25.08.2014

Tertulia Política número 90 (12 de Septiembre de 2007)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

  • La conversión de las cosas en información y de la información en cosas.
  • Sobre el concepto de “entropía”.
  • La cuestión de “¿y por qué todo esto?”
  • Información y enfermedad.    

 

[mp3]12 de Septiembre de 2007#Tertu090-12-09-2007.mp3[/mp3]

 

TRANSCRIPCIÓN:

 

Retomando el hilo de esta guerra, esta guerra común contra la Realidad, esta guerra contra las ideas, porque sin ideas  no hay Realidad; esta guerra contra el Poder, porque el Poder no puede por menos de sostenerse sobre ideas, sobre una Realidad.  Esta guerra que nos traemos.  Reanudando el hilo de esta guerra, ya me diréis enseguida, especialmente los que estabais conmigo en las últimas sesiones, hasta qué punto queda clara esta reducción de la información a “cosas”, de las cosas a “información”.  Una reducción de la que veníamos tratando aprovechando algunas de las últimas entradas en la Red y estudios de físicos o informáticos, que en los últimos tiempos presentan claramente, ya desde los propios puntos de vista y necesidades de la Ciencia, el reconocimiento de esta identificación o trasvase entre “información” y “Realidad”.


Efectivamente me lo diréis, dejaré un espacio para que las dudas que persistan se presenten y resulten fructuosas.  Sabéis que el trasvase es en los dos sentidos: por un lado, las probabilidades, que en principio pertenecían a la información, es decir, al cómputo (al cómputo de la medida que se hiciera sobre las cosas), vienen a incorporarse a las cosas mismas, por lo menos en los niveles de los entes que una Física toma como explicativos de las cosas, entes subatómicos para los cuales las probabilidades vienen a ser un hecho físico.  Eso en un sentido.  En el sentido contrario, nociones como las de “entropía”, que en principio habían nacido y pertenecían a los hechos físicos, por ejemplo al campo de la termodinámica, acaban por trasvasarse al campo lógico, es decir, al de la información.  Ya desde las obras de los últimos decenios del siglo pasado, de (Sarer)  sobre todo, esto se puso claramente de relieve; lo que decía de la entropía puede decirse de la información, en el sentido sobre todo de que las mismas fórmulas, las mismas ecuaciones, pueden trasladarse de los asuntos de las cosas (del calor, de la termodinámica), a los asuntos de la lógica, de la información y demás. 


La entropía, en uno de los últimos artículos que estoy leyendo (porque Caramés, como de costumbre, me lo ha proporcionado por impresión de una de las entradas en la Red), de un Señor Alexander Bais, y algunos otros autores, pues por ejemplo se identifica la entropía con el número de lo que ellos llaman “estados accesibles a la observación”, “a la experimentación”; de tal forma que cuanto más crece el número de eso que llaman “estados accesibles”, de alguna manera también aumenta esta forma de la entropía informática de que hablamos.  Se sabe que ninguno de los estados puede ser objeto de una noción ni de un cálculo verdadero.  La consideración de una multiplicidad de estados posibles, o en el sentido de estos señores, “accesibles”, implica la creación de una nube de incertidumbre.  Se sabe, se pretende saber, que dentro de esa nube de incertidumbre, uno de los estados es el verdadero; pero ese estado verdadero se daría por ejemplo con una situación tan intratable como la de un estado en que no figurara más que un elemento, por ejemplo una molécula en un gas, ¿no?, la cual directamente no es accesible ni para la investigación física ni para el cómputo, ¿no?  Bueno, eso por daros una impresión, aunque sea vaga y rápida, de la conversión de nociones como la de “entropía”, a la aplicación, a la información.


Ahora, recordáis cómo decíamos, que una vez reconocido esto, tenemos que volvernos sobre nosotros otra vez, y reconociéndonos como un caso de cosas, no como ninguna cosa aparte, no como ninguna especie de “observador de las cosas”, o “razonador sobre las cosas”, sino como un caso de cosas.....volviéndonos sobre nosotros, como el último día estábamos diciendo acerca de la Muerte, tenemos que decir: “he aquí que hemos caído en esta red, que al mismo tiempo es la de las cosas y la de la información”.  Porque ni las cosas tienen ya para nosotros sentido sin su carga de información, que es la que les hace, si no ser ser lo que son, porque eso es imposible, por lo menos pretender acercarse lo bastante a ser lo que son cada una de ellas.  Y así nosotros también, cada uno de  nosotros costituído por la información acerca de sí mismo, por el saber de sí mismo, sin el cual su ser no tiene ya sentido ninguno. Y entonces, tomándonos así, como cosas entre las cosas, nos cabe ese reconocimiento primario: “he aquí que hemos caído en esta red de cosas y de información, de la que somos parte”. 


Y entonces, habíamos cortado ese camino hace dos sesiones, en el momento en que ante eso, y a pesar de que para nosotros la noción de “relación causal”, de “causas/efectos”, haya perdido también su validez, cabía preguntarnos: “¿cómo es que esto es así?”, “¿cómo es que es así esto de que hemos caído en una red de información y de cosas, en la que estamos metidos?”, “¿de dónde viene esto?”, etc.  


Pero antes de volver sobre esta cuestión, que es en apariencia genética, pues quiero, como os he prometido hace un momento, dejaros un rato para que saquéis todas las curiosidades, dificultades, respecto a la cuestión de trasvase o identificación entre información y cosas.  De manera que adelante si os parece, antes de volver sobre la gran cuestión de porqué y qué es lo que hacemos aquí.  Dudas, ocurrencias, sobre eso de el trasvase de la información a las cosas, la reducción de las cosas a su información, que corresponde a la (realización) más física que la información ha venido adoptando.


- Se me ocurre que por ejemplo el tema este de (Alcaeda), que no sabe nadie quién  es, y aquí sabemos que es una cosa casi a nivel estatal, pero....


AGC- A ver, repite...


- El nombre de (Alcaeda), que es un nombre....


AGC- Cualquiera de los que os suministran.  Es un nombre propio, pero bueno.


- Es un nombre propio, es verdad.  Pero que no tenía ningún contenido en sí, porque no sabíamos lo que era, pues detrás de (Alcaeda) había un nombre verdaderamente más propio, más cierto, que era (Binladen), como formador de ese (Alcaeda), que no se sabía qué era, pero que ya prácticamente es algo, es una cosa, que va adoptando el mismo plano de un gobierno, por ejemplo, que el gobierno de Estados Unidos, que tiene sus discrepancias con (Alcaeda), y que de hecho puede (Alcaeda) amenazar al gobierno estadounidense.


AGC- Te encuentro esta noche, Rosa, un poco así como enloquecida.  Se conoce que los medios te han producido algún efecto en ese sentido.  Me hablas de cosas de esos nombres propios..... No sé por qué me dices que el nombre del fulano sería una especie de Realidad más sustantiva que la del nombre de la organización (Alcaeda), no sé por qué.


- Bueno, es que me ha parecido, porque (Binladen) tiene cara, y de hecho, incluso ha pedido perdón y ha pedido trabajo.  Este hombre tiene cara, tiene ojos, y (Alcaeda) no tenía ni cara ni ojos, parece que era una libre asociación de terroristas....


AGC- Pero bueno, tanto más fácil para convertirse en un hecho real.  ¿Es que España tiene ojos?, ¿o Estados Unidos, no digamos?, ¿tienen ojos, ni cara, ni nada?


- Pero bueno, parece que tiene todos los nombres de los que han gobernado España, ciertamente.


AGC- No, no, eso no es lo mismo.  No, no, los entes más potentes, más reales, más sanguinarios, carecen de esas cosas.  Más bien, las caras y todo eso, como sucede en el caso de cada indivíduo, son una distracción con respecto a la Realidad.  Cuanto más carezcan de esas distracciones, más reales y más potentes pueden ser.  Aparte de que no olvidemos que los nombres propios, aunque juegan en esto un papel fundamental, no son lo mismo que la creación de cosas propiamente dichas, que sólo se logra por medio de términos del vocabulario común: “terrorismo”, “banda terrorista”, eso sí, “globalización”, eso sí, eso por supuesto; todos esos términos que os meten desde arriba, y que tratan de costituír Realidad.  Todos ellos son muestras de cómo la Realidad consiste precisamente en “información”, y no otra cosa; son creaciones de los medios, creaciones del Poder, pero no menos reales por ello, no menos reales por el hecho de ser informática y puramente informática.


- Eso me parece que es un (). O entonces yo no he entendido lo que se está comentando...


AGC- Eso, eso, más vale.


- ...o yo entiendo que (Alcaeda) es una asociación, un grupo, que no se sabe, un grupo terrorista, una asociación...


AGC- Que se sabe muchísimo; te han informado hasta la saciedad; se sabe muchísimo.  Todo mentira, pero eso pasa con la Realidad en general; porque no hay ninguna Realidad verdadera: todo mentira.  Pero lo que es saberse, muchísimo: información, noticias, esa es la costitución de la Realidad. 


Bueno, un paréntesis, porque veo que va a hacer falta, respecto a cómo interviene en esto lo del último día y lo de la Muerte. Nuevamente os recordé: si uno, nosotros, uno, llega a reducirse, llegara a reducirse, a cosa, a una cosa entre las cosas, su miedo de la muerte, su miedo del Futuro desaparecería en el mismo momento, porque las cosas, como cantaba Lucrecio, esas nunca mueren, el cuerpo nunca muere.  Os hablan de la Muerte, como los curas en el Antiguo Régimen, hablando de la putrefacción del cuerpo y todo eso: puro engaño.  Las cosas nunca mueren, porque no saben hacer más cosa que trasformarse unas en otras, trasformarse unas en otras perpetuamente.  De manera que si uno es cosa, pues......Lo que hace que eso no funcione es que uno pretende al mismo tiempo, tiene que al mismo tiempo, que ser como Dios, ser el que es, y amigo, eso no tiene cura, porque el que es, ser el que es, es cuestión de sí o no, y así entonces nuestro terror de la muerte (que nunca está aquí, que es siempre futura, la muerte de cada uno, un terror del que el Estado y el Capital viven primariamente, vendiendo Futuro, vendiendo justamente miedos y esperanzas), ese en verdad se refiere a un ente tan astracto y sublime como Dios: ser el que es. Y os engañan y nos engañan cada día confundiéndolo, pues con el cuerpo, con los accidentes de la vida de uno, con sus caras, como decías, con sus características, que son justamente los que no tienen que ver en el asunto.  La tiranía de ser el que es, de la idea llevada a su sublimidad, a lo que llamamos “ideal” de ordinario.  Eso conviene recordarlo, para  no volver al engaño.  Bueno, cierro el paréntesis, porque eso era nada más recordatorio de lo que el otro día estuvimos usando.  Ahora seguimos con las dificultades respecto a la conversión de cosas en información, de información en cosas.


-Si puedes explicar un poco más el sentido del trasvase de Física a Información, lo del número de las distintas situaciones, lo de la nube de incertidumbre.


A-Bueno, eso no era más que un caso, ¿eh?, eso se refería al trabajo de Bais y de estos señores.  De una manera o de otra, de esa manera o de otras distintas, lo cierto es que la noción de “entropía”, hoy día, se aplica por todas partes en el sentido de “información”, referido a la informática.  No sé si te acuerdas, Caramés, de algún otro caso en que, entre informáticos, se use esto de entropía, como referido justamente a eso, ¿no?, a la.....


-Si, es una istitución propiamente matemática () en cualquier situación donde se estudia con modalidades. Se crean unos posibles estados (), y entonces ahí se debe aplicar también la noción de “entropía”.  Si lanzo el dado, que tiene seis caras, la entropía es mayor que si lanzo la moneda, que tiene dos caras.  Entonces se establece un (aparato) matemático que permite calcular la entropía en ese caso.  Es una cosa así de simple.


-Entonces parece una cosa lógica.


-Si, si, incluso hay quien habla de “ entropía en la Lógica”


A-En todo caso, es que “informática”, en principio, debería pertenecer a la lógica, y acaba por no pertenecer.


-.....que aquí ()  aparece como una cosa lógica.


-....de una situación que viene de la Física, del calor, a partir de ahí () pasa al otro lado.


-¿Lo de la pérdida de calor?


-Si, lo de la termodinámica.  () medida del trasvase del cambio de calor en una temperatura.  Esa medida da lugar a la entropía  ()  Empezando por crear el primer esperimento, el del demonio de Maxwell, queriendo intervenir en las mezclas de las moléculas, crea una especie de temperatura media constante.  Pero si cada () la realizáramos, la información de cada molécula, veríamos que es una temperatura promedio, porque hay algunas que están más agitadas, con más calor que otras.  Pero si un demonio separara las unas de las otras, tendríamos la posibilidad de que dentro del equilibrio térmico, hacia un lado pusiéramos a calentar el agua ().  Pues eso implicaría ese conocimiento de cada molécula.


-.....el sentido contrario.


-Ahí pasaríamos de la situación física a la lógica, a la informática.


A-Si, que es por lo que preguntabas. 


-Hay muchos  () experimentos ligados.


-Esto que nos había salido hace unos días de la conversión de la diferencia en distancia, ¿es un ejemplo de lo (permitido) , de la conversión de Lógica en Física?


A-Bueno, eso es una cosa que habíamos sacado aquí antes, y sobre la que volveremos ahora, cuando nos planteemos el gran problema de “en qué estamos metidos, y porqué”, donde las cuestiones de la espansión, la difusión, y la conversión de la diferencia en “distancia”, espacial o física, volverán a plantearse.  Pero en cuanto a esta equivalencia y facilidad de trasvase, yo creo que no hay grandes dificultades.  Si sois capaces de imaginar, por emplear el término estadístico, una población de moléculas (por ejemplo una población de moléculas de gas sobre las cuales una experimentación y teoría termodinámica actúe), no tenéis por qué tener ninguna dificultad en imaginar igualmente una población de datos, una población de informaciones, una población de noticias, incluso como las que la prensa divulga todos los días, y la televisión. ¿Porqué puede haber dificultad para entenderlo?  Y si se ve bien cómo lo uno puede muy fácilmente ser lo otro, yo creo que las dificultades para hacerse cargo, para sentir esta conversión de las cosas en información, en noticias, en ideas, desaparecerán.  Con la inversa, con la conversión en cosas cada vez más físicas de las informaciones, de las noticias, de lo demás.


Acudiendo a los ejemplos más simples: ¿qué es lo que la televisión nos sirve? La televisión os sirve todos los días la Realidad; me refiero sobre todo a los informativos, sin más.  Os sirve la Realidad.  ¿En qué consiste la Realidad?: consiste, pues en eso, en una acumulación de informaciones, de datos, no en ninguna otra cosa; y quien piense que aparte de eso está la Realidad de verdad, está ya cayendo en alguno de los errores sobre los que ahora tendremos que volver.


- Para precisar a lo mejor un poco mejor lo que “información” signifique, se podría decir que “información” implica, o lleva implícito de alguna manera, un proceso de codificación y de decodificación de esa Realidad de la que hablamos, lo cual hace pensar que es como una ulterior () de esta Realidad en este proceso de codificación y de decodificación, en la cual la concentración de información, o la eliminación de información, o simplemente el trasvase, de alguna manera produce lo que los informáticos llaman “ruido”, que viene un poco a decir como que en el sistema en el cual esa información se está produciendo se producen alteraciones, o hasta incluso se puede decir “reverberaciones”.  Cómo de alguna manera la información falsea aún más lo que ya de por sí es falso.


AGC- Bueno, la introducción del código, de la codificación y decodificación, no sé si ayuda mucho en este momento.   Evidentemente es así, y habría que decir que si eso se dice de la información, hay que decirlo de las cosas, y de nosotros.  Lo de nuestra codificación y decodificación.  Sin embargo, esto tiene todavía que ver con lo de la famosa noción de “entropía” pasada de un lado a otro, de Física a Informática.  Porque es que una de las sugerencias que ya en tiempos lejanos, cuando esto se usaba en termodinámica, nos llegaba, es que “entropía” quería decir efectivamente “barullo”, “amenaza de caos”.  “Aumento de entropía” quería decir “amenaza de caos” y todo eso, y por tanto lo que solemos decir también muchas veces es “vida”; mientras que la resolución por “sí” o “no”, viene ya a ser una especie de fin de la entropía; la muerte era justamente como eso.  Y en una población de noticias, en una proliferación de informaciones, eso lo podéis aplicar también: lo que da vida a todo el juego de la información, que reina y en el que estamos metidos, es justamente algo de eso: una amenaza de contradicciones, de barullo, de caos, mientras que la información definitiva, la verdad, la información definitiva, querría naturalmente decir la muerte automática de todo el juego informativo.  De manera que eso yo creo que por complejo y contradictorio que sea la  noción de “entropía”, se percibe bien en los dos terrenos, y puede ser bastante útil.


Respecto a la Realidad de uno mismo, volviendo otra vez al ejemplo del otro día, la cuestión de “si o no” supera nuestra Realidad, la Realidad, pertenece a ese ideal.  De ahí tiene esa condición de terror absolutamente insoportable para cada uno, apenas por un relumbre, ¿no?  Mientras que en cambio, pues las ideas que nos hagamos y que nos hagan acerca de la Muerte, es decir, de la vida, y por tanto de lo que dura, y de cómo se compra, y cómo se vende, cómo se preserva por Medicina, cómo se asegura por medio de Compañías de Seguros, y todo el resto de la cháchara, eso es pura vida, pura vida de la información, y pura vida también de la vida de uno. Pura distracción, pura mentira, pura proliferación de la mentira, pura renovación de mentiras para seguir tirando, pero que es a lo que se llama “vida”.  Es a lo que se llama “la vida de uno” de ordinario, ¿no?. Si esto os aclara más bien que armar líos....No sé, había por ahí alguna.....


- A mí se me presenta como muy difícil el hecho de apreciar la puesta en su desnudez de información, lo mismo () de una cosa, o cualquier cosa, en su desnudez, es la idea de una cosa, porque me parece () información, como él ha dicho antes, () a la reacción de la cosa misma, es decir, a la historia nuestra, de la vida, a los acontecimientos.  Y me parece que hay también la idea como previa a la cosa.  Es que no sé donde hay cosas y hay dudas de esa idea, lo mismo que tampoco puedo ver que haya realidades y dudas de información, y entonces, la separación esa que tú estableces entre que hemos caído entre redes de cosas y información, me parece que no sé cuál sería este punto de entre cosas e información.


AGC- No sé si me has seguido bien.  En lo primero te has quedado desde luego corta: no es que sea prioritario, no es que antes tenga que haber; es que lo que aquí estamos descubriendo es que lo uno se reduce a lo otro, que las cosas no son el objeto de la información o del saber: que consisten en esa información o ese saber.


- Entonces no se puede hacer una separación entre cosas e información.


AGC- ¡No, no, es que ya nos la dan hecha!  Aquí estamos tratando de deshacerla.  Pero esta es una regla de la tertulia: la separación nos la dan hecha. Aquí estamos (y no es tan fácil, ni tan rápido), tratando de deshacer esa separación, y tratando de deshacerla por todos los medios más eficaces: acudiendo a la Ciencia, acudiendo a nuestro terror de la muerte, acudiendo a cualquier cosa a la que podamos acudir para deshacer el engaño.  Pero del engaño partimos: en cuanto salgáis de aquí y os descuidéis un segundo, volveréis a creer en que hay cosas por un lado (y personas, naturalmente), y que luego hay ideas acerca de ello, informaciones falsas, informaciones verdaderas; volveréis a creer lo que suelen haceros creer, que si hay informaciones verdaderas acerca de la Realidad, y cosas por el estilo, ¿no?. Si.


- ()


AGC- Si, si, ya en el propio vocabulario de un idioma de los llamados “naturales”, sea cualquiera, está ya jugando eso mismo.  Aquí nos estamos fijando más bien como en prolongaciones y exageraciones del proceso, pero ahí y en ese momento está jugando.  Cuando atacamos, ya hace tiempo, la noción de “existencia”, o sea, la Realidad, decíamos que puede que haya rosas; pero creer que una rosa existe, o que la rosa existe, sin que en el idioma correspondiente figure el nombre “rosa”, es una tontería.  Eso es una de las cosas que, aunque sea de una manera negativa, lleva inmediatamente a descubrir en qué consiste la existencia, el existir, o sea, la Realidad; la realidad de las rosas, o de nosotros, o de quien sea.


- .....una eterna duda de cierta complicidad de las cosas con su información, porque parece que se conforman con confirmarnos en alguna medida. Pero esa estabilidad de las cosas, no sé, parece que participan un poco de una información que no es que la sepamos, pero que está ahí.


AGC- Eso es lo que llamamos “ideal”, y que podemos atribuir a las cosas, puesto que nos la atribuimos a nosotros mismos.  Y el primero de todos: ser el que es; las cosas se obstinan en este imposible de ser las que son, y ser cada una la que es.  Se obstinan en eso, y eso es lo que te da esa impresión de colaboración con las ideas.  Se obstinan, como cada uno de nosotros.  Esta guerra que nos traemos consiste justamente en una guerra contra esa ostinación en ser el que uno es, que evidentemente no es sólo humana, no es de esta clase de cosas, sino que pertenece a cada cosa: las cosas están forzadas a cumplir este ideal de ser las que son, de ser cada una la que es.  Y para eso acuden a todas las armas y los trucos, principalmente para seguir siendo las que son cambiando, paradójicamente; eso es lo que hacemos cada uno cada día: para seguir siendo el que es, cambiar.  Eso es lo que hace el Estado, en sus presupuestos; eso es lo que hace la Industria, la Empresa, el Capital: cambiar para ser el que es.  Y eso pertenece a las cosas, es justamente lo que llamamos “regencia de los ideales”.  Que luego entrará en la pregunta esa fundamental, a la que tal vez vaya siendo hora de volver; pero todavía quiero sin embargo sobre lo anterior........Ya sé que quedarán todavía muchas más dudas, pero bueno.


- El concepto de “entropía” posiblemente sea de lo más fértil y productivo que se ha hecho en el siglo diecinueve.


AGC- Si, y al mismo tiempo un lío endemoniao.


- ....por todas partes: filósofos, teólogos......


AGC- Pero hablan de boquilla, hablan mucho de boquilla de eso de la entropía, pero no....


- Es que es muy atractivo, pero se sabe más que () . Puede tener muchas facetas, y muchas formas de (). Lo más()es el () del “orden” y el “desorden”, y es obvio, lo probable con lo menos probable. Y “probable”, “improbable”, “orden”, “desorden”, parece que quiere decir () de una molécula de un grupo de moléculas, como ().  Lo mismo que cuando se trata de entropía y de información se está hablando de que un (desierto) () hay un orden que permite, como decía Felipe, que pueda interaccionar, es decir, traducirse en un entendimiento, en una acción, en tal, porque hay un orden previo.  Y el aumento de la entropía sería el aumento del desorden.  Y el desorden no es que sea vivo o tal, sino que al contrario, sería como el apagamiento.


AGC- “El apagamiento”, no.


- O sea, que si no hay este orden que establece diferencias entre lo que está realizado y lo que no () lo otro sería el derrumbe de esta organización, y por tanto ya no habría ninguna ().

 


AGC- Si, pero mientras se derrumba, ¿qué?  Eso es lo que estamos......Por desgracia, es que mientras se derrumba, ¿qué? Bueno, me he permitido presentarlo al revés, lo del Orden lo he presentado como la Muerte, ¿no?  Efectivamente, Orden de verdad (la Ciencia no puede llegar a él), Orden de verdad, el del ser lo que es, quiere decir que venga a ser verdad que lo que es es lo que es; y entonces se acabó, no sólo la información, sino la Realidad; se acabó todo.  En la verdad se acabó todo; en ese sentido decía “Muerte”.  Y entre tanto, lo que dura es el derrumbamiento, el derrumbamiento perpetuo, el barullo, que es en el que estamos, y dentro del cual, por cierto, no sólo la termodinámica, sino cualquier forma de Ciencia Física o Ciencia Informática trata de establecer maneras de orden, aprovechamiento de eso.  Yo os daba el ejemplo del Señor Bais y sus amigos, que identificaban “entropía” en el sentido este informático con la multiplicidad de los “estados accesibles” que ellos dicen, “accesibles a la observación”, y todo eso.  Se supone que dentro de los estados accesibles, de alguna manera, en alguno, en algún lugar puede estar el verdadero; y al mismo tiempo naturalmente se hace una reducción de los estados infinitos, que sería el caos, a un cierto número de estados accesibles, y esto es típico del intento corriente: aprovechar, dentro del desorden, del derrumbamiento, formas de ordenación suficientes para irse entendiendo en informática, para ir tirando en la vida......


- Por tanto, si algo de orden, desorden, previsibilidad, imprevisibilidad, tal, tal, por supuesto que es lógico.  Es Física, pero es Lógica, es algo que tiene las dos caras simultáneamente.


AGC- Si, es verdad: “orden” y “desorden” se decía por ejemplo respecto al orden o desorden de las letras de un escrito, que es cosa de Lógica, lo mismo que se podía decir respecto al orden y desorden de unas ovejas de un ganado, y todo eso.  Eso era ya de siempre, del vocabulario más antiguo, si, esa duplicidad de uso.  Si.


- .......las cosas tienen que ser lo que son, se empeñan en ser lo que son, nunca del todo, claro, de ahí que se empeñen.....


AGC- No, no: “se empeñan”, no hay que decir nada.


- Desde esa entrega, esa sumisión, de querer ser lo que son, a partir de ahí me parece a mí que sí que es posible efectivamente operar sobre ellas, y operar con ellas, y acertar, y crear una serie de campos, y fantasmagorías.  Es que casi casi lo están pidiendo.


AGC- Bueno, es lo que se hace de ordinario, en Ciencia, y en Política y en lo demás.  Se aprovecha uno de eso.  ¿De qué se aprovecha el Estado en nosotros para convertirnos en una masa de individuos?  Pues en la pretensión de que cada uno se cree que es el que es.  Por tanto, cree que es el que es, cree que es el que ve la televisión porque le da la gana, cree que es el que vota...¿De qué otra cosa se va a aprovechar el Orden más que de esa pretensión?  Pero desde luego aquí descubrimos que es una pretensión vana en definitiva.  En la Realidad no puede haber nada verdadero, y por tanto nunca uno puede ser de verdad el que es, nunca.  Pero como pretensión está ahí, y de esa pretensión es de la que saca el Poder su fruto, el Capital y el Estado y demás.  Con ella tenemos que cargar.


- Yo creo que es() que la unificación que hace (Sarer) cuando define entropía () estableciendo una fórmula precisa, esa función evidentemente va a ser cero cuando se trata de una cuestión de “sí” o “no”.  Y cuando se aumentan las posibilidades, va (). Se puede decir así de una manera......


A- Si se hace “uno”, se acabó.


-()


-No, es una función matemática de varias variables, que introduce que si se tienen () B1 () Bo() el uno y el cero  () sí o no.  Y luego, si en cambio jugamos con ½, () va a parecer la entropía ½, y así se va generalizando.  Es una función que todos estos juegos que hacen ahora van a aplicar esta ()


AGC- Y que (Sarer) pretendía que él no había hecho más que convertir al lenguaje informático lo que estaba en la termodinámica.  De ahí que su ecuación (aunque yo no soy quien para juzgar), su ecuación coincide con la ecuación de la entropía en termodinámica.


- No me he terminado de enterar de si sus ecuaciones tienen ningún tráfico      () ordenar un sistema que repercuta en el desorden de sistemas.


- Eso es un concepto de la entropía.  Ordenar en un sitio, y poder desordenar en otro.


- ....teniendo en cuenta el tránsito, el aumento de estados.  Por eso, la función   () unas propiedades iniciales, y a partir de esas propiedades iniciales, que puede ser continua, creciente, y después ciertas formas de combinación de estados (). Todas esas condiciones llevan a definir () condición de si tenemos un estado de S elevado a n, ese tiene que relacionarse con S elevado a S menos uno.  Tengo dos, tengo que pasar a cuatro, y el paso de dos a cuatro tiene que estar funcionalmente definido.  Con esas condiciones definieron la función () y la que aplican ahora cualesquiera de los físicos o matemáticos que quieren introducir la noción de “entropía” en el terreno en que estén, sea de la Gravedad Cuántica, sea ().   


- Este aspecto de la entropía que acabas de mencionar es también ()


AGC- Si, Virginia.


- .....pero también se puede pensar que es el Estado el que crea individuos, el que fabrica individuos.


AGC- ....pero simultáneamente, y a sí mismo.  Y a sí mismo, porque a su vez, sin individuos a los que dominar, tampoco el Estado tendría sustento.  Así que la operación es doble en ese sentido. 


Volvamos, aunque sea un poco ya tarde, a nuestra pregunta ante la costatación de que hemos caído en esta red, que quiere decir al mismo tiempo “red de cosas” y “red de información”, “red de informaciones y de noticias”.  Yo pienso que esto es precisamente la costatación primera.  Entonces, uno no puede librarse  nunca, por más que haya descreído de la relación causal, de, ante esta costatación, preguntarse, preguntar: “¿y por qué todo esto?”, o: “¿cómo es que todo esto?”.  Quiero un momento que nos detengamos en la locución “todo esto”.  Porque yo creo que tal vez es la manera más ingenua en que un niño suficientemente despierto y al mismo tiempo aterrado por la visión del cielo sin fin, y por la penetración en su propio corazón sin fondo (que son las dos cosas que se dan la una junto a la otra: “cielo sin fin”, “corazón sin fondo”), sería que tratara de preguntar “todo esto”: “¿porqué todo esto?”  Es decir, cuando ya se hubiera cansado de preguntar por realidades más particulares.


Conviene pararse un momento, porque esos términos, como veis, no son términos de los que se refieren a la Realidad, ni “todo”, ni “esto”.  “Esto” es un deíctico, un mostrativo, que lo que hace es apuntar, es decir, apuntar con respecto al mismo sitio en que se dice.  Con respecto al mismo sitio en que se dice, el niño, cualquiera, yo, dice: “¿porqué todo esto?” No significa nada; nada más que apuntar.  Y “todo” es un cuantificador, no tiene tampoco significado alguno; solo que es un cuantificador de esa clase que aquí hemos descubierto y repetido que no puede aplicarse a la Realidad.  La Realidad no es todo lo que hay, las cosas no son todas.  Ese niño por tanto, tan ingenuo y todo, comete el error de atribuirle totalidad. Ya en eso por supuesto se equivoca, pero es una equivocación característica: “todo esto”, apuntando por un lado al sitio, momento, situación, en que lo está diciendo esto, y pensando que, pretendiendo que su pregunta sea todo lo más abarcadora que pueda, para lo cual se le ocurre decir “todo”, porque evidentemente su lengua no le ofrece una manera más abarcadora de hacer la pregunta.


Bueno, pues una vez que nos hemos parado, y que hemos visto que la pregunta rebasa la Realidad, como se ve en esta misma consideración del empleo del “esto” y del “todo”, que no pertenece a la Realidad, conviene tal vez desanimarse uno mismo, desengañarse de emprender un camino de respuesta que es el que suele emprenderse (filósofos, físicos, quien sea), cuando tratan de dar una razón del Universo, afrontar el porqué de las cosas todas del Universo, que es intentar explicar el mundo desde fuera del mundo.  Ese es el error, filosófico, científico, perpetuo.


En cuanto uno se pone mínimamente realista ante la pregunta de “¿cómo es todo esto?”, inmediatamente está tratando de imaginar un Universo, un Espacio, alguna forma de Espacio en la que el Universo se encuentra, sin darse cuenta de que, como ya aquí hemos visto, “espacio” es, él mismo, algo perteneciente a la Realidad, y que por tanto no puede nunca aplicarse para colocar en él a la Realidad, al Universo Mundo.  Tal vez, aunque las metáforas son peligrosas, tal vez el error se entienda mejor si acudís a la figura de una espiral; una espiral que se desarrolla de la manera normal desde un centro.  La Realidad, las cosas, y entre las cosas, nosotros mismos, en cuanto cosas, hemos descubierto, está continuamente perdiéndose en lo que no se sabe.  Ese espacio imposible, donde tendría que yacer, no es otra cosa que el Espacio de lo que no se sabe, el espacio de lo desconocido.  En eso nos estamos nosotros, las cosas, la Realidad, nos estamos hundiendo, cayendo, perdiéndonos, continuamente; defendiéndonos contra esa caída por medio de la pretensión de la cosa de ser la que es, de uno de ser el que es.  Pero dejemos aparte la defensa, la respuesta: estamos hundiéndonos, perdiéndonos.  Entonces, pretender explicar la Realidad desde fuera de la Realidad, querría decir, si seguís la imagen de la espiral, coger lo que está fuera del desarrollo de la espiral, que () termina, y usarlo como base para explicar la Realidad.  Eso es lo que han intentado las Filosofías y la Ciencia a cada paso, incluída la Física materialista y mi querido Lucrecio y Epicuro, que tiene que explicar las cosas, la Realidad, a partir de una subrealidad verdadera, donde solo hay átomos absolutamente duros, indestructibles, y vacío, absolutamente no resistente.


Muchas otras formas de “extra-Realidad” se han inventado, por ejemplo las Teologías desarrolladas, con la figura de Dios, y todo eso (Dios como creador, Dios junto al globo de la Creación, de una manera o de otra de las muchas que para eso se crearon), pero en todo caso tratando de explicar esto que nos pasa, esta red en la que hemos caído, tratanto de explicarla “desde fuera”.  Lo cual es una vanidad, porque eso quiere decir justamente que a esa Subrealidad Atómica, a ese Dios Creador, se le está incluyendo ya en la Realidad, por el hecho mismo de intentar usarlos para explicar la Realidad. Supongo que esto se coge bien, si no ahora me lo diréis.


No puede ser por tanto, hay que resistirse a esta tentación de salirse fuera del desarrollo de esta espiral que metafóricamente os he presentado, y tratar desde ahí de explicar cómo es que empezó esta espiral a desarrollarse, cómo alguien tuvo la idea una vez de empezar a lanzarnos a rodar por este camino, y que a consecuencia de ello nos encontramos aquí, hoy, aquí mismo hoy mismo.  Evidentemente, lo único que nos cabe es justamente lo contrario: estamos aquí mismo ahora mismo en el centro de la espiral, de esta espiral metafórica.  He aquí que hemos caído en esta red, y por supuesto es a partir de aquí como tenemos que intentar proseguir la forma de desarrollo que desde este punto inicial puedan desarrollarse.  Supongo que entendéis bien qué quiere decir “del revés” en este sentido: es “del revés” en el sentido de “contra la tentación de intentar explicar esto que nos pasa, esto en lo que hemos caído, desde alguna otra forma de Realidad verdadera que dé cuenta, que dé razón, de esta en la que estamos”.  No hay más para nosotros que este punto; aquí hemos caído, y este es el centro, y es a partir de ahí como podemos lanzarnos a descubrir cualquier desarrollo de esta Realidad.  Interminablemente, claro; interminablemente, porque la cosa de tal forma está destinada a perderse en lo desconocido, en el no saber que nunca termina.  Pero por lo menos nos hemos ahorrado una mala respuesta a la pregunta.  Y yo pienso que desde el punto de vista de la razón que aquí nos traemos, esto es importante: nos hemos ahorrado una mala respuesta, y partiendo desde aquí desde luego cabe cualquier forma de desarrollo, cualquier forma de lucha, que no va a venir a parar nunca en una explicación cerrada, pero que puede ir parando en el descubrimiento sucesivo de muchas mentiras, que es a lo que aquí nos dedicamos: el sucesivo descubrimiento de muchas mentiras de las que se nos venden.


Os podía seguir diciendo cosas de esas, pero prefiero el poco rato que nos queda, si nos queda alguno, dejaros que por vuestra cuenta saquéis lo que os venga respecto a esto, y también por supuesto os metáis contra el planteamiento mismo.


- Yo creo que todos hemos pensando en la espiral, en una espiral que aquí en este caso representa () movimiento, está girando () con lo cual la posibilidad de reducir a absurdo muchas situaciones se limita bastante.  Se limita bastante porque se está siempre moviendo.


AGC- No sé si te sigo lo bastante bien.


- A mí siempre de pequeño me sorprendió la idea de la entidad, que era una idea que entonces me decían que representaba la dialéctica...


AGC- Si, pero no sé si es de eso justamente.  Ya decía yo que esto de usar metáforas siempre es muy peligroso.  Aquí lo que se trata sobre todo es del reconocimiento, ante la pregunta de “¿porqué todo esto?”, es decir, “aquí estamos, hemos caído”, y sólo a partir de ahí dejar que se pueda descubrir lo que sea.  Y sobre todo, impedir lo que domina por todas partes, que es tomar la espiral entera como si fuera una idea que uno ya ha asimilado, y tratar de situarla dentro del espacio físico, las leyes físicas, y cosas por el estilo, y dentro de la Realidad.  Eso se trata de evitarlo, si. 


- Respecto a la pregunta de “¿porqué se intenta explicar la Realidad desde fuera de la Realidad?” () dado que para mucha gente se le ha tenido que () deslumbrar que las cosas no son lo que parecen, ¿no?, que las cosas no son lo que son, se ha buscado, por así decirlo, un hálito de lo invisible que esplique lo visible, con lo cual la Realidad invisible pasa a confundirse a veces con lo que no se sabe, y de alguna manera, eso que no se sabe fuera de la Realidad vendría a ser el origen de buscar realidades fuera que expliquen......


AGC- No, simplemente que eso que no se sabe se convierte por su propia operación, operativa, se convierte en un invisible que sí se ve, en un no sabido que sí se sabe, como en los ejemplos que he puesto de la Física Materialista o del Dios Creador.  Efectivamente, tienes razón: los desengaños que la vida nos proporciona, descubriéndonos que aquello no era lo uno creía, juegan su papel.   Juegan su papel, pero más en general es que uno, con lo que le queda de ese niño que no acaba de morir, siempre está pensando que es mentira, que las cosas no pueden ser como son, que las cosas no pueden ser como se le venden; apoyándose en esos desengaños, pero más en general sintiendo esto, ¿no?.  Bueno, entonces de ahí, de ese descontento, es de donde viene la necesidad de explicarlo, y el error de intentar explicarlo “comprendiéndolo”, por emplear este verbo: “comprendiéndolo”.  Es decir, reduciendo el “todo esto” a algo que es como un Universo que yace dentro de el mar de lo no sabido, ¿no?, o algo así.  Convierte a lo no sabido en algo sabido. 


- Cuando digo que estamos dentro de la Realidad, ¿no estoy hablando también desde fuera de la Realidad?


AGC- Tal vez no se debería decir eso, sino más bien que uno “es de” la Realidad.  Y de todas formas, cualquier descubrimiento que se haga respecto a la Realidad (es a lo que aludía ese desarrollo metafórico de la espiral), se hace sin duda de alguna manera hablando desde fuera, lo cual como recuerdas y recordáis en general quiere decir “no hablando uno personalmente”, sino gracias a que uno no está nunca bien hecho del todo.  Uno nunca sabe del todo ni quién es, ni adonde va, ni qué es lo que dice, sino que a través de la lengua, que no es de nadie, sigue hablando, y entonces  habla en cierto modo desde fuera de la Realidad, por aquello que recordáis: la razón que razona contra las ideas, la lengua que habla de la Realidad, y de la de uno mismo, que evidentemente está fuera, no es real, no pertenece a la Realidad.


- Agustín, yo antes, cuando he dicho que las cosas () en la Realidad, tenía que haber añadido una duda; y es que a veces tengo la impresión de que puedo estar viviendo en una Realidad que me pasa desapercibida, o otras cosas que me pasan desapercibidas y que no las entiendo, y las vivo como si fueran ajenas, porque simplemente carezco de las categorías, de las ideas, como para percibirlas en ese momento.  Eso significaría que las cosas podrían no confirmar la Realidad, pero que yo soy incapaz de verlo, en la medida en que todas esas cosas pasan a mi lado como en una vida ajena sumada a la mía, que soy incapaz de verlo.


AGC- Es que esa limitación es condición de la Realidad misma.  La situación contraria sería de.....Para aquello que dices me parece que hablando de fundación de la información era propia la frase que decía: “si hubiera un ser que conociera todas las probabilidades (planteaba este absurdo, “todas las probabilidades”), entonces sabría de verdad”.  Como no hay tal cosa, que no nos queda más que reducirnos al cómputo de las probabilidades y todo eso, uno está condenado a tener conocimientos parciales, ignorancias por tanto parciales, que generalmente va destruyendo por el aprendizaje, generalmente torpe, generalmente malo, pero va destruyendo esos ratos de desconocimiento que le quedan los va convirtiendo, reduciendo también a su  molino, a nuevos conocimientos, pero nunca acaba.  Nunca acaba, porque es condición que sea así: uno tiene que conocer cosas sabiendo que está metido en un cúmulo de otras cosas desconocidas a las que no llega; y además muchas veces hasta se dice, se confiesa así.


- ...información, si nos atenemos a este razonamiento tuyo que con bastante gracia relacionaba la información con el cáncer, parece como que es condición de la desactivación de la información la conciencia de la información, en el sentido de hacerse una idea de una recepción cosciente de información, ya que este vertido, haciéndolo del modo del no saber, de lo desconocido, parece que no sé por qué estraños mecanismos, no se metaboliza coscientemente, o lo que sea, y va a crear unas funciones    , de una entropía suma de la...


AGC- Deja lo de la entropía.  Si, era así, efectivamente. La información entre otras muchas cosas produce cáncer, pero eso no tiene a estas alturas que estrañar a nadie, porque produce tantas clases de horrores que no merecería la pena más que de pasada detenerse en el cáncer.  Efectivamente, la información produce la enfermedad en general; la enfermedad no es más que la conciencia; la conciencia, es decir, la mala conciencia, la reducción del cuerpo a un objeto de saber, la conversión de lo vivo y desconocido en algo sabido, eso es enfermedad, ¿no?  Si, en aquella ocasión era muy claro, porque se podían usar las imaginerías de la Realidad que usan los Biólogos y Médicos, y decir que efectivamente, es característico de este tipo de Sociedad que nos ha tocado, el Estado del Bienestar, que el superavit de información, y además creciente,           sea característico, de manera que cada uno esté condenado a recibir información no pedida, no necesitada, inútil, que el organismo no ha pedido, en cantidades enormes y cada día.  Recibir por todas partes cantidad de información que no ha pedido, que su cuerpo por así decir no ha pedido.  Esas eran las que pasando del cerebro superior al cerebro inferior venían a producir esa especie de descontrol del aparato informativo que ellos piensan que rige a la reproducción de las células a partir de los centros cerebrales inferiores, y trastornar estos centros cerebrales, y por tanto ocasionar una especie de desorden, digamos, en las órdenes que el cerebro inferior envía al cuerpo sobre reproducción de células, que es lo que aparece como “cáncer”.  Pero bueno, es un ejemplo, ¿no?  No olvidéis que no es más que un ejemplo de este hecho más general.  Lo mismo que dije que el saber es la Realidad, dicho en nuestro caso la conciencia es la enfermedad, lo uno va con lo otro.


Bueno, y como os habéis callado, supongo que eso quiere decir que es tarde, de manera que entonces cortamos, y si el Señor no nos mata antes de siete días, pues nos volvemos a ver por aquí.