25.08.2014

Tertulia Política número 54 (3 de Enero de 2007)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

3 de Enero de 2007#Tertu054-03-01-2007.mp3

 

TRANSCRIPCIÓN:

 

Recordáis que con motivo de intentar explicarnos algo tan inexplicable, tan misterioso, como es el éxito de las Grandes Empresas -es decir, las que lo tienen- acudiendo a la mano de Dios, hay un momento en que la Empresa que más o menos va tanteando y mayoritariamente fracasando, empieza de repente a encontrar que tiene su camino hecho, y a eso le decimos la mano de Dios, y luego, de una manera un poco más laica, decimos que efectivamente el triunfo, el arranque del éxito, consiste naturalmente en la Fe -como siempre-, es decir, que se trata de una Empresa que de una manera notable y ciega está de acuerdo con, se cree en, lo que el Capital manda, lo que el Dinero manda; es decir, no se entromete en otras cuestiones que pueden distraer del éxito y del progreso del Dinero. Y por ese motivo, al hablar de la mano de Dios, o decir incluso como cosas como "el Capital necesita moverse", que me parece que uno está tratando al Capital como a Dios, es decir, como una persona, que tiene necesidades, voluntades, y las impone, parece que al decir eso, a la gente en general le puede parecer que se están introduciendo términos poco propios para la Realidad, para la existencia. Es difícil de tragar por las buenas eso de la mano de Dios, eso de "el Capital necesita moverse", o lo que sea. Parece que uno está hablando en sentido figurado, que está aludiendo a entes como Dios o el Capital, que en realidad no puede decirse que sean cosas.


Pues bien, si os acordáis, descubríamos que el motivo por el que es tan difícil admitir en los razonamientos 'la mano de Dios' o 'el Capital necesita', etc., es simplemente la Fe -nuestra Fe- en la Realidad misma, nuestra Fe en la existencia. Es decir (por decirlo en un lenguaje más vulgar), la Fe en que 'las cosas son lo que son'. ¿Qué os parece a vosotros de eso, avezaos como estáis ya bastante en estas lides?, ¿qué os parece a vosotros de eso? No voy a pasar adelante si no intentáis algunos de vosotros responder a ese desafío. ¿Qué os parece a vosotros de eso?: 'las cosas son lo que son'. Yo creo que unos cuantos de vosotros, por lo menos, están lo bastante descreídos ya, lo bastante mal tratados en sus creencias por las sesiones de las tertulias, como para poder responder a eso en que 'que las cosas son lo que son'.


- Yo lo voy a intentar: eso es una imposibilidad, esa declaración de 'las cosas son lo que son'. Desde el momento en que en la Realidad están entrando nuevas cosas, no dejan a... esas nuevas cosas entran en relación con las cosas ya habidas y no permiten su cerramiento, su cerrazón, aparte de la propia imposibilidad de alcanzar el límite de la cosa en sí, o sea, de que... de cerrarse. Bueno, esto es una aproximación, un intento.


AGC - No: evidente, eso de 'lo que son' quiere decir 'lo que son', que son lo que son, y lo que Mercedes dice efectivamente muestra que eso no es verdad, es decir, que esta Fe es una Fe errónea, mentirosa, desde la raíz. Total, que lo que el pueblo dice en cambio  -lo que es razón, el pueblo-que-no-existe-, dicen "es que las cosas no son lo que son". Está claro que con las negaciones se puede jugar mucho más ¿eh?, está diciendo "Mentira, las cosas no son lo que son". De manera que si alguno de vosotros puede seguir razonando por ahí, bienvenido. "Las cosas no son lo que son" dice contra esa Fe de arriba el pueblo desde abajo en lo que nos queda "No, mentira, las cosas no son lo que son". ¿Alguien más quiere ayudar a Mercedes en seguir por este razonamiento? Ella ya ha dicho bastante, que ¿cómo es?, que no puede ser, que las cosas no son lo que son. Pero me gustaría que algunos más os debatierais un rato con esto.


- Yo decía que no sabemos, al no saber, no podemos decir que son lo que son, puesto que no están terminadas (como decía Merche). Entonces, si no son es porque no sabemos, queda ese... esa caída continua en lo que no se sabe, por eso...


AGC - Sí, la Realidad consiste en saber, desde luego. Saber de la Realidad en forma de Ciencia o de otras formas más vulgares. Evidentemente esa Fe se confunde con el saber. Fe y saber son lo mismo. El obstáculo con el que estoy luchando en este momento es la Fe en que 'las cosas son lo que son', o el saber –creer, saber- que 'las cosas con lo que son'. Sí, evidentemente aparte de... aparte de lo que ya hemos descubierto respecto a cómo es que 'la Realidad no es todo lo que hay', que continuamente hay más y más cosas, que eso impide cualquier definición, y que eso de 'ser el que es' quiere decir 'definición', por tanto una... una imposibilidad. Aparte de eso está efectivamente que la creencia consiste en creer que se sabe, que el saber puede también referirse a cosas, que las cosas son objeto del saber, etc. Adelante.


- Que... ¿se podría decir también que no se sabe lo que son?


AGC - Bueno, lo que estamos diciendo ahora, lo de la pretensión de ser lo que son (objeto de Fe: se lo cree, nos lo creemos), se acompaña de un saber, que evidentemente es mentira. Nunca se puede acabar de saber -por decirlo de una manera más vulgar-, nunca se puede acabar de saber lo que es un mosquito, lo que es un metro, lo que es cualquiera de las cosas que forman parte de la Realidad: nunca se puede acabar de saber. Es por tanto descaradamente mentira el creer o saber de que son lo que son. Adelante.


- Que digo que sí, que la cosa se sitúa un poco más atrás todavía, en cuanto admitimos el término 'cosa' estamos admitiendo el término nombre de la cosa. Y mientras que haya nombre de la cosa, la cosa es todo lo que es, o pretende ser lo que es. No podemos decir "No es algo todo lo que parece", a lo mejor ¿no?, pero no todo lo que no es algo. Pero ya en cuanto dices 'cosa', es que 'cosa' está sometida a la cuestión semántica, está casi siempre..., el término 'cosa' en sí, ya es una Realidad, que Realidad son las cosas ¿no?,  y quieren nombre. Entonces, ahí está la... la fatalidad está anterior incluso, es anterior. 
 

AGC - Yo lo de 'anterior' no lo entiendo, pero por lo demás está claro. No sé si aludes al descubrimiento del que han nacido todas estas nuestras navegaciones de los últimos meses o años de que, dicho en lenguaje más culto, 'la Realidad no es todo lo que hay', y que esto -dicho así en lenguaje culto- se puede traducir diciendo 'las cosas no son todas', con lenguaje corriente -'las cosas no son todas'-. Por supuesto, la observación de que respecto al nombre 'cosa', eso (ya lo hemos sacado aquí) es de la lengua vulgar, porque viene de un término culto ('causa' que ha seguido su camino por otro lado) pero 'cosa' pertenece a la lengua vulgar y es la más -en cualquiera de los idiomas-, la más abarcadora, la más genérica, más allá de la cual no se puede encontrar ninguna otra; y por eso la utilizamos para llamar cosas a las que existen, a cuantas vayan existiendo o a cuantos vayan existiendo. De manera que no hay ningún inconveniente en emplear este término, no hay otro menos engañoso. Y por tanto seguimos razonando sobre cómo es descaradamente mentira que 'las cosas sean lo que son'. Es una cosa tan sencilla que hay que... hay que detenerse, porque ya se sabe que, según nos tienen acostumbrados desde la escuela y los Medios, lo más difícil de entender es lo que acierta a decirse con palabras así de sencillas -entender, admitir, lo que queráis-. Por eso me detengo, por eso me sigo deteniendo un poco a recoger más ocurrencias.

Lo que estoy diciendo -no olvidéis- que es esta creencia la que tiene la culpa de que nos cueste tanto trabajo admitir la mano de Dios o 'el Capital necesita' en nuestros razonamientos. Es porque en cambio creemos en la Realidad, creemos en las cosas. Por si acaso, no os olvidéis que entre las cosas estamos nosotros ¿eh?, no vaya a haber alguna cosa. Sobre ello ya volveremos todavía, pero ya sabéis que nosotros no somos más que una clase de cosas. El término 'cosas' nos abarca igualmente, por tanto es mentira que los hombres sean lo que son, que un hombre sea lo que es, que uno sea lo que es; y todo lo demás.


- Y por ejemplo el término 'vida' que... ¿la vida es una cosa?, cuando... y la gente dice "Así es la vida".


AGC - Sí, señor. Es precisamente una cosa, a saber: muerte, el sustituto.


- Pero cuando la formulación...


AGC - Cuando la gente dice precisamente algo como eso, "Así es la vida" quiere decir resignación, muerte -resignación, muerte-. Vida de verdad -como todo el mundo sabe aquí- tiene la gracia de que no se sabe lo que es. El vulgo se equivoca, como los científicos, y hay que recogerlo y tratar de entenderlo o desentenderlo. Cuando se da esa resignación, ya sabéis, respecto a cosas del tipo 'vida', que se han admitido como cosas, quiere decir evidentemente que nos han cambiado aquella posibilidad de vida por algo que sí se sabe qué es: muerte. Muerte, el reino de la muerte siempre futura, la que nunca está aquí, pero así de real como es sin estar aquí, tan real, tan arranque de Realidad. Sí.


- Sí. No: estaba pensando que parece que cuando se dice eso también de que 'las cosas son lo que son' se está confundiendo 'cosa' con su 'idea', ¿eh? Que es como que es la cosa y la idea fueran lo mismo; cuando efectivamente cualquier cosa es cosa en la medida que pretende ser...


AGC - En ese sentido se puede decir que son lo mismo y, por eso, eso es objeto de Fe y objeto de saber, porque las cosas -la cosa, una cosa- sin idea de ella no tiene sentido, ya se sabe. Todo el mundo recuerda que las cosas están hechas al mismo tiempo de sus ideas y de la cuantificación -de los cuantificadores-, ambas cosas que se dan... se dan la una con la otra, y sin eso no hay cosa que valga. La cosa necesita primero que se tenga, que haya, que domine, una idea de lo que es, manifestada en el nombre del vocabulario (no de la lengua) sino de cualquier idioma, de un idioma u otro ¿no?, y al mismo tiempo que se puedan contar, claro, porque si no se pueden contar, si la cuantificación no entra, pues tampoco... tampoco hay cosa, tampoco hay Realidad, lo uno junto con lo otro; así son las cosas. Y así nos creemos que se puede decir -creer- 'las cosas son lo que son'.


- Pero aunque uno haga esa formulación así, en realidad, por lo bajo,  se siente más lo... eso de que la Realidad siempre es aproximativa, eso que tratamos aquí en la tertulia...


AGC - Eso es lo que ha razonao Mercedes, sí.


- ... sí, y por lo tanto ese marco de aproximación...


AGC - Efectivamente aquí estamos tratando de descubrir la mentira de eso, hace mucho tiempo...


- ...pero está implícito en ese... la gente lo sabe por lo bajo.


AGC - ... y, entre otras cosas, la mentira se denuncia en eso porque el 'ser lo que es' quiere decir 'ser', por tanto limite, por tanto totalidad, cuando hemos descubierto que las cosas no pueden ser más que aproximadamente; ni la idea puede ser perfecta y cerrada, ni el cómputo, ni la cuantificación puede ser de verdad terminable, sino aproximación -aproximación-. Por ejemplo respecto al Tiempo mismo, una de las cosas -tal vez la cosa- más elemental de la Realidad: reducción a Cálculo de probabilidades sobre Futuro y cosas por el estilo: cómputo, después de todo.


- Pero entonces, ¿qué?, por ejemplo ¿qué sería más falso? ¿Una Lógica de los lenguajes formales, en los cuales, a un triángulo le queda poco por ser aproximativo a un triángulo?, es que pues un triángulo es casi, diríamos que es el triángulo, en cambio a una mesa le queda siempre para ser mesa demasiado tramo ¿no?


AGC - Sí, a los triángulos...


- ¿Qué es más falso?


AGC - La cuestión es, si están bien definidos en los axiomas, no les queda nada. Entonces, en ese momento dejan de existir. Hasta tal punto la imperfección y la aproximación es inherente a las cosas. Si un triángulo llega a caer en una doctrina donde los axiomas ofrezcan una definición perfecta y cerrada, entonces inmediatamente deja de existir, se convierte en un... en un ente ideal y ya no hay cuidado de que nunca en la Realidad aparezcan triángulos que existen. ¿Qué más?


- Que parece también que en lenguaje popular a veces se dice que... que "Esto es lo que hay", utilizando el mismo término pero de una manera también aproximativa y como abierta; es una formulación que viene a decir que "es lo que hay ahora", aceptando que pueda haber otra cosa, "Esto es lo que hay", "esto es lo que entendemos" ¿no? Entonces se unirían las dos cosas de "las cosas  son lo que son 'ahora'". Ya sabemos que 'ahora' no puede ser, pero... pero son dos mentiras -que dirías tú, o llámales como quieras-, pero vienen a ser la misma, vienen a juntarse en la misma, 'son lo que son' siempre en un momento, porque son iguales.


AGC - Aún sin introducir 'ahora', ya de por sí, la locución que se te ha ocurrido es una falacia reveladora, porque efectivamente está hecha en un lenguaje más popular donde no se emplea más que 'esto' y que 'hay', que son de las raíces mismas de la lengua corriente. De manera que mientras 'las cosas son lo que son' todavía puede sonar un poco a filosófico, cuando te dicen "Esto es lo que hay", eso es más que engañoso precisamente porque parece que se formula con términos limpios, no hay un solo significado, no hay tampoco ninguna cópula, ni ningún ser, como en el otro caso. Claro, 'esto', evidentemente, es un disfraz de la Realidad en la que nos encontramos cuando eso se dice, y 'hay' es un disfraz vulgar del filosófico 'existe'.


Y para demostrar esto no tengo más que recordaros en qué situaciones se suele declarar "Esto es lo que hay". "Esto es lo que hay" es lo que te puede decir cualquier ejecutivo de una industria, de una empresa, cuando vayas con pretensiones desmesuradas -eso es una situación típica- : "Esto es lo que hay", es decir, no se te va a dar dentro de la Empresa ninguna otra posibilidad abierta ni nada: "Esto es lo que hay" implica "Esto es todo lo que hay", una cosa que nosotros... una formulación que nosotros ya reconocemos como imposible, porque 'todo' pertenece a los ideales, mientras que 'esto' depende del acto de hablar, y 'hay' lo mismo, con su 'y'. Pero evidentemente la pretensión del negociante que te diga esto -"Esto es lo que hay"- es una sustitución más impresiva de "Las cosas, aquí, en esta Empresa, son como son", no  intentes meterte dentro y al mismo tiempo introducir desmesura: "Esto es lo que hay" -"Esto es lo que hay"-. En una disputa amorosa en una pareja largamente ajetreada cuando se llega a un punto de ruptura se puede decir "Esto es lo que hay", es decir, no hay declaración de que no se da, aquí no se da más que lo que puede darse, y lo que puede darse es esto, y no hay otra cosa ¿no?, y no me vengas con deliquios, más o menos amorosos y vagos, porque "Esto es lo que hay", también en amor y en cualquier otra cosa. ¿Y más?


Bueno, os he presentado esto, y me hubiera gustado sacar más voces todavía, porque esto es... esto es lo que se opone -os decía- a que nos paremos ante formulaciones como "El Capital necesita moverse", o "El éxito de la Empresa es la mano de Dios que en un momento dado actúa". Si empezáramos a descreer de verdad de la Realidad -de que las cosas son lo que son-, este razonamiento que nos traíamos respecto a éxito, Empresa, mano de Dios y Capital, dejaría de extrañarnos; dejaría de extrañarnos en la medida que la Fe... la Fe esa se hubiera... se hubiera perdido.


Peor todavía: no sólo es que se admita que las cosas son de su manera -cada cual a la suya, y por tanto a callar: hay una libertad democrática [] que había que aplicar de las cosas, y cada una tiene derecho a ser la que es-, sino que, encima, nuestra Fe consiste en que creemos que son según 'nuestra', es decir, la humana -por así decirlo-, según nuestra manera de verlo. Esto es todavía más insidioso y más indignante, porque aquí hemos tratado de descubrir que esto de los hombres (lo he dicho antes) no es más que un caso entre las cosas, y que por tanto esta estupidez, que sin embargo es la que reina -sobre todo en los altos Medios y culturales- de separar al hombre de las cosas, no consiste más que en una trampa para que la visión o idea de los hombres sea la verdadera, nada menos que la verdadera.


Por eso aquí tanto nos está costando el descubrimiento de que, por el contrario, las cosas tienen su visión, su idea, de lo que tienen que ser, y cada una a su manera, en actitudes o lenguajes intraducibles al nuestro, pero que nuestra manera de ser lo que somos, no es más que un caso: las cosas... las cosas cualesquiera representantes de la Realidad tienen su propia idea, su propia creencia, y por tanto su propia aspiración a ser lo que son. Exactamente igual que nosotros, pero cada cual a su manera, de otras maneras, no les podemos aplicar a ellas -a las cosas- la manera en que nosotros nos metemos en este juego y en estas falsedades.


De manera que así es como queda doblemente denunciada la Fe ésta en que "Las cosas son lo que son", que en realidad es que son lo que a los hombres les parece -el hombre medida de todas las cosas-, en las Realidades y en el cómputo que les es necesario. Esa es... esa es la trampa. No hay ninguna idea de las cosas, de nosotros, que pueda ser verdadera. No hay por tanto ninguna Realidad que pueda ser verdadera, pueda no ser falsa.


- Sí. Yo he hecho una reflexión sobre "El Capital necesita moverse". Yo pienso que si el Capital es natural, no está sometido a un Sistema injusto y corrupto, las cosas no se complican. El problema viene cuando ese Capital lo mueve un Sistema injusto y corrupto, entonces interesa la ignorancia, interesa la resignación, interesa decir que el Dinero no hace la felicidad. El Dinero sí hace la felicidad siempre que es ganao con esfuerzo y con sacrificio...


AGC - Bueno, bueno: moralejas no ¿eh? Voy a... voy a cortar... voy a cortar la última frase... voy a cortar la última frase para que no digan que nos traes moralejas, con las otras tenemos bastante. No sé cómo se te ha metido ahí lo natural y la Naturaleza, pero -como ves- aquí no ha salido para nada eso. Traes efectivamente, traes y es inevitable (sobre todo porque no has... me parece que no estás bien vapuleao por las sesiones de la tertulia), traes ideas de las que se usan y las que cunden y de las que hay que desprenderse. No sé por qué te gusta más echar la culpa al Sistema que al Capital. Yo prefiero echarla directamente al Capital, al Dinero, porque no hay tal cosa como un Sistema -por ejemplo, estatal-, un Estado que sea independiente del Capital. No es que el Capital dependa de la forma del Estado, es que el Estado y el Capital son lo mismo, literalmente lo mismo. No es que el uno dependa del otro. Y, desde luego, el Dinero da la felicidad en el momento en que -como decíamos antes- "Las cosas son así" y nos resignamos a creer que esta Realidad es de alguna manera verdadera. Lo que nos da el Dinero es una felicidad que es tan falsa como las demás cosas: un sustituto, no puede dar otra cosa. El Dinero nunca puede dar nada que esté fuera de la Realidad porque él es la Realidad de las Realidades; es con él -por ejemplo- con el que merece la pena meterse, y lo estoy sosteniendo a pesar de esa extrañeza que puede producir el que se hable de Capital, o del Estado, o de Dios, como seres que intervienen en la Realidad, por eso estoy atacando vuestra Fe en que las cosas son lo que son; si no se ataca esta Fe no se entiende bien el resto, no se destruye bien el armazón de ideas.


- Sí: me refería a lo anterior que estabas hablando de lo de la Realidad: es que, entonces, si la Realidad es idiomático, la Realidad de una tribu es idiomática, ahí de alguna manera hay una medición desde el hombre, o como medida de las cosas, pero hay al mismo tiempo, si a ellos no se... -a estos hombres que fabrican la Realidad de los nombres-, no se les ocurriera esa metrificación, esa medida de las cosas, ¿hay una colaboración por parte de las cosas que piden a gritos sus nombres?


AGC - ¿"Que piden"?


- Que piden a gritos ser llamadas, o ser los nombres de las cosas.


AGC - Si quieres, pero no por los hombres ¿eh? Ser llamadas -si quieres-, es decir, lo que yo he dicho antes, que participan de nuestra misma aspiración a ser lo que son. Si quieres decir "ser llamadas", pues lo que quieras, pero con tal de que añadas "llamadas, pero no por los vocablos de ningún lenguaje humano". Aspiran a ser lo que son, simplemente, de por sí. Lo que estamos utilizando -este descubrimiento- de que, puesto que el lenguaje humano, los hombres, no son más que un caso de cosa entre las cosas, esto implica -un poco del revés- que las cosas son como los hombres, es decir, que cada una a su manera, sin traducción posible, aspiran a ser lo que son: saben, tienen una Fe, una creencia que las mueve, las dirige a un fin.


No hay ideas que puedan ser verdaderas. En esto hay que insistir: la Realidad necesita ideas y no hay ideas verdaderas. Ni que decir tiene que no puede haber una Realidad verdadera. No puede darse que una cosa sea verdadera o, como decimos a veces, tenga razón. Una cosa no puede tener razón -nosotros entre ellas-, no puede ser verdadera.


Bueno, a este propósito tendré que volveros a recordar -creo que ya lo hemos usado aquí- el fragmento que nos ha quedado entre los harapos del libro de Heráclito (creo que lo hemos usado), aquél que... aquél que dice (que razón dice) "De todos aquellos de quienes he oído razones, ninguno llega a tanto como reconocer que lo inteligente está separado de las cosas todas". Es una cosa que varias veces hemos usado: efectivamente, razón -la lengua- que está hablando de la Realidad, no puede estar dentro de la Realidad, hasta que se la mete, claro, ya entonces no hace nada, entonces ya deja de pensar y de razonar. Y esa es una cosa de la que tenemos que partir: no puede haber cosas que tengan razón. No puede haber una Realidad verdadera; no puede haber cosas que no sean más que falsas, imperfectas, aproximativas, y todo lo que tú quieras. Si creemos en que puede haber un mundo terminado, si creemos en un Universo, si creemos en que una cosa puede estar terminada y ser la que es perfectamente, entonces  ya no entendemos nada de esta intromisión de los entes ideales en el asunto. Pero si dejamos de creer en eso, entonces ya esa entrada de el Capital -o Dios, o como lo queráis decir- en el juego, ya deja de extrañarnos, ya empieza a entenderse bien. "De todos de quienes he oído razones ninguno llega a tanto como reconocer que lo inteligente (es decir, razón, lo que de verdad entiende -tò sophón se dice en griego-), que lo inteligente está separado  -kekhorisménon se dice en griego- de todas las cosas". (Bueno, es un descuido decir 'todas' allí, como sabéis, las cosas no son todas, había que decir "está separado de cuantas haya", "de cuantas haya o vaya habiendo", para no caer en la trampa de hablar de 'todas las cosas', que no tiene sentido. Pequeño descuido que se le puede perdonar bien a quien oyendo a razón escribiera esa frase).
 

Con eso ya no hay inconveniente, sino que por lo contrario, casi es necesario dar entrada -en los negocios, en la explicación de los éxitos de la Empresa, en la Realidad cualquiera, en el movimiento del Capital-, dar entrada a los entes ideales; entes ideales que son 'todo', 'fin' -por limitarme a algunos de los que nos tocan de una manera más inmediata-. Es decir, que no existen de por sí, pero que son los que rigen la existencia, o sea, la falsificación de la Realidad, de las cosas. Junto a 'todo', o 'fin' pues podéis meter ya sin gran inconveniente 'la mano de Dios', o 'la voluntad del Capital'. Ya no tiene por qué extrañarnos nada, porque no estáis ahí refiriéndoos a cosas propiamente, sino a lo que rige las cosas -a lo que rige las cosas-. Es cierto que del Dinero se puede decir -como de Dios- Realidad de las Realidades, es el ens reallissimum -Realidad de las Realidades-. Pero eso mismo de ser Realidad de las Realidades la saca fuera de la Realidad; el Capital evidentemente no se manifiesta sino rigiendo las cosas, ¿cómo rige las cosas el Capital? -ya lo sabéis- es sustituyéndolas por sustitutos, falsificándolas, no puede hacer otra cosa. Sólo... sólo de esa manera se manifiesta el movimiento del Capital, pero es así como se manifiesta. Así es como él interviene en la Realidad, como interviene este otro ente ideal 'fin': en la Realidad no hay 'fin', ni de una cosa, ni del mal llamado conjunto de las cosas, que siempre son más y más, ni de nada. En la Realidad no hay 'fin'. Amigo, no hay fin, pero ¡cómo está el fin presente y rigiendo todo lo que haya que regir!, toda la operación de la mentira, y entre otras cosas, haciéndonos creer lo que primero he criticado "que las cosas son lo que son", y, por tal, que uno es el que es, y otras... y otras mentiras por el estilo. ¡Cómo interviene el fin, la cerrazón! Es en ese sentido justamente como se dice -y desde hace años lo venimos repitiendo- de la función del Estado o Capital   -que son el mismo- que es Administración de muerte: muerte que nunca está aquí, que no pertenece a la Realidad -fin-, pero que ¡cómo rige todo!, ¡cómo rige todas las cosas!, ¡cómo las maneja y las combina y las falsifica!


Estos son los entes ideales que tenemos que reconocer como no existiendo pero interviniendo primariamente en la existencia, sin los cuales esta existencia esencialmente falsa no podría ni entenderse por un momento.


Me paro un poco, antes de que nos vaya pasando el tiempo, antes de sacar algunas otras cosas que se me están ocurriendo, pero prefiero pararme para que saquéis lo que sea.


- Sí, ahora cuando estabas comentando esto, me estaba acordando de un anuncio publicitario, que últimamente se ha visto por ahí, por televisión, que viene a decir que "tu idea es tu aval". Es alguien que va a pedir un préstamo a un Banco y normalmente le solicitan a la gente que va a pedir un préstamo, pues un aval económico [], para que el Banco le conceda el Dinero. Pero ahora ha salido un Banco que ya dice "No, no: no necesitamos otro aval más que tu idea. Tu idea es tu aval". Entonces es como muy clarísima la relación entre...


AGC - Sí, sí. Además en ese caso ya se sabe qué quiere decir 'idea', es tu idea de lo que vas a hacer con el Dinero, es decir, tus ideas del Futuro, o de la Empresa, o del programa. Es muy claro, es muy ilustrativo, efectivamente. A uno se le puede decir eso "tu idea es tu aval", sí, no tienes necesidad de otra contribución para entrar en el círculo del negocio y el movimiento del Capital, o sea, te basta. Claro, ya se sabe que después viene el problema que nos ha traído a todo esto, que es el del éxito o el fracaso. Evidentemente, luego el Banco puede descubrir que la idea no era buena, eso. Pero... pero después, pero... pero por lo pronto... por lo pronto tiene que... tiene que decir eso ¿no? ¿Qué más?


- Sobre... cuando ha salido antes el tema éste de... lo que primero me ha venido ha sido el concepto del trabajo mismo, que está tan ligao al de Capital, y es que yo considero que lo del trabajo no es un hecho que sea cuantificable, no sabemos lo que es el trabajo. Porque el trabajo es -como bien dices tú, que es lo que tiene lo de []-, pero ciertamente el trabajo es muy complicado de definir, porque ¿quién es el que trabaja, sobre todo, de una forma no corrupta para formar un Capital que, al mismo tiempo, no sea corrupto y entonces haga una Sociedad que no sea corrupta? Esto me suena más bien al Ayatolá Jomeini o al Papa Benedicto XVI, pero no me suena a un razonamiento filosófico. No dudo que haya actividades...


AGC – Inimaginable: eso son los cuentos que os cuentan. Un trabajo honrado no puede haber. Un trabajo honrado, o limpio, o bueno, no puede haber, porque... porque no puede haber... porque no puede haber un Capital...


- ... si el trabajo quiere producir Capital, cuanto más brutal sea, y más saque, y más Capital produzca, será más natural -empleando la palabra 'natural'-, está pa eso el Capital.


AGC - No: más vale dejarla fuera. En todo caso el trabajo es real. Bueno, tú dices que es difícil de definir, pero no es tanto. En primer lugar, los físicos lo tienen incluido entre sus términos -como sabes mejor que yo-, hay una definición de trabajo en relación con energía y con tiempo y todo eso, y desde luego entre nosotros, en la vida social, creo que sabemos bien lo que es trabajo, es decir, cualquier actividad que a uno no le gusta hacer. Esa es una condición indispensable, porque si me venís con que se puede llamar trabajo a cosas que uno hace por el gusto de hacerlas, estamos perdidos: no, no: trabajo -de ordinario- significa lo que he dicho, y esto de que tenga que hacerse por obligación, ya sabéis lo que quiere decir: por el fin. Tiene que hacerse porque el Futuro está por delante, hay que ganárselo: un trabajador nunca se gana el pan de cada día, eso es mentira; nunca le van a dar pan; nunca le van a dar pan directamente a esta hora; se gana el de mañana, ¿eh?: el de mañana: el futuro; y con eso entra en una sumisión perfectamente clara al movimiento del Capital. Así es como el trabajo va con el Capital, como todo lo demás, y no hay posibilidad de que haya ningún Capital que sea de verdad riqueza, palpable, ahora. El Capital no es más que un ente ideal, como lo estamos sacando aquí, igual que el fin y que todo, y que todo lo demás. ¿Qué más? Sí.
 

- Sí. Que a mí me gustaría leer un fragmento del libro de Marco Aurelio, de Las Meditaciones, que habla justamente [] sobre el tema éste. Y dice...


AGC - Bueno: perdona ¿eh?: lo vas a leer, pero, me extrañaría. No: tú léelo. Tú léelo. Tú léelo.


- "Quien no tiene un solo e idéntico objetivo en la vida, es imposible que persista durante toda ella única... único e idéntico". Es como decir quien no tiene el fin, no puede ser lo que es.


AGC - ¡Ah!, sí. Bien. Perfecto, sí, sí.


- ... es como un termómetro de la Realidad.


AGC - Sí, sí. Efectivamente, no, no: claro, has hecho muy bien, has salvao a Marco Aurelio aislando... aislando la frase; porque efectivamente, tomada así, pues tienes razón, es así como marcha. Ya comprenderás que en el texto, lejos de...


- Como termómetro de la misma Realidad. No... él ya, claro, ahí se pone a hablar de...


AGC - Evidentemente, él está exaltando la necesidad y conveniencia para ser uno el que es, es decir, ganarse la vida, que te den un objetivo fijo por delante, o sea, lo que manda la Banca, después de todo. Lo que manda la Banca o el Emperador. Pero tomado como lo has tomado, efectivamente, se puede entender bien, sin más; es lo que hemos dicho aquí, si. ¿Qué más? ¿No?


- Pues a mí me gustaría aclarar una cuestión. Y es que tenía yo entendido que... que... lo que existe -como Dios, que existe- se le podía también aplicar a las ideas, a los entes ideales, por oposición a lo que hay, a lo que... Y entonces, me ha parecido entender que no llamabas a estos entes ideales... no les dabas existencia, sino... 

AGC - Sí. Tienes razón, es una crítica que debe [] porque sin duda que he cambiado en el uso de los términos. ¡Qué le vamos a hacer!, esto son una cosa... esta guerra no se termina nunca. Es posible que yo haya dicho lo de 'existen' para referirme a estos entes ideales, cuando ahora, sólo lo puedo aplicar a las cosas, y dejar a los entes ideales fuera, y por ejemplo es una inexactitud decir que el fin existe, decir que el Capital existe, decir que Dios existe; es una inexactitud. Lo que pasa es que el Dinero y Dios son como ens reallissimum un caso... un caso especial, no son cosas. No son cosas como nosotros, como las cosas, son la cosa de las cosas. Entonces, en ese sentido podría decir -y sin duda de Dios se decía- que tenían derecho al empleo de este verbo que se inventó en las escuelas medievales 'existir': Dios existe; 'el Capital existe' suena un poco más raro, pero después de todo viene a ser... viene a ser lo mismo también 'el Capital existe'. Pero es mejor distinguir -has hecho bien en sacarlo- decir 'existencia', existir es para las cosas propiamente, y estos entes -Capital, fin, Futuro, la mano de Dios- que llamamos ideales no existen, no existen directamente sino que intervienen en la existencia de las cosas, de cualesquiera cosas. Mejor decirlo... decirlo así y evitar el lío. De todas formas, con esto estamos accediendo a utilizar un verbo que inventaron los teólogos precisamente para Dios: el verbo existir, está lleno de trampas, pero que después la gente lo ha asimilado desde arriba y lo usa por todas partes de maneras bastante desconcertadas unas con otras, pero bueno, lo usan.


Bueno, aclarada esa cuestión ¿qué más? Lo de referente a la... ¿no?


Para palpar más todo esto conviene, como siempre, acudir a ejemplos, a casos, y ahí tenéis por ejemplo el caso de la profilaxis, un término griego [prophulássis] que voy a... que voy a utilizar, en principio, como si se refiriera a cuestiones de salud y enfermedad: a Medicina, pero desde luego con aspiración a que eso de la profilaxis abarque... abarque mucho más.


Ya sabéis, en el ejemplo... en el ejemplo de salud y enfermedad       -vamos, de enfermedad, que es la Realidad; salud es algo que no nos ha tocao a nosotros, lo mismo que la felicidad- pero en el caso de la enfermedad y por tanto de sus remedios, ya sabéis el truco que en nuestros días ha progresado hasta lo enorme: la Medicina deja de atender a la dolencia, al dolorcillo que te viene, a lo que te está molestando, pero en cambio te examina con sus aparatos -con los aparatos estos- para saber qué significa eso que te pasa -¿qué significa?-. Ésta es... ésta es la profilaxis: dejan de ocuparte... de ocuparte si tienes torcida una tripa o cualquier cosa y... ¿qué significa eso?, ¿qué significa ese torcimiento de la tripa?, y "¿qué significa?" quiere decir ¿qué desgracias futuras le pueden acontecer al paciente si se descuida? Porque la causa y el fin están enlazados de esa manera. En lugar de atender a lo que era de palpable en las dolencias, la dolencia se convierte en un signo, tiene un significado, y la inmensa mayoría de todo el aparato de la salud pública y privada al mismo tiempo, está reducido a eso: la inmensa mayoría a descubrir el significado de la dolencia, y por tanto qué medidas hay que tomar  -profilaxis- para que esto no pueda acarrear el gran desastre, a la muerte en definitiva, el fin -que está interviniendo aquí-.


Bueno, pues esto yo creo que os sitúa bastante bien en el... en el problema en general. Esa es la forma de sustitución y de falsificación que nos domina por todas partes. Supongo que entendéis bien cómo funciona todo esto, todos más o menos lo padecéis, y si no queréis engañaros por motivos que os vengan de lo alto, pues supongo que el ejemplo también os aclara: sustitución de lo que nos pueda quedar de cosas palpables, inmediatas (hasta los dolores) por su condición de signo de alguna otra cosa que requiere el examen y por tanto que puede conducir a la profilaxis. No: no a la cura de la dolencia que tienes ahora, no, no: a la cura de los grandes males que te pueden venir mañana, vamos, que son los que... los que importan ¿no?


Como veis, esto entra en este campo de la Medicina, entra bastante de cerca en lo que antes dije respecto a función de Estado y Capital: Administración de muerte. Lo que se está administrando es el fin, el miedo del fin, la esperanza del fin, del todo. Y eso es lo que se está administrando también por estas vías y de esa manera, yo creo que entendéis bien de qué manera este ente ideal 'fin' o muerte -como queráis llamarlo- siendo ajeno a la existencia (en la existencia no hay fin) interviene tan poderosamente, hasta en un campo concreto, como éste de la Medicina, para organizar y falsificar toda... toda nuestra... toda nuestra Realidad.


Esto me lleva a otro de los harapos del libro de Heráclito -¡qué se le va a hacer!- por culpa del verbo, este verbo griego phulássein                   -phulássein- es decir, escrito 'p-h-y-l-á-s-s-e-i-n' (acento en la a): phulássein - phulássein -, porque es un fragmento que sí, yo creo que nos aclara bastante bien. Lo he usado alguna vez denunciando la función de los intelectuales, lo he usado en la prensa -no me acuerdo bien- pero en algún periódico donde me preguntaban, lo saqué ya, denunciando la función de los intelectuales en este mundo. A ver... solamente está trasmitido de una manera bastante deteriorada, de manera que os lo digo tal como pienso que debe arreglarse, la primera parte dice "El más acreditado de los que están en creencia de saber (se entiende en español ¿no?), "El más acreditado de los que están en creencia de saber, una sola cosa sabe hacer: estar en guardia ante lo que no sabe", phulássein: a las cosas que no sabe está en guardia (vigilando). El verbo es muy... muy ilustrativo, es un verbo desde luego militar. Phúlax es el guardián, el centinela (phúlax). Es un término que viene de ahí, y bueno, entonces luego phulássein tiene una aplicación a cada paso en cosas no sólo militares, sino de cualquier orden ¿no?


El más acreditado, el más... el que más fama tiene entre los que se dicen se creen que saben, en verdad, sólo sabe hacer una cosa: ante lo que no sabe, estar en  guardia; vigilar ante lo que no sabe. Eso es la profilaxis que es el mismo término con el prefijo pro, para aclararlo más, por delante del Futuro, para ver cómo se trata justamente de eso. "Estar en guardia ante lo que no se sabe": de lo sin fin, de lo que no se sabe, de lo que está fuera de la Realidad, puede caernos cualquier cosa desastrosa, para un militar, para un médico, para un enfermo, o para lo que sea. Estar en guardia ante eso, por los procedimientos que antes os he recordado con respecto a la cuestión de la enfermedad, es lo que nos toca, esto no nos va hacer saber nada, no nos va a hacer descubrir nada de verdad, pero nos está permitido mantenernos en guardia ante las posibilidades que pueden realizarse y que serían desastrosas para la Realidad, para la dominación en Política y todo lo demás.


Ésta es la entrada del Futuro, del fin -que no existe propiamente, según hemos dicho- pero que está rigiendo costantemente y falsificando costantemente las cosas -entre ellas, nosotros- y las relaciones... y las relaciones entre las cosas. "Estar en guardia ante lo que pueda caernos": hay ahí, evidentemente, una sospecha muy viva de que la Realidad no es todo lo que hay. Hay una sospecha de que hay más, y que de ahí, de lo que no se sabe, nos puede caer cualquier cosa desastrosa para la Realidad. Debajo del miedo hay esta sospecha, y luego está naturalmente la Fe en el Futuro. Pero por debajo está esta sospecha de que efectivamente las cosas no son todas, y que de donde no se sabe nos puede caer cualquier cosa inesperada. Contra eso, dice el capitán, dice el gobernante, dice el médico, dice el científico, contra eso hay que estar en guardia, hay que evitar... hay que evitar que nos pueda sorprender algo.


El otro día os recordaba, saltando a la Física, lo de la actitud bien incitada de Einstein declarando que él no puede creer en un Dios que juegue a los dados. Efectivamente lo de jugar a los dados es algo como equivalente a eso de arriesgarse a perderse en lo sin fin, un puro azar (que en la Realidad no se da, en la Realidad no hay más que Cálculo de probabilidades, un puro azar no hay). Pero cuando Einstein pensaba esto y se negaba que la Física viniera... viniera a parar no ya en un Cálculo de probabilidades sino en una especie de Dios que aun fuera autor del Orden y al mismo tiempo actuara por capricho puramente azaroso, jugando a los dados, era porque él, como buen físico después de todo, pensaba que para la Realidad los entes ideales, la ordenación -por así decir- geométrica es necesaria, que hay un Orden, y él no podía admitir una Física que después de todo no viniera a estar fundada en una Geometría, y una Geometría quiere decir justamente eso, la presencia de los entes ideales. No creo que le esté atribuyendo al padre Einstein nada muy lejos, aunque él seguramente no habría aceptado la formulación de primeras.


Pues así es como son las cosas, y no sé si se os ocurre algo más respecto a todo ello, respecto a la profilaxis y lo demás.


- Bueno, voy a...


AGC - A ver.


- ... decir un caso en concreto que pasa cuando se hace uno una gastroscopia o una endoscopia: que van y lo que no saben, eso es lo que quitan, cauterizan o se llevan.


AGC - ¿En qué casos has dicho?


- Una gastroscopia o una endoscopia, que es que te meten un tubo por la garganta, o te lo meten por detrás.


AGC - Esa no la sabía yo. Esa no me la sabía yo. ¡La que me dices! La endoscopia, es tremenda ¿no?


- Pues hacen eso. Y, esa es una prueba médica -prueba médica- que está encubierta realmente con una pequeña operación, porque tú firmas que aquello...


AGC - Ah, no: eso lo hacen siempre.


- ... que encuentren anormal, se lo van a llevar. Quiero decir que yo he ido al dermatólogo "Mire Vd. esto", dice "No: eso es un..." (no sé el nombre). Salud y enfermedad, eso no. Y esto que lo ven, no me lo quitan, y sin embargo, se meten en mi estómago y lo que no saben...


AGC - Y lo que no saben... Donde no sabían ni tú querías saber...


- ... eso sí se lo quieren llevar.


AGC - Está bien, es una cosa un poco exagerada y chistosa, no deja de ser sanguinaria sin embargo, que viene a confirmar esto, sí. ¿Qué más ocurrencias? ¿Qué más de esas experiencias horrendas que deberíais recordar?


- Agustín.


AGC - Vamos.


- Yo lo que llevo viendo es que de lo que no saben, es que más que lo quiten, intentan encasillarlo como primera medida en algo que saben. Cuando has comentao la cita de Heráclito, me acordaba del comportamiento de algunos matemáticos, o físicos, o gente que está así entremedias, que es bastante famosa, que está muy atenta a los artículos que escriben... que escriben los demás, y en el momento que sale algún artículo, que algún escrito, que puede ir por algún camino diferente, si no pueden ignorarlo, lo siguient-... otra cosa que sueltan muy a menudo es hacer como que lo incorporan a la teoría, como que lo entienden. Eso además es muy curioso por lo que ocasiona que se realizan trescientos artículos sobre ese tema pretendiendo que lo entienden, y entonces ya -digamos- lo desactivan, porque como ya hay trescientos artículos escritos seguro que lo entendemos, ¿para qué te vas a poner a pensar en ello?


AGC - Sí, sí. Tienes razón. Es una de las formas de profilaxis más usuales, que es lo de arrancar, con una profilaxis, es decir ¿cómo se previene uno contra lo que pueda hacer esta ocurrencia que ha tenido este tío, que puede desbaratarnos el tinglado de la Física y de la Realidad entera?, pues asimilarlo. Una de las formas más seguras (como has dicho, Alejandro) -no se le puede ignorar por algún motivo-, la forma más usual es esa, asimilarlo, y así hacer creer que aquello ya estaba de alguna manera previsto dentro del aparato y que entra muy bien, y todo eso. (En un terreno mucho más vulgar) a mí, muchas veces, gente tan así, tan servidora del Capital, pero en los bajos terrenos, como los periodistas, me han traducido, no sé cuántas veces me han traducido. Es decir, la misma operación, que por supuesto les ha sonado algo que... algo que sin duda era peligroso, que no podían por tanto entender, al menos como periodistas, la táctica es pues traducirlo; traducirlo, es decir, convertirlo al lenguaje periodístico, que es un lenguaje de la Realidad y que ya no puede hacer nada. Es otra forma de profilaxis, de eso tengo larga experiencia, sí. Y si me ayudáis a evitarme de que esto se repita muchas veces -dicho sea de paso- se agradecerá: que me libre de la traducción, de la conversión en idea de lo que se está haciendo en esta guerra día por día.


- Sí. Pero es que la operación fundamental de la profilaxis es la domesticación, la incorporación de lo desconocido, porque se supone que lo desconocido es lo malo, y entonces lo es. Y una vez que se lo conoce, se le da un nombre, se le diagnostica y se le incluye en el protocolo, forma parte de la Estadística, entonces aunque sigue siendo maligno y fatal, porque probablemente sea causa de muerte [], pero sin embargo, parece que...


AGC - ¿Cuál?, ¿cuál? Te has cambiao de sitio.


- Sí. Yo estoy hablando...


AGC - No: te has cambiao de sitio.


- No: me estoy pasando ahora a la Medicina. []. No, no: es que quiero decir que la Medicina misma, el acto fundamental de la profilaxis, es la domesticación de lo desconocido, la incorporación a algo que ya se sabe lo que es, no para que deje de matar, porque está claro que evidentemente si a ti te descubren una cosa desconocida y, esa cosa desconocida por el mero hecho de que se sepa su nombre, no va a desactivarse, no la desactivan, sino la única función que tienen es que tienen la ilusión de que una vez que se sabe, y se incorpora a la Estadística o a la... a lo que llaman la Teoría Médica, habrá en su día o en su momento -es una cuestión de Futuro- algo que desactive esa malignidad de lo desconocido. Es decir, una operación costante de lo que tú decías.


AGC - Tienes razón. Es lo que antes llamamos asimilación. En lo primero, en la profilaxis (eso de estar en guardia ante lo que no se sabe) lo primero es cogerlo y hacer como si se supiera y por todos los medios conseguir que se sepa, con teorías, con aparatos, eso es lo primero.


- Con extirpación y con Astrología, con...


AGC - Asimilarlo a las ideas, a la Realidad. Asimilarlo a las ideas, a la Realidad, esa es la primera operación.


- Sí. Pero es que no sé, la operación de dejarle actuar sin saber, eso parece que da muchísimo miedo a la Ciencia. El dejarlo ahí porque a lo mejor todo lo del diagnóstico precoz de las cosas es una falsedad suprema. A lo mejor si no se le toca, lo que sea, eso desconocido, no... es que no... Hay un pesimismo...


AGC - No te mata.


- Hay un pesimismo dogmático...


AGC - Nosotros somos un caso...


- Se considera que el ser, esto que llaman sujeto-paciente (se llama sujeto-paciente) es un caso de Realidad extrema, y entonces (y completa), tiene unos órganos que además están codificaos, se saben lo que son. Y entonces, sobre ello no se puede tener demasiadas ilusiones de que ahí pueda dar cabida a algo... está condenao a muerte, ya, de antemano... está condenao... no... Por el mero hecho de ser, de ser real.


AGC - Esto último no lo he entendido. Pero... esto último no lo he entendido, pero lo que parece que ibas a decir en cambio...


- Eso sí lo has entendido porque no lo he dicho...


AGC - No lo entiendo, simplemente. Pero, en efecto, se trata de descuidarse de hacer lo que se pudiera hacer ahora, convirtiéndolo en una Realidad, la cual no puede ser más que Futura. El examen, el tratamiento y todo lo demás, se hace desde luego con vistas al Futuro, no a curarte del mal que tienes ahora, que eso... no: a curarte a ti o a otros, o a una mayoría de la población, de los grandes males, en definitiva de la muerte, que puede venirte si dejas entrar en la Realidad esas cosas a las que tienen miedo; no del Futuro, que es el reino del miedo –en el que tiene razón, claro-. Da mucho miedo porque somos creyentes. La gente... la gente en cuanto somos... en cuanto somos creyentes, somos servidores del Capital y del Estado. Tenemos un Futuro y, por tanto, miedo. Lo que pasa es que no estamos bien hechos del todo, si no, tremendo.


- Es decir, ¿qué médico decía "la salud es un estado transitorio que no conduce a nada bueno?


AGC - ¿Cómo?


- La salud, que es un estado transitorio que no conduce a nada bueno.


AGC - ¿El qué?


- La salud..., el estado...


AGC -¡Ah!, bueno, bromitas. Como antes hemos dicho, salud es de esas cosas...


- Porque considera que hay una condena...


AGC - ...es de esas cosas que no conocemos, que no pertenecen a la Realidad, y si alguno -alguien-, a pesar de todo, está sano, es gracias a que no se da cuenta, porque no puede entrar en la Realidad, no se da cuenta de que está sano. La Realidad es la enfermedad. La Realidad es la enfermedad, pero -como hemos visto- esa Realidad es... está esencialmente regida por el fin: el Futuro: la muerte.


- Pero Agustín, una cosa: yo me acuerdo que Proust, por ejemplo, decía  que la salud es el silencio del cuerpo.


AGC - Que decía ¿quién?


- Del cuerpo. La salud. Proust decía "La salud es el silencio del cuerpo". Pero el cuerpo nunca está callado. O sea, por definición somos enfermos. Yo no sé quién no se dará cuenta de su cuerpo, pero yo soy de las que no voy al médico para que no me encuentren nada, pero no porque me descuide. O sea, lo que aparezca para mí, y la enfermedad es ir al médico, pero que es una profilaxis igual, digo yo.


AGC - Es profilaxis, no es otra cosa. Silencio del cuerpo -con menos pretensiones- quiere decir... quiere decirse falta de conciencia: la conciencia es la enfermedad. La conciencia -como os decía, en general- es la enfermedad.


Nos vamos a tener que cortar, aunque estáis así de animados, pero os voy a despedir con un...  con un encargo de un ejercicio, podéis tomar nota, si queréis. Porque es que nunca consigo que vengáis a cada sesión ya lanzándoos al ataque, y eso sería muy deseable para []. El ejercicio que os voy a proponer se lo debo a un libro que Antonio Fernández, aquí presente, me pasó, de un señor Theodor Wolff -creo que era del 29-, que ha llamado al libro con el nombre de La carrera, el desafío a carrera con la tortuga, es decir el nombre de la aporía de Zenón, una de las más divulgadas -ya la recordáis-, la aporía de que (no es de las cosas que más me gustan del razonamiento de Zenón, pero, ya sabéis), que si Aquiles le da a la tortuga, por ejemplo, 100 metros de ventaja para la partida, Aquiles no la podrá alcanzar nunca, porque cuando llegue al sitio de donde arrancó la tortuga, la tortuga ya no está allí sino en otro sitio de más adelante, y cuando Aquiles llegue rapidísimo a este otro sitio, la tortuga ya no está allí, sino en otro sitio ya más adelante, etc., etc. Todos la recordáis y más o menos falseada la habéis leído ¿no?


Y, efectivamente, el primer capítulo del libro, que es el que Antonio me ha pasado, se dedica a este razonamiento, porque he visto en el índice que paradojas surgidas en cualquier forma de la Ciencia, unas las da por resueltas y otras por no resueltas, y ésta la da por resuelta. Y parece que aquí pues se encarga casi de hacer la solución. Es el ejercicio que os voy a proponer: la solución de Wolff es ésta: la trampa está en que Zenón se ha olvidado de que para que se haga en un trayecto un corte, eso implica una detención, y esa detención por corta que sea, digamos un millonésimo de segundo, pues no deja de ser una duración. De manera que cada vez que a los 100 metros, a los 110, a los 111, Aquiles -y lo mismo la tortuga- hagan un corte, recorran una distancia determinada, en ese momento hay una...  ese corte implica una detención de un millonésimo de segundo. Bueno, se ve enseguida que, si esto es así, al cabo de no muchas vueltas, de 20 vueltas, el tiempo de la detención supera al de la carrera, y por tanto esto denuncia la falsedad. La actitud de Wolff es naturalmente que la solución consiste en suponer que las carreras se hacen continuas, en verdadera continuidad, como cualquier ejercicio de los usuales, y suponiendo eso, pues es fácil ver el sitio donde Aquiles alcanza a la tortuga que es el que, a ojo de buen cubero, se podía suponer ¿no?  Y por tanto critica esto de lo de Zenón, porque él en cambio parte -parte-, y de esa manera le sale la imposibilidad, pero se olvida Zenón -dice Wolff- de que cada corte implica una parada en la carrera, aunque sea mínima -un millonésimo de segundo-.


Supongo que lo habéis entendido, porque éste es el ejercicio. Lo que os propongo es que [] sobre... Supongo que sí, en la versión divulgada de Zenón, todo el mundo sabe, ya os lo he contao, cómo es que se produce la consecuencia de que Aquiles nunca pueda alcanzar la tortuga. En... si se admite una continuidad en la carrera, el problema se resuelve por un procedimiento algebraico muy simple, [] el momento en que Wolff, que adopta esta actitud,  piensa que la paradoja de Zenón se resuelve, es decir, se la deshace, se la hace inefectiva teniendo en cuenta, metiendo en cuenta, que corten la continuidad implica detención, por breve que sea, y entonces como las detenciones cada vez son