
AGC - Para sacarlo has hecho un uso indebido de lo que yo he llamado 'casa'...
- Es para entender lo de la 'casa' y la 'cosa'.
AGC - El chiste no tiene nada que ver, salvo muy lejanamente...
- No: tiene que ver mucho.
AGC - En el sentido de que todos nosotros, por supuesto, estamos en esa situación...
- De saber lo que es un suicida y que se la va a pegar.
AGC - Es decir, que efectivamente como la muerte a que estamos condenados es s i e m p r e f u t u r a y nunca está aquí, desde luego en cierto sentido, estamos en las condiciones del suicida que dice "Hasta ahora, todo va bien", eso sí. Bueno, ahora, con el resto no tiene nada que ver. Pero en cambio, en la primera parte -que te has esforzao en enlazar sin tener por qué- en la primera parte, efectivamente, has sacao algo... algo interesante, porque has dicho justamente que "lo de dentro de casa es..." -has glosado lo que yo he dicho- "lo de dentro de casa es como tener -hacerse cargo de- t o d a s las posibilidades", y así es. Y así es: como las posibilidades no pueden ser nunca 'todas', resulta que esta pretensión de tenerlas 'todas' -y ya no puede ser probabilidades, sino Futuros computables- es efectivamente el medio por el cual no podemos entender nada. Eso sí que [] en cada cosa por lo suyo.
- Pero, sin embargo, es lo que he llamado 'entender', es por viceversa.
AGC - No: a por el suicidio no te esfuerces mucho en enzarzarlo porque...
- Pero es lo que entendemos. La gente corriente lo que entiende cuando tú...
AGC - Más vale...
- ... dices que "no se puede entender", es precisamente lo que la gente llama "entender": "Ya he entendido la cosa", "Ya me he hecho cargo de la cosa", "Ya me he hecho la idea de todas las posibilidades de la cosa".
AGC - Sí, sí.
- Es un desentendimiento que consiste en lo contrario.
AGC - Sí, sí. Ya sabemos que la dificultad del descubrimiento de algo verdadero consiste en que se cree que se tiene la verdad. Que se confunde verdad con Realidad; es otra manera de decir lo mismo: es la única forma -la única verdadera forma- de ignorancia, de estupidez, de ininteligencia: siempre positiva. Es la ú n i c a q u e i m p i d e e n t e n d e r, d e s c u b r i r, nada verdadero: creer que se sabe, -creer que se sabe, que se tienen ideas-.
- A mí, de todas maneras, lo que has dicho antes es lo que más me ha llegao, es decir, yo creo que hacemos eso, precisamente por ese terror a las posibilidades sin fin.
AGC - Sí, porque uno es real.
- Sí.
AGC - Cuando -no estabas, no estabas hace unos meses- pero cuando empezó esto de la aventura de dejarse caer en lo que no se sabe, este viaje -al que a los que andaban entonces en la tertulia les estuve invitando- se trataba de eso de: ¿qué?, ¿cuál es de los dos el miedo, y quién de los dos es el que tiene miedo? Hay... hay un ente real que vive del miedo de lo sabido, que es la muerte futura; que luego hay otro -otro que no es real-. Este real está hecho por la muerte-siempre-futura, su miedo le es -por así decir- familiar; toda su vida está hecha de eso. Toda su vida está hecha de una muerte futura. Cuenta sus años; cuenta sus años más o menos tranquilamente y hace su historia; y ese -el que es real- en cambio, si le dicen "Dejarse caer en lo sin fin": "eso no va conmigo, ahí me pierdo -ahí me pierdo-".
- Vamos a ver, cuando decimos "Ni todo ni nada, sino algo pasa", el hecho de "Algo pasa", ¿en el 'algo' están las cosas, y en el 'todo' y el 'nada' están las ideas de las cosas?
AGC - Sobre eso volveremos ahora, eso es lo que sacaba Mercedes a propósito de los ideales, tenemos que volver, pero quiero todavía recoger más cosas de este tipo.
- Sí, es que entonces no sé si tiene mucho sentido esto ¿no?, pero a la hora de un enfrentamiento político, una discusión política, con un defensor de la Realidad, incluso con alguien que está dentro ¿no? -completamente dentro y que defiende estar dentro- el otro día [] nos decías que no se puede enseñar la rebelión, que había que hacer sentir la desgracia o la cárcel, o lo que sea; pero a esta gentuza que no tiene corazón, que se le...
AGC - "Hacer" o dejar; "hacer", o más bien, dejar. Hacer sentir, o más bien, dejar sentir, más que "hacer".
- Sí. Pero estos que no tienen corazón -cada día te lo demuestran- ¿se puede confiar en que tienen algo de pueblo -como dices tú-, que su Yo real no es tan total como parece?
AGC - ¿Te refieres a los que pretenden regir los destinos de los Estados?
- Sí, o a cualquier personajillo que te encuentres por ahí, cualquier defensor de la Realidad, del Sistema.
AGC - Eso ya lo hemos dicho: idiotas somos todos, pero desde luego, según se sube en la pirámide, cada vez más, de forma que cuando se llega al vértice, pues la idiotez ya es total.
- No, pero que cualquier...
AGC - Idiotez es lo mismo que maldad ¿eh?
- Cualquier idiota, cualquiera, incluso que no sea ningún cargo ¿no?, hay veces que te encuentras con cada defensor de lo establecido que es tremendo.
AGC - Sí, hay muchos. Voluntarios.
- No tienen ningún cargo que les...
AGC - Hay muchos agentes voluntarios gratuitos. Muchos agentes voluntarios gratuitos, eso es muy triste. Eso es de las cosas que cada vez más triste, porque a primera vista te parecía que era un hombre o una mujer de la calle, y te encuentras con que [como el Poder] te recuerda la Ley de la Campaña Antitabaco -cuando menos te lo esperas- Dices ¿pero quién le paga a Vd., señora?, pero ¿cómo se puede Vd. dedicar a hacer gratuitamente y libremente esta Campaña?, ¿no? y cosas por el estilo. Sí, eso es lo más... es de lo más desolador que hay.
- Y te suelta []: "Esto es lo que hay".
AGC - Es que el Poder...
- "Esto es lo que hay", "Las cosas son como son"
AGC - El Poder penetra. El Poder penetra en la persona, la costituye y especialmente por medio de la divulgación, sí.
- Bueno, yo no diría tanto como que "el Poder penetra en la persona", sino que la persona real es Poder.
AGC - Esta hecha... está hecha por Poder.
- Y es el... somos nosotros, los reales los hacemos el Poder; no hay ningún Poder ajeno político que no esté dentro de nosotros. Nosotros realmente somos ese Poder. No hay nadie que sea el Poder, que no pueda decir nadie contra...
AGC - Desde otros puntos de vista ya hemos dicho "El Estado". El Estado y la persona es lo mismo. El Estado, el Capital, la persona, mi alma es Dinero -mi alma propia es Dinero- Es lo mismo. ¿Qué más hay de alguna forma de repugnancia contra esto de que la información y la teoría son todo ello distracciones, que no podamos nunca hacer nada contra el Poder, ni en cuanto al descubrimiento de la mentira de las cosas?
- [] la información nunca se hace, es decir, la información y la teoría son siempre estáticas, entonces, hacer algo con ellas, ya suena...
AGC - Sí, sí. Esa es la acción.
- Como que no voy a hacer nada con ellas, eso ya de partida.
AGC - Desde el punto de vista del Poder, es justamente la acción más importante de esto que llamo "administración de muerte"; es primera y más importante que las actividades militares o la producción; lo primero es impartir información, predicar por los medios. Es ahí donde está la primera forma de acción de parte del Poder. Aquí estoy diciendo que a lo que nos quede de pueblo no nos toca. Adelante.
- Sí. Que reclamamos, reprochamos al Poder que no... que no permite hablar de las cosas, que está [] y no puedes [], bueno; si hablamos de las cosas ¿estamos ganando en abstracción o en concreción?
AGC – Bueno, decir "el Poder no permite", tampoco es muy exacto; parece como si fuera una prohibición: no, no: es que el Poder, lo mismo que la Realidad, tiene que defenderse, tiene que sostenerse, es su esencia; y por tanto, tiene que, sin más, eliminar cualesquiera grietas, cualesquiera posibilidades de que a alguien se le ocurran locuras como preguntarse por las cosas; o decir "Todo Poder abajo, una pura Anarquía", tiene que guardarse de eso, y la manera de guardarse de eso, es esencialmente positiva, no una prohibición. Es derramar teorías, derramar información, distraer por todos los medios posibles.
- Frente a ello, necesitamos hablar de las cosas.
AGC - Sí.
- Pero esas cosas de las que tenemos que hablar, ¿son más abstractas por ser cosas o más concretas?
AGC - La cosa es lo más abstracto...
- Si yo digo "Ahí hay una cosa que parece un chisme que es como un cacharro verde que tiene como cacharrillas así que parecen hojas..."
AGC - No, no: eso ya te digo, en las lenguas corrientes a la palabra 'cosa' no hay ninguna que la supere. No puede haber ninguna que la supere en abstracción.
- Sí, pero es que lo que necesitamos y reclamamos ¿es abstracción o... o cuanto más abstracción concedamos, más nos van a dar en el cogote?
AGC - Eso ya es otra cuestión táctica a la que ahora pasaremos, pero por lo pronto, lo que conviene... lo que conviene es darse cuenta de lo negativo.
- Que yo no más quería comentar es que yo creo que la información y la teoría realmente hacen verdad, pero sólo en la medida en que uno mismo está convencido de que la teoría y la información hacen verdad. Por ejemplo, estoy pensando que si yo voy con un campesino o con alguien que no le interesa lo que pasa en la ciudad, y yo le hablo de Física, él simplemente no le va a interesar ni le va a importar la información que yo le pueda dar, él está preocupado más en su Realidad. Entonces, que realmente...
- Nego, este... disculpa [por la interrupción], es que ese ejemplo me revienta mucho: el otro día estuve en el campo, allá, fuimos a estar dos amigos, fuimos a comprar una bomba para el pozo, y lo primero de lo que me informó amablemente el campesino que tenía la bomba para el pozo, me dice "Ten en cuenta que esta es una bomba de aspiración, es decir, no puede funcionar para desniveles de más de ocho metros". Esa es una información de Física cojonuda.
- Pero es una información que está interesada por el..., al fin y al cabo, por el Dinero.
- No digas que no está interesado por la Física, niego la primera.
AGC - Pero es que hablas más bien de que te salte... que te pongas a escuchar una teoría física como por ejemplo la teoría de la relatividad, o así.
- Claro. Exacto. Yo digo que cuando una cosa física tiene aplicable al Dinero...
AGC - Sin embargo -aunque el ejemplo de Alejandro es un poco distinto- sin embargo, algún venenillo siempre le meterán, sí. Porque cualquier prójimo, por muy campesino que sea, te oye; y si le sueltas algo respecto a una teoría física, pues algo cogerá, lo entenderá mal -como todo Cristo-, como todo Cristo: mal; lo entenderá mal pero algún daño ya le estará haciendo, le estará contribuyendo a su formación de la idea del mundo. Sí.
- Por una parte, entiendo lo de que "no se puede hacer nada desde casa", porque parece que lo único que se podría hacer sería defender lo que se tiene ¿no?
AGC - Eso: que es lo que se hace.
- Sí. Pero por otra parte, y bueno, decíamos la teo-... hacer teoría, sería como también hacerlo desde dentro de casa ¿no?, como sería un caso de lo mismo ¿no?; pero por otra parte, a mí me parece que no se sabe cuándo puede pasar algo; que no hay manera de saber cuándo va a pasar algo. A lo mejor precisamente en esa defensa llega un punto en el que rompe por sí misma ¿no?, se denuncia a sí misma. Que la teoría también pueda ser como una técnica, que acabe desvelando su propia mentira, igual que en el teatro, igual que... no sé, a veces me parece que... que no se sabe dónde puede pasar algo de verdad ¿no?
AGC - Sí. Algo en ese sentido ya también antes Alejandro... pero yo creo que esta confianza sólo se puede mantener de una manera g e n e r a l, porque lo otro es lo que los camaradas comunistas hace muchos años sostenían siempre: las contradicciones. "Las contradicciones del propio Régimen Capitalista en el Progreso mismo del Régimen se van a manifestar y lo van a hacer estallar". Una cosa que de una manera un poco más modesta y más imbécil se decía también de la Dictadura española "La cosa por su propio progreso puede llegar a un extremo en que esto ya no se pueda sostener ni un momento más y estalle". Tantos de nuestros queridos abuelos y tíos habrán muerto en esa esperanza, bajo la Dictadura ¿no?
En general, sí. 'En general' quiere decir -a lo que vamos a pasar ahora-: que eso es la verdad, que siempre en cualquier sitio, en el momento más inesperado puede pasar algo; lo cual quiere decir que las posibilidades son sin fin. Por eso era importante pasar y voy a pasar, porque si no, me temo que dentro de un rato el calor nos vaya... nos vaya a echar de aquí.
- El otro día (perdón, un momentito, cómo el Poder enseguida opera para recuperar e integrar las cosas) el otro día unos currantes se echaron a parar las pistas de los aviones porque habían desbordao a los Sindicatos y a todo el mundo; bueno, pues resulta que toda la banda de gente que viaja para mover el Capital y poder sostenerlo por esa forma de turismo; en los periódicos, en las radios, en todas partes, clamaban al Gobierno para que hiciera una Ley durísima que jamás pudieran protestar de esa manera. Si les quedaba un resquicio que era tirarse a la pista, salir de la oficina o dejar la maleta que tenían que llevar, ya todo el mundo, las masas, todas bien uniformadas, bien disciplinadas, clamando al Gobierno una Ley que tiene que juzgarlos y hasta condenarlos.
AGC - Sí, sí. Eso es un ejemplo un poco extremado pero que se repite una y otra vez; la gente hasta tal punto ha admitido la necesidad del Poder, y por tanto, de la Ley, que cuando una cosa le sale mal, a muchos -mayorías- se les ocurre pedir otra Ley más dura que remedie eso y que nunca vuelva a pasar. Es una estupidez a la que asistimos todos los días. Hace, tal vez, veintitantos años o treinta, uno encontraba que los taxistas -cuando empezaba a ponerse Madrid y cualquier sitio, inhabitable por culpa de los automóviles- cada día pues tendían a exigir Leyes, decían "Es que el Alcalde o quien fuera tenía que poner una Ley para esto y para lo otro, es que tenían que hacerse veredas para autos y para taxis, y además, si las veredas no bastan, tenían que hacerse -como se llegaron a hacer- pequeñas tapias; pequeñas tapias que separaran la vereda del auto y del taxi". Se les ocurrían nuevas Leyes, nuevas Regulaciones que pudieran resolver el problema. Claro, después de veintitantos años, ya no se oye a ningún taxista decir esas cosas, ni a nadie ya, -vamos- porque la evidencia va siendo que no hay ninguna Ley imaginable que pueda parar el desastre del automóvil ¿no? Que va siendo por lo menos lo bastante evidente para que no haya muchos ánimos... Bueno, no: estoy exagerando, estoy hablando muy bien de las mayorías; a muchos todavía seguro que les quedan ánimos de decir que hay manera de regular y...
- No: ahora con el carné este que se han inventado ahora...
AGC - El carné de puntos.
- Dicen que van a llegar a ser menos de trescientos los muertos en el mes de julio, que es un éxito.
AGC - Eso: que van a quitar trescientos muertos de menos. Claro, eso, desde luego, son casi nada más que los medios y las empresas que están detrás, a la gente ya ahí -yo creo- que no es mucha la gente a la que eso... a la que eso le convence ni le dice nada ¿no?, el desastre se hace de por sí lo bastante evidente.
- Yo lo veo de que ese mismo individuo que sale a la pista a cerrarla para encerrar los aviones, porque cree que va a perder su puesto de trabajo, es el mismo individuo que en un momento determinado está en el lado contrario; si esa persona va a coger el avión, se cagaría en Dios y sería un currito también, igual. Ese mismo currito, es decir que uno mismo puede ser esos dos factores, esas dos...
AGC - Sí, sí. Pero a condición de que no descubra que las dos Leyes, la que le toca a él y la que le toca al otro, son la misma. Eso, no; él tiene que...
- []
AGC - Tú lo ves, pero él, no. Él, no; él no ve más que una Ley cada vez ¿no?, esa es la condición ¿no? Sí.
- Yo creo que lo más... lo más peligroso de estar dentro de la Realidad y utilizar los métodos de la Realidad es que tenemos que apelar, al utilizar métodos rechazables, tenemos que apelar siempre a la buena fe, la buena voluntad, lo que es todavía más peligroso, parece todavía más peligroso; y porque entonces, uno entra en la aspiración de controlar el Dinero, el Capital, los medios, las armas, lo que sea, y eso se hace en función de que tú eres de los elegidos para llevar esa función de control social. Entonces la cosa es todavía más peligrosa. En la medida que esto se acentúa...
AGC - Sí. Pero eso se ha establecido porque hasta dentro de los Órganos políticos se introduce la moral, y como entonces hay casos de supuestos gobernantes y agentes de mala fe, prevaricadores, (¿cómo más se dice eso de lo de los fondos?).
- Malversador de fondos.
AGC - Como hay de esos, como hay malversadores y todo lo demás, pues entonces, claro, entonces también hasta dentro de la Política resulta que hay prohombres de buena fe, son muy buenos.
- Si yo soy un super... lo que sea, salazista, es lógico que aporten y... mi honradez y mis...
AGC - Y además es la mayoría. La mayoría de los gobernantes son hombres de buena fe, se creen todo lo que dicen; es decir, los otros -tergiversadores, prevaricadores, malversadores- son las minorías que hacen falta para sostener la mentira... la mentira de la Fe de los demás. La mayoría son muy buenos, no hay ningún Rey, ningún Papa, que sea cosciente de cómo nos está haciendo la puñeta, lo contrario, todos tienen que creer que están haciendo lo mejor del mundo para su pueblo.
Bueno, esto se va alargando, voy a anunciaros ya de por dónde he estao yo pensando que iba ir la cosa, pero tendrá que ser, si nos dejan, dentro de siete días.
Una vez vista la cosa negativa, tal como la he presentao, naturalmente como al mismo tiempo en esta tertulia jamás se dice "No hay ná que hacer", porque para eso estamos aquí; nunca se dice "No hay ná que hacer", entonces hay que ver en qué sentido eso, no sólo se compagina sino se une con lo otro ¿no?, y esto está ligado justamente con la falta de Fe en que "las cosas son así": la falta de Fe en la Realidad, la falta de Fe en la necesidad del Poder. A la falta de Fe se la podría llamar también -un poco peligrosamente- i m a g i n a c i ó n. 'Imaginación' en el sentido que decía Santa Teresa: 'la loca de la casa'. -'La loca de la casa', si fuera verdad que fuera ese sentido-. Lo que impide hacer nada ni entender nada es la falta de imaginación en ese sentido, es decir, la falta de falta de Fe -la falta de falta de Fe-. La falta de falta de Fe, es decir, la presencia siempre... la presencia siempre en la Fe, en que las cosas son lo que son, algún-... un Poder siempre es necesario.
¿Entendéis bien que esta Fe no se sostiene en nada, que cabe siempre perder esa Fe, que la Fe se pierda? A eso aludía con lo de 'una imaginación loca, desbordada'.
Por otra parte ya sabemos -ya lo estáis oyendo aquí desde siempre- en esta tertulia política se trata de dejar que hable -si puede ser- algo de lo que nos queda de pueblo, que no sean personas. Los que nos juntamos en el Ateneo somos personas, ¡qué se le va a hacer!, eso no cabe duda, incluso algunos son socios y otros tienen que pagar un euro a la entrada, y cosas por el estilo, de manera que no se puede pedir más.
- Pero unos más que otros. ¿No hay unos más que otros? ¿Un poco más personas unos que otros?
AGC - Pero este es el punto... este es el punto que eso no es todo, lo de la falta de Fe para que algo se pueda hacer y algo se pueda descubrir, consiste en eso, en que ni el Poder ha conseguido, ni puede conseguir jamás, una victoria absoluta; ni la Realidad es total, ni la Realidad es todo lo que hay, ni puede estar nunca cerrada. La Realidad está siempre abierta, insegura y descuartizándose por todos los costados. De forma que cualquier posibilidad de hacer y de entender viene justamente de l o q u e n o e x i s t e, s ó l o l o q u e n o e x i s t e puede hacer algo: S ó l o l o q u e n o e x i s t e. Empezando por las cosas que son personas: uno en la medida que existe -con el verbo que se inventó para Dios- uno puede hacer n a d a m á s que lo que está mandado. Ahora, que por ventura no existe del todo, y desde luego, mi sentimiento es que uno nunca existe del todo, que siempre está mal hecho, mal definido, a medias, contradictorio, entonces, eso ya es otra cosa, por ahí puede venir lo más inesperado, cualquier posibilidad. Y esto que digo de las personas, pues tenéis que extenderlo enseguida a la Realidad -a la Realidad sin más, a las cosas-. A las cosas lo que puede, de alguna manera, razonar de, descubrir, y también, actuar, sobre la Realidad, sobre las cosas, es l o q u e n o e x i s t e. Las cosas no pueden hacer más que lo que a las cosas les mandan hacer: ser reales, defenderse, defenderse incluso con teorías y con informaciones; pero como las cosas tampoco están bien hechas del todo, ni las cosas son todas, porque no pueden contarse nunca y demás, amigo, eso va a ser ya otra cosa.
De manera que los motivos para la falta de Fe en eso, yo creo que están -especialmente entre los que lleváis debatiendo mucho tiempo esto conmigo- están de sobra claros: la Realidad no es todo; la gracia de lo que no existe y la fuerza, es justamente esa, y sólo desde ahí -desde fuera- (por emplear el mismo símbolo de la casa) sólo desde fuera de la casa. Porque hay 'fuera'. Y ¿por qué hay 'fuera'? Porque es i m p o s i b l e que la Realidad esté cerrada. Porque es i m p o s i b l e que la Realidad de uno esté cerrada y que uno esté bien hecho del todo, ni siquiera con la realización de su muerte-siempre-futura. Uno nunca está bien hecho del todo, está condenado a muerte pero...
De manera que, ya sabéis de dónde viene al mismo tiempo cualquier fuerza, ocurrencia y gracia para una acción política contra la Realidad y al mismo tiempo alguna fuerza o gracia para el descubrimiento, el entendimiento.
Por eso empezaba con la condición del distraerse con las Realidades diversas, pero esto a su vez, me llevaba antes, y ahora me sigue llevando (sólo que se ha hecho muy tarde) a volver sobre esto de cómo es la relación entre las cosas -entre la Realidad- y las posibilidades sin fin, porque ahí tenemos -me parece- que volver otra vez a sacar lo que Mercedes sacaba antes: la función de los ideales irrealizables que, sin embargo, rigen la Realidad, y algo más, que tiene que ver con el hecho de que los bordes de la Realidad nunca son bordes bien definidos, y el hecho (hombre, aunque empleo una especie de metáfora geométrica y casi desbordadora, pero bueno, que no os engañen mucho ¿no?) nunca están bien definidos, y eso implica respecto a las relaciones de las cosas de la Realidad con lo sinfín, más de lo que hemos dicho, más de aquello de la costante adquisición de cosas a partir de lo que eran simples posibilidades.
De manera que si seguimos vivos, y no tontos del todo (que es cosa que nos puede pasar en cualquier momento) pues, si el Señor nos deja, dentro de siete días tenemos que empezar a atacar las cosas por ahí, a ver si con un poco menos de calor de paso también, pero hoy vamos a cortar ya sin más [].