08.02.2006
Agustín García Calvo
Ateneo de Madrid
Tertu007-08-02-2006#Tertu007-08-02-2006.mp3
TRANSCRIPCIÓN:
Vamos a ver entonces, antes de seguir adelante, si quedan lo bastante claras, por lo menos, las manifestaciones más someras, superficiales, llamadas políticas de todo esto que nos traemos, no en vano es ésta una tertulia política.
Las cuestiones que salían el otro día tocantes a Solidaridad frente a comunidad y arrancando de aquello de las patrias y como ninguna patria puede ser tolerable ni siquiera esta última patria que sería el Hombre, la Humanidad.
Vamos pues, con vuestra ayuda, a intentar que esto por lo menos quede claro.
La Solidaridad, es decir, el sentirse formando conjunto con otros, más o menos de la misma clase, es una necesidad para uno. Uno necesita: familia, patria, sindicato, colectividad, cualquier cosa o muchas de ellas, es una necesidad, como en esta política que viene de abajo, del pueblo que no existe, el enemigo público número uno es 'el yo', como recordáis, no 'yo' que 'yo' de verdad no le puedo hacer daño a nadie pero el yo, mi yo, el individuo, la persona. Siendo éste el enemigo público número uno y dado que uno tiene esa debilidad de que necesita agruparse, de que necesita familias y patrias y demás, se entiende bien que nuestro ataque vaya contra cualquier tipo de agrupación, patria y conjunto solidario puesto que de esa manera se confía en que al yo, al enemigo público número uno se le quitan debajo de los pies sostenes que parece necesitar, de manera que la táctica es muy sencilla y si alguno de vosotros tiene duda sobre ello pues ahora me lo decís, nos lo decís.
Entonces entiéndase bien, si de lo que se trata es de mejorar la Administración, por decirlo con una palabra, es decir, cambiar las leyes para que sean, como suele decirse, más justas; hacer que progresen las formas de Gobernación, de Asociación y de Comercio y todo lo demás; si se trata de esto, pues, ya se sabe que lo que se necesita es Solidaridad, o lo sabe cualquiera; es decir, que haya unos intereses que sean de cada uno pero que luego, como cada uno es cada uno y eso les pasa a todos, que sean naturalmente unos intereses compartidos, participados y que de esa manera, pues, permitan el sostén, la defensa y hasta el progreso de esas Istituciones: Hace falta mejorar la Familia, se consigue poniéndose de acuerdo en los intereses personales de cada uno, los que formen parte de tal agrupación. (Es preciso) mejorar la Administración de un Estado cualquiera de los que nos caigan encima: lo mismo, es una cosa que se puede conseguir por una especie de acuerdo entre los múltiples, de los cuales cada uno sabe que cuanto más progrese y mejore la Administración mejor le va a ir a él personalmente, lo uno va con lo otro, es lo que estamos diciendo. Y por tanto ésta es la disyuntiva, si de lo que se trata es de eso: nada de desmentir la Realidad, nada de derribar el Poder así en abstracto, sino simplemente procurar cambios que se consideren mejoras para la Administración y que van a redundar en conveniencias para la propia administración de uno, entonces no cabe duda, si se trata de eso, el camino es el que está trazao y, por tanto, se trata de sostener, cambiar, mejorar toda especie de Istituciones, Agrupaciones, Conjuntos dentro de los cuales, el Yo, el Individuo, se encuentre bien representado, defendido, sostenido y, por tanto, sostenido también lo esencial que es la Fe. Para que la Fe en uno mismo se mantenga y se reafirme pues se requiere por tanto que se tenga Fe en el Estado, en la Familia, en cualquiera Agrupación donde uno está abrigado y sostenido.
Así que esto está claro y, por tanto, cualquiera que aparezca por nuestra tertulia con alguna especie de actitud Política en ese sentido, de que se trata de mejorar la Administración de una manera o de otra -aquí la llamamos a la Administración, la llamamos Administración de Muerte y los que habéis estao conmigo durante algún tiempo sabéis bien con qué buena razón y sentido se dice Administración de Muerte-, si venís a eso, pues no tenéis por qué estar aquí, porque ésta es una Tertulia Política donde se pretende que se esté haciendo algo que no sea eso, algo que no es eso, algo que no es eso, algo que, como no respeta ni al individuo personal, al Yo, no tiene por qué respetar ninguna forma de Patrias ni Agrupación ni mucho menos pretender mejorarlas y/o hacerlas más tolerables; es una Política que nace de abajo, lo cual quiere decir: de lo que no existe, de lo que no es real -alúdase a ello como Pueblo o lo que sea- pero que en el no ser real, en el no existir, es donde tiene su fuerza y donde puede tener fuerza para desmentir la Realidad y, de alguna manera, derrumbar el Poder incluido el Poder que está en uno mismo, el Poder del Uno, el enemigo público número uno. De manera que si no se trata de eso, que es lo que suele considerarse Política, incluso por parte de los movimientos de rebeldía, de izquierdas o como queráis decir, si no se trata de eso, si se trata de desmentir la Realidad, por tanto, dejar que se derrumbe cualquier forma de Poder, entonces está claro que no podemos entretenernos en ponernos a mejorar la Istitución de la Familia, la del Estado, la de cualquier otra forma de Agrupación, la de los Sindicatos, la de lo que sea. Aquí no venimos a eso, a lo mejor no sabemos, ni yo sé, a qué venimos aquí pero desde luego a qué no venimos tiene que quedar claro: No venimos a eso; para eso están los comerciantes, los políticos, los padres y madres de familia y los cada unos en su vida privada a la que está sometida la pública y las Istituciones; aquí no venimos a eso.
A la Solidaridad se opone, entonces, esto que el otro día salía, algo que más o menos torpemente puede aludirse a ello con palabras como común, comunidad, eso es todo lo contrario.
Común, comunidad quiere decir algo que no es que sea participado por cada uno de los componentes sino que simplemente no es de nadie, no es de ninguno. Esa condición negativa es lo único que le puede dar a esto de la comunidad un cierto sentido y es en ese sentido, como proponíamos ya el otro día, que comunidad es lo contrario de Solidaridad, por más que os los presenten una y otra vez confundidos. La Solidaridad consiste en esa especie de trato que he dicho entre el Yo y las Istituciones, esa repartición de derechos, de prebendas, de prerrogativas, todo eso: repartición más o menos injusta, más o menos justa, pero es igual: repartición y participación de cada uno en eso. Nada de eso es de verdad común ni se le debería llamar Público. Público de verdad es común y común quiere decir que no es de nadie, que no es de nadie y comunidad quiere decir, por tanto, algo donde ni hay personas ni hay, por tanto, Istituciones, ni Familias, ni Patrias, ni nada por el estilo; no existe. No existe, esa es la gracia y la fuerza que tiene: que no existe, porque cualquier otra cosa que empiece por ser Real, por Existir, no puede ser más que lo primero que he dicho, no puede ser más que dedicarse a mantener el estatuto de la persona de uno en primer lugar y, por consiguiente, las de todas las demás Istituciones de la Administración.
Alguien que existe no puede de verdad hacer nada, no puede hacer nada más que dedicarse a hacer lo que ya está hecho, como cualquier funcionario, cualquier empleado, cualquier siervo; dedicarse a hacer lo que ya está hecho, una y otra vez. Lo único que puede hacer algo que no sea eso es: 'eso que no existe pero que está aquí; que lo hay'.
No voy a volver otra vez porque los que me han acompañado ya lo tienen bien recorrido a la demostración de que lo hay, de que no existe pero lo hay. Esta demostración se funda en el descubrimiento de que cada cosa, cada persona, nunca está del todo bien hecha. La definición es una ensoñación, un ideal que nunca en la Realidad se alcanza y lo que se dice de cada cosa y de cada persona tiene que decirse de la Realidad en conjunto. Esto nos lleva a entender esto de la Realidad de esta manera: como un conjunto, sí, a pesar de todo.
Un conjunto, por supuesto, que se sale de la teoría de Conjuntos y de cualquiera cosa que se llaman Conjuntos normalmente. Un conjunto, sí, pero un conjunto nunca cerrado, un conjunto siempre abierto, donde costantemente están entrando cosas y, por tanto, alterando todo el orden. Y esto de que la Realidad como conjunto tenga esta condición de estar abierta a cualquier alteración se traslada a los elementos, por así decir, a cada una de las cosas o personas, por supuesto, -ya sabéis, acabando con la Patria esa Humanidad-Hombre no es más que un caso de cosas, no es ninguna cosa del otro mundo, es un caso de cosas-, se traslada a cada cosa o persona que, a su vez, nunca está del todo cerrado por más que, evidentemente, lo pretenda. Constantemente, uno mismo, trata de ser el que es, evidentemente, encontrar su ser -por decirlo a lo filósofo- y a querer ser, ser el que es. Y como uno trata continuamente de ser el que es, la Familia, por supuesto, le apoya en eso, incluso, se pasa en apoyándolo, en obligarle a ser el que es, ¿no?, más que, más de lo que uno lo haría y el Estado repartiendo un documento de identidad que es singular para cada uno pero que al mismo tiempo tiene un número donde se demuestra que todos son el mismo, está naturalmente apoyando costantemente esa especie de necesidad de ser el que es.
Pues esa es la Realidad, ese conjunto nunca cerrado y es contra eso, contra lo que aquí se intenta hacer algo, simplemente porque se sabe que nada lo impide de veras; que la propia falta de cerrazón, la propia imperfección del conjunto y de los elementos ya, sin más, abre las puertas para el descubrimiento de la mentira; para el desmentimiento de esa Realidad, del conjunto y de cada uno. Y eso es a lo que estamos, ese es el sentido de lo que aquí llamamos Política volviendo del revés el uso del término que se da entre los políticos, volviéndolo exactamente del revés.
Bueno, pues antes de seguir volviendo a las formas -digamos- físicas de la Realidad, voy a parar un momento para que, respecto a esto y sin detenernos más de lo que haga falta, las cosas queden para cualquiera de vosotros lo bastante claras, ¿no?. Son muy elementales tal como las he vuelto a recordar ahora. No debería quedar muchos asideros para equivocarse, para engañarse pero, por si acaso, de manera que en cualquiera de los sentidos pasamos ya la voz, dejándola correr y vamos a ver qué es lo que pasa en todo esto de…. Sí
- ¿Se engaña uno también, entonces con esa asociación que se hace, lo que es la pareja, también un poco tiene el mismo tratamiento ...?
AGC. -¿Introspección?
- Por ejemplo, hay una necesidad de no... uno sólo, entonces buscas una asociación, la familia ... lo que sea, ¿no?
AGC. -Sí, sí, eso es lo que voy, es una necesidad y una debilidad de la que nos aprovechamos, uno parece que lo necesita, pero no he entendido lo de introspección.
- Pues la pareja que también se puede entender como, no sé, como una salida ahí, una ... para un poco...
AGC. - ¿Eh?
- Asociación.
- Asociación.
AGC. -Ah, asociación!. Es que he oído yo mal, ¿no?. Sí, sí, por supuesto, claro. Es la más primitiva, es el fundamento de dos. Para sostener el uno lo más primitivo es que sea dos. Ya se sabe, todo lo demás son complicaciones pero la forma elemental es esa. Fijaos bien que en esa Istitución, en la pareja se trata costantemente de, yo lo acabo de decir ahora, de asegurarse de que el otro sea el que es. Todas esas cosas de la fidelidad y demás pues, quieren decir de manera más o menos rebozada lo mismo, efectivamente si el otro no es el que es, yo entonces corro peligro de no ser tampoco el que soy y que la pareja se vaya al carajo. Con lo cual nuestras propias entidades personales van a correr grave peligro porque necesitaba la pareja como lo demás para mantenerse, ¿no?, de manera que por eso, ese empeño feroz que en las parejas se demuestra en conocer al otro, en saber cómo es hasta el dedillo y que, y que no, y que no se salga mucho de eso porque cualquier salida puede resultar peligrosa para el mantenimiento del orden, ¿no?.
AGC. -¿Qué más?, ¿qué más?. SÍ
- Es un asunto bastante clásico, ¿no?, en las tertulias... corre peligro... cuando dices la condición de conjunto no cerrado... se puede aplicar a todas la demás personas y las cosas.... No puede ser porque yo más abajo, más allá de persona no tengo Patria pero yo como persona soy un conjunto absolutamente cerrado, soy una Patria cerrada y eso demuestra que yo como persona no puedo...
AGC. -No, no. No sé por qué te crees eso. Uno está siempre mal hecho. Uno no es nunca un elemento bien cerrado.
- Esa es a la conclusión que quiero...
AGC. -Que no, como persona, como persona. Si no, no tendría sentido que estuviéramos aquí. Si aquí estamos no es por lo que cada uno hable, lo que cada uno es de guapo, de inteligente, de experimentado, de cualquier otra cosa para que después podamos aquí reunir todos esos, esos talentos y propiedades y aprovecharnos de ellos. No, no. Aquí estamos porque cada uno no está nunca bien hecho del todo.
- Ya, ya Agustín, pero aquí estamos porque cada uno...
AGC. -No, no. Aquí, aquí estamos, aquí estamos como personas, aquí estamos como personas yendo al Ateneo igual que yendo a cualquier otro sitio como persona, es decir, actuando como elementos de un conjunto. Lo que aquí se trata de hacer es justamente lo contrario que se aprovecha de que aunque uno venga por sus pasitos al Ateneo y lo haga como si fuera a la oficina o a la barbería, es decir, como persona, como real, resulta que uno se puede siempre aprovechar de que uno no está nunca seguro de ser el que es, de que uno nunca está bien hecho del todo, de que siempre le quedan resquicios y, por tanto, por ahí puede, puede asomar algo de eso que no existe.
- Claro, insisto una vez más, ante ese uno que es la conclusión que quiero seguir, por si acaso,... cuando tú dices que el conjunto no cerrado es algo que se puede aplicar a la persona...
AGC. -No, el Uno, el Uno, no, no. No es que sea persona o no sea persona. El Uno es persona, es ‘el Yo’, lo que he llamado ‘el Yo’. El Uno es persona. Lo que le pasa es que igual que conjunto nunca está terminado de hacer. Tiene mucho interés en creerse que sí, y el Estado tiene mucho interés en creerse que sí, que está hecho del todo, eh!, que es un súbdito como Dios manda. Y la Pareja o la Familia tienen mucho interés en que sí, pero no es verdad, a todas luces no es verdad. Uno está siempre abierto a dudas, a contradicciones, a imperfecciones de todo tipo y de eso es de lo que puede valerse una Política que sea esa de desmentir la Realidad, dejar al Poder que se derrumbe. Pero si eso no está claro, tú mismo o cualquiera debéis seguir insistiendo. Evidentemente, muchas de estas cosas que aquí digo, se dicen con tanta facilidad van muy en contra de lo que suele decirse, y es por eso... acostumbrarse un rato
- De toda maneras, cuando tú has dicho lo de que, que somos un conjunto imperfecto, no terminao, no es negativo!
AGC. -Sí, sí, negativo.
- No es, pero para mí no es negativo en el sentido de que está abierto, está abierto a más riqueza en todos los órdenes de la vida. Pero quiero distinguir, es que hay aquí un concepto difuso que es el Yo-Individuo. La definición de Boecio, ¿no?, y lo que es persona...
AGC. -Claro, más vale no. Boecio como Aristóteles.
- ...pero quiero decir que la connotación peyorativa que parece que se le da al concepto de la persona abierto o conjunto no cerrao ...
AGC. -De peyorativa, nada!, porque aquí el término, el término negativo no quiere decir nunca malo. Eso es lo que por ahí fuera suena pero aquí, en la tertulia, negativo nunca quiere decir malo ni, desde luego, positivo quiere decir bueno -para entendernos-. De manera que es, es imperfecto, nunca cerrado son negaciones, esto es gramatical, son negativos en ese sentido que son negaciones: nunca cerrado, imperfecto. Esto no quiere decir nada de valoración ni nada por el estilo. Al contrario lo que aquí decimos es que esa no cerrazón, no sólo que está abierta, como tú dices, a la riqueza, sino que está abierta a la rebelión, al descubrimiento de la mentira, más todavía, ¿no?.
- Agustín.
AGC. -SÍ.
- Yo quería, en esto conjunto que no está cerrado, ¡menos mal!, quería decir que si este apoyo a la Familia, Patria, etc. que estamos siempre reafirmándonos en él y aquí los que venimos tratamos de no creérnoslo demasiado; no hay también una necesidad de... la soledad esa básica que dices que el hombre no se basta... porque se siente muy solo y entonces tiene que agarrarse a todos los estamentos de los cuales, los estamentos se aprovechan, pero al mismo tiempo... que pueda decir yo puedo solo con todo. O sea, yo la persona la elimino porque que no le va mal... vamos a suponer que los que estamos aquí, estamos totalmente de acuerdo con eso, pero el vacío y la soledad, eso, ¿cómo se come?.
AGC. -Bueno, sin, sin entrar en otras cosas, desde luego, lo que, lo que has dicho en torno a soledad y todo eso, soledad insoportable que le lleva a uno a juntarse y todo eso es lo que yo antes he llamado una necesidad o debilidad. Es de necesidad o debilidad es de lo que he partido. Parece ser que, efectivamente, Uno necesita eso, necesita, no es capaz por sí solo de ser el que es y necesita Agrupaciones, necesita Pareja, Familia, Patria y todo lo demás de manera que quien ataca, quien ataca la Fe en el individuo personal, en el Yo, tiene que estar atacando al mismo tiempo las Istituciones que lo protegen. Que eso aparezca, por ejemplo, como terror de la soledad, bueno, pues una aparición a nivel psicológico como pueden darse otras muchas, eso no tiene mucha importancia pero hay una necesidad, aparezca como aparezca, que lleva al conjuntamiento, sí.
- Yo insisto un poco porque como aquel...puedo estar aquí mientras me pueden ocurrir cosas.. si no fuera una persona ni podría estar aquí, bueno podría pero no podría ocurrir nada porque yo como persona soy conjunto cerrado. A lo que me niego es que tú digas que la formulación de conjunto no cerrado se pueda aplicar a la persona. Se podrá aplicar a mí-que-no-soy-nadie pero no a la persona.
AGC. –Hombre!, sería muy absurdo que no se aplicara porque la relación entre conjunto y elemento no puede ser, no puede ser que eso se diga -lo de no cerrado-, se diga del conjunto, de la Realidad y que luego, cada uno de los elementos esté cerrado, es que eso, no cabe. Esto, para los que lleváis conmigo algún tiempo, ya alguna vez se ha quedado refiriéndonos al vocabulario de los idiomas que, después de todo, es lo mismo que la Realidad, el vocabulario de un idioma cualquiera. Evidentemente está claro que el vocabulario semántico -palabras con significado- de un idioma cualquiera nunca está cerrado. Mentira más o menos académica o militar el intentar lo contrario pero el vocabulario semántico, a diferencia del resto de la gramática de una lengua, nunca está cerrado; están siempre entrando nuevas palabras. En consecuencia, cambiando, alterándose la ordenación entre los significados de las que haya. Esto no podría entenderse si no fuera que el significado de cada una de las palabras tampoco está cerrado, que no cabe que se puede llegar a definir con una definición terminada ni una sola de las palabras de un idioma cualquiera. Evidente, la pretensión es que sí, como todo lo demás, si no, ¿cómo se iba a hacer un diccionario que no se pudiera cerrar nunca?. Hay que coger una palabrita y si nos dicen 'lagarto', pues definir en una línea, en dos, si es una enciclopedia en un poco más, pero vamos, definiendo con una...determinada porque se sabe que no, se sabe que nunca se puede llegar a definir qué es 'lagarto'. Lo cual implicaría que no se le podría separar netamente de lagartijas, caimanes, cocodrilos o cualesquiera otra serie de bichos que se os ocurren, ¿no?. De manera que nunca se puede llegar a una definición cerrada. Pues esto que se dice de un vocabulario, de palabras con significado, se dice de la Realidad porque la Realidad, después de todo es lo mismo, es el vocabulario de significados que pueda aparecer en un idioma cualquiera. Y la relación entre lo uno y lo otro tiene que ser así. ¿SÍ, qué más había por ahí?, SÍ?
- Me parece a mí que esto es un poco puñetero porque me parece que podemos decir que cuanto peor, mejor. Parece que aquí hay a veces se desprende que cuanto mejor peor. Es un poco lo puñetero. Que cuanto mejor está hecha la persona y más avanzada, peor para ella, más cava su tumba...
AGC. -Sí, si, en el límite -el límite nunca se alcanza, nunca- tendríamos un ejemplar, por ejemplo, humano, que estuviera perfectamente seguro de sí mismo, ese es el límite ideal nunca alcanzable. Tendríamos eso y eso, desde luego, estaría absolutamente muerto, por emplear ese término que no es ni siquiera plenamente metafórica, estaría muerto. En la medida que llegara a estar del todo seguro de sí mismo, en la misma medida estaría del todo muerto. Lo que pasa de ordinario pues que no es así. Ni Uno está nunca seguro de sí mismo ni nunca está del todo muerto, lo uno va con lo otro y efectivamente, cuanto más progrese en el sentido de la seguridad pues más difícil, improbable puede ser que a través de él hable algo de verdad, algo de lo que no se sabe. SÍ.
- No, quería preguntarte sobre la relación que habría entonces entre la Realidad como... y la Realidad como si ha pasado, es decir, que Ahora es el límite entre lo que ha pasado y lo que no se sabe, ¿qué relación habría entonces entre, si es la misma Realidad...
AGC. -Sí, sí, la Realidad no es más que lo que ha pasado. Todo lo que os cuenten -y os lo cuentan todos los días- acerca de hechos futuros, acerca de lo que va a pasar como si fuera Realidad, es una mentira de primer orden. No hay más hechos que los hechos; no hay más hechos que los hechos, que quiere decir: los pasados; no hay más. Lo de futuro son especulaciones que, como tales, forman parte de la Realidad pero que no son de por sí hechos. Ahora lo que está de verdad pasando eso no se lo puede concebir ni coger. De manera que Realidad no es más que los hechos, los pasados. En la comparación con el vocabulario semántico hay una dificultad porque lo que hemos dicho en este descubrimiento aquí de la Realidad es que en defensa contra la continua caída en el no saber, en la verdad, en lo desconocido, que la Realidad sufre, se está costantemente defendiendo por la conversión de posibilidades en nuevas cosas, haciendo entrar nuevas cosas. En la lengua se suele decir que no solamente entran nuevas palabras sino que otras se pierden y todo eso; hay que decir que ninguna se pierde del todo. Una vez que un hecho se ha producido, ha pasado a la Realidad, nunca puede perderse, no hay un olvido, no hay un olvido total, forma parte siempre así porque si no permanece directamente como tal, aparece reflejado en las alteraciones que otras cosas han sufrido, de manera que, de alguna manera pervive y viene a dar, viene a dar lo mismo.
Pero, ¿qué más?. SÍ.
- Quería decir que lo que corre por abajo y que no sabemos, ¿si es algo común?
AGC. -Sí, podemos decir que
- Y luego, ¿si es la... común la que crea la Realidad?
AGC. -Bueno, la crea y la destruye. Ya sabéis, lo que habla de la Realidad no puede ser Realidad. Lo que habla de la Realidad, lo que habla de las cosas no puede ser; sería un absurdo, basta con, basta con enunciarlo. A su vez, a la lengua o a –mí-que-no-soy-nadie, se nos puede tomar y convertir en un idioma, en una Persona y, entonces, ya sí, somos reales, se habla de nosotros pero en tanto que la lengua habla, Yo hablo, eso está fuera de la Realidad, eso está fuera de la Realidad y entonces realiza respecto a la Realidad necesariamente las dos funciones contradictorias: fabrica costantemente nuevas cosas y al mismo tiempo descubre la mentira de esas cosas. Esos son los dos movimientos. Las dos cosas se llamarían Razón, las dos cosas se llamarían Razón -si el nombre no es peligroso- o lengua, o simplemente, Lo que habla, De aquello de que se habla, y que no puede ser Aquello de que se habla, no puede ser la Realidad porque está hablando de ello, ¿no?, de cualquier manera que lo digáis.
Voy a, para que nos dé un poco de tiempo más a seguir, voy a cortar aquí ya, ya luego y volvemos a la cuestión que está ligada más inmediatamente con esto que es la que, ya en sesiones pasadas, había aparecido a propósito de las investigaciones de los físicos, investigaciones de los físicos que es la de la continuidad, la de la continuidad. Deseo volver sobre ello y penetrarlo un poco más para que quede lo más claro posible.
Ya os he hecho costar, sobre todo, con ayuda de muchas de las entradas en la red de algunos físicos desmandados que Caramés me ha venido trayendo desde hace más de dos años. Os he hecho costar cómo los problemas más acuciantes que a la Teoría Cuántica y a las demás formas de teorías vigentes sobre, sobre -ellos no suelen decir Realidad- sobre mundo, o sobre átomo, o sobre partículas, o lo que sea, tocan justamente a esta cuestión de la, de la continuidad. Después de todo es la cuestión del Movimiento que, como ya algunas veces hemos dicho, así como no puede ser directamente una cosa, Movimiento no es cosa, que Movimiento a diferencia de Velocidad, no se puede ni contar, ni medir y eso hace que no sea cosa, en cambio es una idea, un ideal necesario que está rigiendo justamente esa organización de las cosas separadas y de las relaciones de unas con otras que costituyen lo que aquí llamamos Realidad. Sin el ideal ese o la Fe en el Movimiento no habría posibilidad de este mantenimiento de cosas separadas, relacionadas y, por tanto, con sus trayectorias, sus lugares que se vuelven problemáticos cuando se desciende a nivel cuántico. Como todos recordáis se produce que en esto de querer ser Uno el que es, cuando se viene a esas infinidades de la materia, por decirlo así, resulta que el ser que consiste en el ímpetu, en las propiedades con que carga un elemento -por no llamarle ni corpúsculo ni nada- con que carga un elemento se disocia muy netamente de esa otra condición suya que es estar en un sitio, que estar en un sitio o lo que es lo mismo tener una trayectoria. La Física hace ya un siglo que vino a declarar que no se pueden saber las dos cosas al mismo tiempo. No se puede saber ni cómo es exactamente, el elemento, saber al mismo tiempo cómo es el elemento y dónde está, problemas del lugar.
La continuidad, por tanto, aparece también con respecto a esos entes, fabulosos pero imperantes al que se llama Espacio o también Tiempo porque se trata del Tiempo Real que es, después de todo, un Tiempo espacializado, identificado con el Espacio, ¿no? en el que se pueden trazar, trazar líneas igual que en las otras (relaciones) espaciales.
Bueno, pues ahí está la continuidad. No sé si recordáis que hace por lo menos dos años, hubo entre estos físicos un, uno de los antípodas, un neocelandés que produjo mucho barullo en aquel entonces, hace tres años, o dos, porque había descubierto la solución de las aporías de Zenón de Elea, algo por el estilo. Había descubierto, bueno, después de todo su descubrimiento se parece bastante al que ya Aristóteles mismo, al dar cuenta de las aporías, había intentado -espero no ser demasiado injusto-. Por otra parte, los físicos y también este Peter [Links] se entretienen demasiado con las aporías trasmitidas más o menos tortuosamente por Aristóteles y sus comentadores: la de Aquiles y la tortuga; la de la Flecha que vuela y que no vuela, como decía Valéry en el ‘Cementerio Marino’ la flecha leería por eso a Valéry, precisamente porque vuela y no vuela, y no, no tenía ningún sentido. Cuando aquí hemos dispuesto de la declaración literalmente trasmitida de Zenón que es: que lo que se mueve, no se mueve ni en el lugar que está ni en el lugar en que no está. Cosa demasiao, demasiao simple para muchos gustos pero que es la más clara, la más incontrovertible.
Una cosa cualquiera, un móvil, porque si una cosa no es un móvil ni siquiera es cosa, ni siquiera pertenece a la Realidad, no puede moverse en el sitio en que está ni en el sitio en que no está. Evidente, espero que no haga falta razonarlo, ¿no?
Bueno, pues la solución de (Links), bastante ingeniosa, que revive la de Aristóteles, es más o menos así: En Realidad es continua, es decir; Espacio-Tiempo, por tanto, Movimiento, es continua la Realidad. Y lo que pasa es que es una necesidad que nosotros, digamos por ejemplo, los hombres, tenemos que medir y para medir: contar, lo que nos hace, nos obliga necesariamente a concebir esa continuidad y tratarla como rompiéndola, rompiéndola por cortes, es decir, reduciéndola a la discontinuidad porque sin la discontinuidad no habría posibilidad ni de medir, ni de contar, ni de nada por el estilo.
Bueno, lo que esta noche quería presentaros es una vuelta del revés de esta actitud. Que más o menos los que habéis estado conmigo recordareis que ya había venido a aparecer desde otros sitios. Una vuelta del revés.
Esto segundo que se atribuye a las necesidades, por ejemplo, humanas, de cómputo y medida y, por tanto, la Discontinuidad, esto es lo que es real. Así es como es la Realidad, cosa que a los que lleváis tiempo aquí no os extraña nada porque se sabe que Realidad y cosas no puede haber sin la colaboración de la idea de la cosa y el cómputo. No puede, no puede una oveja ser oveja si no se cuentan ovejas. No se pueden contar ovejas si no es contando con que todas las del rebaño son la misma: oveja. Lo uno va con lo otro, la idea o definición y el cómputo.
Dado eso, lo sólo a lo que honradamente se puede llamar real, es justamente a esta discontinuidad ya dispuesta para la ideación y para el cómputo, sin los cuales es simplemente mentiroso y absurdo hablar de ninguna Realidad. Es caer en el fantasma de la Naturaleza o algo, algo así, es decir, una especie de Realidad que está más allá de la Realidad, de lo que aquí tratamos de guardarnos.
Esta es la Realidad, discontinua, sujeta a la ideación de las cosas y por tanto al cómputo y, lo otro, la continuidad es algo, en cambio, que queda fuera y que viene de fuera. Continuo de verdad es esto que nos está pasando Ahora, de tal manera que Ahora no se puede coger ni por un momento, por mínimo que sea. Esta caída costante de la Realidad en el descubrimiento de su falsedad, en el no saber, esto que nos está pasando Ahora y que se muestra, se muestra en el hecho de que la caída es de tal manera rápida que desbanca todas las ideas de velocidad, simplemente no se puede concebir para nada Ahora y es en la caída en la que estamos. Esta es la verdad, de forma que ahí sí que podéis hablar, si queréis de continuidad, en esa caída que se vuelve, al revés de lo que parece, el término negativo, es decir, falta de discontinuidad -para que no caigamos en la tentación de darle un sentido positivo-. Eso sí es continuo, de verdad... y entonces lo que dentro de la Realidad y también en las especulaciones físicas viene a pasar es esa continuidad de fuera que adopta como un ideal que traslada para dentro y entonces es cuando se nos quiere hacer creer que la Realidad, por debajo de sus medidas, es continua. Pero no es así. La Realidad no puede ser sino discontinua, y lo que, lo único que hace la continuidad es como los otros ideales venidos de fuera, vienen a sostener el engaño, porque claro, ya sabéis lo que pasa si la discontinuidad que permite contar cosas y que cada cosa sea la que es. Si no se sostuviera de alguna manera, resulta que siempre se plantearía el mismo problema: discontinuidad quiere decir que habría que pasar de lo uno a lo siguiente, de lo uno a lo otro y eso de que hay un corte, de que haya un corte entre cosa y cosa en la Realidad es como abrir un abismo en el que nos hundimos porque si hay entre cosa y cosa un corte, ese corte ya no hay quien lo sujete ni lo mida, por ahí nos hundimos y ahí viene, por tanto, el ideal de la continuidad, importado, que dice: no, no, efectivamente, efectivamente se ha saltado de un momento a otro momento, se ha saltado de un punto del Espacio a otro punto del Espacio pero, sin embargo, eso es como si se hubiera enhebrado en un hilo de continuidad que nos salva antes de que se nos rompa la Realidad y nos hundamos donde no se sabe.
Esa es la función que la continuidad procura. Cualquier, no hace falta que sea físico, cualquiera que se vuelva sobre la Realidad se encuentra con el hecho de que pensar al estilo de los planteamientos de Zenón, que para que un móvil vaya de ‘A’ a ‘B’ tiene que pasar por todos los puntos intermedios, -una cosa que ya sin más... le volvería a uno loco, con eso basta para volverle a uno loco-, que pasara por todos los puntos intermedios, ¿no?, introduciéndose otra vez esa noción extraña a la Realidad de ‘Todos’, como si efectivamente pudiera llegar nunca... ‘Todos’. De manera que es lo que impone la necesidad de la Fe en la continuidad. Pasa por muchos, si se quiere, por una infinidad de puntos, tomando el infinito a la manera que se toma: como una cosa a la que no se puede llegar pero que se ha llegado, un fin, un fin, un sin-fin que ha encontrado su fin. Tomándolo de esa manera, una infinidad de puntos, o por ejemplo, todos los, todos los puntos de la recta real, sean lo que sean, todos los números reales, por ejemplo, luego dice: pero la rotura -prodúzcase como se produzca- siempre está curada porque tenemos una Fe en que la continuidad, de alguna manera, permanece.
Así, esta es la vuelta al revés que os quería, que os quería presentar. La Realidad es ésta que está regida ya por la necesidad de separación de cosas y cómputo, es la Discontinuidad. La continuidad pasa fuera de la Realidad (que) nos está pasando Ahora y no hay quien la coja ni conciba. Y solamente se importa dentro de la Realidad para sostener el peligro de que la Discontinuidad nos parta y haga que la Realidad se nos desmenuce, algo por el estilo.
Bueno, antes de.... ahora me gustaría que, vamos, me hicierais ver que, efectivamente, esto que he presentado no ha armado ni barullo ni nada, ¿no?, que, o sí, me mostráis que sí, vamos, es igual... para tratar de resolverlo.
- Yo compartiría lo que... si fuese, si (se) formulase: En verdad todo es continuo pero en realidad tenemos que compartimentar, poner hitos, tal; ahí sí que lo entiendo.
AGC. -Sí, así es más menos como lo digo, como lo digo yo, pero, por supuesto, la noción de Realidad que domina en Física y también en ese caso y en el de Aristóteles, es una noción que se confunde con esa especie de fantasma de la Naturaleza exterior, la Naturaleza exterior, que siempre es irreal, que nunca puede ser Realidad, que está fuera de toda Realidad. Eso es, eso es la vuelta al revés que proponía. Pero más, más, ¡venga! Sí
- Quería, quería preguntarte si.../....
AGC. -Sí, la visión, nuestra visión, nuestra (de todas maneras), es una visión cargada de idea; no es ningún fenómeno natural; siempre interpretativa, no hay, -como lo decía Machado, cuando se olvidó el estuche de las gafas: 'es un acto de fe toda mirada'- Ese es el verso de Machado. 'Es un acto de fe toda mirada'; y por tanto, (no en la visión se identifica que se saca), lo mismo que en la teoría de los físicos y cualquier otra forma de ideación es preciso curarse del peligro de que la necesaria Discontinuidad y Cómputo, la necesidad de que haya puntos separados, nos arrastre a una perdición y tenemos que creer que aunque seamos capaces de separar puntos en la línea, ¡eh?, ¡hay una línea!, está por debajo de los puntos. Esa es la Fe. Esa es la Fe y es el papel que le ha atribuido a la continuidad que no puede ser de la Realidad, sino venida de, de fuera, de ese tiempo -por llamarlo Tiempo- continuo en que estamos cayendo ahora mismo.
AGC. -¿Qué más? No sé, Caramés, me decías por teléfono que estabas viendo a propósito de los rusos y eso, cosas de, planteamientos de la cuestión de la continuidad que podían ser... ¿o no?, ¿o te he entendido mal?
- Ahí estoy viendo cosas de esas pero... tiene que ver con meter el término intuición en esto de la, de la Realidad... que está fuera de este, de esta especie de intuición... las discusiones sobre los números
AGC. -Sí, lo de los intuicionistas, sí.
- Están, como si dijéramos, pensando que la llamada Discontinuidad (que es representativo) de la Realidad, de alguna manera viene producida desde fuera por la llamada Intuición como si nosotros pensamos discontinuamente porque existía desde algo de fuera para pensar así, por eso tenemos nubes, tenemos... /.... /...
AGC. -Sí, sí, que como veis, como veis son siempre una Ispiración, los intentos de explicación y las discusiones que entre físicos o incluso matemáticos, como las que Caramés acaba de recordar, esto es una Ispiración, Porque hasta tal punto el Poder quiere haceros creer que sabemos qué es la Realidad Toda; que cualquier, que cualquier asomo que venga de donde venga, es eso, es una Ispiración para la Guerra; para la Guerra ésta que no termina. La Intuición, alguno de los matemáticos, incluso, viene a lo que aquí hemos llamado Necesidad; la Realidad es que intrínsecamente necesita eso. No es que -como [Links] mismo decía- sea la medida y nuestra necesidad humana lo que lo arrastra sino que es costitutivo de la Realidad. De manera que la supuesta Intuición no sería humana sino de las cosas, por así decirlo, lo cual es ridículo, ¿no?, es costitutiva. Y en cambio, frente a ello, lo que os he presentado es no una Intuición sino una Fe; una Fe en la continuidad, que es lo que no se da inmediatamente como Real pero que tiene que venir importado de lo que de verdad está pasando y meterse de alguna manera dentro de la Realidad. SÍ
- Entonces, esto de saltarse los saltos que ya se dijo otra vez sería a la vez como una manera de verdad porque... continuo y a la vez sería como un ideal de la Realidad para cubrir el abismo.
AGC. -Sí, sí, es que para eso son los ideales y lo mismo que decimos del Continuo, decimos del Todo. La Realidad nunca puede ser Todo. Nunca puede ser Todo. Nada, en la Realidad, es Todo. Nada en la Realidad, Nada en las cosas es Todo. Ni puede haber, ni puede haber nunca Todos y, por tanto nunca Uno puede ser del todo Uno; lo uno va con lo otro. Estos son ideales. Todo, Todos, es un Ideal, irrealizable. Uno es un ideal, irrealizable; pero, irrealizables como son, están jugando costantemente para mantener la Fe, la mentira de la Realidad, costantemente. Y lo mismo que están haciendo Todos y Uno hace también otras cosas como Continuo, Movimiento mismo; la función de los Ideales, irrealizables; no son, por tanto, cosas como las otras; las otras, ¿eh?, también; las ranas o las baldosas nunca pueden realizarse del todo; pero, de alguna manera, llamamos s su forma de aparición 'cosa', 'realización'. Los ideales son irrealizables pero en cambio, están costantemente jugando para mantener la Fe en la Realidad. Y el ideal del Continuo está sirviendo para evitar que la necesidad de la Discontinuidad resulte... mortífera.
- Esa parte del viaje
AGC. -Perdona, que había
- Esta necesidad de pensar de una manera discontinua, que, efectivamente, parece ser como, parecería como que el Movimiento no se puede explicar ni desde la Discontinuidad ni desde la continuidad. Desde la Discontinuidad se puede explicar matemáticamente pero la Lógica o algo nos dice que eso no puede ser; como demuestra Zenón de Elea, la flecha, por ejemplo, no puede estar donde se mueve y donde no. Pero tampoco se puede explicar desde la continuidad en el sentido que al aplicar el lenguaje matemático, en este caso las... convergentes a la continuidad y hacer del Espacio y del Tiempo algo absolutamente divisible, también se llega a una calle sin salida y el lenguaje matemático, de alguna manera, tiene ya que hacer el salto de, el salto del límite, bueno, que es un salto... definitivamente algo...
AGC. -Sí, sí
- Con lo cual, habla un poco del horror del continuo, ¿no?
AGC. -Hay que, sí, sí, habla del horror del continuo pero, por otra parte, os he preguntado, el horror del continuo que se produce en la Discontinuidad porque el corte sería un sitio por donde se caería sin fin; incontrolable, ¿no?. ¡No!, lo que dices se resume fácilmente diciendo que es que la Realidad es real, al mismo tiempo: falsa. De manera que es real y, en ese en cuanto real, es discontinua porque sin Cómputo no hay cosas. Luego, al mismo tiempo es idealmente continua y eso es, justamente, lo que se puede presentar como la necesaria falsedad de la Realidad: esa contradicción, de la que, en efecto, la investigación física e incluso los juegos de las Matemáticas son reveladores con frecuencia. ¿Qué más?, ¿qué más? A ver si... este ratillo. Sí
- ... si a uno le llaman mentiroso, ¿no será que le rompen esa continuidad y se siente muy ofendido, -esto no tiene que ver con la Física- pero, ¿no está rompiendo algo... cuando le llaman mentiroso, ese Cómputo que hay, que tiene que...
AGC. -No, hay un poco de lío ahí. No, hay, salvo en casos muy purificados como el sofisma del mentiroso, cuando la gente llama mentiroso a otro, está empleando el término en el sentido que los malos lógicos lo han empleado siempre como la adaequatio rei: La Verdad como adecuación a la cosa, un absurdo a que se nos ha descubierto y entonces le llama uno mentiroso porque ha dicho algo que no es como era: 'No era esa fecha', 'no era esa hora', no era esa mujer', 'no era tal' y, entonces has contado una mentira, ¿no?,...no, no quiere decir nada sino que el tráfico de falsas verdades y falsas mentiras está rigiendo Costantemente la Realidad. Sí, ¿qué más?
- ... hay una carta de..
AGC. -Sí, dilo un poco fuerte que me parece que no
- .../... /... ../...
AGC. -... no, es decir, para admitir, para admitir una infinitud-continua, en cuanto se opondría a la de los números naturales, se exige que haya, que exista, un razonamiento que demuestre que los números naturales no son todos, no son todos los que ocupan la, la línea de la Realidad. Eso es muy bonito, es muy bonita la exigencia esa, ¿no?, y bastante, bastante reveladora también, sí. ¿Qué más?
- El nacimiento de la palabra, por ejemplo,
AGC. -¡Fuerte!, ¡fuerte!
- El nacimiento de la palabra se tenía que... Lenguaje como unión, como una normalización entre una persona y otra...
AGC. - Sí, eso nos desvía mucho en este momento y hemos hablao de ello tanto en otras Tertulias donde seguramente no has estado que no voy a insistir ahora, ahora en ello. Recuerda en este momento lo que he dicho antes: Lo que habla de la Realidad no puede ser real y al mismo tiempo esa , esa lengua costantemente se convierte en idiomas que sí son reales, que son reales, por tanto, falsificaciones de la lengua de verdad que no existe, que no existe, no aparece en ningún sitio de la Realidad; aparece solamente falsificada, convertida en idioma, sí. Más
- A mí me ha traído esto a la cabeza, no se exactamente por qué, pero en el Juan de Mairena, en el Juan de Mairena hay un juego que es el que plantea el profesor, 'que el Infinito es infinito y los números pares son infinitos y los números impares son infinitos'. Y entonces dice: ¿por qué hay ¿¿¿?. Vamos a ver cómo dice que ahora no me acuerdo; o sea, el Infinito es infinito y entonces hay muchos números, pares e impares, y son infinitos. Y luego están los números pares que son infinitos y los números impares que son infinitos. Entonces, ¿por qué los números pares, si son infinitos, son menos que los números totales que también son infinitos?
AGC. - (Vamos muy mal). Esto ya, ya sabéis que lo hemos estado usando aquí, -no sé si estabas-. Es la, es justamente el, el procedimiento de que […/…] en los tiempos de hace más de un siglo, empieza... la Fundación se buscaba para definir Infinito. Infinito, infinito se definía, justamente, porque es una especie, es una serie que se puede -una serie tomada como Conjunto- que se puede proyectar sobre un subconjunto o parte de la serie. Esa condición justamente que hace no solo que haya que decir que los números pares son tan infinitos como todos los de la serie; sino que los números primos!, que, según... cada vez van siendo menos , cada vez van siendo menos cuanto más crece, cuanto más crece la cifra también; no puede por menos de ser tan infinitos como los números.
Todo esto viene de un abuso de la palabra 'Infinito'. Sin este abuso, ni siquiera tendría sentido el planteamiento, el planteamiento de esas cosas, ¿no?
Infinito, el abuso consiste en que algo que, en principio es negativo, por tanto; liberador, sin-fin -no tiene fin-, quiere positivizarse es decir, se convierte en un sin-fin que se ha alcanzado como fin. Y, naturalmente, eso, eso implica, en términos matemáticos que, a las series, a la producción de las series se las identifique con los conjuntos producidos y simultáneos, sin lo cual, nada de todo eso funciona, no; es decir, la actitud que aquí tomamos es que los números naturales, por ejemplo, no es que sean infinitos porque haya infinitos, sino porque continuamente se está contando y costantemente se está contando y no se deja de contar de forma que entonces la condición, la condición de ese sujeto-conjunto depende del acto; está dependiendo del acto y es falsificador tomarlo como si fuera una serie reducida a conjunto. ¿Qué más?. Sí
- Quería hacer un comentario a propósito que la idea de que la Realidad Discontinua.../... crear el ideal de la continuidad. Voy a poner un ejemplo cuando Newton recurre a hablar a.../...con lo cual, ese sería un caso que podría interpretarse como la necesidad de esa abstracción del 'continuo-como-ideal' para explicar una Realidad y que produce el gran éxito del cálculo, claro,
AGC. -Sí, sí, pero está fundado, es un... está fundado en una necesidad primaria, porque, efectivamente, lo que pasa de inmediato es que la necesidad de que las cosas sean lo que son y que se las pueda contar, arrastra consigo esta istitución de la Discontinuidad que es propia de la Realidad. Y luego, para poder enhebrarlas -por así decir-, unas con otras, hace falta tener Fe en la continuidad. Lo que en, en Newton y también de otra manera con […] y los demás, se estaba tramando y ha tenido éxito es absolutamente una especie de maridamiento entre la Necesidad y el Ideal. De manera que los, las fluxiones se utilizan para darle, para darle una especie de Ser-Continuo a la Discontinuidad y, al mismo tiempo, las fluxiones mismas no pueden por menos de convertirse -frente a la pretensión originaria de continuidad- en cosas y, por tanto, discontinuas: Las fluxiones se hacen cosas; se hacen cosas también de otro orden, cosas de otro orden pero que quedan, quedan sometidas a lo mismo. No sé si está lo bastante claro.
Bueno, pues entonces, nada, cortamos, cortamos hasta dentro de siete días y si el Señor nos deja. Y procurad, como esto ha sido un poco demasiado rápido, traed cuestiones ya, dudas, respecto a todo ello.