Más canciones y soliloquios
ISBN: 84-85708-34-2
Categoría: Poesía
Prolongación (nos. 139-213, con un apéndice) de la colección primera de canciones y de soliloquios, donde algunos rescatados de antes de 1976 se enhebran con otros de estos últimos tiempos.
Descripcion
Fecha 1ª edición: 1988
2ª edición: 2008
Agustín García Calvo
Español
Lucina. 160 págs.
13x19 cm.
Rústica
Prolongación (n.os. 139-213, con un apéndice) de la colección primera de canciones y de soliloquios, donde algunos rescatados de antes de 1976 se enhebran con otros de estos últimos tiempos.
Documentos
Opiniones
Actualmente no hay opiniones.
¡Sé el primero en opinar!
Te puede interesar

Suma del vuelo de los hombres
ISBN: 978-84-85708-77-2

Libro de conjuros
ISBN: 84-85708-01-6
Veinticinco poemas inéditos del tipo de la canción.

Lecturas presocráticas I
ISBN: 84-85708-12-1
Redacción de una parte de las lecturas y discusiones orales sobre textos de Zenón, Heraclito, Parménides y otros.

Cantar de las dos torres
ISBN: 978-84-85708-78-9
Se aprovecha el resonante derrumbamiento de las torres gemelas de Nueva York para convertirlo en una breve epopeya entre risueña y tremebunda.

Uno o dos en 23 sitios y más
ISBN: 84-85708-63-6
Una serie de soliloquios, dramas o juegos de uno consigo mismo en múltiples escenas de la tierra, junto con otras cosas y un suplemento de lírica ferroviaria.

Desnacer
ISBN: 978-84-85708-92-5
«— A la mano los tienes cuantos haya: ya estás libre: ya lo has dejado aquí mi peso, y ahora ya eres yo: el que ve, según pasa, lo que hay y lo que se esconde, el que a las cosas o a la gente les pregunta, y el que oye lo que responden...

Cosas de la vida, 17 cuentos
ISBN: 978-84-85708-81-9
En un abanico de situaciones, más o menos desoladoras o risueñas, aparecen, hablando, a veces escribiendo, toda laya de personajes, niños, mujeres, hombres, bichos, cosas, menos el del Narrador.

Sermón de dejar de ser
ISBN: 978-84-85708-90-1
<<[…]Lo comprendo: al fin y al cabo, a tí te tocó escurrirte de muy niño de esta tramposa red del mundo, mientras me dejabas seguirme en ella debatiendo ochenta años o más; y en esa edad que a tí las hilanderas tuvieron el capricho de cortarte el hilo y dejarme solo a mí conmigo…>>