27.08.2014

Tertulia Política número 321 (15 de Febrero de 2012)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

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  • Sobre las dificultades para entender que cualesquiera cosas que pasen están pasando AHORA.
  • Sobre la sustitución de los acontecimientos por su información.

 

TRANSCRIPCIÓN:

 

Me decían de la última sesión que sigue habiendo grandes dificultades para, no digo “entender”, sino simplemente habérselas con esta especie de descubrimiento o declaración -recordáis- de que cualesquiera cosas que hayan pasado están pasando AHORA; que es muy simple de decir, pero que parece que sigue tropezando con dificultades de varios órdenes para aceptarlo.  Vamos pues a volver sobre ello, atacándo por uno de sus lados.

Os querría hacer costar que esto, este descubrimiento y todo esto, viene de una pregunta y una añoranza bien conocida: el “¿dónde están?”, que viene recorriendo los siglos a lo largo de poesías y literaturas.  El “¿dónde están?”, preguntando por los muertos, preguntando por las nieves de antaño dónde están, úbi sunt.  Es esta añoranza, este echar de menos, lo que pienso que está en la raíz de todo esto que nos traemos respecto a las maneras de desentender las cuestiones del Tiempo real y la Realidad, y de tratar de dejarse llevar un poco por el descubrimiento, por una especie de sentido común o necesidad lógica que trae consigo ese descubrimiento de que las cosas pasan AHORA, cualesquiera que hayan pasado. 

Vamos pues a fijarnos un poco en el “¿dónde están?”, en esa añoranza de echar de menos de que he partido.  “¿Dónde están?”, como recordáis que encontráis por todas partes, desde los antiguos, los medievales, entre nosotros, es el “¿dónde están?” de la canción, tal vez la más famosa, de François Villón, que yo traducía tal como la cantaba Georges Brassens: “Decid dónde ni en qué lugar/Flora está la bella romana/Archipiada y Taide sin par/que fue diz’ que su prima hermana/y Eco que en valle o que en fontana/va toda voz a responder/que de hermosa fue más que humana/¿Dónde están las nieves de ayer?”.   “De ayer”, “d´antán”, que dice Villón, es decir, del año pasado, de antaño en general, ése es el “¿dónde están?” que tenéis ahí.  Tal vez merece la pena detenerse un momento en que Villón, en esa formulación del “¿dónde están?”, no sólo es que cometa por ignorancia (que sin duda era suya, de mal estudiante) respecto a la Historia, y los Nombres, y todo eso, sino que la luce; la luce descaradamente esa ignorancia, como veis ahí por ejemplo en esa Archipiada que habéis oído: sin duda debe haber sido el joven Alcibíades de las compañías de Sócrates, que en esta especie de trasmutación de la ignorancia histórica llega hasta a cambiar de sexo, como habéis oído, ¿no?  Me paro en ello porque esto no deja de tener algo que ver, esta especie de descarada rebelión o ignorancia de la Historia, con la cuestión que estamos tratando, no hay por qué perderlo.  Pero bueno, intentaba sobre todo volver sobre esta raíz sentimental del problema, ¿eh?: ¿dónde está Villón?, ¿dónde está Brassens?, ¿dónde está Francisco Villón?, ¿dónde está el gran Jorge Brassens?  Es lo mismo, y no me importaría que con esta evocación os hubiera hecho llorar un poco, un inicio de hacer llorar, porque esto importa para hacer saber hasta qué punto los problemas lógicos están ligados con los sentimientos, en contra de lo que muchas veces se nos dice.

“Nos he hecho llorar un poco”.  Por cierto, que si lo digo así, ya veis que cometo una falta que, como saben los que me acompañan en cuestiones de Gramática, no sólo es gramatical, sino que es pluscuamgramatical: “nos he hecho llorar” no se dice; no se dice, y es curioso, porque una gramática de los pronombres de por sí no lo prohíbe, debe ser una raíz más profunda la de esa prohibición, pero no se dice, es duro, “nos he hecho llorar”, y esto justamente tiene que ver con la división de mí, que en esa frase se manifiesta bien, entre el “nos” y el “he hecho”: está uno que parece el mismo, pero que no es el mismo, y desde luego, esta división entre el uno y el otro, entre el que lo está diciendo, el que lo está haciendo, y otro que es aquel del que se habla, junto con los demás, en el “nos”, real por tanto en el sentido más propio.  Supongo que el otro día ya visteis que incluso también ese otro yo que aparece sin significado, sin referirse a una persona determinada, como refiriéndose al campo en que se habla, y no al mundo de los significados, al mundo del que se habla, incluso ése también, ese yo, que no es más que el que lo dice, el que lo está haciendo, está también incluido dentro de la Realidad de algún modo, como Realidad situada, y justamente la contraposición que aquí nos toca no es esa, sino una que está más allá: cuando nos hemos centrado en el término AHORA, () justamente lo mismo que en el término “yo”, esa división se revela y se impone de una manera bastante clara.  Sobre ello seguiremos volviendo.

Lo que tenéis que conseguir conmigo es desengañaros en el sentido de que en el Tiempo no pasa nada.  A esto habíamos venido de esta manera que os recuerdo: ante la pregunta del “¿dónde están?”, esa añoranza, ese echar de menos, que parece puramente sentimental, os sugería que se puede responder convirtiendo ese dónde en un cuando; en un cuándo que apunte al Tiempo real justamente, es decir, el de los relojes y los calendarios, el de las eras de la Historia, el de las biografías de cada cual............... en fin, el Tiempo real.  El Tiempo real, porque efectivamente las nieves de ayer y las de antaño, los muertos que se nos han ido, están ahí, en el Tiempo real.  Buscadlos en otro sitio.  Parece que con esto estamos rompiendo la eficacia de la añoranza que he tratado de despertaros sentimentalmente, pero es simplemente dando una vuelta del revés para volver a lo mismo.  Están ahí, ¿dónde van a estar si no?  ¿Dónde está Julio Cesar, y Villón, y Brassens, y cualesquiera de los que se nos han ido y que no quiero mencionar aquí?  ¿Dónde están?  Están en el Tiempo real, tienen sus fechas.  Pueden llegar a estar escritos, también fotografiados, en el Tiempo real, y de la manera que sea, donde están es justamente ahí, en el Tiempo real, en las fechas, no están fuera.  Y he aquí que entonces, pues, como en el Tiempo real no pasa nada, justamente con eso de estar en el Tiempo real es como se garantiza el que estén muertos, las nieves de antaño y los muertos queridos que se nos han ido, porque en el Tiempo real no pasa nada, en el Tiempo real no hay más que registros.  Vamos a ver si os dejáis desengañar de una vez.  En el Tiempo real no hay más que registros, registros de lo que ha pasado, registros también de las esperanzas o ilusiones que se puede hacer alguien respecto a lo que va a venir, da lo mismo, pero no hay más que registros.  Ahí no pasa nada, se registra que ha pasado; ahí está nuestro querido muerto registrado, pero al mismo tiempo ahí no le pasa nada.  Supongo que esto, que es tal vez difícil por demasiado simple, va más o menos entrando, porque si no, no podemos atacar de veras el problema: en el Tiempo real, en el Tiempo de los relojes y los calendarios, en el Tiempo de la Historia, en el Tiempo que usa la Ciencia de ordinario, no hay más que registros de hechos, registros de cosas, pero no pasa nada.

Y éste es el Tiempo de que se dispone, del que el Poder nos deja disponer: se pretende que nuestras vidas mismas -como se llama- están hechas de ahí, están hechas de Tiempo, están hechas de futuros y de pasados de cada uno.  Todo el intento del Poder, como hemos recordado más de una vez, consiste en conseguir reducir cualesquiera cosas que puedan pasarnos, a eso, a pasados, registrados, a futuros, registrados, de los que se toma igualmente nota.  De manera que ahora me lo diréis si tengo que luchar todavía un poco más para desengañaros con respecto a esto, pero por un lado hay que tener en cuenta esto: que todas las cosas pasadas, o las ilusiones de lo que pueda pasar, están en el Tiempo real, y que en ese Tiempo real no pasa nada.  Así de simple.  Pero hay que entrar con ello, porque hay en nosotros mucho que nos impide admitir semejante cosa.  Hay que añadir, y eso creo que ya se ha hecho en días anteriores, que el Tiempo real, por un lado, no es un istante, brevísimo, tan breve que trata de alcanzar al límite, cero; no es un istante: el Tiempo real tiene momentos que se cuentan, istantes que se cuentan, pero son falsos istantes, pero el istante que de verdad fuera el límite de ese acercamiento, no está.  Y que, por el otro lado, el Tiempo real no es una Eternidad, de verdad no es el Tiempo Todo, pero por supuesto pretende serlo.  Es aquí donde entra la cuestión de los números, del cómputo justamente de ese Tiempo, en la que no me puedo detener ahora mucho, se podrá volver sobre ella: en el ámbito ideal, donde están los números, ahí efectivamente es donde se consigue una especie de casamiento entre el peligroso, intratable, infinito, y el Todo, que es en cambio tratable y comprensible; de manera que se consigue, sobre el ejemplo de los números, que los números sean por supuesto infinitos, en el sentido que sabéis de que el número de los pares se puede copiar sobre la serie de los números, etcétera, pero al mismo tiempo son N, como se dice, el cardinal que recoge el último ordinal de los números, y que los hace ser todos.  Esto es en el ámbito ideal, pero esto, como los demás ideales, está tratando costantemente de aplicarse a la Realidad, aplicarse a nuestro mundo, de tal manera que también aquí se pueda admitir que ese sinnúmero de las cosas, el sinnúmero de los sucesos, de alguna manera tendría que estar comprendido en una totalidad.  Pues no: una vez que le hemos quitado al Tiempo real el Istante, tenemos que quitarle el Todo como una mera artimaña: tampoco es una Eternidad; tampoco es un Istante, tampoco es una Eternidad.  Esto conviene aclararlo. 

Me detengo un poco en unas sugerencias que algunas veces yo creo que han salido aquí ya.  Es la sugerencia de la aproximación del istante al límite cero.  Para esa aproximación tal vez pueden servir las esperiencias que se han anotado más de una vez, con el sueño, por un lado.  Como recordáis, en un sueño es bien conocido que puede aparecer, al despertar, registrado, como una historia larguísima, lo que por algún detalle esterno se sabe que no ha durado ni un segundo, que ha durado poquísimo.  Todos reconocéis esto, porque el propio Freud lo recogía también, a propósito del sueño de la guillotina, que es un sueño que puede ser ejemplar para eso, ¿no?: el que se despierta en el sueño de la guillotina, pues ha estado soñando una historia larguísima, donde ha recorrido a lo mejor decenios y siglos hasta llegar al aprisionamiento, a la conducción a la guillotina después de la condena y tal, y al despertar se ve que le ha caído encima del cuello una vara suelta de metal de la cama, y que.............. Bueno, eso hay que tomarlo más o menos en serio, como se toman las cosas de la Ciencia, o un poco menos, pero así es como tenéis espresado, de una manera un poco estrema, caricaturesca, lo que yo creo que cada uno ha sentido más vagamente acerca de sus sueños más de una vez; es decir, que efectivamente lo que en la Realidad despierta son duraciones, contadas por años, por días, por horas, por segundos, no parece que pueda contar así en el curso del sueño mismo en cuanto se le pueda cazar.  Esto es lo que os decía de “aproximación”: parece que estas esperiencias y su interpretación vienen a estar persiguiendo eso: la aproximación del istante a la istantaneidad última, es decir, al límite cero del Tiempo.

Lo mismo también nos dice la superstición bien conocida de que al ir a morir, en el istante de ir a morir, que pasan, cruzan como en un relámpago, los miles de acontecimientos, de historias, de caras, que han sido tu vida.  Conocéis también esta superstición, y entendéis bien también cómo se trata de lo mismo, de una aproximación, la reducción del tiempo de la vida a algo que no sería ni siquiera un istante: se dice que al morir te pasan como en un relámpago las mil historias, acontecimientos y sucesos.  Que esta superstición sea razonable o sea una tontería, tampoco vamos a discutirlo ahora, porque ya sabéis que el que podría dar testimonio de que es así tendría que ser uno que ya no está, porque si no fuera así, si no se hubiera muerto, el testimonio tampoco sería válido de ninguna manera. De manera que la superstición, lo mismo que lo de los sueños, no está muy bien sostenida, pero desde luego la una, la de los sueños o la de las imágenes agónicas, nos ayudan por lo menos a ese desengaño respecto al Tiempo real, al Tiempo computado, al de los años, los segundos, o lo que sea.  Ayudan: hay algo en nosotros que a través de esas esperiencias o supersticiones, asoma, y que está efectivamente tratando de descubrir la mentira del cómputo; del cómputo numérico de los años, de las vidas, de los siglos, de los minutos de una carrera, o de cualquier otra forma de Tiempo real, sería en cualquier dimensión lo mismo, ¿no?  Pero vamos, no nos sirven más que como estas sugerencias, reveladoras más o menos, nos sirven; nos sirven para el descubrimiento del destapamiento del misterio, que está justamente en esto, ¿no?, ayudan un poco al desengaño de la Fe habitual en el Tiempo, en todo caso.  Ahora, si se toman, como suelen tomarse también esas anécdotas, supersticiones o sueños, si se toman como hechos reales, pues ya no sirven de nada, y eso, como cualesquiera otros hechos, no nos ayudan nada. 

La cosa se plantea de una manera que querría que se sintiera como puramente lógica: por un lado, en el Tiempo real no pasa nada.  Por otro lado, hay algo que de una manera inmediata, irreparable, nos hace sentir que está pasando.  Por más ideas que nos hayan metido, el sentido común o sentimiento común nos mete aquí lo sin fin y lo continuo, que vienen a ser lo mismo: está pasando continuamente.  Está pasando continuamente. Entonces, si juntáis las dos cosas (“en el Tiempo real no hay más que registros, no pasa nada”, y por otra parte, “hay un sentimiento, inevitable al parecer, de que está pasando”), entonces vais ya llevados a lo que más o menos hemos formulado así: AHORA, que justamente es la aparición inmediata de lo sin fin.  AHORA, lo infinito aparece AHORA.  AHORA, que tiene la virtud de que cuando se dice AHORA, ya no es AHORA, y que por tanto, queráis o no queráis, os saca del Tiempo real.  Podéis falsificarlo y hacer que AHORA quede dentro de “un ratito”, o que AHORA quiera decir “ahora mismo que he estado en la otra casa”, pero vamos, eso son falsificaciones que se descubren ellas solas.  A pesar de todo sigue habiendo un núcleo en AHORA que no se deja reducir y que se contradefine así, como “aquello que, cuando se dice, ya no es AHORA, y que de esa manera nos saca del Tiempo real”.  Cuando se dice, cuando se piensa, cuando se imagina, da lo mismo.

Pues eso.  Si en la Realidad, en el Tiempo real, no pasa nada, y sin embargo no podemos pensar en ninguna Eternidad quieta donde estén todos los registros inmóviles, sino que tenemos un sentimiento de que está pasando continuamente algo, entonces, ¿dónde vais a buscar donde pase?: tenéis que venir a la formulación que buscábamos: AHORA están pasando cualesquiera cosas que hayan pasado.  Están pasando AHORA.  También están pasando AHORA, como esperanzas, como espectativas, cualesquiera cosas que hayan estado pasando como esperanzas, como espectativas, o que estén pasando, da lo mismo, ya sabéis que aquí entre Futuro y Pasado no hay la menor diferencia: cualesquiera cosas que puedan o que esperen pasar, cualesquiera cosas que hayan pasado o que esperen pasar, cualesquiera están pasando AHORA.  A quien le dicen que están pasando AHORA, parece que se le echa encima, no ya el Universo, sino el sin fin de verdad: ¿cómo pueden estar pasando AHORA cualesquiera cosas que hayan pasado, o que se haya esperado que iban a pasar?  ¡Qué se le va a hacer!  Para uno en cuanto ente real, por supuesto, esto es inadmisible, no tiene sentido; para, por tanto, la Ciencia y las ideaciones con que el Poder se sustenta, esto no tiene sentido; pero como eso no es todo lo que hay, porque contamos siempre con el descubrimiento fundamental de que la Realidad, el Tiempo real, no es todo lo que hay, entonces nos queda siempre abierto el dar entrada, el admitir, el que se nos cuele una cosa tan aparentemente absurda como “cualesquiera cosas que hayan pasado están pasando AHORA”.  Se nos cuela, y, (esto es lo que os decía), en virtud de un sentido común, de una lógica común, del que no podemos escurrirnos.

Antes de dejaros pasar la palabra, que lo voy a hacer enseguida para que planteéis cualesquiera dificultades, os recordaré también que en esto de luchar contra la ideación del tiempo, y de tratar de desengañarse de eso (por tanto de admitir, como por una lógica implacable, que es como lo estoy diciendo, que cualesquiera cosas están pasando AHORA), en esto se entremeten naturalmente las cuestiones respecto a Verdad, en las que solo me detengo un momento.  Ya alguna vez con este peligroso término estuve un rato entreteniéndoos: hay que distinguir cuando Verdad se dice de los entes ideales, en Matemáticas (una pura Matemática, no Matemática aplicada a la Física), donde efectivamente, pues es el reino del que lo que es lo que es, es lo que es lo que es.  Ahí la Verdad tiene ese sentido, que es, cuando se le da vueltas, el de una tautología, en el sentido de que lo que se dice es lo que estaba dicho: “lo que es lo que es, es lo que es lo que es”, “A=A”, o cosa por el estilo, a lo cual cualesquiera formulaciones tienen que reducirse si quieren ser puramente ideales, si quieren ser verdaderas.

Bueno, pues ahora os estoy proponiendo la verdad contraria; la verdad contraria justamente a esta, que os he sacado como un sentido común, un sentimiento común, inevitable, que es una lógica que viene por el contrario de abajo; no del Reino de Dios matemático, sino de abajo.  Es decir, que consiste simplemente en una verdad que se establece en virtud de negación.  En virtud de la negación, porque ya recordáis que en el medio entre el Reino de los ideales y el descubrimiento de lo que no se sabe, que siempre está a la mano, está lo que suele llamarse de ordinario Verdad, que es justamente una pura confusión en que a las cosas o acontecimientos o hechos de la Realidad se les califica de Verdad o Falso.........¿en qué sentido?: pues ya sabéis: en el sentido de lo que con la palabra “registro” antes os he sacado: en la Realidad no hay más que registros.  ¿Qué os dicen los políticos cuando os dicen que es verdad tal cosa?  ¿Qué os dicen los comerciantes cuando os dicen que es verdad tal cosa?  ¿Que es lo que os dicen vuestros propios padres o vuestros propios hijos cuando pretenden que es verdad tal cosa real?: pues nada, que el registro está bien hecho, es decir, que se está comparando un registro con otro.  Por ejemplo, si se quiere asegurar que eso es un conejo, hay que contar con que por un lado hay en la lengua un significado “conejo”, y por otro lado que ahora hay un acontecimiento, y a ese acontecimiento se le llama “conejo”, y se quiere uno asegurar mediante ese conjuntamiento de registros de que eso es verdad.  Una gran mentira, una gran estupidez, pero es de la que está costituída nuestra Realidad; está hecha justamente de esta mentira, de esta estupidez, esta aplicación del término de Verdad a la Realidad, a los hechos; que en realidad es a los registros de los hechos, porque en el Tiempo real no hay más que eso.

Pues bueno, finalmente, antes de dejaros pasar la palabra, esto tiene que ver con algo que ya tendremos que dejar para otro día, que se refiere justamente a eso de los registros, de la Información.  Que las cosas están pasando AHORA, que cualesquiera cosas estén pasando AHORA, quiere decir que hay una especie de memoria subterránea que no tiene que ver nada con el Tiempo, que las hace sentir AHORA, AHORA, y AHORA, que cada vez que os he dicho AHORA y se deja de decir AHORA, quiere decir eso.  Y luego está, en el calendario, el registro del acontecimiento.  La pretensión de los que os engañan, que nos engañan costantemente, es que la información, el registro, del acontecimiento, puede ayudar a revivirlo, a hacerlo sentir.  Es con esto con lo que me estoy metiendo, para terminar por ahora, de una manera clara, porque esta pretensión es dominante, todos estáis muy metidos en ella, y conviene deshacerla sea como sea.  Se pretende que por ejemplo un registro histórico, una narración de la muerte de Julio Cesar en las Idus de Marzo, como el otro día recordaba, este registro histórico ayuda a revivir el acontecimiento, la muerte de Julio Cesar, y sentirlo ahora; que una fotografía o un video de las vacaciones pasadas en una isla del Caribe, cuando en casa en el invierno la repasáis, ayuda a revivir los sentimientos que en esa islita del Caribe se producían durante las vacaciones.  Esto reina.  Desde luego, nadie piensa que le estorbe, incluso piensan que la información ayuda.  Os quieren casar lo uno con lo otro.  Eso es lo que quiere decir el Poder.  Cualquier rebelión contra el Poder, cualquier cosa que pudiera llamarse de verdad libertaria, iría justamente en el sentido de atacar esto que estoy diciendo, y que os hacen creer: No: por el contrario, el registro histórico, el registro en vídeo, cualquier fijación de los acontecimientos, estorba; estorba para que estén pasando ahora, estorban para que se de ese milagro de que estén pasando ahora; no ayuda, no despierta, no hace revivir ni como recuerdos ni nada, sino que lo estorba, lo está matando.  Y éste, si queréis acudir al campo de la política, es el cambiazo fundamental: os quieren cambiar lo uno por lo otro, os quieren reducir a Información (información cotidiana, histórica y lo que sea, visual, escrita) reducir a Información cualesquiera cosas que estén pasando; con lo cual evidentemente os remiten al Tiempo real, al Tiempo donde solo están las cifras y los registros de los muertos, y os están impidiendo que os suceda, gracias a la imperfección de cada uno de nosotros, gracias a que estamos abiertos y gracias a que no estamos hechos del todo, que surja ese milagro de sentir que están pasando cualesquiera cosas que sean.

De manera que, como digo, ahí hay tela que cortar, en este ataque de la función de la Información, que es algo que podemos seguir en los debates de los físicos, en la actualidad política y en cualquier lugar.  Y habrá que volver sobre ello, pero el resto del tiempo que nos queda hoy prefiero que volvamos a luchar y a intentar el desengaño ése para el descubrimiento que estos días estábamos proponiendo, de manera que es para eso para lo que os dejo pasar ya la voz, la palabra, de manera que ¡adelante!

-Con respecto a esta cuestión de lo pasado, echo un poco de menos que no aparezca en relación con los Tiempos verbales, los Tiempos de Pasado de la lengua que usamos.  Me he acordado de un ejemplo que vale igual para ilustrar un poco esto del conflicto: se había muerto un familiar mío, en una fecha estaba fija su muerte, y supuestamente estaba muerto.  Entonces, cuando nos aparece a la familia la cosa de hablar de ese señor por primera vez en el salón, teníamos que recurrir a los recursos que teníamos en la lengua, y teníamos un conflicto muy grande, lo vi muy vivo.  Por ejemplo, si querías decir que él andaba por el salón no podías decir “está en el salón”, porque de alguna manera estaba muerto.  No se podía decir “ha estado en el salón”, porque sonaba como un dato periodístico o científico, y sonaba raro decir “ha estado en el salón”.

-Bueno, no te lo puedes tomar muy rigurosamente, porque ya sabes que el decir esas cosas en Presente es algo que en la Literatura es tan conocido que lo llaman “el Presente Histórico”.  De manera que tu dices que en esa reunión familiar a lo mejor sería a despropósito decir “está ahora paseándose por el jardín”, pero desde luego cualquier narración lo podría hacer.

-Solo quiero hacer notar la tensión del momento, que era la primera vez que se hablaba de eso. Y luego parecía que había una competencia entre “estaba aquí” y “estuvo aquí”, y eso a mí me parecía.........
 
-Sí, claro, y si te acuerdas de lo de los Elementos Gramaticales, ahí ves que al Imperfecto de estas lenguas nuestras se le llama de esa manera especial, se le llama “Presente de Pasado”, queriendo decir que efectivamente, en lugar de referirte al registro de lo pasado, reproduces una situación en que se está diciendo, en que está sucediendo.  Bueno, en los Elementos Gramaticales he intentado esplicar eso con toda claridad, pero lo que importa es que no puede ser muy importante, porque no solo he dicho “cualesquiera cosas que hayan pasado” sino “cualesquiera que puedan pasar”, las cuales también están registradas en forma de imaginación, de espectativa, de manera que aunque se tratara de cosas que tendrían que decirse en Futuro, como suele, sería lo mismo; y si se dice en Presente, por desgracia el Presente de nuestros Tiempos no pasa de lo que el otro día estábamos diciendo: de hacer una referencia al campo en que se habla; pero de todas maneras el campo en que se habla entra también dentro de la Realidad como Realidad situada, de manera que no nos lleva al fondo del problema, no puede uno detenerse demasiado.  Desde luego tienen importancia los Tiempos de nuestras lenguas, son idiomáticos, ya se sabe que no hay nada en todo el sistema de Tiempos que se pueda declarar universal, pero bueno, tiene una importancia relativa nada más, sí.  ¡Bueno, venga, respecto a desengaños de........!  Sí.

-Las creaciones, las cosas que se hacen, incluidos los mismos registros de lo pasado o de lo futuro en forma de idea, o de proyecto, o de imaginación, que de alguna manera es la actividad general, y a veces desenfrenada, de los monos llamados humanos.  ¿Dónde está eso?

-Lo que hacemos está dentro de lo que pasa, y cualesquiera cosas que pasan, AHORA.  No hay por qué distinguir entre la Acción y la Pasión.

-Pero yo tengo ahí un lío, porque tiene que haber como si hubiese una componenda o una domesticación, o sea, como si hubiese una colaboración de ese AHORA......

-“Una colaboración”, no te sigo bien.

-Una colaboración con la Realidad, ahí hay una especie de componenda..........

-Claro, claro, uno fabrica cosas..............  Por eso digo que las cosas que uno hace, las cosas que se hacen, fabrican, inventan, y todo eso, incluso “registran”, son una parte de las cosas que pasan.  Que las cosas pasan es lo más amplio, y uno no puede mantener las ilusiones respecto al libre albedrío, respecto a la voluntad, respecto a la creación, que separa ese tipo de actividades del resto de las cosas que pasan.  No, la creación, la fabricación de eso, son cosas que pasan entre las demás........

-Pero la costrucción de un rascacielos por ejemplo, tú te pones a hacer un rascacielos, que es una cosa contundente, y tu te pones a hacer eso y lo estás haciendo, pero eso yo puedo entender que se está haciendo AHORA...........

-¡No, no, no!: simplemente es una de las cosas que pasan, y luego por tanto, si lo dejas suelto, pues está pasando AHORA, como cualesquiera cosas que pasan.  No te empeñes mucho en separar las acciones, y menos las acciones humanas y las creaciones, del hecho que nos importa, que es que AHORA están pasando cualesquiera cosas que hayan pasado, que se hayan hecho, y también cualesquiera que se puedan esperar.  A ver.

-Lo que yo no acabo de entender, lógicamente -digamos- es eso de que una fotografía, o un disco por ejemplo, no sea una huella de lo que hubiera pasado, y que en la medida en que sean huellas de eso, puedan hacer que eso de alguna manera siga pasando.

-Bueno, eso no es una ojeción, es una discoincidencia entre tu sentimiento particular y el que yo he espuesto como general, y que a lo mejor es mío.  Yo no me creo eso.   Tú tal vez te lo crees.

-Además yo he dicho “lógicamente”, porque digamos que sentimentalmente sí que veo que eso pasa así, pero no lo entiendo, no entiendo por qué una fotografía........

-Ya te digo, es una cuestión de apreciación, esperiencial: o tú tienes la impresión de que las fotos y los registros te ayudan a que aquello vuelva a pasar y esté pasando, o no te lo crees.

-Bueno, no estaba hablando de que ayuden, que eso por un lado siempre se podría poner multitud de ejemplos en que a todos nos ha pasado que viendo una fotografía o oyendo un disco, pues eso nos puede llevar a una emoción..........

-Sí, sí, eso es importante.  Esto pasa, pero es que justamente lo que te pasa después de que las fotografías te han sugerido algo, desde luego no tiene ya que ver nada con lo que estaba pasando y AHORA está pasando de hecho; es una cosa compuesta, inevitablemente compuesta ya, entre los restos de memoria, la propia visión de la foto y todo eso.

-Si lo mismo nunca pasa, pero ni con las fotografías, ni con los discos, ni sin ellos; lo que siga pasando de lo pasado tampoco va a ser lo mismo.  No se trata de una repetición, porque en eso de que cualquier cosa que pase, pase AHORA, no quiere decir que se estén repitiendo los hechos.

-Es muy difícil, y se te agradece, porque estás poniendo bien de relieve la dificultad.  Es que AHORA, lo sin fin, la continuidad, NO admite ni repetición, ni mismidad, ni nada de eso.  No admite.

-Pues eso es lo que estoy diciendo, que no se puede dar una repetición, ni con foto ni sin foto.

-No, cuando AHORA pasa cualquier cosa que haya pasado o que pueda pasar, no hay repetición; no hay repetición, porque para que una cosa se repita tiene que estar como muerta y hacer una copia de ella.  Pero si se trata de que está pasando AHORA, no ha lugar; si está pasando AHORA, no ha lugar, no hay repetición ninguna, está pasando AHORA.

-Pero esa rememoración también es una cosa que está pasando.  Cuando tú miras una foto y dices...........

-Sí, sí, lo que le he dicho a ella: que no puedes pensar que lo que una foto te sugiera es ya efectivamente una especie de vuelta a la vida de lo que pasaba.

-No es lo que pasó, pero está pasando otra vez algo.

-Sigue pasando, como cualesquiera cosas.  En una palabra, los registros de que he hablado son también cosas que pasan; el registrar también es una cosa que pasa, eso por supuesto, forman parte de lo que digo de cualesquiera cosas que pasan.

-Pero no me estaba refiriendo a eso, porque a veces puede pasar, y a veces puede no pasar, y se ve que mayoritariamente a lo que ayudan es a lo contrario, a que no pase nada, las fotografías y registros.  Pero ¿no son como huellas también, como cualquier huella que haya podido quedar en un corazón o en una memoria?  ¿No son como huellas, esternas a lo mejor, que también quedan, aunque se hayan hecho con ese afán de registro, de encerrar lo pasado y tenerlo ya sabido?

-Son huellas, sí.  Ahora, no sé qué virtud le das a la palabra “huella”.  Evidentemente son huellas, hasta escritas, que a uno puede quedarle “escrito en el corazón”, como se dice, y no tan metafóricamente.  Son huellas, pero vienen a ser..........

-Es en el sentido de que me estaba yo acordando, con lo de la memoria subterránea, de que no hay nada que desaparezca nunca del todo, y por muchas vías.  La de los registros es una de esas vías de que nada desaparezca nunca del todo.

-Nada desaparece nunca del todo, y justamente ésa es la condición para que AHORA esté pasando cualquier cosa que haya pasado.  Evidentemente eso es así, y luego (esto es ya mucho más particular) en animales humanos está esa división de las memorias, entre las cuales hay una que quiere decir sensibilidad a lo que está pasando o volviendo a pasar, y la otra es “registro”.  En todo caso, es condición: no es verdad tampoco que todo haya desaparecido, pasado, que algo haya desaparecido del todo, no: nada desaparece del todo.  Solo sintiendo eso este descubrimiento tiene sentido.  Ahora están pasando cualesquiera cosas.  Sí.

-Bueno, es que a mí se me hace un poco difícil de entender esto de que cualquier cosa que haya pasao está pasando ahora, en tanto que esas cosas que han pasao están convertidas en registros o en ideas.

-Están en el Tiempo, pero AHORA no es Tiempo, AHORA es la negación del Tiempo.

-Entonces se me hace muy complicao asumir o entender que eso es así, y más cuando viniendo para acá he escuchao que hoy habían indultao al preso más antiguo de España, que llevaba no sé cuantos miles de años en la cárcel, y le preguntaban los periodistas “¿qué siente?”, y él les decía “no sé espresar lo que siento”.  Esto sí que me parece que está pasando ahora, lo que le estaba pasando a ese hombre, sin registro posible ni de ideas ni de ningún tipo, no podía hablar ni de la palabra libertad, ni felicidad ni nada, no podía espresarlo.

-Pero no sé qué es lo que sacas de ahí.

-Que se me hace muy duro pensar que hay un registro que yo tenga, que precisamente el registro yo creo que se hace para matar algo vivo, que un registro no puede tener vida ahora.

-¡Eso, eso!  Es lo que he dicho de la Información: nos quieren cambiar lo que se podría sentir por pura Información.  La dificultad de ese hombre para espresarse, pues es una cosa muy accidental, pero es igual la dificultad de espresión que la elocuencia desmedida, que lo mismo se da; lo que importa es que la grabación, el registro, la información, se nos quiere vender como un sustituto de lo que pasa de veras.  Tenemos que volver, como he dicho, sobre esto de la Información, por ahora sigo un poco.

-Es que a mí me gustaría que hablaras, o que habláramos, de eso de que cualquier intento de rebelión tiene que darse fuera del Tiempo real, o tiene que.........

-¡No no!: cualquier rebelión tiene que partir del reconocimiento de esa mentira por la que nos cambian Información, diaria, histórica, o lo que sea, por los acontecimientos.  No hay ninguna forma de Administración del Poder y de.............”degeneración” de los propios movimientos liberadores, que no pase por ahí.  Es que te siguen cambiando la acción por la Información, trata de enterarte.  Es justamente lo que pasa con esto, ahí tienes el ejemplo: información en lugar de los acontecimientos.  Bueno, ¿qué más había por ahí?  Sí.

-No sé si ayudará un poco con las dificultades que han salido el decir que las cosas que hayan pasado nunca pueden quedar perfectamente registradas, nunca pueden someterse a registro del todo, y que en la medida en que no estén sometidas a registro es en la medida en que podrán seguir pasando ahora.

-Por supuesto: todo lo que estamos aquí diciendo o haciendo, parte de una confianza en que la Realidad no es todo lo que hay, ni está hecha del todo, ni los significados están cerrados y las cosas están del todo bien registradas, porque si no, si nos creemos que estaban bien registradas, todas bien hechas, es que estaríamos muertos, no tendríamos nada que hacer aquí.  Efectivamente, el descubrimiento de eso.....

-Claro, pero por ejemplo con esto de la rebelión, en la calle cuando ha ocurrido todo esto del 15-M, luego, cuando se ha empezado a registrar..............

-¡Eso!: muerto.  Muerto, casi desde el principio.

-Entonces, ¿cómo se mantiene viva esa llama?  ¿Cómo se mantiene viva la llama del no-Tiempo?

-¡Ah!, porque hay algunos que no se lo creen.  No voy a decir la Mayoría, pero hay múuuchos que no se lo creen.  Solo gracias a eso.  Se mantiene vivo, lo primero, lo negativo, el  d e s e n g a ñ o,  la pérdida de la fe en que sean las cosas como te las cuentan, según te informan de ellas.  Ésta es la condición negativa previa a cualesquiera ardores libertarios.  ¿Qué más?

-¿Podría decirse que las cosas que pasaron se almacenan, ya libres de las categorías de Tiempo y Espacio, y por el curso de la reminiscencia o la nostalgia se presentan a nuestra percepción de nuevo sometidas a la categoría de Tiempo y Espacio?

-No ganas nada con intentar decirlo más a lo científico y filósofo; por el contrario, creo que pierdes mucho; pierdes mucho con ese intento.  No es “almacenamiento”, no es recostrucción.  No, hay que decirlo con los términos vulgares más simples, para no engañarse, y creo que se gana mucho: simplemente AHORA mata el Tiempo, AHORA está fuera del Tiempo, y gracias eso están pasando cualesquiera cosas que pasen.  Cuando están en el Tiempo, están simplemente registradas, convertidas en Información.  ¿Qué más?

-Que parece que una dificultad para verlo, que al menos yo la tenía, es que pasar parece que es hacerse una ideación respecto a los recuerdos, y es ordenar, tiene también esa aceptación la palabra pasar, la de “ordenar”, y AHORA revienta el continuo del Tiempo, y entonces ahí no hay ordenación que valga.

-No, no, el Tiempo real tiene minutos.  No, no.  Lo sin fin y la continuidad son AHORA, y la continuidad es absolutamente ajena a la Realidad, por más que la Física trate de presentarla así.  La Realidad es por fuerza discontinua, trata de ser numérica.  Sin fin, continuo, es lo mismo, y se revela AHORA, se revela de la manera más inmediata AHORA, que es lo que destruye justamente el Tiempo real, nos coloca fuera.  Adelante.

-Sin embargo, al mismo tiempo yo pienso que no se puede negar que hay unos recuerdos, algo que te asalta, que a mí me ha pasado pasar por un sitio y oler a cedro, como olían los lápices, los pocos que yo toqué de pequeño, y te asalta un sentimiento muy vivo, que de alguna manera lo que yo veo ahí es que pasa como en los sueños, que también son unas cosas que nos pasan a uno, por lo menos a mí, que son muy vivas, pero que luego al contarlos, al interpretarlos, al pasarlos por las palabras, o por la lengua, o por lo que sea.................

-No, por las palabras, no: los significados...............

-Eso, por los significados, pues parece como que se estropean.

-Sí, de acuerdo.  Eso es lo de que la Información está matando aquello otro, esa especie de reviviscencia viva de que hablas de cosas por sugerencias o lo que sea.  Sí, lo uno está contra lo otro.  ¿Qué más?

-Pero lo que despierta por ejemplo en este caso, que es un olor lo que despierta este recuerdo, también puede ser justamente una foto, ¿no?

-Él hablaba de que un olor te sugiere cosas, y eso sucede a cada paso.  No es el caso del que hemos discutido, de que sea un registro, como una foto.  Unas cosas sugieren otras, y eso forma parte de las cosas cualesquiera que están pasando ahora, y el hecho de que uno sea testigo, le pase a uno, hay que tener mucho cuidado de no darle mucha importancia; lo que hay que entender es que AHORA están pasando cualesquiera cosas, y ahí no estoy yo, ahí no está ningún Agente, no está ningún perceptor más o menos racional, es así sin más.  AHORA están pasando cualesquiera cosas que hayan pasado o que puedan pasar, y las sugerencias que uno pueda recibir, las formas en que uno pueda sentirlo, es algo muy accesorio.  A ver.

-Yo quería preguntar por lo que has dicho de la reducción a istante, que se quiere concebir AHORA como un istante, o dónde se coloca eso de “istante”, si como algo que pasa AHORA, o si con el nombre ése de istante se considera una parte del Tiempo real.

-Bueno, desde luego en la lengua corriente, “istante”, lo mismo que “momento”, peor todavía, están falsificando, porque claro, son trozos del Tiempo real; pero en el lenguaje de la Ciencia, en el lenguaje matemático de la Ciencia, eso se coloca en la situación del límite, del invento del límite, porque efectivamente se piensa, también ahí, que de alguna manera, por la reducción más y más y más, se puede llegar a cero.  Pero vamos, en la vida corriente desde luego abusamos y falsificamos costantemente: llamamos AHORA a cualquier cosa que no tiene que ver con este milagro que estamos diciendo, decimos “istante” cuando nos referimos a un trocito del Tiempo, y cosas por el estilo.  Pero el hecho de que a pesar de que estemos acostumbrados a hablar así en la lengua corriente, que sin embargo os suene esto otro, esta otra cosa, quiere decir justamente que no está tampoco tan cerrado el vocabulario, ni la fe en el vocabulario y en los significados, ¿no?  Bueno, tengo que aprovechar este silencio, tal vez hace mucho calor..............

-Yo quiero hacer costar un hecho: que los físicos, el problema que tienen en la dinámica, es que no pueden esplicar el movimiento continuo, porque el continuo no es un concepto temporal, y entonces no pueden nunca dar con el movimiento.

-Es lo mismo que el caso del istante, que tratan de dar cuenta por medio de trucos como lo del paso al límite y demás, pero no...............  Pues nada, ya sabéis que aparte de darle vueltas a las dificultades para aclarar esto, no olvidéis que me ha parecido que había que darle vueltas a lo de la Información matando cualquier sentimiento, de manera que si no nos pasa nada, si el Señor nos deja, dentro de siete días seguimos con ello.