25.08.2014

Tertulia Política número 83 (25 de Julio de 2007)

Agustín García Calvo

Ateneo de Madrid


 

  • LA IMAGINACIÓN DEL MUNDO (lógica o matemática).
  • LA EXPANSIÓN DEL UNIVERSO, LA EXPANSIÓN DEL ESPACIO:
  • El FREE WILL de los científicos, el LIBRE ALBEDRÍO de los teólogos.
  • La LIBERTAD tomada como INDETERMINACIÓN o INCERTIDUMBRE frente a la NECESIDAD DE CAUSA entre las cosas de la Realidad.

 

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TRANSCRIPCIÓN:

 

 

Vamos, si os parece, a intentar aclarar lo más posible estas cuestiones que nos han salido últimamente referentes a la imaginación, ideación -lógica o matemática- del mundo, las cuales empezaba presentándoos a través de la visión astronómica -más o menos indirectamente reducida- 'abrirse al cielo', que era el sitio a donde íbamos a parar por contradicción después de haber intentado penetrar en lo más simple y en lo más hondo con las cuestiones de la libertad o libre albedrío y, frente a ello, la indeterminación o incertidumbre.


Hemos estado estos días dándole vueltas, no me quedo tranquilo en cuanto que ni yo mismo ni vosotros hayamos todavía entendido lo bastante bien estas cosas, y vamos entonces a ello, a las dos, una detrás de otra: por un lado, la cuestión del cielo -del cielo- es decir del espacio y de la imaginación del Mundo; y por otro lado, la cuestión de la indeterminación o libertad frente a las causas, a la causalidad. Son las dos cuestiones que se nos han aparecido como contrapuestas de un polo al otro, pero que, evidentemente por ello mismo, tienen que entenderse como relacionadas. Y vamos a hacerlo, pues pidiéndoos yo ayuda enseguida, a trocitos, para asegurarnos todos de que la cosa se va entendiendo. De manera que dispuestos... dispuestos a conversar desde pronto y sacar cualesquiera dudas o ocurrencias que os vengan tocantes a lo uno y a lo otro.


Vamos con el cielo, con el espacio: ya os presenté la crítica general de la que me parece que hay que partir tocante a esto: no confundir... no confundir eso de 'espacio', por lo pronto, con eso de 'Universo' o 'Mundo', y no confundir ni lo uno ni lo otro con lo que aquí hemos descubierto y tratamos como 'Realidad' o 'Existencia'.


Voy esta vez a entrar en ello a través de otra lectura de otros, de otra entrada en la Red que Caramés me proporcionara, donde atacan justamente la cuestión del espacio en relación con el entendimiento y la pedagogía de la Relatividad General en las Escuelas (me lo estoy leyendo todavía, de manera que ya, de este estudio, os daré cuenta más detenidamente otro día -si llegamos a tanto-). Pero por lo pronto saco de aquí una cuestión general: a todos os ha llegado, por la divulgación, noticias de eso de la 'expansión' (ya el otro día, a propósito de la interpretación en la lente o espejo del telescopio de ciertos puntos como Galaxias y la observación de su separación creciente, os había prevenido respecto... respecto a esto), forma parte de la vulgarización, por tanto, a poco que hayáis leído, la habéis padecido, eso de 'la expansión del Universo', el entendimiento de eso que he llamado 'cielo' -ingenuamente- como algo en expansión. Pero de ahí se pasa también a hablar de 'expansión del espacio' o 'espacio en expansión'. Y ésta es la... ésta es la cuestión en la que vamos a detenernos un momento.


Fijaos bien en que 'espacio' es donde en el 'mundo del que se habla' están o se mueven las cosas. 'Espacio' es por ello mismo a su vez una 'cosa' en cuanto se habla de él. Por decirlo muy brevemente: la distancia entre las cosas que de por sí podría entenderse puramente como 'separación' ni lógica ni física sino las dos cosas: diferenciación, distinción. Esa distancia se reinterpreta enseguida como 'espacio' que queda entre las cosas. Ya, respecto a eso -que parece para nosotros una enfermedad inevitable, respecto a lo que se dirige esta crítica- el 'espacio' entonces, viene a ser a su vez una cosa, y si es una cosa, ya no puede servir para explicarnos 'dónde'. Un 'dónde' en el que deben confundirse físico y lógico, ¿'dónde'      -físicamente y lógicamente confundidos- está la Realidad?, no el Universo (porque el Universo es una cosa y se encuentra con las habituales paradojas y contradicciones, y es que el Universo a su vez está en un espacio y todo eso) sino la Realidad -'la Realidad', eso que se nos presenta como una especie de conjunto (nunca cerrado, condenado a la perpetua eventualidad, a  la entrada de más y más cosas) de las cosas- y que al preguntar por ¿'dónde' está?, ¿dónde cae?, ¿dónde se hunde?, ¿dónde se pierde?, ese 'dónde' -como veis- ya no puede ser espacial; ese 'dónde' tiene que confundir la Física con la Lógica.


Esto es lo que hace que entre los físicos y astrónomos mismos (como estos de esta última entrada, de la que ya os daré más cuenta) se haya presentado esta noción de la 'expansión del espacio' o 'espacio en expansión' como la culpable de una cantidad de dificultades y contradicciones que le han surgido a la teoría durante estos años, especialmente a la teoría de la Relatividad General, porque -como recordáis todos- efectivamente en ese artilugio que Einstein buscó para explicar, mejor que por la Mecánica newtoniana, la separación, distancia y movimiento relativo, de lo que yo llamo 'cosas' (él no, porque los físicos no suelen hablar de 'cosas'), en esa teoría, asistida naturalmente por la noción de la velocidad de la luz como un límite (un límite rígido que es justamente el que permite la teorificación), resulta que se dice (esto lo decía ya el propio Einstein) que el espacio se curva. Y con razón... y con razón hay que hacer notar aquí que si el espacio se expande (os lo estoy presentando como una mostruosidad, porque efectivamente eso quiere decir que al espacio se le ha tomado como una cosa, es decir, un Universo, no como un sitio donde estén los Universos sino como un Universo, un caso de cosas), tal vez también hay que decir que el hecho mismo de que el espacio se curve, parece que también se arriesga ya a hacer entender el espacio como cosa demasiado físicamente.


La Teoría de la Relatividad es una Geometría, es Matemática de por sí, y, en general, los que más han seguido fieles a ella, pues se atienen no a intuiciones respecto a espacio -que a lo mejor se emplean para enseñarles a las nuevas generaciones de estudiantes los principios-, no a intuiciones sino al propio artilugio geométrico, matemático. Pero parece que es evidente que nuestro 'pensamiento en marcha' lógica, matemática, se convierta enseguida en una ideación. Nuestro pensamiento tiende a ser (por emplear el término [griego]) eidético, a consistir o reducirse a idea; 'idea' que evidentemente no es pensamiento sino más bien algo a lo que el pensamiento viene a parar o a reducirse. Y esto, que se puede decir del 'pensamiento en marcha' en general, se puede decir de las formas pretendidamente formales como las de una Lógica, sobre todo las de una Matemática.


De manera que ése es el problema. Cuando digo 'nuestro' estoy -ya sabéis- refiriéndome a esta condición, que puede llamarse 'humana', para recordaros a los que habéis estado conmigo que esto de los hombres, de lo de nosotros, de lo nuestro,  n u n c a  debería entenderse más que como un tipo de cosas entre todos los demás. Nunca debería convertirse como una especie de centro desde el cual se dictaminaran las normas de pensamiento o de entendimiento del Mundo.


Justamente esta enfermedad de lo eidético, de la reducción a ideas, es justamente una propiedad del tipo de cosas que somos -del tipo de cosas que somos- que, como todas las demás cosas... como todas las demás cosas, tienden a eso (esto es condición de la Realidad) tienden a defenderse, a intentar ser lo que son, vanamente. Pero la Realidad consiste en el intento, a intentar ser lo que son, realizarse puramente. Y a nosotros, entre otras cosas, como ese tipo de cosas que somos, nos toca defendernos por la vía de la teoría, por la vía de la ideación. El pensamiento no nos defiende, el pensamiento puede matar nuestras ilusiones, de sobra lo sospecha cualquiera sin necesidad de que sea un dirigente político o un científico o teólogo ortodoxo. El pensamiento puede matar las ideas, pero si se convierte en ideas, ya estamos en casa otra vez, ya no hay miedo de que pase nada. Y ése es el truco por el cual esta conversión del pensamiento a lo eidético es nuestra manera de defensa de nuestro tipo de Realidad, la de los hombres en general y la de cada quisque en particular, por supuesto, lo uno va con lo otro.


Bueno, pues según lo prometido, por ahora voy a ir a trozos, no voy a soltar más, porque supongo que ya para algunos este planteamiento de las cuestiones del cielo, del espacio y demás, puede todavía resultar no oscuro pero -no sé- enredoso, o a su vez, alguno de vosotros tiene ocurrencias más claras y precisas que las mías. De manera que asegurémonos de que, por lo menos, esto referente a cielo, espacio, Universos, lógico confundido con físico, Geometría reducida a Física y demás, se puede manejar lo bastante bien. De manera que ayudas, por favor, enseguida. Venga.


- Si decimos que esto de la eidética es una enfermedad humana y, luego, por otro lao decimos que la Realidad es producto de la imposición de las ideas sobre lo que no era idea, ¿cómo no le vamos a dar a los hombres una posición preeminente en la Realidad, una posición de creadores de Realidad, si precisamente la reducción a idea -de lo que no era idea- es una cosa típicamente humana?


AGC - Sí, hay que... hay que distinguir ¿no? Las cosas en general, las cosas -cualesquiera... cualesquiera de las que forman parte de este inestable, nunca cerrado, conjunto de cosas al que llamamos Realidad- las cosas tienen que de alguna manera intentar ser lo que son, y eso naturalmente arrastra consigo una especie de defensa que podría decirse que son ideas que las cosas tienen: la albahaca tiene una idea de lo que es albahaca, y entonces procura asegurarse de que es albahaca en cualquiera de sus producciones, y si le sale mal, al cabo de un tiempo, pues cambiará, cambiará de nombre pero para seguirse defendiendo. De manera que esto es así, y por tanto lo nuestro no es más que un caso especial. No es más que un caso especial que se hace a través de la forma especial del lenguaje que nos caracteriza y que toma la forma de teorías. Pero no es más que un caso de esa... de esa defensa.


- Pero para que haya algo así como 'albahaca' ¿no tiene que haber una palabra 'albahaca' en un idioma determinado que siempre va a ser un idioma humano?


AGC - No. No. Hay que suponer, por supuesto, que la defensa del ser es independiente -independiente, en principio- del lenguaje humano. Ahora, independiente del lenguaje en general no, porque nos vemos obligados a decir algo como eso 'ella tiene una idea'; ella tiene una idea de lo que es, a su manera, en su lenguaje (ya recordáis, hace algún tiempo lo descubríamos: 'las cosas hablan'), las cosas hablan, lo que les pasa es que hablan en el lenguaje que a cada tipo de cosa le corresponde, y nosotros no lo entendemos bien, tendemos a hacerles hablar en el nuestro. De manera que así es la cosa. La costitución de la Realidad para nosotros (y por tanto la primera forma de Realidad porque es la más inmediata) efectivamente se hace necesariamente por medio del vocabulario de palabras de significado de un idioma cualquiera (porque no hay una Realidad común, hay Realidades, aunque aquí hablemos de la Realidad). Pero esto que pasa en lo nuestro, en lo más inmediato, no puede menos de generalizarse: a las cosas también les pasa eso, pero a su manera.


Bueno, en todo caso esto tal vez nos saca un poco demasiao de lo que hoy quería que me ayudarais a entender.


- La expansión del Universo... (Pero había una mano aquí levantada primero, y no quiero entrar en polémica).


- Haces bien.


AGC - Ah, estaba antes ella. Bueno, vamos a dejarla.


- No, lo mío tenía que ver con la observación que ha hecho Virginia (y me parece muy razonable todo lo que tú digas de eso después), me recuerda a la copla andaluza esa de que dice... (¿Cómo decía?):


"¿Qué culpa tiene el tomate
que está tranquilo en su mata,
que venga un hijo de puta
y lo meta en una lata
y lo mande pa Caracas?".


AGC - Pa Calculta.


- Sí, eso lo cantan los gitanos [], muy popular.


AGC - Pa Calcuta, para que siga rimando


- "¿Qué culpa tiene el tomate?". –No-, yo te quiero decir que es que hay no solamente la cuestión de la designación del nombre, que ya de por sí eso es una cosa que sólo se le ocurre a los humanos, nombrar y tener unos nombres que son la pura defensa, la pura frontera -que un tomate es un tomate y no es una pera- sino que...


AGC - Sino que el tomate, a su vez, merecía tener una idea de que él tiene que ser un tomate.


- Sí. Es que además hay otra cosa...


AGC - Y estar más o menos conforme con la lata o no.


- ... que es la posibilidad de...


AGC - Bueno, muchas gracias. Sí.


- ... manipulación...


AGC - Sí, sí. Pero...


- ... No es nunca simétrica. No es nunca simétrica. Hay una jerarquía...


AGC - Ah, eso...


- ... Hay una jerarquía del ens reallissimum, que somos nosotros, los humanos...


AGC - ... eso es muy patriótico, porque ¿quién sabe lo que nos ha manipulao a nosotros el tomate?, ¡vaya Vd. a saber! De manera que es muy patriótico.


- El patriotismo... ¿Puedo terminar?


AGC - Dejémonos esa guerra -¿eh?-, porque nos distrae...


- Pero ¿puedo terminar de hablar, o no?


AGC - ... nos distrae demasiao. Por favor.


- En cuanto dices que lo del pensamiento... que el pensamiento mata a las ideas. Yo diría que es al contrario.


AGC - Vamos a ver si...


- El pensamiento es como el pueblo, no mata a nadie. Lo que mata son las ideas.


AGC - Vamos a ver si...


- ... es la inversión.


AGC - El pensamiento mata a las ideas, todo el mundo lo sabe, hasta los curas lo sabían muy bien, y por eso procuraban...


- No: eso... Entonces no puedes decir tampoco, como has dicho una vez, "el pueblo no mata a nadie".


AGC - ... procuraban que cualquier pensamiento se convirtiera en ideas. No sé por qué dices...


- Tú has dicho "El pueblo no muere, el pueblo no mata".


AGC - No sé por qué dices esa tontería. Todo el mundo sabe...


- Porque 'el pueblo no muere, el pueblo no mata'; 'el pensamiento no mata, el pensamiento no muere'.


AGC - ... todo el mundo sabe que el pensamiento puede matar a las ideas, y para que no las mate hay que reducirlo a ideas. Esto es vulgar.


- Isabelita: el pensamiento...


- Lugarteniente: que no te toca a ti, cállate ahora.


- ... El pensamiento combate contra la muerte.


AGC - No hay por qué. Y esto es tan vulgar que no es de lo que yo quería sacar a discusión, porque hay cosas mucho más... mucho más complicadas y difíciles. Así que, menos anécdotas.


- Pero en la cuestión de... ¿No hay una jerarquía...?


AGC - Menos anécdotas.


- ... -digo yo- ¿no hay una jerarquía que es cualitativa... cualitativa en la defensa del ser? Digo yo -te pregunto- ¿respecto a un gusano y un ejecutivo de Dios?


AGC - Hombre, para cada uno es lo primero.


- ¿Sí o no?, ¿no hay una jerarquía de defensa del ser?


AGC - Sí, sí, desde luego. Pero para cada uno esa jerarquía... o sea, para el gusano lo primero es el gusano.


- Para el gusano lo primero es el gusano. Pero ¿qué es lo que pasa?, que el gusano es gusano porque tú dices que es un gusano...


AGC - Ah, no, no.


- ... al gusano a lo mejor ni siquiera se le ha ocurrido ni reparar en ti.


AGC - Por favor. Lo hemos discutido con mucha más claridad hace un rato. No volvamos a oscurecerlo. Adelante.


- 'La expansión del Universo': ¿es expansión?, ¿por qué se expande?, ¿qué evidencias y pruebas científicas podíamos aportar que se expande y en función de qué?, o resulta que no se expande ni se ha expandido nunca, y tiene una forma física predeterminada en el Tiempo.


AGC - Eso tendrías que peguntárselo al físico y a astrónomos. A mí eso no me interesa nada.


- Que quería que te mojases un poco.


AGC - A mí eso no me interesa nada, eso es una cosa... es una cosa... una cosa de ellos. Ellos por supuesto han llegado a entender que...


- Es un pensamiento de falsedad, porque no se expande nada.


AGC - ... han llegado a interpretar que... han llegado a interpretar que ciertas observaciones, como efectivamente la progresiva separación de las Galaxias, lo interpretan así. Ellos ven que efectivamente, casi -por decirlo así- a ojos vista, aunque sea por la lente del telescopio, se puede observar una progresiva dispersión con el Tiempo -con lo que ellos llaman el 'Tiempo'- y, entonces su interpretación más normal ha sido 'la expansión del Universo'. Pero aquí no es eso lo que nos importaba, aquí nos importaba cómo eso se convierte en 'expansión del espacio' y entra por tanto en conflictos con la Relatividad General, y cómo eso a su vez se separa de nuestro descubrimiento respecto a 'Realidad'. Eso es lo que estoy deseando que entendamos con precisión. No nos distraigamos más. Sí.


- He querido entender antes, que has hablao de la palabra 'dónde' -el interrogativo '¿dónde?'- y que uno lo situaba... se situaba 'dónde' donde están las cosas -un sitio para cada cosa, en la Realidad-, y luego has hablao de otro, que era... no se sabe dón-... era otro, y sobre esta cuestión es sobre la que quería yo que nos hablaras un poco más: ese otro...


AGC - Sí, sí. El otro 'dónde' es el 'dónde' que se confundían Lógica y Física. ¿Cómo si... cómo si nos planteamos las cosas visualmente,  eidéticamente, y entendemos todo esto del Universo, los Universos, en un espacio, cómo nos va a quedar ningún sitio adonde se nos planteé y se cuele ese otro 'dónde', que es ¿dónde está, cae, se hunde, se pierde, la Realidad, es decir el conjunto inestable, eventual, nunca cerrado, de las cosas?; el cual evidentemente no puede estar -como los Universos de los científicos- en ningún espacio (el espacio es a su vez parte de la Realidad, y por tanto no sirve para decir dónde está la Realidad; el espacio es una cosa) sino que efectivamente ese 'dónde' tiene que confundir la cuestión lógica con la física, como os lo he dicho a propósito del ejemplo de la distancia: distancia que es por un lado diferencia, distinción        -lógica-, y que por otro lado se reinterpreta como un espacio que queda entremedias, entre cosa y cosa. El montaje, la confusión de eso sería a lo que apuntaría ese 'dónde' en cierto modo extravagante.


- No, quiero decir que eso mismo que está diciendo de la discrepancia que hay entre Lógica y Física, sobre el 'dónde', también se puede aplicar al 'cuándo'.


AGC - Ya, ya. Lo que pasa es que aquí he preferido que nos planteemos todo esto...


- Lo mismo de complicao es hablar del 'dónde' en el espacio, como del 'cuándo' en el Tiempo.


AGC - ... que nos planteemos todo esto sin acordarnos de eso a lo que ellos llaman el Tiempo, porque es peor. Prefiero que lo planteemos así. La verdad es que los físicos -hace mucho, y con la propia teoría de la Relatividad- ya no hablan de espacio simplemente, sino de space-time (de espacio-tiempo) o -como alguno se molestó en traducir al griego- cronotopo, es decir, las dos cosas juntas. Para separar esto otra vez un momento de lado: el Tiempo real -lo que se llama 'Tiempo real'- como hoy, con presentes, Futuros y todas esas puñetas, eso es un espacio. No es más que un caso de espacio y no ha lugar a distinguir para nada, en lo fundamental, en lo que aquí nos toca. Junto a eso está... junto a eso, frente a eso, está lo que no sabemos, lo desconocido, en lo que continuamente la Realidad se hunde.


- ¿No hay un problema de contradicción muy grande en la misma definición de 'expansión del Universo'?, por cuanto que... si uno se imagina esa expansión que dicen los físicos, o sea, hay un momento que esa expansión, a toda la velocidad que se quiera que vaya, por ejemplo, o sea,  hay un límite, que es -digamos- por donde avanza, de tal manera que al otro lado de esa... de esa expansión, o sea, se supone que hay más espacio -¿no?-, o sea -digamos- vamos a poner un metro más de esa expansión, o sea, de esa dirección que lleva, un metro más, hay espacio, pero se nos entiende sobre eso ¿que no hay Universo entonces, en ese otro espacio?


AGC - Sí, bueno. Otra vez []. No me metas. Eso es cuestión de ellos. Es cuestión de los científicos y de los teóricos. No es eso de lo que estamos tratando hoy. Ellos desde luego se las arreglan muy... se las arreglan muy bien, porque como piensan que pueden hablar de expansión no del Universo...


- Pero no nos imaginemos...


AGC - ... no del Universo sino del espacio mismo, ya tu problema les desaparece, porque es que justamente si ellos son capaces de jugar con un espacio en que al mismo tiempo es donde están los Universos, pero por otro lado tienen la virtud de poderse expandir y por tanto... tal, ya no les puedes plantear nunca el problema. Tu problema, que es un  problema ya para los atomistas antiguos -para Lucrecio por ejemplo-, Lucrecio se lo planteaba de esa manera más pictóricamente (pero tal como tú lo has hecho ¿no?), porque él ponía a un arquero yendo hasta ponerse en el límite del Universo, en las llameantes murallas del Mundo, y entonces le hacía disparar una flecha, y entonces decía "Una de dos: o la flecha queda parada, o la flecha sigue allá". Y entonces, con esa contradicción []. Eso es ya de Epicuro o Lucrecio, nada menos. Pero, por favor, no es este problema, después de todo, un problema así, de andar por casa, de ideación científica, lo que nos toca ¿no?


- Agustín.


AGC - Sí.


- A mí, lo que me parece es que si el espacio se expande o no se expande, evidentemente a mí me trae sin cuidado, lo que me importa del espacio es que el espacio determina y da razón de identidad a las cosas, y eso es vital para la Realidad. El espacio coloca: una cosa tiene que ocupar en principio un espacio, y eso le va a definir hasta el punto de que no podrá haber dos cosas idénticas, si uno acepta que no pueden ocupar el mismo espacio. Entonces, lo que me parece que Agustín estaría más interesado sería en enfocarlo desde este punto de vista, en cómo afecta el espacio a la Realidad, no en que si el espacio se expande o no se expande, o se deja de expandir...


AGC - Sí, sí. No, no. Por favor, no nos distraigamos más con teorías. Pero justamente lo que he tratado de demostraros es cómo el espacio -eso llamado 'espacio'- al tratarlo así, se convierte a su vez en una cosa, y al convertirse en una cosa -en la cosa donde están las cosas y donde las cosas guardan distancia y donde las cosas se mueven, y se acercan o se separan- entonces ya no sirve para nuestra cuestión que es la de ¿'dónde' está?, ¿por dónde cae la Realidad, las cosas?   -'las cosas', el conjunto nunca cerrado, que da igual que sean Universos o que sean átomos, son cosas-. No olvidéis que los científicos suelen rehuir el empleo de la palabra 'cosa' (lo de thing no aparece casi nunca), y con buenos motivos, y por eso aquí... aquí estoy intentando de ponerla en primer lugar, por delante. Pero seguid ayudando, por favor, que no estoy muy tranquilo. Sí.


- Agustín, entonces, la cosa ésta, la idea de... la idea o cosa de espacio, lo que dices ¿es que surge de la [tematización] de la diferencia, es decir -no sé- hay dos cosas, se mira a ver cuál es su diferencia, entonces al mirar cuál es su diferencia se [tematiza] la distancia entre las dos cosas, la diferencia entre las dos cosas, y de eso surge espacio?


AGC - Sí. Nuestra manera de ver es -como he dicho- eidética, ideativa y interpreta la separación, que es separación del ser: la una no es la otra. Interesa la separación del ser como una distancia, y esa distancia a su vez como... a su vez como un espacio, inutilizando ya toda la labor que el pensamiento había hecho para desmentirlo, porque el espacio es una cosa. Cuando saqué -hace años- el libro Contra el Tiempo, hice notar que esta relación elemental de que una cosa no puede estar en dos sitios, dos cosas no pueden estar en un sitio -en el mismo sitio- al mismo tiempo, es justamente lo que funda esta forma de espacio que es el Tiempo real. Es justamente lo que funda el Tiempo real donde se produce el movimiento. Una mala interpretación contra la que aquí estamos luchando. Se trata no de volver a la interpretación puramente lógica o matemática, sino no admitir la separación entre lógico y físico: no admitir esa separación. Ése es el 'dónde' ese extravagante que os estaba presentando. Más.


- Pero tiene... -si no te molesto- tiene que surgir necesariamente una cosa muy rara, en el sentido que si es... si surge de la diferencia o distancia entre dos cosas, va a surgir como una cosa que no es nada. Entonces, quiero decir, lo que son las dos son cada una de las cosas, que tendrán su diferencia, tendrán su definición o lo que sea, pero la tercera cosa ésta del espacio o el Tiempo, que está entremedias, y que es la [desviación] de la diferencia entre ambas, va a surgir como 'nada', en el sentido que lo que son cosas son las otras dos cosas.


AGC - Sí. A estos astrónomos de esta lectura que estoy haciendo ahora, también a ellos o algunos, se les había ocurrido eso. Porque fijaros lo gracioso de la cosa: supongamos que eso de espacio es nada -también, ante todo Lucrecio, ya sabéis que frente a los átomos, es decir, la presencia pura y dura del ser, no podía contraponerse nada más que vacío, al cual también ya Lucrecio en el poema llama spatium, aparte de llamarlo uacuom, inane, lo llama también spatium, que era por tanto 'nada'-, entonces lo gracioso que es 'una nada que se expande', 'la nada que se expande'. Pues esto ha surgido entre los teóricos actuales, porque efectivamente es así. Tendrían que -los que no pueden contentarse con 'una expansión de Universo', porque eso no les explica las cosas y tienen que pasar a 'una expansión del espacio'- incluso usarla para explicar la aplicación y la Relatividad general. Se encuentran con eso: si no quieren que sea una cosa de las palpables, es que es nada, y entonces 'la nada se expande'. Y justamente es lo que pasa: la nada se expande en sus teorías, es la nada que hay entre cosa y cosa lo que se expande. Eso, aparte de lo demás, es gracioso. ¿Qué más?


- Yo quería... a mí me desagrada profundamente la concepción ésa del espacio absolutamente separador y negativo entre las cosas: hablar de nada. Porque refuerza la Fe en que las cosas realmente son las cosas; cuando el espacio bien podía ser entendido como el lugar de juego entre las cosas. Y entonces contribuiría -esa concepción de espacio- a disolver realmente el concepto de las cosas y el concepto de soledad de las cosas aisladas.


AGC - No veo cómo. Me parece que has recaído en una cosa de eso que se llama... que se llama Poesía, ahora, hacia el final.


- Es cierto que no es perfecto. No es perfecto, pero es un primer paso desde luego para... para no concebir que las cosas son lo que son.


AGC - Es igual. Es igual. Es igual, no te hagas ilusiones.


- O, al menos, que no están tan aisladas.


AGC - Es igual, no te hagas ilusiones. El problema está en que si uno se ve obligado a creer en la separación, diferencia lógica, separación física de las cosas, se ve obligado -dado nuestra forma de ideación- a entender eso como un espacio, y entonces, ese espacio inevitablemente en cuanto se le trata, se habla de él, es otra cosa a su vez, es una cosa, y ya no sirve para ningún juego en el sentido que se te aparecía, no sirve.


- Pero, sin embargo, la diferencia que encontrábamos el otro día entre números ordinales y números cardinales...


AGC - Ay, no, no. No, no. No distraigas. Esto está lo bastante complicao.


- ... ¿no tenía que ver con esto? No: pero quiero decir ¿no es cuestión de espacio el orden de los ordinales?, ¿no está situado el quinto después del cuarto?


AGC - Está muy complicao. Déjalo, déjalo.


- Ahí, ¿qué pasa con el espacio?


AGC - Deja a los números por ahora.


- Parece que, si entendemos que los físicos, al hablar así de espacio, lo han convertido en una cosa, a ese espacio que se expande le pasa lo que a las demás cosas ¿no? O sea, que de alguna manera tiene que estar en algún sitio, tiene que estar en un espacio. O sea, que hay una confusión de Física y Lógica. Que si tiene que estar en alguna parte, no podemos saber lo que es, y si sabemos... si pretendemos saber qué es eso que estamos llamando espacio, no puede estar en ningún sitio.


AGC - Sí. O -dicho tal vez con un poco más de simplicidad- si se habla de cosas, y, entre las cosas, del Universo, y se las sitúa en un espacio -porque eso es obligatorio, porque dos cosas no pueden estar al mismo tiempo en el mismo sitio, y una cosa no puede estar en dos sitios al mismo tiempo- se las sitúa así, efectivamente se las está situando físicamente en un espacio que se vuelve físico. Eso es lo que ya no nos sirve para nada en cuanto al descubrir lo que está pasando con la Realidad, con las cosas en conjunto, las cuales no pueden estar en ningún otro espacio, ni caer en ningún otro espacio, ni desparramarse por ningún otro espacio, ni moverse por ningún otro espacio, porque el espacio ya está dentro. Entonces, eso del espacio y los Universos ya forma parte de las cosas, y ahora estamos preguntándonos por las cosas, por las cosas en este conjunto general y nunca cerrado, y es ahí donde nos negamos (os propongo negarnos) a la separación entre Lógica y Física. Nosotros, cuando hemos descubierto estos últimos años que estamos continuamente cayendo en lo que no se sabe (una cosa tan ingenua, tan elemental, pero que se ve que hacía falta descubrirla: continuamente estamos cayendo, hundiéndonos, perdiéndonos, en la verdad, en lo que no se sabe), está claro que estamos -que estoy- tratando de evitar que eso se entienda espacialmente, porque entonces resultaría que nuestro descubrimiento se convertiría en otra especie de Teología o de Física, y no serviría para nada -¿no?-, sino que se entienda que eso de perderse, caer, hundirse, no es ni físico ni lógico, porque ésa es una distinción de dentro de la Realidad, y aquí estamos cayendo fuera.


- Pero, Agustín...


AGC - Sí.


- Cualquier hipótesis que sea de 'dónde están las cosas' -sea el  espacio o cualquier otra entidad- está condenada, en tanto que hablamos de ella, a ser cosa también.


AGC - Sí, sí, si lo entendemos espacialmente. Por eso es junto a lo que me estoy debatiendo todo el rato.


- Entonces, parece ser que no hay alternativa a donde pueden estar las cosas en algo -por así decirlo- que no se convierta, por el hecho de hablar de ello, en cosa también.


AGC - No, no: no es nada necesario. Eso es lo que sucede en nuestra manera, en la perversión que he llamado eidética, pero no es nada fatal, no es nada necesario.


- Pero lo que se me ocurre (no he estado en las conversaciones anteriores) es que las cosas están en el lenguaje que las dice.


AGC - Las cosas no están en un 'dónde' lógico ni en uno físico, sino en los dos, los dos montados; y eso viene a parar en eso (efectivamente a todos os habrá -o a muchos de vosotros- os habrá surgido eso cuando hablo de la sobreposición de Física con Lógica): la oposición -que, como gramáticos, nos es conocida desde tiempos muy lejanos- entre el 'campo en que se habla' (que no es ningún espacio, porque 'campo en que se habla' está determinado a cada vez que se habla por el acto mismo de hablar, que eso no es espacio) frente al 'mundo de que se habla' (del que estamos tratando: el 'mundo de que se habla', que efectivamente ése ya está condenado a lo del espacio y a todo lo demás). Sobre eso volveremos todavía.


- Pero, si reducir la Realidad a un conjunto de cosas es la mejor manera de aniquilar su comprensión, sí que nos empeñamos una y otra vez en usar ese mismo sistema, ¿quizás porque es nuestro destino o porque es algo así?


AGC - "Un conjunto" nunca se puede decir.


- Un conjunto inabarcable de...


AGC - "Un conjunto" nunca se puede decir. Porque "un conjunto" querría decir que efectivamente estábamos otra vez haciendo teoría, y concretamente sometiéndonos a la teoría de conjuntos. Hay que decir siempre todo esto seguido: un conjunto nunca cerrado, un conjunto condenado a la eventualidad, un conjunto en el que continuamente están entrando más y más cosas. Porque si no se dice así...


- Entonces, ¿es nuestro -como el tomate, crecer- nuestro... ese empeño en entender las cosas, aunque los instrumentos no sean válidos?


AGC - No. No, no: esto es al contrario. Es la pretensión de ser uno el que es -de ser uno el tomate que es-, es justamente la presión desde arriba del ideal, y esto otro es el descubrimiento de que era mentira. El descubrimiento de que era mentira el tomate, tú y yo, la Realidad, y valga para lo que valga, y caiga quien caiga.


- Pero, vamos a ver: cuando vamos en el metro (es un caso como muy palpable -¿no?-), cuando uno va en el metro y te fijas en los rostros de las gentes, y de repente, por unos intersticios entre las gentes, entre el cuello de una persona y la oreja de otro, pues te dejas perder la mirada, ¿está pasando otra cosa, o lo mismo que está pasando cuando descargamos en la comprensión de una figura que sabemos que es rostro? Porque ahí pasa una cosa diferente, uno descansa en los intersticios de las cosas que no tienen configuración propia, o, por lo menos, que no están en el vocabulario -como decía Pepe-.


AGC - Sí, uno se harta de caras. Bueno, bien. No sé...


- No, no: no lo resumas. No lo cierres, porque yo te estoy preguntando.


AGC - No, no, no, no. No, no. No: no voy a tirar más por ahí, porque además se nos va haciendo tarde y quiero pasar a lo otro.


- Se nos va por el intersticio -que es lo que estamos hablando-, por la fisura...


AGC - Quiero pasar a lo otro. Bueno, no nos vamos a distraer, no.


- Es que eso del espacio que se está expandiendo es bastante raro -¿no?-, porque es como...


AGC - ¿"Eso de"?


- El espacio que se está expandiendo. ¿Sería como decir que un tomate se está expandiendo, o...? Quiero decir, es como una cosa que no ha acabao de ser cosa, o... Es un poco difícil de entender.


AGC - Sí, sí. Eso -es que como justamente esta noción desorbitada de cosa que estoy empleando aquí, no se emplea en Ciencia- eso da lugar a esas confusiones. Ellos parten efectivamente o de entes, átomos, o entes subatómicos, o parten de Universos (estos tipos de cosas) y las teorías se refieren a ellos, y eso justamente de la separación creciente (o a veces también la contracción) se refiere a las relaciones entre estrellas, galaxias, universos, o también a la relación entre las partículas subatómicas ¿no? Nunca... nunca se plantea respecto a cosas en general ¿no? Y eso es efectivamente una noción rara de por sí, pero ha cundido, ha cundido. (Ya, cuando me termine de leer esta entrada, os daré cuenta de lo que dicen estos astrónomos respecto a cómo ha cundido esta noción de la expansión del espacio, que ellos tratan sin embargo de defender).


Bueno, no es que me quede... no es que me quede contento conmigo mismo, ni con vosotros, respecto a que sobre todo lo más elemental de estas cosas que he sacado -lo más elemental- haya de verdad entrado y nos hiera lo bastante. Hay muchos estorbos, hay muchas tendencias, aparece enseguida en teorías, a intentar entender esto que estoy diciendo justamente en el sentido de la ideación: 'hacerse una idea' de qué es de lo que este tío ha dicho: hacerse una idea. Que esto es muy difícil, pero justamente esta tertulia política de lo que trata es de dejar libre, suelto al pensamiento desmandado, desenfrenado, contra las ideas que son necesarias para la costitución de la Realidad. Si a su vez nos hacemos idea del pensamiento político o, peor, negativo, estamos al cabo de la calle, otra vez estamos en casa... Y esas son las grandes dificultades de que cosas muy elementales, como las que he planteado, pues se nieguen a entenderse, no os dejéis herir por ello. Pero aunque no estoy ni mucho menos contento y habrá que seguir con ello, voy a pasar a la otra cuestión anunciada, porque como la una va con la otra, es mejor que las mantengáis juntas.


La otra, la cuestión del free will de los científicos, el libre albedrío de los teólogos, la libertad tomada como indeterminación     -indeterminación, falta de determinación- frente a la necesidad de causa, de encadenamiento causal, entre las cosas de la Realidad. Supongo que está claro también el cartel de lo que se trata. Vamos a ver entonces, si alguna especie de observación elemental se presta a que ayudéis. Algo de eso salía ya al final del otro día.


Contra los científicos, contra las religiones, contra todo lo que pasa con vida normal, la elementalidad primera es ésta: 'lo que no ha pasado, no ha pasado'. 'Lo que no ha pasado, no ha pasado', y si uno no es capaz de dejarse herir por esta negación hasta donde haga falta, pues no debe haber más que confusiones. Lo que no ha pasado, sencillamente no ha pasado.


Contra todo lo que suele hacerse -que es someter la ideación científica lo mismo que otrora la Religión [], someterla al Tiempo real y por tanto con Futuro, pasado, junto a rematar el pastel, el presente; reducirlo a ese Tiempo real que, como antes he dicho, no es más que una forma de espacio, una falsificación en forma de espacio-, pues la cuestión pasa por ahí, no tenemos... vamos a decir "no vamos a aceptar ninguna raya más que ésta, la que separa lo que ha pasado de lo que no ha pasado". Así de elemental. Ser capaces de decir "lo que no ha pasado, simplemente no ha pasado, y nada más, y no le pasa nada más; no le pasa nada más que eso, que no ha pasado. Y lo que le pasa no es más que no ha pasado. Me niego a eso". Es decir que reconocemos que AHORA -a partir de AHORA- a partir de AHORA, cada vez que se diga AHORA -que es justamente nuestra manera inmediata de entrar en relación con lo inconcebible, con lo desconocido 'AHORA'- lo que venga después es en verdad imprevisible.


Si uno sigue confundiendo esta negación de 'imprevisible' con lo que de ordinario le sirve de cambio, de moneda que es, probabilísticamente calculable, entonces no hay nada que hacer, si se confunde lo uno con lo otro. 'No previsible' es una pura negación: en verdad 'no previsible': nunca se puede en verdad saber qué va a pasar. Nunca se puede saber en verdad qué va a pasar, y el que sea probabilísticamente calculable, con más o menos probabilidades de acierto cuando se produzca, eso es una cuestión que no toca a esto. Cuando la predicción se verifique en el experimento, ya veremos el tanto por cierto de aciertos que ha habido, y si por ejemplo la predicción estaba bien hecha. Pero eso no se refiere a lo que estamos diciendo que es a negarnos a la previsibilidad en verdad de lo que vaya a pasar. Más que así.


Cuando en nuestro descubrimiento decimos "Realidad, cosas, Realidad que nunca está cerrada, cosas que nunca son todas, está continuamente cayendo en lo que no se sabe, perdiéndose en lo que no se sabe, lógica, físicamente perdiéndose en lo que no se sabe, AHORA está pasando todo eso", ahí estamos sin embargo manteniendo esa única raya: lo que no ha pasado, no ha pasado: no hay Futuro; los 'hechos futuros' son el engaño principal sobre el cual se asienta todo Poder, toda Religión, toda Ciencia positiva, toda Filosofía positiva, todo Poder, por tanto: no hay tal cosa como 'hechos futuros'.


Bueno, pues ahora vamos a volvernos hacia atrás: si reconocemos y concedemos esa falta de previsión, falta de previsibilidad, a lo que no ha pasado, entonces tenemos que volvernos para atrás, para lo que ha pasado, es decir para ese conjunto nunca cerrado, el mundo de las cosas ya hechas, y que tanto a la Ciencia como a la Religión le ha sido necesario siempre imaginar como enlazándose entre sí por 'causas', por una cadena de causas sucesivas. Por más esfuerzos que haga incluso la Ciencia, se puede decir que la forma más exitosa, la Mecánica Cuántica, es indeterminística, pero ni siquiera ésa acaba de librarse de la necesidad de 'causas'. Pues, entonces, nuestra manera de mirar hacia atrás es decir "cualquier momento pasado en que se dio el suceso 'a', era imprevisible como AHORA -era tan imprevisible como AHORA- que en el momento siguiente se fuera a producir el hecho 'b'".


De manera que si me niego AHORA a reconocer que hay una causa que me condena AHORA a que se cumpla luego tal o cual cosa, esa misma negación, esa misma libertad, se la tengo que trasmitir a los antecesores, a los muertos. Es una manera de extender la libertad a los muertos. Sí, después de todo, aunque sea un poco melodramático decirlo así, pero lo que estoy intentando con vosotros es eso: es, justamente de la negación de la previsibilidad a partir de AHORA, extender esta negación, esa libertad a los muertos, a lo pasado. Es que en el momento en que 'a' no era previsible 'b', por tanto, así como no puedo decir que AHORA haya una causa que obligue a que después se produzca tal cosa, así tampoco antes -tampoco antes-. 
 
De manera que el encadenamiento por causas es una consecuencia ('el encadenamiento por causas' quiero decir en la imaginación científica, en la filosófica, en la religiosa y en la vulgar), el encadenamiento por causas en lo pasado, no son más que un rebote a partir de la faena que AHORA se nos hace, porque AHORA efectivamente se nos tiene que hacer  c r e e r  que lo que va a pasar depende de lo que está pasando AHORA. Es decir, se nos vende lo probabilísticamente calculable como equivalente previsible o dado de antemano.


La condena es así, la condena así es la condena del fin, a la que nos hemos referido cuando hemos hablado de la intervención de los ideales en la estructura o mantenimiento de la Realidad; es lo que se manifiesta en todos los órdenes: esta sumisión al fin; la cual implica esta falsificación: hacer pasar la probabilidad como previsiones; es decir, hacer que el Futuro esté ya dado desde AHORA. A esto estamos condenados, por eso vosotros y yo, y también -a sus maneras- las otras cosas, nos vemos condenados a ver sustituida cualquier cosa que pudiera llamarse 'vida', 'ir viviendo', 'ir muriendo' por la previsión de la muerte que la determina como Tiempo real, en el que efectivamente a cada paso y partiendo de ese fin, los cálculos de probabilidades, para [subyugar] cada uno -como se dice- 'su vida', se hacen pasar como fatales, como verdaderas causas.


Pues entonces, desde ahí, es desde donde esta imposición se traslada también a toda la extensión de las cosas ya dadas, esta misma sumisión al Futuro se les traslada a los muertos: también 'b' ha sido la causa de 'a', porque 'a', aunque en 'b' no se había producido, ya lo tenía en su Futuro, como nosotros nuestra muerte. Como nosotros nuestra muerte o nuestro fin. Es verdad que cuando 'a' todavía no 'b' pero ya era su Futuro. Ésa es la manera en que nuestra esclavitud -que es lo primero-, nuestra sumisión al Futuro, se traslada también para más seguridad a la causalidad, a las relaciones de causalidad entre las cosas dadas.


Yo me voy a quedar aquí, porque se va haciendo tarde, pero vamos a aprovechar el rato que nos quede para que también sobre esto me dé cuenta hasta qué punto este problema de la causalidad y la libertad se entiende. Desde luego, os recuerdo -porque esto ya se había visto un poco- que un azar absoluto, es decir, inasequible a todo cálculo, querría decir lo mismo que no-determinación, que falta de determinación causal, y a su vez, eso que se llama 'libertad' no puede ser otra cosa distinta que esta indeterminación. Es vana cualquier otra interpretación positiva, como se arriesgaba a serlo la de estos físicos que prefieren hablar de free will.


Bueno, pues vamos a ver qué queda por ahí especialmente oscuro, compliacao, fastidioso, no lo bastante hiriente...


- No sé qué te parece, Agustín, de el empleo por parte del Poder y de la Industria, en fin, de todo lo que significa el Poder en un sentido amplio, de que para vender productos, de un tiempo a esta parte -a lo mejor desde hace quince años o por ahí, o un poco más-, la palabra 'Futuro' la emplean continuamente, y me pregunto yo si es que, a lo mejor, desde una tertulia política que lucha en contra de Dios y del Estado, sonará algo así como que tienen ellos que defender tanto esa Fe en el Futuro y por tanto en la muerte, que la ponen en todos los laos. Por ejemplo, había un anuncio de no hace mucho que decía "El Futuro ya no es lo que tú creías: ya está aquí". Y...


AGC - Sí, bueno. Ésta es la aparición -digamos- a nivel político y humano que nos ha llevao -que me lleva- a intentar penetrar en el secreto de todos estos trucos. Desde luego, a nivel político y humano -ya se sabe- el intento es  h a c e r n o s   v i v i r   e n   e l   F u t u r o, por decirlo en una palabra. Como lo dice ahí, más o menos []: hacernos vivir en el Futuro. Hacernos vivir en el Futuro, que es el sitio donde evidentemente  n a d i e  puede vivir. Si alguno de vosotros mantiene alguna creencia, alguna fidelidad, a eso de que en el Futuro se pueda vivir, pues que lo diga para que lo intentemos machacar enseguida. ¿Eh?, que lo diga, conviene que lo diga.


Justamente el sitio donde no se puede vivir. A lo que se puede llamar 'vivir' es ya donde estaría al mismo tiempo que eso más o menos turbio que es la vida, estarían también las posibilidades abiertas, la libertad como indeterminación. A todo eso se contrapone por supuesto Futuro. Futuro es la muerte. Es decir, que vivir en el Futuro es justamente lo que el Poder hace y a lo que aquí llamamos 'administrar la muerte', convertir la vida en un Futuro. Lo hacen con mucho descaro, sí, cada vez más. Efectivamente, cuando a alguien especialmente joven se le dice que 'tiene mucho Futuro', parece que se le está diciendo algo que -es que no sé- que debía llenarle de contento, en lugar de decirle que tiene mucha muerte por delante ¿no? Pero ésa es la labor -ésa es la labor-.


Ahora bien, estas apariciones políticas son las que nos llevan a intentar penetrar -como ahora lo estoy intentando- en todo este lío de la  indeterminación y la causalidad de una manera lo más elemental y clara posible.


- [] con el grabado de Goya que dice "El sueño de la razón produce monstruos". Y el monstruo en sí mismo, podría ser Frankestain, es la negación de la previsibilidad; es un poco la representación de... pues eso, de ese sueño racionalista. 


AGC - A ver, ¿cómo es eso?


- Bueno, pues el sueño racionalista es precisamente ése que cree que puede explicarlo todo mediante... -¿no?-, y generalmente, pues como es el caso de Frankestain, se cree que... finalmente su locura le lleva a creerse Dios y a darle vida, una vida que es puro libre albedrío -¿no?-, que es puro previsibilidad ¿no? 


AGC - Sí, bueno, pero ¿en relación a qué sacas esa cuestión?, ¿cómo te ha venido?


- Pues me ha venido porque precisamente este empuje de vivir en el Futuro, de saber calcular las consecuencias, no calcula que precisamente no se pueda calcular.


AGC - No, no. Desde luego, por supuesto, una Ciencia como es debido, una Ciencia en sentido del Poder, tiene que creer en la explicación, lo cual quiere decir -como estás viendo- en la causalidad, de forma que de alguna manera, todo puede explicarse. Eso le pasaba también a cualquier Teología, a cualquier Religión, en ese caso con la presencia de un Dios que lo sabe todo. Eso son condiciones de ellos. Que decía que aquí estamos luchando justamente contra esas manifestaciones. Sí.


- Que digo que eso de "lo que no ha pasado, no ha pasado", pues que sí. Que me parece bastante cierto.


- ¿Cómo?


- Pero... que "lo que no ha pasado, no ha pasado" es... parece ser bastante... Tiene muchos visos de ser verdad. Pero...


AGC - Hombre, tanto como 'verdad'... Que te hiere -vamos-, que te dejas herir. Sí.


- ... Verdad, no ser real, ser verdad. (No: de ti no me fío). Mira, lo que me refiero es a lo de antes: que 'lo que ha pasado, ha pasado' (por la misma cosa de que "lo que no ha pasao, no ha pasao" pueda llegar a ser verdad, 'lo que ha pasado, ha pasado'), yo solamente lo puedo admitir como verdad, si digo "No hay olvido" -como decía Freud-, pero...


- Nada pasa del todo.


- (Galín, déjame terminar, que yo no te interrumpo). Entonces, solamente desde ese momento en que yo diga "No hay olvido". Pero ahí tengo que decirlo yo, aunque sea un yo cualquiera, porque si no... es que los muertos... no hay milagro. Que no hay milagro, que te lo digo yo. Que esto que tú dices del milagro...


AGC - Es al revés ¿no? Justamente el milagro que se está [tratando] se fundaba en sacar de nuestro descubrimiento de la imprevisibilidad, AHORA, para dársela a ellos.


- A los muertos.


AGC - A ellos.


- Sí. Es que eso es lo que más me ha impresionao.


AGC - Olvidar, no: no hay olvido. La observación de Freud se puede generalizar: "no hay olvido". Detrás, lo que hay, es eso a lo que hemos aludido: conjunto nunca cerrado, eventual, continuamente eventual, inestable, de cosas. Y las que entran, las que han entrado, pues son parte, forman parte de eso, y el hecho de que a alguno de nosotros se le olvide más o menos en una capa más o menos alta, se le olvide algo, no cuenta para nada.


- Pero a eso ¿se le puede hacer decentemente la pregunta 'qué ha pasado'? A eso, a eso informe que Freud llama 'no hay olvido' ¿se le puede preguntar 'qué ha pasado'? Yo creo que no se le puede preguntar. Una soberbia increíble.  


AGC - Se le puede preguntar ¿qué?, y responder de esa manera: conjunto nunca cerrado, condenado a la perpetua eventualidad y de tal manera que... Con la comparación -como siempre- con los términos del lenguaje, donde todavía los términos de un idioma cualquiera, las palabras de las que costa una cualquiera de las lenguas de Babel, constantemente están entrando más y más palabras. Decir que otras se están perdiendo no tiene el mismo sentido. 'Entrando unas y otras costantemente' quiere decir que inevitablemente están alterando el significado de las que ya había. Eso cualquiera... cualquiera lo entiende. No puede ser sino así.


De manera que sí, hay que decir "'pasado' no quiere decir más que Realidad", y Realidad es eso: es un sitio, un conjunto físico-lógico donde están entrando cosas costantemente, momento tras momento, y por tanto, con esa entrada costante de más y más cosas, trasformándose cada una de ellas (porque eso es inevitable, igual que en el caso de los vocabularios... de los vocabularios de una lengua, no son más que así). Y por tanto un olvido que fuera una reducción a la nada, no tiene sentido. Los olvidos son, pues como los que tenemos nosotros, como los que Freud denunciaba como 'falsos olvidos', un olvido de conveniencia...


- Pero, hasta en las proyecciones más populares, a los muertos parece como que se les concede el privilegio de haberse 'salido'. 'Salido' de eso del entrar y el salir.


AGC - ¿Quién dice semejante tontería del olvido?


- En las leyendas, en todo. Como que se han ido a... incluso dicen 'al más allá', no 'a más allá', sino 'más allá'.


AGC - Tonterías. Lo que decían los griegos es iénai es pléonas ('ir a la mayoría'), dándonos una lección de democracia para siempre, dándonos [una lección de democracia]. 'Pasar a la mayoría', 'han pasado a la mayoría', eso es lo que se puede decir de ellos.


Pero lo que importaba aquí es que yo estaba haciendo también, a partir de una declaración de no-previsibilidad, AHORA, una especie de trasmisión de libertad de la cadena de causas, una especie de libertad a los muertos, eso es lo que me importaba.


Creo que vamos a tener que cortar, y voy a tener que volver sobre las dos cuestiones, si el Señor no se opone demasiado, y nos deja vivos, en el día que viene.


Ah, no se me... no quiero que se me vaya sin comunicaros -aunque no sé si tiene que ver o no tiene que ver- la última ocurrencia de uno de... de uno de... de mi loco más querido. Entre mi colección de amigos locos, el más querido estaba el otro día, y creo que estaba delirando de esa manera especial en que razonan los llamados locos, estaba delirando respecto a la acumulación, el montaje de formas de Poder unas sobre otras (Comunidades Autonómicas sobre Ayuntamientos; sobre las Comunidades Autonómicas, Europa; sobre Europa el Mundo o Galaxia; -no sé- algo de eso estaba diciendo), la acumulación de diferentes estadios de Poder, que es lo que parece que le traía en ese momento a mal traer. Y luego, como si se diera cuenta de que todo eso pesaba sobre él, y dijo...


- No se oye.


AGC - ... Sobre él, y sobre eso dijo "Yo soy el esclavo universal". "Yo soy el esclavo universal", de manera que juzgar vosotros hasta qué punto esto se enlaza con alguna de las cuestiones que traté últimamente. Pero desde luego a mí, claro, es de esas cosas que siempre estoy con oído especialmente abierto a estos razonamientos de los llamados locos, y "Yo soy el esclavo universal", que lo dijo... no, no, nada solemne: Pues "yo soy el esclavo universal", como si fuera una cosa muy evidente y muy normal.


"Yo soy el esclavo universal", ya le daréis algunas vueltas, porque   -claro- tiene que ver naturalmente con esta ideación de uno mismo como real también, perteneciente al mundo 'de que' se habla, sin nada que ver con 'yo' de verdad, que no existe; que no existe porque no está en espacio ninguno, porque es del mundo 'en que' se habla -como antes os he recordado- pero de alguna manera tiene sentido, volviendo sobre uno mismo, descubrir "Yo soy el esclavo universal". En cierto modo yo también; yo también soy el esclavo universal. Cada uno de vosotros sabrá lo que le pasa o no, pero desde luego hay un punto razonable en todo eso.


Bueno, pues nada, si el Supremo Juez no decide otra cosa, por aquí seguiremos encontrándonos y volveré sobre ambos asuntos.