21.03.2007
Agustín García Calvo
Ateneo de Madrid
- El dilema 'ser o no ser'
- Psicoanális: disolución del Alma
- La represión, El Yo, El Super Yo. Cosciente, subcosciente, no-cosciente
- Análisis de comportamientos sociales (una doctora por la radio)
Tertu065-21-03-2007#Tertu065-21-03-2007.mp3
TRANSCRIPCIÓN:
Ya recordáis, los que estabais aquí conmigo, por dónde más o menos habíamos venido a parar, que era -bueno- la cuestión del dilema 'ser o no ser'. Supongo que algunos de vosotros ya se os está viniendo a la memoria qué es lo que hacíamos con ese dilema que pudiera ser útil en esta guerra que nos traemos contra la Realidad, contra el Poder. De 'ser o no ser' hablábamos en el sentido de la creencia y el miedo de que la aplicación de la negación 'no ser' pueda venir a dar en algo positivo, real, como 'la nada'.
A eso es a lo que se tiene miedo, es lo que estábamos tratando de desmentir, si a alguno le han quedado todavía dudas muy serias, ya me lo dirá. Pero efectivamente ésa es la raíz del engaño por el que se nos somete al Orden más o menos, a este falso Orden en el que nos encontramos.
'Ser' era el ideal, uno de esos ideales o el resumen de todos ellos, que de por sí no existen, no se pueden dar en la Realidad; en la Realidad no hay 'es' de verdad, no hay todo, no hay -por tanto- nada, pero se nos impone y el 'ser' rige la mayor parte de los engaños, de las creencias por las cuales se nos hace vivir. Frente a ello se desvirtúa la virtud de la negación, del NO, que es -como recordáis- lo solo que puede decir, que sabe decir, lo que nos queda de pueblo-que-no-existe, lo que nos queda de vivo: NO al Poder, a la Realidad, y se lo desvirtúa por ese simple camino de confundir la negación de ese 'ser' -de la imposición de ese 'ser', de la Fe en ese 'ser'- con la nada. Con una cosa como la nada que, después de todo, es lo mismo que 'el todo', es decir, otro ideal, y por tanto igual de falso, igual de dominante, que el 'ser', que 'el todo'.
Supongo que esta dialéctica no es muy complicada desde que a Shakespeare se le ocurrió hacer al Príncipe Hamlet que iniciara su monólogo diciendo eso de "Ser o no ser". Ya veis que las cosas han venido dando tantas vueltas que ya nadie lo reconocería. Para Hamlet todavía lo del 'no ser' se confunde con no sólo la muerte sino el 'más allá', que en su Fe se le seguía imponiendo como un 'más acá', y eso es... eso es lo que le aterra aparentemente.
Lo único que se conserva, en la versión que hoy estamos usando, de ese terror es la falsedad. La falsedad del objeto del terror: la nada. La nada, que es lo mismo que la muerte siempre futura, y que es lo mismo que por supuesto el infierno siempre futuro o la gloria eterna siempre futura, que en la Religión que hoy padecemos sigue funcionando con otros nombres, igual que en la vieja -eso sí-. Eso se mantiene igual, ese terror y ese engaño. Por lo demás, he ahí las vueltas que ha venido a dar el 'ser o no ser'. Los que tengan alguna duda, ahora me lo dirán, en cuanto os deje correr la voz, o ahora mismo interrumpiéndome, porque no hay por qué guardar tanta disciplina.
Si no, paso a una labor que está muy relacionada con esto, que es la labor psicoanalítica. Volvemos otra vez a la d i s o l u c i ó n del alma. Tampoco esto hay quien lo reconozca, a vueltas desde que el padre Freud usó la palabra con la ambigüedad y contradicciones que eran propias de él y de cualquiera, pero aquí lo estamos tratando de hacer revivir, nos dedicamos a la disolución del alma de cada uno -por supuesto-, a la disolución del uno, a la disolución del Yo -el Yo-. Ya sabéis, el Yo no soy yo, el Yo no es yo, yo no soy el Yo. Nos dedicamos a la disolución de el Yo, el Alma -con su nombre más arcaico-, la persona, el uno. Psicoanálisis que es, en esta tertulia política, necesario desde el arranque, porque no hay posibilidad de atacar de veras al Estado, al Capital, al Poder, si no se ataca a uno mismo; lo uno va con lo otro, y la separación entre una política de lo público y una política de lo privado es un engaño que padecemos, muy poderoso, pero del que tenemos que desengañarnos cada día, cada día un poco más.
La costitución de uno -de uno, de uno mismo, del alma- esto consiste en el mecanismo que Freud había encontrado como 'represión'. Nosotros nos damos cuenta de que la represión misma, el acto de reprimir, implica ya una primera disolución, porque es evidente que 'el que reprime no es aquél al que reprime'. Esto era tal vez demasiao simple para que Freud se diera cuenta, pero nosotros, que progresamos en simplicidad, pues a lo mejor podemos darnos un poco cuenta.
Efectivamente, el que reprime no es aquello que reprime, o aquél al que reprime. El que reprime lo mismo es el Yo que el Super Yo, porque -por lo que acabo de decir- no distinguimos entre el Capital o el Estado y Yo mismo. No distinguimos entre la ley moral impuesta desde arriba y la aceptación, la integración de esa ley moral en la persona de uno; lo uno... lo uno va con lo otro. De manera que no se puede distinguir sin más [] el Yo y el Super Yo. El Yo, en cuanto que es el que reprime, es por supuesto el Super Yo; es por tanto lo mismo que el Estado y el Capital. Aquello a que re-... a que reprime aquello que reprime nunca podremos saber qué es, porque justamente no es, porque no lo conocemos más que después de reprimido. Y si lo conocemos después de reprimido -como es necesario-, pues entonces ya no sabemos de verdad qué era, no era nada determinado, no era real, era aquello que queda por abajo, gracias a que la Realidad y la de uno mismo n u n c a e s t á d e l t o d o b i e n h e c h a. Por tanto, por el contrario, está resquebrajada, borrosa, indecisa, en contra de lo que ella misma pueda pretender.
De manera que sobre eso se ejerce la represión, un poco en el sentido que aquí hemos descubierto: que la Realidad en general que continuamente se está hundiendo AHORA en lo sin fin -lo desconocido, lo no cosciente, lo que no es-, al mismo tiempo costantemente trata de defenderse de ese hundimiento por toda serie de procedimientos, entre los cuales, este mecanismo de la represión se incluye. Estos procedimientos que es la creación de nuevas ideas, de nuevas cosas, de nuevas formas de Fe; que la represión no es una negación de verdad, es positiva, es creativa de falsedad, creativa, creadora de falsedad: la represión.
Y lo que crea, pues es esa otra parte del Yo, a lo que -usando con rigor el término del vorbewusste que Freud inventó- usamos en Gramática, lo mismo que aquí en Política, como 'subcosciente' -subcosciente-. (Encontraréis, en las obras de Freud traducidas, a veces 'precosciente', pero es una definición que no nos interesa).
Subcosciente es pués, aquello que ha resultado de esa labor creativa de la represión, aquello que no se sabía qué era, que estaba vivo sin fin, se lo ha reprimido, y como resultado de la represión ha resultado esta parte esencial de la persona de uno que es lo subcosciente (eso que, entre otras maneras de manifestarse, de escurrirse de la represión, hace aparecer formas de sueños y todo lo demás que sabéis, en lo que no voy a entrar ahora).
El Yo pués, está dividido de esa manera en la conciencia -que es el Super Yo, porque es lo mismo que el Estado y el Capital, la Ley, el Señor, y el resultado de la represión, que en el caso más primitivo, que es el de lenguaje, no hace falta que sea una represión moral, sino una mera represión de conveniencia técnica respecto a los mecanismos de la lengua-. Y no digo en tres, porque lo otro, lo que queda por debajo -a lo que con error muy costoso suele llamarse el incosciente- ése no es nada real, no es costitutivo de el Yo, sino que es justamente nuestra falta, nuestro defecto, el hecho de que cada uno nunca esté bien hecho del todo, ni acabe de estar bien hecho ni en cosciente, ni en subcosciente; esa otra cosa negativa que nos queda por debajo, de donde puede salir... desde donde puede salir cualquier cosa buena, como por ejemplo la rebelión de esta tertulia contra el Poder con lo que nos queda, desde lo que nos queda, de pueblo-que-no-existe. Eso, por supuesto, no pertenece a el Yo, se trata costantemente de hacerle pertenecer a el Yo, como si Yo, además de tener mi ley de ser el que soy, y de tener lo reprimido que me costituye, encima, tuviera también un 'incosciente personal'. Es una estupidez sangrienta pero que cunde y que puede mucho, y por tanto contra la cual hay que volverse. Lo de verdad no cosciente quiere decir lo que de verdad no es -en el sentido de la imposición del ser-, y no pertenece por tanto a el Yo, a el Alma, a la persona, a mi costitución como ser real.
Espero que esto, aunque deprisa y un poco a lo brusco, sea lo bastante claro para poder seguir a otras cosas. Sin embargo, os voy a dar enseguida un lugar a que soltéis todas las contrariedades y dudas que eso os pueda hacer surgir, antes de pasar a otra cosa, que va a ser naturalmente el análisis de los fenómenos sociales, sobre todo los más vistosos, en relación con esto.
Termino recordándoos el terror de que 'no ser' es 'la nada', es esta mentira tremebunda sobre la que todo lo demás se sostiene. No se puede domesticar la negación convirtiendo el 'no ser' en una especie de 'ser' a la que se puede llamar 'nada'. La negación simplemente destruye; lo que puede crear ser es cosas como la falsa negación, la represión y otras cosas por el estilo, pero la negación viva no hace más que destruir. No hace más que destruir o intentar destruir la falsedad del ser, la falsedad de la imposición del ser.
El que siga siendo tan creído, tan tonto, que tenga miedo de su nada, está revelando que se cree que él es lo mismo que Dios, respecto al cual, siendo el Ser mismo, siendo como el Ser mismo, desde luego la negación, la desaparición, no podría menos de tener la forma de la nada. Quien tiene miedo, quien tiene miedo a su no ser -en el sentido de su nada- ése efectivamente está esclavizado ya por ello mismo, no tiene nada que hacer, él es de los creyentes, para los cuales todo está hecho, la mentira en la que... en la que el Orden... en la que el Orden se funda.
Pero bueno, antes de pasar a analizar algunos fenómenos sociales, os dejo un rato para que sobre todo, si es posible, respecto a lo dicho o contra lo dicho, saquéis lo que os venga a los labios desde abajo -si tenemos esa ventura- o desde arriba -si no hay otro remedio-. A ver.
- Bueno, yo no sé si tien-... como siempre, no sé si tiene que ver, pero me ha parecido entender que... que uno avanza, que uno nunca está hecho del todo, pero uno avanza ¿hacia dónde?, ¿a ser cada vez peor?, o ¿a ser cada vez mejor?, ¿a estar más cerca de qué?
AGC - Pero yo no sé quién ha introducido el término 'avanzar', no he sido yo.
- 'Avanzar'. Lo introduzco yo, es decir, la experiencia, el conocimiento de cosas, el leer más libros, el ver más..., el vivir más, el tener más años de experiencia de vida. Uno le dice -yo qué sé-...
AGC - ¿Qué?
- Me fijo en Paco [Minondo]: yo entiendo que si... si te metes en el alcoholismo, a lo mejor llegas a la conclusión de que eres más sabio que cualquiera de nosotros, por eso nos insulta. Pero desde mi punto de vista, yo creo que él está [volviendo] hacia atrás, que a lo mejor, cuando no estaba enganchao al alcohol era una persona más razonable, más lógica, más... No lo sé. Es que yo no sé que si es avanzar, retroceder...
AGC - Sobre eso volveremos. Eso en realidad podías aplicarlo en general con respecto a lo que he dicho de...
- A cualquiera, a mí mismo.
AGC - ... del Psicoanálisis...
- Yo no sé si cada vez sé más o cada vez sé menos.
AGC – No. ... del Psicoanálisis sometido. Porque te podrías preguntar eso, si la creencia que alguien puede tener de que el volverse loco efectivamente es algo que puede ser de verdad destructivo de la mentira. Dejemos lo de avanzar y retroceder porque eso son términos de ellos, son términos del Poder. No, no digas más 'avance' y 'retrocede' porque en cuanto decimos 'avance' y 'retrocede', estamos ya restituyendo la creencia en el Tiempo real como una línea, que es como el Señor manda que se tome el Tiempo: una línea con pasado, presente y futuro, y entonces estamos al cabo de la calle: no hay nada que hacer. Lo que he dicho es una simple negación: nunca estamos bien hechos del todo, ésa es la fortuna. En cuanto a las cosas que puedan hacer que estemos un poco menos creídos, un poco más desengañados del ser del todo el que uno es, y las cosas que por el contrario pueden hacernos aumentar la Fe en uno mismo, la creencia, pues tú mismo y cualquiera sabe cuáles son: la mayor parte desde luego son esto segundo. La mayor parte de las experiencias, de las lecturas, de las renovaciones de las ideas, de todo eso, está destinada a consolidar la Fe en uno mismo. Nunca puede uno llegar a estar d e l t o d o bien hecho: no hay todo en la Realidad, pero sí progresar -en el sentido de ellos- a ser, a ser el que uno es, hacia ser el que uno es. Y, bueno, por ejemplo, pues en la mayoría de los casos, la edad misma funciona así, la edad misma de los humanos funciona así, eso no se puede negar: en general, uno cuanto más viejo (en general, quiero decir en mayoría), uno cuanto más viejo se hace más aprende, más datos acumula para seguir creyendo en su ser, en que es el que es, que por tanto se lo sabe todo, que es [por tanto] renovar la Fe en la muerte siempre futura.
Como nunca estamos hechos bien del todo, esto tampoco sucede así, más que en la mayoría de los casos; no sucede así fatalmente, gracias a que no somos del todo lo que somos, gracias a eso, sólo gracias a eso. No sucede así más que en la mayoría de los casos, y por el contrario, las experiencias, las pasiones, hasta las lecturas, las conversaciones con alguien, esta tertulia, puede a veces servirle para lo contrario: descubrir su mentira: descubrir la mentira de su costitución. Eso es todo lo que hay que decir respecto a lo que, más o menos, planteabas. ¿Qué más había?
- No, yo quería plantear un par de observaciones. La primera es el tema éste de que parece que tú estableces la línea de guerra, o la línea de acción de la represión, muy abajo, quizá de un modo pluscuanfreudiano, es decir, muchísimo más abajo que lo que él la planteaba. Ahí, el territorio de la represión se daba en el Yo, en eso que llamaba Yo. Tú, parece que la sitúas todavía un poco más abajo, de tal manera que parece que la función del Yo es todo el rato la del represor mismo. Igual... o sea, en eso casi no se distingue... No, déjame...
AGC - Perdona que te interrumpa, te voy a... después del paréntesis te dejo seguir. La represión es c o s t i t u t i v a; el Yo se hace ahí. De manera que no te confundas: el Yo se hace ahí.
- Perdona. Pero lo que quiere decir Isabel, yo creo que el Super Yo, por ejemplo que en el Super Yo es más... como más eficaz para reprimir.
AGC - No hay lugar. No hay lugar ni en el...
- ¿Puedo terminar la observación? Es que...
AGC -Ahora, ya, pasado el paréntesis, puedes seguir tranquilamente si te has dao cuenta de lo que te he dicho.
- No, es que en el paréntesis lo vas a contar de otra manera.
AGC - No: si te has dao cuenta de lo que te he dicho, sí.
- No. Te estoy diciendo que el territorio de la represión en Freud, está clarísimamente que se hace en eso que llama Yo. Y ahí, en eso que llama Yo hay istancias de represión, istancias ya incluidas subcoscientes, ahí. De tal manera que uno se pregunta -vamos a ver-, uno se pregunta ¿cómo entonces los rasgos o las señales del subcosciente, por ejemplo la de los sueños mismos, están cargadas costantemente no sólo de referencias personales, sino de exageraciones de la personalidad? De tal manera que cada uno tiene sus propios sueños. Si la línea de flotación, la línea de represión, fuera tan baja como tú dices, tan abajo...
AGC - Lo siento, Isabel. No te...
- Déjame que termine.
AGC - No, que no...
- Déjame que termine, luego rectificas.
AGC - Que te has confundido y estás confundiendo a la gente.
- ¿No se producirían...
AGC - ... estás confundiendo a la gente.
- ... esas señales tan figura-... tan personales en los sueños?
AGC - No has oído y estás confundiendo a la gente.
- No, no: sí he oído. Bueno, ésa es la observación.
AGC - Trata de...
- Ahora, la segunda observación...
AGC - No, no. Antes de pasar a la segunda, escucha respecto a la primera: no te has enterao de que he dicho que...
- Si me he enterao perfectamente lo que has dicho, pero no estoy de acuerdo.
AGC - ... tanto el Super Yo como lo subcosciente son personales -p e r s o n a l e s-, lo único...
- Claro, pero entonces ¿dónde se []?
AGC - ... a lo único a lo que se le ha negado la pretensión de p e r s o n a l es a lo otro que queda por debajo, a lo no cosciente. De manera que déjame de establecer andamios que no vienen a cuento.
- No, no: si los andamios los pones tú.
AGC - Ahora, segunda observación. Venga.
- No, la segunda observación: que es que cuando Don Antonio Machado dice "la mujer es el anverso del ser", ahí no está hablando de ninguna nada ni de ninguna negación, pero está hablando de algo que realmente implica una resistencia al ser u otra cara del ser, que no es el antídoto ni mucho menos formulao como nada, sino más bien al contrario, como lo más figurativo, lo más evidente, porque no dice el 'reverso' del ser, dice el 'anverso' del ser. Ésa es la segunda cuestión.
AGC - Ésa es la segunda cuestión, es... Abel Martín -como recordáis, en la referencia que de él hace Machado- se armaba algunos líos respecto a lo del ser y la nada, pero ese proverbio que cita Isabel, es oportuno, viene bien. Efectivamente el ser está identificado con el hombre y con Dios, pero en el caso de el hombre -que es lo mismo que Dios, es decir, la pretensión de ser- tenemos esta situación social de que la costitución histórica de esta parte de la Realidad que es la Sociedad humana, se establece por la represión de las mujeres a partir de los hombres, desde los hombres, desde arriba, desde el hombre. De manera que eso tiene la fuerza y la gracia que en el proverbio de Abel Martín se dice: lo otro, lo otro -no la nada-, lo otro...
- Pero "lo otro" que más se ve.
AGC - ... y lo otro...
- Lo que más se ve, se supone.
AGC - 'Lo otro' quiere decir lo que en las mujeres pueda quedar de mujeres, eso ya es otra cuestión. Ya conocemos bien...
- Pero ¿por qué dice anverso y no dice reverso?
AGC - ... conocemos bien cuál es la marcha de la Historia y cómo la sumisión de las mujeres va pasando por sus fases hasta la actual...
- []
AGC - ... hasta la actual en que las mujeres se someten de la manera más tremenda al querer ser hombres. Hasta tal punto llega -nunca del todo-, pero llega hasta ese punto el olvido de la represión originaria del establecimiento de las primeras clases. Que Machado (o Abel Martín) haya podido decir 'anverso', pues está bien, es una gracia, quiere relegar el ser al reverso, pero puede ser un motivo de grandes confusiones. Mejor de la manera que lo seguimos diciendo aquí: el ser es el ser, el hombre es el hombre. En el establecimiento de las clases sexuales, los hombres -es decir, los machos- se hacen representantes de el hombre -de Dios- y como la Sociedad no es eso sólo sino que queda más, como queda más aparte de lo personal y lo cosciente, queda más de no cosciente, pues se supone que en las mujeres es donde debe haber algo de eso, y por tanto es razonable el proverbio.
- Pero esa afirmación...
AGC - Al cual tal vez no...
- No. Pero ese proverbio, o lo que sea, de Abel Martín, no se entendería si no está el otro que está al lado o muy cerca que dice "dicen que un hombre no es hombre hasta que no oye su nombre de labios de una mujer, puede ser"
AGC - Bien. Muchas gracias. Ya.
- Ahí está el ser también...
AGC - Perdona. Nada. Corto.
- ... Y es absolutamente complementario.
AGC - Corto, porque es que hay más voces y más cuestiones que...
- Hay más gente.
AGC - ... que no son literarias...
- Pero hay más gente que repite tres o cuatro veces...
AGC - ... que no son literarias y que...
- ... y yo no puedo repetir dos veces...
AGC - ... que tocan mucho más directamente a la herida.
- Pues es una herida eso.
AGC - Estoy viendo, estoy tratando de recoger los sentimientos, contradicciones, objeciones, que lo que os he soltao puede comportar. Adelante.
- ¿Cómo, o hasta qué punto, podemos equiparar eso de la subcosciencia técnica y la subcosciencia que es producto de la represión de otro tipo -moral, o algo así-? Y lo cual tiene que ver con eso de que si el subcosciente es personal o no. Porque no sé si se puede decir que... que el lenguaje es ese lenguaje que se... que acaba... de que si tiene de una subcosciencia técnica es algo personal.
AGC - La subcosciencia técnica es por supuesto del idioma que a cada niño le toca, caiga donde caiga. De lo otro no hay represión porque eso lo trae de alguna manera que es misteriosa y que no podemos pretender saber del todo, pero que está relacionada con la situación de la lengua misma cuando no es un idioma -la lengua cuando es lo mismo que razón común, que decimos aquí-. Ésa, efectivamente, es la que trata de la Realidad, sus engaños, de la imposición del ser sobre lo otro, es decir, cuando hace lo que aquí estoy -estamos- tratando de hacer, a través de un idioma, eso sí, en Español Oficial Contemporáneo, porque la lengua ésa, la razón, no aparece en Realidad más que como idiomas -como idiomas-, la descubrimos o vislumbramos pero sólo aparece como idiomas. Y los idiomas encierran -muy tocante a tu cuestión, como sabes- la raíz del ídios, de lo personal, del idiota, y por tanto, efectivamente las lenguas tienen esta condición, no de que cada hablante posea personalmente la lengua, sino que el idioma en sí costituye una entidad (que puede ser hasta nacional) la cual es de... la cual es de índole... de índole personal. Y entonces, efectivamente tienes razón, no se puede establecer un límite tan preciso, como tal vez yo lo he hecho, entre la represión al estilo freudiano, por censura, y esta necesidad de represión de los mecanismos de un idioma para que funcione bien en la Sociedad y hasta la sostenga (no se puede separar tanto, si es que ibas por ahí, en cuanto a la duda).
- No: la duda es... bueno, no sé ni se puede separar ni si se puede juntar. O sea, parece que hay motivos para las dos cosas.
AGC - No, no. Sí. La condición... la condición del idioma como sirviendo a la costitución de una tribu, de una nación, de un Estado, es algo que se parece sin duda a lo que he analizado para el caso del individuo personal. Me parece, sin... sin razonarlo más –vamos-, se trata de lo ídio frente a lo común.
- ¿Y otro tipo de automatismos, como los del baile o los de escribir a máquina, o tocar el piano, o cosas así?
AGC - Sí. Esos que una vez y otra habéis oído decir que desde luego son secundarios, siguientes, respecto al de la lengua, pero que se dan. Una vez establecido el subcosciente se producen todas esas maneras de automatismo de producción automática, que quiere decir que no hace falta pensarlo, decidirlo ni quererlo para hacerlo, sino que de alguna manera se hace solo, los pies lo hacen solo, y todo eso. Y ahí, como en el caso del idioma mismo, pues... -como en el caso de la persona- gracias a que ningún idioma está bien hecho ni cerrado del todo, y gracias a que ninguna de las Artes de la Cultura está bien hecha, cerrada y controlada del todo -gracias a eso- puede suceder que el mecanismo del automatismo falle en su intención, que evidentemente es de sometimiento, y venga a producir -como el idioma, como el Español Oficial Contemporáneo que aquí estamos usando- el efecto contrario, o algo así.
- Es que me parece como mucho más claro en la función de sometimiento que tiene la represión.
AGC - ¿"Que tiene"?
- La represión típica freudiana, mientras que la otra no le veo tan claro...
AGC - Bueno, no es... no es tan claro, pero -si quieres que prolongue el parecido- también en la fabricación de un subcosciente personal se viene a dar lo mismo, depende, porque efectivamente los productos que del subcosciente pueden nacer -por ejemplo, los sueños y otros desmanes o desmandamientos- pueden fallar a la intención primaria, que es la de la costitución: costitución del Yo bien hecho, que es el Yo de los súbditos del Estado y de los clientes del Capital, puede fallar. Todo el mundo sabe que en eso se funda esa cierta confianza que se manifiesta a veces en la Música, en la Poesía, en los sueños, como que en lugar de ser sometedores, en lugar de ser Cultura, que es una servidumbre del Estado, sean descubridores. Pueden fallar. De manera que eso provoca -yo creo- un poco el paralelo entre los varios sitios en que el mecanismo de la represión se puede encontrar. Y más. Sí.
- Vamos a ver: dicen que la felicidad está cerca de la sabiduría ¿no?
AGC - ¿La qué?
- La felicidad, que está cerca de la sabiduría.
AGC - No la he mencionao.
- Bueno, no. Pero lo digo yo a modo de introducción, si no le ofende.
AGC - ¡Ah!, bueno, bueno.
- Entonces, yo lo que quería preguntarle a Vd. es si el precosciente se... si uno utiliza... El precosciente se puede representar por el lenguaje verbal ¿no? Entonces, si uno tiene un grado alto de cultura ¿es más fácil que llegue a la cosciencia, al Super Yo, o no influye?...
AGC - Perdona: te estás armando un poco de lío ¿eh? Es tal vez un lío un poco elemental. Tendrías que intentar aclararte un poco. Aclarar tu pregunta un poco, porque si no, no sé qué hacer con ella. Evidentemente lo que en esta tertulia política se está haciendo es una guerra contra el Poder: el Poder te vende hasta felicidad, si quieres. Pero te vende primero el ser, te hace creer que las cosas son lo que son, y que tú eres el que eres. Aquí estamos en una guerra contra eso. Estamos en una guerra contra eso. Que el premio de eso sea una felicidad verdadera, no se me ocurre decirlo. Pero -vamos-, desde luego, lo que sí digo es negar que lo que te vendan como 'felicidad' o también como 'saber' sea ni felicidad de verdad ni saber de verdad, por eso estamos en guerra, porque es mentira. ¿Qué más hay por ahí?
- Yo no sé. De verdad que no sé cómo... cómo abordar esto: Yo soy yo con mi subcosciente; mi subcosciente se ha creado por represión. Aquello que se ha reprimido no debía ser muy conforme con el Orden para... porque si no, bueno, o sea, es la Ley del Yo la que lo reprime. Entonces ese subcosciente actúa de algún modo -sigue actuando de algún modo- para estropearme esa otra parte de mí que es donde está la Ley, la represora. No, de verdad, no sé cómo formularlo O sea, que...
AGC - No, no: lo has dicho bien pero con un poco de confusión: aquello que -el que- reprime no es mi Yo, porque no está todavía costituido, es el ser: Dios: el ideal. Se ejerce sobre lo que no sabemos, sobre lo desconocido, lo de verdad no cosciente y lo que no podemos aspirar a conocer so pena de convertirlo en algo conocido que ya no es lo desconocido. Se ejerce sobre eso, y el éxito se revela en la formación de la conciencia y también de la subcosciencia por medio de la represión que costituyen la persona. Ni la conciencia está del todo bien hecha, ni el subcosciente está del todo cerrado, y por eso digo que pueden, de vez en cuando, aparecer fallos. Que vienen ¿de qué?, pues de que todo es mentira, de que la Realidad es mentira. Efectivamente estamos continuamente hundiéndonos en lo desconocido, es decir, en la verdad, que no quiere decir más que el descubrimiento de nuestra mentira. Estamos continuamente corriendo ese peligro, y costantemnte defendiéndonos -la Realidad, las cosas, nosotros-, defendiéndonos contra esa caída, y costruyendo leyes, ejerciendo también censura, ejerciendo asimilación de ideas, creación de nuevas ideas y de nuevas cosas, sin un éxito total, si no, no habría qué hacer, si no, no estaríamos aquí, en esta guerra, en esta guerra contra el Poder. Sin éxito total nunca, pero que la cosa viene de que efectivamente en esa dialéctica de descubrimiento de caída en el descubrimiento de que era mentira, y la defensa contra ese descubrimiento por medio de fabricación de ideas, de máquinas, de Filosofías, de lo que sea, pues la guerra que continúa está ahí, está viva gracias a que la Realidad nunca está hecha del todo, el Yo nunca está hecho del todo, etc. No sé si esto te aclara más o menos.
- No: yo lo decía porque, bueno, recordando esto de que "Es aquello sometido lo solo que se puede rebelar contra el Poder", si en el subcosciente ¿no... -por reprimido que esté-, ¿no habría un peligro para el Orden, para mi persona?
AGC - A condición de que no esté bien hecho tampoco el subcosciente -lo mismo que la conciencia-, y no está bien hecho. Y no está bien hecho, luego quiere decir que le está rezumando de fuera, de donde no se sabe, le está rezumando algo que efectivamente puede hacerle actuar contra el Poder. Pero a la conciencia también le pasa eso: no está hecha bien del todo y le puede estar rezumando tal. Por eso, pasando al nivel más práctico, decimos que gracias a esos fallos pueden, por caminos muy diversos, luchar contra el Poder ambos: la razón desmandada -no sometida a conciencia-, y los sueños, la Poesía, la Música, cualquier producto del subcosciente no del todo sometido a ningún Orden subcosciente. Gracias a eso. Sí, Isabel.
- En la cordura -esa palabra, bueno, no me gusta usarla, pero no tengo otra- sería ser un buen ciudadano. Entonces, cuando uno -entrecomillas- 'es mal ciudadano' se rebela contra lo que le dejan o lo que le viene de abajo, muchas veces le dicen "Ese está ido, ese está loco", y no está ni loco ni nada, sino que tiene como más... o sea, más fallas en eso que llaman la represión. Entonces, yo pregunto, la cordura se siente como un insulto cuando te dicen "Tú no estás cuerdo". Y todo el mundo quiere estar dentro de los cuerdos. Pues mejor estaría fuera de los cuerdos.
AGC - No, no: la gente no aprecia eso del ser cuerdo, no. No, eso no... eso no es verdad. De manera que... Pero está bien que... está bien que saques eso. El ciudadano normal... el ciudadano normal no es que sea un ciudadano cuerdo, razonable, sabio, el ciudadano normal es un ciudadano loco, idiota, imbécil y que además no se da cuenta de que lo es. Ése es el ciudadano ideal: el que sirve... el que sirve al Poder. De manera que frente a ello, efectivamente, la rebelión contra ello, sea como sea, es una cierta forma de cordura. De cordura, de sabiduría, pero sobre todo lánzate siempre sobre la Realidad más alta. El modelo de ciudadano que os he dado, creo que sirve sin tener que sostenerlo mucho ¿no? Así es, si la gente (la mayoría, no la gente: lo que nos queda de pueblo-que-no-existe), si la gente no estuviera loca ¿podría hacer lo que le vemos hacer todos los días?, ¿podría tragarse los programas televisivos?, ¿podría oír a los políticos una y otra vez y todavía pretender que están diciendo algo que se entiende?, ¿podría dedicarse a la compra de tonterías que no valen para nada, pero que...? Eso es una condición de locura en cuanto se la mira un poco desde fuera -vamos-, locura, insensatez, irracionalidad, estupidez, idiocia con su término más propio, pero acompañada de la Fe ¿eh?, acompañada de la Fe que hace que uno no se dé cuenta de eso, no se dé cuenta de que le pasa eso, sino que se crea que él es el que es -que él es el que es, no faltaba más-.
Sobre eso, estamos ya tocando lo que os había adelantado respecto a análisis de comportamientos sociales, hemos entrado en ello, por fortuna sin que yo me lo propusiera, gracias a tu intervención.
Bueno, por ejemplo entre miles, oía el otro día (no porque quisiera oírlo, sino porque me tocó cerca) a una -en una radio-, a una doctora, una entendida, que hablaba respecto a jóvenes y mayores, la juventud actual, los niños actuales, cosas de ésas (esas cosas que se hacen todos los días pero a millones -vamos-, por la radio ¿no?), y su análisis consistía -si me acuerdo bien- más o menos en esto: que los padres de hoy día, de esta Sociedad, a lo que se dedican es a compensar mediante regalos a los niños (ositos de peluche, ordenadores -si son ya mayorcitos-) la falta de algo que no les dan (supone, no sé si llegaría a decirlo, del orden de eso del cariño o de la atención, o lo que sea ¿no?, todas esas tonterías que suelen decirse, pero sobre todo la idea de la compensación). Éste es así, en resumidas cuentas, el análisis del comportamiento de padres, de niños y de muchachos en el Régimen actual. De manera que antes de decir yo nada, os dejo libre vuestras voces para que nos digáis qué es lo que os parece respecto a ese análisis, porque si no decís nada es que estamos todavía muy... muy poco vivos en esta tertulia y no... no hemos entrado de verdad en la guerra. ¿Qué os parece de ese análisis que habréis oído con variantes en mil... en mil ocasiones distintas?
- Lo primero es que eso no es nada nuevo ¿no?, que no es de ahora, del estado actual que estamos viviendo, sino que es algo de siempre. Es decir, que en las relaciones familiares siempre se da a la vez una especie de comercio entre los miembros de la relación.
AGC - Sí, es posible que sea así con respecto a la familia en general. Desde luego, esta doctora, como tantos otros, tienen interés en ser actuales y destacar lo que se puede llamar 'lo contemporáneo', la actual situación de los que ahora mismo son padres, son hijos, son niños, son muchachos. Desde luego, esas otras formas de familia de otros tiempos no son las que padecemos directamente. Nosotros padecemos directamente las que nos tocan. De manera que tu filosofía está bien, pero no olvides que se refiere a igualar con otros tipos de familia que en realidad sólo conocemos por los libros. Sólo lo conocemos por los libros, por la Cultura. La que padecemos es ésta y es a la que ese análisis se refiere. Y respecto a ese análisis por tanto...
- Pero Agustín, la señora ésa, la doctora, ¿insinuaba o decía que era eso por lo que se compensaba a los niños con regalos?, ¿o no?
AGC - "Eso" ¿qué es?
- "Eso": eso, aquello que les faltaba a los niños que no les daban los padres...
AGC - Eso sí.
-¿Lo decía ella?, ¿o...?
AGC - Sí, sí, sí. Compensaban. Lo de la compensación por medio de regalos y el ejemplo de los ositos de peluche y los ordenadores eran de ella.
- Sí. Pero ¿qué...? la compensación por medio de los regalos...
AGC - Compensaban. Lo otro que dijera ni siquiera presté mucha atención porque ya se sabe lo que es: cariño, atención, cosas de ésas. Ni siquiera presté atención, vamos. Pero lo de la compensación estaba claro.
- Pero ¿qué es lo que quieres saber?
AGC - ¿Cómo?
- ¿Qué es lo que quieres saber?
AGC - Que ¿qué os parece de ese análisis?
- Está diciendo 'realista'.
AGC - ¿Cómo?
- Que es realista. Pero como aquí no estamos en el plano realista, vete tú a saber.
AGC - No, no. Pero no sé qué quiere decir "realista". ¿Qué quiere decir?
- Pues realista: que efectivamente, lo que dice él: es una especie de compensación de la culpabilidad...
AGC - Pero...
- ... de no dedicarles tiempo ni trato, que es lo que...
AGC - Y "realista" ¿qué quiere decir?
- ... es lo menos, es lo más honrao, es lo más humilde []
AGC - "Realista" ¿qué quiere decir?
- ¿Qué?
AGC - "Realista" ¿qué quiere decir?
- Pues eso: dentro de... de la deuda...
AGC - "Realista" ¿qué quiere decir?, ¿que es verdadero o lo contrario?
- Es que sucede en la Realidad.
AGC - ¡Ah!, bueno.
- Es el trato de la Realidad.
AGC - En la Realidad (antes de que nos perdamos en más cosas)...
- Que a lo mejor a los niños el dedicarle trato... ¿Me quieres dejar terminar?
AGC - ... en la Realidad no hay, no cabe, un átomo de verdad. La Realidad es costitutivamente falsa. De manera que aquí "realista"...
- Vamos a ver: según tu teoría, probablemente le siente peor al niño el trato que el peluche, porque si tiene que tratar con los padres...
AGC - Cuando aquí decimos...
- ... a lo mejor es peor que tratar con el ordenador.
AGC - ... cuando aquí decimos "realista" queremos decir algo bastante más grave. ¿Te has enterao o no? ¿Qué quiere decir "realista"?
- Que... que sí, claro: "realista".
AGC - ¿Qué quiere decir "realista"?
- "Realista". Es que está claro...
AGC - ¿Qué quiere decir "realista"?
- Bueno, eso: lo que has dicho tú.
AGC - ¿Qué?
- Lo que has dicho tú.
AGC - ¿Cuál? No, si no lo he dicho yo.
- Como que acabas de decirlo.
AGC - No, no. He recordao que...
- Bueno: lo que sucede, lo que pasa por la calle.
AGC - ... que no hay compatibilidad entre la Realidad y verdad. Pero no he dicho qué quiere decir "realista".
- Tú has planteao una... Has planteo un dicho que ha dicho una señora por la radio...
AGC - Por tanto ¿qué quiere decir "realista"?
- Pues eso...
AGC - Que no sea que el análisis efectivamente (¿cómo se dice?) 'refleja' la Realidad más o menos fielmente...
- Claro, refleja la Realidad.
AGC - ... "realista" aquí siempre me habéis oído emplear y debéis emplearlo en un sentido creativo. "Realista" no quiere decir que corresponda y que sea más o menos verídico, quiere decir que fabrica, que colabora. Eso quiere decir "realista", y una vez que rechazamos el término...
- Yo me he planteao -esa pregunta, esa observación de la señora ésa, de la médico ésa, o de lo que sea-, me lo he planteao yo cuarenta mil veces, no solamente como madre, como abuela, incluso pues como persona que me dedico a esto de la docencia y los maestros y los niños. Y yo te digo una cosa...
AGC - Pero no como tertuliana.
- No, no.
AGC - No como contertulia.
- No, no, como tertuliana, no, gracias a Dios. Gracias a Dios, no. Pero yo quiero decir que si...
AGC - No como contertulia ¿no?
- ... yo me sitúo aquí, a lo mejor y, desde el punto de vista de esto de que hay que estar contra lo que sea realista o realismo, entonces habría que decir "No, no: que le regalen muchos peluches y muchos ordenadores, que por lo menos, eso es menos malo que estén dándole trato o tiempo los padres", porque a lo mejor los padres es peor todavía.
AGC - No, no he visto el eslabón.
- No, no: como la cuestión de la Realidad, y dentro de la Realidad también hay una cuestión de grado, hay lo más falso, lo menos falso -se supone-. O es cuestión de que...
AGC - Sin olvidar que es falsa por esencia.
- ... una cosa ya porque sea realista, ya es falsa.
AGC - Sí.
- Habrá grados de una Realidad.
AGC – Luego, los grados que quieras, pero sin olvidar que es falsa.
- Yo sé que si tú lo formularías eso, dirías "No, no: muchas cosas, por lo menos que los padres no estén al lao de los niños".
AGC - ¿Yo?
- ¿Eh?, porque eso puede ser mucho más nefasto que el peluche.
AGC - Y ¿esa acusación?, ¿que yo pudiera decir eso?
- Hombre, no.
´- ¡Uy!, Agustín, qué cosas dice.
AGC - ¿Qué acusación es ésa?
- Con el desprestigio que tiene para ti la istitución paterna, empezando por la de Dios Padre, pues estaría clarísimo que sí. Pero -vamos-, es una...
AGC - Que "estaría clarísimo" ¿qué, estaría clarísimo?
- Que todavía tendrías que decirle "No, no: que le regalen muchas cosas, que los padres no estén allí"
AGC - ¿Yo?, pero ¿quién tendría que decir eso?
- Tú. Que tendrías que pensar al oír a esta señora...
AGC - Pero yo ¿por qué?, pero ¿qué dices?
- Mira: no te hagas el tonto, por favor.
AGC - No sé de qué. Es que no consigo coger el enlace.
- Bueno, vamos a ver: tú ¿qué dices?, la pregunta que nos has hecho a nosotros, te la estoy haciendo yo a ti.
AGC - Que ¿qué os parece?, y ya...
- Y a ti ¿qué te parece?
AGC - ... a ti ya te hemos oído.
- A ti ¿qué te parece?
AGC - ¿Qué os parece respecto a...
- A ti ¿qué te parece?
AGC - ... al análisis? Más, más actitudes...
- Que no hagas juicios de valor. Si no se pueden hacer juicios de valor. Es lo que pasa.
AGC - ... más actitudes, más maneras de tomárselo, por favor. Variemos un poco esto.
- Agustín, yo lo que veo es que cada vez, cuando entramos en el problema del ser, inmediatamente...
- Jaime, repite, que no te he oído.
- Que cuando entramos en el problema del ser (que es de lo que estamos hablando) inmediatamente nos viene la necesidad de cuantificar cualquier definición de esencia, o sea, que tenemos que decir "somos más tal, hemos progresao, hemos retrocedido", pero inmediatamente cuantificamos.
AGC - Sí.
- Quiere decir que entonces el ser como verdad es imposible.
AGC - No, no: el ser es un ideal, no es que sea []
- Es un ideal. No, no es imposible.
AGC - No, no. Pero la imposibilidad directamente se refiere a la Realidad misma. Es decir, el Poder, el Estado, el Capital, el Alma personal, las Realidades, son costitutivamente falsas, que después se quiera uno entretener pensando en grados y cuantificando, es otra cosa. Pero -vamos- desde luego no se puede olvidar que la falsificación es costitutiva: consiste en que un ideal como 'ser' -ser el que es, que las cosas sean lo que son- trata de imponerse a mazo y martillo para costituir así la Realidad, las personas. Ésa es la costitución, después, efectivamente hay grados de Poder, sí, grados de Poder. Efectivamente, pues probablemente pues Julio César...
- "Es el mejor de los buenos quien sabe que en esta vida todo es cuestión de medida"
AGC - ... Julio César era más poderoso que Vercingetorige, y de la misma manera puedes decir que un Director de Banca es efectivamente más real y más realista que... que tú que no tienes Bancas. Puedes decir esas cosas, pero vamos, no sé a qué cuento viene.
- Cuando la formulación ésa "Es el mejor de los buenos quien sabe que en esta vida todo es cuestión de medida, un poco más, algo menos". Eso ¿no tiene valor para ti ninguno?
AGC - Sí, sí.
- ¿Ni siquiera desde el punto de vista de lo que pasa?
AGC - Sí. Sí, sí, es muy... Muy agradecido, y efectivamente tiene relación con lo que está diciendo Jaime. Eso se refiere a la Realidad. "Más o menos" quiere decir 'nunca sí o no', mientras que la pretensión costitutiva de la falsedad es que ese "más o menos" -fluctuante, borroso- se reduce a 'sí' o 'no' -es blanco o es negro-, y no es verdad. No es verdad porque efectivamente nunca nada es blanco, nunca nada es negro, pero la creencia, la Fe, es que sí. Es que sí. Y "el mejor de los buenos", del proverbio que nuevamente nos cita...
- ¿Qué es más falso, un ejecutivo o un mendigo?
AGC - ... nos cita Isabel, "el mejor de los buenos"...
- ¿Qué es más falso, un ejecutivo o un mendigo?, ¿una flor o un automóvil? ¿Habrá grados de falsedad?
AGC - ... "El mejor de los buenos" quiere decir... quiere decir el que más...
- Claro, desde luego, es más falso una orquídea que una margarita.
AGC - ... el que más descubre... 'el que más descubre, menos engaña'.
- Agustín, yo quería acabar...
AGC - Sí, sí. Sigue, sigue.
- Incluso cuando decimos... cuantificamos una cosa, un objeto, inmediatamente la cantidad -el mejor o el peor- vuelve a tomar otra vez otra dimensión que también a su vez sería cuantificable, que sería como una cuantificación al cuadrado, o sea, que sería, por ejemplo, el decir "tanto peor, tanto mejor". Esto parece un absurdo, porque hemos dicho "esto es mejor o esto es peor", pero si 'tanto peor es tanto mejor', es como elevar al cuadrado la cuantificación.
AGC - Bueno, lo que no hay que olvidar es que esa... esa condición -que es de la Realidad- borrosa, indecisa de veras, nunca sí o no, siempre más o menos y cambiando y de acá pa allá, ésa está continuamente sujeta desde arriba a convertirse en decisiones de sí o no. De manera que eso es lo que no se puede olvidar, y que desde luego afecta a este análisis que os proponía de una manera directa. ¿Qué más?, ¿qué más cosas os ha hecho el análisis de la doctora que os he citado -espero que con cierta fidelidad-?, ¿qué más cosas os ha hecho? Alguien, alguno. Venga.
- Parece que la falta -aunque tiene apariencia de negación- puede estar representando ahí al Amor o el cariño -como se ha citao por ahí- y entonces es un elemento de la Realidad, si está haciendo eso.
AGC - ¿"Un elemento"?
- Pertenece a la Realidad y por lo tanto se va a sustituir un elemento de la Realidad por otro. Es volver a lo mismo.
AGC - ¡Ah!, sí, desde luego. Si la doctora -o quien quiera- dice que lo que de verdad les hace falta es el cariño, tiempo de atención, atención, está desde luego poniéndose realista, -vamos- hasta el extremo. Está creyendo que efectivamente esos son bienes... que hace como que se cree que no son bienes del Mercado, pero que -como todo el mundo sabe- son bienes del Mercado, igual que los otros. 'Tiempo de atención' es el mismo de la Oficina, el mismo del tajo: el Tiempo real: el del trabajo: tiempo de atención. Amor es simplemente una ficción de amor porque se hace coscientemente y por deber, y todo lo demás así. De manera que quien quiere contraponer desde luego se está poniendo realista del otro lado y no nos dice nada. Pero más, más a fondo.
- Yo lo que veo ahí también es que los padres cuando están dando... haciendo regalos, y esa acumulación de regalos es la necesidad también de identificarse ellos como padres, (y yo lo digo porque yo he sido -vamos-). Entonces necesitas reconocerte y al mismo tiempo que te reconozcan como que tú eres el padre y el otro es tu hijo.
AGC - Eso es verdad.
- Y ahí hay una relación padre-hijo que eso es... es así.
AGC - No, no: es otra vez, es la necesidad de ser: hay que ser el que se es: ¿Tú no eres padre? Uno generalmente te has encontrao con eso de venir a ser padre sin saber por dónde, en la mayor parte de los casos, por ilusiones, por estupideces y tal, pero una vez que te han hecho padre, ¡tienes que serlo, coño!, ¡tienes que serlo!, ¡tienes que ser padre! Y entonces, efectivamente tienes... tienes razón que eso pertenece también a una necesidad personal.
- Al margen de que le quieras y tal, que haya el cariño, el instinto -lo que sea eso-, pero eso no tiene nada que ver.
AGC - Sí, sí. Sí, aparte de eso que no sabemos lo que es. Pero no nos quedemos tampoco encerrados en la necesidad personal, hay más que decir respecto a esos comportamientos y este análisis de la doctora.
- Implica, como una persona que sabe, que ella sabe analizar la Sociedad, sabe cuáles son las necesidades de esos padres -va hablando de ideas en ideas-, sabe lo que los niños necesitan, y en ese sentido me parece que es colaboradora también ¿no?, porque está difundiendo... Me parece que va saltando de idea en idea, como experta que es en el tema, y está aleccionando, definiendo lo que es un padre (pues ya sabes que un padre necesita esto, lo otro). Por si acaso alguien tenía alguna duda, cuando te habla un experto, pues ya te machaca un poco más ¿no? Y yo creo que además te alienta y te anima a que, de alguna forma, a que lo hagas. Porque está reflejando socialmente lo que ocurre, te dice "a la mayoría le pasa esto, a ti también".
AGC - Por tanto, "como sucede, que suceda". Es lo que hemos dicho de la función creadora del realista, tiene que ver con lo del realismo que hemos dicho hace un momento, o sea, que es también realista; 'creer que sabe' quiere decir ser realista y por tanto creador. Creador, colaborador, colaborador al Poder. Pero, no sé, yo la verdad es que echo de menos que, ante un análisis como estos, no os surja algo mucho más general y decisivo.
- La mayoría de las represiones, que vienen de la infancia, entonces, si tienes un padre que es un hijo de puta, que te pega o que tal, entonces, habrá que... lo que dice la doctora ésa tendrá algo de razón.
AGC - Aquí lo que dice la doctora es lo de la compensación: que se compensa la falta de eso que tú sugieres, o lo que sea, con regalos: ositos de peluche, ordenadores.
- A mí (es lo que se me ocurría ahora), es que parece que hasta que... hasta el propio padre tiene que recurrir a la doctora para que le diga qué es ser padre.
AGC - Sí.
- Es decir, cuál es el mandamiento que nos viene ahora dado para... para lo que hay que hacer para educar a los hijos ¿no? En realidad -se me ocurría también-, que yo no sé por qué tiene que ser tan malo regalar ordenadores y ositos de peluche, que yo no sé si era Freud o Lacan el que decía que "Uno da lo que no tiene". Y en realidad, a lo mejor, lo que pretende dar es un amor de verdad que no está costreñido en una idea, y lo da a través de un símbolo.
AGC - Bueno, tú dices 'símbolo' y ella dice 'compensación', pero no te has alejao mucho con eso ¿eh? La verdad es que no te alejas mucho de... del análisis.
- Pero yo lo que pienso... Agustín, ¿puedo terminar?
AGC - Sí, puedes terminar.
- A mí...
AGC - Un momento, un momento: que termine Isabel.
- Pero quiero decir que es que la noticia ésta que nos cuentas es casi de recortable, tiene un sesgo. Mira, es una radio (tú no lo has oído por ahí, por alguien que va por la calle), es una doctora que está en la obligación de ser la que es; tiene seguramente una intervención fija, una hora fija en la que están esperando multitud de padres que lo sepan...
AGC - No, era una entrevista, pero es igual.
- ... Hay una cosa que se llama radio, que es Medio de Formación de Masas, estás tú con la intención de a ver cómo cazas la cosa para traerla a la tertulia y crucificarla. Es decir, está tan sesgao...
AGC - Sí, pero estoy...
- ... que es mejor que te inventes cualquier otra cosa no tan sesgada.
AGC - ... pero a pesar de todo eso estoy fracasando. A pesar de todo eso estoy fracasando. Estoy descaradamente fracasando a pesar de todo eso.
- Es que no tienes más remedio que fracasar.
AGC - Estoy fracasando.
- Es que es una cosa que estaba condenada al fracaso.
AGC - No, no, no. Vamos a ver...
- Me parece que ahí lo que pasa es lo mismo que pasa con el Estado y los súbditos ¿no?: es que se dan sustitutos de algo que no se sabe (o se pretende).
AGC - ... Pero ¿aquí no estamos luchando contra el Poder, contra la Realidad?
- Pues apaga la radio y no oigas más.
AGC - ¿Esto no es una guerra? Puestos así, ¿cómo tenemos que recibir semejantes análisis? que es un ejemplo de los millones, un ejemplo de los millones que os sueltan.
- Con alegría, Agustín, hay que recibirle con alegría.
AGC - ¿Por?
- Pues se ve... se ve que los adultos no saben tratar a los niños todavía.
AGC - ¿Que los saben tratar?
- Que no los saben tratar todavía, porque se dedican a echarse la culpa de cosas...
AGC - ¡Ah!, ya. No. No, no es motivo de mucha alegría.
- Con un muñequito no te quitas la angustia.
AGC - No es motivo de mucha alegría.
- Yo quería decir algo: bueno, según... si trato de hilarlo un poco con lo que has comentado antes, si el Yo está costituido por el cosciente y el subcosciente, entiendo que toda la parte del cariño pasa a alimentar al subcosciente ¿no?, y si..., o sea, todos esos gestos -¿no?- de Amor, de... pues el tiempo que pasas con tus niños ¿no?, pues si lo reduces, un poco como que gana terreno el cosciente y por tanto la parte represora ¿no?
AGC - Bueno, gana terreno porque los sentimientos quedan convertidos en 'un deber' -deber paterno, por ejemplo-, gana terreno en ese sentido, en el sentido de la falsificación: sustitución del sentimiento por la idea del sentimiento. Por supuesto. Pero, hombre, cuando oís un análisis de esos, ¿cómo no os pasa algo de lo que me pasa a mí?, que lo primero es ver que ese análisis está respetando la existencia de los ositos de peluche y los ordenadores como si fuera inocente.
- Y del padre y del hijo.
AGC - No, no, no: el padre y el hijo os habéis detenido mucho en ellos. Quiero que os... quiero que os centréis en lo otro: dando -por supuesto- por inocente la existencia de los ositos de peluche y los ordenadores. ¿Cómo podemos decir que estamos haciendo una guerra contra el Capital aquí, si no percibimos eso como lo primero? Eso es lo primero que hay que sentir, aparte de todas las cuestiones personales y todo eso. En ese análisis y en infinidad de ellos. Son análisis que son inútiles, falsos, torpes y colaboradores con el Poder por el hecho de que dan -en el vocabulario mismo, en el texto del análisis-, dan por supuestas cantidad de cosas que aquí, desde abajo, no admitimos que tenga que existir para nada, y desde luego, no admitimos la inocencia de eso. Si no ¿qué quiere decir levantarse contra el Capital, si no nos damos cuenta de eso?
- Yo creo que es evidente.
AGC - Vamos a ver: ¿qué coños sabría uno lo que los padres... lo que los padres harían, regalarían o dejarían de regalar, si los almacenes no estuvieran llenos de ositos de peluche y de ordenadores? ¡Coño!, es que es demasiao elemental. ¿Cómo puede uno?... ¿cómo puede uno prescindir de esta evidencia que es tan de sobra... tan de sobra simple? Evidentemente, y ¿cómo se sabe? Descontamos -descontamos- lo que aquí todos los días reconocemos, que es la costante presión del Capital para la compra de inutilidades. Descontamos eso, como si esa fuerza no estuviera ahí, cuando la sentimos todos los días, todos los días. Y cuando uno no es padre, pues es novia, y cuando no es novia es abuela, y cuando no es abuela es nieto, y todos sufren la misma presión, la misma presión de comprar. Lo de que eso se tome como un símbolo de cariño, eso es secundario, porque lo primario es comprarlo. Eso es lo primario, eso es lo que el Capital manda, y luego efectivamente se colabora con él cuando eso se quiere hacer pasar... se quiere hacer pasar como una muestra de cariño -por ejemplo-, como una muestra de aprecio. Eso ya es una colaboración, pero desde luego, la presión primera es la del Capital. La presión primera es la del Capital y...
- Agustín. Agustín.
AGC - Sí.
- Es que creo que lo has puesto un poco difícil -perdona que te diga-, porque... por lo sencillo que es en el fondo, porque has puesto el osito de peluche. Y entonces, el osito de peluche metido en el mismo conjunto que el ordenador, nos despistaba. Si hubieras dicho llevar a los niños al Parque Temático -no: lo digo en serio-, llevar a los niños al Parque Temático o con ordenadores, coche y tal...
AGC- No: puede que efectivamente...
- ... ya lo hubiéramos visto más fácil...
AGC - Puede tener...
- ... pero el osito de peluche -no: lo digo en serio-, el osito de peluche es una cosa estéticamente que despista.
AGC - ... Os digo que ahí me... que ahí me he limitado a citar los ejemplos de regalos que ella ponía.
- No, no: pues ella engañaba más hábilmente. Porque...
AGC - Efectivamente, lo que tienes razón es que tal vez esto de que me quejo...
- ... Como has dicho 'doctora', ya pensamos que es un poco tonta. Y entonces, claro, ahí caemos en la trampa ¿no?, que pensábamos que...
AGC - No: o tal vez lo que has dicho, es tal vez demasiao simple, pero es que aquí tenemos... estamos tratando de llegar a una gran simplicidad, hacernos niños. Efectivamente, hay que ir primero a lo primero. Primero a lo más imperioso, a lo más evidente, y no detenerse, no andarse por las ramas, no. Eso efectivamente, sí, tal vez me indigne un poco demasiado no haber encontrado la reacción más inmediata, tal vez por excesiva simplicidad.
- Perdón. Yo creo que el Capital sabe muy bien que todo este Mercado que tenemos es como sustituir el cariño, que también es una idea y nos han vendido obligatorio, y que como todo el mundo nos encuentra deudor de que no... de que no da ese cariño que le han metido en la cabeza, entonces, bajo corriendo a los almacenes, dice, "¡Ala!, aquí está, mi muestra de cariño".
AGC - Bueno, las motivaciones del Capital son mucho más... mucho más serias y tremendas que ésas, pero bueno, está bien...
- ¿Son más serias que eso?
AGC - ... está bien añadir ésa. Desde luego, lo que...
- ... Pues los padres siempre están culpables.
AGC - ... lo que el Capital necesita es la colaboración de los clientes y de los súbditos, eso seguro. No hay Fe que se sostenga si no es captando a la mayoría para esa Fe.
- La mayoría siempre se cree deudora de cariño.
AGC - Y la mayoría se capta, primero, haciéndole creer en las cosas que el Poder manda y no dejándole volver directamente la vista a Dios, al Capital -al Capital mismo, ¿no?-. Ésa es, como...
- Pero Dios soy yo.
AGC - ... como se sabe, esa es la mayoría.
- Dios soy yo. O sea, volver la vista sobre mí.
AGC - Sí, sobre Dios.
- Y, en cuento que definido como padre, es el negarme a mí en cuanto padre -negarme a mí como padre-. Quiero decir que... como lo que decía él de que la cosa es lo de siempre, que es muy viejo. O sea, ¿cabe que establecida ya la relación padre-hijo se pueda dar nada cuando es tan real la relación?
AGC - Sí, sí. Es verdad, Mercedes, pero eso todavía es superficial, porque uno -lo mismo da que sea padre, que sea nieto, que sea novio, que sea novia, que sea...-, uno lo que es primariamente...
- Que tiene que ser colaborador ya.
AGC - ... lo que uno es primariamente es súbdito, súbdito del Poder, y por tanto cliente del Capital. Eso es lo que uno es primariamente, y después su estatuto social interviene, pero interviene secundariamente respecto a esto, porque cualquier estatuto más o menos sirve -cualquier estatuto si