25.08.2014

Tertulia Política número 39 (20 de Septiembre de 2006)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

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TRANSCRIPCIÓN:

 

 

Vamos entonces a reanudar un poco esta... esta guerra en la que estamos metidos, o medio metidos, o resistiéndonos a meternos, y me parece que conviene que -antes de volver sobre las cuestiones de la transición, la indecisión entre lo que existe y lo que no existe, por el camino de los mostrativos, o por el camino de lo subcosciente- repasemos un poco de los descubrimientos fundamentales que nos han metido en esta aventura de dejarse caer, dejarse hundir en lo sin fin, en lo desconocido, en lo que la Realidad misma -las cosas- se están continuamente hundiendo y perdiendo, al mismo tiempo que, en sentido contrario, defendiéndose de esa caída o de esa perdición -nosotros lo mismo que las cosas-.


Ya sabéis que este descubrimiento o tentación del dejarse caer -de la caída- partía de una cosa muy elemental -demasiado elemental- que es el descubrir que la Realidad no es todo lo que hay. El descubrimiento se formulaba así -se nos formuló así-: "la Realidad no es todo lo que hay", que es una proclamación derechamente contraria a lo que la Realidad misma, el Poder y sus Medios, están todos los días, de una manera o de otra, sosteniendo (que la Realidad es todo lo que hay).


Lo que pasa con esa fórmula es que el término 'Realidad', lo mismo que el término 'existir' -que le corresponde en nuestro uso estrictamente- son términos de las escuelas, y vuelvo a animaros a que recordéis que esto puede formularse también en lengua corriente -sin emplear 'Realidad' ni 'existencia'- diciendo que "Las cosas no son todas". "Que las cosas no son todas", es  decir, enunciando una incompatibilidad entre 'todo' y eso de las 'cosas' -o con el nombre culto: 'la Realidad', 'la existencia'.


'Todo', y por tanto, lo mismo 'nada', son lo que hemos venido llamando 'ideales' y, desde luego, se contraponen por un lado a lo sin fin, la verdad, que es justamente lo que no se sabe, lo desconocido, lo sin fin. Se contrapone, por un lado, derechamente a eso; no cabe casamiento entre sin fin y 'todo'.


Toda nuestra Historia, y la Historia especialmente de Filosofías y Ciencias, incluso Matemáticas al servicio de la Ciencia, es una Historia de intento de domesticar lo sin fin llamándolo 'el infinito' y haciéndolo compatible con la idea de 'todo', que implica (no hace falta razonarlo) la idea de 'fin'; la idea de 'fin' precisamente: 'todo' sin fin, y lo  mismo: 'nada' sin fin, no tiene sentido... no tiene sentido ninguno: 'todo' y 'nada' son límites, ideales, y no casan con esa evidencia de la verdad, de lo sin fin, de lo indefinido, de lo sin fin, indefinición, que es justamente en lo que toda la trama de la Realidad, las cosas y nosotros, se están -nos estamos- hundiendo continuamente. 'Continuo', que es otro de los inconcebibles, es otra aparición de la verdad, que es justamente 'lo inconcebible', lo que no se sabe, como sin fin, y como todo lo demás.

Cuando 'todo', y por lo tanto, también 'nada', se contraponen... se contraponen a 'cosas' -a la Realidad-, eso es otra cuestión. Esto, por lo menos los que habéis estado conmigo estas últimas sesiones, ya lo hemos repasado largamente: 'fin', 'límite', 'todo', 'nada', por tanto, 'uno', son irrealizables, no son cosas, no pertenecen directamente a la Realidad, pero al mismo tiempo, están rigiendo la Realidad, sosteniéndola. Los ideales cumplen una función necesaria para eso: 'es verdad que las cosas no son todas'. Es verdad, por tanto, que cada cosa no es nunca del todo la que es. Las cosas -la Realidad- es sólo aproximativa, indefinida -en ese sentido-, pero al mismo tiempo, para su sostenimiento requiere ideales, requiere la creencia en que 'uno es uno', en que 'las cosas son todas', o 'son nada'. Es decir, falsificaciones necesarias que están sostenidas justamente por estos entes... por estos entes ideales. De manera que es de una manera muy distinta como 'todo', 'nada', 'límite', 'números exactos', 'fin', se contrapone y resulta irrealizable con las cosas, y la manera más elemental en que simplemente la infinitud no domesticada -lo sin fin- es, pese a todos los intentos -también los científicos y los filosóficos-, incasable con lo de 'todo'. 'Casarlos' quiere decir que lo sin fin tenga fin, porque sólo con 'fin' se puede... puede tener algún sentido decir lo de 'todo' o 'nada' (que da lo mismo).
 

Esa es en las dos maneras que quería recordaros en cuanto a la contraposición de 'todo' o 'nada' con la 'verdad' desconocida, inconcebible, sin fin, y por otro lado, con las 'cosas' y con 'nosotros'.


No sé si esto está para todos lo bastante claro, supongo que todavía podéis ayudar un poco con algunas de vuestras dudas, de manera que antes de seguir adelante, voy a parar en esto para que los que tengan todavía de entre vosotros esto: un deseo o una tentación de dudar, la saquen aquí, porque eso es lo que nos mueve... nos mueve en esta guerra, si no, no tendría sentido esta tertulia política que pretende ser algo en que los que nos queda de... lo que nos queda de pueblo-que-no-existe, aprovechando las inexactitudes e imperfecciones de las cosas y de nosotros, osa o intenta hablar a través de nosotros y contra nosotros. De manera que las dudas, las indecisiones, las vacilaciones, es procedimiento elemental para que esta guerra siga adelante.


- Veo que no he entendido bien: las cosas costruyen la Realidad...


AGC - No: las cosas son la Realidad. 'Realidad' es un término culto que se emplea para lo que hemos tenido que llamar 'un conjunto cerrado', porque evidentemente las cosas no sólo están relacionadas entre sí, sino que en algún sentido, 'todas cuantas haya' están relacionadas entre sí, por tanto, eso permite decir 'conjunto', y luego añadir 'no cerrado'.


- Pero ¿están relacionadas entre sí, por ejemplo, mediante las ideas?


AGC - No, no: están relacionadas entre sí como cosas, hasta el punto de que sin relaciones, las cosas son inconcebibles. Esto es una cosa que aprovechando a los físicos, más o menos desviados, hemos utilizado ¿no?, más de una vez. Las relaciones... las relaciones pueden tener algún sentido como 'antes que las cosas mismas'. Como se ve en todas las especulaciones respecto a electrones -por ejemplo- y campo, o fotones y campo, donde lo que... lo uno sostiene a lo otro, y no se puede concebir... no se puede concebir como dado de por sí -el electrón, la cosa- si no es en cuanto metido en una red de relaciones, que digo que tendría que ser de 'todas cuantas' -entre sí- siguiendo un poco en esto las ocurrencias de [Mach] y de algunos otros que le han seguido ¿no?, donde efectivamente se ve que esto de las relaciones no queda afectado ni por las distancias, ni por separaciones de ningún otro orden. Pero aquí hay que decir 'todas cuantas', lo cual, como no se puede decir 'todas' (esto creo que lo dejé al final del ¿Qué es lo que pasa?, lo dejé escrito) hay que decir 'todas cuantas' -'todas cuantas', las cosas- pero como las cosas no son 'todas', esto de 'todas cuantas' nos lanza (alguno de vosotros ha estado conmigo en esto), nos lanza al eventual, es decir, 'todas cuantas' quiere decir 'todas cuantas haya o vaya habiendo', porque las cosas precisamente nunca pueden ser 'todas' porque siempre están entrando; siempre están entrando otras, y por tanto, ocasionando cambios, cambios dentro de las que ya había ¿no? De manera que 'todas cuantas' -relaciones entre 'todas cuantas'- querría exactamente decir 'todas cuantas haya', 'todas cuantas vaya habiendo', porque en ningún momento la Realidad está costituida como un conjunto cerrado. Pero, a lo que ibas.


- Sí, a lo que iba: pero estas relaciones, ¿no son ideas ni son cosas?


AGC - No son cosas. Son ideas, pero ideas de orden superior al que (no sé si con mucha... mucho acierto) llamo 'ideales'.


- A la pregunta mía ¿las cosas son la Realidad y las ideas ayudan a costruir con las cosas, o las cosas, nuevas cosas...?


AGC - No, no: las cosas -ya, como sabes- es sólo... (esto ya tienes que aclarar de siempre), las cosas están costituidas en principio por un semantema y un cuantificador. Por una idea o significado y la cuantificación que le acompaña. Bien, y entonces... la duda, la duda más a fondo, ¿cuál?


- ¿Cuál es la diferencia entre cosa e ideas, y si ambas costruyen Realidad? o...


AGC - Idea es... idea es una mitad de la cosa. 'Cosa' quiere decir 'idea más cuantificador'. Cosa... idea es una mitad de la cosa. Luego estos ideales -'todo', 'nada', 'límite', 'número', 'número exacto'- tienen la... no... no pueden decir que sean cosas porque son justamente 'irrealizables', no pueden dar lugar a ninguna especie de cosa, y al mismo tiempo, para mantener la Realidad, la falsificación de la Realidad, son necesarios. Es preciso que uno se crea que de verdad es 'uno', que uno crea que 'una silla' es del todo 'una silla' sin más; sin más dudas ni más...


- A lo mejor, lo que estoy preguntando es ¿qué es antes, si el huevo o la gallina? ¿Si de las relaciones entre las cosas abstraemos las ideas, o las ideas están llamadas por las cosas?

AGC - No, no, no: las cosas están hechas por las ideas. Las cosas están hechas por las ideas, y 'las ideas' quiere decir 'significado de las palabras en un idioma cualquiera', no pueden ser... no puede ser nin...


 - Ese significado abstracto, ¿lo hemos abstraído de... de lo discontinuo, o de... de lo blanco de ver muchas cosas repetidas y... y separar un carácter que tenemos común?, o sea, que ¿qué es antes, la idea o la cosa?  

AGC - Pero si no puede decirse eso. La cosa está 'costituida por'. No hay cosa... no hay cosa, no hay un 'existente' que no esté costituido a mitad por 'idea'. Es decir -lo que tantas veces hemos dicho-, puede que por ahí, donde no se sabe, haya algo como 'rosas' o que huele a 'rosas', pero que una 'rosa' exista sin el nombre, sin la idea, eso es una estupidez. No tiene... no tiene ni sentido. Esa es la condición de la 'existencia' o Realidad (que viene a ser lo mismo). Bueno, más y más dudas de otros lados. Sí.


- Yo también estaba ahí, con lo de la idea y lo del ideal. Vamos a ver: si dices que 'todo' y 'nada' que son ideales ¿no?, son ideales por irrealizables, entonces, 'sin fin' también es ideal por irrealizable.


AGC - No: 'sin fin' es justamente la negación.


- Pero es irrealizable.


AGC - La negación. ¿Es irrealizable lo 'sin fin', que es la verdad, lo desconocido?, ¿qué decís a eso algunos de vosotros?


- Yo entiendo que es la otra frontera, de lo que no podemos hablar. Precisamente estamos hablando de lo que sí podemos hablar y siempre hay un punto (porque yo lo que le estoy...) hay un punto al otro lao que es eso de la verdad, o sea, tenemos referencia porque estamos en la Realidad, tenemos referencia de esa verdad, de ese sin fin, algo nos queda que nos dice que... pero...


AGC - No acabo de seguirte muy bien ¿eh? No acabo de seguirte muy bien. No olvidéis, por si acaso, que nosotros no somos distintos de las demás cosas -fuera todo... todo humanismo-, 'hombre' es un caso... un caso de cosas y nosotros, como reales -igual que las cosas- lo que hacemos es estar costantemente engañándonos, creyendo, tragándonos lo que no es verdad, porque si no, no hay quien subsista. La condición de la existencia es la mentira, el engaño. De manera que nada de eso, lo que pasa es que se ve que no está tan perfectamente tramado el engaño que no nos permita  a c a s o  descubrir que era mentira, que nos estamos hundiendo -las cosas y nosotros- en lo... en la verdad inconcebible, que es lo sin fin -que es lo sin fin-.


- Yo quería comentar una cosa que tiene que ver con lo de 'inconcebible' y que no he contado nunca pero que siempre he recordado, y es cuando en Matemáticas, en el colegio se quiere explicar 'el infinito', yo recuerdo perfectamente (entonces era pequeña porque eso se da enseguida) que dijo la profesora "Vamos a hablar de... ahora del infinito", yo dije "¡Hostia!". En serio, me acuerdo perfectamente que pensé "¡Joder!". Y de pronto, hizo el churro en la pizarra del infinito. Yo recuerdo perfectamente todavía el asco que me dio aquello. Y pensé "¡Joder!, así cualquiera". Y ese asco del churro, no se me ha quitado nunca. Entonces, yo sigo sospechando que incluso el churro es mentira.


AGC - No, no...


- Por más que yo pueda decir que las Matemáticas son una belleza y [] y punto pelota y lo que quiera. Pero el asco del churro, desde luego a mí nunca se me ha quitado. Y creo que lo más cercano que se puede decir de eso es que "¡Joder!, que es inconcebible", pero qué churro... y el que hace el churro ¿se lo cree? Hombre, yo ahora cuando [] lo hago, ni me lo creo, pero desde luego tengo que hacer un esfuerzo ¿eh?


AGC - Es hacer 'fin' (ponerle fin a lo infinito). Gracias, te agradecemos tu testimonio, pero es lo que... es lo que he dicho. Desde que nos acordamos y tenemos sobre todo registro escrito, todo el intento de la Ciencia -de la Matemática al servicio de la Ciencia por tanto- y toda Filosofía, ha sido 'c a s a r', 'casar' eso. Hacer que efectivamente eso de lo sin fin, que desborda de toda Realidad, resulte concebible de alguna manera dentro de la Realidad. Ya veis la reducción a ideales. En cualquier integración, os encontraréis con que 'infinito' puede figurar como límite; y figurar como límite -es decir, lo mismo que puede figurar como límite 'uno', o 'cero'-, figurar como límite quiere decir naturalmente, pues condenarlo a ser lo que no era; a ser lo que tenía la gracia de no ser ¿no? Esa es la trampa perpetua. Pero ¿qué más dudas y ocurrencias? A ver.


- [..]


AGC - Perdón.


- Allí, al final.


AGC - ¡Ah!, que estaba antes, sí. Perdona.


- Sí. Que yo un tema, no sé, que no tengo claro ni qué sucede, ¿hasta qué punto...?


- No se oye nada.


- ¿Hasta qué punto la idea de nacimiento y muerte se podrían... se podía decir que son ideales, o si se puede decir que son ideales?, porque a mí no me lo parecen tan puro como... como... otros, porque allí pasa algo ¿no?, o sea, parece que estas ideas se refieren a algo que ocurre, [aunque no sé yo] [], entonces, ¿hasta qué punto son ideales porque [] mucho? y ¿hasta qué punto se podría decir que no son como los ideales [porque la Realidad pertenece a la Realidad], pero la creencia...


AGC - No sé...


- Es que...


AGC - No sé. Esto -Ric, tú que nos acompañas casi costantemente- no debía ocurrírsete esto. No debía ocurrírsete esto porque... porque debías acordarte de que 'muerte' -'muerte'- nunca está aquí; 'muerte' es un Futuro perpetuo; muerte es siempre futura; muerte de 'uno' -que a su vez es un ideal- es siempre... es siempre futura, y por lo tanto, tiene... tiene esta condición de 'ideal', como todo el Futuro. Ya sabéis que 'Futuro' quiere decir 'el Tiempo real'; el Tiempo real, el Tiempo del Dinero, que consiste esencialmente en Futuro y, que naturalmente, pues ya se sabe, es irrealizable; es irrealizable pero rige, y rige la muerte de uno hasta el punto de que costituye a uno. Uno tenía que [], uno está costituido por su condena a muerte, por la imposición de este Futuro. Uno empieza a ser el que es, justamente en el momento de su condena a muerte, eso es lo que le da 'ser'. Porque el otro 'nacimiento' no tiene nada que ver. Ya se sabe que nacimiento es un trampantojo muy... muy superficial. Se le quiere hacer creer a la gente que esto de llegar a ser en el momento de adquirir conciencia, en el momento de la condena a muerte, es algo que se puede sustituir por un nacimiento, cuando -por ejemplo- el niño sale del vientre de su madre, ¡qué coños tendrá que ver lo uno con lo otro! Pero sin embargo, aunque no puede tener nada que ver, pues ese trampantojo se está utilizando a cada paso. Ya sabéis que uno -como cualquier otro ser bien costituido- no nace nunca -no nace nunca-, lo único que le pasa es que está condenado a muerte, y eso es lo que le da el ser. El nacimiento es algo que alude a salirse de lo sin fin, a la entrada en la Realidad. Es decir, que vuelve a plantearnos la cuestión de... de límite o transición entre lo que no existe y lo que existe. Eso es, tomado con una cierta honradez, sería a lo que alude el nacimiento.


Perdona, no sé si había antes, creo que sí, es como... como queráis, no os disputéis por el orden.


- Sí. Hoy, una pregunta corta; una pregunta [] Sobre esto que estás diciendo 'principio y fin', en algún sentido, la Religión cuando habla de Dios, está haciendo un poco lo... o si es cuando la Teología o eso, o sea, habla de Dios lo que tú estás diciendo, porque dice de Dios 'principio y fin de todas las cosas'. Entonces, ahí sí que mete la palabra 'cosa' como en la Realidad, la Religión.


AGC - Hasta el punto de que tenían que hacer que Dios, aparte de pretender ser por un lado omni -todo-, y por otro lado 'infinito', al mismo tiempo fuera 'la Realidad de las Realidades'.


- Pero principio y fin...

AGC - La Realidad de las Realidades Él mismo: la Realidad de las Realidades, que es lo que en la Religión dominante hoy día cunde, el Dinero es eso ¿no? 'Dinero', la Realidad de las Realidades quiere decir justamente eso.


- Sólo era eso.


AGC - Sí.


- Sí. Cuando has dicho antes, "las..." (no recuerdo cómo exactamente ha sido) "las cosas cuantas aparezcan, o cuantas cosas haya, o..."


AGC - 'Todas cuantas'.


- "Todas cuantas", sí; o lo de decir sin fin, o decir infinito, como en relación, lo que parece que le estorba es un proceso interactivo, repetido, o sea, todo cuanto venga, o sea, que se da la Ley de formación y... eso parece que nos es más aceptable, más inteligible, más... ¿cuál sería la diferencia entre que aceptemos más eso como proceso que permite repetirse o... o el no pasar por ese... por entenderlo como sucesivo?, como el paso al límite en la integración o []?


AGC - No tiene mucho que ver, no. Vamos a ver: lo que...


- Si se vuelve a repetir, parece que...


AGC - Lo que recuerdas -supongo conmigo- es que decimos que 'mientras continuamente -lo cual es inconcebible- nos estamos hundiendo en la verdad, en lo que no se sabe -las cosas y nosotros- al mismo tiempo nos estamos -en el sentido contrario- defendiendo'; defendiendo de eso, sosteniendo nuestra existencia, porque necesita sostenerse, porque ella como es una falsedad no se sostiene sola, necesita sostenerse, y esto ya se hace, no continuamente, sino costantemente, por lo cual, entran nuevas cosas, (pues por decirlo así) se bautizan y entran ya a formar parte de la Realidad y se las cuenta, y esto acarrea consigo un cambio entre las relaciones. Simplemente... simplemente eso ¿no?, es ese el... el proceso esencial.


- Lo digo de alguna otra manera: que... que aceptamos como... como continuo lo que... la repetición del discreto, o sea, la...


AGC - 'Continuo' es inconcebible.


- Sí, pero...


AGC - Y 'continuo' es lo mismo que sin fin; y la Ciencia y la Matemática trata de captarlo y, naturalmente, fracasa una y otra vez ¿no? Nos estamos continuamente hundiendo: AHORA (tengo que volver otra vez a hacer lo que siempre hago incluso con cualesquiera niños o... o no tan niños, antes de  que se plantee esto) AHORA es la muestra de la verdad, AHORA, es decir, algo que cuando se ha dicho ya no es AHORA, esta es la condición. Eso... eso presenta la... [me da de] evidente los inconcebibles: AHORA, continuo, sin fin.


- Sí, pero que parece que nos es más aceptable o una aproximación a lo continuo cuando decimos que es discreto pero repetido cuantas veces sean.


AGC - Sí, sí. Es que, en cambio, la Realidad es  d i s c o n t i n u a. Son cosas de las... sobre las que hemos vuelto a decir más de una vez. La verdad como es inconcebible, porque es lo continuo, lo sin fin inconcebible, es la verdad, lo que no se sabe; pero la Realidad es discontinua. Sin... sin separación de cosas distintas no cabría cuantificación, y sin  cuantificación de las cosas -'unas cuantas' que pretenden ser la misma para poderse sumar- no habría tampoco idea de la cosa; la una... la una sostiene... sostiene a la otra ¿no? De manera que es así como son los procesos contradictorios en los que estamos metidos. A ver.


- Sí. Hay otros ideales, aparte de los de 'todo' o 'nada', que se llaman más corrientemente ideales, como 'ideal de bien', 'de justicia', 'la verdad' (también lo [utilizan] como un ideal), también son irrealizables, pero me parecen de distinto orden, puesto que los de 'todo' y 'nada', que por otro lado 'todo' y 'nada' son cuantificadores; entonces, ¿cómo... cómo se puede ordenar eso', esos ideales ¿qué consideración tienen?


AGC - Sí, sí, Hay tipos. Hay tipos de ideales, aparte de los que has recordado, digamos que...


- Sí: están luego los de 'esfera'...


AGC - ¿Eh?


- Por ejemplo, el ideal de 'punto', el ideal de 'esfera', ideales matemáticos, esos están por otro lado.


AGC - Están en medio: el ideal de 'punto', el ideal de 'esfera', está el ideal de 'reposo absoluto', el ideal de 'movimiento rectilíneo uniforme', todos los cuales son perfectamente irrealizables, pero necesarios para regir de una manera o de otra. Y luego, sí, están efectivamente los ideales que manejan los políticos y...


- Yo no sé si son todos ideales, porque todos participan de eso del 'todo', o sea, el ideal de 'justicia' es que se [falla] justicia total, justicia completa.

AGC - Sí.


- Que el ideal de 'reposo' es que el reposo sea total.


AGC - Sí. Con lo de la 'justicia' te puedes apoyar en... en la imagen tradicional de la justicia con la balanza, aparte de la espada. Justicia quiere decir que se llegara a una exactitud absoluta en el equilibrio entre los dos platillos: irrealizable, pero como ideal: necesario. Es decir, si  a alguien le dicen "Bueno, la justicia es una cosa aproximativa, podemos ir tirando, ser más o menos justos", pues evidentemente ninguna Religión ni ningún Estado se va a contentar con eso, sabría que eso no iba a marchar. Es preciso imbuir; imbuir la idea del... del límite, del ideal, y decir... luego ya decir... decir modestamente "Sí, bueno, ya sabemos que nadie puede llegar a ser justo del todo, pero...", manteniendo la idea de que 'hay una justicia'; 'hay una justicia total realizada'.


- Me sugería con la frase ésta que has dicho que es más corriente "las cosas no son todas", que, la verdad es que me parece muy poco corriente, me parece muy rara...


AGC - Bueno, pero está hecha...


- []

AGC - Pero está hecha con palabras de... con palabras de la lengua corriente. Es por rehuir terminajos como 'Realidad' o 'existencia' que se inventaron las escuelas para Dios. Para si se... si se puede llegar a traducir eso a lengua vulgar, 'las cosas no son todas'...


- []


AGC - 'Las cosas no son todas' -'las'-, 'las', queriendo decir 'las cosas en su máxima generalidad', las cosas que se llaman...


- []


AGC - Las cosas que se llaman 'cosas', los existentes -pasando al término culto-, las cosas que se llaman 'cosas' no son todas; y por tanto, y por tanto, cada una de ellas no es nunca del todo 'una'; no es nunca del todo la que es, porque lo uno... lo uno va con lo otro. Bueno, es simplemente por...


- Los..., bueno, ya por... por acabar la pregunta, por ejemplo, la idea de 'silla' simplemente, eso ¿se puede contar también como ideal -el ideal del sillero, por ejemplo- o...?

AGC -No: basta con idea. Para eso, basta con idea.


- ¿No es también propiamente irrealizable?


AGC - Para eso, basta con idea; porque es realizable, porque se hacen 'sillas'.


- También se hace justicia ¿no?


AGC - ¿"También"?


- También se hace justicia.


AGC - No: no se hace justicia nunca.


- También se descubre la verdad.


AGC - Justicia no se hace nunca, pero 'silla' sí. Conviene distinguir. Se hacen sillas; desde luego, ninguna de ellas va a ser 'la silla' -ya se sabe-, ninguna de ellas va a ser 'la silla', las cosas son siempre más o menos lo que son, pero conviene distinguir ¿eh?: justicia no se hace nunca más que en la pretensión, en el ideal, que sirve para hacer todas las cosas que se han hecho a nombre de justicia


-Pero pretender que esto, o que eso, es una silla también... que de verdad es una silla, también es una pretensión.


AGC - Sí. Sería como pretender lo que he dicho: pretender que es 'la silla', y eso no puede ser. Eso es la contradicción costitutiva: una cosa está hecha por su idea y su cuantificación. Tú coges unas cuantas sillas, "Noventa sillas tenemos aquí" y entonces es evidente que, para hacer eso, has tenido que hacer que 'todas las noventa' sean la misma, porque si no... si no, no se podrían... no se podrían sumar cosas heterogéneas ¿no?, y esto es mentira, evidentemente no son la misma, son siempre un poco distintas, cumplen el ideal 'silla' más o menos... perdón, cumplen la idea 'silla' más o menos de lejos, pero así es como están costituidas las cosas, en esa mentira -en esa mentira-. Si no... si no son las 'unas cuantas' no se hace que sean la misma -mentira- no se pueden contar, y si no se pueden contar, entonces la idea misma de la cosa se derrumba, lo uno va con lo otro. En esa mentira está sostenida la Realidad.


Aprovecho... Sí, a ver.


- Lo que [digo] que pasa es lo que yo digo: que si la Realidad no es todo lo que hay, el elemento [...] la cosa no sería todo lo que es, y...

AGC - Lo he dicho varias veces...


- Para eso está el lenguaje precisamente...


AGC - Implica que una cosa -y las cosas no son todas-, implica que una cosa nunca es del todo la que es.


- Nunca es del todo es la que es. Sí, pero para eso está el nombre...


AGC -No, no: si eso ya hemos...


- la []


AGC - El nombre, lo del... ya lo hemos estao diciendo todo el rato.


- No, no: lo del semantema está para eso...


AGC - Las cosas están costituidas por idea y cuantificación.


- ... para que sea todo lo que es.


AGC - Las cosas están costituidas por idea y cuantificación. Para que... para que una 'rosa' exista tiene que haber, en el idioma que sea, un significado, un nombre. Bueno, no nos entretengamos más por ahora. Voy a... voy a seguir... voy a seguir un poco desarrollando cosas de éstas. Ya veo que hay muchos líos todavía, no... no me esperaba tantos. Pero bueno, como no nos cansamos de repetir, y esta guerra está hecha... está hecha mucho a fuerza de repetición, que nunca será repetición del todo, porque por más que se repita, nunca una sesión de tertulia podrá ser lo mismo que la anterior; diciendo siempre lo mismo, nunca se dirá lo mismo. Pues bueno, partamos... partamos de eso.


La defensa que nosotros, las cosas, hacen de su existencia, (por efecto de la falsificación) es lo que nos explicaba -algún día lo vimos- que cualquier Ciencia, Teología, Filosofía -de la que tengamos noticia a lo largo de esta breve Historia de... de unos diez mil añitos-, cualquiera, tiene que armarse líos, confundir, porque son las maneras de sostener la mentira; Filosofía, Teología, Ciencia, son apariciones de esa necesaria defensa costante contra la caída continua en la... en la verdad. Y así no... no es... no es de extrañar el fracaso costante, pero que no impide seguir persiguiendo un éxito, un fin, en el progreso de la Ciencia de todo tipo o de las otras especulaciones, y que nunca pueda haber nada claro, sencillo -no voy a decir en las soluciones, sino en los problemas- en los problemas [], en el propio planteamiento de los problemas. Esta es una... una de las cosas que estamos obligados a observar y sentir por fuera y en nosotros mismos, porque también cada uno tiende... tiende a seguir haciéndose su Filosofía, es decir, sosteniendo su existencia, igual que... igual que, por lo alto, los Señores y las Academias.


Es preciso seguir  c r e y e n d o  -seguir creyendo- porque sin Fe, lo mismo que no hay Poder, no hay Realidad, ni hay tampoco persona. Hay que seguir creyendo, hay que seguir sosteniendo la Fe. Cuando uno renuncia a defender la Realidad -incluida la propia- todos los problemas se vuelven claros, todos los problemas tradicionales de la Ciencia y la Filosofía se vuelven claros. Se vuelven claros, se... se entienden. Pero claro, para eso hace falta pasar por ese trance: renunciar a la Fe; renunciar a la Fe de verdad. Es decir, renunciar a la... renunciar a la Realidad como si fuera efectivamente todo lo que hay. Animarse en este viaje en el que os he metido hace tiempo a algunos: dejarse caer, como que ya está todo perdido de ante mano; dejarse caer en lo que no es Realidad, porque lo hay aunque no existe, aunque no es real; dejarse caer a ver qué pasa, renunciar a la defensa. Sin renunciar a la defensa, sin renunciar a la Fe de esta manera radical, la falsificación de las ideas, de las ideaciones sucesivas, es una necesidad, nunca se podrá uno librar de ellas, esa renuncia es esencial.


Esto me hace volver un momento sobre lo que -desviándome algo, tal vez por culpa mía- en la última sesión, se refería a mi desesperación, mi cabreo     -como queráis decir-, mi incapacidad creciente para sostener todos los horrores de la Realidad, los visibles y espectaculares y los otros ¿no? Hay que aclarar que este cabreo, esta impaciencia, puede por un lado ser algo personal, por ejemplo algo que me pasaba -que me pasaba a mí- porque naturalmente uno está costantemente volviendo a creer en sí mismo, y por tanto haciendo tonterías, y diciendo tonterías ¿no?, que es lo que sucede cuando uno cree en sí mismo (bueno, cuando [cree que puede hacer grandes negocios] ¿eh?, ya se sabe que esa es una condición justamente para cualquier ejecutivo... para cualquier ejecutivo en ciernes ¿no?) Y, efectivamente, cuando uno se pasa cuarenta o cuarenta y tantos años desmintiendo -de todas las maneras que se le ocurren-,  d e s m i n t i e n d o  las creencias de la Realidad, y luego observa que en el ámbito de la Cultura, de las Letras, de las Filosofías, es como si no se hubiera oído nada, no encuentra... no encuentra, sino por el contrario, la repetición incansable de las mismas estupideces que él ha estado desmintiendo desde casi que era un crío, pues cuando a uno le pasa esto, pues efectivamente, eso, si uno se toma un poco en serio, comete el error de tomarse en serio, eso pues puede ser personal, puede ser un cabreo personal -un cabreo personal-, pero conviene advertir que no... no se puede tomar sólo así, porque en realidad lo que desespera, lo que resulta insoportable no es que lo que haga uno no sirva para nada, sino que con ese motivo descubre lo pesado, lo aplastante, lo interminablemente repetido debajo nuevas formas de las ideas, de la Cultura y de todo lo demás, y eso no es personal, en ese momento el cabreo no es personal. El cabreo -el sentir la desesperación- es una cuestión de mera sensibilidad. O lo sientes y te desesperas, o no lo sientes y te conformas, sigues tan tranquilo.


Los horrores -decíamos el otro día-, los horrores están todos sostenidos por la Fe en cualquiera de las formas de Fe que se... que se presente. Me atrevería a decir cosas como que es criminal ponerse a distinguir entre una Fe y otra, porque es una distracción que impide atacar de veras a lo general, que es la Fe sin más; que da lo mismo que sea Fe al estilo de una vieja Religión, que sea la Fe dominante hoy en el Futuro -que quiere decir el Dinero-, o cualquier otra forma de Fe. La Realidad, en el Régimen del Bienestar, necesita Fe para sostenerse, como todas las demás Religiones tiene que imponer... tiene que imponer una Fe, tienen que predicarlo todos los días por los Medios para que se crea y se siga creyendo, igual que con la predicación de las antiguas Religiones, da lo mismo.


Todos los horrores con que tanto nos divierten, o os divierten a los que veáis la televisión o leáis las informaciones, están sostenidos en esa Fe, y el otro día estábamos insistiendo en no distinguir entre Fe, información, Ciencia. De manera que cualquiera de las innumerables discusiones de que los Medios -periódicos, televisión- y las conversaciones de la vida privada están llenas y abarrotadas discutiendo opiniones, poniendo en contra una forma de creencia y otra forma de creencia, son entretenimientos funestos que están costantemente impidiendo que se descubra que es la Fe misma, sin más, el sostén de la Realidad, la que está en la raíz de cualesquiera horrores que se produzcan.


Claro, sólo así se puede vivir, si no contento, por lo menos conforme. El otro día Isabel, a otro propósito o despropósito, sacó... sacó un chiste que es muy bueno, revelador: "Me asomo a la ventana de mi sexto piso y veo que baja por [Ley de] precipitado un hombre y al pasar por la ventana le digo "¿Qué tal?", y me responde "Por ahora, todo bien". Es... es bueno, porque simplemente eso es lo que... eso es lo que nos pasa. Porque no vais a creer ahora que la diferencia entre veinte segundos y setenta años puede tener respecto al problema importancia ninguna -vamos-, sería muy estúpido creer que la diferencia va a contar para nada. La conformidad es la conformidad y, por tanto, la del chiste con sus veinte segundos de caída o la nuestra, pues es... es lo mismo ¿no? La conformidad es en definitiva -como sabéis- conformidad con la muerte que no está nunca aquí, es decir, con las ideas que la... que la Realidad necesita para sostenerse y el Poder. Esa es la conformidad y esa es la que nos obliga a informarnos para distraernos con cualquier tontería; a estudiar para creer que podemos llegar como, en general, los científicos se creen que pueden llegar a una verdad, por ejemplo de la Física; a tragar diarios televisivos para que me sigan informando, es decir, aumentando la Fe. Esta es la condición tremenda... tremenda en la que estamos y, por tanto -como veis- el sentido de esta tertulia, de esta guerra que nos traemos, no puede ser otro que ese, que es el intento del ataque a la Fe, a la conformidad, bajo cualquier forma que se... que se nos presente.


Os voy a -creo que nos dará tiempo-, os voy a dejar pasar ahora palabras otra vez, pero querría por hoy, dejar esto rematao o empezao para otro día con estas consideraciones. Vamos a volver -hoy ya no nos va a dar mucho tiempo- pero vamos a volver, porque es lo que nos traíamos, a aquello de los tránsitos o indecisiones entre lo... lo que existe y lo que no existe pero que lo hay, claro, sin necesidad de existir ¿no?


Recordáis que se nos habían aparecido –digamos- por un lado, por el camino de los deícticos de las lenguas vulgares -puesto que los dialectos formales no tienen deícticos- por el camino del 'aquí', 'AHORA', 'yo' y demás, que de por sí no apuntan a ningún sitio y, para tener un sentido, eso tiene que depender de cada acto de hablar -del acto de hablar- para que 'aquí', 'AHORA', 'yo' tenga algún sentido. Y esto, cuando trataba de compaginarse con la significación y cuantificación que costituye las cosas, nos daba una muestra evidente de la falsificación en que la Realidad se costituye. Cuando decimos "Estos pies", "Esos pies", "Yo, Fulano de Tal", tratando de casar más o menos íntimamente el significado -o si no, el nombre propio- con la indicación, con la indicación perpetuamente pasajera, independiente... dependiente costantemente del acto de hablar, que es lo que da sentido a 'yo', a 'aquí', a 'estos', a 'mis'.


Y por el otro lado -por decir también rápido-, por la vía de lo subcosciente -empleando el término tal como hace muchos años lo he usado para la Gramática de las lenguas- es decir, descubriendo aquellas... aquellas zonas en que han venido a esconderse y a registrarse cosas -por ejemplo términos- que estaban en la conciencia pero que por razones o de censura o meramente técnicas, para facilitar la producción automática de las acciones tenían que subsumirse, y 'subsumirse' quiere decir un acto como de retroceso a lo no cosciente, a lo de verdad no cosciente que es lo sin fin, lo desconcido; y eso por tanto, costituía también ahí otro... otro punto de transición o de vacilación entre lo que existe y lo que no existe.


Pues bien, antes de volver sobre esto -ya, seguramente en la próxima, si llegamos- quería recordar una cosa elemental, que es que frente a aquellos que creen en la Realidad y, por tanto, en la Ciencia, en el Dinero, en la persona, en todas las demás formas de Realidad, cuando ante ataques como estos, os digan con algún motivo que os estáis saliendo del tiesto, que "¿De qué es?", "¿De qué es de lo que quieres hablar si dices que no es real?, y que por eso no se puede hablar de ello", o cualquier otra objeción por el estilo, conviene que ante eso -aparte de recurrir a... a la evidencia de AHORA- recordéis lo que ya los filosofantes saben desde tiempos inmemoriales: que a pesar de toda nuestra Realidad, estamos abiertos y desnudos frente a lo sin fin; y además, por un doble camino -que corresponde más o menos a lo de la transición por los deícticos y a lo otro-. Uno de los caminos es el cielo -el cielo [aquél]-. Todas las trampas, las ideaciones, las galaxias, los Big Bangs y todas las puñetas, no van a curar; no van a curarnos de esa desnudez a que -queramos o no- estamos sometidos, simplemente con estar colocados y levantar la vista -si queremos- bajo el cielo sereno. De manera que efectivamente, la Realidad es la Realidad, y [...]  de esas maneras, pero todo su espesor y pesadez no nos priva de estar desnudos para la directa entrada de lo no real, de lo sin fin, en contra nuestra o para nuestro descubrimiento.


Esto, dicho de una manera más o menos filosófica, se ha sabido desde siempre, esta es una de las []; lo que me importa a mí es hacer notar que frente a toda la Fe, la conformidad, la espesura, textura de cosas de la Realidad, sin embargo, lo sin fin está abierto para nosotros. Cuando decimos que caemos en lo sin fin, no estamos diciendo ninguna cosa Metafísica en cuanto distinta a la Física, es lo que pasa, y la evidencia se nos da -si no la estropeamos con ideas- se nos da simplemente ante eso. Estamos perdidos, estamos perdidos de todas maneras ¿qué más da dejarse perder con un poco más de gracia de vez en cuando?, ¿no?


El otro camino, pues es el de -ya sabéis- el de intentar penetrar en uno mismo. Es el camino que va por el... por lo que decíamos de los deícticos 'yo'. 'Yo' (como ya cientos de veces me habréis oído decir), 'el yo' no soy 'yo'; 'yo' no soy 'el yo'; 'yo' no soy 'el yo'. 'El yo' es la falsificación psicológica, filosófica, lo que se quiera. Penetrar en uno mismo, escarbar despiadadamente en la mentira de la conciencia (porque la conciencia personal es por fuerza mentirosa, como el resto de la Realidad), es lo que se decía en uno de los restos del libro de... de Heráclito "Me investigué a mí mismo": Edizesámen emeoutón -Edizesámen emeoutón- "Me investigué a mí mismo". Está bastante claro que en el libro de... en el libro de Heráclito -por lo que se puede ver por los fragmentos, y en ese sentido lo he colocado en la ordenación en mi edición- venía a proclamarse contra la plurisciencia (los saberes de los sabios, la polymathie -la polymathie-). La polymathíe de la que en un fragmento anterior que dice E dé polymazíe nóon éjein ou didáskei -la polymazíe, "el saber de las múltiples cosas no enseña a tener seso"-, no enseña a tener seso. La polymazíe se mete -una elección más o menos... más o menos justa- con cuatro de los que representaban los saberes en su tiempo, dice, porque si no, se lo habría ensañado -se lo habría enseñado a tener... a tener seso a Exíodo y a Pitágoras, a Hecateo y a Jenófanes- [], simplemente representantes de el saber de cosas -el saber de las cosas-. El saber incluso por... por la vía de los números que Pitágoras era ya para él ejemplo; el saber por la Genealogía o la forma de [] Historia como la Tegonía [Exiólica]; el saber por la exploración geográfica o de otro orden, como en Hecateo.


Pues frente a esta polymathíe que no enseña a tener seso -seso: nóon -nóon-, que es la palabra griega- podríamos tal vez mejor traducirlo como solemos decir aquí muchas veces por 'sentido... sentido común' -'lo común'-, y ese... eso es... eso es lo que se contrapone a los saberes que antes os he dicho, que no se debe distinguir: saber, información o Fe: lo mismo. Sentido común   -sentido común bien entendido, que se entiende siempre mal-, sentido común queriendo decir 'sentido común no personal', sino lo que nos quede de sentido común de lo común, es decir, de pueblo-que-no-existe, y que es lo que puede penetrar de veras... de veras en la maraña de las mentiras de la... de la Realidad ¿no? Frente a eso está el "Me investigué a mí mismo", otro de los caminos para salirse de la Realidad y que está igualmente abierto, quiera uno... quiera uno que no, porque si uno efectivamente empieza a investigarse a sí mismo -por sus pasos- desnudándose de las cáscaras sucesivas, de las cáscaras personales sucesivas, sus rasgos distintivos, su conciencia, sus creencias, efectivamente viene a la desaparición en el sentido de 'yo' que no es nadie. Viene al descubrimiento de la falsedad del 'yo de la persona', que es un... que es uno de los fundamentos también para la... para el montaje y el sostenimiento de la Realidad: la reducción de 'yo' -que no es nadie, porque depende, depende del acto de hablar y, por tanto, no tiene subsistencia ninguna-. Reducir 'yo' a 'el yo', o cualquier otra de las cosas que se han venido inventando como 'el sujeto' contraponiéndolo al 'objeto' y demás. Está claro que de esa manera, pues 'el yo' en una Psicología, 'el sujeto' en una Filosofía, se pueden convertir tranquilamente en otros objetos de la plurisciencia -de la polymathíe- y por tanto impedir cualquiera herida de sentido común. Pero la posibilidad siempre está ahí, no se trata de lo que decía en el frontón de Delfos y que a Sócrates -según Platón- le hacía descubrir muchas contradicciones: el Gnothi sauton (el "Conócete a ti mismo"), porque conocerse uno está siempre demasiao bien conocido. Uno se conoce bastante a sí mismo y, si no, los prójimos se encargan de ello costantemente para, por si se le olvida quién es, recordarle todos sus rasgos, virtudes y defectos ¿no?


Se trata de esa...  de esa labor, de esa pasión, descubridora que también puede ir, al mismo tiempo que por el cielo, por este camino: penetrar en uno mismo hasta el punto de que se llegue a la desaparición de la persona; reducir a 'yo', que no es nadie y, que por tanto, estando fuera de la Realidad, pues es verdad; es verdad lo mismo que lo sin fin.


Y eso eran los dos caminos que os quería recordar que tienen que seguirnos guiando en cuanto a darle vueltas a lo de las transiciones entre lo que existe y lo que no existe.


Voy a cortar aquí, y no sé, si nos quedan unos minutos, pues todavía aprovechamos para algunas... para algunas voces que puedan surgir por ahí. A ver.


- [], Agustín, que parece que cuando entiendes algo es un poco frustrante, y si no lo entiendes del todo es más motivador, como si quedara algo ¿no? Entonces, si la... la definición de que 'las cosas no son todas' que a mí me parece lo que a Virginia, que... no sé, que se queda coja, que le falta. "No son todas ¿qué?", falta algo; pero bueno, es algo que... que... que te lleva a pensar 'las cosas no son todas', pero si dices algo como que 'las cosas son sin fin', que no sé si es exactamente lo mismo pero parece...


AGC - Es un imposible, eso no tiene sentido. 'Sin fin' está fuera de las cosas. 'Sin fin' es aquello en que las cosas y nosotros estamos cayendo.


- Ya. Pero sin embargo...


AGC - Las cosas no son sin fin, tiene esa condición que he dicho: son 'todas cuantas'...


- ¿No se puede decir, entonces...?


AGC - 'Son todas cuantas', 'un conjunto abierto', pero eso no es sin fin de verdad.


- Pero si van entrando continuamente son sin fin, porque van entrando continuamente.


AGC - Sí. Siempre son 'todas cuantas haya'. Esa es la cuestión de la eventualidad.


- Pero es que lo fácil, lo comprensible, es pensar que son sin fin, que aunque no te deje satisfecho...


AGC - No, no. Ya...


- Pero lo fácil es 'son sin fin'. Lo otro es más, bueno, que deja más...


AGC - No, pero como...


- Pero no lo ves tan claro tampoco.


AGC - No, no: pero conviene para no armar confusiones, porque sin fin de verdad quiere decir 'salirse de la Realidad'. Sin fin quiere decir 'salirse del tiesto'. Y las cosas -esto que decimos 'conjunto no cerrado'- son simplemente 'todas cuantas haya', es decir, introducimos con el eventual la dependencia... la dependencia del cómputo -no se las puede contar, efectivamente, porque se las tendría que estar costantemente contando y cambiando de cuenta ¿no? evidentemente-. Comprendo la tentación de decir que eso es lo mismo que decir sin fin, pero es necesario distinguir, y, si es preciso, habría que [decir] que son... que son incontables pero de otra manera. Dependiendo de la eventualidad: 'cuantas haya'.


- Eso ¿no es como hablar de conjuntos cerrados sucesivos -digamos-? Se dice "Todas cuantas haya en cada momento", en 'cuantas haya' en 'determinado momento', es un conjunto cerrado (bien cerrado y definido con 'todas las que haya'), y luego ese conjunto varía por inserción de una nueva o varias nuevas piezas, pero entonces, estaríamos hablando de conjuntos, distintos conjuntos cerrados que componen la Realidad.


AGC - Sí, es bastante...


- Y sin embargo...


AGC - Es razonable.


- ...nos ha aparecido otras muchas veces, la Realidad nunca se puede decir que sea un conjunto cerrado. Porque...


AGC - Evidentemente, a lo que te estás refiriendo es a la noción de 'momento'. Si uno... si uno cree que el 'momento' es definible, cerrado, entonces, lo que dices es así, pero el 'momento' es como las cosas: 'momentos' son partes de las cosas y, en cierto modo, tal vez se puede decir que son las primeras cosas que surgen. Los momentos, ¿qué son momentos? la reducción de este AHORA indomable que no hay quien lo coja, y que por lo tanto nos descubre sin más la falsedad de la Realidad, la reducción de eso a... a una cosa, después de todo: un momento. Entonces, claro, si no están bien hechos, tampoco se les puede coger de tal forma que se les diga 'conjunto cerrado'


- Claro, que se podría hablar de 'todas cuantas haya' en un determinado momento.

AGC - 'Todas cuantas', el 'todas' se queda... Evidentemente hay que reconocer la condición de "conjunto" -entre comillas- por eso de la interrelación y, entonces, al reconocer la interrelación hay que decir que esa interrelación no tiene regiones especiales, que se refiere a cualesquiera cosas que aparezcan. Es una dificultad, pero es que estamos hablando en español, es en una de las lenguas de Babel ¿no?


- ¿No influye también ahí el modo verbal?, o ¿es lo mismo?


AGC - ¿Cómo?


- No es lo mismo decir 'todas cuantas hay' que 'todas cuantas haya'.


AGC - No, no, no: es necesario decir 'haya' -el eventual: 'haya'- incluso 'vaya habiendo' -'vaya habiendo'-, pero además -en cuanto a lo que Virginia dice- es que no se pueden suponer que los momentos en que el Tiempo real y falso se divide sean cerrados y perfectos, están siempre mal definidos y, que por tanto, tampoco en ningún momento se puede decir que las cosas 'cuantas haya' en ese 'momento' fueran contables.


- Y entonces,  si no tiene sentido eso que decían de... de que sean sin fin, porque... por... por la falta de fin, de límite, de...


AGC - Sí son, sí son. Efectivamente son incontables, innumerables, incontables de verdad. Pero es que el sin fin no admite ni cosas ni relaciones. Sin fin quiere decir 'lo continuo', 'lo que no se puede concebir'; el sin fin es lo inconcebible. Tal vez  habría que buscar otro término, pero yo... Lo que importa es que la negación juegue: NO; NO hay fin; NO fin. Es difícil; es difícil la... la concepción del infinito está tan metida, tan arraigada en los vocabularios que no es nada fácil librarse de ella. No digamos 'hay', son sin fin de otra manera. Son incontables por la razón de su condena a la eventualidad en momentos sucesivos, además, mal definidos.


- No: era una curiosidad nada más: que si efectivamente, para intentar acceder a... a un sentido común o a una compasión, hay que entrar en lo impersonal, no en lo personal, en lo impersonal, ¿cómo es posible que el hablar mismo que podría ser una vía de... de entendimiento de lo común o de razón común, empiece por tener esa raíz tan particular o idiosincrásica como el término 'idioma'?, ¿cómo, desde un principio?


AGC - Yo creo que has juntao cosas que no tienen mucho que ver, pero bueno, ¿qué vamos...?


- No: sí tiene que ver... me parece una contradicción.

AGC - ¿Qué vamos a hacerle?, ¿no? En primer lugar uno no puede acceder al sentido común; tú no puedes...


- Personalmente no, pero yo digo que uno puede acceder a lo impersonal, como decía Simone Weil.


AGC - Tú no puedes nunca acceder al sentido común, es al revés, es el sentido común el que se te puede meter dentro y hacerte personalmente la puñeta, que es de lo que se trata. Se te mete dentro porque... porque no te puedes librar nunca del todo él, y te hace -en contra de tu personita- descubrir lo que no querías; te hace personalmente la puñeta ¿no? Ese es el... esa es la vía. Y en cuanto a las... las lenguas, ya se sabe que la única manera en que la razón común, es decir, la lengua común, aparece en la Realidad es en forma de idioma, las lenguas de Babel, las lenguas vulgares, y luego los dialécticos científicos, filosóficos, de cualquier orden que se han declarado que son también idiomas -nuevamente idiomas-, lo cual implica una falsificación gracias a que los idiomas, igual que la propia persona -el ídios- no están del todo bien cerrados y, a veces, la lengua común puede escurrirse por las imperfecciones de la sintaxis o de la semántica de las lenguas de Babel y de los idiomas científicos particulares.


- Es que casi que lo pide la cosa, porque si no hay ese juego de... de guerra entre lo personal y lo impersonal, y entre lo particular y lo común, pues a lo mejor tampoco se podría encontrar la fisura para nada, si uno apareciera en el paraíso de por sí, no habría posibilidad tampoco de descubrimiento de ninguna verdad.


AGC - El paraíso de por sí no sé qué diablos viene a hacer aquí.


- Sí, que si estuviéramos en una situación pre-babélica.


AGC- Bueno, vamos. Anda, anda.


- ¿Cómo que "anda"?


AGC - No, que no.


- Te estoy diciendo algo muy razonable. Idiomática, pero razonable.


AGC - No: en eso... No tiene que ver nada con eso. La... la razón o lengua común no es ninguna...


- No tenía que haberte...

AGC - ... ninguna cosa pre-babélica ni nada. Está ahí siempre y, como la Realidad es necesariamente falsificación, tiene que pasar por el trance de reducción a idioma, incluidos los idiomas de las personas.


Bueno, mucho queda para guerrear ¿no? Mucho queda para guerrear, hay que seguir con ello. De manera que, si el Señor no se opone demasiado, no le da por ahí, pues dentro de siete días seguiremos dándole vueltas [a esto].